matr nas profesión Artículo especial Simbolismos catalanes cristianos vinculados a la maternidad Christian Catalan symbols linked to the process of the maternity Anna Cano Parellada Matrona. Profesora titular de Enfermería Maternal de la Escuela Universitaria de Enfermería Sant Joan de Déu de Barcelona RESUMEN ABSTRACT Las personas, a través de la historia, han intentado encontrar respuesta a los fenómenos que escapan a su comprensión, atribuyéndolos a la acción de seres superiores. De entre ellos, el proceso de la maternidad es uno de los más estrechamente relacionados con la existencia humana. El objetivo de este trabajo es describir la simbología catalana cristiana vinculada al proceso de la maternidad. People through the history have tried to find answer to the phenomena that escape to their understanding, attributing them to the action of superior beings, of among them the process of the maternity is one of those more closely related with the human existence. The objective of this paper is to describe the Christian Catalan symbols linked to the process of the maternity. Palabras clave: maternidad, religión, cristianismo, símbolos. Key words: maternity, religion, christianism, symbolism. INTRODUCCIÓN yoritariamente en nuestra comunidad, si bien se celebra la fiesta, subsiste poco del origen que ocasionó el espíritu de dicha celebración. Los ritos y tradiciones en torno al proceso de la maternidad son una muestra de la práctica cristiana que tiene como referencia a Eva en el Antiguo Testamento, y a la Virgen María en el Nuevo Testamento. Su maternidad ha sido representada bajo diferentes expresiones artísticas vinculadas tanto a su dimensión maternal como a su dimensión «piadosa». En toda la geografía catalana encontramos un gran número de ermitas, capillas, santuarios y parroquias con imágenes dedicadas a santos y santas, principalmente dedicadas a la Virgen María y sus diferentes advocaciones marianas. Los cristianos, a través de la historia, han denominado a la Virgen bien por encontrarse en un lugar determinado, bien por los acontecimientos a Ella atribuidos. A las primeras se les da el nombre del lugar donde la tradición dice que fueron encontradas (por ejemplo, la Virgen de Nuria), y las segundas están dedicadas al milagro que según las creencias aconteció (por ejemplo, la Virgen de la Cinta). Las tradiciones populares forman parte de la cultura de un país, pues simbolizan el origen y la transmisión de unas experiencias que se han ido repitiendo a lo largo de la historia. Como dice el cantautor valenciano Raimon1 acerca de un poema de Salvador Espriu («Quien pierde los orígenes pierde la identidad»), es por este motivo que las tradiciones tienen voz propia, y las personas somos en parte nuestra historia. Es este aspecto diferenciador del ser humano respecto a otros el que nos dará identidad, y dependerá de nosotros su transmisión a las generaciones posteriores. Con la entrada del cristianismo en España en el siglo , y concretamente en Cataluña, empiezan a surgir ritos y tradiciones vinculadas a acontecimientos específicos que establecen puntos de unión entre la práctica de sus creencias y su entorno geográfico y cultural. Si bien algunos de estos ritos son compartidos, cada comunidad autónoma ha sabido darles su rasgo personal. Del motivo de la celebración queda poco; a través de los años se han ido incluyendo, variando o eliminando ritos en función de la práctica de la fe y de los cambios en el contexto sociocultural, de modo que, hoy en día, maCorrespondencia: Anna Cano Correo electrónico: [email protected] 26 Cano Parellada A. Simbolismos catalanes cristianos vinculados a la maternidad. Matronas Prof. 2007 8(3-4): 26-30 Simbolismos catalanes cristianos vinculados a la maternidad Artículo especial A. Cano Algunas de estas imágenes están ligadas a la tierra, a las cosechas y, en cierto modo, a la fecundidad. La mayoría de ellas, según cuenta la