PF C_3º Página 1 de 15 CAPITULO 3º: LESIONES CEREBRALES HUMANAS Y MODELOS ANIMALES El estudio de las lesiones del cerebro humano tiene dos objetivos principales: fomentar el conocimiento de las funciones del cerebro humano sano y crear estrategias efectivas de tratamiento. 1. CAUSAS DE LAS LESIONES CEREBRALES. Vamos a ver seis lesiones cerebrales. 1.1 TUMORES CEREBRALES. Un tumor o neoplasia consiste en una masa de células que crecen independientemente del resto el organismo, es decir, un cáncer. Alrededor del 20% de los tumores que se han encontrado en el encéfalo humano son meningiomas, tumores que crecen de las meninges, las tres membranas que rodean al sistema nervioso central. Todos los meningiomas son tumores encapsulados (que crecen dentro de su propia membrana). Como resultado, resalta especialmente sencillo detectarlos en una exploración con tomografía axial, solamente pueden influir en la función cerebral a través de la presión que ejercen sobre el tejido de alrededor, y casi siempre son tumores benignos. Lamentablemente, el encapsulamiento es la excepción. Los tumores infiltrantes son aquellos que crecen difusamente a través del tejido de alrededor. Suelen ser tumores malignos; son difíciles de extirpar completamente, y cualquier tejido canceroso que permanezca después de la cirugía sigue creciendo. Alrededor del 10% de los tumores cerebrales no se origina en el cerebro. Crecen a partir de fragmentos de tumores infiltrantes que llegan desde otras partes del organismo, transportados por el torrente sanguíneo. Estos tumores se denominan tumores metastásicos; metástasis se refiere a la transmisión de una enfermedad de un órgano a otro. La mayoría se originan a partir de cánceres en los pulmones. La posibilidad de recuperarse de un cáncer que haya atacado dos o más puntos independientes es escasa. Los tumores cerebrales infiltrantes normalmente no tienen tratamiento. El crecimiento de los tumores es consecuencia de la disfunción de los mecanismos que regulan la división y el crecimiento celular normal. Se ha descubierto que las células normales contienen genes supresores de tumores, que no funcionan adecuadamente durante el desarrollo de determinados tipos de tumores. Los tumores encapsulados que crecen en el octavo nervio craneal se conocen como neuromas acústicos. [email protected] PF C_3º Página 2 de 15 1.2 TRASTORNOS CEREBROVASCULARES. La apoplejía es un trastorno cerebrovascular de inicio repentino que provoca una lesión cerebral. Hay dos tipos de trastornos cerebrovasculares que llevan a la apoplejía: el derrame cerebral y la isquemia cerebral. Algunas consecuencias comunes de la apoplejía son amnesia, afasia, parálisis y coma. La zona de tejido muerto o de tejido que está muriendo producido por una apoplejía se denomina infarto. • • DERRAME CEREBRAL. El derrame cerebral se produce cuando se rompe un vaso sanguíneo del cerebro y la sangre se filtra al tejido nervioso de alrededor y lo daña. La rotura de un aneurisma es una causa habitual de hemorragia intracerebral. Un aneurisma es una dilatación patológica abombada que se forma en la pared de un vaso sanguíneo en un punto donde la elasticidad de la pared del vaso es defectuosa. Los aneurismas pueden ser congénitos o pueden ser resultado de la exposición a tóxicos vasculares o a infecciones. ISQUEMIA CEREBRAL. La isquemia cerebral es una alteración del aporte sanguíneo a una zona del encéfalo. Las tres causas principales de la isquemia cerebral son la trombosis, la embolia y la arteriosclerosis. En la trombosis, se forma un tapón, denominado trombo, que impide que la sangre fluya al punto donde se ha formado. La embolia es parecida, excepto en que el tapón, denominado émbolo, lo transporta la sangre desde un vaso más grande, donde se ha formado, hasta un vaso más estrecho, donde se deposita. En la arteriosclerosis, las paredes de los vasos sanguíneos se engrosan y los canales se estrechas, normalmente como resultado de depósitos grasos; este estrechamiento puede llevar finalmente a la oclusión completa de los vasos sanguíneos. Algunos de los propios neurotransmisores del cerebro, en concreto los aminoácidos excitatorios, desempeñan un papel clave en el desarrollo de lesiones cerebrales producidas por isquemia. Ahora parece que gran parte de las lesiones cerebrales relacionadas con la apoplejía son consecuencia de la excesiva liberación de neurotransmisores aminoácidos excitatorios, en concreto de glutamato, neurotransmisor excitatorio predominante en el encéfalo. Se piensa que este mecanismo actúa del siguiente modo. Cuando se obstruye un vaso sanguíneo, muchas de las neuronas privadas de sangre se vuelven hiperactivas y liberan cantidades excesivas de glutamato. El exceso de glutamato sobreexcita a los receptores de glutamato de las membranas de las neuronas postsinápticas. La hiperactividad de los receptores postsinápticos de glutamato