EL HECHO LITEARIO POEMA BASADO EN EL CUENTO “EL OTRO YO” Educación Infantil. Grupo 3. Subgrupo 5 ¿Quién soy? Tú que adornas tu cara con dos ojos; ojos para ver, soñar y disfrutar. Tú que adornas tu cara con tu boca; boca para expresar, sentir y saborear. Tú que adornas tu cara con dos orejas; orejas que susurran ruidos que interpretar. Tú que adornas tu cara con tu nariz; nariz que te embriaga de dulce olor a sal. - ¿Quién soy?... -¿Quién eres? - Soy tu imagen, tu reflejo, cuando de frente me miras y te descubres frente al espejo. En el poema ¿Quién soy?, encontramos las siguientes figuras retóricas: - Pregunta retórica: ¿quién soy? - Paralelismo; al repetir las mismas estructuras “tú que adornas ...” - Paradoja y antítesis; aparece en la expresión“…dulce olor a sal”. -Anáfora; la encontrarnos con la repetición de la palabra tú/tu HECHO LITERARIO CLARITA LA RATITA DORADA Y RAMONA LA LAGARTIJA RABONA REALIZADO POR: GRADO ED.INFANTIL GRUPO:5 FECHA DE ENTREGA: 15(03/2013 BEATRIZ BORREGUERO MALLADO JÉSSICA GONZÁLEZ GARRIDO CARMEN GUTIÉRREZ GARCÍA IRENE GÓMEZ CONDE Clara la ratita dorada y Ramona la lagartija rabona Érase una vez Clara la ratita dorada, vivía en un bosque de árboles frondosos y cielo azul primaveral. Era un poco traviesa y le gustaba escaparse por la ciudad. Un día paseando con varios amigos, la ratita se quedó atrás curioseando unas extrañas hojas que había colocadas en el suelo. Cuando empezó apartarlas descubrió que era un pequeño túnel y olio a rico queso. Como era muy avariciosa no aviso a sus amigos de su descubrimiento y se quedó sola. Comenzó a caminar por ese tenebroso túnel, soñando con alcanzar ese esquicito queso. Al encontrarlo se puso muy contenta, pero de pronto a la vez estaba muy triste, se dio cuenta que no encontraba la salida y empezó a llorar al verse sola. Tanto… tanto lloró, que en un sueño profundo cayó. De pronto comenzó a chillar, su corazón palpitaba velozmente -¡Socorro!!socorro! ¡tengo miedo! Estoy sola, no sé cómo salir de aquí ¡socorro!!socorro!... - ¡Voy! ¡voy! ¡no tengas miedo! (contesto Ramona la lagartija rabona) Ramona la lagartija rabona fue en busca de Clara la ratita dorada y descubrió que estaba en un profundo sueño. Ramona le sopló en su oreja para que Clara la Ratita dorada despertará, mientras ella soñaba que estaba en un lugar muy oscuro lejos su bosque de árboles frondosos y cielo primaveral con su amanecer anaranjado. De pronto despertó de su sueño dándose cuenta que no se encontraba sola. -Creo que tenías una pesadilla ( le dijo la lagartija) - Sí, ha sido una pesadilla horrible, soy Clarita la ratita dorada y tu ¿ quién eres? -Yo soy Ramona la lagartija rabona. - Creía que siempre me iba a quedar aquí sola ( dijo Clara la ratita) - No te preocupes yo te acompañaré y juntas podremos encontrar la salida. Clara soñaba con la salida y su precioso bosque, mientras caminaban por el túnel. De repente una luz se asomó por un pequeño orificio con forma de corazón. de la alegría que tenían, comenzaron a pellizcarse, pensando que seguían soñando, pero no era un sueño, era su liberta. Cuando salieron del túnel se dieron cuenta de lo importante que es la libertad, la luz, los colores y la amistad, para resolver los problemas que se puedan presentar. Todos juntos corretearon por el bosque muy felices. Colorín colorado este cuento se ha acabado Poesía La ratita jugando se hallaba Y en un hoyo cayó Por su libertad lloraba y lloraba Y con ella soñó Fotos del cuento 3º EDUCACIÓN INFANTIL GRUPO:3 “QUIERO” Poema con figuras retóricas. 2013 UNIVERSIDAD DE SEVILLA “QUIERO” Quiero ser diferente, distinto, quiero cambiar. Quiero mi otra parte, mi otra mitad. Quiero que me entiendan, quiero ser comprendido por los demás. Una vida quiero, no pido más. Necesito ser diferente, no me importa el qué dirán, solo tener tu apoyo y poder disfrutar. Quiero…una vida. Las figuras retóricas que hemos utilizado son las siguientes: 1. Epíteto. 2. Anáfora. 3. Hipérbaton. 4. Paralelismo. 