EL PLACER DE VIVIR

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EL PLACER DE VIVIR
G U Í A
P A R A
D I S F R U T A R
M Á S
Y
M E J O R
D E
L A
V I D A
El camino
de la
serenidad
Los caminos que llevan hasta
Santiago de Compostela recorren
toda Europa. ¿Te apetece
descubrir uno diferente, muy
accesible y lleno de paz? Nos
adentramos en él  Por Pepa Castro
[El placer de vivir]
N
uestro itinerario por estos caminos de calma
poco conocidos comienza apenas dos horas
después de atravesar la frontera de La Junquera (Girona) y a menos de 200 kilómetros
de ella. Nos situamos en la región francesa
de Languedoc-Roussillon. Más concretamente, en el departamento de Gard. Cerca
de Nîmes se encuentra la encantadora ciudad medieval de Saint-Gilles-du-Gard, de
donde arranca nuestro recorrido
Pero la historia de fondo se remonta hacia
el año 813, cuando se descubrió la tumba
del apóstol Santiago en Santiago de Compostela. Durante más de mil años, multitud
de cristianos han peregrinado a la ciudad.
Desde el siglo XI los peregrinos provenientes
de Oriente o de Europa central se reagrupaban en Arles para tomar el camino francés
del Mediterráneo hacia Roncesvalles. En un
tramo de esta vía se desarrolla nuestro camino de la serenidad.
Camino de Arles o camino
francés del Mediterráneo
Nuestro recorrido comprende dos abadías,
un priorato, dos puentes (uno, acueducto
romano), en un maravilloso entorno de mesetas, ríos, montes, gargantas, garrigas,
olivos y viñas. Un tesoro que reúne, en un
área geográfica que se recorre en menos de
una semana (también es estupenda opción
para un ‘puente’ de tres o cuatro días) seis
títulos de Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco y otros cuatro títulos de
“Grandes Parajes de Francia” (Grand Site
de France). Todo ello, ya lo hemos dicho, a
En el camino están representadas todas las
épocas. 1. Abadía de St. Gilles. 2 y 3. Plaza y
abadía de St. Guilhem-le-Désert. 4. Dolmen en
las proximidades de St. Michel de Grandmont.
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[El placer de vivir]
1. Albergue de peregrinos en Saint-Gilles du
Gard. 2. Claustro del Priorato de
St. Michel de Grandmont.
unos 200 kilómetros de la frontera española
de La Junquera.
La Abadía de Saint-Gilles
Llegamos por fin a Saint-Gilles, punto de
partida. En esta bonita población medieval
se encuentra la Abadía de Saint-Gilles, clasificada Patrimonio Mundial de la Humanidad
por la Unesco. Sus orígenes datan del siglo
IX, y fue un famoso lugar de peregrinación
hasta el siglo XIII. La cripta está bien conservada y aloja la tumba de Saint-Gilles. La
parte superior de la iglesia ha sufrido daños
pero conserva hermosos vestigios. La bellísima fachada, con esculturas que ilustran
escenas de la Pasión, se talló a mediados
del siglo XII y su arquitectura fue muy influyente en la región. Otra notable obra es la
escalera de caracol realizada en piedra.
Cerca de Saint-Gilles podemos dormir en el
precioso hotel rural Domaine des Escaunes,
en Sernhac (www.escaunes.com). Al día
siguiente, bien de mañana, seguiremos
nuestro camino de la serenidad para encontrar dos maravillas en una, conjunto de ocio
y cultura que se ha convertido en una de las
mayores atracciones turísticas de Francia:
un acueducto romano en un paisaje de ensueño. Estamos en el Pont du Gard.
El Pont du Gard, mucho más
que un acueducto
El Pont du Gard era el acueducto de Nîmes
en la época romana, y fue construido hacia
el año 50 d. C. durante el reinado de los
emperadores Claudio y Nerón. Para mejor
conocer y poder admirar esta increíble obra
pública de casi 50 km de largo, declarada
Patrimonio de la Humanidad y Gran Site de
France, se ha abierto un magnífico centro de
interpretación-museo en la que se invita al
descubrimiento de la vida en la Nîmes romana, el lugar que ocupaba el agua en aquella
época, las técnicas utilizadas para edificar
los puentes y el acueducto...
El Pont du Gard (www.pontdugard.fr) recibió
el año pasado un millón de visitantes gracias
al esfuerzo inversor y de gestión realizado
en torno a una entorno natural de 165 hectáreas de paisaje mediterráneo, convertido en
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un centro de historia, cultura, ocio, deporte.
El monumento propiamente dicho, el acueducto (Pont du Gard) se ha puesto en valor
y protegido, y al mismo tiempo se ha dotado
al área de una serie de servicios para los
aficionados a la historia y la arqueología, los
paseantes y senderistas, los bañistas...