tradición, fueron encontradas por animales, casi siempre bueyes que pacían junto a pastores con sus rebaños2; otras fueron descubiertas en cuevas, en árboles (robles o encinas), en fuentes o en corrientes. A partir de la fecha del hallazgo se organizarían, junto con la veneración de la Virgen, danzas, fiestas populares, romerías y rondallas. OBJETIVO El objetivo de este trabajo es describir las tradiciones cristianas catalanas que hacen referencia al proceso de la maternidad. METODOLOGÍA Se ha realizado una revisión bibliográfica en la base de datos de los archivos de la Biblioteca Pública Episcopal del Seminari de Barcelona. La búsqueda se ha delimitado a los santos y santas de origen catalán y a las advocaciones marianas que se celebraban o se siguen celebrando en Cataluña y que tienen como hilo conductor el proceso de la maternidad. PROTECTORAS PARA ENCONTRAR UN BUEN MARIDO Si se sigue el proceso de la maternidad de una manera cronológica, lo primero que se precisa es un varón con el cual poder tener hijos. Así pues, nos encontramos con Santa Madrona, a la que se acudía para encontrar novio. Según cuenta la tradición, parece ser que Santa Madrona nació en Barcelona en el siglo , aunque existe otra tradición que cuenta que nació en Grecia pero murió en Barcelona. Esta capilla aún existe y está situada en la montaña de Montjuic, si bien la imagen se encuentra actualmente en la iglesia de Santa Madrona del barrio de Poble Sec de Barcelona. Esta Virgen es venerada también en otras poblaciones como Arnés, la Pobla de Massaluca, Riba-roja d’Ebre y Corbera d’Ebre, en la provincia de Tarragona. Existen unas coplas4 referidas a Santa Madrona que en su verso séptimo dicen: «la dulce jovencita que se quiere casar a Usted mira y reza para mejor acertar». Otra imagen que se venera para encontrar marido es la Virgen del Pedregal, en el pueblo de Talladell (en la comarca de Urgell, en Lleida), de la que se decía que lograba que las doncellas encontraran novio y las casadas un buen marido. En la misma tradición encontramos la imagen de la Virgen de la Cau en Llaés, en la comarca del Ripollès (Girona). De ella hay unos versos que dicen: «Virgen de la Cau, por favor, concededme marido, aunque tenga roña, piojos o tiña, mientras sea un marido». RESULTADOS Los datos obtenidos se han organizado en varios apartados que siguen la cronología de la procreación: • Protectoras para encontrar un buen marido. • Etapa de la maternidad que abarca los límites del ciclo católico de la Navidad, es decir, desde el 25 de marzo (Anunciación del Arcángel Gabriel a la Virgen) hasta el 2 de febrero (presentación de Jesús en el templo). • Por último, se abordarán las tradiciones vinculadas a la esterilidad. Existen muchos otros santos y santas protectores de la mujer en su proceso de maternidad3 que han quedado excluidos de este artículo debido a que su origen (nacimiento) no fue catalán (Santa Margarita, Fray Bernardino de Villa-León…), y también advocaciones marianas que se veneran en otros lugares de España. El hecho de que este artículo refleje las tradiciones catalanas no excluye que se celebren también en otras comunidades autónomas, donde cada una tiene una expresión de fe distinta y se manifiesta con una característica particular. ETAPA DE LA MATERNIDAD Protectoras del embarazo y para tener un buen parto Debido a la gran morbimortalidad que existía en el proceso del parto, se disponía de diversos ritos para dar apoyo a la gestante y para que se fuera preparando para dicho momento. De hecho, a lo largo de la historia se han encontrado documentos que revelan cuán frecuente era que las reinas hicieran testamento antes de dar a luz5. En toda Cataluña encontramos imágenes de vírgenes protectoras del embarazo, como la Virgen de la Esperanza (o «de la que espera») y la Virgen de la Cinta. Esta última posiblemente deba su nombre a que en otros tiempos se encintaba el vientre de la gestante para ir