El Estudio de la Pareja Estéril EL ESTUDIO DE LA PAREJA ESTÉRIL Coordinador: Pedro N.Barri Rague Jefe del Servicio de Medicina de la Reproducción.Departamento de Obstetricia y Ginecología. Cátedra de Investigación en Obstetricia y Ginecología. Institut Universitari Dexeus. Barcelona Miembros: Pedro Caballero Peregrín Unidad de Reproducción Asistida Dr. Caballero Peregrín. Madrid César Carrera Puerta Urólogo. Servicio de Urología. Fundación de Alcorcón.Alcorcón (Madrid) Buenaventura Coroleu Lletget Jefe de la Sección de Fecundación In Vitro. Servicio de Medicina de la Reproducción. Departamento de Obstetricia y Ginecología. Cátedra de Investigación en Obstetricia y Ginecología.Institut Universitari Dexeus. Barcelona Eugenio López López Unidad de Endocrinología de la Reproducción. Profesor Asociado de Ginecología. Facultad de Medicina.Murcia Mar Nicolás Arnao Residente de 4.º año Departamento de Obstetricia y Ginecología. Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca. Murcia Rocío Núñez Calonge Doctora en Biología. Laboratorio Andrología-Banco de Semen. Clínica Dr. Caballero Peregrín. Madrid Rodríguez Luna Médico Adjunto. Servicio de Urología. Hospital Ramón y Cajal. Madrid Sánchez Encinas Residente de 4.º año. Servicio de Urología. Hospital Ramón y Cajal. Madrid Carlos Simón Vallés Instituto Valenciano de Infertilidad. Departamento de Pediatría,Obstetricia y Ginecología. Universidad de Valencia Pilar Soriano Mollá Residente de 4.º año. Departamento de Obstetricia y Ginecología. Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca. Murcia Pedro Viscasillas Molins Profesor Titular de Ginecología y Obstetricia. Jefe de Sección de Fertilidad. Departamento de Obstetricia y Ginecología. Hospital Sant Pau. Barcelona • Epidemiología de la esterilidad • • • • • Valoración hormonal Estudio del factor tubárico Estudio del endometrio El varón infértil Infertilidad Epidemiología de la esterilidad Aplicamos el término ESTERILIDAD a aquellas parejas que, siendo la mujer mayor de 30 años, no han conseguido un embarazo tras un año de relaciones sexuales sin contracepción. En la literatura anglosajona este concepto aparece como INFERTILIDAD. Sin embargo, para nosotros este término tiene un significado distinto y lo aplicamos a aquellas parejas que consiguen una concepción pero el embarazo se malogra y se produce una pérdida fetal. El mundo occidental está viviendo una evidente reducción de la natalidad.Existen datos de la sociedad británica de finales del siglo XIX que hablan de una media de más de 8 hijos vivos en parejas en las que las mujeres se casaron antes de los 21 años. El censo canadiense de mitad de este siglo recoge cifras similares. No obstante, en USA en pleno baby-boom postguerra mundial la tasa de natalidad baja bruscamente y la media cae a 3.8 nacimientos por pareja.Estamos recibiendo constantes noticias sobre el imparable descenso de la natalidad que se produce en el mundo occidental y por supuesto en nuestro país. Demógrafos, sociólogos y gestores sanitarios advierten a los políticos y a la sociedad de los peligros que entraña esta situación. El hecho es incuestionable, la natalidad se ha reducido en Cataluña un 50% en los últimos 30 años. La media de hijos por pareja en edad fértil está en 1,1 y el porcentaje de mu j e res que tuvo su primer hijo más allá de los 35 años se incrementó un 30% en los últimos 5 años. El fenómeno es una muestra más del desequilibrio exi stente entre el pobre y superpoblado sur y el norte rico, pero perdiendo re cambio generacional. Las ra zones que explican esta coyuntura hay que buscarlas en primer lugar en decisiones individuales de l as parejas jóvenes. La creciente presión profesional, ahora también compartida por la mujer, les fuerza a posponer la maternidad a edades en las que la mujer es ya fisiológicamente menos fértil. En publicaciones americanas se hace re fe rencia al acrónimo DINK (Dual income, no kids) que re p resenta al 2% de las parejas jóvenes que deciden no tener hijos y disfrutar del bienestar que les proporcionan sus dos salarios. En el otro extremo están los 80 millones de parejas que, según datos de la Organización Mundial de la Salud del año 1996, sufren problemas de esterilidad y no pueden tener el hijo que desean. Las tasas de esterilidad son variables pero existen estudios epidemiológicos que publican porcentajes de esterilidad de un 14% de las parejas norteamericanas, un 15% de las francesas y un 16% de las británicas (1,2). Estas parejas no suelen ser absolutamente estériles sino que presentan distintos grados de subfertilidad que tienen mayor o menor trascendencia en función de la edad de la mujer y de la duración de la esterilidad. La edad de la mujer es un factor crucial y ,como vemos en la tabla 1, la fecundidad mensual de la mujer por encima de los 38 años se reduce de forma dramática a un 2% mensual. Esta es la razón por la que el porcentaje de mujeres de más de 38% que tras 2 años de relaciones sexuales serán definitivamente estériles, se acerca al 50%. Como vemos , la especie humana tiene un bajo potencial reproductivo y diversos estudios vienen a confirmar que la fecundidad mensual máxima de una pareja joven de menos de 30 años no supera el 30% (3,4). Las cifras son elevadas y se admite que en los países industrializados 1200 nuevas parejas por cada millón de habitantes y año, tienen problemas de fertilidad. Es decir, en España cada año 44000 nuevas parejas se incorporan al colectivo de parejas subfértiles. No hay que olvidar que algunas de estas parejas curarán su esterilidad espontáneamente simplemente con el transcurrir del tiempo pero no hay duda de que sus tasas mensuales de concepción espontánea son muy inferiores a las que la moderna medicina de la reproducción puede ofrecerles. Bibliografía 1.Lorimer. S. (1954).Culture and Human Fertility. UNESCO Publications . N.York. Columbia University Press 2. Leridon H. (1981).La sterilitè: mèthodes de mesure et modèles du demographe.Les collogues de l'INSERM. Facteurs de la fertilitè humaine.103:17-30 3.Edwards R.S.,Brody s.a. (Eds) (1995).Principles and practice of Assisted Human Reproduction.W. B. Saunders Co.Philadelphia (USA) 4.Ellis N.J., Saboda K.,O'connor J, Nasca. P.C, Staner E.J.,Boyle C..A prospective study of early pregnancy lossHum Reprod 1996; 11-2: 406-412 Valoración hormonal Dentro de los factores a estudiar en una pareja que consulta por esterilidad se encuentra la valoración de la función ovulatoria de la mujer. El factor ovulatorio supone aproximadamente un 20 % de todas las causas de esterilidad. Su estudio será uno de los pri m e ros a realizar dentro del estudio básico de la pareja estéril. Clásicamente el factor ovárico podemos estudiarlo mediante la valoración de la curva de temperatura basal, la biopsia endometrial y las determinaciones hormonales. Como en la actualidad las determinaciones hormonales, mediante radioinmunoanálisis u otras técnicas como Elisa, son asequibles a la mayoría de los centros u hospitales que tratan a pacientes con problemas de esterilidad y el estudio del endometrio presenta dificultades y discordancias diagnósticas, la biopsia de endometrio ha perdido parte de su utilidad como prueba diagnóstica del estudio de la función ovulatoria en beneficio de la valoración hormonal (Crosignani et al. 1996). Dividiremos el estudio hormonal en dos categorías: A. Estudio hormonal básico. B. Estudio específico del factor endocrino como causa de esterilidad. A. Estudio hormonal básico Entendemos por este concepto la valoración hormonal que realizamos, a una mujer que presenta ciclos menstruales regulares entre 26 a 36 días, con el fin de confirmar la ovulación y diagnosticar los posibles defectos ovulatorios . La presencia de ovulación, como antes hemos comentado, se puede confirmar mediante métodos clásicos como la temperatura basal corporal, una forma sencilla y económica de realizarlo pero que es pesado e incómodo para las pacientes. Si lo que pretendemos es dar una visión básica del factor ovulatorio y diagnosticar las posibles disfunciones ovulatorias debemos realizar una determinación basal, en fase folicular precoz (entre los días 3º al 5º del ciclo), de las hormonas: FSH, LH, Estradiol y Prolactina. En fase lútea media (entre los días 21º al 24º del ciclo) debemos determinar: Progesterona y Prolactina (tabla I1). La determinaci ón basal de FSH se ha convertido en una arma diagnóstica de una patología cada vez más importante en la etiología de la esterilidad, como es el fallo ovárico oculto. El fallo ovárico oculto fue descrito por Cameron y cols. en 1986. Este cuadro lo relacionaron con mujeres que presentaban ciclos menstruales conservados y que tenían niveles al tos de FSH en fase folicular precoz indicando una pobre reserva folicular. Los niveles plasmáticos de FSH se relacionan con la respuesta ovárica a los dife rentes tratamientos inductores de la ovulación, demostrando que un nivel alto de FSH (> 12 UI/L) tiene un valor predictivo de la respuesta al tratamiento más alto que propia edad de la paciente. La determinación de LH y su relación con el valor de FSH puede ser de utilidad en la sospecha de cuadros "PCO-like ", cuadros que nunca serán considerados como de ov a rio poliquístico, pero que sí podrían ser capitales en la elección del tratamiento inductor de la ovulación. El valorar el nivel de Estradiol en el día 3º del ciclo será de utilidad como indicador de función ovárica. Mujeres con reserva funcional ovárica pobre se caracterizan por la presencia de una foliculogénesis más precoz con lo que presentan unos valores basales de Estradiol superiores a los esperados. Niveles superiores a 80 pg/ml, en nuestra experiencia, en el 3º día del ciclo indicarían una dotación folicular insuficiente. Más aun la presencia de unos niveles altos de Estradiol podrían tener un efecto inhibidor de la secreción de FSH y, por lo tanto, enmascarar un fallo ovárico oculto. En ocasi ones l a valoración de FSH y de Estradiol no descar ta la posibil i dad de una funci ón ovárica comprometida por lo que tenemos que utilizar tests dinámi cos con el fin de descar tar un cuadro de reserva folicular pobre. Con este fin se propuso el test de Clomifeno diseñado por Navot y cols en 1987, que consiste en la administración de 100 mg de Citrato de Clomi feno desde el 5º al 9º día del ciclo (tabla. III) y evaluar l a respuesta hipofisaria. Valores altos de FSH post-tratamiento (sumatorio de los niveles de FSH (dí a 3º + día 10º superi o res a 25 UI/L) i ndican una reserva folicular inadecuada. La explicación fisiopatológica reside en el efecto supresor de la inhibina ovárica. En los ovarios con déficits funcionales los ni veles de i nhibina serían más bajos con lo que aparecería un aumento de los niveles plasmáiticos de FSH postclomifeno. Un complemento al test de clomifeno clásico sería la valoración de los niveles plasmáticos de estradiol pre y post clomifeno; incrementos del valor basal indican capacidad por parte del ovario en producir Estradiol (Barri y cols. 1998),con lo que supondría un dato de buen pronóstico de la reserva funcional ovárica. Por todo ello indicaríamos la realización del test de clomifeno en pacientes que se prevé una respuesta ovárica comprometida (edad > 35 años, antecedentes de pobre o mala respuesta a los tratamientos inductores de la ovulación y pacientes con cirugía ovárica previa, fundamentalmente endometriosis). También estaría indicado en parejas con esterilidad sin diagnóstico (tabla IV). Existen otros tests dinámicos similares al test de clomifeno, diseñados con el mismo objetivo, como son el test de Leuprolide (Padilla S.L.y col. 1991) y el test de Efort (Franchin R. y col.1994) y que no aportan ventajas adicionales . La valoración en mitad de la fase lútea del nivel de progesterona plasmática puede orientar en que el ciclo ha sido un ciclo ovulatorio, aunque como de todos es sabido las discrepancias existentes en los niveles plasmáticos de progesterona en algunos ciclos en los que se ha conseguido gestación. Se aceptaría de forma general que niveles plasmáticos superiores a 15 ng/ml a los 7 días postovulación son predictivos de una fase lútea adecuada y valores por debajo de 10 ng/ml nos harían sospechar de fase lútea insuficiente. Cuando las determinaciones hormonales indiquen resultados anómalos deberá profundizarse en la investigación endocrina mediante el estudio particularizado de la alteración. B. Estudio específico del factor endocrino como causa de esterilidad La presencia de un desequilibrio endocrino puede conducir al cese total o parcial de la función ovárica. Por ello, cuadros endocrinológicos como la hiperplasia suprerrenal, el hipertiroidismo, etc. pueden ser motivo de esterilidad; ahora bien,estos cuadros no son a los que nos vamos a referir en este apartado, ya que han sido o serán motivo de otros volúmenes de consenso. El cuadro a desarrollar, y de forma muy esquemática, será la anovulación. Los cuadros clínicos se traducirían en oligoamenorrea. Igual que en el anterior apartado la determinación hormonal basal incluirá una valoración de LH,FSH, Estradiol y Prolactina. Serán estas hormonas las que solicitaremos ante un cuadro clínico de oligoamenorrea. Complementar con otras determinaciones hormonales estaría indicado ante la sospecha de cuadros específicos como una sospecha de hiperandrogenismos, hiperhipotiroidismo e hiperprolactinemia,etc. Analítica básica: LH, FSH, Estradiol y Prolactina. Sospecha de hiperandrogenismo: Androstenodiona,Testosterona, 17ahidroxiprogesterona,SDHEA, SHBG, Insulina y Cortisol. Sospecha de alteración tiroidea: TSH,T4 (libre). Sospecha de hiperprolactinemia: PRL,GH,TSH,T4 (libre) y Cortisol. Comentario La realización de un estudio hormonal en las pacientes que consultan por esterilidad debe ser considerado obligado dentro del estudio básico de una pareja estéril. Con él podremos estudiar problemas de función ovulatoria e indicar el tratamiento inductor más adecuado para conseguir la gestación. Bibliografía 1.Crosignani and Rubin.Guidelines to the Prevalence, Diagnosis, Treatment and Management of Infertility, 1996.Human Reprod. 1996;4. 2. Cameron et al.(1986).Occult ovarian failure: a syndrome of infertility, regular menses and elevated follicle-stimulating hormone concentrations. J Clin Endocrinol Metab 1986 ;67:1190 - 1194. 3.Navot P.,Rosenwaks Z.Margalioth J.Pronostic assessment of female fecundity. Lancet 1987;2:645-647. 4. Franchin R., de Ziegler D.,Olivennes F., Taieb J.,Dzik A., Frydman R. EFORT Test: a simple and reliable screening test for detecting poor responders in IVF. Hum Reprod.1994;9 (9) :1607-1611. 5. Padilla S.L.Smith R.D. Garcia J. : The Lupron screening test. Tailoring the use of leuprolide acetate in ovarian stimulation for IVF. Fertil Steril 1991;56 (1):79-83. 6. Barri P.N., Martinez F., Coroleu B. , Parera N. and Veiga A . (1998). "Managing non responders" Fertility and Reproductive Medicine. P roceedings of the XVI World Congress on Fertility and Sterility, San Francisco, 4-9 October 1998. P p . 