Detrás del espejo Exceso de oferta Juan Esteva de Sagrera L as sociedades contemporáespecialistas que nadie precisa, neas se caracterizan por un salvo la propia universidad para exceso de oferta a todos los nipoder formarlos y justificar su veles, que no puede ser consuexistencia. Todas las profesiomida ni procesada. No sólo se nes están saturadas y el resultrata de bienes de consumo o tado es la desvalorización del de objetos más o menos supertrabajo y el refugio de la econofluos, ya que sucede lo mismo mía en la especulación. Acudes en la economía, la política, la a un banco y te dicen que tu dicultura, el arte, la pornografía y nero no vale nada, que nada la delincuencia. Las sociedades pueden darte por custodiarlo y posmodernas han liberado una que acaso te acaben cobrando cantidad tal de energía que ha si lo hacen. En situación análodesbordado todos los diques, y ga se encuentran muchos proconfigura lo que hace años se fesionales, a los que las emprellamaba «sociedad de consusas ofrecen contratos basura o mo» y posteriormente el «munles hacen trabajar gratis para do como supermercado», un formarlos y luego los reemplaespacio donde cada persona zan por el siguiente, y es así por configura su propio perfil de el exceso que desvaloriza el vaconsumidor, desde la religión a lor del capital y del trabajo. la política, pasando por la dieta, La sociedad actual no puede el deporte y los espectáculos. digerir el exceso de descontenCreo recordar que fue Huzinto, ira, protestas, reivindicacioCOMENTA EN www.elfarmaceutico.es ga, hace muchos años, quien ©Thinkstock nes, programas y supuestas afirmó que en una democracia soluciones. Todo está desborde masas se extinguiría la calidado, desde los museos a los dad para ser sustituida por la cantidad, y que la cultura hoteles, metros, aeropuertos, carreteras, bares y restausería reemplazada por el espectáculo. El análisis, la conrantes. No hay signo mejor de esta situación que el draveniencia e incluso el necesario maquiavelismo en la poma de los sirios que se agolpan a las puertas de una solítica es sustituido por el gusto de las masas, lo que conciedad herida por su propia opulencia, aterrada por el duce directamente al populismo y a la proliferación de miedo a perder su bienestar y sus privilegios. Los sirios, políticos aventureros, mediocres e irresponsables. Es una que huyen del terror causado por la intervención occiautopista hacia una sociedad frívola y sin referencias, en dental en su país, llegan a Europa cuando nadie los nela que todos los puntos de vista se igualan y en la que tocesita, cuando incluso la oferta de solidaridad ha sido dos consideran sus gustos y puntos de vista tan válidos rebasada y es sustituida por la insensibilidad y el auge como cualquier otro. «Así pienso yo», remacha el inconde la extrema derecha. Desbordada y atemorizada, secuente tras defender una majadería, y con eso deja el nuestra sociedad se refugia en la búsqueda de una setema zanjado. No se trata pues de indagar dónde está la guridad imposible. Incluso las medidas de seguridad son razón, sino de que cada uno la tiene, puesto que sostieexcesivas e inútiles, tanto como el número de terroristas ne su criterio y eso le concede validez. Y si dos sostienen dispuestos a suicidarse para vengarse de esa sociedad una necedad y la lucidez sólo tiene un defensor, se da la que los aparta y que no podría integrarlos aunque lo derazón a los dos equivocados puesto que son mayoría. sease porque todo se ha saturado. Todo crece, no sé si El exceso de oferta satura los supermercados, las tienprogresa, porque el mantra progresista es un síntoma das de electrodomésticos, las páginas web de pornogramás de esa oferta desbordada que no puede ser procefía, la oferta cultural, el arte contemporáneo... Las universada ni integrada en un proyecto concreto que vaya más sidades lanzan al mercado anualmente miles de allá de las palabras. ● 15 septiembre 2016 • el farmacéutico n.º 539 57 ©2016 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 57 EF539 DETRAS DEL ESPEJO.indd 57 16/09/16 10:20