Xi Jinping es nombrado Presidente de China y

Anuncio
44
LATERCERA Viernes 15 de marzo de 2013
Mundo
“Esta es una relación
muy importante y
para una importante
serie de temas”.
“Rusia quiere extender
su cooperación en
todos los ámbitos
con China”.
Barack Obama
Vladimir Putin
Presidente de EE.UU.
Mandatario de Rusia
RR Xi Jinping es un ingeniero químico de 59 años y poseedor de un doctorado en teoría marxista. FOTO: EFE
Xi Jinping
es nombrado
Presidente de China
y finaliza transición
R La designación de Xi
recibió 2.952 votos a
favor y uno en contra.
José Reinoso (El País)
Beijing
Xi Jinping ha culminado su
ascenso a la cumbre. El líder
chino, quien ocupó en noviembre la secretaría general del Partido Comunista
chino (PCCh) y la presidencia de la Comisión Militar
Central -los dos cargos
de verdadero poder en el
país-, fue nombrado presidente de China. Se hace así
con el tercero de los títulos
que tenía su predecesor, Hu
Jintao, con lo que se cierra la
transición de poder a la
quinta generación de dirigentes, tras las de Mao Tse
Tung, Deng Xiaoping, Jiang
Zemin y el propio Hu.
La designación de Xi como
presidente -con 2.952 votos
R El puesto incrementará
el papel y la proyección
internacional de Xi.
a favor y uno en contra- se
ha producido en el marco
de la sesión anual del Parlamento en el Gran Palacio
del Pueblo, en Bei, en la que
anoche Li Keqiang fue nombrado como primer ministro, en sustitución de Wen
Jiabao, después de una votación meramente formal.
La secretaría del PCCh es la
fuente real de poder en China, pero el puesto de presidente incrementará el papel y la proyección internacional de Xi, ya que, al igual
que Hu y Jiang, no sólo es el
jefe del partido, sino también el jefe de Estado.
El nombramiento de Xi
como presidente -oficialmente por cinco años, aunque, salvo grandes sorpresas, mantendrá el cargo 10
años- estaba sellado desde
que llegó a la cúpula del
PCCh en el congreso del partido, en noviembre pasado.
En los meses transcurridos,
el mandatario se ha comprometido a conservar el
gobierno único comunista,
mejorar la vida de la población, implementar ambiciosas reformas económicas y
poner freno a la corrupción,
una lacra que se ha convertido en una de las principales fuentes de malestar social y en un peligro para la
supervivencia del PCCh, según han reconocido sus dirigentes. Desde que Xi tomó
el poder, han salido a la luz
sendos casos de corrupción
de funcionarios de nivel medio y bajo, que han sido aireados con profusión por los
medios de comunicación
estatales.
El nuevo presidente ha asegurado que no solo irá a buscar “las moscas”, sino también “los tigres” de alto rango, una declaración que ha
sido recibida con escepticismo por un sector de la población, que considera que un
puesto de poder en China es
sinónimo de corrupción. La
agencia estadounidense
Bloomberg publicó el año
pasado que la familia de Xi
había acumulado cientos de
millones de dólares en activos, lo que plantea dudas
sobre su capacidad para llevar a cabo reformas que puedan amenazar sus intereses
empresariales. El informe
no mencionaba ningún delito por parte de Xi Jinping.
La corrupción está arraigada en muchos ámbitos de
la sociedad china y existe
una resistencia a la puesta
en marcha de medidas contra la corrupción entre quienes se han beneficiado de
sus conexiones políticas
para enriquecerse.
El ascenso de Xi marca la
segunda transferencia de
poder pacífica, tras la de Hu,
en las más de seis décadas de
gobierno comunista. Ayer
fue nombrado también el vicepresidente chino: Li Yuanchao, un reformista liberal y
aliado de Hu Jintao. Su designación rompe con la tradición de los últimos años,
porque Li no forma parte del
Comité Permanente del Politburó, el órgano de máximo poder del país, compuesto por siete miembros.b
COLUMNA
El sueño de
una China fuerte
D
Por Andreas Landwehr
ESDE QUE llegó a lo más alto, Xi
Jinping no deja de propagar el
“sueño chino”: una China fuerte
y acomodada. Se presenta como
un reformista en materia económica, pero que no cederá en el
ámbito político. El estilo de
mando autocrático de este político de 59 años entronca con la tradición comunista y en sus discursos cita al “gran timonel”, Mao Tse Tung.
En sus más de 100 días en el cargo, este “príncipe” de una de las familias más influyentes del país
atendió al amplio espectro político del país: desde
la izquierda conservadora hasta las fuerzas del
mercado. Y ante los militares, su nuevo comandante en jefe se presentó con un fuerte incremento
de su presupuesto.
Curiosamente, son cada vez más numerosos los
comentarios que relacionan su política con la de
uno de sus rivales, caído en desgracia, el líder populista Bo Xilai. Justo hace un año, uno de los mayores escándalos de corrupción de la reciente historia del partido acababa con la carrera de este
miembro del exclusivo Buró Político chino.
Bo Xilai, imputado en maquinaciones mafiosas,
se vio salpicado también por el asesinato de un
amigo británico por parte de su esposa.
Con la derrota de Bo Xilai en la lucha por llegar a
lo más alto, el modelo ha quedo “quemado”, por lo
que Xi Jinping tampoco se sumaría a él.
La reforma del gabinete decepcionó, porque al
principio se habían planteado cambios mucho más
arriesgados. Y las dudas sobre la fortaleza de Xi
Jinping y los dirigentes que lo acompañan son
crecientes.
Corresponsal y analista en Beijing de la agencia Dpa.
Descargar