Comodoro Rivadavia, 09 de Septiembre de 2005 A la Sra. Supervisora Nivel Medio y Polimodal Prof. María Quiles S / D: El motivo de la presente es para realizar el descargo correspondiente a las quejas presentadas por alumnos de la Escuela de Nivel Medio Nro. 755 donde imparto clases de Matemática y Física. Las mismas me han sido comunicadas por la Sra. Supervisora el día 02 de Septiembre del corriente año y como ha ocurrido en otra oportunidad de una manera vaga sin mayores precisiones. Ante esta situación no podré realizar más que una global y somera exposición sobre mi labor cuestionada. Ante todo voy a realizar una descripción de las características especiales que se viven en cada una de las divisiones para que se pueda contar con un nuevo elemento de análisis. Hay que tener en cuenta que en estos momentos se pueden apreciar que en cada uno de los años una combinación entre adolescentes y personas mayores muy significativa. Mientras en tercero la mayoría de los alumnos son adultos, en segundo año podemos observar que es prácticamente equilibrada la constitución de cada división; para finalmente encontrarnos que en primer año la mayoría casi absoluta son adolescentes. En casi todos los casos estos alumnos han tenido en época muy reciente diversas experiencias en otros establecimientos educacionales que se pueden calificar como muy pobres tanto en la parte actitudinal, como académica propiamente dicha. Es así que podemos encontrar alumnos de muy bajo desempeño escolar, que van como producto de la baja estima, problemas familiares, de concentración, disciplinarios, etc. 1ro. 1ra. Esta división es de las más controversiales del momento ya que diferentes profesores se han quejado de su desempeño en lo que va del año lectivo. Llegando el caso que un profesor decidiera renunciar a horas cátedra ante las faltas de respeto del alumnado. Aquí podemos encontrar una mayoría de adolescentes que en caso de interesarle el tema de la materia solo puede establecer algunos minutos de atención. Luego de ello se dedican a conversar entre ellos. En otros casos se dedican a dibujar y a escondidas enviar y recibir mensajes de texto. Con respecto a esto debo mencionar que continuamente durante el primer cuatrimestre en cada hora y cada día, en caso de observar a algún alumno utilizar el teléfono celular, se lo retiraba para entregárselo al final de la hora. A pesar de ello continúan realizando esta práctica ya que no les importa tener un comportamiento acorde al lugar donde se encuentran. Su predisposición al estudio es relativa y muy volátil. Hay que tener en cuenta que la mayoría de ellos han visto algunos de los temas en más de una ocasión en sus diferentes pasos por colegios. Sin que esto signifique que hayan comprendido y aprendido los mismos. En estos momentos se puede decir que a pesar que algunos han tomado conciencia, gracias a la intervención de terceros, otros continúan obrando de la misma manera. Debido al comportamiento de los adolescentes la única persona mayor que concurría a dicha división pidió se la cambie de aula ya que no soportaba el ambiente reinante. Cada día que ingreso a impartir clase debo llamar la atención de aquellos que lucen un cubrecabeza para que se descubran, y dejen de utilizar los teléfonos. Esto se da no solo entre el personal masculino sino también, y es de destacar, entre las señoritas que en mas de una oportunidad hacen gala de un lenguaje soez y chabacano. Con actitudes propias de un potrero mas que de una educación asimilada en tantos años de concurrencia a establecimientos educacionales. Este es el primer año, que recuerde, en que un alumno es suspendido por haber falsificado sus notas trimestrales. No tienen sentido de ubicuidad, ya que están acostumbrados a proceder de manera tan antojadiza como caprichosa. En muchos casos tal vez producto de su inmadurez. Esto repercute en la enseñanza de las diferentes materias. Su preocupación por concurrir a clase solo se reduce a una mera cuestión social más que al sentido de sacrificio y voluntad de crecer intelectualmente. El porcentaje de asistencia es bajo. A pesar que la mayoría no trabaja se puede ver que en clase completan o desarrollan las tareas de otras materias, mientras el resto de sus compañeros acompañan la explicación del tema. Todas sugerencias para que cambien de actitud, no son tomadas en cuenta. 1ro. 2da. Aquí la mayoría siguen siendo los adolescentes, aunque podemos observar a algunos adultos. La concurrencia a clase es totalmente diferente a la de la división anterior. Ya que es muy difícil que los alumnos falten. Poseen las mismas características que en 1ro. 1ra., aunque atenuadas. Salvo un par de alumnas de sexo femenino que son las causantes de los mayores desordenes en horas de clase debido a su irresponsabilidad y reiteradas faltas de respeto. Llegando incluso a proferir insultos en momentos de ser amonestadas. Este fue el primer año en que tuve que solicitar la intervención de la Sra. Preceptora para que retirara del aula y aconsejara a la alumna. En un par de oportunidades los encargados de la limpieza del establecimiento han hecho mención de la falta de higiene y educación al encontrar salivaciones en el piso. El resto de los educandos se debaten entre la desidia y la aparente aceptación, o en algunos casos resignación a cumplir con las tareas asignadas. Salvo honrosas excepciones. 2do. 1ra., 2do. 2da. En estas divisiones la composición es mas equilibrada, como lo he señalado anteriormente, lo que produce que el desempeño sea más cercano a lo ideal. Los inconvenientes se presentan en aquellas personas que han ingresado directamente en segundo año debido a sus certificados escolares. Pero aquí reside el mayor inconveniente o los alumnos así promovidos han permanecido mucho tiempo sin estudiar o sus conocimientos no son los adecuados para cursar las materias exactas. Es por ello que se producen deserciones en estas materias al tener dificultades para la comprensión de las explicaciones teóricas y la puesta en práctica de las mismas. Se puede apreciar que en determinados momentos las alumnas suelen entablar animadas charlas sobre vestimenta o lectura de catálogos de belleza. En caso de ser observadas suelen manifestar su enojo con peculiares muecas de desagrado. 