permite la entrada de grandes cantidades de iones Na + y Ca2+ en las neuronas postsinápticas. Los receptores de glutamato que más intervienen en esta reacción son los receptores NMDA. La concentración excesiva interna de iones sodio y calcio afecta a las neuronas postsinápticas de dos modos: desencadena la liberación de cantidades excesivas de glutamato y [email protected] PF C_3º Página 3 de 15 desencadena una secuencia de reacciones que, en última instancia, matan a las neuronas postsinápticas. Las lesiones cerebrales producidas por isquemia tiene tres propiedades importantes. En primer lugar, tardan un tiempo en producirse. En segundo lugar, las lesiones cerebrales producidas por isquemia no se producen del mismo modo en todas partes del cerebro, las neuronas de determinadas zonas del hipocampo son especialmente susceptibles. En tercer lugar, los mecanismos de las lesiones cerebrales producidas por isquemia varían un tanto de una estructura a otra. Una consecuencia del descubrimiento de que el exceso de liberación de glutamato causa en gran parte las lesiones cerebrales relacionadas con la apoplejía es la posibilidad de evitar las lesiones cerebrales apopléjicas al bloquear la cascada glutamatérgica. La administración de bloqueadores del receptor NMDA o de bloqueadores de los canales de calcio inmediatamente después de una apoplejía puede reducir de forma importante la aparición posterior de lesiones cerebrales. Actualmente, se busca un fármaco terapéutico que sea efectivo y seguro para su empleo en víctimas humanas de apoplejía. 1.3 TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO CERRADO. Cualquier golpe en la cabeza debiera tratarse con una extrema precaución, especialmente cuando le sigue confusión, trastornos sensoriomotores o pérdida de conciencia. Las lesiones cerebrales producidas por golpes que no perforan el cráneo se denominan traumatismos craneoencefálicos cerrados. Las contusiones son traumatismos craneoencefálicos cerrados que suponen la lesión del sistema circulatorio cerebral. Producen hemorragias internas, que dan lugar a un hematoma. Un hematoma consiste en la acumulación de coágulos de sangre en un órgano o un tejido. La misma dureza del cráneo es el principal factor en la aparición de contusiones. Las contusiones producidas por traumatismos craneoencefálicos cerrados se producen cuando el encéfalo se golpea violentamente dentro del cráneo. LA sangre que producen estas lesiones puede acumularse en el espacio subdural y deformar el tejido nervioso que lo rodea. Las contusiones se producen con frecuencia en el lado opuesto del encéfalo donde se produce el golpe, contragolpe. Cuando se produce una afectación de la conciencia después de un golpe en la cabeza, y no existen pruebas de que se haya producido una contusión u otros daños estructurales, el diagnóstico es de contusión. Se supone que las contusiones conllevan una alteración temporal del funcionamiento cerebral normal, sin que se produzcan lesiones a largo plazo. Sin embargo, el síndrome de encefalopatía traumática por contusiones cerebrales acumulativas indica otra cosa. Este síndrome es la demencia y las cicatrizaciones cerebrales que se observan en boxeadores y otras personas que sufren contusiones de forma repentina. Uno de [email protected] PF C_3º Página 4 de 15 los aspectos más peligrosos de las contusiones es la autocomplacencia con la que se miran. 1.4 INFECCIONES CEREBRALES. La invasión del encéfalo por microorganismos se denomina infección cerebral, y la inflamación resultante se denomina encefalitis. Existen dos tipos habituales, las infecciones bacterianas y la infecciones virales. • • INFECCIONES BACTERIANAS. Cuando una bacteria infecta el cerebro, suele llevar a la formación de abscesos cerebrales. Con frecuencia atacan e inflaman las meninges, lo que provoca un trastorno conocido como meningitis. La penicilina y otros antibióticos no son una panacea para las infecciones cerebrales bacterianas. Pueden eliminar la infección, pero no pueden revertir las lesiones cerebrales que ya se han producido. La sífilis es una infección cerebral bacteriana. El síndrome de demencia e insensatez que resulta de una infección sifilítica se denomina paresia general. INFECCIONES VIRALES. Hay dos tipos de infecciones virales del sistema nervioso, neurotrópicas y pantrópicas. Las infecciones neurotrópicas tienen una afinidad especial por el tejido nervioso. Las infecciones pantrópicas atacan el tejido nervioso, pero no de forma preferente. La rabia es un ejemplo de infección viral neurotrópica. Si bien los efectos del virus de la rabia en el encéfalo son mortales en última instancia, el virus tiene una característica que lo salva: normalmente, no ataca el cerebro hasta al menos un mes después de haberse contraído, lo que permite una vacunación preventiva. Los virus de las paperas y del herpes son ejemplos de virus pantrópicos. Normalmente, atacan otros tejidos del organismo, pero también pueden extenderse hasta el encéfalo. 