5. Elipsis. GRUPO COMPUESTO POR: Isabel Casado Vallés. Eva Mª Galindo García. Ana Mª García Palma. Celia Jiménez González. Había una vez dos niñas muy amigas, eran tan amigas que nadie las podía separar a pesar de que tenían formas de ser muy diferentes. Lili era una niña muy simpática, amigable, generosa y risueña y su amiga Lula todo lo contrario, bastante seria, enfadadiza, gruñona... pero a pesar de esta gran diferencia se lo pasaban muy bien juntas, y nadie se explicaba cómo había surgido esa gran amistad entre ambas. A Lili y Lula les gustaba mucho comer helado de fresa, se iban al parque a jugar y se compraban un helado para compartirlo, pero Lula siempre se enfadaba porque quería comerse más de la mitad del helado y Lili para que no se enfadase se lo daba. Cuando estaban en el parque se montaban en los columpios, Lula siempre quería que Lili la empujase y ella siempre lo hacía y se quedaba sin disfrutar de los columpios. Pero a pesar de esto ellas nunca se enfadaban, porque Lili siempre cedía sin poner ningún impedimento. Un día Lili iba a buscar a su amiga Lula, pero por el camino se encontró a su amigo Pepo que la invitó a chuches, y Lili se quedó un buen rato con él. Cuando llegó a casa de Lula, la encontró muy enfadada por su retraso y al contarle Lili que había estado con Pepo comiendo chuches se enfadó aún más, porque no entendía que no le hubiesen guardado ninguna. Lili ya no soportaba más esta situación y se cansó de los enfados de Lula, se fue de su casa diciéndole que no quería ser su amiga nunca más. A la mañana siguiente los padres de Lula recibieron una llamada, se tenían que marchar a otra ciudad por una temporada por motivos de trabajo. Lula se puso un poco triste al pensar que ya no vería más a Lili, pero pensó que allí encontraría a otra amiga que no se enfadase con ella. Lili al enterarse se puso muy triste pero como estaba enfadada no le dio importancia a esta gran noticia y no fue a despedirse de su amiga. Los días pasaban y pasaban, el agua caía y caía, el sol brillaba y brillaba pero Lili y Lula no se llamaban. Lili y Lula cada vez estaban más tristes por la distancia que separaba su amistad. Lili cada vez se sentía más culpable por haberse enfadado ese día, y ahora estaba muy triste y sola echando mucho de menos a su mejor amiga. Lula no podía soportar esa situación, el paso del tiempo le había hecho reflexionar y decidió llamar a su amiga Lili, quería darle la mejor de las noticias ¡Volvía a su ciudad! Esto les permitía volver a estar juntas. Lula pidió perdón por lo egoísta que había sido durante todo este tiempo, y se propuso mejorar un poco porque así se divertiría muchísimo más y disfrutaría de cualquier momento. Lili decidió no ceder a todo ya que también debía tener decisión en algunas ocasiones. Lili y Lula volvieron a compartir todas sus anécdotas y continuaron respetándose tal y como eran, con sus defectos y virtudes, porque a pesar de todo… eran las mejores amigas del mundo. Autoras del cuento: Isabel Casado Vallés Eva Mª Galindo García Ana Mª García Palma Celia Jiménez González Creado por: Anna Melyssa Chang R. Eva García Sanchez. Cristina Grimaldi Ortega U n buen día una gallina que vivía tranquila en su gallinero con sus amigas, se dio cuenta que cada cierto tiempo, aparecía el dueño de la casa y se llevaba a una de ellas y esta nunca más volvía. Asustada, decidió no tener el mismo final que sus amigas, y se escapó para vivir nuevas aventuras. Saltando de un tejado a otro se encontró a muchos animales que se convirtieron en sus amigos. Lo que la hermosa gallinita no sabía era que el dueño de la granja, astuto, sabía que eso pasaría. Su experiencia le había enseñado que debía estar pendiente de las gallinas que iba cogiendo del gallinero. Valentina –la hermosa gallinita-, en el primer tejado se encontró a un gato. Este sorprendido de ver una gallina en el tejado le pregunto: - ¿Qué haces aquí gallinita? - Me he escapado de mi casa, quiero vivir aventuras, me aburría mucho en la granja – contestó la gallina muy alegre. - ¡Yo he vivido muchas aventuras! - ¿Quieres venir conmigo? - ¡Claro, será divertido! Y se fueron juntos saltando por los tejados. Después de saltar y saltar, llegaron a otro tejado donde se encontraron a