236 'MÉTODOS PARA EL ESTUDIO DE LOS SUELOS Suelos con carbonatos, sin sulfato cálcico.— El potasio, sodio y magnesio se determinan como en el caso anterior. El calcio no puede hacerse directamente, sino por diferencia entre la suma total de las bases de cambio („S) y la del magnesio, potasio y sodio de cambio. Para determinar S, se eliminan las bases de cambio, lavando con una disolución de cloruro potásico, con lo que se sustituyen en el complejo por potasio. Este último se desplaza con una solución de carbónato amónico; evaporando el filtrado a sequedad y valorando el carbonato potásico por alcalimetría, esta valoración da S. Suelos con carbonatos y sulfato cálcico, sin sulfato sódico.— Antes de lavar con el carbonato amónico se agrega algo de hidrato bárico para convertir todo el sulfato cálcico en sulfato bárico insoluble e hidrato cálcico. Al agregar carbonato de amonio, los hidratos cálcico y bárico se transforman en carbonatos. Suelos con carbonatos, sulfato cálcico y sulfato sódico.— Es necesario lavar el sulfato sódico con agua antes de agregar el hidrato bárico, porque, si no, se formaría hidrato sódico, que pasaría en el filtrado, falseando los resultados. DETERMINACIONES PRELIMINARES. Antes de comenzar la determinación de las bases de cambio es conveniente efectuar un análisis cuantitativo de carbonatos, yeso y sales solubles en el agua, así como conocer el pH de la muestra. A falta de estas determinaciones puede hacerse un análisis cualitativo, en la siguiente forma: Carbonatos.—Se trata una muestra de la tierra en un tubo de ensayo con clorhídrico diluido; si se produce efervescencia, hay carbonatos. Sulfato cálcico.— Se trata con agua destilada y hervida una muestra de la tierra en un tubo de ensayo, filtrando y agregando a una parte del filtrado unas gotas de oxalato amónico; si se produce precipitado, existe sulfato cálcico (casi seguro). DETERMINACIÓN DE LOS CATIONES DE CAMBIO EN LOS SUELOS 237 Sulfatos muy solubles. — Si existe sulfato cálcico, se agrega a otra parte del filtrado dos veces su volumen de alcohol absoluto, con lo que se producirá un precipitado que se deja depositar veinticuatro horas, filtrando nuevamente y repitiendo esta operación con el filtrado hasta que no se produzca precipitado. Una vez conseguido esto, se acidula ligeramente con clorhídrico y se agregan unas gotas de cloruro bárico; si se produce precipitado, pueden existir sulfato sódico, magnesio o ambos. Si no existe sulfato cálcico se prescinde del tratamiento con alcohol, efectuando únicamente el ensayo con el cloruro bárico. Cloruros. —Se ponen en un tubo de ensayo unos cuatro gramos de tjerra con 20 C. c. de agua destilada, agitando y filtrando. Al filtrado se agregan unas gotas de nítrico y dos o tres de nitrato de plata; un precipitado 'blanco indica la presencia de cloruros. Reacción. —Se ponen en un tubo de ensayo cuatro gramos de tierra y lo c. c. de agua, agitando y agregando 0,5 c. c. (lo gotas» de azul de timol, dejando depositar. Si el líquido toma un color verde azulado (pH 8,7), es indicio de estar completamente saturado, no existiendo hidrógeno de cambio, por lo que es inútil determinarlo. Caso 1. Suelos desprovistos de carbonatos alcalino-térreos, yeso y sales solubles. HIDRÓGENO, CALCIO Y MAGNESIO. Extracción.— Se opera sobre 12,5 gramos de tierra, lavando con la solución normal de acetato amónico a pH 7 (I) hasta formar 500 centímetros cúbicos. Hidrógeno. —Se determina el pH del líquido agregando 0,5 g. de quinhidrona, y si la reacción es ácida se la titula electrométricamente pH 7 con una solución 11/5 de hidróxido de amonio (II), 1 c. c. = 1,6 M. E. de H por ioo gramos de tierra.