Ortega, J. E. et. al “Política Ambiental: Causas y Objetivos” Ciudad de Córdoba, Argentina. Maestría en Gestión para la Integración Regional y Centro de Información y Documentación Regional, Universidad Nacional de Córdoba. POLÍTICA AMBIENTAL: CAUSAS Y OBJETIVOS CIUDAD DE CÓRDOBA, AGENTINA AUTORES ORTEGA JOSE EMILIO ([email protected]) SBARATO DARÍO ([email protected]) CAMPOS MANUEL MASSEI JUAN CARLOS Este trabajo ha sido producido en el marco del Programa de Investigación y Desarrollo en Gestión Ambiental que se desarrolla de manera conjunta entre la Maestría en Gestión para la Integración Regional del Centro de Estudios Avanzados de la UNC y del Centro de Información y Documentación Regional de la Secretaría General de la UNC. Siendo sus árbitros el Prof. Ing. Jorge Horacio González (Prof. Titular y Rector UNC), Prof. Dr. Jugo Juri (Prof. Titular, Ex Rector UNC, Ex Ministro de Educación de la Nación) y Prof. Dr. Pedro J. Frías (Prof. Consulto UNC, Presidente Honorario de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba). Ortega, J. E. et. al “Política Ambiental: Causas y Objetivos” Ciudad de Córdoba, Argentina. Maestría en Gestión para la Integración Regional y Centro de Información y Documentación Regional, Universidad Nacional de Córdoba. TEMARIO 1) La transversalidad del concepto “ambiente”: su correlato en la gestión de los problemas públicos y privados. Relaciones Internacionales y ambiente. 2) Estado, mercado y ambiente. La triple dimensión de la sostenibilidad: económica, ecológica y social. La conversión del crecimiento económico en desarrollo sustentable; La toma de decisiones y el equilibrio entre desarrollo, utilización de recursos y conservación. Experiencias comparadas. 1. Introducción. Si bien existen diversos trabajos en donde de manera implícita se abordan cuestiones centrales o periféricas inherentes al ancho mundo de la “política ambiental”, y se están produciendo permanentemente documentos e informes en los que expertos y organismos públicos o empresas privadas delinean desde una perspectiva colectiva o individual las políticas a seguir durante los años por venir, no es fácil encontrar bibliografía accesible e integrada que aborde esta cuestión como objeto de estudio. Por ello, hemos realizado como tarea previa, una revisión e intento de sistematizar la información para contar con elementos que permitan definir los aspectos centrales de las políticas públicas y privadas sobre distintos temas ambientales, analizar su implementación e integración más allá de los ámbitos sectoriales de las que provienen, con la consecuente participación de las instituciones involucradas y evaluar aunque más no sea en forma superficial los impactos provocados. Parte de esa información, debidamente seleccionada, está constituida por el abundante material de estudio que constituye la bibliografía obligatoria. Y para aquellos temas que no se encuentran debidamente explicitados en la misma, o que requieren de alguna formulación teórica o práctica previa, hemos pensado este apunte, que por cierto no es original ni pretende serlo, sino más bien un resumen útil para el cursado de la asignatura. 2. Conceptos básicos 2.1 Los “problemas” y los “conflictos” ambientales La consolidación de la gestión ambiental, como veremos, permitirá contar espacios institucionales públicos e inclusive privados, en los que los particulares podrán canalizar sus demandas y establecer niveles de cooperación e interacción con las instancias estatales responsables. Estos espacios de concertación permitirán dar solución a aquellos problemas ambientales dentro de las capacidades locales y tratar con instancias superiores aquellos que escapan a ellas. Se pueden identificar problemas ambientales de tres tipos: • Problemas ambientales globales, como el cambio climático, la disminución de la capa de ozono, etc., que tienen repercusiones nacionales, regionales y locales. Ortega, J. E. et. al “Política Ambiental: Causas y Objetivos” Ciudad de Córdoba, Argentina. Maestría en Gestión para la Integración Regional y Centro de Información y Documentación Regional, Universidad Nacional de Córdoba. • • • Problemas ambientales regionales, como la contaminación de ríos, lagos, cuencas, etc., que tienen repercusiones nacionales y locales. Problemas ambientales locales, que tienen repercusión directa en la salud y la calidad de vida de la comunidad o municipalidad donde se originan, y son aquellos que se deben observar en el nivel primario ambiental. Los más frecuentes se mencionan a continuación. Problemas “urbanos” o rurales”, entre los que enunciamos a título ejemplificativo la contaminación atmosférica, la contaminación acústica, la contaminación visual, la potabilización del agua, los microbasurales y escombros, el uso indebido del suelola existencia de plagas, la pavimentación de las calles o rutas, la seguridad y calidad de los alimentos, las quemas no autorizadas, el mantenimiento y expansión de áreas verdes, el manejo canales, los desastres naturales, las emergencias químicas, el manejo de residuos peligrosos, la erosión y deforestación, la utilización de plaguicidas, la utilización de semillas transgénicas, etc. El conflicto ambiental es un tipo particular de conflicto social donde la temática en disputa se refiere a aspectos ambientales. Los temas convocantes usualmente tienen que ver con la calidad de vida de las personas o las condiciones del ambiente. Existen varias definiciones sobre conflicto ambiental. Por ejemplo, Padilla y San Martín (1996) lo definen como la “incompatibilidad de intereses que afloran a propósito de la prevención o reparación de un daño ambiental.” Por su parte, Sabatini y Sepúlveda (1997) advierte que puede llegarse a un conflicto cuanfdo una comunidad se organiza para hacerle frente. A lo largo del estudio y relevamiento de los conflictos ambientales, fue necesario precisar y ajustar algunos aspectos de este concepto, tanto en su vertiente específica (ambiental) como en la más general (referida a los conflictos