Teoría del Big Crunch

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Teoría del Big Crunch
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Teoría del Big Crunch
La Gran Implosión, también conocida como Gran Colapso o
directamente mediante el término inglés Big Crunch, es una de las
teorías cosmológicas que se barajaban en el siglo XX sobre el destino
último del universo.
La teoría de la Gran Implosión propone un universo cerrado. Según
esta teoría, si el universo tiene una densidad crítica superior a 3 átomos
por metro cúbico, la expansión del universo, producida en teoría por la
Gran Explosión (o Big Bang) irá frenándose poco a poco hasta que
finalmente comiencen nuevamente a acercarse todos los elementos que
conforman el universo, volviendo al punto original en el que todo el
universo se comprimirá y condensará destruyendo toda la materia en
un único punto de energía como el anterior a la Teoría de la Gran
Explosión.[1]
Representación de la Gran Implosión.
El momento en el cual acabaría por pararse la expansión del universo y empezaría la contracción depende de la
densidad crítica del Universo: a mayor densidad mayor rapidez de frenado y contracción; y a menor densidad, más
tiempo para que se desarrollaran eventos que se prevé tendrían lugar en un universo en expansión perpetua.
La evidencia experimental reciente (concretamente la observación de supernovas lejanas como candelas estándares y
el mapeo completo de la radiación de fondo de microondas) ha llevado a especular que la expansión del universos no
está frenándose debido a la gravedad, sino que se está acelerando. Sin embargo, debido a la naturaleza de la energía
oscura -que es postulada como la fuente de la aceleración- es desconocida, todavía es posible (aunque no respaldado
por la observación a la fecha) que el universo finalmente revierta la marcha y cause un colapso.[2]
fase de creacion
La fase de contracción y los procesos físicos que tendrían lugar en ella seria una serían casi simétricos a la fase de
expansión. En primer lugar, debido a la finitud de la velocidad de la luz, los astrónomos tardarían en ver cómo el
desplazamiento al rojo de las galaxias distantes va desapareciendo primero de las más cercanas y finalmente de las
más alejadas y se convierte en todas ellas en un desplazamiento al azul. La temperatura de la radiación cósmica
empezaría a aumentar y llegaría un momento en el que sería idéntica a la actual, cuando el universo tuviera el mismo
tamaño que hoy -aunque su evolución habría proseguido con el tiempo y no sería un universo cómo el actual, sino en
el mejor de los casos un universo menos rico en estrellas y más abundante en cadáveres estelares-.
Esta fase de contracción seguiría inexorablemente, y con ella el aumento de la temperatura de dicha radiación.
Llegaría un momento en que todas las galaxias se fundieran en una -aunque los choques entre estrellas serían aún
raros-. Mientras, la temperatura del fondo de radiación iría subiendo y empezaría a poner en peligro la supervivencia
de las formas de vida que existieran por entonces, en un principio las que vivieran en planetas de tipo terrestre. En un
momento dado, dicha temperatura sería de 300 Kelvin, impidiendo a los planetas antes mencionados deshacerse del
calor acumulado y acabando por hacerse inhabitables (un auténtico efecto invernadero a escala universal). Más
adelante, y con una contracción cada vez más acelerada -y junto a ella un aumento desbocado de la temperatura de la
radiación cósmica- el universo se convertiría en un lugar infernal e inhabitable -al menos para seres cómo nosotros y
sin ayuda tecnológica- con temperaturas de miles de grados debido a una radiación cósmica a ésa temperatura y a
colisiones entre estrellas al disponer éstas de cada vez menos espacio.
Al parecer, las estrellas serían en su mayoría destruidas no por colisiones entre ellas sino por el aumento de
temperatura del universo. Éste llegaría a estar tan caliente que las estrellas no podrían deshacerse del calor
acumulado en su interior y pasarían a absorberlo del exterior (cociéndose en cierto modo), hasta acabar por estallar.