1.5 NEUROTOXINAS. El sistema nervioso puede dañarse por la exposición a una variedad de sustancias químicas tóxicas, que pueden entrar en la circulación general desde el tracto gastrointestinal, por los pulmones o a través de la piel. Los metales pesado, como el mercurio y el plomo, pueden acumularse en el cerebro y lesionarlo de forma permanente, produciendo psicosis tóxica. A veces, los mismos fármacos que se emplean para tratar trastornos neurológicos han demostrado tener efectos tóxicos. Algunos de los fármacos antipsicóticos que se introdujeron a principios de la década de los años 50 proporcionan un ejemplo de ello. A finales de la década de los 50, se mantenía a millones de pacientes psicóticos con estos fármacos, sin embargo, muchos pacientes acababan adquiriendo un trastorno motor denominado dismnesia tardía. Sus síntomas principales son el movimiento involuntario de succión y de chasquido de labios, sacar y enrollar la lengua, movimientos laterales de la mandíbula y absorber las [email protected] PF C_3º Página 5 de 15 mejillas. Lamentablemente, la discinesia tardía no responde a ningún tratamiento. En la actualidad, se han creado fármacos antipsicóticos más seguros. Las lesiones cerebrales producidas por los efectos neurotóxicos de las drogas de abuso también constituyen un problema grave. Algunas neurotoxinas son endógenas. La esclerosis múltiple, ejemplo de este tipo de trastorno autoinmune, es consecuencia del ataque de los anticuerpos a la propia mielina del organismo. 1.6 FACTORES GENÉTICOS. Las células humanas normales tienen 23 pares de cromosomas, a veces se producen accidentes durante la división celular. Un ejemplo común de trastorno causado por accidentes de este tipo es el síndrome de Down, que se produce en el 0,15% de todos los nacimientos. Se relaciona con un cromosoma adicional en el par 21. Las consecuencias de este cromosoma superfluo son graves. La probabilidad de que nazca un bebé con síndrome de Down aumenta a medida que aumenta la edad de la madre. Hay muy pocas enfermedades neuropsicológicas de origen genético que sean el resultado de una duplicación defectuosa de los cromosomas. La mayoría de ellas están causadas por genes recesivos anormales que se transmiten de padres a hijos. Los trastornos neuropsicológicos heredados raramente se relacionan con genes dominantes defectuosos, ya que los genes dominantes que alteran la función neuropsicológica tienden a eliminarse del reservorio de genes. Por el contrario, las personas que heredan un gen recesivo anormal no manifiestan el trastorno, y es muy probable que el gen se trasmita a las futuras generaciones; solamente las personas que heredan dos de estos genes se ven afectadas. Hay dos situaciones en las que los trastornos neurológicos se relacionan con genes dominantes. Una de ellas es el caso de cuando un gen dominante anormal se manifiesta solamente en circunstancias ambientales poco comunes. La otra es el caso en que un gen dominante no se expresa hasta que el sujeto ha pasado la pubertad. El gen de la enfermedad de Huntington es un gen dominante de este tipo. Se están logrando avances rápidos en la localización y caracterización de los genes defectuosos que se relacionan con algunos trastornos neuropsicológicos. 1.7 MUERTE CELULAR PROGRAMADA. Una de las razones de que los seres humanos y otros animales se mantengan sanos y funcionen efectivamente es que las neuronas y otras células que se vuelven superfluas o disfuncionales se matan a sí mismas suicidándose. A esto se le denomina muerte celular programada o apoptosis, que es la muerte celular debida a la activación del programa genético de suicidio de la célula. La apoptosis neuronal predomina especialmente en las primeras fases de desarrollo, si bien se mantiene durante todo el ciclo vital. [email protected] PF C_3º Página 6 de 15 Actualmente la apoptosis constituye un centro de investigación fundamental. Interesa fundamentalmente a los investigadores interesados en las plasticidad cerebral y en el desarrollo. Las seis causas de lesiones cerebrales que se han estudiado en este tema producen sus efectos, en parte, al activar programas genéticos de autodestrucción celular. Las neuronas y otras células mueren fundamentalmente de dos formas diferentes: pueden matarse activamente a sí mismas mediante apoptosis, o pueden morir pasivamente por lesiones, proceso denominado necrosis. Las muertes celulares necrótica y apoptótica se diferencian en aspectos importantes. En la muerte necrótica, la lesión hace que las células se hinchen y se rompan. LA región dañada se inflama; la respuesta inflamatoria supone la afluencia de células del sistema inmunitario, que finalmente ingieren a las células descompuestas. En la muerte celular apoptótica, las células comienzan a contraerse y a arrugarse bajo control genético, y finalmente son consumidas por células locales, sin que conlleve una respuesta inflamatoria. Además, el núcleo celular interviene de diferentes formas, en la muerte necrótica, el núcleo no se ve afectado de forma extrema hasta el final, en la muerte apoptótica, entre los primeros cambios que se observan están los cambios en la estructura nuclear. Las muertes celulares necrótica y la apoptótica se producen a ritmos muy diferentes. Está en curso un esfuerzo de investigación masiva para crear fármacos antiapoptóticos, que puedan administrarse tras una isquemia cerebral u otro trauma cerebral de forma que limiten la lesión cerebral. 