127-137 Editors :R. D. Kempers, J.Cohen ,A.F. Haney and J.B. Younger. Editorial ELSEVI ER 1998. Estudio del factor tubárico Hoy en día existen cinco técnicas diagnósticas que se usan para explorar el factor tubárico en la paciente estéril (1,2). Una, la histerosalpingografía, es radiológica, la otra, la histerosalpingosonografía,se basa en los ultrasonidos. Las dos siguientes: salpingoscopia y la laparoscopia, son endoscópicas y finalmente una prueba analítica: los tests de clamidias. La histero salpingografía y la laparoscopia surgieron primero, son las más extendidas y mayoritariamente se consideran las más útiles, ambas se complementan y permiten un estudio adecuado de las trompas. Las otras técnicas también aportan aspectos interesantes. Vamos a considerarlas todas ellas por separado. Histerosalpingografía Descripción Consiste en la inyección de un contraste yodado (líquido opaco a los rayos X) a través de la vagina y delcuello del útero , consiguiéndose así la replección de la cavidad uterina y de las trompas, lo cual permite estudiar radiológicamente de forma indirecta las características anatómicas de la luz de estos órganos (3-5). Material El material que se precisa es: aparato de rayos X con intensificador de imagen y circuito de televisión, cánulas cervicales, jeringas y líquido de contraste yodado. Técnica Es útil preparar a la paciente con un enema evacuador y espasmolíticos, así como prudente el indicar una pro filaxis antibiótica y el descartar previamente una alergia al yodo así como una gestación que podría verse alterada o una infección ginecológica que pudiera agravarse. Conviene explorar las trompas en el periodo de tiempo comprendido entre la menstruación y la ovulación . Una vez se coloca la cánula en el cuello uterino, la inyección del líquido de contraste ha de ser lenta para evitar espasmos. Se toman varias radiografías antes, durante y después de la inyección del contraste, en varias proyecciones: anteroposterior, oblicua y lateral. En la trompa normal la porción intramural de la trompa, que es la más proximal al útero, se aprecia como un bulbo fusiforme o triangular que se continúa insensiblemente con el istmo, filiforme y sinuoso, la ampolla tubárica es acintada, muestra a menudo 2 pliegues longitudinales que corresponden a la mucosa (epitelio que recubre interiormente la trompa) y puede orientarse en todas direcciones. Finalmente el contraste se dispersa en la cavidad peritoneal. Esta técnica puede revelar diversa patología tubárica: obstrucciones, dilataciones, estenosis, pólipos, endometriosis, y antiguas infecciones tuberculosas. Complicaciones Son excepcionales pero se han descrito infecciones (especialmente en trompas patológicas), perforaciones uterinas, roturas tubáricas , shocks anafilácticos , embolias del contraste e interrupciones de embarazos no sospechados. Sin embargo,la radiación a la que se expone la paciente es mínima y no se considera lesiva. Limitaciones Generalmente no permite un diagnóstico etiológico. No informa del plano seroso (externo) de la trompa ni del entorno tubárico. En ocasiones se producen espasmos tubáricos no distinguibles de una verdadera obstrucción. Se ha visto que la sensibilidad y la especificidad no son muy elevadas. Ventajas Es un método de screening ambulatorio, sencillo, barato y con pocos riesgos. Proporciona una buena imagen indirecta de la luz tubárica en toda su longitud. Permite valorar especialmente el endosalpinx en función de la presencia y características de los pliegues tubáricos. Histerosonosalpingografía Descripción Es la exploración ultrasónica del útero y de las trompas mientras se inyecta un líquido a través del cuello uterino con el fín de crear una ventana acústica de ecogeneidad diferente que permita observar mejor las paredes internas de estas estructuras (6-8). Material Se precisa un ecógrafo con transductor vaginal, sondas jeringas y líquido de contraste que puede ser negativo (no ecogénico) como el suero fisiológico o positivo (hiperecogénico). Técnica Las medidas preparatorios son semejantes a las descritas en la técnica anterior. Primero se efectúa una exploración ultrasónica del aparato genital por vía vaginal. Después se introduce una sonda en la cavidad uterina y a través de ella el líquido se inyecta lentamente. Resultados En las trompas normales puede verse el flujo del líquido inyectado, especialmente en la parte proximal de las mismas. Al finalizar la exploración se aprecia cómo el líquido se halla en el fondo de la pelvis. Si se dispone de velocimetría Doppler se puede detectar una señal contínua durante la inyección del contraste que confirma la permeabilidad tubárica. Se pueden diagnosticar obstrucciones tubáricas unilaterales o bilaterales. Complicaciones Son excepcionales . Se han descrito leves efectos adversos como el dolor, generalmente leve y tolerable, reacciones vasovagales, nauseas, vómitos, hiperventilación y sudoración. Limitaciones La información que da es muy reducida.Sólo permite estudiar la permeabilidad tubárica y no permite precisar siempre con exactitud la localización de las posibles obstrucciones. También puede desencadenar espasmos tubáricos indistinguibles de una verdadera obstrucción. No informa de las características de los 3 planos tubáricos. Ventajas Ambulatoria simple, rápida, económica e inocua pudiendo efectuarse en la consulta del ginecólogo. Salpingoscopia Es la técnica que explora directamente la trompa a través de un endoscopio.También se utilizan los términos tuboscopia y ampuloscopia y todos ellos hacen re fe rencia a la inspección de la porción distal de la trompa,la ampolla tubárica (9). Más recientemente ha salido otra modalidad endoscópica llamada falloposcopia que permite la exploración de la totalidad de la trompa y que se puede considerar que aún está en fase de validación clínica (10). Material Se requiere fuente de luz, circuito de televisión, endoscopio con su vaina y sistema de irrigación para distender las paredes tubáricas. Técnica El salpingoscopio debe introducirse a través de una laparotomía o mediante un laparoscopio, después de aplicar anestesia general;se efectúa de forma retrógrada, es decir, desde la porción de la ampolla más distal al útero hacia la más proximal. Por contra el falloposcopio es un endoscopio muy fino que puede desplazarse desde la vagina a través del útero recorriendo la trompa en toda su extensión en sentido distal. Puede, en teoría, efectuarse de forma ambulatoria con sedación y analgésicos. Resultados Con el salpingoscopio es posible la visualización directa de la pared interna de la ampolla.Con el falloposcopio se pueden visualizar además las porciones tubáricas proximales:la intramural y la ístmica. Las imágenes patológicas que es posible obtener corresponden a adherencias, pólipos, estenosis, dilataciones, obstrucciones, aglutinación de fimbrias y atrofia de la mucosa. Complicaciones Son raras. Suelen limitarse a perforaciones tubáricas que no determinan secuelas. Limitaciones La salpingoscopia precisa una anestesia general y una técnica quirúrgica, laparotomía o laparoscopia, que permita su acceso a la trompa. La falloposcopia proporciona unas imágenes aún deficientes en comparación con las otras técnicas endoscópicas y la técnica es compleja. Sólo en aproximadamente la mitad de los casos se pueden conseguir imágenes de ambas trompas. No informa sobre el plano seroso ni muscular de la trompa ni sobre el entorno tubárico. Ventajas La salpingoscopia proporciona las mejores y más precisas imágenes en directo de la porción distal interna de la trompa. La falloposcopia es la única exploración que permite la visualización directa de la porción proximal interna de la trompa y no requiere anestésico general. Laparoscopia Descripción Es la técnica que permite observar directamente el contenido de la cavidad peritoneal, y por tanto el exterior de las trompas y su entorno, mediante un endoscopio rígido introducido a través de la pared abdominal. Es el método que mejor puede establecer un pronóstico de la patología tubárica, decidir la terapéutica adecuada y mu chas veces permitirla merced a la cirugía que es posible realizar con su ayuda. Material Es necesario disponer de fuente de luz, insuflador de gas, endoscopio e instrumento específico. Técnica Hay que descartar las contraindicaciones quirúrgicas y anestésicas posibles. Es necesario poder efectuar una laparotomía de urgencia por si surge una complicación. Después de aplicar una anestesia general, se insufla un gas, habitualmente CO2 , dentro de la cavidad abdominal a través de una aguja para separar la pared abdominal de su contenido y poder examinarlo. Después, mediante pequeñas incisiones abdominales, se introduce el endoscopio y el instrumental preciso para la inspección y movilización del aparato genital. Para explorar bien las trompas es imprescindible la instilación de un líquido coloreado (habitualmente azul de metileno o índigo carmín) a través de una cánula que se coloca en el cuello uterino. Resultados Visualiza directamente la anatomía macroscópica del plano externo de la trompa en toda su extensión extrauterina. Permite la observación de las fimbrias tubáricas y conocer su relación anatómica con el ovario, así como el estudio del factor peritoneal. Las anomalías tubáricas que se pueden diagnosticar corresponden a obstrucciones, estenosis, inflamaciones, hidrosalpinx, dilataciones, divertículos, adherencias peritubáricas , aglutinación de fimbrias. En ocasiones el diagnóstico puede ser etiológico cuando existe una endometriosis o una salpingitis ístmica nodosa. Complicaciones Raras pero pueden ser graves incluyendo las anestésicas, perforaciones, hemorragias, quemaduras, infecciones y las debidas a la insuflación de gas. Limitaciones Se requiere anestesia general, ingreso en clínica y unos 3 días de recuperación antes de reemprender la actividad normal. No explora el estado de la mucosa tubárica. A pesar de la anestesia pueden presentarse espasmos tubáricos que falsean los resultados al confundirse con obstrucciones . Ventajas Es la técnica que explora con más precisión el pabellón de la trompa, el entorno tubárico y el peritoneo pélvico. Permite también maniobras quirúrgicas que pueden corregir ciertas anomalías tubáricas y de otra índole en el mismo acto quirúrgico. Tests de clamidias Es un análisis de sangre que tiene por finalidad estudiar la existencia de una infección por clamidias que como se ha dicho es el agente infeccioso que con más frecuencia afecta a las trompas. Son test serológicos que se basan en la detección de anticuerpos anticlamidia, los cuales persisten mucho tiempo después de ocurrida la infección. De hecho un solo análisis positivo no puede asegurar si la infección es actual o pasada. Su sensibilidad y especificidad varían entre 0,20 y 1 según el test que consideremos y existen muchos de ellos. Obviamente no es una prueba agresiva y es barata pero no permite un diagnóstico de los otros posibles agentes infecciosos y no informa del estado anatómico de la trompa debiendo pues complementarse con los otros métodos existentes. Bibliografía 1 . Van der Eede B:Investigation and treatment of infe rtile couples:ESHRE guidelines for good clinical and laboratory practice. Hum Reprod 1995;10:1246-1271. 2.Viscasillas P:Exploraciones especiales en esterilidad.En:Fertilidad y Esterilidad Humana.Editores Vanrell JA,Calaf J,Balasch J Viscasillas P. Masson, S.A.Barcelona.1999.pág.51-67 3.Adelasi B, Al-Nuaim L et al: Accuracy of hysterosalpingography and laparoscopic hidrotubation in diagnosis of tubal patency. Fertil Steril 1995;63:1016-1020. 4.Mol BMJ, Swart P et al:Reproductibity of the interpretation of hysterosalpingography in the diagnosis of tubal pathology. Hum Reprod 1996;11:1204-1208. 5.Swart P,Mol BWJ et al:The accuracy of hysterosalpingography in the diagnosis of tubal pathology:a metaanalysis. Fertil Steril 1995;64:486-491. 6. Prevedourakis D, Coutradis Detal: Hysterosal pingography and hy steroscopy in female infertility. Hum Repro d 1994;9:2353-2355. 7. Hamilton JA, Larson AJ et al: Routine use of saline histerosonography in 500 correlative unselected infertile women. Hum Reprod 1998;13:2463-2473. 8.Hamilton JA,Larson AJ et al: Evaluation of the performance of hysterosalpingo contrast sonography in 500 consecutive, unselected infertile women.Hum Reprod 1998;13,1519-1525. 9. Marana R,Rizzi M: The role of salpingo scopy and fallos copy in infertility. Curr Opin Gynecol 1996;8:257-260. 10. Lundberg S ,Rasmussen Cet al: Falloscopy in conjunction with laparoscopy:possibilities and limitations. Hum Reprod 1998;13:1490-1492. 11. Black LM: Current methods of laboratory diagnosis of clamydiatra chomatis infections: Clin Microbiol Reviews 1997;10:160-184. Estudio del endometrio El endometrio es considerado hoy en día como un órgano regulado hormonalmente del que depende la posibilidad de que el embrión pueda implantar en el útero materno. El endometrio está formado por cuatro componentes básicos: epitelio superficial, epitelio glandular, estroma y el compartimento vascular. En la fase folicular, el endometrio sometido a la acción de los estrógenos prolifera y crece. Tras la ovulación, la secreción de progesterona va a producir importantes cambios en la morfo l ogía y secreción endometrial. El periodo de tiempo en que el endometrio humano es receptivo se denomina periodo de receptividad endometrial. Dicho periodo receptivo en la especie humana se produce por el efecto de la progesterona sobre un endometrio previamente primado con estrógenos. La progesterona (P) induce una ventana de receptividad o ventana de implantación concreta y autolimitada entre los días P+5 y P+8. El estudio del endometrio es fundamental para conocer las posibilidades de implantación de una paciente en un ciclo determinado y con la llegada de las técnicas de reproducción asistida esta información es todavía más necesaria, ya que sabemos que el estado endometrial y por lo tanto la implantación es el factor limitante para la obtención de embarazos. Se pretende en este documento hacer un análisis crítico de cada una de las técnicas de estudio empleadas así como emitir un diagrama diagnóstico de actuación. Diagnóstico invasivo Biopsia endometrial La técnica más usada para estudiar la respuesta endometrial a las hormonas esteroideas ha sido y es la biopsia endometrial.Las biopsias son realizadas generalmente en la segunda mitad de la fase lútea.La interpretación de la biopsia se realiza de acuerdo con los criterios clásicos de Noyes (1), basado en cambios histológicos dentro del contexto de un ciclo idealizado de 28 días. Denominamos endometrio en fase aquel cuyo dataje histológico coincide en 2 o menos días al cronológico, mientras que si la diferencia es mayor se denomina fuera de fase. Sin embargo, esta técnica tiene importantes limitaciones como su subjetividad, invasividad y falta de especificidad. La subjetividad puede contrastarse por las variaciones inter e intra