Surrealismo René Magritte “RENE MAGRITTE” ¿QUÉ ES EL SURREALISMO?. El Surrealismo o Superrealismo, es una modalidad artística del siglo XX, se encuentran sus antecedentes en otro movimiento, llamado Dadaismo, y se ha manifestado también en otros campos artísticos. El Surrealismo es una corriente que pretende superar la realidad incompleta y falsa que se presenta en nuestra lógica, en nuestra moral y en nuestra estética, regidas para llegar más allá de una realidad superior. Su propósito es repudiar todas las convicciones y hacer brotar esa parte del hombre que la mayoría de las veces no es expresada: el inconsciente. La naturaleza aparece hostil y desgraciada. Esta corriente, que es influida por el psicoanálisis de Freud, hace surgir el inconsciente. Presenta una realidad fragmentada (incompleta) y falsa. Repugna todo lo consiente. El tema principal: lo onírico, es decir, los sueños. El surrealismo es un automatismo psíquico por el cual nos proponemos expresar ya sea por escrito, verbalmente o de cualquier otra forma el funcionamiento real del pensar en carencia de todo control ejercido por la razón y fuera de toda preocupación estética o moral. En el surrealismo las características de la corriente fueron más cargadas hacia el aspecto conceptual y a las técnicas de representación, por lo general se ve la técnica del óleo como lo más común. Estrictamente, el término surrealismo quiere decir sobre o más allá de lo real, y ello, en esencia, es lo que se proponen los artistas de esta escuela. Yendo más allá de las experiencias sensibles, los surrealistas buscan un mundo en que se reúnen los elementos contradictorios de la vida y en que se logre una imagen, un sentimiento de tal pureza que participe de lo mediato y de lo inmediato en una síntesis destilada de ambos. De allí que las visiones de lo inconsciente y de lo soñado, independientes de todo vínculo moral o estético, prescindiendo del ejercicio que pueda caberle a la razón, a la afectividad o a las acciones volitivas, sean el ideal perseguido por los surrealistas. Es, en suma, como lo ha expresado Bretón un “automatismo síquico puro” cuyo objetivo es “expresar el funcionamiento real del pensamiento”. Lo irracional debe primar sobre lo meditado, lo elemental sobre lo elaborado y lo espontaneo sobre lo razonado. DADAISMO, NEODADAISMO Y SURREALISMO En sus exhibiciones pictóricas de 1911 y 1912 en París, el italiano Jorge de Chirico y el ruso Marcos Chagall anticiparon el desarrollo del Dadaismo y el Surrealismo. Este termino, de hecho, fue acuñado en esa fecha por el crítico y dramaturgo francés Guillermo Apollinaire para describir las fantasías oníricas, las imágenes de la memoria, las paradojas visuales y las incongruencias de las pinturas El Dadaismo fue el producto de la desilusión, la derrota y la carnicería espantosa de la primera guerra mundial. Los angustiados artistas sintieron que la civilización que había producido a esos hombres debía desaparecer, y comenzar otra nueva. El Dadaismo, fue en consecuencia, un movimiento nihilista que en especial desconfiaba del orden y de la razón, un reto contra la sociedad educada y una protesta contra todos los estilos que prevalecían en el arte; fue, de hecho, un antiarte. Los dadaistas conjugaron lo carente de sentido en aras del absurdo, redactaron manifiestos contra manifiestos, y su expresión política fue la anarquía. En general, este movimiento fue posbélico y será absorbido por el SURREALISMO. El manifiesto Surrealista de 1925 proclamó que el estilo se basaba en un “automatismo psíquico puro por medio del cual el artista trata de expresarse verbalmente por la escritura o por cualquier otro medio; el funcionamiento real del pensamiento sin dominio alguno de la razón o cualquier preocupación estética o moral”. El surrealismo, cuyo nombre exacto es realmente superrealismo, entraña una realidad más válida por debajo del mundo de las apariencias, un mundo ilógico, subconsciente, metafísico y onírico, por detrás del mundo lógico, consciente y físico. Los miembros de este grupo creyeron en la superioridad de la realidad del sueño sobre la vigilia, de la fantasía respecto a la razón, y del subconsciente sobre lo consciente. André Bretón, autor del manifiesto, habló también de la “belleza convulsiva” de los sueños, Paul Eluard dijo “un poema debe ser el derrumbe de lo intelectual”. El pintor Salvador Dalí se unió por sí mismo al grupo en 1929, y se convirtió en uno de sus partidarios principales. El ha descrito sus cuadros como “fotografías de los sueños hechas a mano”, y las ha adornado con símbolos de diversas fobias, manías, complejos y otros adornos de la psicología anormal. A semejanza de Chirico y Chagall, Dalí sintió obsesión por el misterio del tiempo, y su “Persistencia de la Memoria”. Sugiere imágenes de épocas prehistóricas, geológicas y arqueológicas, al igual que del tiempo onírico. Otro pintor, Paul Klee suele ser aceptado