YOGA SUTRAS DE PATANLLALI I Samadhi Pada (51 sutras) - Absorción en los principios de] universo. PATANLLALI define el yoga en el sutra segundo, pero no como "método", ni como "sistema cognoscitivo" sino como estado de conciencia en el que los vrittis, "acciones o modificaciones mentales' han sido detenidos. El objetivo de Yoga Sadhana es alcanzar ese estado. Define a Ishvara como Maestro (en ningún momento se refiere a Ishvara como creador) y la devoción a Ishvara como la vía hacía la realización. Describe las dificultades en la práctica y formas de superarlas. Definición de Yoga. Definición de mente, y sus funciones. Como alcanza la mente el estado de yoga. Características y cualidades iniciales del practicante de yoga. Dios, Maestro Universal. Posibles interrupciones en el camino del yoga: síntomas y tratamiento. En el segundo aforismo del primer capítulo Patanjali define el yoga como el cese de las modificaciones mentales. Debemos tener en cuenta que lo que llamamos mente no es un objeto, sino un proceso dinámico que está condicionado por la actividad de las tres gunas: sattwa, rajas y tamas. Las gunas son las tres fuerzas o cualidades básicas que, según estipula la filosofía Samkhya, constituyen toda la materia y rigen el funcionamiento de la mente individual (antah karana). Las tres gunas inter-actuan entre sí y su actividad fluctúa continuamente, originando las distintas modificaciones mentales. Cuando predomina sattwa (pureza) la mente permanece concentrada y desaparecen las modificaciones mentales. Si domina rajas (actividad) la mente se agita y disipa. El predominio de tamas (inercia) hace que la mente se torne perezosa, tensa y aturdida. Mediante las técnicas del Raja Yoga el practicante intenta equilibrar la actividad de las gunas, aumentando la cualidad sattwica (pureza) de su mente y disminuyendo las tendencias rajásica y tamásica. Cuando consigue que se neutralice la actividad de rajas (actividad) y tamas (inercia) la mente queda inmóvil como las aguas de un lago en calma. Entonces el yogui puede ver el fondo del lago y se le revela su verdadera naturaleza. Mientras subsiste la actividad de rajas y tamas las aguas permanecen agitadas y turbias resultando imposible atisbar los niveles profundos de la mente y lo que está más allá de esta. Mediante la práctica de las técnicas del Raja Yoga, el sadhaka (aspirante) equilibra la actividad de las gunas y consigue disolver las modificaciones mentales a nivel consciente, subconsciente e inconsciente. En los aforismos que van del cinco al once, se detallan los distintos tipos de modificaciones que sufre la sustancia mental. Dichas modificaciones son las formas que adopta aquella al identificarse con los objetos. Las modificaciones hacen que el sujeto se identifique con la actividad de !u mente, lo que le impide conocer su verdadera naturaleza (el Ser o Purusha). Las modificaciones mentales se llaman vrittis y son de cinco tipos: • Pramana: conocimiento verdadero. • Viparpaya: conocimiento erróneo. • Vikalpa: imaginación. • Nidra: sueño. • Smtiti: memoria. Los cinco tipos de modificaciones mentales suceden dentro de las tres dimensiones de la mente e incluyen todos los estados mentales y el material que conforma la mente individual. Incluso uno de los grados del samadhi, el savikaipa samadhi es también un vritti y debe ser trascendido para llegar a conocer nuestra verdadera naturaleza esencial, eterna e infinita. En el aforismo número doce ya se mencionan dos importantes métodos que son claves para conseguir la eliminación de los vrittis (modificaciones mentales); estos son: • • Abhyasa La práctica constante. Vairagya El desapego, la desidentificación. ABHYASA. La práctica constante. Abhyasa es el punto de partida para eliminar las modificaciones mentales. Por la práctica constante se destruyen los viejos hábitos y las tendencias mecánicas de la mente. Cuando el adepto se establece en abhyasa, la sadhana (práctica personal) impregna su inconsciente y empieza a formar parte de su personalidad, actuando desde las