DE
HISTORIA
NATURAL
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L a fagocitosis en los organismos animales superiores es practicada
por células de origen mesodérmico, en especial de estirpe conjuntiva.
Después de los trabajos de Maximow, Mollendorf y Río-Hortega y Asúa,
podemos decir que, dentro de esta variedad celular, son los histiocitos o
fibroblastos móviles los que ordinariamente practican la fagocitosis hística. En el tejido nervioso ejercen dicha función las células de Río-Hortega (microglía).
Estos elementos son células móviles que poseen dos o tres prolongaciones gruesas en las cuales se acumula la mayor parte del protoplasma, muy escaso en cantidad en torno al núcleo, y a que la mayor parte
de las veces sólo poseen como cuerpo celular el contorno que la membrana de la célula forma al núcleo. Este es redondeado y más transparente que el de los fibroblastos. Por transformación de estas células, debida al fenómeno fagocitario, se producen las células endotelioides y las
células gigantes. Estas pueden también provenir de los endotelios vasculares, pero es más frecuente que sean de origen conjuntivo.
Respecto al origen de los histiocitos (clasmatocitos de Ranvier) creemos, con la escuela de Mollendorf, que representan una transformación
de los fibroblastos.
Nos encontramos, pues, ante un fenómeno biológico, la fagocitosis,
que imprime características determinadas a las células que lo efectúan
y que permite su distinción desde el punto de vista morfológico.
Un problema muy difícil de resolver en histopatología es la suerte
posterior del macrófago y el saber hasta qué punto la propiedad fagocitaria, que es la esencial del macrófago, modifica las restantes aptitudes
de estas células (vitalidad celular, proceso reproductor). Nosotros creemos que es posible resolver este problema en los cultivos de tejidos, especialmente del bazo, órgano que nos da gran abundancia de estos elementos, que aparecen en los cultivos como elementos libres, de forma
esférica, provistos de movimientos amiboides y de capacidad fagocitaria.
Su protoplasma es rico en vacuolas, que se tiñen en rojo por las soluciones débiles de rojo neutro. Su núcleo se distingue, en los casos que
se ha empleado este colorante vital, como imagen negativa, y a que permanece incoloro, y si se colora, es indicio de muerte celular. En las preparaciones teñidas, los macrófagos son células esféricas con protoplasma vacuolado y con un núcleo generalmente redondo, a veces deformado por la presión de las vacuolas, y en el que es difícil distinguir detalles de estructura. Suele teñirse muy intensamente. Estas células representan el término final de una evolución celular, que nosotros queremos
analizar aquí detenidamente.
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