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Noticias de
Capellanía
Octubre 2010
Índice
1
Science With
Conscience
2
Crisis del amor
3
Sentimientos y
deseos
4
Actividades
octubre’10
Man is neither the result
of chance nor of a bundle
of convergences nor of
forms of determinism
nor physio-chemical
interaction; he is a being
who enjoys freedom,
which, while taking his
nature into account,
transcends it and
symbolizes this mystery
of otherness that dwells
within him.
Science With
Conscience
Whereas the exact, natural and human sciences have progressed prodigiously in the
knowledge of man and his universe, there
is a strong temptation to seek to isolate the
identity of the human being and to enclose
this identity in the knowledge that can derive
from it. In order to avoid moving in this
direction, it is important to support anthropological, philosophical and theological research
which allows the appearance and preservation in man of his own mystery, for no science
can say who man is, where he comes from
or where he is going. Anthropology thus
becomes the most vital science of all. Man is
always more than what is seen or perceived of
him through experience. Failing to ask questions about man's being would lead inevitably
to refusing to seek the objective truth about
being as a whole, and hence, to no longer be
able to recognize the basis on which human
dignity, the dignity of every person, rests from
the embryonic stage to natural death.
Man is neither the result of chance nor
of a bundle of convergences nor of forms
of determinism nor physio-chemical interaction; he is a being who enjoys freedom,
which, while taking his nature into account,
transcends it and symbolizes this mystery
of otherness that dwells within him. It is in
this perspective that the great thinker Pascal
said: "Man is infinitely more than man." This
freedom, which is a distinctive feature of the
being called man, enables him to orient his
life towards an end which he can direct with
his actions toward the happiness to which he
is called for eternity. This freedom reveals that
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Man bears within himself
a specific capacity for
discerning what is good
and right. Affixed in him
as a seal by the Creator,
synderesis urges him to
do good.
human existence has meaning. In the exercise
of his authentic freedom, the person fulfils his
vocation; it is completed and gives shape to his
profound identity. It is also by putting his freedom into practice that the person exercises his
own responsibility for his actions. In this sense,
the special dignity of the human being is both a
gift of God and the promise of a future.
Man bears within himself a specific capacity for
discerning what is good and right. Affixed in
him as a seal by the Creator, synderesis urges
him to do good. Impelled by it, the human
being is required to develop his conscience by
forming and using it in order to direct his life
freely based on the essential laws which are
natural law and moral law. In our day, when the
development of the sciences attracts and seduces with the possibilities they offer, it is more
important than ever to educate the consciences
of our contemporaries in order to prevent science from becoming the criterion of good and
to ensure that man is respected as the center of
creation and not made the object of ideological
manipulation, arbitrary decisions or the abuse
of the weaker by the stronger. These are some
of the dangers we have experienced in human
history, especially during the 20th century.
Benedicto XVI,
Speech from September 28, 2008
Crisis del amor
El amor nunca había
sobrepasado en él la
zona de atracción del
narcisismo.
Cuando dos seres se
defraudan recíprocamente
es casi seguro que cada
uno de ellos sólo se ha
amado a sí mismo en el
otro.
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Muchas cosas pueden romper la embriaguez
espontánea de la comunión amorosa. La decepción tiene mil puertas para entrar en el alma.
La intimidad cotidiana banaliza y desflora por
una parte las cualidades del ser amado, y hace
por otra resaltar sus imperfecciones y miserias.
Acaso la enfermedad, o algunas necesidades
materiales o morales amputan al amor las
alegrías de la posesión carnal y lo hunden en
la aridez y en la insatisfacción. Algunas veces
ocurre el efecto inverso; estas mismas alegrías
carnales, endurecidas y vaciadas por la costumbre, pierden su halo de pureza inmaterial y
no arrastran al alma en su estela. O incluso un
nuevo amor invade el corazón, y usurpando y
atrayendo a sí todas las fuerzas del deseo descolora el antiguo afecto. En todos estos casos
la plenitud afectiva cede a la sequedad, y se
encuentra el amor sumido en la noche.
Siente entonces el hombre la amarga impresión, de haber descendido hasta el agotamiento, hasta el límite negativo del amor. Le
parece haber tocado el fondo del ser amado.
