2. Algo sobre la Historia del Hospital San Vicente de

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ALGUNOS DATOS ACERCA DEL HOSPITAL SAN VICENTE DE PAUL,
DE LA CIUDAD DE HEREDIA EN SU NOVENTA ANIVERSARIO
*
Carlos Meléndez
La historia del Hospital San Vicente de Paúl de
la ciudad de Heredia se halla Íntimamente ligada al
progreso de la misma, dado que ha sido una de las
instituciones que más fuertemente han reflejado a la
sociedad en donde ha existido.
De 1866 data ya el interés de la comunidad
herediana por tener en ella un centro hospitalario,
habiéndose el 15 de enero de ese año contratado su
construcción. A esta idea _debieron soplarle vientos
adversos, dados los costos económicos que su existencia implicaría; en el mismo sentido se vuelve a
rcvivir la idea en febrero de 1868, ocasión en la que el
Gobernador de la Provincia propone alquilar un local,
crear la Junta de Caridad, establecer contribuciones,
etc., pero las cosas tampoco pasaron de allí.
En 1872, el día 6 de agosto para ser exactos,
Heredia se vistió de gala para recibir la primera
máquina de ferrocarril que inauguraba la vía desde
Alajuela. La estación ferrocarrilera había quedado
ubicada en el suroeste de la ciudad, en una sección
bastante independiente del casco urbano principal.
Dada la importancia adquirida a partir de entonces
por la vía ferroviaria, se notó ya en mayo del
siguiente año, la conveniencia de acercar más la
parada del ferrocarril al centro de ella, en ocasión de
la llegada a la ciudad del presidente Guardia. El
Presidente ofreció aportar del tesoro nacional la suma
de cinco mil pesos, para el arreglo de una calle que
llevara hasta la estación; la Municipalidad solicitó más
bien que se la trasladara a cuatro cuadras al sur del
templo parroquial, cosa que se hizo efectivamente.
El edificio original que se había levantado para
estación, una vez concluída la nueva edificación,
requería de un uso adecuado, pensándose entonces en
que sería muy a propósito para el anhelado hospital.
El día 26 de mayo de 1875 el gobierno acordó la
donación de dicha estación para instalar el hospital.
El vecindario, así como la Municipalidad y
Gobierno, dieron significativos aportes para que muy
pronto el edificio estuviera en condiciones para
atender a los que necesitaban de tales servicios.*
Entre los particulares que mayores empeños pusieron
en asistir y contribuir a las mejoras materiales del
mismo, se halló don Braulio Morales Cervantes, rico
capitalista, y su distinguida esposa doña Esmeralda
Gutiérrez, de ¡'vlorales. Entrc los médicos de la ciudad
que más empeño pusieron en que el mismo estuviese a
la altura de su tiempo, debe imprescindiblemente
mencionarse al doctor Juan J. Flores Umaí'ía. En una
biografía sobre el mismo, escribió don Luis Felipe
González lo que sigue:
"Al Doctor Flores se debe un valioso instru-
La obra se inauguró el día 8 de Diciembre de 1890.
mental de Cirugía que obsequió al Hospital y el
descubrimiento de las causas de las epidemias de
disentería y de la fiebre de tifoidea que por
mucho tiempo aparecieron en Heredia, provocando trastornos. Hizo ver que el origen de esas
epidemias era la contaminación de las aguas
potables por las mieles de café".
Otro de los profesionales que mayores empeños
pusieron por el mejoramiento del hospital de la
ciudad, lo fue el Doctor Cirilo J. Meza (1847-1893),
quien fundó en 1880 en la ciudad de Heredia una
Sociedad Médica que integraba los médicos de entonces en ella, a saber los doctores don Antonio Pupa,
don Cayetano Bosque, don Juan J. Flores, don Rafael
y don Manuel J. Flores, don Policarpo Trejas, don
J ulián Zamora y el mismo doctor Meza. Es innegable
que los progresos alcanzados en la misma, tuvieron
que reflejarse necesariamente en un evidente progreso
del Hospital de la ciudad. El Doctor Meza fue el
fundador de las Conferencias de San Vicente y de un
Hospicio de Huérfanos en Heredia.