2. ENFERMEDADES NEUROPSICOLÓGICAS. No siempre resulta fácil decidir si una persona tiene un trastorno neuropsicológico. El problema del diagnóstico diferencial es incluso más complicado. Todo paciente neuropsicológico presenta un conjunto de síntomas de comportamiento complejo. Los médicos y los científicos tratan de descubrir grupos de síntomas neurológicos que tienden a presentarse juntos. Hay que suponer que todos los pacientes con un grupo de síntomas determinado tendrán la misma patología nerviosa subyacente, y que la patología tendrá en cada caso las mismas causas. La epilepsia, la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Huntington, la esclerosis múltiple y la enfermedad de Alzheimer son las enfermedades neuropsicológicas que vamos a estudias ahora. 2.1 EPILEPSIA. El síntoma principal de la epilepsia es el ataque epiléptico, aunque no todas las personas que sufren ataques epilépticos se considera que tengan epilepsia. La denominación de epilepsia se aplica solamente a los pacientes cuyos ataques parecen estar generados por la disfunción crónica de su propio cerebro. Alrededor del 1% de la población se diagnostica como epiléptica en algún momento de su vida. [email protected] PF C_3º Página 7 de 15 La epilepsia se caracteriza por ataques epilépticos, así podría pensarse que la tarea de diagnosticar la epilepsia es muy sencilla. Sería un error pensarlo. Esta tarea es muy difícil por la diversidad la complejidad de los ataques. Los ataques que toman la forma de convulsiones a menudo incluyen temblores, rigidez y pérdida del equilibrio y de la consciencia. Sin embargo, muchos ataques no adoptan esta forma, suponen cambios sutiles en el pensamiento, el humor o el comportamiento que no se distinguen fácilmente de la actividad normal. En dichos casos, el diagnóstico de epilepsia recae en gran medida en las pruebas electroencefalográficas. El valor de la electroencefalografía en casos de los que se sospecha epilepsia se deriva de lecho de que los ataques epilépticos se relacionan con ráfagas de picos electroencefalográficos de gran amplitud. El electroencefalograma de los epilépticos a menudo está salpicado de picos aislados. Si bien la observación de descargas eléctricas espontáneas constituye una prueba incontrovertible de epilepsia, el hecho de no observarlas no siempre significa que el paciente no sea epiléptico. Algunos epilépticos sufren cambios psicológicos peculiares justo antes de una convulsión, estos son denominados aura epiléptica, y pueden adoptar muchas formas diferentes. La auras epilépticas son importantes debido a dos razones. En primer lugar, la naturaleza de la auras proporciona pistas relativas a la localización del foco epiléptico. En segundo lugar, debido a que las auras epilépticas que experimenta un determinado paciente a menudo parecen entre un ataque y otro, avisan al paciente de una convulsión inminente. Una vez que se ha diagnosticado de epilepsia, suele ser habitual asignar la epilepsia a una de las dos categorías generales, epilepsia parcial o epilepsia generalizada, y posteriormente a una de sus subcategorías. Los distintos tipos de ataques son tan diferentes unos de otros que la mejor forma de considerar la epilepsia no es verla como una enfermedad única, sino como un conjunto de enfermedades diferentes, pero relacionadas. El hecho de que la epilepsia no tenga una única causa apoya este punto de vista. El diagnóstico de las dos categorías generales de epilepsia depende de cual de los dos tipos de ataques o crisis, parciales o generales, predomine. • CRISIS PARCIALES. Una crisis parcial es un ataque que no afecta a cerebro en su totalidad. Las neuronas epilépticas de un foco comienzan a dispararse todas juntas en ráfagas y es este disparo sincrónico de las neuronas lo que genera los picos epilépticos en el electroencefalograma. La actividad sincrónica puede mantenerse restringida al foco hasta que finalice el ataque, o puede extenderse a áreas sanas del cerebro. Los síntomas de comportamiento dependen del lugar donde se inicien las descargas perturbadoras, así como de las estructuras a las que se extienda. Puesto que los taques no afectan a todo el cerebro, normalmente no suelen ir acompañadas de una pérdida total