sociales). • En la concepción de conflicto que manejaremos en esta obra se destacan varios aspectos. En primer lugar, el conflicto es presentado como un proceso; no es estático y posee un desarrollo temporal, con modificaciones y cambios • En segundo lugar, este proceso se desarrollo en el ámbito público. Con ello se excluyen disputas propias del espacio privado, como se suceden dentro de una familia. • En tercer lugar, los conflictos involucran acciones colectivas, en donde son grupos de personas las que desarrollan las disputas. De esta manera se excluyen los conflictos de una persona contra una empresa o el Estado, sino que se atienden aquellos que involucran grupos de personas, con distintos grados de organización, contra otros grupos, igualmente organizados. Estos tipos de organización pueden ser asociaciones civiles, comisiones barriales, empresas comerciales, reparticiones estatales a nivel nacional o municipal, etc. • En cuarto lugar, el conflicto resulta de diferentes valores, percepciones o significados que los actores otorgan a acciones o circunstancias que afectan, o pueden afectar, el medio ambiente. En efecto, el conflicto resulta por posturas opuestas en cómo se percibe el ambiente, en los valores que se atribuye al entorno y a las relaciones del ser humano con éste, y en los significados que revisten las acciones sobre el medio. • En quinto lugar, el conflicto alude a una dinámica de oposición, controversia, disputa o protesta entre esos actores. • Finalmente, hay un reconocimiento de los actores en oposición del conflicto más allá de que se consideren legítimos o atendibles los reclamos. Por ejemplo, cuando los vecinos Ortega, J. E. et. al “Política Ambiental: Causas y Objetivos” Ciudad de Córdoba, Argentina. Maestría en Gestión para la Integración Regional y Centro de Información y Documentación Regional, Universidad Nacional de Córdoba. protestan por la contaminación de una fábrica, si bien es común que los empresarios rechacen la legitimidad de los grupos vecinales para reclamar, en ese acto ya se reconoce que hay otro actor contra el cual se desarrolla una oposición. Hay procesos que no llegan a constituir conflictos. Sea por que quienes inician la protesta no alcanzan a conformar un actor colectivo organizado, y no logran pasar de acciones aisladas, o bien por que aún en el caso de estar organizados, no conforman una fuerza que desencadene la reacción del contendor. 2.2 Gestión y política ambiental Tal como hemos estudiado a lo largo de esta carrera, desde múltiples perspectivas, uno de los grandes desafíos que presenta el desarrollo humano es cómo analizar e introducir la variable ambiental en los modelos económicos que marca el paradigma productivo actual, o desde una perspectiva más técnica, el ya remanido -pero válido- ¿Cómo internalizar las externalidades?. Desde una perspectiva propedéutica, podríamos referirnos a todo ese complejo de acciones como “gestión ambiental” o “manejo ambiental”, como una gran categoría dentro de la que englobamos diversas disciplinas y técnicas. Específicamente, la gestión ambiental ha sido definida como la “etapa central en el proceso de ordenamiento ambiental, puesto que consiste propiamente en las decisiones sobre qué maniobras realizar, cómo realizarlas, en qué plazos y en último término en la selección paso a paso de las opciones posibles y más adecuadas en el proceso de desarrollo” (Sénchez, 1982). Esta indagación nos lleva a preguntarnos por dos instancias claramente determinadas en el proceso de ordenamiento ambiental. La primera de ellas es el llamado “diagnóstico ambiental”, al que caracterizamos como la evaluación circunstanciada de un sistema ambiental a través del análisis de su interrelación e interdependencia, a fin de detectar los posibles efectos que ciertos hechos o actos producirán en el ambiente. Así las cosas ¿Qué es un “sistema ambiental”?. Esta noción permite identificar y evaluar las interrelaciones e interdependencias que caracterizan el funcionamiento de ciertos conjuntos y efectuar previsiones respecto de los efectos, las interrelaciones entre el ambiente, la población y sus actividades. Es un concepto aplicable al análisis de los problemas, restricciones y potencialidades ambientales, que incluye a la totalidad de los componentes naturales y sociales que existen o se manifiestan en un territorio determinado. A los fines del presente trabajo, se lo considera compuesto por un “sistema natural” y un “sistema social”. 2.3 Políticas Ambientales: breve caracterización. 2.3.1 Generalidades Las llamadas “Políticas Ambientales”, especie dentro de un género más amplio de políticas públicas y privadas, están llamadas a promover la sustentabilidad, declarando sus fundamentos, sus principios y sus objetivos, así como fijando compromisos y las tareas ambientales propias del ámbito de la gestión, prioritarias para el perfeccionamiento del sistema. Ortega, J. E. et. al “Política Ambiental: Causas y Objetivos” Ciudad de Córdoba, Argentina. Maestría en Gestión para la Integración Regional y Centro de Información y Documentación Regional, Universidad Nacional de Córdoba. Hay consenso respecto a que el medio ambiente está hoy fuertemente presionado por las exigencias que plantea el desarrollo económico y social. Dicho desarrollo, como es sabido y ha sido puesto de manifiesto en forma reiterada, ha comprometido seriamente la capacidad de renovación y preservación de los recursos naturales y la calidad del aire, del agua y de los suelos. El desarrollo sustentable o sostenible, puede graficarse como un triángulo cuyos vértices -el crecimiento económico, la equidad social y la sustentabilidad ambiental- están en equilibrio dinámico. 