RESUMEN CURRICULUN PATRICIO GUERRERO ARIAS. Para tener porqué vivir es músico, poeta, cantautor, canta-cuentos. Para tener con qué vivir es antropólogo, Magíster en Políticas Culturales en América Latina; y actualmente Candidato a Doctor en Estudios Culturales Latinoamericanos por la Universidad Andina Simón Bolívar, sede Ecuador y trabaja como docente en la Universidad Politécnica Salesiana; y en la Universidad Andina Simón Bolívar. Viene militando y trabajando con diversas organizaciones indígenas, afrodescendientes y populares. Ha publicado entre otros trabajos: El saber del mundo de los cóndores: identidad e insurgencia de la cultura andina / La interculturalidad solo será posible desde la insurgencia de la ternura / La Cultura estrategias conceptuales para comprender la diversidad, la identidad, la alteridad y la diferencia de las culturas / Guía etnográfica para la sistematización de datos sobre la diversidad y diferencia de las culturas / Usurpación simbólica identidad y poder: la fiesta como escenario de lucha de sentidos / Ética, Patrimonio y Turismo / Corazonar una Antropología comprometida con la vida / Cuentos para despertar a mi hijo: relatos para una Ecología del Espíritu / Corazonar la dimensión política de la espiritualidad, y la dimensión espiritual de la política / Por los senderos del Yachak: Espiritualidad y sabiduría de la medicina andina / Decolonizar desde las sabidurías insurgentes / Corazonar la interculturalidad como horizonte para la decolonizacion de la vida. Como cantautor, ha ido tejiendo claves de sol, de luna y estrellas, que han dado como resultado trabajos discográficos como: “Guerreros militantes de los sueños: Corazonando desde la insurgencia de la ternura” / “Huayra Takikuna: Los cantares del viento” / “Desde mis adentros” / “Corazonando claves de sol y de luna: Cantos insurgentes” / Corazonando desde el taller de mi espíritu / Corazonando por los senderos del Yachak. Áreas de especialización Antropología Simbólica Antropología Aplicada Comunicación Intercultural Educación Intercultural Tradición oral Sabidurías ancestrales Políticas Interculturales CITAS PRODUCCIÓN ACADÉMICA Corazonar desde el calor de las sabidurías insurgentes, la frialdad de la teoría y la metodología1 Corazonar from insurgents’ wisdoms warm, the coldness of the theory and the methodology Patricio Guerrero Arias [email protected] Universidad Politécnica Salesiana Quito-Ecuador El presente artículo hace una crítica al frío modelo epistemocéntrico hegemónico y propone abrir la academia al calor de las sabidurías del corazón como formas ‘otras’ de construcción del conocimiento, en la perspectiva de corazonar una ciencia comprometida con la vida, que incorpore la dimensión afectiva y espiritual de la existencia que están presentes en dichas sabidurías, las mismas que nos ofrecen posibilidades no solo para la construcción de formas distintas de conocimiento, sino para sembrar un horizonte diferente de civilización y de existencia. El texto discute además, la diferencia entre epistemología y sabiduría; y propone pistas para el trabajo metodológico a partir de los aportes de la sabiduría del Viejo Antonio y de las sabidurías andinas. CORAZONAR DESDE LAS SABIDURÍAS INSURGENTES LAS “EPISTEMOLOGÍAS DE LOS SENTIDOS”, PARA CONSTRUIR SENTIDOS OTROS DE LA EXISTENCIA2 Hoy, a pesar de todo el desarrollo de la ciencia y la técnica y de los avances que estas han hecho posible, como en ninguna otra etapa de la historia, la vida del planeta y de la humanidad se encuentra seriamente amenazada, como resultado de una razón sin alma, de una ciencia que ha sido instrumental al poder y a sus proyectos de dominio de la totalidadde la vida. Quizás por eso, antes de ponernos solo a pensar en que titulo o que profesión vamos a obtener en las universidades, lo que deberíamos seriamente es 1 En: Revista Sophia: Colección de Filosofía de la Educación. No 13. Quito: Editorial Universitaria AbyaYala. 2 En Revista Calle 14, Universidad de Caldas, Bogotá Colombia. desde el corazón pensar, es decir, corazonar, que mundo, que horizonte de existencia le vamos a dejar a las niñas y niños que aun no nacen, a las hijas e hijos que aun no empiezan a transitar por los caminos del mundo y de la vida; deberíamos sentipensar que hacemos para sanar las heridas de la madre tierra que ahora agoniza por la ambición de una civilización que prioriza el capital sobre la vida, y que está poniendo en riesgo las posibilidades presentes y futuras de la existencia. CORAZONAR UNA ANTROPOLOGÍA COMPROMETIDA CON LA VIDA3 Una de las expresiones más perversas de la colonialidad del poder, del saber y del ser, ha sido erigir la razón como el único ‘uni-verso’ no sólo de la explicación de la realidad, sino de la propia constitución de la