Inversiones extranjeras directas en Eslovenia y Hungría. Una

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TÍTULO: Inversiones extranjeras directas en Eslovenia y
Hungría. Una comparación de resultados y políticas
Albert Puig Gómez
Investigador del GATE (Grupo de Análisis de la Transición Económica)
Profesor de los Estudios de Economía y Empresa (Universitat Oberta de Catalunya)
[email protected]
1. Introducción
Durante los primeros años de la transición sistémica de los Países de Europa Central y
Oriental, iniciada a finales de la década de los ochenta, se estableció como objetivo su
reintegración en la economía mundial capitalista, la cual se esperaba que impulsase sus
tasas de crecimiento económico. Sin embargo, los decepcionantes resultados de las
exportaciones que se dieron desde las primeras fases de la transición fueron poniendo de
manifiesto los límites de una estrategia de inserción exterior vertebrada entorno a un
patrón de especialización basado en productos tradicionales (productos agrícolas y
alimentarios, productos químicos básicos, cuero, textil y confección básica, madera,
material para la construcción, cristalería, metalurgia,...). Consecuentemente emergió la
necesidad de llevar a cabo un proceso de cambio estructural a gran escala que debía
implicar una evolución de la especialización hacia productos de mayor contenido
tecnológico.
Pero esta necesaria transformación productiva no era posible financiarla con el escaso
ahorro interno disponible en los PECO. En este contexto, las IED se consideraron como
una de las mejores opciones para la financiación de la reestructuración ya que, además
de capital, se esperaba que aportara otros elementos tales como transferencias de
tecnología y métodos de gestión empresarial capitalistas, necesarios para el cambio
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estructural y la reestructuración productiva de estos países, acelerando así su proceso de
integración en los intercambios mundiales.
Por otra parte, se consideraba que los PECO presentaban unos factores de atracción
suficientes para captar el interés de los inversores extranjeros -especialmente mano de
obra técnicamente bien cualificada a unos costes comparativamente bajos y grandes y
subexplotados mercados. Además, durante el proceso de transición, los gobiernos de los
PECO -con el asesoramiento de los organismos económicos internacionales y en
consonancia con la corriente ideológica dominante del momento- implementaron unas
políticas de atracción de las inversiones extranjeras altamente permisivas, las cuales
fueron configurando unos marcos normativos cada vez más liberalizados a la entrada de
capitales extranjeros.
Todos estos factores parecía que compensaban con creces los factores de disuasión que
también existían: la debilidad de la calidad de sus recursos humanos en técnicas
directivas, el bajo nivel tecnológico, la falta de innovación y un tejido productivo
subdesarrollado.
El objetivo del presente trabajo es analizar cuál ha sido la contribución de las IED
recibidas por cinco países de Europa Central -Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Polonia y
la República Checa- (PEC) al cambio estructural de sus economías. La razón de la
elección de este grupo de países es que concentran más del 70% del total de las IED
recibidas por el conjunto de los PECO y que además todos ellos ocupan posiciones
líderes en la mayor parte de los indicadores relativos de IED (IED en % del PIB o IED
por habitante).
El orden argumental que seguiremos es el siguiente. En primer lugar analizamos la
contribución de las IED al cambio estructural de sus economías. A continuación
evaluamos el papel jugado por las inversiones extranjeras dirigidas a los cinco PEC en
la evolución de sus especializaciones comerciales (apartado tercero) y de sus perfiles
como inversores en el exterior (cuarto apartado). A partir de la identificación de
importantes diferencias dentro de este grupo de países, especialmente la clara
excepcionalidad del caso esloveno, en el quinto apartado analizamos las políticas
industriales relacionadas con las IED en este país y las comparamos con las que, en
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términos generales, se han implementado en los otros cuatro casos. En el sexto apartado
realizamos algunas prospecciones acerca de cómo pueden evolucionar la recepción de
inversiones en los cinco países seleccionados. Finalmente, cerramos el capítulo con un
apartado de conclusiones y con un anexo estadístico en el que presentamos algunos de
los principales indicadores relativos tantos a las IED recibidas por los cinco países
seleccionados como a las recibidas por otros cinco países, los cuales pueden resultar de
interés a efectos comparativos.
2. La contribución de las IED al cambio estructural en los países de Europa
Central
En un trabajo de 2004 Damijan & Rojec analizaron el cambio estructural que había
tenido lugar a lo largo del período 1993 – 2001 en cinco países de Europa Central y
Oriental724. Para ello tomaron la clasificación que propone la OCDE la cual define
cuatro grupos industriales según sus intensidades tecnológicas (tabla) y evaluaron si
durante esos años se había producido un proceso de transformación productiva y en qué
dirección.
Tabla. Clasificación de las industrias manufactureras según sus intensidades
tecnológicas
Industrias de alta tecnología
Industrias de media-alta tecnología
Aérea y aeroespacial
Maquinaria y aparatos electrónicos
Farmacéutica
Vehículos de motor, camiones y
Material de oficina y ordenadores
furgonetas
Radio, televisión y equipos de
Químicos, excluidos los farmacéuticos
comunicación
Equipos ferroviarios y equipos de
Instrumental médico, de precisión e
transporte
instrumentos ópticos
Máquinas y equipos
724
Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Polonia y República Checa.
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Industrias de media-baja tecnología
Industrias de baja tecnología
Carbón, productos refinados petroleros y
Manufacturas y reciclaje
energía nuclear
Madera, corcho, papel, productos del
Productos plásticos
papel e impresión
Otros productos minerales no metálicos
Alimentación, bebidas y tabaco
Construcción y reparación de barcos
Textil, productos textiles, confección y
Metales básicos
calzado
Productos metálicos, excepto máquinas y
equipos
Fuente: OCDE
En este sentido, y en términos generales, estos autores ponen de manifiesto que en los
cinco países de Europa Central considerados, la actividad manufacturera cambió desde
industrias de baja tecnología hacia industrias de mayor intensidad tecnológica. De
hecho, en todos los países, con la excepción de Eslovaquia, el peso de las industrias de
alta tecnología aumentó. El grado más pronunciado de reestructuración tecnológica se
observó para el caso de Hungría.