2.3.2 Desarrollo sustentable y desarrollo sostenido Aunque debe distingurse este concepto del llamado “desarrollo sostenido”, emparentado con concepciones de carácter “desarrollista”, muy en boga en nuestra región hacia el ocaso de los gobiernos denominados de corte populista en la Latinoamérica de mediados del siglo XX. La doctria desarrollista no reniega de un Estado fuerte, pero plantea complementariamente el fomento de la libre iniciativa privada, local o extranjera, como elemento dinamizador del crecimiento. Se insiste desde esta perspectiva en que debe protegerse la industria local de la competencia externa, pero al mismo tiempo la creciente producción se dirige a un mercado internacional amplio. A ello debía conducir la política salarial, sindical y social, sobre todo, por la integración del territorio nacional, a partir de grandes obras de infraestructura. La inversión pública sería dirigida principalmente a esos sectores básicos: petróleo, carbón, hierro, acero, química pesada, petroquímica, celulosa, infraestructura, etc. También se estimula la inversión privada en el sentido de estas prioridades. Los ensayos -en períodos democráticos- más conocidos en este sentido en nuestra región, son los encabezados por los presidentes Frondizi (Argentina) y Kubitschek (Brasil), hacia fines de la década de 1950. Pero debe aclararse que la explotación intensiva de los recursos naturales, se encaró desde la visión desarrollista sin tener en cuenta genuinas variables de “sustentabilidad” tal como hoy la concebimos, y en ese sentido resulta emblemática la controvertida explotación de las cuencas petrolíferas nacionales encarada por la gestión Frondizi, o lo ocurrido en zonas tan disímiles y distantes como la República Popular China (el sonado caso de imprudente uso de agua en la región de Beijing), México (el casi completo agotamiento de sus reservas de leña, problema extensible a otras regiones de la América Central) diversos países de Europa (contaminación de suelos, agua y aire por producción industrial, agotamiento de reservas de hidrocarburos fósiles, etc.) Bueno es destacar que entrados los ’60, ante el declinamiento de la experiencia desarrollista dentro del estado de derecho (golpes de estado en el Cono Sur), y renovando el enfoque a partir del análisis de la interdependencia, se avanza hacia una “teoría del desarrollo”, en particular sobre la obra de Cardoso y Faletto, quienes abandonan la argumentación “monocausal” corriente de las teorías de modernización y dependencia, que ven la causa del subdesarrollo en forma unilateral bien en factores endógenos o en la explotación por parte de los países industriales. Este enfoque se desarrolla, en cada uno de sus componentes, en una suerte de crítica a postulados desarrollistas teóricos imperantes. Cardoso y Faletto construyen una “teoría del desarrollo” abierta, que como bien expresa Nohlen (2002) “puede ser definida como una metodología de análisis del subdesarrollo y el desarrollo con la mira puesta en contextos, dinámicas y procesos”. Ortega, J. E. et. al “Política Ambiental: Causas y Objetivos” Ciudad de Córdoba, Argentina. Maestría en Gestión para la Integración Regional y Centro de Información y Documentación Regional, Universidad Nacional de Córdoba. Si bien a priori esta digresión poco tiene que ver con el contenido central de la asignatura, nos interesa dejar explícitamente formulada la distinción, dado que habitualmente se tiende a emplear a desarrollo “sustentable” como sinónimo de “sostenido”, lo que es impreciso. Ambos paradigmas suponen la formulación de políticas, que aún cuando se refieran al ambiente y generen gestión ambiental, serán completamente diferentes en cuanto a sus propósitos. 2.3.3 La protección del medio ambiente El paradigma “sustentable” genera una particular relación del hombre con el ambiente. Si bien para explicarla se utilizan diferentes concepciones, todas ellas tienen en común el hecho de poner el énfasis de la cuestión económica en el largo plazo y la importancia de preservar la calidad de vida de las generaciones futuras. La Comisión Mundial del Medio Ambiente y el Desarrollo define el desarrollo sostenible como : "Satisfacer las necesidades del presente, sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias". No obstante esta definición hay que hacer algunas reflexiones: • Para cualquier país un desarrollo sostenible debe implicar que se satisfagan las necesidades vitales de los pueblos (alimentación, vivienda, ropa, atención médica, etc.) en primera instancia. • La protección del medio ambiente es fundamental, hasta que la humanidad no adquiera la conciencia de la necesidad de desarrollar las actividades económicas de forma tal que degrade lo menos posible el medio, ya que todo lo que hagamos contra la naturaleza, a corto, mediano o largo plazo se reflejará en contra de nosotros mismos. • El medio ambiente es esencial para las actividades humanas en cuanto a: Fuente de recursos naturales (materia prima y energía) Sustento de la actividad humana (soporte de la vida, recreación, paisaje, etc.) • Son muchas las vías a través de las cuales puede haber afectación del medio al ser humano, la más importante es la salud y también la más evidente, la contaminación ataca directamente la salud humana, ya sea del agua o del aire; otra forma también que afecta directamente es en el rendimiento de los cultivos, del ganado, a medida que los suelos se van degradando, los resultados se van apreciando en la merma de los rendimientos, también en la salud del ganado y la calidad de los productos, otro aspecto de gran importancia en la pesca, cuando se producen afectaciones a los habitats de las especies animales , estos migran o se extinguen, disminuyendo así las capturas. • Existen otras formas de afectaciones menos evidentes o que afectan menos directamente al hombre como son lugares para la recreación, la pérdida de biodiversidad, la degradación de los paisajes y los cambios climáticos, entre otros. • Es fundamental una adecuada gestión para la protección ambiental, y para ello deben utilizarse adecuadamente los instrumentos que ésta posee, y ya que en muchos casos existen actualmente innumerables problemas ambientales a los cuales hay que darles solución para evitar que los daños sean mayores, en este sentido es muy importante la inspección ambiental ; pero mucho más importante es la evaluación de impacto ambiental ya que se utiliza en los proyectos o sea aún no existe por lo que se tiene la posibilidad de que se desarrollen armónicamente con el medio donde se desarrollarán. 