10 V I DA EL NORTE z Domingo 30 de Marzo del 2014 perfiles E imágenes Editora: Rosa Linda González [email protected] z Francisco Juárez es directo en su definición: “Aquí nací, aquí crecí y aquí engordé”. En el desierto logra cultivar la tierra con agua extraída del subsuelo. Casado con Martha Elva Pérez Luna. z A doña Celia Flores se le reviven los recuerdos. “Nuestra diversión de niñas era la llegada del tren”. z Ascención Pérez López, de 83 años, casado con María de Jesús Luna González. Todas las madrugadas le llevaba leche al Niño Fidencio, temeroso de la oscuridad. “El Niño me dijo que él me iba a acompañar y ya no volví a tener miedo”. z Reginaldo Gámez Morales, compositor. Le canta al amor, pero sobre todo al desamor. “Tuve mala suerte con las mujeres. María me la jugó mal y se me pasó el camión, bueno, se me pasaron todos”. el otro espinazo TEXTO Y FOTOS: Juan JOSé CErón Espinazo está en medio de lo que parece nada. La pequeña población de unos 500 habitantes brota como huizache en medio de unos cerros pelones que alguna vez tuvieron haciendas ganaderas, una bulliciosa estación de tren y un místico que hacía operaciones milagrosas. De esos recuerdos, sólo la figura de José Fidencio Constantino Síntora, el Niño Fidencio, reverdece y quizá sea la única razón de la existencia de este poblado ubicado al noreste desértico de Mina, Nuevo León. En marzo y octubre, principalmente, peregrinos que vienen de diferentes partes del País llegan por miles en busca de nuevos milagros y caen como lluvia que hace florecer la economía de los habitantes que dificultosamente sobreviven el resto del año. Llegan fotógrafos a documentar el fenómeno religioso, pero las imágenes que se llevan son de los peregrinos, de las materias o cajitas que se dicen receptores de los poderes curativos del Niño Fidencio. Los lugareños están trabajando intensamente, ocupados en ofrecer comidas, hospedaje, estampitas para aprovechar esas dos fechas. ¿Quiénes son esos habitantes fieles, enraizados en esta tierra árida?¿Qué hacen, cómo viven, a qué se dedican? Aquí presentamos a algunos de ellos. elnorte.com/espinazo dencio les concedió un favor de amor y viven ahí desde 1973. Pusieron el restaurante El misionero, donde encontraron paz y tranquilidad. z Alejandro Carrera Castro, de 101 años. Testigo de la llegada del Niño Fidencio y de su muerte años después, lo veía a diario haciendo curaciones. “Caminaba sobre la gente. Estaba fornido, pero no pesaba. Sólo se sentía cómo rozaba su túnica”. z Fructuoso Arellano García vende medallas, estampas, esencias y fotos afuera del templo del Niño Fidencio. Su papá tuvo un cine a mediados de los 70 y hasta organizaba bailes. z Para Héctor Mogol Díaz, el ferrocarril ha sido su vida. Reparador de vías y puentes, por el tren y su esposa, que es originaria de Espinazo, se quedó a vivir desde hace 55 años en este lugar. z Agapito García Ramos vive en una casa donde estaba la guardarraya. Esa línea imaginaria le permitía tener el pie izquierdo en Nuevo León y el pie derecho en Coahuila. LIBROS ¿VOLADORES? Ángel mario huerta, guionista y cineasta z Félix Briones Coronado y Olga Alejandro Díaz. Dicen que el Niño Fi- e n t r e V i s t a KarEn LópEz Reuters U MANAMA, Baréin. Los libros salieron de los estantes para llamar la atención de los visitantes, en una instalación en la que los textos parecen volar, en un módulo de la Feria del Libro de Baréin, que arrancó esta semana y que promueve la industria EL NORTE / Staff editorial del mundo árabe. n gen que optimiza las capacidades del cerebro humano al 100 por ciento hace posible que chicos de una primaria en Portland levanten coches con sus propios brazos, muevan objetos con la mente y curen heridas con sólo tocarlas. Claro, es ciencia ficción, pero es el recurso narrativo que el cineasta y ahora escritor regiomontano Ángel Mario Huerta utiliza en su primera novela, Alpha Gene, publicada hace un par de meses en Estados Unidos. “Es la historia de un científico genético que toda su vida ha trabajado en encontrar una vacuna para utilizar la totalidad del cerebro humano. Justo cuando sus investigaciones están avanzadas fallece su amigo y socio de toda la vida, y Publica regio novela en EU lo culpan a él de haber sido el autor intelectual”, cuenta Huerta desde Los Ángeles, donde radica. “Su carrera se arruina y termina como maestro de una primaria en Portland, y se da cuenta de que esos niños traen evolutivamente lo que él buscaba. Se convierte en su mentor y les dice: ‘libera tu verdadero potencial, sé lo que quieras ser’”. Para Huerta, quien fue guionista y director de la película “Inspiración” (2001), la idea surgió a partir de sus amigos escritores en California, quienes además de ser guionistas para televisión escriben novelas. “Es como una graduación, esto de cambiar de guionista a autor. He tenido oportunidad de juntarme con escritores de televisión de acá y estando con ellos decían que cualquiera puede ser guionista, pero no todos pueden escribir un libro. “Lo escribí en tres meses, en inglés. Sí se me dificultó, pero no tanto. Con el libro no te limitas, escribes pensamientos. Es mucho más reconfortante y fácil que un guión, que tiene muchas reglas”. Alpha Gene está disponible en librerías en Estados Unidos y por medio de Kindle, iTunes, Nook y Cortesía z Magdalena Ibarra López de la Fuente, nieta de Enrique López de la Fuente, quien llevó a Fidencio a Espinazo. Autora del libro “Vida y milagros del Niño Fidencio”. “Me encontré una caja con papeles, documentos y esa historia es la quiero resguardar”. Kobo. Su recepción ha sido exitosa y está en proceso de adaptarse al cine por una de las principales productoras de películas animadas. El autor regio planea seguir escribiendo. Para Latinoamérica se ha planeado una traducción en español.