Artículo 30 - Servicio de Impuestos Internos

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Artículo 30°
Documentación
Asociada
Artículo 30.- La renta bruta de una
persona natural o jurídica que explote
bienes o desarrolle actividades afectas al
impuesto de esta categoría en virtud de
los Nºs.1, 3, 4 y 5 del artículo 20, será
determinada deduciendo de los ingresos
brutos el costo directo de los bienes y
servicios
que
se
requieran
para
la
obtención de dicha renta. En el caso de
mercaderías adquiridas en el país se
considerará como costo directo el valor o
precio de adquisición, según la respectiva
factura,
contrato
o
convención,
y
optativamente el valor del flete y seguros
hasta las bodegas del adquirente. Si se
trata de mercaderías internadas al país,
se considerará como costo directo el valor
CIF, los derechos de internación, los
gastos de desaduanamiento y optativamente
el flete y seguros hasta las bodegas del
importador. Respecto de bienes producidos
o elaborados por el contribuyente, se
considerará como costo directo el valor de
la materia prima aplicando las normas
anteriores y el valor de la mano de obra.
El costo directo del mineral extraído
considerará también la parte del valor de
adquisición
de
las
pertenencias
respectivas
que
corresponda
a
la
proporción
que
el
mineral
extraído
represente en el total del mineral que
técnicamente
se
estime
contiene
el
correspondiente grupo de pertenencias, en
la forma que determine el Reglamento.
Jurisprudencia
Judicial
Para los efectos de establecer el
costo directo de venta de las mercaderías,
materias primas y otros bienes del activo
realizable o para determinar el costo
directo de los mismos bienes cuando se
apliquen
a
procesos
productivos
y/o
artículos terminados o en proceso, deberán
utilizarse
los
costos
directos
más
antiguos,
sin
perjuicio
que
el
contribuyente opte por utilizar el método
denominado "Costo Promedio Ponderado". El
método de valorización adoptado respecto
de un ejercicio determinará a su vez el
valor de las existencias al término de
éste, sin perjuicio del ajuste que ordena
el artículo 41. El método elegido deberá
mantenerse consistentemente a lo menos
durante
cinco
consecutivos.
ejercicios
comerciales
Tratándose de bienes enajenados o
prometidos enajenar a la fecha del balance
respectivo
que
no
hubieren
sido
adquiridos,
producidos,
fabricados
o
construidos totalmente por el enajenante,
se estimará su costo directo de acuerdo al
que el contribuyente haya tenido presente
para celebrar el respectivo contrato. En
todo caso el valor de la enajenación o
promesa
deberá
arrojar
una
utilidad
estimada de la operación que diga relación
con la que se ha obtenido en el mismo
ejercicio
respecto
de
las
demás
operaciones; todo ello sin perjuicio de
ajustar la renta bruta definitiva de
acuerdo al costo directo real en el
ejercicio en que dicho costo se produzca.
No obstante en el caso de contratos
de promesa de venta de inmuebles, el costo
directo de su adquisición o construcción
se deducirá en el ejercicio en que se
suscriba
el
contrato
de
venta
correspondiente. Tratándose de contratos
de construcción por suma alzada, el costo
directo deberá deducirse en el ejercicio
en que se presente cada cobro.
En los contratos de construcción de
una obra de uso público a que se refiere
el artículo 15, el costo representado por
el valor total de la obra, en los términos
señalados en los incisos sexto y séptimo
del referido artículo, deberá deducirse en
el
ejercicio
en
que
se
inicie
la
explotación de la obra.
En los casos en que no pueda
establecerse claramente estas deducciones,
la Dirección Regional podrá autorizar a
los
contribuyentes
que
dichos
costos
directos se rebajen conjuntamente con los
gastos necesarios para producir la renta,
a que se refiere el artículo siguiente.
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