2.3.4 Elementos de la Política Ambiental Ortega, J. E. et. al “Política Ambiental: Causas y Objetivos” Ciudad de Córdoba, Argentina. Maestría en Gestión para la Integración Regional y Centro de Información y Documentación Regional, Universidad Nacional de Córdoba. Como bien se ha establecido (Semarnat, 2002), hay tres elementos que están presentes en torno al concepto de Política Ambiental: • La definición de los principios rectores y de los objetivos básicos que propone el gobierno a la sociedad para alcanzar la protección ambiental. • El conjunto de instrumentos orientados a influir o condicionar el comportamiento de los agentes sociales para que actúen de modo tal, que se minimice el deterioro ambiental o que se maximicen los efectos positivos de sus acciones. • Plan de acción, declaración de principios e ideales. El foco de la Política Ambiental y su fin último es la calidad de vida de las generaciones actuales y futuras. La gestión ambiental es una función eminentemente pública, de responsabilidad individual y colectiva, que requiere del compromiso y la participación de toda la sociedad civil. Así, el conjunto de la sociedad -incluyendo el sector productivo privado- debe estar dispuesto a asumir los costos que implica implementar esta política, como también colaborar al continuo mejoramiento de la capacidad de gestión del país. La participación ciudadana es uno de los ejes centrales de la Política Ambiental, ya que el medio ambiente es un desafío que involucra a los distintos niveles estatales y también a la sociedad internacionalmente organizada. El objetivo general de la Política Ambiental es promover la sustentabilidad ambiental del proceso de desarrollo, con miras a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Sus objetivos específicos son: • Recuperar y mejorar la calidad ambiental, en una calidad compatible con la salud de las personas y de los ecosistemas. Los principales instrumentos para este objetivo son las normas de calidad ambiental, los Planes de Descontaminación y las Políticas Ambientales específicas. • Prevenir el deterioro ambiental: Los principales instrumentos son el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, la incorporación de la dimensión ambiental en las políticas públicas, la educación ambiental, las normas de calidad y emisión, los planes de prevención y la investigación científico-tecnológica. • Fomentar la protección del patrimonio ambiental y el uso sustentable de los recursos naturales: Los instrumentos son el marco regulatorio de la ley, las medidas de conservación, el manejo sustentable del territorio y el estudio de los ecosistemas. • Introducir consideraciones ambientales en el sector productivo: Implementar procedimientos de certificación y fomento para asegurar la producción limpia y con ello contribuir a su mejor inserción en los mercados internacionales. • Involucrar a la ciudadanía en la gestión ambiental: Ampliar instancias de participación de acuerdo a lo establecido en la ley 19.300 y generar programas para estimular la coresponsabilidad en el cuidado del medio ambiente. • Fortalecer la institucionalidad ambiental a nivel nacional y regional, reforzándola para lograr la plena aplicación del Sistema Nacional de Gestión Ambiental, potenciando la dimensión regional. • Perfeccionar la legislación ambiental y desarrollar nuevos instrumentos de gestión, logrando un cuerpo normativo integrador, coherente y eficaz. Los fundamentos de la Política Ambiental son: Ortega, J. E. et. al “Política Ambiental: Causas y Objetivos” Ciudad de Córdoba, Argentina. Maestría en Gestión para la Integración Regional y Centro de Información y Documentación Regional, Universidad Nacional de Córdoba. • • • La calidad de vida de las personas, cuyo mejoramiento sostenido y equitativo no debe comprometer las expectativas de las generaciones futuras. La complementariedad entre desarrollo socioeconómico y sustentabilidad ambiental: es necesario cambiar el enfoque de contradicción entre economía y medio ambiente, de modo de garantizar la disponibilidad de recursos necesarios -en cantidad y calidad- para el desarrollo. La equidad social y la superación de la pobreza. La pobreza es un factor limitante y crítico del desarrollo y no es casual que los sectores más pobres sean los que sufren las peores condiciones de calidad de vida y los más agredidos por la contaminación. Todos los ciudadanos tienen derecho a vivir en un entorno limpio y sano. 3. Relaciones Interancionales y Ambiente La disciplina de las Relaciones Internacionales constituyeun factor de influencia en el proceso de definición de las políticas ambientales y en la gestión de sus problemas, afectando a los vínculos entre que Estados soberanos o autónomos y otros sujetos con personería mantienen entre sí por medio de agentes o representantes, al marco jurídico vigente y a los esquemas institucionales que el sistema instituye y a todo lo relacionado con la producción de normas o estándares internacionales destinados a la protección ambiental a escala mundial y regional. La perspectiva ambiental, de naturaleza multidimensional, crece a valor exponencial con la creciente complejidad de la sociedad humana moderna, en la que los diversos procesos de globalización -aquellos en virtud de los cuales los Estados nacionales soberanos se entremezclan e imbrican mediatne actores transnacionales y sus respectivas probabilidades de poder, orientaciones, identidades y entramados varios (Beck, 1998)-, globalismo -ideología economicista monocausal en la cual el mercado mundial se erige en centro de los problemas a partir se analizan si correspondiere las demás dimensiones- y mundialización espontáneos o inducidos que se están materializando en el planeta generan ciertos beneficios individuales y enormes problemas