una parejita de palomas charlando. Estas sorprendidas de ver a una gallina y a un gato juntos, le preguntaron: - ¿Qué os trae por aquí a vosotros dos? - Estamos viviendo nuevas aventuras. - ¿Aquí en un tejado? Vosotros no sabéis volar, os podéis caer. - No nos hace falta tener alas para poder volar, con imaginación y las herramientas necesarias podemos construir puentes para poder cruzar – contesto el gato a las palomas. - Además, nos ayudamos mutuamente, Gato me deja subirme en su lomo y con su gran habilidad para dar saltos llegamos los dos juntos al siguiente tejado- añadió la gallina subiéndose al lomo del gato para demostrárselo y seguir su camino. Lo que no sabía la gallinita era que estas palomitas eran amigas del dueño de la granja de donde esta había escapado. Estas palomitas cuidaban que ninguna gallina se escapara, por lo que de inmediato fueron a avisar a Ramón. El dueño de la granja. Estas palomitas solo tenían que hacerle una señal a Ramón para que este se diera cuenta de lo que ellas querían transmitirle. Por lo que las mando a vigilar a la gallinita y mantenerle informado de donde estaba. Mientras, Valentina y el gato, siguieron su camino, pero de repente, al gato empezó a sonarle la tripa “grrrrrr”. - Tengo hambre Valentina. ¿Bajamos a comer? ¡Conozco un sitio que hay muuuuucha comida!- dijo el gato hambriento. - ¡Pues vamos! Bajaron del tejado y se dirigieron a un basurero donde se encontraron a unos amigos muy peculiares: era un grupo de gatos callejeros, los cuales algunos estaban comiendo, otros jugando y otros haciendo música con los cubos de basura. Los dos recién llegados se quedaron sorprendidos al ver el buen ambiente que había y fueron muy bien recibidos por estos nuevos amigos, invitándolos estos a comer con ellos. Después de toda una tarde jugando, cantando y bailando, la gallina le dijo al gato: - ¡Vamos, sigamos con nuestra aventura! - Gallinita, yo estoy muy cansado, y quiero quedarme aquí con nuestros amigos los gatos. La gallina, viendo que el gato había encontrado una familia, se acordó de todas sus amigas del gallinero y comenzó a echarlas de menos. - Gatito, yo echo mucho de menos a mis amigas las gallinas, voy a volver al gallinero con ellas. Y dicho esto, los dos amigos se despidieron con un gran abrazo y la gallina partió a su antiguo hogar con todas sus amigas. Al llegar a la granja donde esta vivía antes de escaparse, no sabía que se encontraría con una trampa feroz que Ramón había puesto para ella. La gallina quedo enganchada en la alambrada de la granja sin poder moverse. Pero gracias a una de sus amigas que vio lo que le había sucedido esta pudo escapar. Su amiguita salió a rescatarla y rápidamente volvieron las dos al gallinero. Como si nada hubiese pasado, sin que Ramón se diese cuenta de que esta ya estaba de vuelta en la granja. Todas sus amigas, al verla sana y salva se alegraron, ya que al ellas ser animales de granja y la gallina haberse escapado a la ciudad, creyeron que no sobreviviría al ajetreo de esta. Desde entonces, la gallinita no se volvió a escapar de la granja. Su amigo el gato la visitaba cada tarde y juntos jugaban a fantasear y revivir los momentos que habían pasado juntos en los diferentes tejados. Y como ellos quería, vivieron numerosas aventuras muy interesantes. Valentina, una hermosa gallina, Escapaba del mal que le avenía a sus vecinas. Valentina, esa hermosa gallina, Conoció en los tejados a un gato y a dos palomitas. Valentina, una hermosa gallina Saltaba de tejado en tejado a lo largo de los días. Valentina la gallina, dulce y saltarina Volvió a la granja sana y salva, para jugar con sus vecinas. EL HECHO LITERARIO ADAPACIÓN DEL CUENTO “EL OTRO YO” Educación Infantil. Grupo 3. Subgrupo 5 Erase una vez, un niño de raza negra, que se llamada Wuachuperi. Wuachuperi, estaba muy nervioso y a la vez ilusionado, pues iba a empezar el cole, y según sus padres le habían contado, allí encontraría millones de amigos y amigas con los que podría jugar. A la mañana siguiente Wuachuperi, se despertó antes de que sus padres aparecieran en la habitación, se había colocado los