profundidades de su mente. Hay que notar que la práctica constante no es una lucha contra la naturaleza de la mente, sino el medio para disolver los condicionamientos, las pautas mecánicas de comportamiento adquiridas en el pasado. Abhyasa está basada en una repetición continua que permite permanecer plenamente conscientes del momento presente. Una práctica interna que hace posible el mantener una conciencia de observador sin prejuicios ni ideas preconcebidas. La esencia de la práctica constante es estar más alerta en cada momento, en cada instante. El estado de alerta impide que los hábitos ejerzan su influencia. En otro sentido, abhyasa implica entrar en las prácticas con amor, devoción y reverencia. Con dicha actitud su efecto penetra rápida y profundamente. La sadhana se transforma en una experiencia gozosa de la que al adepto disfruta plenamente. Hay tres características que definen la verdadera abhyasa: a) La práctica debe realizarse con completa fe. b) Debe ser una práctica continua y no interrumpida. c) Debe practicarse por largo tiempo. Cuando se integran estas tres características la práctica de abhyasa dará como resultado la cesación de las modificaciones mentales (vrittis). VAIRAGYA. El desapego. La palabra vairagya significa desapego, des-identificación y es una actitud interna que libera de los deseos que despiertan los objetos de los sentidos y también de la esclavitud que puede ocasionar el ansia desmesurada de liberación o desarrollo espiritual. El desapego nada tiene que ver con el desinterés. Su esencia es no depender de nada, no basar la propia felicidad en la dependencia de los objetos del mundo exterior ni de los éxtasis espirituales. Vairagya implica una actitud de aceptación total de lo que la vida trae en cada momento. Algunos aspirantes realizan sus prácticas esperando resultados rápidos que satisfagan sus expectativas. Dicha actitud genera una tensión interna que bloquea los efectos de la práctica y mantiene al adepto atrapado en el deseo. Vairagya conlleva el desembarazarse de las propias expectativas y el desapego respecto de los resultados de nuestras acciones. Cuando se vive en esta actitud la mente permanece libre, silenciosa y en paz y los beneficios de la práctica (sadhana) afluyen naturalmente. En la práctica hay dos niveles de Viragya. En el primero el aspirante cultiva la actitud de desapego y des-identificación, pero todavía es afectado por raga (la atracción) y dwesha (aversión, repulsión). Es un vairagya inferior en el que existe cierto control sobre el deseo. En el segundo nivel o vairagya superior, el deseo ha desaparecido por completo. Este tipo de vairagya acontece cuando el adepto ya ha experimentado en sí mismo el Ser (Purusha), cuando ha alcanzado la última meta. Podemos concluir añadiendo que la práctica constante es el medio y el desapego la meta. Desde el principio del camino (abhyasa), hay que plantar la semilla del desapego (vairagya) para que pueda ir floreciendo durante el transcurso de la sadhana (entrenamiento personal). A partir del aforismo número diecisiete se explican las diferentes categorías del samadhi (estado de súper conciencia) y cómo pueden ser alcanzadas. Se apuntan como causas de la obtención del samadhi, las siguientes: • Los méritos adquiridos en vidas anteriores. • Poseer una gran fe y voluntad. • Tener un gran anhelo por su consecución. • La devoción a Ishwara (la divinidad) [Hay que notar la actitud abierta de Patanjali pues, aunque su sistema no es teísta, admite la posibilidad de que la devoción a Dios puede llevar a alcanzar el samadhi). • La repetición y meditación en el mantra OM. En los aforismos treinta y treinta y uno, se mencionan los obstáculos que encuentra el yogui en su sendero, los elementos que dispersan su mente. Estos son: la enfermedad, la apatía, la duda, la vacilación, la pereza, los apegos, la percepción errónea, la incapacidad para la concentración, la inestabilidad, el dolor, la depresión, el temblor del cuerpo y la respiración a-rritmica. En aforismos posteriores se explica que