Tabla. Cambios en el valor añadido manufacturero por grupos industriales
definidos tecnológicamente en el período 1993 – 2001 (en puntos porcentuales)
Todas las empresas
ECPE
CZ
HU
PL
SL
SK
CZ
HU
PL
SL
SK
Alta
1,1
11,8
1,7
0,7
-0,3
2,6
16,3
0,0
1,7
0,2
Media-Alta
2,7
8,2
1,5
1,4
-1,2
3,1
11,6
3,1
-12,7 0,6
Media-Baja
-0,9 -5,1
8,0
1,5
-11,5 11,2
Baja
-2,9 -14,9 -0,1 -5,4
-6,5
-7,3
-16,4 -14,4 4,2
-3,1 3,4
6,8
14,5
-15,2
Cambio absoluto1 7,6
40,0
6,3
10,9 15,9 14,5 55,8
28,8
25,3
30,5
Cambio relativo2
15,6
1,6
2,7
5,9
-4,5
5,4
2,6
1,6
5,2
20,2
(1) Suma de los cambios en valores absolutos
(2) Cambio relativo: ∆S*tech = ∑i (Sit1 – Sit0)* wi dónde wA = 1, wMA = 0,67, wML =
0,33 y wL = 0.
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Fuente: WIIW Database on FIEs
La misma tabla suministra dos medidas agregadas de transformación productiva para
cada uno de los países. La primera medida es la suma de los cambios absolutos en los
pesos de cada grupo tecnológico. Este dato nos indica la extensión de la reestructuración
en cada uno de los países. En este sentido, el proceso de reestructuración más
“turbulento” se observa en Hungría, seguida de Eslovaquia, mientras que Eslovenia, la
República Checa y Polonia la reestructuración tecnológica parece haber sido más
tranquila. El cambio absoluto, sin embargo, indica sólo la dimensión de la
reestructuración pero no su dirección. Para ello, calculamos una medida relativa de
reestructuración, otorgando los mayores pesos a los grupos de alta tecnología. Este
indicador muestra que una vez más el cambio más intenso en la reestructuración hacia
grupos de más alta tecnología tienen lugar en Hungría, el cual supera a su contraparte
más cercana en un factor de 5. Eslovenia y la República Checa han tenido igualmente
un éxito significativo en sus esfuerzos reestructuradotes hacia industrias de más alta
tecnología. Los datos relativos a Eslovaquia y Polonia son mucho más modestos.
Asimismo, se pone de manifiesto que en todos los países, la reestructuración
tecnológica fue significativamente derivada de las ECPE, las cuales han incrementado
gradualmente la intensidad tecnológica de sus actividades. En Hungría, por ejemplo, las
ECPE han incrementado sus pesos en las industrias de media-alta y alta tecnología en
casi 28 puntos porcentuales. No obstante, en este contexto las diferencias entre países
son realmente considerables. En la República Checa, el descenso estructural en las
industrias de baja tecnología ha sido acompañado por un incremento estructural en las
industrias de media-alta y alta tecnología. En Polonia y Eslovaquia, la mayor parte del
descenso en las industrias de baja tecnología ha sido compensado por el incremento en
las industrias de tecnología media-baja. Finalmente, Eslovenia es el único país entre los
analizados donde el cambio estructural de las ECPE en términos relativos ha sido
negativo: el importante descenso en las industrias de tecnología media-alta no ha sido
contrarestado por un incremento en las industrias de media-baja y baja tecnología. En
este último país, la IED puede de esta manera ser vista por haberse movido desde
industrias de media-alta tecnología a industrias de media-baja y baja tecnología. Por lo
tanto, la reestructuración tecnológica conjunta de las manufacturas eslovenas que se
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observa en la parte izquierda de la tabla (todas las empresas) parece proceder
fundamentalmente de la reestructuración de las firmas domésticas.
En síntesis, del análisis anterior extraemos, en primer lugar, que en casi todos los países
ha tenido lugar un proceso de cambio estructural en el mismo sentido, pérdida de peso
de las producciones de menor valor añadido y ganancia de importancia relativa de los
sectores de actividad de mayor valor añadido. En segundo lugar, que mientras que en
Hungría este proceso lo ha protagonizado fundamentalmente la IED, prescindiendo en
gran medida de las empresas domésticas, en Eslovenia, por el contrario, lo ha
protagonizado las empresas domésticas reestructuradas a través de la IED. Es decir, en
Eslovenia las IED han actuado de instrumento de reestructuración mientras que en
Hungría éstas han contribuido al cambio productivo pero también han sido un factor de
segmentación de su tejido productivo local.
3. El papel de las IED en la evolución de la especialización exportadora
La consideración del peso de las filiales extranjeras en las exportaciones manufactureras
en los países de Europa Central nos pone de manifiesto, en primer lugar, su elevada
importancia y, en segundo lugar, las notables diferencias entre ellos (tabla).
Tabla. Porcentaje de las filiales extranjeras en las exportaciones y la ocupación
manufacturera (2001)
Eslovenia
Hungría
Polonia
Rep. Checa
Porcentaje en X
36
88
66
69
Porcentaje en L
17
45
33
34
Fuente: Rugraff, 2006 a partir de diversas fuentes
En relación a los dos casos extremos de segmentación que hemos identificado en el
apartado anterior, el 88% de las exportaciones manufacturera húngaras son llevadas a
cabo por filiales de empresas multinacionales mientras que en Eslovenia este porcentaje
es sólo del 36%, lo cual significa que el 64% de las exportaciones manufactureras
eslovenas son protagonizadas por empresas domésticas.
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Por tipologías de productos, desde mediados de los años noventa, el peso de las
exportaciones de productos de media-alta y alta tecnología ha aumentado en los cuatro
países de Europa Central (tabla).
Tabla. Porcentaje de exportaciones en industrias de alta y media-alta tecnología
Eslovaquia
Eslovenia
Hungría
Polonia
Rep. Checa
1994 2003 1994 2003 1994 2003 1994 2003 1994 2003
Alta
3,7
5,9
9,3
11,8
12,2
32,1
4,1
6,6
4,8
14,7
Media-alta
26,2
40,2
34,8
37,7
29,6
40,5
22,3
35,7
36,0
44,7
Total
29,9
46,1
44,1
49,5
41,8
72,6
26,4
42,3
40,8
59,4
Fuente: Rugraff, 2006 con datos de OCDE (Hungría, Polonia y República Checa) y
COMTRADE (Eslovaquia y Eslovenia)
En el país en el que el aumento es mayor (Hungría), la tasa de crecimiento ha sido de
casi el 75% mientras que en el país con menor incremento (Eslovenia), éste ha sido
superior al 12%. En Hungría, las exportaciones de productos de alta tecnología son
particularmente importantes; esto es debido a la especialización del país en el sector de
la electrónica la cual ha sido impulsada por la fuerte presencia de EMN en este tipo de
actividad (Radosevic, 2004). En los otros cuatro países el peso de las exportaciones de
los productos de tecnología media-alta es ampliamente predominante, debido sobretodo
a las exportaciones de la industria de la automoción, igualmente como en el caso de la
electrónica, vinculado en su mayor parte al capital extranjero (Richet, 2004).
