Antonio de Sant`Elia, arquitecto futurista italiano cuya obra, sobre

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Antonio de Sant'Elia, arquitecto
futurista italiano cuya obra, sobre todo
después de su prematura muerte,
ejerció una influencia importante en la
evolución de la arquitectura moderna.
Nació en Como el 30 de abril de 1888.
Estudió en Milán y Bolonia y en 1912
volvió a Milán para abrir su propio
estudio.
Acometió muy pocos encargos, y los
que llegó a completar fueron más tarde
demolidos o transformados.
En 1914 expuso muchos de sus dibujos
arquitectónicos, reunidos bajo el título
Città Nuova (Nueva ciudad) y se unió al
movimiento futurista liderado por el
poeta Filippo Tommaso Marinetti.
Estudio para rascacielo
Desde su militancia escribió dos ensayos teóricos: Mesagio (Mensaje, 1914) y el
Manifesto dell'architettura futurista (Manifiesto de la arquitectura futurista),
elaborado junto con Marinetti y Carlo Carrà.
Al desencadenarse la I Guerra Mundial se alistó en el ejército italiano y perdió la
vida el 10 de octubre de 1916 en una acción militar cerca de Montefalcone. En sus
proyectos recogió la influencia de la Secesión vienesa —en especial la de Otto
Wagner—, y la de los rascacielos estadounidenses, pero en cualquier caso siempre
rechazó la tradición clásica europea.
Sus dibujos muestran edificios marcadamente verticales, en ocasiones con
ascensores (elevadores) exteriores y surcados por calles o avenidas elevadas.
Estos proyectos utópicos, así como sus exhortaciones sobre el uso de los nuevos
materiales industriales, hacen que sea considerado como uno de los pioneros del
movimiento moderno en la arquitectura.
La ciencia, la técnica y las posibilidades de la electricidad harán posibles nuevos
edificios.
No habrá catedrales o academias por poner un ejemplo, sino que los grandes
edificios serán estaciones de ferrocarril, puertos,...
Se construirá una gran ciudad con inmensos astilleros u otros edificios de gran
actividad, dinámicos.
El edificio será como una gran máquina construida con hormigón, hierro y vidrio.
Será una arquitectura sin ornamentos, ni tallados o pintados.
La belleza recaerá sobre la simplicidad formal.
Los edificios se construirán a diferentes niveles, y con cuerpos cilíndricos o prismas
y planos inclinados.
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