calcetines en las manos, los pantalones en los brazos, y el jersey ente las piernas. Al verlo los padres le preguntaron: - Wuachuperi, ¿qué ha pasado? Los papás comprendieron que Wuachuperi se había vestido muy rápido debido a las ganas que tenía de ir a ese nuevo mundo, que llamaban cole. 1 EL HECHO LITERARIO ADAPACIÓN DEL CUENTO “EL OTRO YO” Educación Infantil. Grupo 3. Subgrupo 5 Cuando llegó al colegio, Wuachuperi quedó completamente sorprendido y se extrañó que todos los niños fuesen de piel blanca. Ese primer día, Wuachuperi no jugó con ningún niño porque no encontró ninguno de su color para jugar. Cuando llegó a casa, estaba aburrido y triste, porque no había jugado con nadie. Se fue a pasear por el parque, allí se le ocurrió la solución a todos sus problemas, al encontrar un perro que cambiaba de color cuando se bañaba en un charco. - ¡Ya tengo un plan! Wuachuperi tenía un plan secreto: usaría la harina de casa para echársela por todo el cuerpo y así cambiaría el color de su piel. A la mañana siguiente, fue al cole con la harina por todo el cuerpo. Lo había disimulado muy bien y se pasó todo el día jugando con los compañeros, aunque sentía bastantes picores. Los niños le preguntaban: - ¿Por qué te rascas tanto? Le preguntaban constantemente los compañeros y él no sabía qué contestar. 2 EL HECHO LITERARIO ADAPACIÓN DEL CUENTO “EL OTRO YO” Educación Infantil. Grupo 3. Subgrupo 5 Aunque se pasó todo el día jugando, los picores no le dejaban disfrutar del juego ni de los nuevos amigos. Antes de llegar a casa, Wuachuperi intentó lavarse la cara y las manos para no levantar sospechas en casa, pero olvidó limpiarse el cuello. Cuando la madre fue a lavarlo, le pregunto extrañada: - ¿De qué te has manchado el cuello? Y Wuachuperi no supo que contestarle, así que se inventó una mentira: "una nube blanca se ha posado en mi cuello". Wuachuperi siguió pintándose de blanco todos los días, pero los problemas iban creciendo: se olvidaba pintar una oreja, una mano, o llegaba al cole con toda la ropa manchada de blanco, pero lo peor eran los picores que le entraban y las heridas que se hacía al rascarse tanto. Además, cuando llegaba a casa sus padres le preguntaban continuamente por esas manchas blancas tan raras que le salían. 3 EL HECHO LITERARIO ADAPACIÓN DEL CUENTO “EL OTRO YO” Educación Infantil. Grupo 3. Subgrupo 5 Wuachuperi cansado de tantas preguntas y dolorido por las heridas de los picores, se echo a llorar desconsolado y les contó la verdad a sus padres: - ¡En el cole no hay nadie de mi color, y me daba vergüenza ser diferente a ellos, por eso creí que pintándome de blanco podría ser como ellos! La madre lo abrazó y le susurro lo mucho que lo quería y que ser diferente es fantástico. Al día siguiente, los padres hablaron con su profesor que no podía creer lo que había pasado, y decidió presentar a todos los niños al autentico y genuino Wuachuperi. 4 EL HECHO LITERARIO ADAPACIÓN DEL CUENTO “EL OTRO YO” Educación Infantil. Grupo 3. Subgrupo 5 Cuando los niños lo vieron con su color de piel alucinaron, y comenzaron a tocarlo y a preguntarle mil cosas. - Mira que color tan bonito, es negro como la noche. - Negro como mi gato Mianchu. - Negro como los ojos de mi papá. - ¡Negro como el rey mago Baltasar! Ahora todos querían jugar y hablar con Wuachuperi, estaban muy ilusionados por tener un amigo de diferente color, les parecía sorprendente que su color de piel fuera distinto. Wuachuperi se dio cuenta que gracias a su color de piel distinto al de los demás, había conseguido ser el más famoso de todo el colegio y que todos quisieran jugar con él. ¡Descubrió que ser diferente y no esconderse o disfrazarse intentando ser igual que los demás, era lo mejor del mundo! 