colectivos. Las respuestas institucionales a estos fenómenos son lentas, y en ello mucho tiene que ver la escasa importancia que se le ha dado a la interrelación entre lo nacional y lo internacional, asuntos internos e internacionales y a la relación entre población y modalidades de consumo y producción, representando un dato importante puntual en la perspectiva ambiental para establecer la relación entre la disciplina de las relaciones internacionales y el derecho ambiental internacional (Servi, 1998). En el campo ambiental nos encontramos con una verdadera mundialización. No se trata de recordar la unidad de la biosfera del planeta Tierra, sino más bien de señalar que en la actualidad las amenazas contra la misma tienen un alcance mundial. El deterioro de la capa de ozono, el “efecto invernadero”, la degradación de los bosques tropicales, la deforestación en las zonas templadas, la desertificación, la contaminación por efluentes, desechos y vertidos humanos, y el crecimiento alarmante de la población mundial son todos ellos hechos de alcance transnacional tanto en sus orígenes como en sus efectos. Por ello, las urgentes soluciones a los mismos habrían de tener también un alcance mundial, dada la incapacidad de los Estados nacionales para responder por sí mismos a estas amenazas. Ortega, J. E. et. al “Política Ambiental: Causas y Objetivos” Ciudad de Córdoba, Argentina. Maestría en Gestión para la Integración Regional y Centro de Información y Documentación Regional, Universidad Nacional de Córdoba. Es importante señalar que esta mundialización de los vínculos humanos no debe significar en modo alguno una uniformación. La mundialización puede convivir con enormes disparidades y con tendencias centrífugas, y debe desarrollar instrumentos eficaces para combatirla. El globalismo de las relaciones económicas implica desigualdades. Baste con recordar que la quinta parte más rica de la población mundial disponía en 1989 del 82,7% del ingreso, del 81,23% del comercio mundial, del 94,6% de los préstamos comerciales, del 80,51% del ahorro interno y del 80,56% de la inversión. Frente a ellos, la quinta parte más pobre contaba solamente con el 1,4% del ingreso, el 0,95% del comercio, el 0,2% de los préstamos comerciales, el 0,98% del ahorro interno y el 1,25% de la inversión. Por otro lado, la mundialización de los vínculos humanos no se puede confundir con una universalización cultural. El que los vínculos humanos adquieran un carácter mundial no implica necesariamente una conciencia de los mismos, ni el que tal conciencia se exprese siempre en las mismas categorías culturales. El que dos individuos o dos pueblos estén en interacción social no significa que ambos entiendan del mismo modo esta interacción. Es más, en el ámbito de las ideas, la creciente mundialización se puede expresar en un rechazo explícito de la imposición de patrones culturales extraños. Fenómenos ideológicos y políticos como el nacionalismo y los fundamentalismos religiosos (de proyección en la vinculación del hombre con su entorno ambiental) constituyen en buena medida una reacción a la mundialización de las relaciones humanas. Y por eso mismo tienen caracteres mundiales. La mundialización es más que una mera internacionalización . Ciertamente, los vínculos entre los Estados nacionales se estrechan progresivamente. Pero además muchos vínculos humanos se establecen con independencia de los Estados. Como señala Z. Laïdi: "lo que da riqueza y complejidad a este período no es sólo el fin del comunismo, sino la conjunción de ese gran factor histórico con la transformación de las reglas del juego planetario. Entre esas transformaciones figuran en primer plano la erosión del papel de los Estados, el hecho de una internacionalización final de todo, y el hecho de que cada uno sea, en su vida cotidiana, un actor del sistema internacional. De ahí que no podamos hablar ya de sistema internacional, sino más bien de un sistema social mundial". Esto no significa que los Estados nacionales vayan a desaparecer a corto plazo, sino simplemente que su papel está afectado por la mundialización. Tal mundialización puede despertar en ocasiones reacciones proteccionistas o nacionalistas, las cuales, lejos de desmentirla, más bien la confirman. Finalmente, lo dicho hasta aquí es suficiente para caer en la cuenta de que la mundialización es un hecho, y no una utopía. No se trata de soñar con un gobierno de la humanidad o con un Estado mundial, sino simplemente de constatar el estrechamiento de los vínculos humanos en el planeta. Este estrechamiento no es ajeno a fenómenos como el colonialismo y el imperialismo. Y tampoco lo es a la existencia de enormes injusticias económicas y sociales. Puede tener también aspectos positivos. Pero aquí no estamos todavía ante una pregunta ética, sino ante un hecho. Toda valoración ética de la mundialización presupone una conceptuación previa de su realidad. Y esto es lo que ahora nos interesa. Por eso tenemos que preguntarnos si es posible, desde las ciencias del ambiente en general y desde la gestión ambiental en particular, dar cuenta del impacto de todos estos procesos (mundialización, globalización, globalismo) sobre las políticas a seguir para mejora la calidad de los sistemas ambientales natural y social. 4. La toma de decisiones y el equilibrio entre desarrollo, utilización de recursos y conservación (marco teórico). Ortega, J. E. et. al “Política Ambiental: Causas y Objetivos” Ciudad de Córdoba, Argentina. Maestría en Gestión para la Integración Regional y Centro de Información y Documentación Regional, Universidad Nacional de Córdoba. 