observador de hasta un 40% para el mismo endometrio (2,3). La sensibilidad es bastante pobre ya que los embarazos pueden ocurriren ciclos donde las biopsias encontra ron anormalidades en el desarrollo endometrial (4) y a la inversa. La invasividad es obvia y por ello la hace inviable en el ciclo en que se pretende obtener el embarazo. Inmunohistoquímica El marcador bioquímico de receptividad más aceptado es la existencia de un patrón de integrinas adecuado. Las integrinas son unas glicoproteínas situadas en la membrana celular cuya función es la fijación de dichas células a la matrix extracelular mediante unos lugares de reconocimiento específico que es el tripéptido arginina-glicina-aspártico (RGD). Durante la ventana de implantación (días 20 a 24 después de la ovulación), que corresponde al período de máxima receptividad endometrial, existe una co-expresión de las subunidades a1, a4 y b3 en el epitelio endometrial (5). De hecho, la aparición de la b3 abre la ventana mientras que la desaparición de la a4 la cierra. Estos datos vienen corroborados por la existencia de alteraciones en el patrón descrito de integrinas endometriales en pacientes con infertilidad de causa desonocida (6). Sin embargo,existen trabajos recientes que parecen cuestionar que estas integrinas puedan ser marcadores de receptividad endometrial (7, 8),incluso se está cuestionando la regulación hormonal de estas moléculas (9). Microscopía electrónica El marcador morfológico más importante es la presencia de unas formaciones saculares en la porción apical de las células epiteliales denominados pinópodos. Las células epiteliales pierden sus microvillis y des a r rollan estas estructuras, que aparecen fugazmente en el día 20 del cicl o y permanecen de 24 a 48 horas transcurridas las cuales desaparecen (10). Su función parece ser la succión de líquido endometrial, haciendo coalescer las paredes endometriales fa v o reciendo la aposición del embri ó n . Sin embargo, este análisis requiere un sofisticado equipo de microscopía electrónica que lo hace inviable como técnica rutinaria. Diagnóstico por la imagen Ultrasonografía vaginal La apariencia ecográfica del endometrio (incluyendo grosor endometrial y patrones ecogénicos) son potenciales parámetros de ayuda diagnóstica puesto que ambos están regulados por el efecto de las hormonas esteroideas (11). El grosor endometrial se mide desde la unión del miometrio y el endometrio basal (hiperecóico) de la cara anterior a la cara posterior en una sección del eje longitudinal uterino. El grosor endometrial en la fase folicular temprana post-menstrual es una línea hiperecogénica de 1-2 mm, que se incrementa después entre 1 y 2 mm por día hasta alcanzar 8 mm.Tras la ovulación, la línea endometrial alcanza un grosor de 12 mm (12). El grosor endometrial (medido en la fase folicular, previo a la ovulación) varía, dependiendo del protocolo de inducción utilizado. En ciclos estimulados con citrato de clomifeno (CC) se alcanza un grosor medio de 9-10 mm (13), y usando gonadotrofinas se alcanzan los 12 mm (13). Sin embargo, el grosor endometrial carece de valor predictivo. Aunque los datos iniciales indicaban un incremento en el grosor en pacientes que concibieron (14), existe un consenso general en el hecho de que el 95% de los intervalos de confianza de los grosores endometriales de aquellas pacientes que concibieron solapan casi completamente con aquellas que no consiguieron quedarse embarazadas (6.8-11.8 contra 8.6-11.9 respectivamente) (15,16). Así, este parámetro nos da una información sesgada acerca del estado receptivo individual de pacientes que llevan a cabo una inducción a la ovulación. De manera similar dentro de un protocolo no existe correlación entre el grosor endometrial y el nivel de estradiol existente (17, 18). Lo que puede ser interesante es determinar si existe un umbral crítico en el que, debido a la atrofia, la concepción no sea posible. Independientemente del protocolo de estimulación, no suelen producirse embarazos en ciclos donde el máximo grosor endometrial fue menor a 5 mm (16,19), aunque incluso con líneas de 4 mm pueden ocurrir gestaciones (20). El patrón ecográfico observable en la fase folicular tardía puede ser de tres tipos (2125): el patrón normal o triple línea, el patrón anormal completamente hiperecogénico y un patrón intermedio con algunas áreas hipogénicas entre las tres líneas hiperecogénicas. El valor predictivo de estas imágenes es también bastante limitado. La triple línea aparece en el 75% de las pacientes que quedaron gestantes y también en el 60% de las que no quedaron (25). Sin embargo, el patrón anormal o hiperecóico se asocia con menores posibilidades de gestación (21-25); la causa radica en que este patrón es la consecuencia del efecto progesterónico sobre el endometrio y nos daría una indicación de que la ventana de implantación ha sido desplazada por aparición prematura de la progesterona. Resumiendo, aunque la medición del grosor endometrial es un procedimiento rutinario en nuestras consultas, no es un parámetro clínico predicti vo de implantación. No obstante, es importante considera r que existe un umbral mínimo de menos de 5 mm, por debajo del cual la implantación no tiene lugar. El patrón ecográfico parece tener una capacidad predictiva negati va mayor cuando aparece el patrón anormal. Doppler Color Mediante esta técnica se ha intentado correlacionar el flujo sanguíneo uterino con las tasas de implantación. La hipótesis es que una perfusión uterina defectuosa originaría una alteración de la implantación, pero obviamente éste no es un factor único,por ello no se pueden correlacionar el índice de pulsatilidad (IP) con la posibilidad de quedar gestante o no (26-28). Diagnóstico hormonal sérico La regulación del crecimiento y dife renciaci ón endometrial se debe primariamente a las hormonas esteroideas ováricas y su balance fisiológico da l ugar al clásico perfil endometrial. El diagnóstico hormonal rutinario nos sirve para di agnosticar alteraciones obvias, como una anovulación o una fase lútea defectuosa y por l o tanto su reflej o sobre el endometrio; sin embargo no es en absoluto predictivo. Existen estudios clásicos (29) que nos informan de la relación estrógenos (E) / progesterona (P) en el desarrollo endometrial. En presencia de E (<30 µg) y P (<1,5 mg) en bajas concentraciones, las glándulas y estroma no se desarrollan adecuadamente; si existe mu cho E y poca P las glándulas se dilatan mientras que el estroma no se desarrolla. Si por el contra rio hay un aumento de P con estrógenos bajos el estroma sufre una reacción decidual en ausencia de desarrollo glandular. Mientras que si ambos (E y P) se encuentran elevados, el estroma se decidualiza y aparecen glándulas poco desarrolladas con una disminución de la actividad secretora . La estimulación ovárica utilizada en FIV o IA también produce alteraciones de la histología endometrial, habiéndose descrito una disincronía entre glándulas y estroma (30), observables a nivel de microscopía electrónica (31). Estas alteraciones son debidas a que altos niveles de estrógenos durante la fase folicular en estas pacientes pueden inducir o mantener altos niveles de receptores de estrógenos y progesterona en la fase lútea. Estas alteraciones morfológicas producen una alteración funcional uterina demostrada por una disminución de la tasa de implantación en estas pacientes (32,33), que se corri ge cuando los niveles hormonales disminuyen (34). En resumen, el diagnóstico hormonal periférico nos orienta hacia el estado endometrial pero en absoluto discrimina de forma clínica. Analisis bioquímico de la secreción endometrial Se trata del estudio del patrón protéico encontrado en el líquido endometrial obtenido en el periodo de receptividad. Se trata de una técnica no invasiva con la que se pueden obtener entre 100 a 300 µl de líquido endometrial y analizarlo. Dicho fluido obtenido en diferentes fases del ciclo menstrual ha sido estudiado mediante PAGE- SDS que es una técnica de identificación de proteínas, encontrándose di stintos patrones que parecen corresponder a diferentes estados de receptividad (35, 36). Estudios recientes indican el aislamiento de bandas proteicas específicas que corresponden al estado receptivo como cyclophilina, haptoglobina y uteroglobina (37). Por ello esta nueva técnica puede ser una posibilidad prometedora para un futuro próximo. Conclusiones El análisis crítico de los métodos actuales para la evaluación del endometrio indica que ninguno de ellos es predictivo ni efectivo.La razón es clara, el estado de receptividad y normalidad endometrial no depende de ningún parámetro aislado sino que es la suma del correcto funcionamiento de todos los factores conocidos: hormonales, vasculares, morfológicos, funcionales y posiblemente otros que no conocemos. En consecuencia y mientras no dispongamos de sistemas discriminatorios más sensibles debemos abordar el estudio endometrial desde todos los puntos de vista conocidos, por lo que proponemos el diagrama diagnóstico siguiente. Bibliografía 1.Noyes RW, Hertig AT, and Rock J.Dating the endometrial biopsy. Fertil Steril 1950; 1:23. 2.Scott RT, Snyder RR,Bagnall JW, Reed KD, Adair CF, and Hensley SD. Evaluation of the impact of intra-observer variability on endometrial dating and the diagnosis of luteal phase defects. Fertil Steril 1993; 60:652-7. 3. Fleischer AC, Herbert CM, Sacks GA, Wentz AC, Entman SS, and James AE. Sonography of the endometrium during conception and non-conception cycles of in vitro fertilization and embryo transfer. Fertil Steril 1986;46:442-7. 4. Davis OK, Berkley AS, Naus GJ, Cholst IN, and Freedman KS. The incidence of luteal phase defect in normal, fertile women,determined by serial endometrial biopsies. Fertil Steril 1989;51:582-6. 5.Lessey, B.A., Castelbaum,A.J.,Sawin, S.W.,et al.Aberrant integrin expression in the endometrium of women with endometriosis. J Clin Endocrinol Metabol 1994;79: 643649. 6.Lessey, B.A and Castelbaum,A.J.Integrins in the endometrium.Reprod Med Rev 1995;4: 43-58. 7. Creus, M., Balasch, J., Ordi J, Fábregues, F., Casamitjana, R., Quinto, LL., Coutifaris, Ch., Vanrell, J. Integrin expression in normal and out-of-phase endometria.Hum Rep 1998;13:3460-3468. 8.Bridges, J.E.,Prentice, A.,Roche, W. et al. Expression of integrin adhesion molecules in endometrium and endometriosis. Br J Obstet Gynaecol 1994;101: 696-700. 9. Van der Linden, P.J.Q.,de Goeij,A.F.P.M.,Dunselman, G.A.J.et al. Expression of cadherins and integrins in human endometrium thoughout the menstrual cycle. Fertil Steril 1955; 63:1210-1216. 10.Psychoyos A & Nikas G. Uterine pinopodes as markers of uterine receptivity. Assist Rep Rev 1994;4: 26-32. 11. García E,Bouchard P, De Brux J,Berdah J, Frydman R,Scheison G, Milgrom E,and Perrot-Applanat M.Use of immu-nocytochemistry of progesterone and estrogen receptors for endometrial dating.J Clin Endocrinol Metab 1988; 67:80-7. 12. Randall JM, Fisk NM, Mc Tavish A , and Templeton A A . Transvaginal ultrasonic assessment of endometrial growth in spontaneous and hyperstimulated menstrual cycles. Br J Obstet Gynecol 1989;96:954-9. 13. Dickey RP, Olar TT, Taylor SN, Curole DN, Matulich EM. Relationship of endometrial thickness and pattern to fecundity in ovulation induction cycles:effect of clomiphene citrate alone and in combination with human menopausal gonadotropins. Fertil Steril 1993;59:756-60. 14.Gonen Y, Casper RF, Jacobson,W, and Blankier J.Endometrial thickness and growth during ovarian stimulation:a possible predictor of implantation in in vitro fertilization. Fertil Steril 1989; 52:446-450. 15. Friedler S , Schenker J, Herman A, and Lewin A.The role of ultrasonography in the evaluation of endometrial receptivity following assisted reproductive treatments:a critical review. Hum Reprod Update 1996;2: 323-335. 16.Dickey RP, Olar TT, Curole DN, Taylor SN,and Rye PH.Endometrial pattern and thickness associated with pregnancy outcome after assisted reproduction technologies. Hum Reprod 1992;7:418-421. 17. Lenz S . and Lindengerg S. Ultrasonic evaluation of endometrial growth in women with normal cycles during spontaneous and stimulated cycles. Hum Reprod 1990; 5:377-381. 18. Check JH, Nowroozi K, Choe J, and Dietterich C. Influence od endometrial thickness and echo patterns on pregnancy rates during in vitro fertilization. Fertil Steril 1991;56:1173-1175. 19. Abdalla H, Brooks AA , Johnson MR, et al. Endometrial thick ness: a predictor of implantation in ovum recepients?. Hum Reprod 1994; 9: 363-5. 20.Sundström P. Establishment of a successful pregnancy following in-vitro fertilization with an endometrial thickness of no more than 4 mm. Human Reproduction 1998;13: 1550-1552. 21.Grunfeld, L., Walker B.,Bergh, P.A., Sandler, B., Hofmann, G.,Navot, D. High resolution endovaginal ultrasonography of the endometrium:a non invasive test for endometrial adequacy. Obstet Gynecol 1991;78:200-4. 22. Rogers P., Polson, D., Murphy, C.R., Hosie, M, Susil, B., Leoni, M. Correlation of endometrial histology, morphometry, and ultrasound appearance after different stimulation protocols for in vitro fertilization. Fertil Steril 1991; 55: 583-7. 23.Check,J.H., Nowroozi,K., Choe, J., Dietterich, C. Influence of endometrial thickness and echo patterns on pregnancy rates during in vitro fertilization. Fertil Steril 1991; 56:1173-5. 24.Ueno,J.,Oehninger, S., Brzyski,R.G.,Acosta,A.A.,Philput, C.B.,Muasher, S.J.Ultrasonographic appearance of the endometrium in natural and stimulated in vitro fe rtilization cy cles and its correlation with outcome. Hum Repro d 1991;7:901-4. 25.Gonen, Y., Casper, R.F. Prediction of implantation by the sonographic appearance of the endometrium during controlled ovarian hyperstimulation for in vitro fertilization (IVF).J In Vitro Fert Embryo Trans 1991;8:116-9. 26. Steer,C.V., Campbell,S., Tan S. L., Crayford, T., Mills,C. , Mason ,B.A., Collins, W.P. The use of transvaginal color flow imaging after in vitro fe rtilization to identify optimum uterine conditions befo re embryo transfer. Fertil Steril 1992;57:372-6. 27.Sterzik, K.,Grab, D., Sasse, V.,Hutter, W., Rosenbushce, B., Terinde, R.Doppler sonographic findings and their correlation with implantation in an in-vitro fertilization program. Fertil Steril 1998;52:825-8. 28.Strohmer, H., Merczeg, C., Pleckinger, B., Kemeter, P., Feichtinger, W. Prognostic appraisal of success and fialure in an in- vitro fertilization prog ram by transvaginal Doppler ultrasound at the time of ovulatio induction. Ultrasound Obstet Gynecol 1991;1:272-4. 29. Good, R. G. and Moye r, D. L . Estrogen - progesterone relationships in the development of the secretor y endometrium. Fertil Steril 1968; 19:37. 30. Benadiva, C.A., Metzger, D.A. Superovulation with human menopausal gonadotropins is associated with endometrial gland-stroma dyssynchrony. Fertil Steril 1994;61:700-4. 31. Bladford AJ, Najmabadi S , Paulson RJ. Ultrastractural characteristics of the luteal phase endometrium in donors undergoing controlled ovarian hyperstimulation. Fertil Steril 1997; 67:625-30. 