5 CUENTO BASADO EN “LA LUZ COMO EL AGUA”, DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ Autoras: Patricia Fernández Barbero Yolanda Gámez Montes Laura González Romero 3º Grado de Educación Infantil Grupo 3 (Sub. 5) 1 Totó, Joel y el cofre de luz dorada. Totó y Joel son dos hermanos de 3 y 6 años, a los que les encanta que sus padres les cuenten cuentos antes de irse a dormir, pues es durante la noche cuando sueñan que se adentran en esos cuentos y viven múltiples aventuras. Una buena y calurosa noche de verano, el padre de los niños les contó el cuento del Barco Pirata, el cual portaba un valioso tesoro, un cofre lleno de luz dorada que le habían robado a la hija de un importante Duque. Esa noche, como todas las noches, los niños se quedaron profundamente dormidos y su papá, como todas las noches, apagó la luz y cerró la puerta con mucho cuidado, y, como todas las noches, una luz tenue se encendió en la habitación de los niños, eso era señal de que la aventura estaba a punto de comenzar. Cuando Totó y Joel quisieron darse cuenta, ya se encontraban a bordo del barco que perseguía al barco Pirata. Joel, ya no era simplemente Joel sino el capitán Joel, y Totó, ya no era simplemente Totó sino el coronel Totó. 2 El barco navegaba por el mar a la velocidad de la luz, pues el barco Pirata iba más rápido que ellos. Tenían que conseguir el cofre de luz dorada antes de que los piratas se deshicieran de él. De repente, el barco se adentró en una densa niebla, tenían que ir con cuidado, ya que allí habitaba la gran serpiente del mar que hacía mucho tiempo que no recibía visitas y a causa de ello, pasaba mucha hambre. 3 El capitán Joel decidió parar el barco para no despertar a la serpiente del mar. El barco Pirata no se veía por culpa de la densa niebla. Al estar parados durante un buen rato, el coronel Totó propuso ponerse de nuevo en marcha para alcanzar a los piratas, a lo que el capitán aceptó. Cuando volvieron a navegar de nuevo, el barco pegó un fuerte golpe, todos los hombres a bordo, incluidos el capitán Joel y el coronel Totó, creían haberse encallado en una roca, pero en cuestión de segundos vieron, a través de la niebla, dos grandes ojos amarillos y relucientes. ¡Era la serpiente del mar que se había despertado! Todos los hombres del barco comenzaron a luchar con sus espadas, pero la serpiente no se daba por vencida y estaba destrozando todo con su gran cola de serpiente. El capitán Joel quería dejar el timón para poder ayudar a sus hombres, pero si lo hacía, el barco podría volcar. Uno de los hombres, el cual se hacía llamar Víctor, se ofreció a sostener el timón para que el capitán pudiera ayudar. Entre el capitán Joel y el coronel Totó, que se habían enfrentado a bestias más feroces que estas en algunas de sus aventuras, pudieron derrotar a la gran serpiente del mar. Le agradecieron a Víctor su ayuda, pues sin ella todavía estarían luchando, o lo que es peor, bajo el mar. Le pidieron que se quitara el sombrero para poder ver su cara, y como al capitán no se le puede desobedecer, Víctor se quitó el sombrero y dejo caer una larga melena castaña, todos se quedaron boquiabiertos, ¡no era Víctor, sino Victoria! Victoria explicó que era la hija del Duque, aquella a la que habían robado el cofre de luz dorada, que sin permiso de su padre y haciéndose pasar por hombre, se alistó en el barco para recuperar ella misma su cofre. El capitán Joel tenía que tomar una gran decisión, seguir con Victoria en el barco o dejarla en el próximo pueblo al que llegasen, y como el 4 ser una mujer no quitaba lo valiente y generosa que había sido, decidió que siguiera en el barco con todos los demás. Se pusieron de nuevo en marcha y por fin, lograron salir de la densa niebla que tantos problemas les había ocasionado. A lo lejos divisaron una pequeña isla, aunque a diferencia de otros cuentos, esta no parecía estar desierta. En la orilla estaba el barco Pirata encallado y no dudaron en dirigirse a ellos. Cuando estaban cerca lograron saltar al barco, registraron todo y no había ni piratas, ni cofre de luz dorada, ni cocineros…nadie. Decidieron adentrarse en la selva y andando y andando se toparon con una cueva y entraron a ver con que se encontraban. En la profundidad de la cueva escucharon voces, ¡eran los piratas!, estaban hablando del cofre de luz dorada, querían venderlo ya que ese cofre era único en el mundo y valioso, se decía que quien lo poseía tendría suerte para toda la vida, aunque Victoria no quería el cofre por eso, sino porque era de su madre y tenía, para ella un valor sentimental. La banda del capitán Joel y el coronel Totó decidieron abordarles sin que los piratas se dieran cuenta y así cogerles por sorpresa. En un abrir y cerrar de ojos, todos estaban luchando, unos con otros y otros con unos, y en un despiste del capitán de los piratas, el capitán Joel y el coronel Totó, ayudados por Victoria, se hicieron con el cofre de luz dorada. Entre todos acorralaron a los piratas, incluido al capitán, y les advirtieron que no volvieran por el pueblo sino querían pagar las consecuencias. 