Presentación del Segundo Informe Mundial sobre Descentralización y Democracia Madrid, marzo de 2011 Sr. Presidente de la FEMP Sr. Presidente de la Diputación de Barcelona y Presidente de la Comisión sobre Descentralización y Autonomía Local de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos, Sr. Director Ejecutivo de ONU-Habitat Señoras y señores, Es una satisfacción participar hoy en este acto de presentación del Segundo Informe Mundial sobre Descentralización y Democracia, publicado por el CGLU, Ciudades y Gobiernos Locales Unidos. Satisfacción aún mayor por el hecho de que esta presentación tenga lugar aquí, en la sede de la Federación Española de Municipios y Provincias, símbolo y nexo de unión entre municipios. Muchas gracias, querido Presidente de la FEMP, por tu hospitalidad. La historia de la humanidad se ha escrito con los nombres de grandes ciudades: Atenas, Roma, Estambul, París, Pekín, Jerusalén… pero también con los nombres de ciudades pequeñas y medianas que han marcado, y siguen marcando, el verdadero pulso de la de la civilización, el latido de la evolución, de la ciencia, de la cultura y de las artes. En las ciudades hemos experimentado los grandes cambios sociales y desde las ciudades hemos escrito las grandes páginas del progreso humano. Por tanto, reivindicar la ciudad, reivindicar la polis, significa también reivindicar una humanidad a escala de sí misma, dueña de su propio destino, capaz de definir su propio modo de vida. Y significa también reivindicar la política, la relevancia de la gestión de lo público, del compromiso con ese espacio que 1 compartimos, el espacio de la ciudadanía: el ágora pública. Trabajar por el progreso de nuestras ciudades es, en definitiva, trabajar por el progreso de los ciudadanos, de todos los ciudadanos. Sin duda, esa meta forma parte de los objetivos que nos reúnen hoy aquí. Permítanme, por todo ello, felicitar a los autores de esta iniciativa, la Asamblea Mundial de Ciudades que, bajo el nombre de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos, reúne a 112 asambleas nacionales de gobiernos locales y a más de 1.000 ciudades de 136 países diferentes, representando a municipios en los que vive más de la mitad de la población mundial. Señoras y señores, A comienzos del siglo XIX, Alexis de Tocqueville escribió que es en el municipio donde reside la fuerza de los pueblos libres. Hoy, a inicios del siglo XXI, su afirmación no puede seguir más vigente. Más de la mitad de la población mundial, y el porcentaje no deja de aumentar, ya vive en ciudades. Solo en 100 de ellas se concentra casi la mitad de la actividad económica mundial y prácticamente toda la capacidad de innovación del planeta. En el mundo globalizado de hoy, en esta sociedad en red en la que habitamos, un hecho destaca por encima del resto en cuanto a políticas públicas se refiere: la necesaria centralidad de la condición de ciudadano y, por tanto, la imprescindible apuesta por el ámbito local, por nuestras ciudades, como centros de la vida social, económica y política. Porque, ineluctablemente, todo empieza y acaba en este espacio de lo cercano. Donde más podemos hacer, donde más debemos 2 innovar para responder a los retos a los que nos enfrentamos, para aprovechar las oportunidades de este nuevo tiempo en el que vivimos. Así, las ciudades devienen las plataformas naturales desde las que combatir la degradación medioambiental, la geografía humana sobre la que asentar las bases de la sostenibilidad. Es en cada ciudad, en cada calle, en cada edificio, en cada hogar, donde debe lucharse contra toda forma de desigualdad y donde mejor podemos garantizar la seguridad, primera salvaguarda de la libertad. Precisamente, desde los núcleos urbanos, debemos esforzarnos con ahínco por garantizar la cohesión social, por proporcionar la atención que nuestros mayores merecen, por luchar contra la violencia de género, en suma, por construir un espacio de convivencia más humano, más amable. Así pues, la apuesta por el municipalismo es fundamental para fortalecer la democracia y el bienestar social. Necesitamos ciudades pensadas por y para las personas. Así, mediante el fortalecimiento de las capacidades de nuestros municipios, reforzamos