Teoría del Big Crunch
Tras ello, sólo quedarían agujeros negros (el principal hecho que diferenciaría la fase de contracción de la de
expansión) y un plasma cada vez más caliente (muy distinto al existente tras el nacimiento del universo debido a que
procedería de estructuras ya desaparecidas, por lo cual mostraría una gran asimetría en la densidad que presentara en
diferentes puntos) en el que el aumento de temperatura destruiría primero los átomos y luego las propias partículas
elementales, sólo dejando quarks. a la vez que los agujeros negros empezaban a fusionarse entre sí y a absorber
materia hasta dar lugar a un único "super" agujero negro que significaría el fin del espacio, del tiempo, y de todo; del
mismo modo que no tiene sentido preguntarse qué había "antes" de la Gran Explosión, tampoco puede preguntarse
que habría "después" del Gran Crujido.
El Big Bounce
Según esta teoría, tras la Gran Implosión podría tener lugar una nueva Gran Explosión; e incluso este universo podría
proceder de un universo anterior que también se comprimió en su Gran Implosión. Si esto hubiera ocurrido repetidas
veces, nos encontraríamos ante un universo oscilatorio; donde cada universo termina con una Gran Implosión y da
lugar a un nuevo universo con una gran Explosión. Sin embargo, no sólo no se conoce qué podría provocar tal rebote
sino que la teoría de un universo oscilante entra en contradicción con la segunda ley de la termodinámica; a menos
que en cada ciclo se produjera una destrucción y reinicio totales del universo, con la desaparición de las leyes físicas
existentes y la aparición de nuevas leyes físicas, y/o la entropía se "rebobinara" durante la fase de contracción (por
ejemplo, se ha sugerido que el tiempo iría al revés durante ésta fase), no sólo la cantidad de agujeros negros iría
aumentando en cada ciclo sino que la radiación existente en el universo aumentaría a costa de la materia -debido a
las reacciones de fusión nuclear producidas en el interior de las estrellas, en las que parte de la materia que compone
los átomos que se fusionan se transforma en energía-, con el resultado de que los "rebotes" serían cada vez más
largos hasta llegar a un escenario no demasiado diferente de la expansión indefinida; todo ello tendría cómo
consecuencia que debería haber habido un número finito de ciclos antes del actual. Además, el reciente
descubrimiento de la energía oscura ha provocado que muchos cosmólogos abandonen la teoría de este universo
oscilante y junto con otros descubrimientos, también la de que el universo sea cerrado, aunque al no conocerse bien
la naturaleza de la energía oscura aún no puede descartarse por completo un colapso futuro.
En la actualidad, esta teoría es considerada obsoleta por algunos científicos, dado que la NASA ha conseguido datos
que podrían apoyar la Teoría de la expansión continuada del Universo (Big Rip o Big Freeze).
Vida en un universo en contracción
Del mismo modo que se ha especulado con las posibles formas de vida existentes en un universo en expansión
eterna, también se ha hecho lo mismo con las existentes en los momentos finales de un universo en contracción
(durante los estados iniciales de dicha contracción, así cómo incluso ya avanzada ésta y gracias a la tecnología que
pudieran desarrollar para adaptarse a las condiciones existentes por entonces, dichos seres vivos no serían muy
distintos a nosotros -al menos en el sentido de estar basados en el carbono y basar su metabolismo en reacciones
químicas-), y como en el primer caso, dichas formas de vida serían radicalmente distintas a nosotros. A diferencia
del escenario de la expansión eterna, el problema aquí no es la falta de energía sino su exceso. De acuerdo con John
Barrow y Frank Tipler, que han estudiado en detalle lo que ocurriría en las fases finales de un universo en
contracción, un hipotético ser que existiera en ésas condiciones tan extremas tendría una tasa metabólica muy
acelerada y por tanto una tasa de procesado de la información (es decir, una velocidad de pensamiento) también muy
elevada, que al ir aumentando la temperatura iría aumentando (todo ello siempre y cuando pudiera deshacerse del
calor producido por sus procesos metabólicos). Ello tendría cómo consecuencia que el tiempo subjetivo (el tiempo
desde la perspectiva de tal ser) se alargaría considerablemente, de modo que mientras para un observador externo
(que no podría existir) parecería que el universo se colapsaba en una fracción de segundo, para dicho ser podría
tardar en ocurrir mucho tiempo, incluso en algunos casos que jamás ocurriría bajo la condición que el colapso del
universo no fuera homogéneo, sino cómo parece más probable desigual (es decir, que la velocidad de contracción
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Teoría del Big Crunch
fuera distinta y variara).