Las empresas multinacionales han invertido masivamente en electrónica (maquinaria
eléctrica, producción de equipos de radio y televisión,…) y en la fabricación de
automóviles. Ellas representan entre el 85 y el 100% de las exportaciones de la
automoción en los cinco países de Europa Central y más del 75% en el caso de los
productos electrónicos. La baja participación de las firmas extranjeras en productos
tradicionales como textiles, vestidos, madera y metales básicos deriva en una baja
contribución de estos sectores a las exportaciones de los países de Europa Central.
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En 2003, los productos electrónicos y de la automoción representaron el 54% de las
exportaciones húngaras, 37% en la República Checa, 34% en Eslovaquia, 27% en
Polonia y 25% en Eslovenia (Richet, 2004; Radosevic, 2004). De esta manera, se puede
estimar que las exportaciones de los productos electrónicos y de automoción por parte
de las EMN representaron la mitad del total de las exportaciones manufactureras de
Hungría725, un tercio en la República Checa y Eslovaquia, y una quinta parte en Polonia
y Eslovenia. Este peso siguió aumentando en años posteriores con las numerosas
inversiones hechas en los sectores de la electrónica y la automoción en Europa Central
(UNCTAD, 2006; Szanyi, 2006).
Del aumento del volumen de exportaciones y del peso de los productos de alta y mediaalta tecnología en él se desprende que las multinacionales presentes en las economías de
Europa Central, la mayor parte de ellas estratégicamente orientadas a la exportación,
han contribuido decisivamente a la mejora de la calidad de los bienes exportados por
parte de estos países.
Por lo tanto, las multinacionales presentes en Europa Central han mejorado la calidad de
sus especializaciones internacionales, creando nuevas ventajas comparativas en
productos de alta y media-alta tecnología. Estas nuevas ventajas comparativas se
identifican a través del análisis de la evolución de los saldos comerciales
manufactureros de los grupos industriales de alta y media-alta tecnología en cada uno de
los países (tabla).
Tabla. Contribución a la balanza comercial manufacturera de las industrias de
alta y media-alta tecnología (en %)
Eslovaquia Eslovenia Hungría Polonia Rep. Checa
1994
Alta tecnología
725
(1997)
(1997)
-5,3
0,4
-2,0
-5,3
-7,0
Las 50 principales filiales extranjeras contabilizaban el 45% del total de las exportaciones húngaras en
el año 2000. En la industria automovilística los principales exportadores fueron: Audi/Volkswagen
(11,2% del total de exportaciones), Opel/General Motors (2,2%) y Suzuki (1,1%). En la electrónica, IBM,
Philips y General Electric representaron respectivamente 7,8, 7,1 y 2,2% de las exportaciones del país.
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Media-alta tecnología
-4,2
1,0
-4,4
-8,2
-2,7
Total
-9,5
1,4
-6,4
-13,5
-9,7
2003
(2004)
(2004)
Alta tecnología
-2,5
1,0
2,2
-4,4
-3,0
Media-alta tecnología
1,3
4,1
-0,2
-2,9
2,3
Total
-1,2
5,1
2,0
-7,3
-0,7
Fuente: Rugraff, 2006 con datos de OCDE (Hungría, Polonia y República Checa) y
COMTRADE (Eslovaquia y Eslovenia)
Todos los países se han movido desde una desventaja comparativa en productos de alta
y media-alta tecnología en 1994 a una ventaja en ellos en 2003. Por países, Hungría ha
desarrollado sus mayores ventajas comparativas en productos de alta tecnología. En
2003, el superávit de productos de alta tecnología representaba el 2,2% del total del
comercio manufacturero. Es decir, a diferencia de los otros cuatro países, las ventajas
comparativas son más importantes en las industrias de alta tecnología que en las
industrias de tecnología media-alta.
Por su parte, la República Checa y Eslovaquia han evolucionado hacia la adquisición de
ventajas comparativas en las industrias de tecnología media-alta. Polonia todavía tiene
una fuerte desventaja en estas industrias: en 2003, el déficit comercial conjunto de
ambos sectores representaba más del 7% del total del comercio manufacturero.
Finalmente, Eslovenia ha fortalecido su ventaja comparativa en ambas industrias.
Esta especialización de los países de Europa Central debe ser considerada, por lo tanto,
como una especialización de países emergentes, los cuales están todavía centrados en
procesos trabajo-intensivos en productos tecnológicamente intensivos. Los casos
húngaro y eslovaco son particularmente interesantes desde esta perspectiva. Las filiales
extranjeras orientadas a la exportación están altamente integradas en las redes europeas,
en electrónica en Hungría y en equipos de transporte en Eslovaquia: las importaciones y
exportaciones de productos, componentes, partes de las plantas de electrónica, eléctrica
y vehículos de motor son cinco veces mayores (en valor) que el valor añadido en
Hungría en estas ramas, y casi diez veces más grandes para las exportaciones y siete
veces para las importaciones en Eslovaquia. La brecha entre exportaciones y valor
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añadido confirma que las filiales extranjeras orientadas a la exportación sólo
contribuyen marginalmente al valor añadido localmente. Las multinacionales orientadas
a la exportación se mantienen especializadas en procesos trabajo-intensivos en
productos intensivos en tecnología. Para los ensambladores, el factor más importante es
la mano de obra cualificada y relativamente barata. Las industrias extranjeras de la
electrónica en los países de Europa Central son principalmente ensambladoras,
especializadas en la producción más que en actividades de pre y post-producción. En la
industria de la automoción, totalmente dominada por capital extranjero, los cinco países
de Europa Central están también especializados en ensamblar y en procesos que
necesitan mano de obra barata pero cualificada (Szanyi, 2006).