de la consciencia o del equilibrio. Existen dos categorías principales: simples y complejas. Las crisis parciales simples son ataques parciales cuyos síntomas son fundamentalmente sensoriales, motores o de ambos tipos, a veces se denominan taques [email protected] PF C_3º • Página 8 de 15 jacksonianos. A medida que las descargas eléctricas se extienden por las áreas sensoriales o motoras del cerebro, los síntomas se extienden sistemáticamente por el cuerpo. Por el contrario las crisis parciales complejas se limitan a menudo a los lóbulos temporales, y se dice que quienes las sufren tienen epilepsia de lóbulo temporal. Normalmente se inician con un aura, que puede evolucionar hacia un ataque psicomotor. El ataque psicomotor, el paciente realiza conductas simples, compulsivas y repetitivas que se conocen habitualmente como automatismos o en conductas más complejas que parecen casi normales. Aunque los pacientes parecen estar conscientes durante los ataque psicomotores, normalmente no recuerdan nada. Alrededor de la mitad de todos los casos de epilepsia son del tipo parcial complejo. CRISIS GENERALIZADAS. Las crisis generalizadas abarcan a todo el cerebro. Algunas comienzan como descargas focales que gradualmente se extienden a todo el cerebro. En otros casos, las descargas parecen iniciarse casi simultáneamente en todas partes del cerebro. Estos ataques generalizados que se inician súbitamente pueden ser el resultado de una patología difusa, o puede que se inicien focalmente en una estructura. Al igual que las crisis parciales, las crisis generalizadas se producen de muchas formas. Una de ellas es la crisis de gran mal. Los síntomas principales son la pérdida de consciencia, las pérdida de equilibrio, y una convulsión tónico-clónica. Algunas manifestaciones comunes de las convulsiones de este mal son morderse la lengua, incontinencia urinaria y cianosis. La hipoxia que acompaña a una convulsión de gran mal puede por sí misma provocar una lesión cerebral, y están mediadas por la liberación excesiva de aminoácidos excitatorios. La segunda categoría principal del ataque generalizado es la crisis de pequeño mal. No están asociadas a convulsiones, su principal síntoma de conducta es la ausencia de pequeño mal. El electroencefalograma de una crisis de pequeño mal es diferente del de otros ataques, se trata de una triple descarga de punta-onda por segundo bilateralmente simétrica. Las crisis de pequeño mal son más habituales en niños, y frecuentemente cesan en la pubertad. A menudo no se diagnostican. Si bien no existe cura para la epilepsia, la frecuencia y gravedad de los ataques a menudo pueden reducirse con medicación anticonvulsiva. La cirugía cerebral solamente se indica en situaciones en que la vida está en peligro. 2.2 ENFERMEDAD DE PARKINSON. La enfermedad de Parkinson es un trastorno del movimiento que se produce durante la madurez y la vejez, que afecta alrededor del c,5% de la población. Sus síntomas iniciales son leves, pero inevitablemente aumentan de gravedad con el paso de los años. Los síntomas más comunes son un temblor acusado durante la [email protected] PF C_3º Página 9 de 15 inactividad, pero no durante el movimiento voluntario o el sueño, rigidez muscular, dificultad para iniciar movimientos, lentitud de movimientos y una cara con aspecto de máscara. Normalmente, no existe una afectación intelectual o es muy pequeña. Las víctimas de esta enfermedad son personas que razonan normalmente, que están atrapadas en cuerpos que no pueden controlar. La enfermedad de Parkinson parece no estar provocada por una única causa; en casos concretos han intervenido genes defectuosos, infecciones cerebrales, apoplejías, tumores, traumatismos craneoencefálicos o neurotoxinas. En la mayoría de los casos, no existe una causa obvia y no existe historia familiar del trastorno. Se relaciona con la degeneración de la sustancia negra. El neurotransmisor de las neuronas de la sustancia negra es la dopamina, y en los pacientes de Parkinson de larga duración hay una ausencia casi total de dopamina en la sustancia negra y en el cuerpo estriado. Los síntomas de la enfermedad de Parkinson pueden aliviarse con inyecciones de LDOPA. Sin embargo, normalmente se vuelve cada vez menos efectiva con el uso, hasta que sus efectos secundarios superan a sus beneficios. Puede que en un futuro no lejano se encuentre una cura para esta enfermedad. Un descubrimiento particularmente importante ha sido el de una mutación gética asociada a una forma poco común de la enfermedad de Parkinson en cuatro familias diferentes, esta forma poco frecuente se inicia en una edad precoz y se transmite familiarmente. Aunque es muy poco probable que esta mutación genética sea el factor causal de la gran mayoría de los casos, proporciona una clave importante sobre la naturaleza de los cambios en que se basa el trastorno. Otro hallazgo reciente importante ha sido el descubrimiento de un receptor en los núcleos de las neuronas dopaminérgicas que inicia la síntesis de dopamina. Cabe la posibilidad de que los agonistas para este receptor fueran valiosos en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson al aumentar la síntesis de dopamina. 