Una especie menos - Juventud Rebelde

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ESPECIAL
VIERNES
23 DE MARZO DE 2012
juventud rebelde
Detrás de la ciencia
Una especie menos
El rinoceronte negro de África Occidental fue oficialmente declarado
como extinto. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza
alerta que, pese a los programas ecológicos, muchos animales
siguen el mismo destino
El rinoceronte negro de África occidental (Diceros bicornis
longipes), la subespecie más rara de rinoceronte negro, ha
sido declarada oficialmente como extinta.
El tarsero de la isla Siau (Tarsius tumpara) es uno de los 25
primates más amenazados del mundo, considerado en «peligro crítico» después de que su población ha disminuido en
un 80 por ciento.
El 40 por ciento de los reptiles terrestres de Madagascar
está en peligro. Entre ellos se incluye al camaleón de Tarzán
(Calumma tarzan).
La manta raya gigante (Manta birostris), es la más grande de
su tipo conocida hasta el momento. Actualmente está clasificada como «vulnerable».
por PATRICIA CÁCERES
[email protected]
LA más reciente actualización de la Lista Roja de las Especies Amenazadas en el mundo, elaborada por la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN),
no es motivo de alegría. Y es que el rinoceronte negro de
África Occidental (Diceros bicornis longipes), la subespecie
más rara de rinoceronte negro, fue oficialmente declarada
como extinta.
Tristemente —como mismo sucede con el tigre de Tasmania, la gacela arábiga o el ualabí de Grey— las generaciones del futuro solo podrán conocer al rinoceronte negro
a través de fotos, videos o libros especializados.
Algo similar sucede con el rinoceronte blanco de África
Central (Ceratotherium simum cottoni) y el de Java (Rhinoceros sondaicus), que han sido catalogados como «posiblemente extinguidos». Y es que, según el sitio web oficial de
la UICN, los rinocerontes son gravemente afectados por la
falta de voluntad política para acometer esfuerzos de conservación en muchos de sus hábitats, unido al aumento de
la caza furtiva de cuernos con fines comerciales.
Pero el panorama se torna aún más sombrío. Luego de
analizar 61 000 especies en todo el planeta, la organización indicó que, pese a los programas de conservación, el
25 por ciento de los mamíferos se encuentra actualmente
con altas posibilidades de extinción.
El tarsero de la isla Siau (Tarsius tumpara), especie que
habita en la pequeña isla volcánica de Siau, es uno de los
25 primates más amenazados del mundo. Está considerado en «peligro crítico» después de que su población ha disminuido en un 80 por ciento.
En los últimos años la UICN ha evaluado numerosas
especies de reptiles, sobre todo los de la isla de Madagascar, en el corazón del océano Índico. La Lista revela, por
ejemplo, que el 40 por ciento de los reptiles terrestres de
esta región está en peligro.
Las 22 especies malgaches identificadas como en «peligro crítico» incluyen al camaleón de Tarzán (Calumma tarzan), al camaleón de nariz extraña (Calumma hafahafa) y a
la lagartija sin extremidades (Paracontias fasika).
La situación de amenaza en Magadascar de reptiles que
tradicionalmente no han sido tenidos en cuenta en los
esfuerzos de conservación, tales como las lagartijas Paroedura masobe y Uroplatus pietschmanni, ambas clasificadas «en peligro», ocupará un lugar más prominente en los
planes.
En el caso de las especies acuáticas, la UICN presta
especial atención a la manta raya de arrecife (Manta alfredi) y la raya gigante (Manta birostris), ambas catalogadas
como «vulnerables».
La manta raya gigante es la más grande conocida hasta
ahora, y puede alcanzar un diámetro de más de siete
metros. Los derivados de esta especie son muy cotizados
en el mercado internacional por sus valiosas branquispinas, utilizadas en la medicina tradicional china.
El escenario se torna particularmente grave en el caso
de los atunes. Los resultados de la Lista Roja de la UICN
muestran que cinco de las ocho especies figuran en una
categoría de «amenazada» o «casi amenazada». Estas incluyen al atún rojo del Sur (Thunnus maccoyii), al rojo del Atlántico (T. thynnus), al ojo grande (T. obesus), al aleta amarilla
(T. albacares) y al atún blanco (T. alalunga).
Otro de los grupos vigilados de cerca son los anfibios,
uno de los que corre más riesgo. Entre estos, la rana venenosa (Ranitomeya benedicta) está clasificada como «vulnerable», mientras que la rana venenosa (Ranitomeya summersi) se considera «en peligro». Ambas están amenazadas, fundamentalmente, por la pérdida de hábitat y la recolección para el comercio internacional de mascotas.
Las plantas no escapan a la irracionalidad humana,
El caballo de Przewalski (Equus ferus) fue declarado como
«extinto en estado silvestre» en 1996, pero gracias a un
programa de cría en cautiverio y a un proyecto exitoso de
reintroducción, la población salvaje se estima ahora en más
de 300.
sobre todo las coníferas. El ciprés chino (Glyptostrobus pensilis), por ejemplo, que antes se extendía por toda China y
Vietnam, ha pasado de ser considerada «en peligro» a «en
peligro crítico».
Al decir de la UICN, la pérdida de hábitat se debe, sobre
todo, a la expansión de la agricultura. En China parece no
haber restos de plantas silvestres y en Vietnam son muy
pocos los cipreses chinos que en estos momentos producen semillas viables, lo cual sugiere que esta especie va
camino a la extinción.
El Taxus contorta, planta utilizada para producir Taxol
(droga para combatir el cáncer), ha pasado de «vulnerable»
a «en peligro», debido a la sobreexplotación para uso medicinal y la recolección descontrolada para leña y forraje.
Muchas otras especies de plantas tropicales también
penden sobre la cuerda floja. La mayoría con flores endémicas de las islas graníticas de Seychelles han sido evaluadas y los estudios actuales muestran que el 77 por ciento está en peligro de desaparecer.
Entre esas, el coco de mar (Lodoicea maldivica) ha subido de la categoría de «vulnerable» a «en peligro». Conocida
por sus supuestas propiedades afrodisíacas, esta especie
sufre las consecuencias del comercio ilegal de sus granos.
No obstante, no todo son malas noticias. Según la UICN,
algunos esfuerzos de conservación ya han rendido sus primeros frutos. Ello incluye a la subespecie del rinoceronte
blanco (Ceratotherium simum simum), que ha pasado de
una población de menos de cien al final del siglo XIX, a una
población salvaje estimada de más de 20 000.
El caballo de Przewalski (Equus ferus) también representa otro paso esperanzador. Si bien en el año 1996 fue
declarado como «extinto en estado silvestre», gracias a un
programa de cría en cautiverio y a un programa exitoso de
reintroducción, su población salvaje se estima ahora en
más de 300.
«La Lista Roja es fundamental como indicador de la
salud de la biodiversidad, en la identificación de las necesidades de conservación y para informar los cambios necesarios en la política y la legislación para impulsar la conservación», afirmó Jean-Christophe Vié, director adjunto del
Programa Mundial de Especies de la UICN.
«El mundo está lleno de maravillosas especies que van
camino a convertirse en cosas de mito y leyenda, si los
esfuerzos de conservación no se implementan con más éxito. Si no actuamos ahora, las futuras generaciones podrían
no saber qué es un ciprés chino o un camaleón de nariz
extraña», concluyó.
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