XVIII Congreso Español de Medicina Perinatal Tratamiento de la sepsis neonatal vertical J. López Sastre, A. Ramos Aparicio, B. Fernández Colomer Servicio de Neonatología. Hospital Central de Asturias INTRODUCCIÓN La terapéutica de la sepsis de transmisión vertical es con frecuencia compleja y se deben tener en cuenta el tratamiento antibiótico, el de soporte de las complicaciones y una serie de tratamientos controvertidos que precisan demostrar la evidencia de que son útiles y que sus efectos secundarios son asumibles. TRATAMIENTO ANTIBIÓTICO En el tratamiento con antibióticos hay que diferenciar la antibioterapia empírica inicial, que se instaurará cuando haya un diagnóstico precoz de posible sepsis y la terapéutica posterior cuando se llegue al diagnóstico definitivo de sepsis vertical, sepsis clínica o bacteriemia. Los antibióticos a utilizar en la terapéutica inicial deben estar en función de los resultados bacteriológicos y las sensibilidades bacterianas obtenidas en los últimos años en cada servicio de neonatología. En este sentido nosotros utilizamos una combinación de ampicilina por ser activa frente a S. agalactiae y S. faecalis y gentamicina ya que históricamente en nuestro servicio los gérmenes gramnegativos aislados (E. coli) son sensibles a dicho antibiótico(1). Al analizar los resultados del «Grupo de Hospitales Castrillo» se objetiva una epidemiología semejante(2) y, por tanto, sugerimos que el tratamiento empírico más adecuado en nuestro país sería la combinación de ampicilina más gentamicina a las dosis referidas en la tabla 1. Los aminoglucósidos son nefro y ototóxicos especialmente en el RN prematuro y, por ello, se aconseja monitorizar los valores séricos; recientemente se ha demostrado que el empleo de dosis más elevadas con intervalos de 24 horas(3), mantiene la eficacia bactericida, disminuye los efectos secundarios renales y cocleares y no precisa control de valores séricos(3,4). El tratamiento empírico se mantiene hasta que lleguemos al diagnóstico definitivo y se suspende cuando el diagnóstico sea de falsa sospecha de sepsis. Cuando se confirme el diagnóstico, los antibióticos a utilizar dependerán de la sensibilidad y resistencia del microorganismo infectante y se utilizarán a las dosis referidas en la tabla 1. En cuanto a duración de la terapéutica en general será de 2 semanas, no obstante, en caso de que la evolución clínica sea favorable el control seriado de la PCR podría acortar el tratamiento y así se aconseja suspenderlo cuando se tengan dos controles normales separados 48 horas(5). En la situación de sepsis vertical clínica se recomienda continuar con la terapéutica empírica inicial hasta que no haya sintomatología y el hemograma y la PCR sean normales en dos controles separados 48 horas(5). En las bacteriemias verticales no hay consenso para el tratamiento con antibióticos, pero en general se recomienda continuarlo durante 10 días para así disminuir la frecuencia de sepsis verticales de inicio tardío(1,5). TRATAMIENTO DE SOPORTE En el tratamiento de las complicaciones es importante la terapéutica precoz y eficaz del fallo respiratorio, la anemia, la trombopenia, la coagulopatía intravascular diseminada (CID), el shock séptico y la hipertensión pulmonar(1). El soporte ventilatorio tiene como objetivo mantener una ventilación alveolar adecuada y una correcta oxigenación tisular. Los pacientes inestables que presenten alteración del sensorio, fatigabilidad o apneas, shock, signos de bajo gasto cardíaco o hipertensión pulmonar precisarán soporte respiratorio(6). En caso de anemia se deberá utilizar concentrado de hematíes y en caso de plaquetopenia concentrado de plaquetas(1). En los RN con CID al tratamiento estándar con plasma fresco (10-15 ml/kg) se pueden añadir mediadores purificados de la coagulación TABLA 1. EMPLEO DE ANTIMICROBIANOS EN EL PERÍODO NEONATAL Dosificación (mg/kg/dosis) e intervalos Antibiótico Penicilina G* Ampicilina* Cloxacilina Mezlocilina Nafcilina Cefalotina Cefazolina Cefotaxima Moxalactan Ceftriaxona Ceftazidima Gentamicina** Tobramicina** Amikacina** Netilmicina** Eritromicina Ticarcilina Vancomicina*** Clindamicina Metronidazol Aztreonam Imipenem Vías IV IV, IM IV, IM IV, IM IV, IM IV IV, IM IV, IM IV, IM IV IV, IM IV, IM IV, IM IV, IM IV, IM PO IV, IM