El incremento en el comercio internacional de productos de alta y media-alta tecnología
ha mejorado sin duda la especialización internacional y la integración de los PEC en la
economía mundial. Sin embargo, conviene realizar una matización importante en
relación a esta evolución: que a pesar que los países de Europa Central están
actualmente especializados en productos de alta y media-alta tecnología, su
especialización es todavía frágil. Esta fragilidad resulta de su débil posición en la
cadena de valor y la falta de vínculos con la industria local (Puig, 2008). Como ya
hemos dicho, la dinámica de transformación en la especialización productiva y
exportadora de estos países es el resultado en gran parte de la importante presencia de
las EMN en el comercio exterior de los PEC y de su integración en las redes globales de
producción y distribución. Pero esta integración ha generado una profunda
segmentación de los tejidos productivos locales en los que, en términos generales, se
identifican dos grandes grupos: un primer grupo compuesto fundamentalmente por las
filiales de las EMN, largamente modernizadas e integradas en las redes globales de
producción y distribución y, un segundo grupo, formado por las empresas domésticas,
que actúan fuera o en los límites de esas mismas redes a las que suministran
básicamente los bienes y servicios de menor valor añadido dentro de la cadena de valor
de la producción. Aunque también en este sentido, las diferencias entre países son
bastante notables, confirmándose que los países que más IED han recibido (Hungría,
por ejemplo) presentan mayor dualización que los que tienen menores entradas de
capital extranjero (Eslovenia en especial).
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Tres razones principales explican la falta de implicación en el entorno local de
negocios: (a) la masiva presencia de subcontratados extranjeros; (b) la pobre dotación
de firmas locales con capacidades específicas; y (c) la falta de confianza debido a un
frágil entorno de negocios. La baja posición en la cadena de valor y la débil implicación
local incrementa el potencial de volatilidad de las firmas extranjeras (Szanyi, 2006).
Los países de Europa Central son conscientes de este problema. Estos han lanzado
diferentes proyectos dirigidos a profundizar en los vínculos con las firmas de propiedad
local. Las agencias de promoción de las inversiones han, por ejemplo, desarrollado
sistemas de bases de datos con las características precisas de los subcontratados locales
que podrían interesar a los inversores extranjeros. Pero la relativamente baja
implicación de las EMN es probablemente, y como ampliaremos en el siguiente
apartado, también el precio a pagar por unas políticas dirigidas a atraer el máximo de
inversores a través de ofrecerles un paquete de ventajas monetarias (subsidios,
desgravaciones fiscales, etc.) y ventajas no monetarias, y con sólo muy pocas
obligaciones. La senda de desarrollo podría haber sido diferente si los PEC hubiesen
escogido una política de IED estratégica más que una política de IED de corte
neoliberal.
4. El papel de las EMN en las salidas de IED desde Europa Central
Un elemento significativo para identificar y valorar el sentido del cambio productivo y
el papel jugado por las empresas multinacionales en el mismo es el perfil que vayan
adquiriendo las salidas de inversiones hacia el exterior por parte de los países
previamente receptores de IED. En este sentido, el fenómeno de las salidas de IED en
los países de Europa Central es reciente puesto que durante los años 90 las economías
en transición apenas invirtieron en el extranjero. Sin embargo, con el cambio de siglo,
las salidas de inversión extranjera directa desde estos países han incrementado
notablemente.
La teoría acerca de las inversiones internacionales sugiere que los países tienden a
avanzar a través de cinco etapas, empezando por ser receptor neto de IED y moviéndose
gradualmente a una situación de ser fuente neta de IED (Dunning, 1994). Es decir, de
una primera etapa en la que los países en desarrollo más retrasados tienen muy pocas
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ventajas comparativas y no consiguen atraer inversores extranjeros (con la excepción de
aquellos dirigidos al sector de los recursos naturales) hasta un estadio final en el que las
firmas domésticas son capaces de competir con rivales exteriores tanto en el extranjero
como en los mercados domésticos.
Siguiendo esta teoría (tabla), Bulgaria, Rumania, Letonia, Lituania y Eslovaquia
estarían todavía situados en una etapa intermedia en la que los flujos de entrada de IED
aumentan, pero los flujos de salidas se mantienen muy bajos, sugiriendo que las firmas
locales no poseen la eficiencia requerida para invertir en el extranjero.
Tabla. Stock de entradas y salidas de IED en Europa Central (2007)
Stock de salidas de IED Stock de entradas de Ratio
(miles de millones de $)
stock
de
IED (miles de millones salidas / stock de
de $)
entradas
Rep. Checa
6.971
101.074
0,07
Hungría
18.282
97.397
0,19
Polonia
19.644
142.110
0,14
Eslovenia
6.123
10.350
0,59
Sub total (4)
51.020
350.931
0,15
Estonia
5.873
16.594
0,35
Bulgaria
0.599
36.508
0,02
Letonia
0.776
10.493
0,07
Lituania
1.565
14.679
0,11
Rumanía
0.917
60.921
0,02
Eslovaquia
1.609
40.702
0,04
Sub total (10)
62.359
530.828
0,12
Fuente. UNCTAD, 2008
Por el contrario, Hungría, Polonia, la República Checa y Eslovenia habrían iniciado la
fase de aumento de las salidas de IED. Sin embargo, en el caso de los tres primeros
países, éstas se encuentran ampliamente protagonizadas por las filiales de las EMN
implantadas en ellos mientras que Eslovenia es el único país de la región en la que las
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salidas de IED aumentan y el peso predominante de las mismas está en manos de
empresas de capital doméstico.
Este hecho responde a que en los tres primeros países, un porcentaje predominante de
las mayores firmas manufactureras así como una parte significativa del sector bancario
están bajo control extranjero726. Debido a su posición central en la economía de estos
países, las grandes multinacionales controladas exteriormente también mantienen un
porcentaje predominante de las inversiones en el extranjero.
La pauta de las salidas de IED eslovenas es totalmente única en el área de Europa
Central y Oriental. Primero, porque Eslovenia destaca como una excepción con un ratio
entre el stock de salidas de IED y el de entradas de 0,59. Y, segundo, porque la mayor
parte de las salidas de IED de este país resultan de inversiones de multinacionales
domésticas privadas que han tenido éxito lanzando filiales de producción y marketing
en los países vecinos.
Es decir, a diferencia de los otros PEC, cuyas inversiones extranjeras están
protagonizadas fundamentalmente por las filiales locales de las EMN presentes en ellos,
la exitosa internacionalización de Eslovenia a través de las IED está basada en un
reducido grupo de multinacionales con capital esloveno: en 2007, el 90% del stock de
salidas de IED de este país lo llevaban a cabo algunas de las 25 mayores compañías
domésticas de Eslovenia, y las tres primeras representaban más de la mitad (Rugraff,
2010). Una explicación plausible de esta diferencia en relación a los otros PEC es que
las multinacionales occidentales han invertido menos en Eslovenia y, por lo tanto, el
efecto desplazamiento (crowding-out) sobre las firmas locales se ha mantenido débil.