32. Simón C , Cano F, Valbuena D, Remohí J, Pellicer A. Clinical evidence for a detrimental effect on uterine receptivity of high serum estradiol levels in high and normal responder patients. Hum Reprod 1995;10:2432-7 33. Pellicer A, Valbuena D, Cano F, Remohí J,Simón C. Lower implantation rates in high responders: evidence for an altered endocrine milieu during the preimplantation period. Fertil Steril 1996;65:1190-95. 34. Simón C , Garcia Velasco J, Valbuena D, Peinado JA, Moreno C , Remohí J, Pellicer A. Increased Uterine Receptivity by Decreasing Estradiol Levels During the Preimplantation Pe riod in High Responder Patients by Using an FSH Step-Down Regimen. Fertil Steril 1998,70:234-239. 35. Beier-Hellwig K,Sterzik K and Beier HM. Zur Rezeptivität des Endometriums: die Diagnostik der Proteinmuster desmenschlichen Uterussekretes . Fertilität 1998;4:128134. 36. Beier-Hellwig K,Sterzik K, Bonn B and Beier HM. Contribution to the physiology and pathology of endometrial receptivity: the determination protein pattens in human uterine secretions. Human Reproduction 1989; 4(suppl.1):115-120. 37.Beier H and Beier-Hellwing K.Molecular and cellular aspects of endometrial receptivity. Human Reproduction 1998; 4:448-458. El varón infértil Infertilidad Masculina:Evaluación sinóptica Causas Las causas que pueden originar infertilidad en el varón se pueden dividir en endocrinas o pretesticulares, testiculares y postesticulares. A. Causas pretesticulares En estos casos, el deterioro de la fertilidad se debe a un desequilibrio hormonal. Alteraciones hipotálamo-hipofisarias Enfermedades de la hipófisis. Habitualmente en el contexto de un panhipopituitarismo, ya sea congénito o más frecuentemente adquirido, secundario a cirugía, infarto, tumores, radiación, enfermedades infecciosas que afecten a la hipófisis. Estos enfermos suelen ser diagnosticados en edades prepuberales por retardo en el crecimiento o hipotiroidismo siendo diagnosticada su infertilidad en edades adultas cuando se evalúa su capacidad reproductora. Presentan desarrollo normal de caracteres sexuales secundarios, salvo que exista insuficiencia adrenal. Exploración física, testículos pequeños y consistencia blanda, en contraste con los testículos pequeños y duros por fibrosis en los casos de causa testicular. Hipogonadismo hipogonadotrópico: existe un déficit de hormona liberadora de gonadotropina, GnRH, a nivel hipotalámico. Puede ser idiopático o familiar asociándose con anosmia,síndrome de Kallmann (1).El patrón de herencia más común es autosómico dominante aunque se han descrito transmisión ligada al cromosoma X y autosómica recesiva (2). Otras anomalías congénitas presentes en el síndrome de Kallman son cuarto metacarpiano corto, sindactilia, defectos de la línea media, criptorquidia. Una historia familiar, alteraciones en la línea media y anosmia puede ayudar en el diagnóstico prepuberal aunque puede ser difícil diferenciarlo de un retraso en la maduración sexual. Existe una ausencia de pulsos de LH (3) y un aumento de los niveles de gonadotropinas tras un test de GnRH repetido. La sustitución androgénica con testosterona u hormona gonadotropina coriónica (HGC) es el tratamiento adecuado en los adolescentes para conseguir su virilización.Sin embargo debe recordarse que el tratamiento con andrógenos exógenos produce la supresión de testosterona intratesticular por lo que la espermatogénesis y el crecimiento testicular no son estimulados en estos pacientes. La sustitución androgénica con enantato o cipionato de testosterona a dosis de 200 mg im a la semana son suficientes para conseguir una completa virilización en la mayoría de los pacientes. Para iniciar la espermatogénesis se requiere la administración de gonadotropina coriónica (HCG) 2000 U.I. tres veces a la semana. Sin embargo la completa espermagénesis sólo ocurre en un 20% de los enfermos con HCG como terapia única por lo que requiere la adición de la hormona folículo estimulante (FSH). En la casi totalidad de los enfermos seis meses después del inicio de la terapia con HCG. La dosis de FSH es similar a los preparados de gonadotropinas para el tratamiento de la menopausia (75 U.I FSH, 75 U.I LH por vial), administrándose medio vial tres veces a la semana. La administración de GnRH intermitentemente en inyecciones subcutáneas o en bomba de infusión cada 90 minutos puede ser utilizado para aquellos pacientes con respuesta pobre al tratamiento combinado con GnRH seguido de FSH-LH. Déficit aislado de LH (síndrome del eunuco fértil): Estos pacientes presentan pérdida de secreción de LH con conservación de FSH por lo que presentarán un crecimiento testicular normal pero con atrofia de las células de Leydig. Presentando en el espermiograma volúmenes reducidos y bajos número de espermatozoides. El tratamiento consiste en la terapia sustitutiva con HCG. Déficit aislado de FSH: Rara alteración que presenta normal virilización, niveles de testosterona y LH dentro de la normalidad y tamaño testicular normal. Presentan oligo o azoospermia. El tratamiento sustitutivo con FSH-LH promueve la espermatogénesis (4). Otros síndromes congénitos: Síndrome de Prader-Willis (obesidad, retraso mental, hipotonia muscular, estatura corta e hipogonadismo). Presentan déficit de LH y FSH por disminución de GnRH al igual que el síndrome de Laurence - Moon - Bardtçboeñdt (hipogonadismo hipogo nadotrófico, polidactilia, retinitis pigmentaria). Ambos requieren sustitución con GnRH. Otras alteraciones hormonales Exceso de andrógenos: Déficit congénito de 21-Hidroxilasa en la hiperplasia adrenal congénita produce una disminución de la síntesis de cortisona que conlleva un incremento de la producción de hormonas adrenocorticotropas hipofisarias que hiperestimula la glándula adrenal incrementando su producción de andrógenos. El exceso de andrógenos inhibe la producción de FSH-LH. Presentan desarrollo testicular anómalo con disminución de la fertilidad debido a fibrosis tubular y peritubular. Exceso de estrógenos: Situaciones secundarias a tumores secretores de estrógenos a nivel de corteza adrenal o tumores testiculares (tumores cel de Sertoli o tumores de células intersticiales), presentan impotencia, ginecomastia, y atrofia testicular con bajos niveles de FSH, LH, testosterona y aumento de niveles de 17-cetosteroides en orina.Tratamiento causal. Exceso de prolactina: La hiperprolactinemia se asocia a infertilidad e impotencia, aunque no es necesario como test de screening de rutina (5). Las causas más frecuentes son los prolactinomas, con macroadenomas de hipófisis ≥ a 1 cm, por lo que la persistencia de aumento de prolactina exige estudios con TAC o RMN craneales. Para el tratamiento de los macroadenomas son utilizados la bromocriptina, cirugía o radioterapia, siendo la monoterapia con bromocriptina de elección para los microadenomas. Exceso de glucocorticoides: El aumento de estos produce la supresión de LH con el consiguiente déficit de andrógenos y disfunción testicular. Puede ser por causa endógena (síndrome de Cushing) o por ingesta de medicamentos. La biopsia testicular presenta hipoespermatogénesis y alteraciones en la maduración espermática (6). Anomalías tiroideas: El hipertiroidismo se ha asociado con infertidad (7,8) en varones junto con un incremento en los niveles de estradiol. B. Causas testiculares Anomalías genéticas Aproximadamente un 6% de la infertilidad masculina se debe a anomalías cromosómicas incrementándose su incidencia cuanto más disminuye el número de espermatozoides, presentando los pacientes con azoospermia entre un 10-15% anomalías del cariotipo (9). La mayoría de alteraciones cariotípicas se asocian con el síndrome de Klinefelter (disgenesia XXY) Sd XYY Sd del varón XX. Sd de Noonan (Sd de Turner masculino). Otras causas testiculares Anorquia bilateral: Presenta genotipo XY, fenotipo masculino, por lo que debió existir tejido testicular durante las primeras 12 semanas de gestación. Bajos niveles de testosterona y de gonadotropinas están presentes. La infertilidad es intratable y a diferencia de la criptorquidia bilateral no se incrementa la testosterona tras la administración de HGC. Criptorquidia: Alrededor de un 3-4% de los recién nacidos varones presentan criptorquidia en el momento del nacimiento, descendiendo hasta el 1-1,6% al año de vida. Concentraciones de espermatozoides entre 12 a 20 millones de espermatozoides por mililitro se encuentran en el 50% de los enfermos con criptorquidia bilateral y entre un 25 a 30% de las criptorquidias unilaterales (10). La biopsia testicular revela disminución del número de células de Leydig en el testículo ascendido que son más severas cuanto más elevado se encuentra el testículo, ausencia de células germinales en el 20-40% de los testes inguinales o preescrotales, frente al 90% de los testículos intraabdominales (11). Como factores etiológicos se han implicado causas mecánicas y hormonales. La corrección quirúrgica debe realizarse entre los 2 primeros años y se han comunicado tasas de fertilidad entre el 78% al 92% después de la cirugía (12). Varicocele: Se encuentran en un 30% de los varones infértiles (13). Es la causa más frecuente de corrección quirúrgica de infertilidad masculina. Los mecanismos implicados en la disfunción testicular son el aumento de la temperatura intraescrotal (0.78ºC mayor que el varicocele), reflujo de metabolitos renales y adrenales desde la vena renal (14), disminución del flujo sanguíneo (15) e hipoxia (16). El seminograma presenta disminución de la motilidad lo más frecuente (90% de los enfermos), concentraciones espermáticas por debajo de los 20 mill/ml en el 65% y anomalías morfológicas con el patrón de stress de MacLeod (17) que consisten en el aumento de células amorfas y celulas germinales inmaduras mayor del 15%. El diagnóstico se realiza mediante la exploración física y la ecografía donde se evidencia dilatación del plexo pampiniforme, dilatación ³3 mm que se incrementa con valsalva, siendo el ultrasonido el mejor método en el diagnóstico y seguimiento postquirúrgico del varicocele. Se recomienda el tratamiento quirúrgico en adolescentes con varicocele grados II-III asociados con re t a rdo en el crecimiento testicular ipsilateral y en aquellos casos de varicocele detectado clínicamente con anomalías en el seminog rama que consulta por problemas de infertilidad siempre que la pareja haya sido evaluada previamente. Tras la cirugía correctora se demuestra en un 70% de los enfermos una mejoría en el seminograma, con mejoría de la motilidad espermática en un 70%, aumento del número de espermatozoides en un 51% y una mejoría de la morfología en un 44%. Sin embargo las tasas de concepción se encuentran entre un 40-50% (18). Síndrome de célula de Sertoli Quimioterapia: Durante ella muchos pacientes presentan elevación de FSH que se correlaciona con azoospermia. Radioterapia: Las células con alta capacidad de división son las más radiosensibles siendo las espermáticas más resistentes que las espermatogónicas o espermatocitos. Las células de Leyding son relativamente radiorresistentes por lo que los niveles de testosterona son relativamente normales tras la radioexposición. Los efectos de la radiación ionizante sobre la función testicular en relación con la dosis varía desde 10 a 30 rads , que inducirían una oligozoospermia temporal, hasta dosis de 200 a 300 rads en las que se produciría azoospermia en el 100%, sin recuperación por encima de los 40 meses. Distrofia miotónica de Steiner: Caracterizada por atrofia muscular progresiva, calvicie frontal, catarata subcapsular posterior, defectos de conducción cardiaca, disfunción eréctil, ginecomastia (rara), diversos grados de demencia (raro), atrofia testicular (80% de los casos) y fenómenos de hialinización y fibrosis en la biopsia testicular. Alcohol: Produce alteraciones tanto de la función endocrina como exocrina produciendo a nivel testicular, en estadios avanzados, atrofia testicular con azoospermia, impotencia y feminización. Tabaco: Evidencias experimentales sugieren que la exposición a la nicotina, humo de cigarrillo y/o hidrocarburos aromáticos policíclicos es capaz de producir atrofia testicular, detención de la espermatogénesis y alteración en la morfología espermática en animales. Infertilidad de causa inmunológica: Por la presencia de anticuerpos antiespermatozoides que se ven beneficiados por el tratamiento con corticoides (prednisona). Infertilidad de causa idiopática: Que alcanza a un 25% de enfermos que exhiben anomalías en el espermiograma pero cuya causa no se puede identificar. C. Causas postesticulares Obstrucción de la vía espermática Suponen aproximadamente el 7% de los casos de infertilidad masculina (18) y su importancia radica en que constituyen una causa potencialmente curable con cirugía. La vía seminal puede afectarse en cualquier nivel desde los túbulos eferentes hasta los conductos eyaculadores, ya sea por causas congénitas o adquiridas secundarias a procesos inflamatorios o quirúrgicos. En la mayoría de las ocasiones la exploración física y el estudio seminal, que suele demostrar la existencia de azoospermia, no van a ser indicativos de la naturaleza y etiología de la infertilidad, aunque en ocasiones la presencia de un volumen de eyaculado bajo, fructosa disminuida y ph ácido puede ser sugerente de obstrucción de los conductos eyaculadores o utriculocele. En otras ocasiones la presencia de leucocitos y hematí es pueden i ndicar la presencia de un proceso infeccioso a nivel de la vía seminal (19). La obstrucción del epididimo suele ser bilateral y congénita; representa aproximadamente el 90% de los casos de obstrucción de la vía seminal (20). La exploración física puede demostrar un amplio abanico de hallazgos que van desde un epididimo completo a la ausencia de porciones del mismo. Esta patología se asocia con frecuencia a la fibrosis quística (21). La obstrucción del conducto deferente es en su mayoría adquirida secundaria a sección quirúrgica, intencionada o no. Debido a su gruesa capa muscular, raramente se obstruye por procesos inflamatorios salvo en casos de tuberculosis. Estos pacientes con obstrucción epididimaria o defe rencial pueden mejorar su fertilidad con reparación microquirúrgica. La ausencia o hipoplasia congénita del defe rente es rara; representa entre el 11 y el 50% de las causas congénitas de obstrucción ductal (22). Suele asociarse a hipoplasia o ausencia de las vesículas seminales y en algunos pacientes a agenesia renal unilateral. En estos casos la forma más útil de tratamiento es la aspiración espermática epididimaria con inyección espermática intracitoplasmática o en casos de ausencia epididimaria o de esperma en la punción con material obtenido mediante biopsia testicular. Los conductos eyaculadores se obstruyen de forma excepcional ya sea por causas adquiridas como prostato vesiculitis muy severa o congénitas como utriculocele (23). Estos