IV IV, IM, PO IV, PO IV, IM IV Peso < 2.000 g 0-7 días >7 días Peso > 2.000 g 0-7 días >7 días 250.000 U/12 h 25/12 h 25/12 h 75/12 h 25/12 h 20/12 h 20/12 h 50/12 h 50/12 h 50/24 h 50/12 h 2,5/12 h 2/12 h 7,5/12 h 2,5/12 h 10/12 h 75/12 h 10/12 h 5/12 h 7,5/24 h 30/12 h 25/12 h Igual/8 h 25/8 h 25/8 h 75/8 h 25/8 h 20/8 h 20/8 h 50/8 h 50/8 h 50/24 h 50/8 h 2,5/8 h 2/8 h 7,5/8 h 2,5/8 h 10/8 h 75/8 h 10/8 h 5/8 h 7,5/12 h 30/8 h 25/8 h Igual/8 h 25/8 h 25/8 h 75/12 h 25/8 h 20/8 h 20/8 h 50/12 h 50/12 h 50/24 h 50/8 h 2,5/12 h 2/12 h 10/12 h 2,5/12 h 10/12 h 75/8 h 15/12 h 5/8 h 7,5/12 h 30/8 h 25/12 h Igual/6 h 25/6 h 25/6 h 75/8 h 25/6 h 20/6 h 20/6 h 50/8 h 50/8 h 75/24 h 50/8 h 2,5/8 h 2/8 h 10/8 h 2,5/8 h 10/8 h 75/6 h 10/8 h 5/6 h 15/12 h 30/6 h 25/8 h * En meningitis el doble de la dosis señalada. ** En <1.200 g se dosifica cada 18-24 horas. Hay que monitorizar los valores plasmáticos. *** Es nefrotóxico, sobre todo en combinación con aminoglicósidos. 18 Ponencia mixta: sepsis de transmisión vertical (antitrombina III, proteína C, proteína S) que además de regular la cascada de la coagulación modulan la liberación de citocinas(7). Teniendo en cuenta la fisiopatología del shock infeccioso, el tratamiento se fundamentará en reponer el volumen plasmático, mejorar la actividad de la bomba cardíaca y/o actuar sobre las resistencias vasculares periféricas(1). Para reponer el volumen plasmático se ha de utilizar plasma fresco congelado y posteriormente suero fisiológico o glucosalino en cantidad suficiente para normalizar la presión venosa central; la presión arterial media no es muy fiable, porque puede ser normal por la vasoconstricción periférica que ocurre en la primera fase del shock séptico y, sin embargo, existir depleción del volumen plasmático(1). La administración de albúmina para reponer el volumen plasmático está contraindicada, pues no es más eficaz que los cristaloides, puede desencadenar reacción anafiláctica y aumentar la pérdida proteica en los alveolos pulmonares favoreciendo la inactivación del surfactante(8,9,10). El rendimiento de la bomba cardíaca se puede mejorar con dopamina que tiene el efecto β1 de aumentar la frecuencia cardíaca y en menor medida la fracción de eyección, efecto periférico vasodilatador y dopaminérgico de aumento del flujo renal, se debe utilizar a dosis de 5-15 µg/kg/min y solamente se emplearán dosis superiores en fases tardías del shock, cuando se busque efecto vasoconstrictor periférico. Otras drogas vasoactivas utilizadas son la dobutamina y el amrinone. La dobutamina a dosis de 10-15 µg/kg/min tiene acción selectiva β1 de aumentar la fracción de eyección y en menor medida la frecuencia cardíaca y no tiene efectos periféricos sobre la resistencia vasculares ni acción dopaminérgica. El amrinone a dosis de 2-10 µg/kg/min inhibe la 5-fosfodiesterasa y tiene efectos inotrópicos (aumenta la fracción de eyección) y vasodilatadores periféricos actuando sobre el esfínter prearteriolo-capilar(1). Sobre las resistencias vasculares periféricas se puede actuar disminuyéndolas en situaciones de bajo gasto cardíaco con resistencias periféricas aumentandas (dopamina, amrinone, isoproterenol, nitroprusiato sódico) o aumentándolas en situaciones de shock con vasodilatación periférica y escape de líquido (Dopamina a dosis superiores a 15 µg/kg/min y/o adrenalina a dosis de 0,1-1 µg/kg/min)(1). Otros agentes que se mencionan como útiles en el tratamiento del shock séptico son los inhibidores de la C1 estearasa, los anticuerpos monoclonales frente al factor XII tisular y los inhibidores del factor activador de las plaquetas (TVC-309) del tromboxano A2 y de la bradicinina(6,7). En situaciones de sepsis con hipertensión pulmonar se debe mantener la presión arterial de CO2 entre 35 y 40 mmHg, el exceso de bases elevado (superior a +5) y la PaO2 superior a 50 mmHg mediante la utilización de ventilación convencional (frecuencias altas, tiempos inspiratorios cortos) y la perfusión de bicarbonato sódico(1). En caso de fallo de la ventilación convencional se utilizará ventilación de alta frecuencia y/o terapéutica con óxido nítrico. Cuando todo lo anterior no sea suficiente se recurrirá a ECMO(1). OTROS TRATAMIENTOS En cuanto a tratamientos sujetos a discusión y de los que no hay evidencia