Otros factores, tales como la menor dimensión del mercado local, el inicialmente
elevado nivel de desarrollo del país, así como la pronta internacionalización de las
firmas yugoslavas debido a su posición de oveja negra en el mundo socialista,
contribuyen también a explicar la emergencia de multinacionales domésticas.
726
En Hungría, en 2001, las multinacionales de propiedad extranjera concentraban el 45,2% de los
ocupados, el 72,5% de los ingresos por ventas y el 87,9% de las exportaciones del sector manufacturero
(Hunya, 2006).
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El perfil esloveno no es sólo único entre las economías en transición en lo relativo al
ratio entradas de IED y salidas de IED, sino también es excepcional en términos de la
estructura sectorial y de propiedad de las multinacionales con sede central en Eslovenia.
A diferencia de los otros PEC, las compañías manufactureras eslovenas han tenido éxito
lanzando capacidades de producción y de mercado en el extranjero. Por ejemplo, el
sector manufacturero contabiliza un mucho mayor peso de inversiones en el exterior que
en los otros PEC: a finales de 2006 el sector manufacturero sumaba dos quintas partes
del total de stock de salidas de IED y 16 de las 25 primeras multinacionales eslovenas
estaban activas en el sector manufacturero. Aunque las firmas de propiedad estatal
continúan jugando un importante papel en la economía eslovena, especialmente en los
servicios de infraestructuras, desde que las firmas en el sector manufacturero han sido
privatizadas, las multinacionales domésticas son mayoritariamente compañías de
propiedad privada. El productor y vendedor de la muy conocida marca Gorenje es un
buen ejemplo de estas compañías privadas eslovenas que han desarrollado exitosamente
sus localizaciones en el exterior. Gorenje, la tercera mayor compañía eslovena y la
segunda mayor multinacional eslovena, tiene capacidades productivas en la República
Checa y Serbia y oficinas de representación en 70 países. El grupo alcanzó una cuota
del 4% del mercado europeo de electrodomésticos en 2008.
Eslovenia es por lo tanto el único PEC cuyas firmas privadas domésticas han tenido
éxito en el desarrollo de filiales en sectores expuestos a la competencia internacional,
tanto occidental como asiática. No obstante, el hecho que algunas compañías privadas
domésticas eslovenas hayan tenido éxito en lanzar filiales en el extranjero en sectores
expuestos a la competencia internacional, esto no significa que éstas sean capaces de
rivalizar en condiciones de igualdad con sus contrapartes occidentales. Las
multinacionales eslovenas sufren de tres principales desventajas: en primer lugar,
muchas de estas compañías estaban establecidas ya en el período socialista y llevan
inherentes, por lo tanto, diversas formas de ineficiencia. En segundo lugar, las
multinacionales de Europa Central se mantienen pequeñas en comparación con las
grandes multinacionales tanto de los países desarrollados como de algunos otros países
en desarrollo; y, en este sentido, las multinacionales eslovenas son particularmente
pequeñas. La empresa Mercator, la mayor compañía eslovena y la mayor multinacional
doméstica, aparece en el puesto cuarenta del ranking de las mayores compañías de
Europa Central y Oriental. Esta menor dimensión de las multinacionales eslovenas
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podría obligarlas a servir mercados que no interesan a las grandes compañías globales.
Y, en tercer lugar, las salidas de IED eslovenas están fuertemente orientadas
regionalmente: los estados balcánicos occidentales, en los cuales las empresas eslovenas
poseen una ventaja competitiva en marketing y en conocimientos acerca de cómo hacer
negocios en ellos por razones históricas y culturales, contabilizaban en 2007 dos
terceras partes del stock de salidas de IED del país centroeuropeo. De hecho, el
portafolio de mercados a los que han acudido las multinacionales eslovenas se mantiene
pobremente diversificado y consecuentemente demasiado dependiente de la actividad
económica de una todavía muy frágil área del sureste europeo.
En síntesis, la particularidad acerca del papel predominante de las multinacionales
domésticas en las salidas de IED de Eslovenia está estrechamente vinculada con el
hecho que haya sido este país el que haya implementado una política relativa a las IED
más restrictiva en comparación con los otros países de la región de Europa Central.
Eslovenia ha limitado el acceso de inversores extranjeros en la industria local.
Ciertamente, algunas grandes firmas han sido vendidas a inversores extranjeros pero, a
diferencia de los otros PEC, la economía eslovena se ha mantenido dominada por
capital doméstico. Además, el Estado ha prestado mucha atención a la dirección
industrial de la economía y ha decidido no privatizar ni los servicios públicos ni los
bancos, ni siquiera vendiéndolos al capital doméstico. En este sentido, por ejemplo, el
sistema bancario de los otros PEC está controlado mayoritariamente por extranjeros
mientras que a finales de 2007 los bancos de propiedad extranjera en Eslovenia
representaban menos de un tercio de los activos de su sistema bancario (BERD, 2009).
5. Las políticas relativas a las IED aplicadas en los PEC
El triunfo del Consenso de Washington a principios de la década de los ochenta provocó
en el mundo en desarrollo y en transición un gran entusiasmo sobre el potencial impacto
catalizador de las IED. Los partidarios de este paradigma aseguran que la IED es
inequívocamente buena para el desarrollo y que a más IED pueda atraer un país mejor
será para su tasa de crecimiento económico.
Los países seguidores de este modelo “neoliberal” optaron por una estrategia dirigida a
la exportación a partir de la máxima entrada posible de empresas multinacionales
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orientadas a ese objetivo, colocando de esta manera a las IED en el centro de sus
estrategias de crecimiento. Sin embargo, otros países han tenido ciertas dudas sobre los
efectos automáticos positivos de las IED. Éstos han decidido adoptar unas políticas
menos favorables a las IED e incorporarlas dentro del conjunto de objetivos
industriales, económicos y sociales del país. Taiwan, Corea y, más recientemente China,
son particularmente representativos de la familia de países devotos de prestar más
atención a la dirección industrial de la IED. Venezuela y Bolivia, los cuales han
promocionado un desarrollo nacional incluso hostil a los inversores extranjeros, serían
un tercer tipo de países pero que no se estudian en este artículo.
¿Qué modelo adoptaron los países de Europa Central? Cuatro de ellos (Eslovaquia,
Hungría, Polonia y la República Checa), con el objetivo de estar firmemente atadas a
Europa Occidental, siguieron fundamentalmente el modelo “neoliberal” mientras que
Eslovenia se aproximaba más al modelo “estratégico” seguido por algunos países
asiáticos.