En realidad, no ha tocado más que el fondo
de sí mismo, de su yo cerrado, de su instinto
fugitivo, y como no está hecho para vivir de
sí mismo, su embriaguez privada de aire se
apaga y hunde en cenizas estériles. El ser que
tan pesadamente recae en sí mismo nunca
había salido enteramente de sí mismo; el
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amor nunca había sobrepasado en él la zona de
atracción del narcisismo; la prueba –que no es
sino el contacto con la realidad– le devuelve a su
pobreza y a su insuficiencia esenciales.
perdido en la vía muerta de la propia búsqueda.
Los amores se interpenetran. Pero los “yo” no
pueden sino chocar. Y la decepción brota de su
choque…
Muchas veces el amante defraudado que se
imagina haber agotado el objeto de su amor,
lo ha desflorado apenas: no choca contra el
fondo de un alma (las almas no tienen fondo),
sino contra sus propios límites, contra su propia
impotencia. Cuando dos seres se defraudan
recíprocamente es casi seguro que cada uno de
ellos sólo se ha amado a sí mismo en el otro. Y
la decepción no les viene del otro, sino de ellos
mismos: de la falsa orientación de su amor,
En el curso de esta crisis que desvela, tras del
brillo fugaz de los espejismos, la fragilidad y la
miseria del amor, es fácil ser ingrato y duro hacia
el objeto de este amor. Hacer al otro responsable de los dolores y decepciones que nacen de
su mal modo de amar es un reflejo natural de
los amantes.
Gustave Thibon,
en Sobre el amor humano
Sentimientos y deseos
Por todas partes encontramos juicios contradictorios sobre la afectividad. Desconfiamos y al
mismo tiempo elogiamos el sentimiento. Vemos
que si las emociones se apoderan de nuestra
persona, nos traicionan; pero que tampoco es
solución ser personas sin sentimientos. Nuestras
experiencias afectivas son con frecuencia complejas, o confusas, y eso nos hace sentirnos
inquietos y desorientados, sobre todo mientras
no sabemos darles una explicación.
Nuestras experiencias
afectivas son con
frecuencia complejas, o
confusas, y eso nos hace
sentirnos inquietos y
desorientados.
Pero las cosas no se arreglan simplemente con
darles una explicación. No se arreglan automáticamente, pero con una buena explicación
de lo que nos pasa podemos avanzar mucho.
Profundizar en nuestros sentimientos, ser capaces de distinguir unos de otros, y poder así darles sus verdaderos nombres, hace que podamos
relacionar nuestra experiencia con todo un gran
saber que ya hay acumulado en torno a esas
realidades.
Profundizar en nuestros
sentimientos, ser capaces
de distinguir unos de
otros, y poder así darles
sus verdaderos nombres,
hace que podamos
relacionar nuestra
experiencia con todo un
gran saber que ya hay
acumulado en torno a
esas realidades.
En el Tao-Te-Ching de Lao-tsê puede leerse:
«No hay mayor culpa que ser indulgente con
los deseos.» Para la ética griega, por ejemplo,
la proliferación de los deseos era radicalmente
mala. El aprecio de aquellos hombres por la
libertad les hacía desconfiar de todo tipo de
esclavitud, también de la afectiva, y por eso
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Octubre 2010
Actividades octubre’10
En nuestro tiempo, en cambio, la forma de vida
occidental lleva a una fuerte incitación del deseo.
Es una tendencia en buena parte impulsada por
la presión comercial para incentivar el consumo, y
quizá también por la velocidad de las innovaciones
tecnológicas y por el propio desarrollo económico.
De la antigua abominación del deseo hemos pasado
a una exaltación que puede llevarnos a la ansiedad.
Y lo malo es que en algunas personas, esa búsqueda de la satisfacción del deseo es tan impaciente
que olvidan un poco que la capacidad de aplazar
la gratificación es decisiva para el comportamiento
libre y el desarrollo afectivo inteligente.