2.3 ENFERMEDAD DE HUNTINGTON. La enfermedad de Huntington es un trastorno motor progresivo que se produce durante la madurez y la vejez. Es poco frecuente, tiene una base genética fuerte y siempre se relaciona con demencia grave. Al principio, los síntomas motores de la enfermedad adoptan la forma de una creciente inquietud, que progresivamente empeora, hasta que la conducta del paciente se caracteriza pro la realización involuntaria de diversos movimientos rápidos, complejos y entrecortados, que abarcan miembros completos, en lugar de músculos aislados. A veces, la enfermedad se denomina corea de Huntington, debido a que los movimientos de giro, contorsiones y muecas que presentan algunos pacientes de Huntington tiene un carácter parecido a una danza. Esta enfermedad de transmite de una generación a otra a través de un único gen dominante; por tanto, todas las personas que portan el gen desarrollan el trastorno, así como alrededor de la mitad de sus hijos. EL gen de Huntington se trasmite fácilmente de padres a hijos debido a que los primeros síntomas de [email protected] PF C_3º Página 10 de 15 enfermedad no aparecen hasta que el padre ha pasado ampliamente el punto álgido del periodo reproductivo. No existe cura y la muerte se produce aproximadamente quince años después de la aparición del primer síntoma. Las autopsias ponen de manifiesto una degeneración selectiva del cuerpo estriado y la corteza cerebral. La investigación identificó y caracterizó el gen anormal dominante que provoca la enfermedad de Huntington en 1993, además se ha aislado y caracterizado la proteína anormal que produce el gen de Huntington. Todavía no se ha determinado el efecto de esta proteína, que se ha denominado “huntingtina”. Curiosamente la huntingtina se produce en todas partes del encéfalo, si bien el daño cerebral se limita en gran medida al cuerpo estriado y a los hemisferios cerebrales. Los genetistas médicos han descubierto la localización del gen mortal de Huntington, ha elaborado una prueba que puede informar a los parientes de los pacientes de Huntington de si también portan el gen. 2.4 ESCLEROSIS MÚLTIPLE. La esclerosis múltiple es una enfermedad progresiva de la mielina del sistema nerviosos central que normalmente se inicia al principio de la vida adulta. En primer lugar, se producen áreas microscópicas de degeneración en las capas de mielina, finalmente se deterioran tanto la mielina como los axones ahocicados, y aparecen muchas zonas de tejido cicatrizado endurecido. Resulta difícil diagnosticar la esclerosis múltiple, debido a que la naturaleza y la gravedad del trastorno dependen del número, tamaño y posición de las lesiones escleróticas. En algunos casos se producen periodos largos de remisión durante los que el paciente parece prácticamente normal. Los síntomas habituales de la esclerosis múltiple avanzada son la incontinencia urinaria, alteraciones visuales, debilidad ,muscular, aturdimiento, temblores y ataxia (pérdida de la coordinación motora). Los estudios epidemiológicos de la esclerosis múltiple han proporcionado datos sobre los factores ambientales y genéticos que influyen en su desarrollo. Las pruebas de que los factores ambientales influyen en el desarrollo de la esclerosis múltiple provienen del hallazgo de que la incidencia de la esta enfermedad es mucho más elevada entre personas que pasan su infancia en un clima frío. Por el contrario, las pruebas de la intervención genética provienen del hallazgo de que la esclerosis múltiple se produce con poca frecuencia en determinados grupos, como los gitanos o asiáticos. Otros datos de la intervención de los factores genéticos en esta enfermedad provienen de las comparaciones de la concordancia de la enfermedad entre gemelos monocigóticos (idénticos), de alrededor del 36%, y gemelos dicigóticos (fraternos), de alrededor el 12%. Los estudios del ADN de pacientes con esclerosis múltiple indican que existen varios genes que desempeñan un papel a la hora de predisponer a la gente a padecer el trastorno. Puede provocarse un modelo de esclerosis múltiple en animales de laboratorio si se les inyecta mielina y una preparación que estimule una reacción inmune en el organismo. El trastorno resultante, denominado encefalomielitis autoinmune experimental, se parece en varios aspectos a la esclerosis múltiple, ha llevado a la [email protected] PF C_3º Página 11 de 15 idea de que la esclerosis múltiple es el resultado de una reacción inmune defectuosa que ataca la propia mielina del organismo. Muchos investigadores piensan que esta reacción autoinmune defectuosa es el resultado de una infección contraída en fases iniciales de la vida que actúa lentamente. En la realidad, no existe un tratamiento efectivo para la esclerosis múltiple. 