Los cuatro PEC seguidores del modelo “neoliberal” han implementado políticas
favorables para la atracción de firmas multinacionales (reducción de los tipos
impositivos sobre beneficios empresariales, incentivos fiscales tales como exenciones o
desgravaciones, incentivos financieros, establecimiento de zonas industriales de libre
comercio, parques industriales, limitación significativa de los requerimientos a sus
actuaciones, etc.).
La influencia del modelo “neoliberal” es particularmente evidente en el modelo de
desarrollo húngaro. La atracción de EMN hacia las industrias dinámicas como la
electrónica y la industria del motor fue la prioridad en Hungría inmediatamente después
del colapso de la economía planificada y desde mediados de los noventa en los otros
países. Las autoridades húngaras establecieron una política muy permisiva con las IED.
La prioridad fue otorgada a las industrias de tecnología alta y media-alta (biotecnología,
electrónica y automoción), dado que estos sectores son los más dinámicos en el
comercio internacional y contribuyen a la reducción del gap tecnológico con el núcleo
de los países de la UE.
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Como hemos visto, estos cuatro PEC han tenido éxito en la atracción de EMN
productoras de bienes de alta y media-alta tecnología, las cuales los han orientado hacia
una nueva pauta de especialización, abandonando progresivamente los sectores
tradicionales
(alimentación,
vestido,
manufacturas
básicas,
etc.),
basados
fundamentalmente en recursos naturales y de baja intensidad en conocimiento, capital e
I+D, y potenciado los productos de alta y media-alta tecnología, los cuales representan
actualmente alrededor del 70% de las exportaciones manufactureras húngaras y cerca
del 60% de las checas.
Pero la adopción por parte de la República Checa, Hungría, Polonia y Eslovaquia del
modelo “neoliberal” ha contribuido en gran medida a la emergencia de una economía
fuertemente dializada (Puig, 2008). En primer lugar, porque la fuerte integración de las
filiales de propiedad extranjera en las redes internacionales ha reducido sus necesidades
de proveerse a partir de empresas domésticas. Si bien es cierto que la elección de una
estrategia orientada a la exportación por parte de las EMN implantadas en alguno de
estos cuatro PEC junto con un entorno muy favorable para las IED puede incentivar las
transferencias de tecnología y conocimientos a los proveedores domésticos que formen
parte de la cadena de valor de la EMN, es igualmente cierto que la mayor parte de los
proveedores de primer grado utilizados por sus filiales en los PEC son también firmas
de propiedad extranjera, las cuales se han desplazado a los PEC siguiendo a sus
multinacionales de referencia.
En segundo lugar, porque los países de Europa Central han ido vendiendo sus mayores
y mejores firmas de propiedad estatal a los inversores extranjeros. Hungría fue el primer
país en vender muchas de las mayores compañías estatales a los propietarios
extranjeros, pero la República Checa, Polonia y Eslovaquia siguieron progresivamente
el esquema húngaro727. En consecuencia, a mediados de los 2000 las mayores firmas en
la República Checa, Hungría, Polonia y Eslovaquia estaban controladas por extranjeros.
727
En la República Checa, sobre unas 5.000 grandes firmas privatizadas, sólo 144 fueron vendidas a
inversores extranjeros, pero las ventas directas a los inversores extranjeros representaron más de la mitad
de todos los ingresos procedentes de la privatización a gran escala. En Polonia, entre 1990 y 1998 la IED
fue responsable del 45% de todos los ingresos de la privatización.
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Algunos sectores, como las industrias del motor y de la electrónica, están incluso casi
exclusivamente dominadas por firmas extranjera.
Y, en tercer lugar, porque la amplitud del gap tecnológico entre las EMN en industrias
de alta tecnología y las firmas domésticas reduce la capacidad de absorber nueva
tecnología y, por consiguiente, desincentiva a las primeras a colaborar con las segundas.
Si, además, al privilegiar un entorno muy acogedor para las IED, las autoridades
renuncian a la posibilidad de intervenir en las decisiones organizativas de las EMN,
éstas se acabaran comportando en gran medida como enclaves aislados dentro del
conjunto productivo local y explicará la ausencia de spillovers verticales.
Las debilidades del sector doméstico en Europa Central veinte años después del inicio
de la transición es en gran medida el resultado de la adopción del modelo “neoliberal”.
Esta política muy favorable a las IED ha sido exitosa a la hora de atraer masivamente
flujos de IED en sectores intensivos en tecnología y ha contribuido a la reintegración de
estos países en las relaciones económicas internacionales. Pero, a la vez, la adopción de
una política no coercitiva ha privado a las autoridades de la oportunidad de perseguir
una política industrial estratégica. Al renunciar progresivamente a los instrumentos de
una política industrial, los países de Europa Central han condicionado el desarrollo de
su industria doméstica al impacto catalizador de las EMN.
El resultado de esta dinámica es la presencia de dos grandes grupos productivos
netamente diferenciados: por un lado, las filiales locales de las EMN enmarcadas dentro
de las empresas más eficientes del mundo y, por otro lado, las firmas domésticas
adaptándose a las nuevas reglas del juego y luchando por sobrevivir.
No obstante, sólo cuatro de los cinco PEC siguieron el modelo “neoliberal”. Eslovenia
optó por un modelo de desarrollo más equilibrado, implementando una política en
relación a la IED menos permisiva que el resto de países de la zona: por ejemplo, el tipo
impositivo sobre beneficios empresariales a mediados de la década del 2000 ascendía al
25%, las políticas de privatización eslovenas incluyeron muchos buy-outs internos, los
bancos y los servicios públicos son todavía de propiedad estatal,… Ciertamente, desde
comienzos de los 2000 algunas grandes firmas han sido compradas por inversores
extranjeros, pero la economía eslovena se mantiene dominada por el capital doméstico.
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Esta diferente estrategia explica por qué los indicadores relativos de IED son inferiores
en Eslovenia que en los otros cuatro países (tabla).