midiendo el crecimiento fetal y, en cierto modo, predecir microsomías. La tradición cristiana marca que las gestantes solían llevar cintas de seda de colores distintos –bien puestas simplemente encima o atadas en alguna parte del cuerpo, principalmente en el cuello– 27 Matronas Prof. 2007; 8 (3-4): 26-30 que variaban de una comarca a otra, y que le ayudaban en el parto. Las iglesias dejan a las embarazadas «la cinta de la Virgen», o se la venden para que la bendigan ante su imagen. La medida de la cinta tiene que ser igual a la altura o la cintura de la imagen y debe llevarse durante el embarazo, especialmente cuando éste se presenta con problemas, o cuando se teme que el parto será difícil. Una de estas imágenes está situada en la iglesia dels Sants Just i Pastor de Barcelona, y es una talla de tamaño natural en madera de la Virgen embarazada (figura 1). No obstante, de todas las cintas probablemente la más representativa sea La Santa Cinta, un cinturón de seda blanca, reliquia que se venera en la catedral de Tortosa, en la provincia de Tarragona, desde el siglo y que había sido solicitada por princesas y reinas de la casa de Borbón5 para poder tener un buen parto. Según la tradición, la propia Virgen se lo dio a un devoto tortosino para proteger a las mujeres embarazadas, ya que los hombres de la población habían luchado en la guerra contra los árabes en época del conde Berenguer IV y se habían perdido muchas vidas, y también para que no tuvieran problemas durante el parto y pudieran tener suficientes hijos como para garantizar una gran descendencia tortosina6. Hoy en día, La Santa Cinta aún se ofrece a la Casa Real Española. También en la Seu de Lleida encontramos El Sant Drap (El Santo Paño), del que la tradición cuenta que es uno de los pañales de Jesús. Las mujeres embarazadas lo veneran por creer que así van a tener un buen parto. En el proceso del parto propiamente dicho, el santo más significativo es San Ramón Nonato7, quien nació en Portell, en la comarca del Bages, en el siglo . Cuentan los relatos históricos que estando su madre al servicio del vizconde de Cardona, murió de fiebre intraparto; entonces el noble cortó con su espada el abdomen de la madre y pudo sacar al bebé aún vivo. La tradición le atribuye el don de ser el abogado de los partos difíciles y de proporcionar fecundidad en mujeres estériles. De él8 hay una oración en castellano que reza así: «A ti acudo, glorioso San Ramón, en estos días que preceden a mi maternidad, implorando de tu mediación la gracia de un parto feliz que, satisfaciendo plenamente mis deseos, sea un premio a mis esperanzas. Por Cristo, nuestro Señor. Amén.» La Mare de Déu del Bon Part, virgen protectora de un buen embarazo, atenúa los dolores del parto y ayuda en el puerperio, la lactancia y la dentición. Se encuentra en el claustro de la catedral de Barcelona. De ella dice la tradición que una mendiga, estando a punto de dar a luz, se refugió en una cueva cerca de Montjuïc y pidió a la Virgen que la ayudara en este proceso, ya que Ella 28 Figura 1. La Virgen embarazada. Iglesia dels Sants Just i Pastor de Barcelona. Autor: © Xavier Bolao también había dado a luz sola y en una cueva; de repente, la pobre mujer se encontró con su hijo limpio y vestido y sin ningún tipo de esfuerzo ni de dolor, y en la cueva quedó una imagen que la mujer llevó después a una ermita. Otra de ellas es la Virgen del portal, de Batea (Tarragona), de la que la tradición cuenta que había propiciado que jamás una mujer muriera de parto y que todas dieran a luz siendo dichosas. También encontramos con la misma advocación otras imágenes ubicadas en diferentes lugares de Catalunya, como pueden ser la Verge del Claustre de Vallbona de les Monges, o la Mare de Déu de la Cisa en Premià y en las poblaciones de Figueres, Sant Joan de les Abadesses, Bolvir, Figuerola del Camp, Cadaqués, La Canonja y Ginestar, y también en la iglesia de Sant Joan de