5 Los piratas les hicieron caso y se marcharon en su barco y los hombres del capitán Joel y el coronel Totó pusieron rumbo al pueblo para que Victoria volviera con su padre, y con el cofre de luz dorada, sana y salvo. Una vez en el pueblo, el Duque se puso muy contento de volver a ver a su hija con vida y ésta en agradecimiento por ayudarla a conseguir el cofre y por la valentía que mostraron al luchar con la serpiente del mar, otorgó al capitán Joel y al coronel Totó con la medalla a la valentía. 6 Los dos hermanos despertaron de un sobresalto y la luz del sol ya asomaba por la ventana de la habitación. Como todos los días, escucharon a su mamá haciendo el desayuno abajo en la cocina, y como todos los días, Joel y Totó se miraron el uno al otro y se dieron cuenta de que, como todos los días, todo había sido un sueño. Sin embargo, a ambos se les dibujo una sonrisa en la cara al acordarse de las aventuras que habían pasado y sobre todo, porque cuando llegara la noche y se volvieran a dormir, volverían a vivir otra aventura nueva. Poesía del cuento. CIERRO LOS OJOS Y EMPIEZO A VER Veo castillos de arena, veo barcos de papel, veo caballeros valientes Y tesoros por doquier. Veo espacios fantásticos, veo historias de piratas, veo personajes de hojalatas, Y un bello lugar al que volver. Veo duendes, veo hadas, veo ilusión y magia, Cuando observo tu inocente mirada. Figuras retóricas utilizadas en el poema: Comparación o símil: compara la infancia con todos los elementos citados en el poema, como los barcos de papel, los tesoros, duendes, hadas, etc. Anáfora: todos los versos comienzan con la palabra “veo”. 7 “ANIMALES EN EL COLE” ADAPTACIÓN DEL CUENTO “LA LUZ ES COMO EL AGUA” Gabriel García Márquez Trabajo realizado por: - Ana Centeno López - Lorena García Lobato - Mª Jesús Magro Aguilar TITULACIÓN: Grado Ed. Infantil CURSO: 2012/2013 GRUPO 3 (Grupo práctico 5) ASIGNATURA: El hecho literario UN DÍA DE CLASE, los alumnos de 4 años le pidieron a la profesora hacer una excursión al zoológico. -De acuerdo -dijo la maestra- si termináis la tarea que estáis realizando, mañana tendréis una sorpresa. -¡No! La queremos ahora -dijeron los niños y niñas. - ¡Hoy está lloviendo y no podemos salir, así que lo dejaremos para mañana.contestó la maestra. La profesora llevaba razón. El día estaba muy malo para ir de visita al zoo que se encontraba a varios kilómetros de Sevilla, concretamente en El Castillo de las Guardas. Al día siguiente, los niños terminaron su tarea más ilusionados que nunca. ¡La sorpresa estaba a punto de llegar! La maestra tuvo que abandonar la clase unos minutos para hacer fotocopias. Los alumnos y alumnas aprovecharon este momento para hacer lo que tanto deseaban desde hace tiempo, ¡ir de excursión al zoo sin salir de clase!. La imaginación de los pequeños empieza a florecer y para poder desplazarse necesitaban un transporte. Entonces montan un autobús con las sillas del aula. En cuanto se sientan cada uno en su sitio, comienza el viaje. Durante la travesía se encuentran en un lugar enorme con muchos árboles y animales: - ¡ES LA SABANA!