Tacitismo. Antimaquiavelismo. Ideas contrarias a la figura del

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Tacitismo. Antimaquiavelismo.
"Nicolás Maquiavelo fue hombre que se dio mucho al estudio de la policía y gobierno de
la república y de aquella que comúnmente llaman razón de estado. Escribió algunos libros
en que enseña esta razón de estado y forma un príncipe valeroso y magnánimo, y le da
los preceptos y avisos que debe guardar para conservar y amplificar sus estados. Pero,
como él era hombre impío y sin Dios, así su doctrina (como agua derivada de fuente
inficionada) es turbia y ponzoñosa, y propia para atosicar a los que bebieran della.
Porque, tomando por fundamento que el blanco a que siempre debe mirar el príncipe es
la conservación de su estado, y que para este fin se ha de servir de cualesquiera medios,
malos o buenos, justos o injustos, que le puedan aprovechar, pone entre estos medios el
de nuestra santa religión, y enseña que el príncipe no debe tener más cuenta con ella de
lo que conviene a su estado, y que para conservarle, debe algunas veces mostrarse
piadoso aunque no lo sea, y otras abrazar cualquier religión, por desatinada que sea."1
"Loca presunción es intentar deshacer los decretos de Dios (...) Pero no ha de ser ésta
resignación muerta, creyendo que todo está ya ordenado ab aeterno y que no puede
revocallo nuestra solicitud y consejo, porque este mismo descaecimiento de ánimo sería
quien dio motivo a aquel orden divino. Menester es que obremos como si todo dependiera
de nuestra voluntad, porque de nosotros mismos se vale Dios para nuestras adversidades
o felicidades."2
Ideas contrarias a la figura del «privado» o «valido».
"Rey que pelea y trabaja delante de los suyos, oblígalos a ser valientes; el que los ve
pelear, los multiplica, y de uno hace dos. Quien los manda pelear, los multiplica, y de uno
hace dos. Quien los manda pelear, y no los ve, se los disculpa de lo que dejaren de
hacer; fía toda su honra, no se puede quejar sino de sí solo. Diferentes ejércitos son los
que pagan los Príncipes que los acompañan. Los unos traen grandes gastos, los otros
grandes victorias. Los unos sustentan el enemigo, los otros el Rey perezoso y entretenido
en el ocio de la vanidad acomodada. Una cosa es en los soldados obedecer órdenes, otra
seguir el ejemplo. Los unos tienen por paga el sueldo, los otros la gloria."3
"Considerando el valido que ninguna cosa es más opuesta al valimiento que la capacidad
del príncipe, procura que ni sepa, ni entienda, ni vea, ni oiga, ni tenga cerca de sí
personas que le despierten. Que aborrezca los negocios, trayéndolo embelesado con los
divertimientos de la caza, de los juegos y fiestas; con que, divertidos los sentidos, ni los
ojos atiendan a los despachos, ni las orejas a las murmuraciones y lamentos del pueblo...
... Tal vez con mayor artificio le pone en los negocios y papeles, y le cansa, como a los
potros en los barbechos, para que les cobre mayor horror, y se rinda al freno y a la silla.
Con el mismo fin persuade a la asistencia a las audiencias, de las cuales salga tan
rendido, que deje al valido los negocios, pareciéndole haber satisfecho a su oficio con oir
los negociantes."4
1PEDRO DE RIVADENEYRA, Tratado de la religión y virtudes del príncipe cristiano. (1595)
2DIEGO DE SAAVEDRA FAJARDO (1584-1648), Idea de un príncipe político-cristiano, Empresa 88.
3FRANCISCO DE QUEVEDO, Política de Dios, Gobierno de Cristo. (1626)
4DIEGO SAAVEDRA FAJARDO. Idea de un príncipe político cristiano representada en cien empresas. (1640)
José María Izquierdo – [email protected] - Bibliotek for humaniora og
samfunnsvitenskap. Romanske språk
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