El Circo de Navacelles,
un insólito paisaje
Seguiremos nuestro camino haciendo una
excursión al Parque Nacional de Cévennes,
que engloba los montes Lozère y Aigoual
(1.500 m) y ha sido recientemente clasificado por la Unesco como Patrimonio Mundial
de la Humanidad. Es el primero de los siete
Parques Nacionales de Francia por su extensión. Las aves rapaces reinan en este
territorio salvaje repleto de tesoros. Su flora
y su fauna son tan variadas como sus entornos naturales.
Otra maravilla natural cercana que surge en
un paisaje insólito es el Circo de Navacelles, un enorme foso natural con forma de
anfiteatro que en realidad es un antiquísimo
meandro labrado por un río. Visto desde lo
alto, este cañón de 300 metros de altura horadado por el cambio de curso del río Vis es
un paisaje impresionante donde los haya. El
pueblito de Navacelles está al final de este
Una ruta
de arte,
cultura y
belleza
natural
[El placer de vivir]
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1. Molino cerca del
Circo de Navacelles.
2. Lago Salagou.
3. Pont du Diable.
4. Circo de Navacelles
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meandro gigante y sus campos rodean una
elevación calcárea.
Subimos el circo dejando atrás el departamento de Gard para internarnos en el departamento de Hérault. El paisaje sigue siendo
mediterráneo y serenísimo, con abundancia
de olivos y viñedos (la densidad de pequeñas bodegas es altísima en el departamento
de Hérault). Así llegamos al Pont du Diable.
El Pont du Diable y
Saint-Guilhem-le-Désert
Su construcción tuvo lugar entre 1028 a
1031, y fue usado para el tráfico rodado
hasta 1930. Lo financiaron las abadías que
controlaban las dos orillas del río Hérault,
con el fin de facilitar el paso de los peregrinos a Santiago: la abadía de San Guilhemle-Désert y la de Aniane. Es el más antiguo
puente medieval de Francia, una proeza de
ingeniería que ha resistido las crecidas torrenciales del Hérault durante casi mil años.
Tanto el Pont du Diable como el emplazamiento de Saint-Guilhem-le-Desert han sido
declarados recientemente Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco.
Así llegamos a Saint-Guilhem-le-Désert
(www.saint-guilhem-le-desert.com), pequeño pueblo medieval en el camino de Santiago de Francia. El apelativo de San Guillermo
del Desierto hace referencia a la ausencia de
personas, no de vegetación. Tras franquear
los agrestes cañores del Hérault, Guillermo
decidió establecerse en el corazón de una
naturaleza de rocas solitarias y aguas puras
buscando recargarse espiritualmente. El
pueblo está clasificado con el sello de calidad de “Los pueblos más bellos de Francia”
y como Grand Site de France y, con la Abadía de Saint Gellone (Guillermo en occitano),
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Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Fundada en el año 804, la abadía es una de
las joyas arquitectónicas del más antiguo
estilo románico del sur de Francia. El monasterio benedictino atesora reliquias muy
veneradas. Saint Guilhem se convirtió en un
importante lugar de peregrinación a partir
del siglo X.
Tras dormir en Lodève, antigua ciudad de fabricantes de paños en el Camino de Santiago que cuenta una catedral dedicada a Saint
Fulcran, del siglo XII, nos encaminamos al
Lago de Salagou, dominado por un soberbio
paisaje de rocas rojizas. Ofrece excelentes
oportunidades para la bicicleta de montaña,
la pesca, la equitación o el senderismo. Se
pueden ver cerca de allí las huellas dejadas
por reptiles antecesores de los dinosaurios
hace casi 280 millones de años.
Una muestra de esas huellas fósiles de dino-
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saurios los volveremos a ver en la recepción
de un lugar encantador: el Priorato de SaintMichel-de-Grandmont. Situado a siete km
de Lodève, pertenecía a la orden monástica
de los “grandmontans” y fue fundado alrededor de 1076 por san Esteban de Muret,
basándose en las reglas más austeras y eremíticas. La comunidad disponía de un edificio reducido, pensado para pocos monjes
y sin funciones parroquiales; vivían aislados
de la población y con las tierras imprescindibles para su manutención. Contrariamente a
otros centros monásticos, los grandmontans
no perseguían conseguir bienes, rentas ni
beneficios.
Nos encontramos a una hora y media de la
frontera con España, y en nuestro recorrido
por este tramo del Camino de Santiago francés solo hemos visto calma, belleza y joyas
del patrimonio de la humanidad. l
+información
z www.sunfrance.com
z www.tourismegard.com
z www.languedoc.com
z www.saint-gilles-
tourisme.fr
z www.chemin-st-
guilhem.fr
z www.saintguilhem-
valleeherault.fr/grandsite-de-france
z www.lesalagou.fr
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