4.1 Generalidades Un modelo de decisión debe considerarse como un vehículo para "resumir" un problema de decisión, en forma tal que haga posible la identificación y evaluación de todas las alternativas de decisión del problema. Después se llega a una decisión seleccionando la alternativa que se juzgue sea la "mejor" entre las opciones disponibles. En este proceso se identifican dos partes generales: análisis (generar ideas) y síntesis (seleccionar la mejor de la ideas). Los elementos básicos de cualquier modelo de decisión son: • Alternativas de decisión, de las cuales se realiza una selección; • Restricciones para excluir alternativas infactibles; • Criterios para evaluar, y por consiguiente, clasificar las alternativas factibles. Una solución a un modelo, no obstante de ser exacta, no será útil a menos que el modelo mismo ofrezca una representación adecuada de la situación de decisión verdadera. Aunque una situación real puede implicar un número sustancial de variables y restricciones, generalmente sólo una pequeña fracción de estas variables y restricciones domina verdaderamente el comportamiento del sistema real. Por lo tanto, la simplificación del sistema con el fin de construir un modelo debe concentrarse, fundamentalmente, en la identificación de variables y restricciones dominantes y también en otros datos que se juzguen pertinentes para la toma de la decisión, lo que en conjunto define el entorno asociado a la decisión. El sistema real supuesto es una abstracción de la situación real que se obtiene al concentrarnos en la identificación de los factores dominantes (variables, restricciones y parámetros) que controlan el comportamiento del sistema real. El grado de complejidad del modelo es siempre una función inversa, o recíproca, del grado de simplificación del sistema real supuesto extraído del sistema real. La búsqueda de la certidumbre en un escenario de cambios permanentes es uno de los objetivos más destacados de la toma de decisiones. Pero dicho objetivo es uno de los más difíciles de lograr debido a la enorme cantidad de aspectos que influyen en la decisión, en forma directa o indirecta. En general se puede distinguir la existencia de algunas variables fundamentales que conforman el entorno del proceso de Toma de Decisiones y afectan su eficacia. En el proceso decisorio no sólo importa el desarrollo de una secuencia lógica sino que deben atenderse otros aspectos situacionales como la naturaleza y la relación entre todas las variables mencionadas. Para la toma de decisiones es necesario hacer uso de la información como, el uso de teorías, que tiene como consecuencia el acierto, la incertidumbre y el riesgo, es por eso que debemos diferenciar si el tomador de decisiones en analítico o heurístico y es importante que estos tomen en cuenta las fases de solución como son la inteligencia, la selección y el diseño, tal como se le da soporte en los sistemas de apoyo a decisiones. Muy a menudo, lo que hace que una decisión sea difícil es que ni siquiera sabemos lo que verdaderamente esta en juego. Para tomar decisiones es necesario que se defina qué contexto es Ortega, J. E. et. al “Política Ambiental: Causas y Objetivos” Ciudad de Córdoba, Argentina. Maestría en Gestión para la Integración Regional y Centro de Información y Documentación Regional, Universidad Nacional de Córdoba. el que determina sus opiniones, actitudes, valores, metas y objetivos, ya que esto intervienen para la percepción del problema y las visualizaciones que se tengan de las posibles soluciones. El contexto (modelo mental o paradigma) se debe entender como el punto de vista, la perspectiva desde la cual se interpretan los hechos. Es la manera en la que se juzga lo irreal o lo real, lo verdadero o falso, o lo importante o insignificante, etc. Las opiniones son las que van de acuerdo a nuestra formación, cultura y grupo social al que se pertenece, y también van a ir de acuerdo a la experiencia. Pero a veces no poseemos tanta como para apoyarlas y es así como nacen los "prejuicios". Nuestras opiniones conforman un cuerpo de conocimientos con los que juzgamos las nuevas ideas, si una nueva idea embona con el cuerpo de nuestro conocimiento, se le dará validez y se le considerará como real. Por lo anterior antes de tomar una decisión, debe analizarse el tipo, ámbito, objetivo y finalidad de la misma, a qué temas o problemas nos estamos refiriendo, a que preguntas se quiere dar respuesta, qué personas están implicadas y tomar en cuenta todas las variables posibles para lograr la mayor efectividad. La toma de decisiones exitosa es el proceso mediante el cual se identifican problemas, para su resolución, y oportunidades, para su capitalización. Mediante el desarrollo de una secuencia lógica en un contexto de incertidumbre, se adopta una resolución en tiempo y forma para minimizar costos y riesgos con la finalidad de reducir al máximo la discrepancia entre el estado actual de la situación y el estado deseado. La resolución se traduce en directivas de acción y actividades de ejecución y control. Las características propias del ambiente o entorno asociado al modelo de decisión dependerán entonces de los siguientes factores: • Los problemas reales son difíciles de definir y por lo general resulta complicado realizar un análisis o crear un modelo de los mismos. • Como es más fácil desarrollar planes que llevarlos a cabo, los modelos que no se van a implementar no se confeccionan correctamente ni se toman en serio desde el comienzo. • Con frecuencia los datos están dispersos, son incompletos e inexactos. Algunas empresas se conforman con resultados aproximados a fin de ahorrar costos y obtener resultados más rápido. Los resultados aproximados utilizan menos datos y más hipótesis. Este abordaje lleva menos tiempo de recopilación y por ende implica un ahorro de dinero, pero un grado mayor de incertidumbre. • Se requiere una estrecha colaboración entre el creador del modelo y el dueño del problema. Por lo general no hay colaboración porque la organización no ve un beneficio directo y muchas veces inmediato. La organización tampoco confía en la capacidad de cumplir sin causar algún daño. La experiencia de otros casos es útil para establecer la confianza y la predisposición a cooperar. • Existe una necesidad de influir en la cultura y la actitud hacia el diseño de modelos dentro de la comunidad de negocios y esto requiere gerentes más capaces y