Quizá por eso Aristóteles insistía en que la paideia,
es decir, la educación, era sobre todo educación
en el deseo. Y Chesterton, con su lucidez habitual,
decía que el interior del hombre está tan lleno
de voces como una selva: recuerdos, sentimientos, pasiones, ideales, caprichos, locuras, manías,
temores misteriosos y oscuras esperanzas; y que
la correcta educación, el correcto gobierno de la
propia vida consiste en llegar a la conclusión de que
algunas de esas voces tienen autoridad, y otras no.
De nuevo estamos ante un problema de discernimiento y equilibrio.
Alfonso Aguiló
de www.interrogantes.net
Barcelona
Madrid
Santa Misa:
• 7:45, lunes a viernes (Campus Sur)
• 13:05, martes y jueves
(Campus Sur, en inglés)
• 13:30, lunes, miércoles y viernes
(Campus Norte)
Santa Misa:
• De lunes a viernes, a las 13:30
• Sábados, a las 8:00
Confesiones:
TODOS LOS DÍAS:
15 minutos antes de la Santa Misa
SIEMPRE:
durante el día, avisando a los sacerdotes
Confesiones:
LUNES A VIERNES:
De 13:00 a 13:30
SÁBADOS:
De 7:30 a 7:55
SIEMPRE:
durante el día, avisando a los sacerdotes
19:30, sábado (Campus Sur, en inglés)
Exposición de la Eucaristía:
• Viernes, 1, 15:20 a 16:00
Retiros mensuales:
Profesores, Antiguos Alumnos, participantes en
programas, personal no docente, familiares y
amigos invitados
Retiros mensuales:
Profesores, Antiguos Alumnos, participantes en
programas, personal no docente, familiares y
amigos invitados
Hombres
• Martes, 5, 14:30 a 15:45 (Campus Sur)
• Miércoles, 13, 12:45-13:50 (Campus Sur,
en inglés)
• Jueves, 14, 19:30 a 21:00
(Campus Sur, con Misa)
Mujeres
• Jueves, 14, 14:00 a 15:00 (Campus Norte)
• Miércoles, 20, 14:30 a 15:30 (Campus Sur)
Hombres
• Lunes, 18 (14:30 a 16:00)
• Miércoles, 27 (14:30 a 16:00)
Horario Capellanes:
• Joan Garcia Llobet
Lunes, miércoles y viernes, de 10:30 a 19:00
• Xavier Martínez-Gras
Viernes, de 11:30 a 19:30
• Domènec Melé
Lunes a viernes, de 8:15 a 19:00
y a horas convenidas
• Ricardo Peris
Lunes a viernes, de 9:00 a 20:00
• John Twist
Lunes a jueves, de 9:30 a 13:30;
y de 17:00 a 20:00
(
Mujeres
• Miércoles, 20 (14:30)
Horario Capellanes:
• Vicente Llorca
Lunes a viernes (excepto martes) de
9:00 a 18:00 y sábados, de 7:30 a 12:00
• Ernesto Juliá
Miércoles, jueves y viernes, de 13:00 a 18:00
Sábados, de 10:00 a 12:00
* Las actividades se realizan en el Oratorio
del IESE, siempre que no se indique lo
contrario.
Fiestas y celebraciones:
1 Santa Teresa del Niño Jesús, 2 Santos Ángeles Custodios. Aniversario de la Fundación del Opus Dei; San Francisco de Borja 4 San Francisco de Asís, 5 Témporas
de Acción de gracias y de Petición, 7 Nuestra Señora del Rosario, 12 Nuestra Señora del Pilar, 15 Santa Teresa de Jesús, 18 San Lucas Evangelista, 28 San Simón y
San Judas, Apóstoles
Noticias de Capellanía: [email protected] • www.iese.edu • Depósito Legal: B-12034-1998 • ISSN: 1139-6644
Avda. Pearson 21, 08034 Barcelona, Tel.: 93 253 42 00, Fax: 93 253 43 43 • Camino del Cerro del Águila, 3 (Ctra. de Castilla, km 5,180), 28023 Madrid, Tel.: 91 211 30 00, Fax: 91 357 29 13
(
muchos de ellos ensalzaron tanto la ataraxia (imperturbabilidad), y algunos incluso la apatheia (apatía,
falta de sentimiento): como los deseos pueden producir decepción, llegaron a pensar que lo mejor era
prescindir de ellos.