todos los obstáculos pueden superarse mediante: • La concentración en una sola cosa. • Cultivando las cualidades opuestas. • Por el control de la respiración. • Por la concentración en las percepciones sensoriales. • Por la concentración en la luz interior. • Por el desapego hacia los objetos materiales. • A través del sueño consciente. • Meditando en algo que interese al practicante. A partir del aforismo número cuarenta y uno, se analizan las características del samadhi con y sin semilla (soporte) y, el proceso de purificación mental que lleva del uno al otro. II Sadhana Pada (55 sutras) - Las practicas que conducen al yoga. Habla sobre los obstáculos a la percepción correcta (los cinco kleshas) y propone el Kriya Yoga como remedio frente a dichos obstáculos, enumera los ocho miembros y describe los cinco primeros. Este segundo capítulo está especialmente indicado para los aprendices. Seguramente es el que deberían comenzar a estudiar quienes se inician en la práctica del yoga. Obstáculos a la clara percepción de la realidad. Sus características y efectos. Los actos realizados bajo el efecto de los obstáculos y sus efectos dolorosos. La confusión de lo que percibe y lo que es percibido. Existencia y características de lo que es percibido: los Gunas. La claridad en la percepción de la realidad, base del bienestar. El proceso del Yoga consiste en el gradual crecimiento de sus ocho miembros: descripción de los dos primeros (Yamas y Niyamas) y de sus efectos. . A continuación se enumeran los keshas, las aflicciones o impedimentos que dificultan la concentración perfecta. Los impedimentos son de cinco clases: • Avidya: La ignorancia. Es la causa de todos los demás y con su eliminación desaparecen también los otros impedimentos. • Asmita: La identificación, el ego. • Raga: El deseo, la atracción, el apego. • Dwesha: La aversión, la repulsión, el odio. • Abhinivesha: El anhelo de vivir, el miedo a la muerte. En los aforismos diez y once, se prescriben dos métodos para eliminar los impedimentos a) Cultivar las cualidades mentales opuestas. b) La meditación. La meditación es la vía más directa para purificar la mente. Por su práctica son desenmascarados y eliminados los elementos que la perturban: las impresiones mentales latentes (samskaras) y los deseos profundamente arraigados (vasanas). En los últimos aforismos de este capítulo, Patanjali enumera los ocho grados del Raja Yoga, las ocho etapas que hay que desarrollar para obtener el Conocimiento Superior, el estado de Yoga. Termina explicando las características de los cinco primeros grados (andas). 1. Yama: Código social, abstinencias. 2. Niyama: Código personal, normas. 3. Asana: Postura. 4. Pranayama: Regulación de la respiración. 5. Pratyahara: Aislamiento sensorial o interiorización. 6. Dharana: Concentración. 7. Dhyana: Meditación. 8. Samadhi: Superconciencia. Los cinco primeros grados se conocen como yoga externo (bahiranga yoga) y los tres últimos como samyama o yoga interno (antaranga yoga). El recorrido gradual y sistemático por los ocho grados, es la clave para alcanzar el estado de samadhi o Conciencia Cósmica. III Vibhuti Pada (55 sutras) - Los logros que se alcanzan a través de, la practica. Describe los tres últimos miembros y los llama en conjunto Sanyama. Dharana, Dhyana y Samadhi son estados progresivos de absorción de la mente. En cierto modo son frutos de la práctica. Se mencionan los logros (Siddhis) que surgen y derivan de la práctica de Sanyama, de sus peligros y de la libertad (Kaivalya) como finalidad última. En los primeros aforismos del capítulo III, se detallan las características del Samyama Yoga (yoga interno) y cómo, a través del perfeccionamiento de su práctica (concentración, meditación y superconciencia), se adquiere el Conocimiento Superior. En aforismos posteriores se explica que la práctica de samyama sobre determinados soportes, otorga diferentes poderes psíquicos (siddhis), por ejemplo: A través del samyama yoga (yoga interno), se consigue también conocer el momento de la propia muerte, el