- gritaron todos. Los niños comienzan a ver una gran variedad de animales: leones, cebras, jirafas, hipopótamos, rinocerontes, etc. Uno de ellos se da cuenta que viene un león a toda velocidad y avisa a su compañero conductor que acelere para que no les alcance. -¡Corre! ¡Corre! Nos persigue un león -grita uno de ellos. - ¡Más rápido, más rápido que nos alcanza! -grita otro. En un abrir y cerrar de ojos, se topan con una manada tranquila de cebras que están bebiendo tranquilamente en un río. Los niños sorprendidos por las rayas de colores de estos animales, sacaban entusiasmados las manos por las ventanas para poder tocarlas. Pero el viaje no termina aquí, más tarde inician un segundo viaje, se dirigen a… ¡LA SELVA SALVAJE!. Una vez allí, comienzan a entrar por la puerta todo tipo de animales: loros, serpientes, monos, iguanas, ranas, etc. Cuando la maestra llega a la clase, debido al alboroto que estaban provocando los niños y animales, se queda muy sorprendida y casi no podía articular palabra. Al rato, comienzan a llegar los demás maestros, incluso el director del colegio. De repente uno de los alumnos grita: ¡¡¡ CUIDADOOO UN LEÓNNN!!! Todos atemorizados, comienzan a correr por la clase intentando refugiarse en cualquier rincón, todos quedaron en silencio para no alarmar al león, éste solo dio una vuelta alrededor del autobús y siguió su camino. Maestros/as y alumnos/as subieron al autobús para seguir este maravilloso viaje, todos muy contentos iban mirando por las ventanillas cada detalle. ¡¡Mirad que jirafa tan alta!!- dijo uno de ellos. Maestros y maestras aprovecharon este viaje para que los niños aprendieran muchas cosas sobre la vida de estos animales. ¿Sabéis qué comen los cocodrilos? Preguntó la maestra. Uno de los alumnos propuso ir dirección a ver los cocodrilos y así poder comprobar qué comían…y así siguieron este ilusionante viaje del que aprendieron muchíiiiisimas cosas. Al día siguiente, de nuevo la profesora fue a hacer fotocopiar para que los alumnos realizaran varios ejercicios sobre lo que habían visto el día anterior en la excursión. Mientras no llegaba, los alumnos volvieron a montar su propio escenario imitando a animales que habían visto. Cuando la profesora llegó, volvió a ver todo lo que ella creía que habían imaginado sus ojos aquel día antes de iniciar la excursión. Esta vez todo fue más grave. ¡Habían vuelto muchos más animales! Leones, jirafas, ranas, iguanas, monos… tuvieron que llamar a los especialistas del zoo y a los bomberos para conseguir atrapar a todos aquellos animales que se habían escapado. El pueblo aquel día parecía un pasacalle animalesco, con animales de todo tipo y de todo color. Desde entonces, en aquella escuela se creyó, aún más si cabe, que la imaginación de cualquier niño puede ser mágica, incluso superar la realidad y conseguir cosas que no todos podemos conseguir. Vuela, vuela y vuelve a volar la imaginación de los niños que no paran de disfrutar. Varios días pasan con los animales y en ellos se refugiarán llegando al aula de 4 años animales de toda especialidad. Amigos son todos pero a los profes un patatús les dará al ver tanto animal corriendo por la clase con total libertad. Poesía Profesora: Guichot Muñoz, Elena Asignatura: El hecho literario y la literatura infantil Centro: Facultad Ciencias de la Educación Fecha de entrega: 15/03/2013 Grupo: 3 Componentes del grupo: García Soto, Rebeca Liébana Fernández, Cristina Moreda Boza, Marina Vázquez Romero, Marta Poesía creada a partir del cuento “La Magia de las lenguas” Las vocales A, a, a, a mi me gusta cantar E, e, e, un helado tomaré I, i, i, yo solo quiero reír O, o, o, todo el día tomo el sol U, u, u, yo sé más que tú. Sin la A no podremos cantar Sin la E no podremos comer Sin la I no podremos reír Sin la O no tomaremos el sol Y sin la U disfrutar no sabes Tú. Figuras retóricas que aparecen en la poesía: Elipsis: se elimina parte importante, porque no se aclara que no es que no puedas hacer esa acción sino que no puedes decir la palabra que la define sin usar esa vocal. Ejemplo: sin la E no podremos comer. Anáfora: se repite las mismas palabras al principio del verso. Ejemplo: en la segunda estrofa se repite las palabras Sin la. LA MAGIA DE LAS LENGUAS. LA MAGIA DE LAS LENGUAS. LA MAGIA DE LAS LENGUAS. LA MAGIA DE LAS LENGUAS. LA MAGIA DE LAS LENGUAS. LA MAGIA DE LAS LENGUAS. LA MAGIA DE LAS LENGUAS. CUENTO Érase una vez, en una selva muy, muy lejana en la que vivían muchos animalitos. Todos estos eran muy diferentes, cada uno vivía con su familia pero