Por acuerdo No. 194 de 27 de enero de 1898 se
aprobaron los Estatutos de la Hermandad de Caridad
y Hospital de San Vicente de Paúl, aprovados en
octubre del año anterior por la IVlunicipalidad de
Heredia. La Hermandad era una institución piadosa
encargada del sostenimiento, conservación y mejoras
del Hospital y Cementerio y la formaban los princi.
pales vecinos de la ciudad, tanto porque suscribieron
el acta de su fundación o porque posteriormente
solicitaron su ingreso. La Junta de Gobierno la
constituían un Presidente y tres vocales, más un
Secretario.
Conforme al mismo, sabemos que los enfermos
recibían su alimentación de acuerdo con el siguiente
horario:
"A las 6 y 30 a.m. café o té con pan"
"A las 9 y 30 a.m. almuerzo: caldo, huevo,
carne, frijoles y dos tortillas".
"A las 3 p.m. comida: caldo, carne, arroz,
legumbres y dos tortillas".
"A las 6 y 30 p.m., cena: café o té con pan".
Todo esto, aparte de lo que los médicos indicaran.
Ya en 1891 existía una 'Sociedad de Seí'íoras de
San Vicente de Paúl, la que a lo largo de la historia ha
hecho significativas contribuciones para mejorar y
favorecer a dicha institución hospitalaria.
Entre las primeras rentas que sc confirieron al
Hospital, se citan las derivadas del impuesto sobre
pasajes desferrocarril al Atlántico yen 1912 se señala
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que también al -del Pacífico, y que era el 10% del
impuesto por pasajes. Era además costumbre en la
comunidad, el dar donativos en especie, para ayudar
al mantenimiento del mismo; se sabe por caso que
casi nunca se compraba la leña que demanda los
servicios de cocina, que como indica un informe de
Marcos Rodríguez. El Hospital estuvo cerrado desde
julio de 1923 hasta el día 8 de diciembre de 1926 en
que se inauguró el edificio totalmente remodelado en
su parte antigua y con nuevos pabellones.
Para financiar la obra hubo del gobierno dos
aportes que completaron un monto de 9725.000, otro
de la Junta de Caridad de San José por 9710.000, el de
la señora Morales y el de la comunidad herediana, en
diversas formas. Los periódicos de la época describen
con bastante claridad las características del moderno
edificio construído con verdadero buen gusto y
funcionalidad, que se abría en su puerta principal
hacia el lado de la v:ía ferrea. Tocóle inaugurar la obra
al Presidente Lie. don Ricardo J iménez. Gracias a las
gestiones de la misma Junta, las hermanas de Caridad
tomaron a su cargo la asistencia a la institución, con
Sor Gabriela como la primera superiora y dos monjas
más, Sor Matilde y Sor Victoria. El discurso de fondo,
verdadera evocación e hisotira del Hospital de la
ciudad, estuvo a cargo del profesor D. Luis Dob'es
Segreda.
Lo que queda por decir es mucho, pero es
historia más reciente, de modo que cerramos
aquí estas breves notas sobre el Hospital San
Vicente de Paúl.
1923,
"prueba con marcada evidencia que el Centro
cuenta con la valiosa simpatía de los caritativos
heredianos".
En 1923 era evidente que el Hospital necesitaba
una mejora fundamental en su ya vieja estructura de
la planta física, e indispensables ampliaciones en sus
servicios. Existía además la coyuntura de una mejoramiento en las rentas aportadas por el estado, a más de
una sustancial donación hecha al Hospital por la dama
doña Lucila Brealey de Morales, quien dejó un legado
de 9725.000 para levantar uno de los pabellones del
edificio. Al contar con recursos, se compró primero
un terreno anexo y luego se completó la adquisición
de la mayor parte del área encerrada por calles, del
mismo Hospital, paso importante para el posterior
desarrollo del mismo. La Junta Directiva que inició y
llevó a término la construcción del Hospital estuvo
presidida por el doctor Eduardo González Flores, su
secretario lo fue don Jacinto Trejas, y vocales don J.
Ram[)ll Solera S, don Eduardo Chaverri S. y el doctor
Mayo 9, 1976
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