nuestra democracia, ampliamos nuestras posibilidades para superar mejor los retos a los que se enfrentan nuestras sociedades y multiplicamos los recursos disponibles para trabajar en pos de un mañana mejor. Señoras y señores, Ésa es, desde luego, la convicción del Gobierno al que represento. Un Gobierno que, a lo largo de los últimos años, ha hecho del reconocimiento y del fortalecimiento de nuestras 3 ciudades, de la colaboración leal con los poderes locales, una línea de actuación fundamental. De ahí nuestro empeño en desplegar, en toda su potencialidad, conceptos como la proximidad, la participación, la coordinación, la corresponsabilidad, así como la colaboración y la cooperación entre las distintas Administraciones. No solo para mejorar nuestras ciudades, para avanzar en competitividad o para lograr una mayor cohesión social, sino también, como es lógico en un contexto de gobernanza multinivel, para conseguir un avance real del proyecto europeo. Un proyecto en el que los entes locales han de jugar un rol importante, tal y como se recoge en la “Agenda de Barcelona”, aprobada en la Cumbre de Gobiernos Locales celebrada en esa ciudad durante la Presidencia española del Consejo Otro claro ejemplo de nuestro compromiso es la colaboración del Gobierno de España con ONU Habitat en el campo del refuerzo institucional y en el apoyo a los procesos de descentralización en otras regiones del mundo, de forma particularmente intensa en Latinoamérica. 4 Señoras y señores, Una de las cuestiones que este informe pone de manifiesto, al igual que lo hacía el anterior, de 2007, es la disparidad de situaciones que existen en este terreno, tanto en lo que se refiere a las estructuras y competencias de los gobiernos locales como, lógicamente, a su financiación. En España, como es natural, compartimos muchos rasgos comunes con el conjunto de los modelos europeos, pero, sin duda, podemos hablar con toda propiedad de un “modelo español” desde el punto de vista de la distribución territorial del poder. Un modelo que es fruto de un proceso histórico que requirió un amplio consenso político y de un sólido apoyo social para llevar a cabo el mayor cambio organiza- tivo y estructural del Estado, recono-ciéndose la autonomía de las nacionali- dades y regiones, así como de las entidades locales. La experiencia española pone de manifiesto que la descentralización ha sido el cauce a través del cual se ha alcanzado una mayor cohesión social, al tiempo que se ha producido una importante disminución en los desequilibrios territoriales. La experiencia del modelo territorial español surgido de la Constitución de 1978 es una experiencia de éxito. Ello no significa, como es lógico, que no hayan de resolverse los problemas y disfunciones que se hayan podido detectar o se hayan producido a lo largo de estos años. Se trata, y en ello estamos, de mejorar todo lo mejorable pero sin dar pasos atrás hacia un pasado que no va a volver; un 5 pasado cuyo modelo, el del centralismo, se saldó con un rotundo fracaso. Lo que nos dice nuestra trayectoria histórica como país y también las enseñanzas que se desprenden del propio proceso de construcción europea es que hoy se precisa una efectiva gobernanza multinivel a partir de la coordinación entre los distintos actores políticos. Son cada vez más los países, regiones y municipios que quieren desempeñar su rol de actores globales y de coprotagonistas en la construcción del nuevo orden mundial que se está abriendo paso en este Siglo XXI. En particular, las ciudades están llamadas a desempeñar un papel decisivo en la reacción pública frente a los desafíos de nuestro tiempo. Muestras de ello se observan actualmente en la lucha contra la crisis, o en el desarrollo de políticas dirigidas a preservar la cohesión social. Somos todos conscientes de que el reto al que nos enfrentamos, es un reto global y que, para afrontarlo, es necesario el esfuerzo coordinado de todos los actores implicados: instituciones, administraciones y, especialmente, aquellas más cercanas a los ciudadanos, es decir, los Ayuntamientos. Claro que la crisis, y así se recoge en el informe, ha afectado seriamente a la financiación de los entes locales. Se trata de un fenómeno de carácter general y que, en consecuencia, tiene su reflejo entre nosotros. El conjunto de los ingresos municipales ha disminuido y algunos de ellos, los que estaban más directamente ligados a la actividad inmobiliaria, lo han hecho de forma drástica. 