conocimiento del Ser (Purusha), el conocimiento de otras mentes, vencer la sed y el hambre, etc. Hasta el final del capítulo se continúa enumerando los poderes psíquicos que puede obtener el yogui mediante la práctica de samyama; entre otros la levitación, el desplazarse en el espacio, la perfección de los órganos de los sentidos, los poderes físicos como la capacidad de volverse pequeño, pesado, ligero, transformarse en luz; la capacidad de crear y destruir a voluntad, la omnipotencia y la omnisciencia. Pero en el aforismo número treinta y ocho se expresa claramente que aunque los poderes psíquicos (siddhis) son eficaces en la experiencia ordinaria, representan un gran obstáculo respecto a la obtención del samadhi (superconciencia). Los poderes psíquicos aparecen de forma temporal como fruto de la sadhana (práctica personal). Todos los maestros están de acuerdo en que no hay que desestimarlos, pero tampoco prestarles una atención especial. Los poderes psíquicos son un síntoma claro del progreso del aspirante, aunque el verdadero Yogui nunca pretende obtenerlos voluntariamente. Muchos maestros advierten de los peligros que conllevan los siddhis, pues algunos practicantes al sentirse intensamente atraídos por los poderes psíquicos olvidan su verdadero objetivo y terminan por apartarse de su camino de perfeccionamiento. IV Kaivalya Pada (34 sutras) - la liberación espiritual. Habla sobre el cambio, el karma, los deseos, la realidad, los objetos y sus cualidades y la libertad definitiva, cuando las tres gunas dejan de tener efecto. Los Gunas, base del cambio. Realidad de las cosas que percibimos. Lo que percibe en nosotros se diferencia progresivamente de lo que es percibido. Progresivo acercamiento hacia el estado de claridad. El último capítulo es más corto que los anteriores. El contenido de sus aforismos es más denso, y resulta más difícil de entender. En los primeros aforismos se concluye el estudio de los poderes psíquicos. En el primer aforismo se especifican los medios para obtener dichos poderes: En el aforismo sexto se precisa que de los métodos anteriores que pueden otorgar los siddhis, sólo la meditación que lleva al samadhi no acumula impresiones que contribuyan a aumentar el depósito kármico. Los aforismos que van del siete al once están dedicados a la liberación de las ataduras que generan las impresiones latentes y al vaciamiento total del depósito kármico. Se explica el origen profundo de los vasanas (deseos profundamente arraigados) y cómo la única forma de eliminarlos radica en destruir la conexión entre la causa y el efecto. La causa de los vasanas son los cinco impedimentos (a ignorancia, la identificación o ego, el apego, la aversión y el miedo a la muerte) que ya fueron mencionados en el capítulo II. Vuelve a insistiese aquí en la necesidad de eliminar los impedimentos para obtener la liberación de los vasanas y el karma. También se analizan en este capítulo temas como el tiempo, la naturaleza de la mente y sus limitaciones, el proceso de la percepción, etc. En el aforismo número veintidós se emite una sentencia importante: "Cuando el Sí Mismo que permanece libre e independiente de los objetos, se refleja en el contenido mental, entonces deviene la percepción de la verdadera naturaleza." La parte final del capítulo está dedicada a las últimas etapas que llevan a la liberación final (estado de Súper conciencia). Con la aparición de la discriminación superior, cesa el proceso de identificación con la propia mente. Todavía seguirán apareciendo impresiones, pero serán eliminadas de la misma forma que se comentó anteriormente. Cuando se han eliminado los impedimentos cesa la actividad de las gunas (pureza, actividad, inercia) y, por tanto, las modificaciones mentales. Entonces el yogui se establece definitivamente en su naturaleza Real, el Ser. Sin lugar a dudas, la obra de Patanllali merece un estudio a fondo por parte de todo practicante que aspire a profundizar en el conocimiento de su mente y en el proceso meditativo que. conduce a la trascendencia.