cuando salían a pasear se veían unos a otros. La familia de leones, vivía en la cueva que estaba formada por los bebes leones, la mamá leona y el papá león. El papá león era muy serio y fuerte. ¡Era el rey de la selva! Por esto era muy poderoso y se veía capaz con todo. Al lado de la cueva había unos árboles donde vivían los monos saltarines. Estos monos se pasaban el día saltando de un árbol a otro y les gustaba ir recogiendo los plátanos de los alrededores. También había un río, en el vivían una familia de cocodrilos. Los cocodrilos eran enormes y tenían una boca gigante con muchos dientes. Junto al río se veían arbustos donde estaban las serpientes de la selva. Las serpientes eran largas y podían moverse rápidamente de un lugar a otro. Todos estos animales eran muy grandes y fuertes pero había otros animalitos muy pequeños. Al lado de los arbustos vivían muchas familias de hormiguitas. A pesar de ser tan pequeñitas eran muy trabajadoras porque se pasaban todo el tiempo buscando comida y se ayudaban unas a otras. Un día el papá león, ¡El rey de la selva!, salió a buscar comida y a cazar. En su camino se cruzó con un lugar poblado por personas. El león se asusto mucho porque vio que había jaulas donde encerrar a los animales. Al ver ese peligro, el rey león salió corriendo de ese lugar y a pesar de que corrió y no conseguían alcanzarlo, tuvo la mala suerte de caer en una trampa y quedar encerrado en una jaula. Al día siguiente, la familia de hormigas salió a buscar comida y decidieron andar un poco más para ver que se encontraban. De repente llegaron al lugar de los humanos y se encontraron con el león enjaulado. Este le dijo: - ¡Hormiguitas por favor, buscar a otros animales y pedirles que me ayuden a salir de aquí! Las hormiguitas contestaron: - ¡Nosotras podemos ayudarte! -¿Ustedes? Jajaja. Sois pequeñas, no tenéis fuerza ni el valor para conseguirlo. Dijo el león. Las hormiguitas se sintieron muy mal y se pusieron tristes al ver como se reía el león de ellas. Pero una de las hormigas le dijo: - Aunque seamos pequeños tenemos la suerte de poder meternos en todos los rincones que queramos sin que nadie nos vea. Con la ayuda de todas y uniendo nuestras fuerzas nos podemos convertir en los más fuertes. Además tenemos lo más importante, ¡la inteligencia!, pensando podremos resolver el problema. - ¡No creo eso! – Contestó el león. – Mejor será que aviséis a los monos que con sus manos pueden agarrar las cosas o a las serpientes que pueden deslizarse mejor, pero si vosotras lo consiguierais soy capaz de dejar de ser el rey de la selva. - ¡Nosotras te demostraremos que podemos! - Gritaron todas las hormigas. Así fue, todas las hormigas se colocaron ordenadas en fila y aprovechando la siesta de los humanos se adentraron silenciosamente en el campamento. Consiguieron encontrar la llave de la jaula encima de una mesa y treparon hasta llegar arriba y con la colaboración de todas la bajaron y la llevaron hasta la jaula. El león no podía creer lo que estaba viendo, no podía ser cierto. ¡Pero si que lo era! Las hormigas con su ingenio habían rescatado al león. El león contó lo valientes que eran las hormigas. No volvió a dudar de ningún animal de la selva y decidió dejar de ser rey para que todos pudiesen mostrar sus mejores hazañas. Todos fueron muy felices juntos y colorín colorado este cuento se ha acabado. FIN POESÍA Era el león el Rey, eran los monos los juguetones. Eran los cocodrilos con dientes pero ninguno se desliza como la serpiente. Todos tienen hechuras hermosas, aunque la inteligencia no son sus cosas. Por ello vienen las hormigas que resuelven todo sin que se lo pidan. - Anáfora: Se repite la palabra “Era” al principio de los tres primeros versos. Hipérbaton: “Era el león el Rey, eran los monos los juguetones. Eran los cocodrilos con dientes.” Comparación: “como la serpiente”. Compara todas las características de los animales con la serpiente. Paralelismo: En los tres primeros versos se repite la misma estructura. Verbo + sujeto + adjetivo. Ana García Varo Patricia González Parrilla 3º Educación Infantil. Grupo 3. Hecho literario