2.5 ENFERMEDAD DE ALZHEIMER. La enfermedad de Alzheimer es la causa más habitual de demencia. A veces aparece en personas tan jóvenes como de 40 años, pero no es común. Alrededor del 3% de la población general con más de 65 años de edad padece la enfermedad, y la población es de alrededor del 10% en las personas mayores de 85 años. La enfermedad de Alzheimer es progresiva. Sus primeras fases se caracterizan por irritabilidad, ansiedad y deterioro del habla, y en sus fases avanzadas, el paciente se deteriora hasta el punto de que le resultan difíciles respuestas simples como tragar y controlar la vejiga. La enfermedad de Alzheimer es mortal. Puesto que esta enfermedad no es la única causa de demencia grave, no puede diagnosticarse con seguridad basándose en sus síntomas conductuales, el diagnóstico definitivo de enfermedad de Alzheimer debe esperar a la autopsia. Las dos características definitorias de la enfermedad son los ovillos neurofibrilares y las placas amiloides. Los ovillos neurofibrilares son marañas de proteínas parecidas a hilos que se forman en el citoplasma neuronal, y las placas amiloides son amontonamientos de tejido cicatrizado compuesto de neuronas degeneradas y una proteína denominada amiloide. Además se produce una pérdida neuronal importante. Si bien los ovillos neurofibrilares, las placas amiloides y la pérdida neuronal tienden a producirse por todo el encéfalo del paciente, predominan más en algunas zonas que en otras. Predominan especialmente en estructuras del lóbulo temporal medial, como la corteza entorrinal, la amígdala y el hipocampo. En la superficie lateral de los hemisferios cerebrales predominan en la corteza temporal inferior, en la corteza parietal posterior y en la corteza prefrontal. Hay un problema importante a la hora de estudiar la genética de la enfermedad de Alzheimer: sus portadores a menudo mueren de causas naturales antes de que los síntomas de Alzheimer puedan manifestarse. Ahora está claro que la enfermedad tiene un componente genético importante. Las personas con un familiar inmediato víctima de Alzheimer tienen un 50% de probabilidad de verse afectados por la enfermedad si llegan hasta los 80 o 90 años. Debido a los problemas que supone estudiar la genética de las enfermedades de aparición tardía, la mayor parte de las investigaciones sobre las bases genéticas de la enfermedad de Alzheimer se han centrado en formas de la enfermedad de aparición precoz. Sin embargo, en algunas familias, la aparición precoz del trastorno se ha relacionado con una mutación del cromosoma 14; y en otras familias se ha vinculado a una mutación en el cromosoma 1. EL hecho de que se hayan descubierto tres genes diferentes de Alzheimer indica que muchos genes [email protected] PF C_3º Página 12 de 15 diferentes pueden predisponer a la enfermedad de Alzheimer. No obstante, el descubrimiento de estos tres genes constituye un logro importante. En la actualidad no existe un tratamiento efectivo para la enfermedad de Alzheimer, los datos indican que las medicinas antiinflamatorias que se venden sin receta, como la aspirina o el Advil, son útiles para retrasar su aparición. 3. MODELOS ANIMALES DE ENFERMEDADES NEUROPSICOLÓGICAS HUMANAS. La investigación experimental de modelos animales es muy importante, puesto que resulta prácticamente imposible llevar a cabo la experimentación necesaria para descubrir la base neuropatológica de los trastornos neuropsicológicos humanos en los propios pacientes. Hay tres tipos de modelos animales que se emplean en la investigación médica: homólogos, isomorficos y predictivos. Los modelos animales homólogos consisten en trastornos en animales que reproducen los trastornos humanos en todos sus aspectos; la etiología, los síntomas y el pronóstico de un modelo homólogo se parecen a los del trastorno humano. Los modelos animales isomórficos se parecen a los trastornos humanos, si bien se provocan artificialmente en el laboratorio, de modo que no reflejan la etiología normal. Por ultimo los modelos animales predictivos, no se parecen a los trastornos humanos, si bien resultan valiosos para predecir algunos aspectos de los trastornos, como su respuesta a diferentes fármacos. Un modelo predictivo permite hacer determinadas predicciones sobre el trastorno del que sirve de modelo. Un modelo isomórfico permite hacer predicciones y estudiar los mecanismos en que se basa el trastorno. Un modelo homólogo sirve para estudiar todos los aspectos de un trastorno, incluidas sus causas. Para comprender los posibles usos y limitaciones de un modelo, es importante conocer de qué tipo de modelo se trata. Resulta difícil determinar hasta qué punto los modelos animales reflejan con precisión los trastornos neuropsicológicos, ya