Porcentaje de las firmas de propiedad extranjera en las manufacturas (2001) (en
%)
Valor añadido Ocupación Ventas Exportaciones
Eslovaquia
56,1
36,4
59,3
74,9
Eslovenia
23,5
19,4
29,4
40,9
Hungría
64,9
45,2
72,5
87,9
Polonia
52,0
32,9
52,0
66,2
República Checa
48,5
34,1
53,3
69,0
Promedio
49,0
33,6
53,3
67,8
Fuente: WIIW Database, 2007
Pero, a pesar de ello, el proceso de transformación productiva y de especialización
seguido por la economía eslovena también ha sido en el sentido de abandono progresivo
de las producciones tradicionales y potenciación de los sectores de alta y media-alta
tecnología. Pero esta dinámica ha sido liderada por las empresas domésticas y los
inversores extranjeros han sido un medio dentro de la estrategia global de cambio y no
un fin en si mismo. El resultado ha sido un tejido productivo menos segmentado y
dualizado y unas inversiones extranjeras de menor cantidad pero más arraigadas en el
entorno local y, por consiguiente, menos deslocalizables y volátiles.
6. Entradas de IED y potencial de futuro
Una forma simple de analizar la IED es a través de la comparación de los valores
absolutos de las entradas en las economías receptoras o del cálculo de las
participaciones de IED en la inversión nacional. Sin embargo, esas comparaciones no
tienen en cuenta el tamaño de la economía receptora y parece razonable suponer que
economías grandes en cuanto a su PIB conseguirán más IED. Es interesante valorar qué
economías tienen más facilidad para captar IED a través de indicadores que tenga en
cuenta el efecto de otros factores, además de la dimensión, que son importantes para los
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inversores extranjeros. En este sentido, habitualmente se usan dos índices de inversión
extranjera: el Índice de Entradas Efectivas y el Índice Potencial, cuyos componentes se
pueden consultar en UNCTAD, 2006.
El Índice de Entradas Efectivas de IED es un ratio entre la participación individual de
los flujos de IED del país sobre la de un conjunto de países y la participación del PIB
sobre el de esos mismos países. Este índice tiene en cuenta el tamaño relativo de la
economía del tal forma que países con un valor del índice mayor que uno atraen más
IDE de lo esperado a priori en base a su PIB. Sin embargo, no es posible recoger a
través de este índice otros factores de las economías receptoras que pueden afectar a la
IDE. Por ello se usa el Índice Potencial.
El Índice Potencial intenta recoger factores sociales, políticos e institucionales que
pueden ser relevantes a nivel nacional para los inversores extranjeros. Por lo tanto, este
índice está construido en base a factores claves, que se espera que afecten a la IDE. Las
variables que constituyen este índice son: el ratio de crecimiento del PIB, el PIB per
cápita, la participación de las exportaciones en el PIB, el número de líneas de teléfono
por cada 1000 habitantes, el consumo de energía industrial per cápita, la participación
del gasto en I&D sobre el PIB y el porcentaje de población de edades entre 25 y 64 años
con estudios secundarios. El índice Potencial de IDE se obtiene como una media no
ponderada de los valores normalizados de las anteriores variables.
Vázquez & Iglesias (2009) calculan estos dos índices para el período 2001-2003
considerando tanto a algunos de los países incorporados a la Unión Europea en 2004
como a España, Portugal y Grecia (tabla).
Tabla. Índices de Entradas Efectivas y Potencial de IED (2001-2003)
De entradas efectivas
Potencial
Valor
Ranking
Valor Ranking
Eslovaquia
1,31
4
0,53
5
Eslovenia
0,85
6
0,71
1
España
1,43
2
0,52
7
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Estonia
1,51
1
0,59
4
Grecia
0,17
12
0,45
8
Hungría
0,87
5
0,52
6
Letonia
0,66
8
0,34
10
Lituania
0,56
9
0,45
9
Malta
0,41
11
0,63
3
Polonia
0,49
10
0,29
12
Portugal
0,74
7
0,32
11
Rep. Checa
1,40
3
0,69
2
Fuente: Vázquez & Iglesias, 2009 (a partir de datos de FMI, UNCTAD y Eurostat)
El ranking de países para el Índice de Entradas Efectivas proporciona resultados
interesantes (tabla). Los países con un valor del índice mayor que uno son: un país
mediterráneo (España), y tres economías del este (Estonia, R. Checa y R. Eslovaca). Las
3 últimas posiciones en el ranking corresponden a un país muy pequeño (Malta), a
Grecia y Polonia. Los países con un valor del Índice de Entradas Efectivas mayor que
uno incluyen economías cuya IDE refleja posiciones estratégicas de algunas empresas
que buscan bajos costes y participaciones de mercado en estados emergentes
económicamente y geográficamente mejor posicionados. Los países con bajos valores
del Índice de Entradas Efectiva son algo heterogéneos. Grecia se encuentra todavía
distante del resto de países comunitarios, a pesar de ser miembro de la UE desde 1981,
ya que no ha mejorado sus condiciones de inversión suficientemente para competir de
manera efectiva por la IDE. Malta es un país pequeño y básicamente turístico, y Polonia
tiene una economía en transición que no proporciona la suficiente confianza a los
inversores extranjeros.
El Índice Potencial de IDE nos revela aspectos interesantes. Este índice se basa en
factores que recogen el nivel de desarrollo económico y la estructura productiva de los
países. Los tres primeros728 incluyen tres economías con más altos niveles de PIB per
728
No se incluye Malta ya que los datos de algunas variables que componen este índice no
están disponibles para Malta (gasto en I&D y porcentaje de población de edades entre 25 a 64
con estudios secundarios).
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capita -Eslovenia, R. Checa y Estonia- de entre los diez países que accedieron a la UE
en el 2004. Los tres países en los últimos puestos del ranking son dos países con
economías en transición - Polonia y Letonia- y un país desarrollado como es Portugal.
En base a los resultados que presentan estos países en ambos índices, estos mismos
autores proponen una clasificación de los países de la siguiente forma:
“Líderes” Países con un alto índice de entradas efectivas (es decir, por encima del valor
medio del ranking en el índice de entradas efectivas) y un alto potencial (es decir, por
encima del valor medio del ranking en el índice potencial).
“Por debajo de su potencial” Países con alto índice de entradas efectivas (es decir, por
encima del valor medio del ranking en el índice de entradas efectivas) y bajo potencial
(es decir, por debajo del valor medio del ranking en el índice potencial).
“Por encima de su potencial” Países con bajo índice de entradas efectivas (es decir, por
debajo del valor medio del ranking en el índice de entradas efectivas) y alto potencial
(es decir, por encima del valor medio del ranking en el índice potencial).
“Poco favorecidos.” Países con bajo índice de entradas efectivas (es decir, por debajo
del valor medio del ranking en el índice de entradas efectivas) y bajo potencial (es decir,
por debajo del valor medio del ranking en el índice potencial).