mejor capacitados. • Los funcionarios o gerentes no están bien capacitados en los conceptos y/o el uso de los modelos analíticos. Ortega, J. E. et. al “Política Ambiental: Causas y Objetivos” Ciudad de Córdoba, Argentina. Maestría en Gestión para la Integración Regional y Centro de Información y Documentación Regional, Universidad Nacional de Córdoba. • Los creadores de modelos deben abordan los problemas que el gerente considera importantes desde una perspectiva de ahorro de costos. Ante estas características del entorno, los decisores, se adaptan al proceso de decisión, según los siguientes modelos: • Económico clásico: Es un modelo normativo. Describe la forma como una persona debería tomar la decisión. Sus supuestos son: Toma de decisiones bajo certeza. La decisión busca maximizar el beneficio o utilidad. El decisor es sensible de manera infinita a las diferencias de utilidad entre los resultados o consecuencias; • Administrativo: Es un modelo descriptivo. Visualiza la decisión la cual se da en un medio ambiente complejo y parcialmente desconocido. La mayoría de estrategias de resolución de problemas por satisfacción están basadas en reglas empíricas. Este modelo asume que el decisor: No conoce todas las alternativas ni todos los resultados o consecuencias. Hace un exploración limitada para descubrir una pocas alternativas satisfactorias. Toma una decisión que satisfaga su nivel de aspiración. Tomando en cuenta el proceso de toma de decisión como un sistema abierto, resulta particularmente difícil definir, en sentido positivo, el concepto de entorno. Sabemos que es todo aquello que no es el modelo de decisión, es decir, es el medio en el que el sistema se halla, se desenvuelve y actúa, teniendo en cuenta que como parte integrante de dicho entorno también hay que considerar al propio sistema. Aparece así como un ecosistema en el cual se halla el proceso de toma de decisiones. Considerando que según la teoría de sistemas el entorno son todas aquellas entidades y sus relaciones que al realizar cambios en las mismas se inducen cambios en el sistema total. 4.2 El análisis del entorno El Proceso de Toma de Decisiones es un sistema socio-técnico abierto, dependiente de otros sistemas de su entorno para sobrevivir. Está inmerso en un entorno, generalmente cambiante y dinámico, con el cual mantiene una mutua relación de intercambio e ínter influencia. El proceso de toma de decisiones puede adaptarse a los cambios producidos en él anticipándose a los mismos o bien haciendo frente al impacto causado por aquellos que la afecten de modo más directo e inmediato. Básicamente podemos distinguir dos categorías en el entorno del proceso de toma de decisiones, en función de la influencia que dicho entorno ejerce sobre la misma: un entorno específico y un entorno genérico. Entorno Genérico: El entorno genérico es todo el sistema socio-económico y es definido como el conjunto de factores externos, económicos, políticos-legales, socio-económicos y tecnológicos, que influyen en todos los aspectos del proceso de decisión. Podemos describir los siguientes componentes del mismo (Kast y Rosenzweig): • Factores Económicos: Comprende el marco económico en general, incluyéndose el resto de organizaciones económicas, el grado de planificación económica, el sistema financiero, las políticas fiscales, dotación de infraestructuras, las características del consumo, etc. Dependiendo de cual sea el nivel de renta, su distribución, el nivel de empleo (desempleo), los tipos de interés del dinero, la inflación, el estado de la economía (crecimiento o recesión) o las cargas fiscales, por ejemplo, así existirá una capacidad de Ortega, J. E. et. al “Política Ambiental: Causas y Objetivos” Ciudad de Córdoba, Argentina. Maestría en Gestión para la Integración Regional y Centro de Información y Documentación Regional, Universidad Nacional de Córdoba. • • • compra u otra por parte de los ciudadanos (potenciales clientes) y expectativas por parte de las empresas. Factores Políticos-Legales: Legal: implica la consideración de la naturaleza del sistema legal, jurídico, administrativo y fiscal: jurisdicción, legislación específica sobre las organizaciones, etc. El grado de regulación (desregulación) legislativa, en sus diferentes aspectos o la complejidad de ésta, condicionan la libertad de las empresas en función de que permitan una mayor o menor actuación de las leyes del mercado y de la competitividad. Político: supone cómo se configura el sistema y el poder político en la sociedad, poderes públicos, partidos políticos, clima social, etc. Depende de cómo se estructure el Estado según el sistema político imperante (Poderes Públicos, Autonomías, libertades y derechos, etc.) y del papel concedido a los grupos de presión, sindicatos, asociacionismo, etc. Factores Socio-económicos: Sociológico: se contempla la naturaleza de la organización social, estructuras, clases y movilidad entre las mismas, existencia de instituciones sociales, valores sociales, etc. La estructura sociológica que presenta determinado sistema en cuanto a valores sociales –como la familia, la incorporación de la mujer al trabajo, la "tercera edad", la educación, el nivel cultural de la población, la percepción de los problemas sociales (droga, desempleo, delincuencia, etc.), la vertebración de la sociedad civil– representan, entre otros, aspectos que influirán en el comportamiento de la sociedad en su conjunto. Cultural: comprende todos aquellos antecedentes históricos, ideológicos, de valores y normas de la sociedad y aquellos aspectos que definen la naturaleza de los sistemas e instituciones sociales. El sistema de valores imperante en una sociedad en un momento determinado supone un estilo de vida que se manifiesta en actitudes y expectativas ante la religión, la política, los problemas sociales, la calidad de vida, demanda cultural (ocio, moda, deportes, viajes, estética, arte, etc.) que suponen diferentes comportamientos de los ciudadanos (potenciales consumidores). Educacional: se