Claudia Lucy Saucedo Ramos FES Iztacala UNAM Analizar algunas condiciones de vida de estudiantes de Nivel Medio Superior (NMS) y Superior (S) que propician su estancia o su salida de la escuela. Favorecer la reflexión sobre los estudiantes como personas con múltiples intereses y en procesos de cambio constante que los coloca en la necesidad de tomar decisiones. Estudiantes estrategas cuando llegan a NMS y S. Con frecuencia con poca información sobre las escuelas y con imaginarios colectivos sobre las mismas. Hacen elecciones de escuelas y/o carreras y se dan cuenta de que no es lo que realmente les gusta. Tensión y nerviosismo al no lograr adaptarse en tiempos: necesidades de apoyo por parte de la escuela en el primer año. Desánimo cuando no logran adaptarse al ritmo de trabajo o posturas académicas. La baja temporal no es vista como deserción en un inicio. A la escuela se va en familia Con frecuencia son la primera generación de la familia que avanza en los estudios. La familia presiona para la permanencia: consejos, regaños, vigilancia, pidiéndoles que no trabajen. Los padres no se involucran en asuntos académicos de los estudiantes: tareas, trabajos, exámenes. Dejar la escuela es algo muy mal visto por la familia en general. Los estudiantes se sienten comprometidos por el esfuerzo familiar que perciben. Pueden dejar la escuela al darse cuenta de que no están correspondiendo con el apoyo de sus familiares: «Mejor salirme porque no estoy dando el ancho» Buscan integrarse en equipos de trabajo. El equipo de trabajo juega un papel muy importante en la participación que logran desplegar: compañeros que «jalan» hacia el trabajo escolar o que lo entorpecen. Mala relación con determinados profesores: desánimo y reprobación van de la mano. La imagen que tienen de sí mismos en su desempeño académico: en las facilidades o dificultades que tienen para entender lo que leen, para escribir, para memorizar contenidos académicos. La falta de habilidades para desempeñarse como estudiantes: exposiciones, elaboración de trabajos, participación en clases. Escuelas que favorecen un amplio margen para la vida juvenil: salirse de clases, andar por los pasillos, acudir a eventos musicales, dedicarse a la diversión la mayor parte del día. Escuelas que regulan la expresión de la vida juvenil: en NMS el sistema es parecido al de nivel secundaria. En Nivel S hay menos opciones culturales. La relación de noviazgo impulsa hacia lo académico, sobre todo desde las chicas hacia los varones. La intensidad en el romance puede promover el que se deje de lado la participación en lo escolar. El embarazo y el matrimonio no planeado como factor de abandono temporal o definitivo. El papel de los docentes como acompañantes de vida y de elección de carrera: tomar ideas acerca de posibles carreras, sobre cómo enseña, sobre consejos y orientaciones de vida. Fomentar el gusto por la lectura Las relaciones que tienen con sus maestros son más importantes de lo que considero se ha valorado: maestros que alientan, maestros que no reconocen esfuerzos realizados, que desaniman, que descalifican, que acompañan en situaciones de conflicto, que ofrecen información sobre formación profesional. Trabajar porque les parece algo que pueden hacer al mismo tiempo que estudiar. Las dificultades para cumplir con todas las lecturas y trabajos y al mismo tiempo el empleo. Internet que ha mejorado el trabajo en equipo. El estudiante joven que trabaja: gastos personales, apoyar en algo a su familia, sentirse que valen mucho El estudiante adulto (casado, con hijos) que trabaja: superarse, ganar más dinero en un futuro, concluir lo que se inició tiempo atrás. Por qué regresar a estudiar: para tener un mejor puesto en el trabajo, para que no me hagan menos, para ganar mejor, para concluir algo que dejé suelto, para demostrarme a mi mismo que sí puedo. Capacidad de reflexionar sobre las decisiones que han tomado, no en el momento pero si a mediano plazo: por qué lo hice, por qué me salía de clases, por qué no continué, no quiero lo mismo para mis hijos, mis papás tenían razón, desaproveché lo que me daban, etc. Las transiciones escolares de un nivel a otro implican tensión, dudas, elecciones incorrectas y la necesidad de buscar una nueva identidad en la escuela a la que se ingresa. ¿Qué pasa cuando el estudiante no logra construir una identidad escolarizada en sus diversos sentidos? Ya sea que se trate del gusto por ir a la escuela para socializar con sus compañeros u tener una ocupación como estudiante, además del gusto por parcelas del conocimiento. Cuando esto no sucede, otros procesos identitarios empiezan a ganar fuerza en su persona. ¿Cuáles estudiantes si viven su condición como tales, articulados al aprendizaje, y cuáles a otro tipo de actividades y sentidos? ¿A qué aspectos de su vida cotidiana en las escuelas se aferran para dar sentido a su permanencia en ella? Los docentes y la organización escolar pueden atender a las voces de los estudiantes que hemos expuesto para favorecer su permanencia en la escuela.