pacientes se evalúan de forma satisfactoria mediante ecografía transrrectal que puede demostrar la ausencia, hipoplasia o dilatación de las vesículas seminales. En este últi mo caso la resección de los conductos eyaculadores puede ser resolutiva. Problemas eyaculatorios Cualquier proceso que altere la inervación del cuello vesical y del deferente puede resultar en pérdidas de la emisión o eyaculación retrograda, pudiéndose considerar esta situación una forma funcional de obstrucción ductal. Esta problemática puede seguir a la resección transuretral de próstata, cirugía del cuello vesical, linfadenectomía retroperitoneal y cirugía radical pélvica como causas quirúrgicas y dentro de la patología médica a diabetes mellitus, esclerosis múltiple y tratamientos famacológicos que alteren el tono simpático. Debe sospecharse en aquellos pacientes que refieran bajo volumen o ausencia de eyaculación y presenten más de 10-15 espermatozoides por campo en orina posteyaculatoria. Cuando la causa de eyaculación retrógrada no sea quirúrgica o exista ausencia de emisión de semen, se puede intentar el tratamiento médico con fenilpropanol amina (75 mg/dí a), pseudoefedrina (60 mg/dí a) (22). Si el tratamiento médico fracasa se puede intentar la re c ogida de semen en orina y realizar inseminación intrauterina (24). En los lesionados medulares mediante la estimulación vibratoria del pene se obtiene un 70% de buenas respuestas (25). Esta terapia se puede emplear en lesiones medulares por encima de la 12 vértebra torácica; para lesiones inferiores se ha empleado la electro eyaculación, mediante la estimulación eléctrica del plexo peri p rostático mediante electrodos en el recto, obteniéndose un 75% de respuestas (26). Análisis de semen convencional:procedimientos estándar Condiciones iniciales del estudio La muestra de semen debe recogerse tras un mínimo de 48 horas de abstinencia sexual, pero no después de 8 días, por masturbación idealmente, ya que el coito interrumpido puede contaminar la muestra con secreciones vaginales, verse afectada la movilidad por el pH ácido, así como perderse parte de la misma. El uso de preservativos convencionales no está recomendado, ya que la mayoría contienen sustancias espermicidas que afectarían a la calidad espermática. No obstante, existen preservativos comercializados a tal efecto, en caso de que determinadas creencias (religiosas, etc.) impidan la masturbación, los cuales carecen de sustancias espermicidas. Deben evitarse las temperaturas extremas (menos de 20ºC y más de 40ºC) durante el transporte de las muestras al laboratorio. Es conveniente, tras la recogida, anotar el nombre del paciente, el período de abstinencia, fecha y hora de eyaculación, y el intervalo entre el momento de la eyaculación y el análisis, que no debe ser nunca mayor de 45 minutos. También se preguntará al paciente sobre la posibilidad de pérdida de alguna fracción del eyaculado, ya que, como hemos visto anteriormente, la primera fracción global (fracción previa y fracción principal), es la más rica en espermatozoides, de forma que un análisis anómalo en volumen o concentración espermática puede venir causado por este hecho. Preferiblemente, deben analizarse dos muestras de semen para una evaluación inicial. El intervalo entre las dos depende de circunstancias individuales, según cada caso, pero no debería ser menos de 7 días o más de tres meses. Si los resultados de estos dos análisis difieren considerablemente, hay que examinar otras muestras adicionales, ya que la producción de semen es frecuente que varíe en un mismo varón. Examen microscópico Durante la investigación microscópica inicial, se estima la concentración espermática, movilidad, aglutinación y presencia de otros elementos celulares además de espermatozoides. Debe registrarse la presencia de células inmaduras y leucocitos. 1.- Recuento de espermatozoides Es aconsejable util izar un volumen fijo de semen (previa homogeneización de la muestra) en un portaobjetos limpio, utilizando una micro pipeta. Es importante que el volumen de semen y las dimensiones del cubreobjetos sea siempre el mismo para que la profundidad de la muestra sea fija y estándar, y no varíen los resultados (generalmente se utiliza un volumen de 10µl, y un portaobjetos de 22 mm x 22 mm). La preparación, en fresco, es examinada entre 400 y 500x. El peso del cubreobjetos extiende la muestra para una óptima visualización, y conviene dejar estabilizar la pre p a ración durante aproximadamente un minuto.Ya que la movilidad espermática y la velocidad son dependientes de la temperatura, la comprobación de las mismas debe realizarse lo más cerca posible de los 37ºC. Si el número de espermatozoides por campo varía considerablemente, esto indica que la muestra no ha sido homogeneizada (muestras muy filantes). En tal caso, el eyaculado debe mezclarse de nuevo. La falta de homogeneización puede deberse, además de muestras filantes, a una licuación o consistencias anormales, o a la presencia de aglutinación. Una muestra de semen en la cual no se observan espermatozoides es denominada azoospérmica. La oligo zoospermia, normo zoospermia y polizoospermia son denominaciones que definen muestras de semen conteniendo concentraciones de células espermáticas menores que el normal (menos de 20 millones de espermatozoides por ml), normal (entre 20 y 250 millones/ml), o más altas que el normal (más de 250 millones de espermatozoides por ml). La variabilidad normal de la concentración de espermatozoides y los factores exógenos que pueden reducir temporalmente el recuento de espermatozoides deben ser tomados en consideración cuando se toma una definición respecto de un recuento de espermatozoides. Por otra parte, cualquier definición referente a un análisis de semen es verdadera sólo para el momento en que la prueba fue realizada. Los pronósticos basados en estos análisis poseen mucho valor estadístico y son importantes para ofrecer un valor de pro-babilidad. Sin embargo, no constituyen un veredicto definitivo. La concentración de espermatozoides puede determinarse ya sea utilizando un hemocitómetro (cámara de Burker, cámara de Neubauer), utilizando una cámara de Makler, o por métodos de recuento electrónico (autoanalizadores o equipos CASA). El método más utilizado es el hemocitómetro . Antes de contar las células espermáticas la muestra debe estar completamente licuada y mezclada cuidadosamente. Los espermatozoides deben estar diluidos en un líquido que inmovilice las células. El grado de dilución es elegido de acuerdo al recuento de espermatozoides estimado, es decir, 1:20 si se anticipan concentraciones altas, 1:10 para concentraciones más bajas. Pa ra concentraciones muy bajas no se realizan diluciones (27). 2.- Movilidad espermática La movilidad espermática constituye uno de los parámetros fundamentales para valorar la calidad del eyaculado. Esta depende tanto de factores intrínsecos (estructura del flagelo, actividad enzimática de la dineína), como de factores extrínsecos (composición bioquímica del medio extracelular en el que se encuentra el espermatozoide, plasma seminal, moco cervical, etc.). En el término "movilidad" se incluyen frecuentemente dos conceptos diferentes, la "movilidad lineal activa" y el porcentaje general de espermatozoides dotados de movimiento. En la valoración de la movilidad espermática hay un aspecto cuantitativo, o porcentaje de espermatozoides con movilidad,y un aspecto cualitativo, o velocidad y direccionalidad de los espermatozoides móviles. La evaluación de la movilidad espermática a través de la observación directa con el microscopio óptico adolece de un presupuesto básico para la correcta realización de un análisis: la objetividad. Es evidente que calcular el porcentaje de espermatozoides móviles de una preparación microscópica no es fácil. Los espermatozoides atraviesan el campo óptico con diferentes patrones de movilidad. La subjetividad de la observación por el operador puede distorsionar el resultado del análisis. En los últimos años se han aplicado numerosas técnicas nuevas para comprobar la movilidad espermática de forma objetiva, que introducen además el tipo de movimiento.La observación microscópica directa es el método que sigue siendo más utilizado aún a pesar de la falta de objetividad y el requerimiento de necesitar un observador experimentado y hábil.Sin embargo, es un método sencillo y de bajo coste económico: sólo se necesita un microscopio óptico. Para su realización se coloca una gota de semen licuado entre un cubre y un porta seco y desengrasado; con el objetivo de 400x se observa el patrón de movilidad de cada espermatozoide clasificándolo en grados de 3 a 1 con cruces (+++, ++-,+--) o en categorías de la "a" a la "d". Esta última terminología es la recomendada por la OMS (27). La cámara de Makler se utiliza también en la observación de la movilidad espermática: una gota de semen licuado se coloca entre la cámara y el cubreobjetos, y la observación microscópica se realiza con el objetivo a 200x. La retícula o rejilla de la cámara, al subdividir el campo óptico, facilita la clasificación de los espermatozoides móviles en categorías. – Movilidad activa de grado 3 (+++) o categoría a: El movimiento espermático de traslación es rápido, rectilíneo y cuantitativamente más importante que el desplazamiento lateral de la cabeza. – Movilidad activa de grado 2 (++-) o categoría b: El movimiento espermático de traslación es progresivo, pero cuantitativamente menor que en la movilidad activa de grado 3 y con frecuencia no recti-líneo. – Movilidad activa de grado 1 (+--) o categoría c: El movimiento de traslación es mínimo o inexistente y de amplitud semejante al desplazamiento lateral de la cabeza y cola. - Movilidad de grado 0 o categoría d: Espermatozoides inmóviles. La OMS (27) aconseja aceptar una muestra de semen como normal en lo que se refiere a movilidad espermática, cuando al menos el 50% de los espermatozoides están dotados de movilidad progresiva (grado 3 + grado 2) o cuando haya más de un 25% de grado 3. Se denomina astenozoospérmico el semen cuyos espermatozoides tienen una movilidad inferior a la referida. 3.- Vitalidad espermática La vitalidad espermática viene reflejada por la proporción de espermatozoides que están vivos. La técnica más ampliamente utilizada es la de Eosina-negrosina, que tiñe de rojo los espermatozoides muertos y para lo cual se utiliza un microscopio óptico. Se considera una muestra necrozoospérmica cuando existe más del 50% de las células muertas. En la actualidad esta técnica está siendo reemplazada por la de Bromuro de Etidio y Naranja de Acridina, que aunque requiere microscopio de fluorescencia es más fiable y precisa, ya que detecta la proporción de espermatozoides muertos dependiendo del grado de desnaturalización del ADN nuclear. Estos espermatozoides aparecen teñidos de un naranja brillante, mientras que los vivos se muestran de color verde. Con esta técnica se considera un eyaculado normal cuando existen más del 75% de los espermatozoides sin teñir. 4.- Morfología espermática Es necesario aplicar criterios cada vez más estrictos cuando se comprueba la morfología de los espermatozoides de un eyaculado. En observaciones realizadas en el proceso de la fertilización in vitro, aplicando estos criterios, el porcentaje de espermatozoides morfológicamente normales es una de las variables que mejor se relaciona con el éxito de la fertilización de ovocitos. Son los llamados "criterios de Kruger", y se considera que una muestra se comporta de forma normal en FIV cuando existe más de un 14% de espermatozoides morfológicamente normales. Casos por debajo del 14% indican un deterioro progresivo de la morfología del esperma y de su función. Dos subgrupos han sido a su vez identificados dentro de este grupo anormal. Los pacientes que tienen entre un 5 y un 14% de anomalías que son considerados como de buen pronóstico o patrón-G, y aquellos con un 4% o menos que son considerados como de pobre pronóstico o patrón-P, que son los que muestran peores resultados en FIV (28). La cabeza de un espermatozoide normal debe tener forma oval. La longitud es de entre 4 y 5,5 µm, y la anchura de entre 2,5 y 3,5 µm.Así mismo debe poseer una región acrosomal bien definida que comprende entre el 40 y 70% del área de la cabeza. No deben existir defectos en el cuello, segmento intermedio o flagelo.Este esquema de clasificación considera como anómalos los espermatozoides "borderline" (27). Ya que la comprobación morfológica recomendada considera las regiones funcionales de los espermatozoides, es innecesario distinguir entre todas las variaciones en el tamaño o forma de la cabeza o entre distintos defectos del segmento o flagelo. No obstante , si en la mayoría de las células existe un defecto en una región concreta del espermatozoide, deber reseñarse en el informe. Pueden considerarse las siguientes categorías de morfoanomalías: a) Forma y/o tamaño de la cabeza: grande, pequeña, alargada, piriforme, amorfa, vacuolada, de alfiler, dobles cabezas o cualquier combinación de éstas. b) Defectos del cuello o pieza intermedia: incluyen la ausencia de flagelo (denominadas cabezas "perdidas" o "libres"), angulados, vacuolados, engrosados, o cualquier combinación de éstos. c) Defectos del flagelo: incluyen flagelos cortos, múltiples, en horquilla, rotos, angulados, anchura regularo enrollados. d) Dopletes citoplásmicos: mayores que un tercio del área de una cabeza normal. Se localizan generalmente en la región del segmento intermedio, aunque algunos espermatozoides inmaduros pueden tener dopletes citoplásmicos en otras localizaciones a lo largo del flagelo. Se pueden considerar, además, otras células del eyaculado: a) Espermatogonias (células inmaduras de gran tamaño en las que se visualiza citoplasma y núcleo compacto, con un diámetro de 6-7 µm.). b) Espermatocitos pri m a rios (la célula presenta un núcleo esférico grande de color violeta oscuro sobre un citoplasmagris. El núcleo suele ser homogéneo y en ocasiones se observan filamentos de cromatina.) . c) Espermatocitos secundarios (la célula tiene menor diámetro que el espermatocito primario, el núcleo es esférico, con un diámetro aproximado de 7µm). d) Espermátides (son células con un núcleo esférico y de pequeño tamaño). Varias espermátides pueden tener un citoplasma común, por lo que suelen ser células polinucleadas; a diferencia de los leucocitos polinucleares, el citoplasma de las espermátides no presenta granulaciones. Para valorar las morfoanomalías deben contarse un mínimo de 100, y preferiblemente 200 espermatozoides. Se considera una muestra terato zoospérmica cuando existen menos del 30% de los espermatozoides normales (27), aunque el nuevo manual de la OMS (29) considera una muestra de semen morfológicamente anormal siguiendo el criterio estricto de Kruger, es decir, con más del 14% espermatozoides con anomalías. Para analizar las morfoanomalías se suelen realizar tinciones, aunque cada laboratorio tiene su propio método. Las más habituales son el Papanicolaou, Giemsa y Bryan-Leishman. Tests opcionales 1.