como uno de los más notables talentos pictóricos del siglo XX. Klee consistentemente se aventura a contemplar el mundo con los ojos de un niño, para lograr espontaneidad no alternada por la razón. “Deseo ser un recién nacido recalcitrante que nada sabe” ha afirmado. Juan Miró, a semejanza de Klee, intenta hacer un arte de imaginación pura que exista fuera de la lógica o la razón. I. BIOGRAFÍA. Fue un pintor surrealista belga, nacido en Lessines el 21 de noviembre de 1898. Entre 1916 y 1918 estudia en la Academia de Bellas Artes de Bruselas. Expone por primera vez en el Centro de Arte de Bruselas en 1920. Tras el servicio militar trabaja temporalmente como diseñador en una fábrica de papel. En 1923 participa con Lissitzky, Moholy-Nagy, Feininger y Paul Joostens en una exposición en el Círculo Real Artístico. Su obra del periodo 1920-1924, por su tratamiento de los temas de la vida moderna, su color brillante y sus investigaciones sobre las relaciones de la foma tridimensional con la superficie plana del cuadro, muestran las influencias del cubismo, del orfismo, del futurismo y del purismo. En 1922 ve una reproducción de La canción de amor de De Chirico, que le impresiona profundamente, y a partir de 1926 se independiza de las influencias anteriores y basa su estilo en el de De Chirico. En obras como La túnica de la aventura (1926) expresa su sentido del misterio del mundo por medio de la irracional yuxtaposición de objetos en una atmósfera silenciosa. En El asesino amenazado (1926) el espacio perspectivo deriva de De Chirico y de los decorados de los primeros melodramas cinematográficos. En este mismo años se une a otros músicos, escritores y artistas belgas, en un grupo informal comparable al de los surrealistas de París. En 1927 se establece en las cercanías de París y participa, durante los tres años siguientes, en las actividades del grupo surrealista sobre todo, se relaciona con Eluard, Breton, Arp, Miró y Dalí). Aporta al surrealismo parisino un resurgimiento del ilusionismo. A diferencia de Dalí, Magritte no usa la pintura para expresar sus obsesiones privadas o sus fantasías, sino que se expresa con agudeza, ironía y un espíritu de debate. En 1928 participa en la exposición surrealista en la galería Goemans de París. En 1930 regresa a Bruselas, huyendo del ambiente polémico parisino, donde pasa tranquilo el resto de sus días. A partir de 1926 el estilo de Magritte, también llamado realismo mágico, cambia poco; entre 1928 y 1930 investiga las ambiguas relaciones entre palabras, imágenes y los objetos que éstas denotan; en La perfidia de las imágenes (1928-1929) retrata meticulosamente una pipa y debajo, con igual precisión, pone la leyenda Ceci n'est pas une pipe (“Esto no es una Pipa”), cuestionando la relidad pictórica; El espejo falso (1928) explora la misma idea: el ojo, como un falso espejo, reflejando las nubes blancas y el cielo azul pintados de forma realista; en este cuadro introduce el tema del paisaje ilusionista, interpretado en clave pictórica, alejado de toda intención naturalista. Magritte explora en toda su obra el problema del espacio real frente a la ilusión espacial, que es el trasunto de la pintura misma. Hace muchas variaciones sobre este tema, quizá la más clara de todas sea Los paseos de Euclides (1955), donde muestra un caballete con un cuadro frente a una ventana, a través de la cual se ve un paisaje; la escena pintada corresponde exactamente al fragmento de paisaje sobre el que se sitúa el cuadro, llevando el problema de la pintura, como confrontación naturaleza-ilusión, a la cuarta dimensión. En 1933 hace una exposición individual en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas y en 1936 su primera individual en Estados Unidos en la galería Julien Levy de Nueva York. En ese mismo año su obra está presente en Arte fantástico, Dadá, Surrealismo en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. En los años cuarenta la obra de Magritte adopta una paleta y una pincelada impresionistas y en 1947-1948 desarrolla sus cuadros llamados fauvistas. La respuesta de la crítica es, en general, hostil hacia estas obras, y Magritte vuelve a su acostumbrado estilo. Son característicos de los años cincuenta los cuadros en los que tanto figuras, interiores, paisajes y objetos aparecen convertidos en roca. "...Las formas básicas y los temas, sin embargo, continúan la fantasía del lugar común durante los años sesenta. Una escena urbana nocturna a la que se le superpone un cielo azul con nubes de atardecer flotando; carreras de jockeys en coches y por habitaciones; o una elegante amazona paseando por un bosque mientras es segmentada por los árboles. Pero el mundo de Magritte contiene siempre al misterioso hombre invisible con bombín y abrigo negro sólo o en grupos, como en Golconda (1953), donde una multitud de ellos desciende sobre la ciudad..." (Arnason) A lo largo de los años cuarenta expone asiduamente