En el 2001-2003, hay 4 países líderes, países que disfrutan de altos índices de Entradas
Efectivas y Potencial (tabla). Este grupo engloba a países que están cercanos
geográficamente a economías desarrolladas como Estonia (países escandinavos), R.
Checa (Alemania y Holanda), Eslovenia (Austria e Italia), R. Eslovaca y Hungría
(Alemania y Austria). Hay 5 países poco favorecidos -Letonia, Lituania, Polonia,
Portugal y Grecia- cuyas economías no son lo suficientemente competitivas y
privilegiadas para capturar capital externo y por ello la cantidad de flujos de IDE que
están recibiendo es coherente con esta situación. En el grupo de economías por encima
de su potencial se encuentra España lo que indica una capacidad para captar IDE
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superior a la esperada según sus indicadores estructurales. El grupo de economías por
debajo de su potencial incluye a un país muy pequeño Malta orientado básicamente al
turismo.
Tabla. Clasificación de países a través de los índices de entradas efectivas y
potencial de IED
Alto
potencial
Bajo
Alto índice de entradas efectivas
Bajo índice de entradas efectivas
Líderes: República Checa, Estonia,
Por debajo de su potencial
Eslovaquia, Hungría y Eslovenia
Por encima de su potencial: España
potencial
Poco favorecidos: Letonia,
Lituania, Polonia, Portugal y
Grecia
Fuente: Vázquez & Iglesias, 2009 (a partir de datos de FMI, UNCTAD y Eurostat)
En síntesis, y si tomamos en consideración exclusivamente los resultados de los cinco
PEC objetivo de nuestro trabajo, observamos las buenas perspectivas para cuatro de
ellos, incluyendo Eslovenia a pesar que este país haya implementado unas políticas en
relación a las IED mucho menos favorables que los otros tres, seguidores claros del
modelo “neoliberal”.
7. Conclusiones
Las EMN presentes en los PEC han actuado orientadas en su mayoría hacia las
exportaciones, lo cual ha modificado profundamente la especialización de los países de
Europa Central, desarrollándose las exportaciones, por ejemplo, en campos como la
electrónica o la automoción. Al igual que los países de Europa Occidental, los PEC
están actualmente comerciando en industrias de alta y media-alta tecnología (y
formación). Pero el efecto positivo de las EMN orientadas a la exportación se mantiene
no obstante limitado debido al bajo valor añadido local, explicado por la especialización
en procesos de escaso valor añadido.
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Los PEC han sido exitosos en limitar las inversiones dirigidas a sectores tradicionales,
basados en recursos naturales y humanos, de baja tecnología y de baja intensidad en
formación. Pero privilegiar industrias de alta y media-alta tecnología, como la
electrónica y las industrias de la automoción, no es una garantía de un desarrollo
económico positivo en el largo plazo: las filiales extranjeras, las cuales están
fuertemente integradas en las redes europeas pueden limitar las interacciones con el
entorno doméstico. Sus efectos totales dependerán principalmente de la capacidad de los
PEC de estimular los vínculos entre las filiales extranjeras y los actores locales (firmas,
escuelas, universidades, centros de investigación, etc.), lo cual debería derivar en un
incrementar del valor añadido local y en la emergencia de de firmas medianas y
pequeñas, de propiedad local, competitivas en un entorno altamente globalizado.
Para ello, será clave el papel que juegue la política industrial de estos países. En este
sentido, y en términos generales, es posible identificar dos variedades principales de
políticas de IED, el modelo “neoliberal” y el modelo “asiático” (por ser el que han
seguido Taiwán y Corea y, más recientemente, China). Ambos modelos intentan
promover una estrategia orientada a la exportación a través de la apertura del país a la
IED. Pero mientras que la variante “neoliberal” está basada en la atracción masiva de
IED a través de una política muy favorable a las IED, el modelo “asiático” es mucho
más restrictivo para la IED: éste es dirigido a promover las prioridades nacionales y en
particular la emergencia de firmas domésticas competitivas.
Los países de Europa Central han tenido éxito en la atracción de IED desde mediados de
los noventa, pero han fallado en el objetivo de transformas a las empresas domésticas a
través de las esperadas transferencias de tecnologías y conocimiento. Esta debilidad
puede ser atribuida, en gran medida, a la adopción por parte de los PEC del modelo
“neoliberal”. Este modelo ha tenido numerosos efectos positivos en Europa Central
tales como la creación de firmas de propiedad extranjera en las industrias de alta
tecnología, la integración de estos países en el comercio mundial y la creación de una
nueva ventaja comparativa. Pero la ausencia estatal en la dirección y guía de las IED ha
dado a las EMN total libertad en la organización de sus actividades. Las EMN han
conseguido diversas ventajas que se les han ofrecido –tales como la oportunidad de
comprar las mejores firmas privatizadas o desarrollar la intensidad de comercio
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intraEMN- sin ser obligadas a desarrollar la interacción con el entorno local con el
objetivo de contribuir a la creación de firmas domésticas competitivas.
Sólo un país se aleja de este planteamiento, Eslovenia, el cual ha sido fiel seguidor del
modelo asiático. Y en este sentido, el caso esloveno confirma que esta variante tiene
mayores efectos reestructuradores, dualiza mucho menos al tejido productivo local y
además no parece ser un freno para el interés de las EMN a implantarse en países que
implementen políticas menos generosas con las IED entrantes. Lo confirma la evolución
de los índices de entradas efectivas y potencial. Cuatro de los cinco
países
considerados, incluyendo Eslovenia, presentan buenas perspectivas de futuro mientras
que Polonia, país seguidor del modelo “neoliberal” muestra unas expectativas
netamente peores.
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Anexo estadístico
País
Stock de IED en
Stock IED
Promedio de los flujos anuales
millones de dólares
en % PIB
de IED en % de la FBCF
(1990 – 2009)
(2009)
(1990 – 2009)
Eslovaquia
50.258
57,1
18,02
Eslovenia
15.237
31,4
6,53
Hungría
248.681
194,3
53,70
Polonia
182.799
42,5
14,67
República Checa
115.899
60,9
17,56
Total PEC-5
612.874
77,26
22,09
Página 1312 de 1374
España
670.550
45,9
11,29
México
309.523
35,4
12,86
India
163.959
12,9
3,44
Irlanda
193.302
85,1
26,86
Corea
110.770
13,3
2,33
Fuente: UNCTAD, World Investment Report 2010 y elaboración propia
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