3er. Año Aquí los adultos son mayoría y por lo tanto los niveles de compromiso son proporcionalmente directos a sus ansias de finalizar el año lectivo con la satisfacción de haber coronado sus esfuerzos con el conocimiento adquirido. No hay mayores inconvenientes, solo se dan algunos problemas de baja intensidad con los jóvenes que desean de alguna manera revertir su situación producto de la dejadez. En cada una de las divisiones suelo ubicarme en tres diferentes lugares, al frente del aula cuando explico los temas teóricos y prácticos, al fondo de la misma o en su defecto en la puerta de entrada para tener una visión de la totalidad de los alumnos cuando ellos están realizando los ejercicios. En ocasiones suelo recorrer los pasillos tratando de detectar los errores que cometen en la ejecución de los problemas. No dejo de asombrarme ante las más diversas actitudes que puedo detectar, lo que me lleva a permanecer observándolos sin dar créditos a lo que veo y escucho. En todas las divisiones y tal vez producto de su desconcentración, a su inquietud, a su propia naturaleza algunos alumnos se niegan a permanecer en sus aulas. En los últimos tiempos he tomado la iniciativa de elegir y asignar un tutor de su propio curso a aquellos alumnos que necesiten una asistencia mas personalizada, pues comprendo que hay personas que necesitan una explicación en un lenguaje más llano. No solo dicto las materias que me corresponden sino que en los casos que se me presenten donde pueda brindar mis conocimientos de otras asignaturas no tengo inconvenientes en prestarles mi atención y colaboración. La experiencia adquirida en este establecimiento me permite ser un educador tolerante y benevolente, mas no permisivo con los alumnos ante ciertas actitudes de los mismos. No hay que olvidar los problemas que se han presentado de diferentes adicciones que han acusado alumnos en años anteriores. Este es el panorama que como educador se me presenta en cada una de las divisiones. Esto lleva a que deba ir adaptándome a cada una de las situaciones sin dejar de lado, por supuesto, mis ideales y compromisos con la sociedad y sobre todo con los educandos. En otros descargos podrán encontrar una reseña mas detallada de mi desempeño como docente. Para finalizar y a modo de sugerencia creo que en el mínimo tiempo posible será importante contar con un gabinete psicopedagógico para poder de esta manera monitorear y, en casos que así lo requieran, mediar ante situaciones que se puedan presentar en el ámbito de este establecimiento. Motivado ante la creciente presencia de adolescentes con vivencias conflictivas que están mas allá de mi comprensión. Aunque desconozco los verdaderos motivos por los cuales haya personas que presenten quejas hacia mi persona con la finalidad de zanjar diferencias o sacar algún tipo de provecho, el modo de hacerlo se repite hasta el cansancio con los consiguientes errores y falacias; cayendo en los mismos vicios una y otra vez. Tal vez por pertenecer los alumnos a una misma zona de residencia o al hecho que muchos de ellos han tenido o tienen padres, hermanos, parientes y o amigos que han cursado sus estudios en el establecimiento; lo que les da un conocimiento previo del pasado de los hechos institucionales. Esto ya lo había mencionado en anterior descargo. Pero lo que mas llama la atención en esta oportunidad es la actitud y comportamiento del director del establecimiento al no comunicarme que sucedía con estos alumnos en tiempo y forma para de esta manera poder solucionar el inconveniente sin tener que recurrir a instancias superiores. Esto ya había acontecido en el año 2003. Esto puede suceder por tres razones. 1) No esta debidamente informado sobre el trámite que debe realizar ante ese tipo de situación. No creo que sea el caso ya que en el Acta Nro. 5/04 del 20 de Octubre en el 6to., punto se hace referencia a que el director deberá realizar todas las actuaciones correspondientes tendientes a clarificar la situación, tomando las medidas que la situación amerite dentro de su ámbito de competencia como director de la institución. 2) No está capacitado para resolver este u otro tipo de acontecimientos. En la típica forma de desembarazarse de los problemas recurre a una instancia superior en lugar de afrontarlos y hacerse cargo como corresponde. Es propio de aquellos que han llegado a un puesto gerencial sin contar con los atributos que lo califiquen para tamaña empresa. Siendo así desbordados por los acontecimientos. 3) Una actitud malintencionada, en esta oportunidad, para con este docente. Cualquiera sea o sean las razones que hayan llevado a que el director no me permitiera aclarar mi desempeño frente a los educandos en su momento y sin que se incurran en equívocos; amerita que se proceda, mediante los procedimientos administrativos correspondientes, a una investigación para aclararlo debidamente para que no vuelva a ocurrir. Ya que su comportamiento no hace mas que perjudicarme no solo en mi trabajo sino también en mis relaciones profesionales y sociales. Amén de ocasionar un desgaste innecesario en mi ánimo lo que repercute negativamente en todas y cada una de mis actividades, y sobre todo en lo más profundo de mi ser. Solo el convencimiento y la paz interior que me depara el saber que en ningún momento actué de mala fe y el contar con el inestimable reconocimiento y la estima que me dispensan los alumnos y ex alumnos de la institución, hacen que pueda sobrellevar estos momentos aciagos. Sin otro particular me despido de Usted muy atentamente.