Con tal capacidad de procesamiento de la información, tal "superser" no sólo sería capaz de pensar sobre él mismo y
sobre el universo que le rodeara, sino que a la vez podría crear auténticos universos imaginarios; en el caso más
optimista -de un tiempo subjetivo infinito-, tales pensamientos (y universos creados) también serían infinitos. Sin
embargo, éste último caso depende de modelos que quizás no se cumplieran en las condiciones del colapso y no
tienen en cuenta los efectos cuánticos, que seguramente prevalecerían sobre los gravitatorios en las últimas etapas de
éste. Asimismo, Freeman Dyson ha argumentado que en un universo en contracción la temperatura aumentaría tanto
y con tal rapidez que tal ser sería incapaz de deshacerse del calor desprendido por sus procesos metabólicos, con el
resultado de que dichos procesos se detendrían y el ser acabaría por morir.
Referencias
[1] "Gran Implosión (Big Crunch)" (http:/ / www. sea-astronomia. es/ drupal/ node/ 221) Sociedad Española de Astronomía. Consultado el 21 de
junio de 2011
[2] Y Wang, J M Kratochvil, A Linde, and M Shmakova, Current Observational Constraints on Cosmic Doomsday. JCAP 0412 (2004) 006,
astro-ph/0409264 (http:/ / arxiv. org/ abs/ astro-ph/ 0409264)
Bibliografía
• Current Observational Constraints on Cosmic Doomsday (archivo PDF. En inglés) (http://arxiv.org/PS_cache/
astro-ph/pdf/0409/0409264v2.pdf)
• Universo Sin Fin. Cayetano López. Ediciones Taurus, 1999. ISBN 978-84-306-0366-4
• Los Últimos Tres Minutos del Universo. Conjeturas acerca del destino final del Universo. Paul Davies. Editorial
Debate, 2001. ISBN 978-84-8306-444-3
• La Melodía Secreta... y el Hombre Creó el Universo. Trinh Xuan Thuan. Biblioteca Buridán. ISBN
84-96831-20-5.
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Fuentes y contribuyentes del artículo
Fuentes y contribuyentes del artículo
Teoría del Big Crunch Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?oldid=66781056 Contribuyentes: -seb-, Asierba, Banfield, Carlos Quesada, CartDestr, Ccastell23, Concolor, Diegusjaimes,
Diosa, Dodo, Dpeinador, Elfodelbosque, Fcomax, Gaijin, Gallowolf, Gerwoman, Gmagno, Hashar, Hiperfelix, Icvav, Jarisleif, Joseaperez, Karshan, Krysthyan, Laxmen, Lenincomp,
Leonpolanco, Lourdes Cardenal, Magister Mathematicae, Maldoror, Matdrodes, Maxikpo12, Moriel, Mortadelo2005, Moustique, Mpeinadopa, Muro de Aguas, Mónica Cervantes, Nuen,
OMenda, Oxartum, Pati, Pepepitos, RubiksMaster110, Rubpe19, SOY PROPIEDAD DE DIOS, Savh, Sergio Morales Zuñiga, Soulreaper, SuperBraulio13, Technopat, Urdangaray,
Wikimarioalvarez, Wintermute, Wricardoh, Xabier, Xenoforme, Zufs, 103 ediciones anónimas
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