Lleida y en la iglesia del Pi de Barcelona. Protectoras de la lactancia Es importante señalar que hasta hace pocas décadas la mortalidad perinatal era especialmente elevada en el posparto, con lo cual las mujeres se encomendaban a la Simbolismos catalanes cristianos vinculados a la maternidad Artículo especial A. Cano Virgen de la Leche para que les conservara la lactancia y así garantizar la supervivencia de sus hijos; cuando esto no era posible, había que recurrir a nodrizas, ayas u otras mujeres. Así pues, las madres cristianas necesitaron hallar imágenes que protegieran la alimentación de sus hijos. Una imagen de la Virgen de la Leche se encontró en la calle dels Robadors de Barcelona; de ella, la tradición cuenta que una mujer que se había quedado sin leche halló a un bebé en un pozo y pidió a la Virgen que le diera leche para poder amamantarlo9. Otro relato que se conoce es el de una mujer no creyente que se quedó sin leche y su marido, que sí era creyente, rogó a la Virgen que le diera leche; entonces ocurrió que le crecieron los pechos a él. Esta imagen se encuentra en la población de Santa María de La Pobla de Claramunt, realizada en el siglo X y reconstruida en 1380. También es venerada en Cervera, Sant Rafel de Olot, Corbera, Pericot, Avià, Meià, Sarroca, Torroella de Montgrí, Vilaplana, Lladrós, Tàrrega, Puiggròs, Tarroja de Segarra, Aitana, Lloberola, Torà y L’Hospitalet de l’Infant (Tarragona). La cuarentena Si bien la tradición señala que Jesucristo nació el día 25 de diciembre en el estado de Israel, la Virgen María seguía las costumbres judías de la ley mosaica10, que marcaban que toda mujer estuviera recluida en su casa durante la cuarentena, ya que era el tiempo que necesitaba para «purificarse» y posteriormente presentar a su hijo en el templo. Así que, si contamos cuarenta días después de Navidad, el 2 de febrero es el día específico para presentar a los niños. Esta fiesta de «purificación» y de «presentación» no fue introducida por la Iglesia católica hasta el siglo . Los nombres de mujer «Purificación» y «Presentación» provienen de esta tradición. Era costumbre que cuando una puérpera salía a la calle9 por primera vez pedía un «xavo» (maravedí) a la primera mujer que encontraba por la calle, lo agujereaba y lo colgaba en el cuello de su bebé con una cinta de seda roja, hecho que se relacionaba con la garantía de que las mujeres serían buenas lactantes y los hijos buenos lactadores. La fiesta de la Candelaria6 se celebraba haciendo ofrendas. Las mujeres que habían dado a luz en el año se presentaban en la iglesia para dar gracias por el nacimiento de su hijo; allí el sacerdote las recibía con una candela que debían mantener encendida durante toda la misa. A partir de ese momento se solía decir que la mujer había cumplido con su obligación y ya podía hacer vida normal y tener más hijos. Si durante la procesión de las candelas ésta se apagaba, ello significaba que se iba a morir el bebé3. Todas las mujeres con gemelos debían llevar dos candelas. Durante la realización de este trabajo no se han encontrado referencias en las que se sigan manteniendo estos ritos. Parecida simbología la encontramos con Nuestra Señora de Malenyanes11, ubicada en la ermita del mismo nombre situada en la comarca del Vallés, en la provincia de Barcelona. Las primeras noticias de su existencia datan del año 1080. Es venerada en la comarca y se le atribuye el ser abogada y protectora de las parturientas. Las madres acudían a la ermita después de haber alumbrado para recibir la bendición post partum12 y oír una misa especial denominada «misa de espectatio partus»13,14. También en la ermita del Pedregal15, en Talladell, las mujeres acudían antiguamente a la iglesia con sus hijos, a los que sentaban en sillitas mientras ofrecían la candela y cantaban a la Virgen: «Las casadas, a ti Virgen Madre, Desde lejos acuden confiadas; Y si de hijos se hallan privadas, Vos del