- Bioquímica del semen Una baja función secretora puede reflejarse en un valor así mismo bajo del marcador específico utilizado, lo cual sirve como comprobante de la función de esa glándula. Una infección puede a veces causar un considerable descenso en la función secretora, pero a pesar de eso, la cantidad total de marcador/es presente pude estar dentro del rango normal. a) Capacidad secretora de la próstata El contenido de zinc, ácido cítrico y fosfatasa ácida en semen nos da una buena medida de la secreción de esta glándula. Existen unas buenas correlaciones entre estos compuestos y la alteración en la función prostática. Los valores normales son: 2,4 µmol o más por eyaculado de zinc, 52 µmol o más de ac.cítrico, y más de 200 U o más por eyaculado de fosfatasa ácida. b) Capacidad secretora de las vesículas seminales La fructosa en semen refleja la función secretora de las vesículas seminales, y su valor normal es más de 13 µmol por eyaculado. En casos de azoospermia causada por ausencia congénita de vasos deferentes, bajos niveles de fructosa pueden indicar una disgenesia de vesículas seminales asociada. La determinación de fructosa es también útil en casos raros de obstrucción de conductos eyaculadores. El semen de varones con obstrucción de conductos o agenesia de vasos deferentes y vesículas seminales se caracteriza por el bajo volumen, bajo pH, no coagulación y ausencia del olor característico. c) Capacidad secretora del epidídimo Hasta hace poco se ha venido utilizando la L-carnitina como marcador epididimario, pero se está estableciendo como marcador la alfa-glucosidasa, que es específica del epidídimo y más sensible que la L-carnitina y la glicerilfosforilcolina, siendo su medida por eso de mejor valor diagnóstico en la obstrucción ductal. Además, su uso es simple y más barato que los otros dos marcadores. Se consideran normales valores de más de 20 UI/ml (30). 2.- Cultivo de semen Obviamente, el cultivo de semen y orina debe realizarse de la manera mencionada anteriormente en casos de sospecha de infección en cualquier punto del tracto reproductivo masculino, lo que vendrá reflejado por un aumento en el número de leucocitos en el eyaculado. Para que el cultivo sea microbiológicamente válido, debe realizarse un cultivo fraccionado de orina y semen, instruyendo al paciente para que obtenga la primera fracción y fracción media de orina, y por último el eyaculado. El cultivo de semen debe incluir determinación de micoplasmas y clamidias, que se ha probado afectan a la capacidad fecundante del espermatozoide. 3.- HOST Test o Test de Permeabilidad de membrana Este test mide la integridad funcional de la membrana espermática. Está basado en la premisa de que si el espermatozoide se incuba en un medio hipoosmótico, si la membrana está intacta, el agua entrará en la célula para alcanzar el equilibrio osmótico. El influjo de agua causa el hinchamiento del espermatozoide, y proporcionando a la membrana plasmática la suficiente elasticidad como para acomodarse a este influjo, habrá un repentino incremento del volumen intracelular, manifestado por un enrollamiento del flagelo (31). Los resultados de este ensayo vienen reflejados por el recuento de espermatozoides que presentan el flagelo enrollado, es decir, que mantienen su membrana intacta en términos de integridad y viscoelasticidad. El estado funcional de la membrana espermática puede ser un buen indicador de la capacidad fecundante del espermatozoide. Se consideran valores normales un 60% o más de los espermatozoides hinchados. Valores inferiores al 50% se consideran patológicos. 4.- Tests inmunológicos La presencia de anticuerpos antiespermatozoide (ASA) puede provocar una reducción de la fertilidad de la pareja. Para que tengan un significado clínico, estos anticuerpos tienen que ser capaces de causar una inmovilización de más del 10% de la población total de espermatozoides; en el eyaculado este hecho se traduce por la presencia de aglutinación espontánea.Cuando los anticuerpos se encuentran en el moco cervical o en el semen, provocan una vibración o temblor de los espermatozoides denominado "shaking".Como consecuencia de la presencia de ASA puede producirse una dificultad de avance de los espermatozoides a través del moco cervical, o bien alguna alteración de las interacciones entre espermatozoide y ovocito, que provoquen dicha reducción de la fertilidad. Los factores que favorecen la aparición de ASA en el varón son aquellos que provocan una lesión de la barrera hematotesticular, como infecciones , obstrucción y traumatismos físicos, químicos o quirúrgicos (vasectomías). La localización de los ASA en las diferentes secreciones está íntimamente relacionada con la clase de inmunoglobulina secretada.Así, en el plasma seminal se detectan principalmente anticuerpos de la clase Ig A, que tienen una mayor significación clínica en relación con la fertilidad. No obstante, en la mayoría de los casos estos anticuerpos Ig A se acompañan de la presencia de anticuerpos Ig G en el suero. Hay que destacar la importancia que tienen los anticuerpos Ig G, que representan la estimulación directa del sistema inmunitario, y son los que hallamos con mayor frecuencia unidos a la membrana del espermatozoide, conjuntamente con los de la clase Ig A. Los métodos más utilizados para el estudio de los ASA se basan en la aglutinación o la inmovilización del espermatozo i d e, aunque se han desarrollado también técnicas con las de inmunofluorescencia y los immunobeads. Los más utilizados son los métodos de inmunobeads y MAR test. El primero utiliza como antígeno espermatozoides móviles y permite detectar la clase de inmunoglubulina. Los beads son partículas de poliacrilamida conjugadas con antiinmu n oglobulinas humanas (Ig G, Ig A e Ig M) procedentes de conejo. Puede realizarse directamente (en espermatozoides) y, en caso de ser positivo, indirectamente (en suero ) . Se considera positivo cuando se observan el 10% o más de espermatozoides ligados a beads, al igual que la técnica de MAR test. Interpretación del seminograma El análisis de semen nos proporciona datos básicos sobre el número, movilidad y morfología espermática fundamentalmente, datos que son insuficientes por tratarse de una información meramente descriptiva. Como ya hemos comentado anteriormente, el análisis básico del eyaculado no nos informa más que de la presencia de un factor determinado que puede alterar la calidad del semen. Es decir, nos proporciona un diagnóstico sobre la existencia de una patología uroandrológica, orientándonos acerca de la anomalía que pueda afectar a la fertilidad.Así, el examen tanto de las condiciones iniciales del estudio del semen, que puede indicar una mala recogida del mismo,como el análisis macroscópico y microscópico podrá interpretarlo el clínico como : • presencia de una infección • alteraciones de la espermatogénesis • disfunción de cualquier parte del tracto reproductivo: epidídimo, vías seminales o glándulas (próstata o vesículas) • presencia de factor inmunológico (anticuerpos antiespermatozoides) Es importante recalcar que el análisis de semen debe realizarse en conjunto, teniendo en cuenta todos y cada uno de los test que se han llevado a cabo,para poder ofrecer una buena interpretación. La interrelación entre estos distintos resultados podrá de esta forma, no sólo orientar al clínico en el diagnóstico, sino permitirle, junto con la exploración física y anamnesis del varón,aplicar la terapéutica que mejor se adapte en cada caso. Haciendo balance de lo visto hasta el momento podemos resumir las dos interpretaciones básicas de un análisis de semen: a) Diagnosticar esterilidades claras como por ejemplo una azoospermia o una oligozoospermia severa, o lesiones celulares monomorfas tales como ausencia de acrosoma,cabezas de alfiler, etc, que hacen imposible la fecundación de forma espontánea. b) Diagnosticar hipofertilidades de origen masculino, y orientar hacia exámenes complementarios o exploraciones funcionales . Pruebas funcionales: determinación de la capacidad fecundante del espermatozoide El análisis convencional del eyaculado no nos ofrece información diagnóstica sobre la competencia funcional del espermatozoide y, por lo que se ha demostrado, es de limitado valor pronóstico en estudios prospectivos (32). La experiencia nos muestra, para nuestro desconcierto, la existencia de varones que producen embarazo con valores espermáticos netamente inferiores a los de referencia, mientras que algunos con número, movilidad y morfología espermática normal son infértiles sin causa aparente. Estas limitaciones han actuado como desencadenante en el desarrollo de tests adicionales para suplementar los datos que proporciona el seminograma de rutina. La importancia de estos estudios actuales radica en que están basados en la propia actuación fisiológica del espermatozoide, teniendo en cuenta su finalidad última: fecundar un ovocito. La alteración de la función espermática hay que contemplarla pues, desde tres puntos de vista, dependiendo del lugar en que se encuentre, ya que su comportamiento será dife rente aunque íntimamente relacionado: el medio testicular y tracto re p roductivo masculino, el medio "in vitro", en cuyas condiciones vamos a intentar juzgar su potencial y capacidad, y el hábitat que tratamos de imitar al intentar emular su comportamiento en laboratorio: el aparato genital femenino para , finalmente, hallarse en las inmediaciones del óvulo. El espermatozoide , para poder ser fecundante, tiene que: 1º) poseer una óptima movilidad que le permita penetrar el canal cervical,2º) ascender a las partes altas del tracto reproductivo femenino, 3º) sufrir la capacitación y la reacción acrosómica, 4º) atravesar la zona pelúcida del ovocito y 5º) sufrir la decondensación nuclear. Todos estos sucesos, exceptuando lógicamente el ascenso de los espermatozoides por el tracto femenino, pueden ser evaluados con los tests funcionales en el laboratorio. Estos tests se pueden resumir en: 1.- Estudio funcional de la movilidad espermática a) en el plasma seminal b) en el medio de cultivo: capacitación "in vitro" 2.- Estudio de la reacción acrosómica "in vitro" 3.- Estudios de penetración en el ovocito 1.- Estudio funcional de la movilidad espermática a).- Estudio de la movilidad espermática en el eyaculado Ya se ha comentado anteriormente cómo se realiza la valoración de la movilidad espermática en el semen eyaculado. En la actualidad se están empezando a utilizar de forma rutinaria los autoanalizadores de movilidad (sistemas CASA) , que nos proporcionan información objetiva sobre los parámetros cinéticos (33, 34). b).- Movilidad espermática en medios de cultivo: capacitación "in vitro". Con el fin de que los espermatozoides sean funcionales, deben separarse lo más pronto posible del plasma seminal. La exposición prolongada de los mismos con los fluidos seminales hace que descienda considerablemente la movilidad y viabilidad (33). Hay que tener en cuenta que nos re fe rimos al comportamiento del espermatozoide "in vitro", de manera que la acción del plasma seminal difiere a la que se le confiere en el entorno fisiológico. El lavado del eyaculado para eliminar el plasma seminal rápida y efectivamente es pues, esencial, tanto en tests de laboratorios para comprobar la capacidad fertilizadora de los espermatozoides, como en Inseminación Intrauterina y Fecundación In Vitro (33). Con frecuencia se utiliza el término de "espermatozoides capacitados" al referirnos a espermatozoides lavados e incubados con medio de cultivo, esto es, imitando las condiciones de capacitación "in vivo". Sería más correcto referirnos a selección espermática o recuperación de espermatozoides móviles (R.E.M.), ya que la capacitación espermática es un complejo proceso en el cual tienen lugar una serie de modificaciones en el espermatozoide, no siempre discernibles. Las condiciones empleadas "in vitro" tratan de emular las fisiológicas con la retirada del plasma seminal y resuspensión de espermatozoides en medios que permitan la supervivencia y capacitación, pero, realmente, no podemos asegurar que la población de espermatozoides seleccionada se encuentre capacitada y sea capaz de fertilizar un ovocito. Existen actualmente numerosas técnicas de recuperación espermática. El lavado de los espermatozoides por centrifugación-sedimentación- y posterior suspensiónincubación en medio de cultivo, es probablemente el método más rápido y eficaz. Entre ellos, los más ampliamente utilizados son el "swim-up" y los gradientes de Percoll. Tras una hora de incubación de las muestras resuspendidas en medio de cultivo a 37ºC, los límites normales de recuperación espermática no son claros. Dependiendo de los distintos laboratorios, estas fronteras oscilan entre los 3 y los 6 millones de espermatozoides móviles por ml recuperados. 2.- Reacción acrosomica "in vitro" En contra de las opiniones de hace algunos años que creían que la frecuencia de reacción acrosómica en poblaciones de espermatozoides capacitados se correlacionaba con el potencial fertilizador, ahora está claro que la RA debe conocerse en el tiempo ("pico de RA"), para conocer ese potencial (35). Una RA prematura conduce a la pérdida de los lugares de reconocimiento de la zona pelúcida de la superficie espermática, y por l o tanto compromete la unión entre gametos (36). Por el contrario, la incapacidad de activación del espermatozoide para sufrir la RA impide también la penetración. Ultimamente han aparecido trabajos recientes que demuestran la importancia del test A.R.I.C o diferencia entre el porcentaje de espermatozoides que sufren reacción acrosómica espontánea e inducida en la predicción de fertilización (37). Cuando esta diferencia es menor del 10% la probabilidad de fertilización es prácticamente cero. 3.- Estudios de penetración en el ovocito a).- Test de penetración espermática en el ovocito de hámster En 1976, Yanagimachi y cols (38) descubri e ron que el ovocito de hámster era capaz de fusionarse, una vez eliminada la zona pelúcida, con espermatozoides de una gran variedad de especies de mamífero, entre ellas la humana. La condición necesaria para que se produzca esta unión es que los espermatozoides hayan sufrido la reacción acrosómica. Desde que se describió este ensayo para la evaluación de la capacidad fecundante de los espermatozoides in vitro, la técnica se ha modificado en diversas ocasiones y por diferentes grupos, siendo motivo de controversia en cuanto a su significado clínico (39). Un resultado favorable del test constituye un factor de buen pronóstico relativo, aunque un mal resultado no excluye en modo alguno la posibilidad de éxito. Por esto, y por la dificultad que supone, tanto la técnica en sí, como el mantenimiento de un animalario, así como el coste que supone esta técnica poco a poco está entrando en desuso. b).