considera la calidad del sistema educativo, el nivel general de enseñanza de la población y su grado de especialización profesional. Dependiendo de cual sea el nivel de educación de la población, así ésta presentará una cualificación profesional determinada y tendrá un nivel cultural que repercutirá en sus hábitos de comportamiento sociales y culturales, y en su estilo de vida en general. Demográficos: incluye cuál es la naturaleza de la población en cuanto a recursos humanos, cantidad, distribución, estratificación, edad, sexo, concentración, urbanización, etc. Es particularmente importante, ya que dependiendo de cuál sea el tamaño de la población, las tasas de natalidad y mortalidad, la estructura de edad, la estructura familiar y los movimientos de población, así la empresa tendrá un tipo u otro de demanda según cuáles sean y cómo sean sus potenciales clientes. Medio Ambiente: comprende la naturaleza, cantidad, calidad y disponibilidad de recursos naturales, las condiciones geográficas, climáticas, etc. La concienciación social sobre la escasez de recursos y la degradación del medio ambiente natural influye en la regulación de la asignación (restricción) y uso de recursos, el desarrollo de procesos o el empleo de productos que tienden a mejorar la calidad y un mayor bienestar social. Factores Tecnológicos: Se refiere al nivel de progreso científico y tecnológico de la sociedad, tanto en equipos como en conocimientos, así como a la capacidad de la comunidad científica para desarrollar nuevas aplicaciones. Los avances científicos y tecnológicos permiten la generación de determinados bienes y servicios que repercuten en la calidad de vida de los ciudadanos y permiten una considerable ampliación y renovación de sus expectativas sociales y personales. Dependiendo de cual sea el grado Ortega, J. E. et. al “Política Ambiental: Causas y Objetivos” Ciudad de Córdoba, Argentina. Maestría en Gestión para la Integración Regional y Centro de Información y Documentación Regional, Universidad Nacional de Córdoba. de acceso de las empresas a la tecnología, así tendrán mayor o menor capacidad competitiva. Entorno Específico: El entorno específico es aquél que está integrado por aquellas otras organizaciones, instituciones, entidades e individuos con los que el proceso de decisión interactúa directamente: Clientes, usuarios finales y distribuidores. Proveedores, de recursos y factores productivos (materiales, equipos, servicios). Competidores, directos e indirectos (frente a clientes y frente a proveedores). Aspectos sociopolíticos, directamente referidos a la organización y a su actividad: normas sobre la actividad y los productos (intervención en el sector), actitud hacia la empresa y sus productos, relación con los sindicatos, mercado de trabajo, etc. Tecnología, para la obtención y el desarrollo de productos (demanda tecnológica y de nuevos productos). Dependiendo de cómo se estructure el sector y cómo actúe el mercado, así la empresa verá directamente condicionada su actividad en cuanto a política de producto, precios, mercados, etc., y existirá un grado u otro de competitividad entre las empresas del sector. La estructura de un sector vendrá determinada por los siguientes elementos estructurales: fuerzas competitivas, concentración y tamaño del sector y grado de madurez del mismo. Respecto al entorno específico del proceso de toma de decisiones se pueden identificar aquellos aspectos que se relacionan directamente con la naturaleza y distribución de los recursos y los elementos de dicho entorno (Aldrich): Capacidad del entorno: nivel relativo de disponibilidad de recursos. Homogeneidadheterogeneidad: grado de similitud entre los elementos del dominio. Estabilidad-inestabilidad: grado de rotación en el entorno específico de la entidad en relación con otros procesos de decisión. Concentración-dispersión: grado de distribución de recursos y otros elementos en el dominio. Consenso-disenso en el dominio: grado de aceptación o rechazo. Turbulencia del entorno: grado de variación del entorno específico debido a las crecientes interrelaciones entre sus elementos y las tendencias seguidas. Otra de las cuestiones de plantear en el análisis del entorno es determinar cuáles son las principales características o variables básicas de su situación en cada momento. Minztberg distingue las siguientes: dinamicidad, complejidad, diversidad y hostilidad. Según Bueno, el entorno será estable o dinámico según sea el grado de dinamicidad, la predictibilidad y la velocidad de los cambios en los principales factores que lo definen. Será simple o complejo según la comprensibilidad tanto de los factores referidos como de los cambios que éstos registran. Integrado o diversificado dependiendo de la cantidad y variedad de variables que definen tales factores, así como de los productos y mercados que integran el campo de actividad. Por último, el entorno es munificente u hostil según las consecuencias que tengan en el dominio los cambios del entorno, repercusiones que dependerán fundamentalmente de la velocidad y de los efectos de tales impactos. En función de cuáles sean las condiciones del entorno, se evidencian diferentes tipos de estructura y estilos de dirección a cada situación. Burns Y Stalker describen dos sistemas ideales extremos: Ortega, J. E. et. al “Política Ambiental: Causas y Objetivos” Ciudad de Córdoba, Argentina. Maestría en Gestión para la Integración Regional y Centro de Información y Documentación Regional, Universidad Nacional de Córdoba. • • Sistema Orgánico: de estructura flexible, tareas inespecíficas y comunicaciones consultivas; permite adaptarse a condiciones inestables y es idóneo para entornos dinámicos. Sistema Mecánico: se caracteriza por presentar estructuras rígidas, especialidades funcionales, tares específicas y jerarquía de mando; es muy apropiado para entornos estables. Finalmente todas las características del entorno son indicadores dentro del proceso de decisión y determinan la eficiencia o eficacia del mismo.