cielo lográis tal favor; Si sus pechos licor no fluyeren, Abundante les dais manantial. Socorred al devoto, Señora, Guarda fiel del feliz Pedregal.» En cierta medida relacionada con el posparto se halla la Virgen del Far, en la provincia de Girona, patrona de diversas enfermedades de los niños lactantes. Protectoras ante la esterilidad La esterilidad es un problema que afecta a las posibilidades de un embarazo y el hecho de que una mujer sea estéril repercute en su familia, dinastía o corona. La imagen más significativa es la Virgen de Nuria. Esta imagen románica, realizada en madera por el ermitaño San Gil en el siglo en el valle de Nuria16, en la provincia de Girona, se acompañaba de una campana (para avisar a los pastores de la comarca que vinieran a rezar), una cruz y un cuenco de cobre denominado «olla» (figura 2) que servía para alimentar a los pastores que allí acudían. Debido a las guerras contra los moriscos, la imagen, la cruz, la campana y la olla fueron escondidas y no se descubrieron hasta alrededor del siglo . La leyenda cuenta que unos bueyes que pacían por el valle no se movían de una zona determinada; un pastor llamado Amadeu se sorprendió de este hecho y empezó a cavar, hallando la imagen de la Virgen, la cruz, la campana y la olla, que hoy día pueden contemplarse intactas (tal y como se encontraron) en el santuario de Nuria. Para que se puedan cumplir los deseos de fecun- 29 Matronas Prof. 2007; 8 (3-4): 26-30 trece hijos más (aunque no se sabe si el padre de todos sus hijos fue el propio rey o su consejero, Godoy). CONCLUSIONES Conocer nuestra historia nos permite entender mejor las tradiciones que se han ido transmitiendo de generación en generación, incorporando a lo largo del tiempo detalles personales que nos permiten aprender y disfrutar tanto en su sentido religioso como en el social o lúdico. Las tradiciones propias son auténticas y a la vez van incorporando valores que se desprenden de ellas y que configuran la cultura en la que vivimos. BIBLIOGRAFÍA Figura 2. Imagen de una devota en el acto de poner la cabeza dentro de la olla. Santuario de la Virgen de Nuria15 didad, marca la tradición que la mujer debe colocar la cabeza dentro de la olla, dar tantos golpes a la olla como hijos quiera tener y rezar tres partes del rosario. Asimismo, la tradición relata como milagros debidos a la intercesión de la Virgen los de conceder hijos a parejas estériles, es decir, convertir la esterilidad en fecundidad. Se describen también mujeres que no padecen dolores de parto, el caso de una mujer estéril que logró tener doce hijos y el de otra que consiguió tener un hijo después de que se le hubieran muerto los anteriores en los partos. Como dato anecdótico5, cabe destacar la petición en el año 1771 de la Casa Real Española para que el rey borbón Carlos IV y su esposa, la reina María Luisa de Parma, tuvieran un hijo varón como futuro rey de España. El infante fue Carlos Climente de Borbón y Parma, que murió al poco de nacer, y posteriormente la pareja tuvo 30 1. Raimon. Jo vinc d’un silenci. 121 cançons. Integral Raimon [disco compacto]. París: Audivis, 1993. 2. Fàbrega Grau A. Santuarios Marianos de Barcelona: historia y leyenda, folclore. Barcelona: La Hormiga de Oro, 1954. 3. Martín S. Vida de María. Qué pedirle a la Virgen en los principales santuarios de España. Madrid: Ediciones Temas de Hoy, 2000. 4. Cobles a Santa Madrona. Archivos de la Biblioteca Pública Episcopal del Seminari de Barcelona. Lleida: Imprenta Mariana, 1931. 5. Susarte Molina F. Bodas y partos de las reinas de España. Alicante: Instituto de Cultura «Juan Gil-Albert», 2000. 6. Amades J. Les diades populars catalanes. Vol. I. Barcelona: Barcino, 1932. 7. El Ángel de la web. Plegaria a San Ramón Nonato. [Citado 3l 3-1207] Disponible en www.terra.es/personal/angerod/novramon.htm 8. González-Doria F. Las reinas de España. 8.ª ed. 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