condición de lo humano, de ahí la definición desde occidente ‘del hombre como ser racional’; en nombre de la astucia de la razón (Hegel), nos secuestraron el corazón y los afectos para hacer más fácil la dominación de nuestras subjetividades, de nuestros imaginarios, de nuestros deseos y nuestros cuerpos, territorios donde se construye la poética de la libertad y la existencia; la hegemonía de la razón fragmenta la condición de nuestra humanidad, pues desconoce que no sólo somos lo que pensamos y peor que sólo existimos por ello como sostiene el fundamentalismo racionalista cartesiano; sino que fundamentalmente, el sentido de lo humano está en la afectividad, no sólo somos seres racionales, sino que somos también sensibilidades actuantes, o como nos enseña la sabiduría shamánica: “somos estrellas con corazón y con conciencia”. Y así como se colonizó, dominó, silenció, invisibilizó, los conocimientos, saberes, prácticas y a seres humanos, se colonizó también las sensibilidades, la afectividad, pues constituían la parte que negaba la hegemonía de la razón y de un pensamiento e ideología guerrerista que era necesario para el ejercicio del poder, pues al estar marcado por la ausencia de sensibilidad, lo otro, y los otros, el mundo, la naturaleza, las sociedades, las culturas, los seres humanos y la vida, se vuelven objetos de dominio, cosas, recursos, cifras para obtener plusvalía, por eso se hizo necesario legitimar la hegemonía de la razón, y silenciar la voz del corazón; por tanto no podía haber lugar en el conocimiento racional para la afectividad, para la ternura; por eso se consideró que los sentimientos pertenecían a la esfera de la animalidad, de lo instintivo, y por tanto debían ser negados, marginalizados, reprimidos y conducidos a espacios subterráneos. Sentir era una forma de negar el carácter patriarcal, masculino, dominador, irracional de la razón hegemónica, en consecuencia la afectividad, será excluida de la vida intelectual y de la esfera de lo público. Corazonar es una respuesta insurgente para enfrentar las dicotomías excluyentes y dominadoras construidas por occidente, que separan el sentir del pensar, el corazón de la razón; implica senti-pensar un modo de romper la 3 En: Guerrero, Patricio: Corazonar una antropología comprometida con la vida: Miradas otras desde Abya-Yala para la decolonización del poder, del saber y del ser, Abya-Yala, Quito, 2010 fragmentación que de la condición humana hizo la colonialidad. En el razonar, la sola palabra connota la ausencia de lo afectivo, la razón es el centro, y en ella la afectividad no aparece ni siquiera en la periferia. Corazonar busca reintegrar la dimensión de totalidad de la condición humana, pues nuestra humanidad descansa tanto en las dimensiones de afectividad, como de razón. En el Corazonar no hay centro, por el contrario, lo que busca es descentrar, desplazar, fracturar el centro hegemónico de la razón; el Corazonar lo que hace es poner primero algo que el poder siempre negó, el corazón, y dar a la razón afectividad; Corazon-ar, de ahí que el corazón no excluye, no invisibiliza la razón, sino que por el contrario, el Co-Razonar le nutre de afectividad, a fin de que de-colonice el carácter perverso, conquistador y colonial que históricamente ha tenido. Hoy sabemos que existimos, no sólo porque pensamos, sino porque sentimos, porque tenemos capacidad de amar; por ello, hoy se trata de recuperar la sensibilidad, de abrir espacios para Corazonar desde la insurgencia de la ternura, que permitan poner el corazón como principio de lo humano, sin que eso signifique tener que renunciar a la razón, pues de lo que se trata es de dar afectividad a la inteligencia. Desde las sabidurías ancestrales siempre se supo que nuestra humanidad no reside sólo en la razón, sino que el ser humano desde lo más ancestral del tiempo, tejió la vida desde el corazón, desde la afectividad, desde los cosmos de sentido que hacen posibles las emociones. Corazonando para mi hijo Hijo mío: Tanto tiempo sin mirar la vida, sin escuchar lo que nos busca enseñar, ciegos a la sabiduría que nuestra arrogancia no permite hallar. Tanto tiempo sólo viendo y oyendo, lo que nos impone la tirana razón, ya es hora de volar a la vida y abrir las puertas del corazón. La sabiduría no está en la razón, al corazón hay que dejar hablar, ya es tiempo de empezar hijo mío, desde la ternura a CORAZONAR. Que profunda es la sabiduría, que está escrita en el libro de la vida, ya es hora de empezar a leerlo, con pasión, ternura y alegría. Muy poco te ayudan las teorías, para que en la vida en verdad te realices, la ciencia no nos ha hecho mejores, ni ha podido hacernos más felices. Aprende pues, a mirar lo que la vida enseña, escucha ya, la sabiduría que en ella se encierra.