6 Es evidente que, en esta situación, el desafío de todas las administraciones públicas es el de la mayor eficiencia en el gasto público. Así lo están haciendo las entidades locales de nuestro país, a las que el Gobierno español reconoce su esfuerzo de austeridad, que está haciendo una importante contribución al logro de nuestros objetivos de reducción del déficit y de consolidación presupuestaria. Ese esfuerzo es aún más meritorio si tenemos en cuenta que es en los Ayuntamientos donde se encuentra la primera línea de encuentro entre los poderes públicos y las necesidades de la ciudadanía. Las puertas de los Ayuntamientos son las primeras a las que llaman los ciudadanos cuando tienen un problema, sea cual sea la naturaleza de éste. El Gobierno de España es plenamente consciente de la necesidad de una reforma a fondo de la financiación municipal. Pero creo que todos somos conscientes de que, en estas circunstancias en las que la disminución del déficit público es un objetivo nacional, imprescindible para un crecimiento más sano y más estable, no sería realista aborda esa tarea pendiente. En todo caso, el Gobierno de España, consciente de esa situación de dificultad de los municipios, ha puesto a su disposición dos poderosos instrumentos como son los dos Fondos de inversión en el ámbito local de los años 2009 y 2010, que suman un total de 13.000 millones de euros de inversión, la aportación financiera a los municipios más importante de nuestra historia reciente. 7 Unos fondos que han permitido que, además de mejorarse las dotaciones y equipamientos de nuestros municipios, se haya puesto de manifiesto la eficiencia en la gestión, dirigida en último término a la mejora de las condiciones de empleo y al cambio de modelo productivo. Como podrán imaginar, gestionar más de 61.000 proyectos ejecutados por más de 8.100 administraciones no es una tarea fácil. Y, en ese sentido, podemos afirmar con satisfacción que, de nuevo, los Ayuntamientos han estado a la altura de las circunstancias. Por un lado, gestionando con rigor, eficacia y diligencia estos proyectos. Pero, además, porque han sabido responder, a la hora de seleccionarlos, al reto de que las ciudades y los pueblos se conviertan en lanzaderas territoriales de una economía avanzada tecnológica-mente, cohesiva en lo social y sostenible en lo medioambiental. En definitiva, en este contexto de dificultades, los Ayuntamientos han reaccionado de manera ejemplar, asumiendo su papel de actores fundamentales en la lucha contra la crisis, la defensa del empleo y el cambio del modelo productivo. 8 Señoras y señores, Reproduzco aquí unas palabras pronunciadas por el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, y que interpelan a la conciencia de todo el mundo: “En tiempos de crecimiento conseguimos mucho. Ahora, en este tiempo de crisis, el mundo debe demostrar que también puede hacer progresos en condiciones adversas, cuando los pobres, los que tienen hambre y los más vulnerables nos necesitan más”. Hoy en día, asistimos a la paulatina superación de la peor crisis financiera y económica vivida en décadas, la cual ha puesto a prueba el modelo social europeo y el nivel de bienestar y de cohesión social alcanzado hasta ahora, así como la capacidad de reacción de los distintos actores políticos. En este contexto, los poderes públicos estamos obligados a coordinarnos, a cooperar en una estrategia compartida dirigida a paliar los efectos de esta crisis en la vida de los ciudadanos y, más allá de ello, a propiciar, estimular y adelantar una efectiva recuperación económica. Permítanme concluir con una cita de Enrique Tierno Galván: “Todos tenemos nuestra casa, que es el hogar privado; y la ciudad, que es el hogar público”. Pues bien, informes como el que hoy hemos presentado aquí, en la sede de la Federación de los municipios y provincias de España, nos ayudan a todos los que trabajamos día a día por mejorar nuestro hogar público. Muchas gracias. 9