en la galería Dietrich de Bruselas. En los dos decenios sucesivos recibe numerosos encargos para la ejecución de pituras murales en Bélgica. Desde 1953 expone frecuentemente en la galería Alexander Iolas de Nueva York, París y Ginebra. Se organizan retrospectivas sobre su obra en 1954 en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas, y en 1960 en el Museo de Arte Contemporáneo de Dallas y en el Museo de Bellas Artes de Houston. Viaja por primera vez a Estados Unidos en 1965, con motivo de una retrospectiva que el Museo de Arte Moderno de Nueva York le dedica. Durante el año siguiente visita Israel. Muere en Bruselas el 15 de agosto de 1967, pocos días después de la inauguración de una importante muestra de su obra en el Museo Boymans-van Beuningen de Rotterdam. CONTEXTO HISTÓRICO Y CONEXIÓN CON SU OBRA. Magritte realiza sucesivas búsquedas abstractas (donde no se presenta una realidad perceptible) futuristas (rechaza la estética tradicional y donde se buscaba principalmente la sensación de movimiento) y cubistas (movimiento artístico cuyo objetivo principal era el de alejarse de la representación naturalista y conseguir plasmar de modo simultaneo las formas sobre la superficie del cuadro desde muchos ángulos o también darle un enfoque analítico y abstracto y que está determinado por formas geométrica, le da primacía a la linea y a la forma, rechazando el movimiento y la perspectiva, su apogeo fue alrededor de 1914 y continuó evolucionando durante la década de 1920) y tras todo esto se orienta al surrealismo (movimiento que nace con André Breton y que surge del desencanto generalizado con la tradición que definió la época posterior a la Primera Guerra Mundial utilizando también ideas del dadaísmo, movimiento que expresa una protesta nihilista contra la totalidad de los aspectos de la cultura occidental, en especial contra el militarismo existente durante la I Guerra Mundial e inmediatamente después, al igual que el dadísmo, el surrealismo enfatiza el papel del inconsciente en la actividad creadora, paro la utiliza de una manera mucho más ordenada y seria) bajo la influencia de G. De Chirico, a cuyo movimiento se unió formalmente en París desde 1927 hasta 1931. En sus cuadros reproduce, con una técnica muy académica, objetos y personas comunes agrupadas o insertas de manera poco corriente, paradógica. Más tarde pasó por un periodo neoimpresionista (movimiento que hace un uso sistematizado del color y que rechaza el ideal impresionista de la objetividad no estructurada) antes de volver a su verdadera vocación, un arte en el que la apariencia objetiva provocara inquietud o sorpresa, llamado con frecuencia realismo mágico, del cual el es el principal exponente artístico. Su pintura está inspirada en lo absurdo, en la parodia o en lo insólito y basada en la técnica fría y reflexiona sobre temas metafísicos. Magritte, creo, siempre estuvo como en contra de su época, buscando otros caminos, buscando su propia identidad, fuera de las guerras, buscando sorprender a la gente. II. • ANÁLISIS PLÁSTICO DE LA OBRA. Ficha técnica. Nombre de la obra: L’ homme et la forêt. (El hombre de la selva). Autor: René Magritte. Materialidad: Aguada sobre papel. Dimenciones: 40 x 25 cm aproximadamente. Año de ejecución: 1965 Lugar de exhibición: Museo Nacional de Bellas Artes (Chile). • Análisis en cuanto a la Composición. Color: Los colores del cuadro son alegres, se usa mucho el rojo y el verde. Ritmos: Son bastantes lineales. Forma: Es un cuadro en el que se distinguen fácilmente cada objeto en él. Ni muy claro, ni muy oscuro, es bastante nítido también. Textura: La parte de los árboles dentro del hombre no nos da mucha textura pero la parte de los ladrillos no es mucho pero alguna sensación de textura nos da. • Tema (Descripción de la obra). Esta obra es el retrato de un hombre en conexión a la selva, este hombre esta sobre un telón rojo que le cubre las espaldas. También de sus caderas hacia abajo hay unos ladrillos, con una de sus típicas bolas que pone en varios de sus cuadros. La conexión que muestra este cuadro con la naturaleza es bastante fuera de lo normal más bien: un cuadro surrealista. • Fundamentación de la elección. Yo elegí este cuadro, ya que al verlo me llamó mucho la atención, de la creatividad de el autor al mezclar al cuerpo del hombre con la naturaleza específicamente con una selva. El surrealismo de este cuadro se nota bastante ya que la selva esta dentro del cuerpo humano. Es un cuadro bien bonito y llamativo siendo que hay otros más interesantes. • Comentario critico. El autor incorpora a la selva dentro del hombre, haciéndolo sentir parte de ella, lo cual somos y por lo tanto debemos cuidarla, ya que si no la cuidamos nos estamos haciendo daño a nosotros mismos. Ese es el sentimiento que yo creo que el autor quería exprezar en su cuadro. Biografía: - Internet (Página pricipal de René Magritte) Enciclopedia Universal.