- Prueba de la hemizona En un intento de superar algunas de las limitaciones del test de hámster, Burkman y cols (39) han desarrollado una prueba para determinar la capacidad de unión de los espermatozoides a la zona pelúcida de ovocitos humanos no fertilizados y no viables. Cuando observamos menos de 30 espermatozoides normales unidos a la hemizona de control, podemos pensar en la existencia de un problema del ovocito. Por otro lado, si el índice de la hemizona es inferior al 50-60% debe sospecharse una alteración de la capacidad fertilizadora del semen. Las limitaciones de este test es que no ser trata de una auténtica prueba de fertilidad, puesto que únicamente evalúa la unión espermática a la matriz de la zona pelucida. En segundo lugar, la disponibilidad de ovocitos para realizar la prueba es obviamente baja. Por estos motivos, se aplica a casos aislados, siendo improbable que llegue a generalizarse como método diagnóstico. Bibliografía 1. Biben RL,Gordon GS:Familial hipogonadotropic eunuchoisism.J Clin Endocrinol 1995;15:931. 2.Ewer RW: Familiar monotropic pituitary insufficiency. J Clin Endocrinol Metabol 1968;28:783-788. 3.Boyar R,Finkelstein J, Roffwarg Hetal:Synchronization of augmented luteinizing hormone secretion with sleep during puberty. N Engl J Med 1972; 287:562-586. 4.Al Ansari AA,Thail TH, Kelani Y et al:Isolated folicle stimulating hormone deficiency in men: succesful long term gonadotropin therapy. Fertil Steril 1984;42:618-626. 5. Eggert-Krause W, Schawalbach B , Gerhard I et al:Influence of serum prolactine on semen characteristics and sperm function.Int J Fertil 1991;36 (4):243-251. 6. Gabrilove JL,Nicols GL,Sohval AR:The testis in Cushings´s syndrome. J Urol 1974; 112:95-99. 7 . Clyde HR, Walsh PC, English RW : E l evated plasma testosterone and gonadotropin levels in infe rtile males with hyperthyroidism. Fertil Steril 1976; 27:662666. 8. Kidd GS, Glass AR,Vigershi RA:The hipothalamic-pituitary testicular excess in thyrotoxicosis. J Clin Endocrinol Metab 1979;48: 798-802. 9.Bourrouillon G, Bujan L,Calvas p et al:Role and contribution of karyotyping in male infertility. Prog Urol 1995;2:189-195. 10. Okuyama A, Nonomura N, Kakamura Metal. Surgical management of undescended testis: retrospective study of potential fertility in 274 cases. J Urol 1989;2:1051-1052. 11.Hadzielimovic F. Cryptorchidism:management and implications. New York, Springer-Verlag,1983. 12.Puri P, O´Donnell B: Semen analysis of patients who had orquiopexy at seven years of age. Lancet 1986; 2 :1051 - 1052. 13.Marks JL, McMahon R,Lipshultz LI:predictive parameters of succesful varicocele repair. J Urol 1986;136:609-612. 14.Comhaire F, Vermeulen A: Varicocele sterility. Cortisol and catecholamines. Fertil Steril 1974;25:88-95. 15.Saypol DC, Howards SS, Turner TT et al:Influences of surgically induced varicocele on testicular blood flow temperature and histology in adult rats and dogs. J Clin Invest 1981;68:39-45. 16. Chakraborty J, Sinha Hikim AP, Jhunjhunvala JS: Stagnation of blood in the microcirculatory vessels in the testes of-men with varicocele. J Andro 1985;l, 6:117126. 17.MacLeod J:Seminal citology in the presence of varicocele. Fertil Steril 1965; 16:735757. 18.Amelar RD, Hotchkiss RS: Congenital aplasia of the epididymes and vasa deferentia: effects on semen. Fertil Steril 1963;14:44. 19.Arrondo JL,Juarez F:Azoospermia,oligozoospermia, astenozoospermia. Pauta de actuación.Actualización en Andrología, 5:1-15. 20. Pomerol JM: Valor actual de la microcirugía y de la reproducción asistida en la patología de la vía seminal. Formación Continuada en Urología;Pulso ediciones, S.A.,vol.1,nº1,6-16, 1995. 21.Casals T, Bassas L,Ruiz Romero J et al.Extensive analysis of 40 infertile patients with congenital absence of the vas deferents:in 50% cases only one CFTR allede could be detected.Human Reprod 1993;8:215-220. 22.Sigman M,Howards S:Male infertility;Campbell´s Urology, 7th.Ed.2:1287-1330,1998. 23. Sharlip KD. Obstructive azoospermia due to Mullerian duct cyst. Fertil Steril 1984;41:298-303. 24.Shargold GA,Cantor B, Schreiber JR: Treatment of infertility due to retrograde ejaculates:a simple method. Fertil Steril 1990;34:175-176. 25. Ohl DA, Menge AC: Penile vibratory stimulation in SCI males does a penile prosthesis impair results ? Presented at the 90th annual meeting of the American Urological Association,april 23-28 1995,Las Vegas, Nevada. 26. Brindley GS:Electroejaculation:its technique, neurologic imprications and uses. J Neurol Neurosurg Psychiatry 1981; 44:9-18. 27. World Health Organization,WHO Laboratory Manual for the examination of juman semen and semen-cervical mucus interaction.Cambridge University Press, Cambridge, 1993. 28. Kruger T., Haque, D. Acosta A. Correlation between sperm morphology, acrosin and fertilization in an IFV program. Arch Andro 1988;,20:237-241. 29.WHO laboratory manual for the examination of human semen and sperm-cervical mucus interaction. Fourth edition. Cambridge University Press, Cambridge, 1999. 30.Alsina J,Caballero P, Núñez R.,Alfa 1-4 glucosidasa (maltasa) epididimaria: determinación por colorimetría de punto final y su utilzidad en la investigación de la infertilidad masculina.Rev Iber Fertil,22:134-138. 31.Jeyendran RS, Van der Ven HH, Perez-Pelaez M,Crabo BG and Zaneveld JLK Development of an assay to assess the functional integrity of the human sperm membrane and its relationship to other semen characteristics. J Reprod Fertil 1984;70:219-228. 32.Aitken R.J. Evaluation of human sperm function.British Medical Bulletin 1990,46,654-74. 33. Mortimer D, Courtot A.M.Giovangrandi Y, Jeulin C and David G. Human sperm motility after migration into and incubation in,synthetic media.Gamete Res 1984;9,131. 34. Joshi N et al.The importance of computer assisted semen analysis and sperm function testing in IVF program.Int J Fertil Menopausal Stud 1996;41 (1):46-52. 35. Tesarik J.,Appropiate timing of the acrosome reaction is a major requirement for the fertilizing spermatozoon. Human Reprod 1985;4 (8):78-84. 36. Liu D and Baker G. Tests of human sperm function and fertilization in vitro. Fertil Steril 1992; 58 (3):465-470. 37. Cummins JM, Pember SM, Jequier AM, Yovich JL and Hartmann PE.A test of the human sperm acrosome reaction following ionophore challenge. Relationship to fe rtility and other seminal para meters. JAndrol 1991; 12 : 98 -103. 38. Yanagimachi R, Yanagimachi H, Rogers B. The use of zona-free animal ova as a test system for the assessment of the fertilising capacity of human spermatozoa.Biol Reprod 1976,15:471-576. 39.Burkman L.J.Hyperactivated motility of human spermatozoa during in vitro capacitation and implications for fertility. In: Controls of Sperm Motility:Biological and Clinical Aspects. Claude Gagnon Eds., CRC Press , Boca Raton, Fl., 1990. Infertilidad El término infertilidad, en nuestro país, hace referencia a múltiples denominaciones: aborto de repetición, aborto habitual, aborto iterativo, aborto recurrente, pérdida gestacional repetida (incluiría embarazos ectópicos, molas, partos inmaduros , etc). Aborto, según la OMS, es la interrupción espontánea del embarazo antes de que el feto sea viable, es decir, con un peso inferior a 500 gr., antes de la semana 20-22 de gestación. El aborto de repetición clásicamente se ha definido como la existencia de tres o más abortos consecutivos, o más de tres abortos no consecutivos, confirmados clínicamente. En la actualidad, muchos autores, entre ellos el grupo de Consenso de la SEGO (1), consideran que tras dos o más abortos consecutivos o más de dos alternos, se debe aplicar el concepto de aborto de repetición.La frecuencia de aborto en la población general oscila alrededor del 10-15 %. La incidencia de dos o más abortos consecutivos oscila entre el 2-5 % y la de tres o más, alrededor del 1 %. Estas incidencias reales son superiores a las que cabría esperar por azar (abortos consecutivos como sucesos independientes) y por tanto deben existir causas justificantes (1,2). Los factores de riesgo más determinantes para la producción de un aborto son: la existencia de abortos previos y la edad materna. La tasa de abortos en las mujeres mayores de 40 años oscila entre un 20-40 %, con un aumento paralelo en la incidencia de anomalías cromosómicas. Hoy día, se considera recomendable iniciar el estudio de la pareja infértil a partir de dos abortos consecutivos porque: 1) las posibilidades de un nuevo aborto tras dos previos son elevadas y, 2) las posibilidades de detectar una causa determinada no aumentan iniciando la investigación tras un tercer aborto. Etiopatogenia Es el capítulo más discutible y poco aclarado en infertilidad, existiendo multitud de posibles factores patogénicos, muchos de ellos no confirmados. I. Factores genéticos Las anomalías cromosómicas justifican el 40-60 % de abortos y constituyen una causa indiscutible de aborto espontáneo.A medida que avanza el desarrollo embrionario las posibilidades de que un aborto se deba a una alteración cromosómica disminuyen.Así, en los abortos del periodo preimplantatorio se detectan un 80 % de alteraciones cromosómicas, durante el primer trimestre un 40-60 %, y en el segundo trimestre un 510 %. Las trisomías constituyen un 50 % de las alteraciones cromosómicas, siendo las más frecuentes las trisomías 16 (31%), 22 y 21 (10%), 15 (7%), y 14, 8, 18, 13, 7 y 2 (4%). Las monosomías representan un 15 % de los casos y las poliploidías entre el 1520 %. La mayoría de estos defectos cromosómicos se producen durante la meiosis o en la mitosis de los gametos (2). Las anomalías cromosómicas de los padres son la única causa indiscutible de aborto recurrente. Estas anomalías se producen en el 5% de las parejas que experimentan abortos de repetición (3), siendo las más f recuentes (3-6 %) las translocaciones balanceadas. O t ras anomalías cromosómicas incluyen las translocaciones Robert sonianas, las inversiones, anormalidades de los cromosomas sexuales, y los mosaicismos (4,5). Indudablemente, existen mutaciones o defectos de expresión de genes únicas o mutadas que no aparecen en los estudios de cariotipo habituales, y que, aunque no detectados, contribuyen a la producción de abortos. 2. Factores anatómicos Pueden ser congénitos o adquiridos, y suelen ocasionar más que abortos, partos inmaduros o prematuros. Los congénitos se deben a: una fusión incompleta del conducto de Müller, defectos de resorción de los tabiques, exposición al dietilestibestrol (DES),anomalías cervicouterinas o anomalías de la arteria uterina. Los adquiridos suelen ser motivados por sinequias o leiomiomas que deforman la cavidad. La insuficiencia cervical es otra causa anatómica más, aunque habitualmente provoca abortos tardíos o partos inmaduros. Las alteraciones anatómicas representan, en conjunto, un 15-20 % de las causas de abortos de repetición. Los mecanismos causantes de aborto de repetición son diversas: una vascularización inadecuada con una mala irrigación del blastocito implantado y de la placenta en desarrollo, un aumento de la contractilidad uterina, que favorecería la dilatación cervical y la rotura prematura de membranas, un efecto distorsionador e irritativo del mioma sobre la cavidad endometrial, y una insuficiencia progestacional selectiva a nivel del septo o del lugar de implantación, siendo esta causa última la fundamental en los abortos de repetición precoces de causa uterina. Las malformaciones uterinas implicadas con el aborto de repetición son el útero arcuato, bicorne y subsepto y, menos frecuentemente, el útero septo completo, el didelfo y el unicorne. En realidad, la mayoría de los casos de malformación uterina suelen presentar asociado algún otro factor causante de aborto de repetición. 3. Factores endocrinos Su incidencia en el aborto de repetición es del 2-9 %. Clásicamente se han considerado cuatro grupos fundamentales de factores endocrinos como causa de aborto de repetición: d e fectos de fase lútea, diabetes mellitus, alteraciones tiroideas y aumento de LH en fase folicular. Otras causas controvertidas son: problemas suprarrenales, hipoparatiroidismo, e hiperprolactinemia. En un estudio randomizado reciente se ha demostrado que algunas pacientes con abortos de repetición tienen hiperprolactinemia, la cual altera el eje hipotalamohipofico-ovárico induciendo una inadecuada foliculogénesis y una alterada maduración del ovocito. El ajuste de los niveles de PRL disminuyó significativamente el número de abortos (6). Además, los desórdenes endocrinos asociados al hiperan drogenismo aumentan la incidencia de abortos de repetición. La reducción de peso corporal junto a la normalización del hiperan drogenismo puede reducir la incidencia de este tipo de abortos (7). Defectos lutéinicos (dfl) La secreción de progesterona por el cuerpo lúteo es necesaria para obtener una adecuada transformación del endometrio , e indispensable para el mantenimiento de la gestación durante las primeras 7-9 semanas, hasta que el tro foblasto es capaz de sintetizarla en cantidades suficientes. Además, la progesterona disminuye la contracti lidad uterina, inhibe la función inmunitaria (incluyendo fagocitosis macrofágica , proliferación linfocitaria y actividad citotóxica) y actúa como mediadora en la liberación de factores inmunosupresore s. El cuerpo lúteo produce el 75 % de progesterona en la semana 6, el 50 % en la 10, y el 25 % en la semana 15, y su déficit puede inducir un aborto por tres mecanismos: 1) en el periodo peri-implantatorio por déficit de progesterona durante la fase lútea del ciclo , 2) en fase de rescate del cuerpo lúteo, por déficit de progesterona en la fase transicional de secreción de p roge s t e rona entre el cuerpo lúteo y el tro foblasto deficiente y 3) por déficit de sustrato para la síntesis de progesterona (1). Diabetes mellitus El mecanismo potencial de aborto en mujeres con diabetes mellitus puede consistir en alteraciones de la vascularización uterina, sobre todo en los casos de enfermedad avanzada, aunque las concentraciones elevadas de hemoglobina glicosilada, determinadas en el periodo peri-implantatorio se relacionan más con el aborto espontáneo o con la existencia de malformaciones congénitas al nacimiento. Sin embargo, la diabetes bien controlada no se asocia a un incremento en la tasa de aborto. En diabéticas, es importante recomendar buscar la gestación en fases de compensación metabólica de la enfermedad. Alteraciones tiroideas EL hipotiroidismo se ha relacionado con el aborto de repetición al alterar la función ovárica (anovulación o DFL).La presencia de anticuerpos antitiroideos se asocia a mayor riesgo de aborto (8),aunque esto podría ser la expresión de una alteración autoinmune generalizada. En un estudio reciente no se encuentran diferencias significativas en los niveles de anticuerpos antitiroideos y tiroglobulina entre mujeres sanas y mujeres con antecedentes de pérdida gestacional repetida (9). El hipertiroidismo prácticamente no tiene importancia como causa de aborto de repetición. Aumento de LH en fase folicular La hipersecreción basal de LH, asociada o no a ovarios poliquísticos, es un factor de riesgo para el aborto de repetición, aumentando la frecuencia de abortos por tres posibles mecanismos: 1) sobre el ovocito, acelerando su maduración (ovocito hipermaduro), 2) sobre el endometrio, alterando la maduración del mismo, y 3) estimulando la producción de andrógenos por la teca folicular (luteinización precoz) (10). 