de su utilidad destacamos la terapéutica con inmunoglobulinas intravenosas, los factores estimulantes de colonias de granulocitos (rhG-CSF) y de granulocitos y macrófagos (rhGM-CSF), los inhibidores de la respuesta inflamatoria (pentoxifilina, ibuprofeno), la transfusión de neutrófilos y la exanguinotransfusión. Mediante el tratamiento con inmunoglobulinas intravenosas (300-750 mg/kg/24 h), se pueden neutralizar antígenos bacterianos circulantes, estimular la vía clásica de activación del complemento y facilitar la opsonización, como inconvenientes se refiere el bloqueo de las células del sistema reticuloendotelial y la liberación rápida de mediadores de la inflamación (fiebre, escalofríos, rash, etc.)(1,6,11,12). Mediante el tratamiento con imnuglobulinas y antibióticos, algunos autores han reducido la mortalidad en la sepsis neonatal(11,12) y Christensen refiere que en RN con sepsis y neutropenia se consigue un rápido incremento del número de neutrófilos y una movilización de cayados y metamielocitos desde la médula ósea(13). Recientemente en las sepsis por S. agalactiae se está dando gran valor a la terapéutica con inmunoglobulinas con alto contenido de anticuerpos específicos frente a S. agalactiae (suero obtenido de personas vacunadas con antígenos de S. agalactiae o anticuerpos específicos obtenidos por técnicas monoclonales)(1). Ohlsson (Cochrane, 2001) no encuentra evidencia suficiente que sugiera que la administración de inmunoglobulinas disminuya la mortalidad en neonatos con sepsis y señala que no existen estudios de relación costo-beneficio de análisis de los efectos a largo plazo(14). El factor estimulante de colonias de granulocitos obtenido por ingenieria genética (rhG-CSF) a dosis de 5-10 µg/kg/día en perfusión de 2 horas y durante 3 días (se puede prolongar el tratamiento en función de la respuesta) moviliza y estimula la proliferación de células progenitoras a neutrófilos maduros, aumenta su número en sangre periférica de forma precoz y mejora su función(15), en el RN apenas tiene efectos secundarios, aunque se han descrito trombopenia y empeoramiento en neonatos con enfermedad de membrana hialina(16). En el momento actual y hasta que existan estudios de evidencia, el uso de rhG-CSF debe limitarse a los casos de sepsis con neutropenia grave(15,17). El factor estimulante de las colonias de granulocitos y macrófagos (rhGM-CSF), estimula además la proliferación de eosinófilos y macrófagos y se ha comprobado que disminuye la mortalidad en modelos experimentales de sepsis neonatal(6), su principal inconveniente es que estimula la producción de TNFα y puede agravar la sepsis y favorecer la instauración de CID(1,6,7). La mortalidad en la sepsis puede estar relacionada con la intensidad de la respuesta inflamatoria (cifras elevadas de TNFα y otros eicosanoides)(7,18) y así algunos fármacos antiinflamatorios (ibuprofeno, paracetamol, naproxeno, pentoxifilina, etc.) condicionan mayor supervivencia en sepsis experimentales(18). Quizás el más estudiado sea la pentoxifilina que a dosis de 5 mg/kg cada 6 horas y durante 3 días consecutivos, disminuye el valor de TNFα, la acidosis metabólica, la incidencia de enterocolitis necrotizante, la insuficiencia renal y la mortalidad(19). Con la transfusión de neutrófilos en RN con sepsis y neutropenia se pretende aportar células con capacidad de fagocitosis, pero con los riesgos teóricos de causar una reacción de injerto contra huésped, transmitir citomegalovirus con los neutrófilos y provocar sensibilización de grupo o de HLA(1). Con este tipo de tratamiento algunos autores han conseguido disminuir la mortalidad(20), y otros no(21). Con la exanguinotransfusión se reponen factores de la coagulación e inmunoglobulinas, se aportan hematíes que mejoran la oxigenación de los tejidos y se eliminan productos tóxicos y bacterianos, el principal problema es que causa cambios hemodinámicos que pueden ser muy peligrosos en un RN séptico con compromiso cardivascular(1). Baley en 1998 observó que la supervivencia en sepsis pasaba del 38 al 62%(12), pero en la actualidad por no existir evidencia de la eficacia, por sus complicaciones y por la mortalidad que causa (cercana al 1%) ha dejado de utilizarse(6). BIBLIOGRAFÍA 1. 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