4. Enfermedades infecciosas La relación entre infecciones y abortos de repetición es la más discutida de todas las posibles causas de infertilidad. Los agentes etiológicos más a menudo relacionados han sido mycoplasma, ureaplasma, clamydia y streptococo B, aunque existe una larga lista de microorganismos implicados. Para que un microorganismo pueda considerarse causa de aborto de repetición debe cumplir cuatro premisas: 1) ser un patógeno conocido del tracto reproductivo, 2) estar reconocido como causa de aborto esporádico en la especie humana, 3) tener capacidad de infectar la placenta, membranas y/o al feto, y 4) ser capaz de producir una infección genital crónica y relativamente asintomática, no lo suficientemente grave como para causar esterilidad. Para que una enfermedad infecciosa se considere causante de infertilidad, debe cumplir: 1) cultivos positivos en una misma mujer a lo largo de sucesivas gestaciones que finalizaran en aborto, 2) aislamientodel mismo germen en los productos de la concepción de repetidos abortos y en la misma mujer, 3) mejoría de los resultados del embara zo tras un tratamiento específico en estudios prospectivos bien controlados. Estas condiciones sólo se cumplen para el Treponema Pallidum, por lo que la determinación de serología de lues resulta indispensable en el estudio de la pareja infértil, ya que atraviesa la placenta en cualquier momento de la gestación. Los agentes infecciosos del grupo TORCH (toxoplasma, rubeola, CMV, herpes II), pueden ser causa de aborto durante la infección sistémica aguda, pero no de aborto de repetición. Se han efectuado numerosos estudios sobre la repercusión de la Clamydia tra chomatis y los micoplasmas en gestantes, siendo las conclusiones controvertidas. Desde el punto de vista terapéutico, dada la controversia existente, resulta práctico y económico tratar empíricamente con doxiciclina a toda pareja que consulta por aborto de repetición. Respecto a las infecciones por Listeria, Streptococo beta hemolítico, vaginosis bacteriana, y virus, no hay datos concluyentes que sugieran su relación con pérdidas gestacionales repetidas. 5. Factores inmunológicos Las causas inmunológicas de infertilidad se dividen en dos grandes grupos: autoinmunes y aloinmunes . Causas autoinmunes Las enfermedades autoinmunitarias, y dentro de ellas, las enfermedades del tejido conectivo, sobre todo el lupus eritematoso sistémico, se asocian a un aumento de pérdidas gestacionales. Sin embargo, a pesar del riesgo que supone la existencia de estas enfermedades durante la gestación, muchas mujeres llegan a término sin complicación alguna. Las pérdidas gestacionales pueden ser la única manifestación de la enfermedad. Existe un grupo de autoanticuerpos denominados anticuerpos antifo s folípidos (anticoagulante lúpico y anticuerpos anticardiolipinas) que se asocian a un aumento en la incidencia de aborto de repetición, y que forman parte de un síndrome denominado antifo s folípido consistente en: trombosis de repetición arteriales o venosas, pérdidas gestacionales repetidas, tromobocitopenia y, anticuerpos antifos folípidos elevados. El síndrome antifos folípido se puede presentar de forma primaria (no evidencia clínica ni serológica de lupus) o secundaria (asociado a lupus o a cualquier otra enfermedad autoinmune multisistémica). La incidencia de anticuerpos antifo s folípidos en pacientes con abortos de repetición es del 10%, pero existen mujeres con niveles elevados de anticuerpos antifo s folípidos que no tienen problemas reproductivos. El mecanismo fisiopatológico de las pérdidas embriofetales se basa en la existencia de vasculopatía decidual (necrosis fibrinoide),trombosis en la circulación úteroplacentaria, con disminución de la perfusión,placentación anómala e infartos placentarios. El diagnóstico requiere la detección de anticuerpos antifo s folípidos circulantes separados un mínimo de dos meses. Se debe repetir la determinación ante un resultado negativo con sospecha clínica fundada (1). Causas aloinmunes La alo genicidad es la disparidad genética entre individuos de una misma especie. El embrión es un aloinjerto semialogénico en el interior del útero materno, y tanto el embrión como el trofoblasto poseen antígenos de histocompatibilidad (antígenos HLA responsables del rechazo del injerto) heredados del padre. Dado que en el embarazo no existe inmunodepresión materna, debe existir algún mecanismo que evite el rechazo fetal.Actualmente se acepta que existe una interacción entre el sistema inmune y el sistema reproductivo durante el embarazo. En algunas mujeres afectas de abortos, los antígenos trofoblásticos activan a los macrófagos y a los linfocitos, produciendo una reacción de inmunidad celular mediada por citocinas, interferon gamma y factores de necrosis tumoral,inhibiendo el desarrollo del embrión y el crecimiento y la función del trofoblasto (3). 6. Factores masculinos Los factores masculinos en el aborto de repetición, como la calidad del esperma (oligospermia), anomalías cromosómicas, la edad paterna y los factores exógenos son muy discutidos (11). Además del estudio del cariotipo en sangre periférica, el análisis de la meiosis en biopsia testicular o en muestras de semen puede explicar ciertos tipos de infertilidad observada en pacientes con cariotipo normal o anormal. Estudios recientes sugieren que los valores del HOS test son menores en el semen de varones de parejas con abortos de repetición, y que ésta sería una prueba pronóstica a realizar en dichas parejas (12). Respecto a la edad, se han observado cambios morfológicos como aumento de espermatogonias atípicas, espermátides con malformaciones, fibrosis de la membrana tubular y aumento de la descamación de las células germinales inmaduras en varones de edad avanzada (12).Además, se ha demostrado que independientemente de la edad materna hay un efecto de la edad paterna en la incidencia de trisomía 21 (13). En cuanto a los anticuerpos antiesperma, su papel ha sido muy discutido, ya que la existencia de antígenos compartidos entre el plasma seminal y el trofoblasto está muy cuestionada. 7. Factores psicológicos Aunque la afectación psicológica en las parejas con abortos de repetición es incuestionable, no se ha podido establecer una relación causal. Es indudable la necesidad de apoyo psicológico adecuado en el manejo clínico de estas parejas. Diagnóstico I. Anamnesis 1) Antecedentes familiares. Consanguinidad. 2) Antecedentes personales, médicos y quirúrgicos. 3) Exposición a toxinas. 4) Antecedentes ginecológicos (ETS, etc.). 5) Antecedentes obstétricos: características de los abortos previos. Infecciones obstétricas (TORCH). 6) Aspectos relacionados con el síndrome antifosfolípido (trombosis, fenómenos autoinmunitarios , falsos positivos en las pruebas de la sífilis). II. Exploración clínica Exploración física general y exploración ginecológica. III. Pruebas complementarias básicas 1) Ecografía transvaginal. 2) Cariotipo sanguíneo periférico de los padres, mediante técnicas de bandas. 3) Histerosalpingografía. 4) Test hormonales en fases folicular (LH) y lútea (progesterona). 5) Biopsia endometrial en fase lútea. 6) Serología luética. 7) Determinación de anticuerpos antifosfolípidos (anticardiolipina y anticoagulante lúpico). IV. Pruebas complementarias adicionales Indicadas en parejas con estudio básico normal o en aquellas en las que se sospeche una patología concreta. 1) Seminograma, con HOS test. 2) Estudio genético mediante técnicas de hibridación in situ fluorescentes (FISH), cuando el cariotipo es normal y se sospecha una alteración genética. 3) Cariotipo del material abortivo y en algunos casos estudio de la meiosis en semen o biopsia testicular. 4) Histeroscopia, laparoscopia, test de Hegar y urografías intravenosas en los casos que se sospeche alteraciones anatómicas. 5) Cultivos cervicales y endometriales, si se sospecha causa infecciosa. No se consideran indicadas como pruebas de screening las pruebas de función tiroidea, curva de glucemia (sólo se realizarán en pacientes con sospecha clínica o con antecedentes personales), grupo sanguíneo, anticuerpos antilinfocitotóxicos (anti HLA) paternos en el suero de la mujer, cultivo mixto linfocitario, tipaje HLA, anticuerpos no organoespecíficos y serología TORCH (14). Tratamiento Según etiopatogenia: 1. Anomalías genéticas. No se dispone de ningún tipo de tratamiento. Deberá realizarse consejo genético, informando de las probabilidades de pérdida gestacional y del riesgo de transmisión a la descendencia. Entre las opciones terapéuticas se encuentra el empleo de técnicas de reproducción asistida con ovocitos, espermatozoides o embriones de donantes. Se valorará la posibilidad de realizar un diagnóstico preconcepcional o preimplantatorio, y en todos los casos se recomendará la realización de un diagnóstico prenatal para detectar la presencia de cualquier desequilibrio. 2. Causas anatómicas. En los casos de útero hipoplásico, didelfo y bicorne parece preferible una conducta conservadora, realizando cerclaje cervical si existe insuficiencia cervical, o incluso de manera profiláctica. En el caso del útero septo la mayoría de los autores recomiendan la resección histeroscópica del septo. Si falla el cerclaje o se repite el aborto en el útero bicorne, estaría indicada la cirugía correctora laparoscópica o la metroplastia tipo Strassman. En caso de sinequias uterinas, se practicará liberación histeróscópica o con legrado y colocación de DIU. La miomectomía histeróscópica, laparoscópica o laparotómica estaría indicada en la mayoría de los casos. 3. Causas endocrinas. En las mujeres que presentan DFL, debe considerarse la estimulación de la foliculo-génesis con inducción de la ovulación (gonadotrofinas), o apoyo de fase lútea con progesterona (progesterona natural micronizada, vía vaginal). Puede ser beneficioso la inducción de la ovulación con FSH, en mujeres con hipersecrección de LH, en especial tras la desensibilización hipofisaria con agonistas de GnRh. 4. Causas infecciosas. Se recomiendan tratamiento empírico con doxiciclina 100mg/12 horas durante 14 días a toda pareja que consulta por aborto de repetición. 5. Causas inmunológicas. Autoinmune.- Se aconseja el tratamiento con aspirina a baja dosis, de 75-125 mg / día, un mes previo a la concepción, discutiéndose si se mantiene hasta final del embarazo.En el caso de trombocitopenia o títulos crecientes de anticuerpos antifosfolípidos, se puede asociar prednisona a baja dosis (15-30 mg/día). Cuando existe antecedentes de fenómenos trombóticos, o cuando falla la asociación aspirina - prednisona, estaría indicada la heparina a dosis subcutánea de 5000-10000 dos veces al día, aunque este tratamiento no está exento de riesgos potenciales, tales como hemorragia gástrica, osteopenia y DPPNI. En algunas pacientes se han ensayado inmunoglobulinas endovenosas (para reducir la síntesis de autoanticuerpos) o la plasmaféresis (para eliminar los anticuerpos antifosfolípidos) combinada con prednisona, aunque ninguno debe utilizarse como tratamiento de primera línea. Aloinmune. Inmunización leucocítica, mediante la administración intradémica, subcutánea o intravenosa, de leucocitos paternos o de donante. Administración endovenosa de extractos de membrana trofoblástica de placentas a término, administración de óvulos vaginales de plasma seminal de donante. Utilización de inmunoglobulinas por vía intravenosa a fin de modular la respuesta inmune materna.Actualmente, no se dispone de ningún método que nos pueda identificar los pacientes subsidiarios de beneficiarse de los tratamientos inmunomoduladores. El empleo sistemático de estos tratamientos no se puede justificar clínicamente, ya que inducen riesgos importantes como enfermedad de injerto contra huésped, transmisión de enfermedades víricas , sensibilización a los antígenos eritrocitarios, plaquetarios (trombocitopenia potencialmente mortal en el feto) o del sistema HLA con la incapacidad consiguiente para recibir trasplantes, anafilaxia y enfermedad del suero, mayor riesgo de aborto y de enfermedades autoinmunes, aumento de complicaciones obstétricas y malformaciones congénitas en la descendencia. Bibliografía 1. Balasch.J.,Acién P., Egozcue J.,Viscasillas P., Comino R., Parrilla JJ.Aborto de repetición.En: Documentos de Consenso de la SEGO, Madrid,Meditex,157-181, 1996. 2. Balasch.J. Diagnóstico y tratamiento del aborto de repetición:un enfoque racional.En:Reproducción humana.Remohí J.,Simón S., Pellicer A., Bonilla-Musoles F.,Mc Graw-Hill. Interamericana,Madrid,1996. 3. Hill J.A.Pérdida del embarazo espontánea temprana recurrente. En:Ginecología De Novak.Berek J.,Hillard P.,Adashi E.Mc Graw-Hill.Interamericana,México,12ª Edición, 963-979,1997. 4. Fryns JP. ,Van Buggenhout G. Structural Chromosomerearran gements in couples with recurrent fetal wastage. Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol 1998; 81 (2):171-6. 5.Byrne JLB.,Ward K.Genetic factors in recurrent abortion. Clin Obstet Gynecol 1994;37:693-704. 6. Hirahara F, Andoh N,Sawai K et al.Hyperprolactinemic recurrent miscarriage and results of randomized bromocriptine treatment trials. Fertil Steril 1998; 70:2,246-252. 7. Bussen S, Sütterlin M, Steck T. Endocrine abnormalities during the follicular phase in women with recurrent spontaneous abortion.Hum Reprod 1999;14:1,18-20. 8.Wilson R.,Ling H.,Mac Lean MA.,Mooney J.,Kinnane D.,McKillop JH.,Walker JJ.Thyroid antibody titer and avidity in patients with recurrent miscarriage. Fertil Steril 1999;71 (3):558-61. 9.Esplin MS, Branch DW.,Silver R.,Stagnaro-Green A.Thyroid autoantibodies are not associated with recurrent pregnacy loss. Am J Obstet Gynecol 1998;179 (6 pt 1):15836. 10.Clifford K., Rai R., Watson H.,et al.An Informative protocol for the investigation of recurrent miscarriage: preliminary experience of 500 consecutive cases. Hum Reprod 1994, 9:1328-1332. 11. Hamamah S., Fignon A., Lansac J.The effect of male factors in repeated spontaneous abortion: lesson from invitro fertilization and intracytoplasmic sperm injection.Hum Reprod Update 1997; 3 (4):393-400. 12.Buckett W.,Luckas M.,Aird I., Farquharson R.,Kingsland C.,Lewis-Jones D. The hypo-osmotic swelling test in recurrent miscarriage. Fertil Steril 1997;68 (3):506-509. 13. Thepot F. ,Mayaux MJ., CzyglickF. , et al. Incidence of births defects after artificial insemination with frozen donor spermatozo: a collaborative study of the French CECOS Federation on 11535 pregnancies. Hum Reprod 1996;11:2319-2323. 14. LiTC. Recurrent miscarriage:principles of management.Hum Reprod.1998;13 (2):478-482.