que no podemos comprender totalmente las causas y mecanismos del trastorno. Los modelos animales deben emplearse con precaución. Estudiar un modelo animal es como explorar una parte de un laberinto desconocido. No es posible evaluar los diferentes modelos animales de disfunción psicológica que actualmente están investigándose hasta que se hayan explorado cada uno de ellos exhaustivamente. Seguramente, sólo algunos modelos animales llevarán hacia la meta de comprender y prevenir, aunque solamente el tiempo y los esfuerzos podrán decir de cuales se trata. Vamos ha hacer una investigación intensiva: el modelo de inducción de la epilepsia, el modelo del ratón transgénico de la enfermedad de Alzheimer y el modelo MPTP de la enfermedad de Parkinson. Todos ellos podrían clasificarse como parcialmente isomórficos; se parecen al trastorno humano en algunos sentidos, pero no en otros. [email protected] PF C_3º Página 13 de 15 3.1 MODELO DE INDUCCIÓN DE LA EPILEPSIA. En 1969, Goddard, McIntyre y Leech aplicaron diariamente una leve estimulación eléctrica a ratas a través de electrodos implantados en la amígdala. No se produjo respuesta de conducta ante las primeras estimulaciones, pero muy pronto cada estimulación comenzó a provocar una respuesta convulsiva. Las primeras eran leves, sin embargo, con cada estimulación posterior, las convulsiones provocadas se generalizaron más, hasta que todas las convulsiones afectaron al cuerpo en su totalidad. El desarrollo progresivo y la intensificación de las convulsiones provocada por una serie de estimulaciones periódicas del cerebro se conoció como fenómeno de sobreexcitación. Si bien la inducción se utiliza frecuentemente en ratas sometidas a una estimulación repetida de la amígdala, se trata de un fenómeno general notable. Se ha informado de sobreexcitación en ratones, en conejos, en perros y en diversos primates. Además, puede provocarse la sobreexcitación por la estimulación reiterada de muchos lugares del encéfalo distintos de la amígdala, y puede provocarse por la aplicación reiterada de dosis inicialmente subconvulsivas de sustancias químicas convulsivas. La sobreexcitación tiene muchas características interesantes, si bien hay dos que merece hacerse hincapié. La primera es que los cambios neuronales en que se basa la sobreexcitación son permanentes. La segunda es que la sobreexcitación se produce por la estimulación distribuida, en oposición a la masiva. Gran parte del interés en la inducción surge del hecho de que imita a la epilepsia en dos aspectos. En primer lugar, las convulsiones provocadas en animales sobreexcitados se parecen en muchos aspectos a las que se observan en algunos tipos de epilepsia humana. En segundo lugar, el propio fenómeno de sobreexcitación puede compararse a la epileptogénesis que puede producirse después de un traumatismo craneoencefálico. Se han utilizado muchos estudios con el fin de determinar qué fármacos impiden la inducción de convulsiones motoras, y cuáles impiden que se provoquen las convulsiones en animales a los que ya se les ha inducido. Un anticonvulsivo empleado habitualmente en el tratamiento de epilépticos humanos, la difenilhidantoína (Dilantin), impidió las convulsiones provocadas en ratas por la estimulación de la neocorteza, pero no las provocadas por la estimulación de la amígdala. Por el contrario, otro anticonvulsivo habitualmente utilizado, el diacepán (Valium), impidió las convulsiones inducidas provocadas por la estimulación en la amígdala, pero no tuvieron efectos sobre las convulsiones inducidas en la neocorteza. Estos hallazgos sugieren que la respuesta de los epilépticos humanos a diferentes fármacos anticonvulsivos podría depender de la localización del foco epiléptico. Es preciso insistir en que el modelo de encendido no es isomórfico, la epilepsia es una enfermedad en la que los ataques epilépticos se repite espontáneamente, por el [email protected] PF C_3º Página 14 de 15 contrario, las convulsiones inducidas se provocan. Se ha creado un modelo que supera este inconveniente en diversas especies. Si se sobreexcita a los sujetos durante un periodo muy largo de tiempo, puede inducirse un síndrome verdaderamente epiléptico. 3.2 MODELO DEL RATÓN TRANSGÉNICO DE LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER. Quizá, el avance reciente más emocionante de la enfermedad de Alzheimer se a la creación del modelo transgénico del trastorno. Transgénico hace referencia al animal en el que se han introducido genes de otras especies. Una dificultad del estudio de la enfermedad de Alzheimer es que las placas amiloides aparecen solamente en el ser humano y en algunos primates afines. Todavía no se ha aclarado el papel causal de los depósitos de amiloides en esta enfermedad. Existen varias formas del modelo transgénico de la enfermedad, según el modelo más prometedor, creado por Hsiao y colaboradores, se inyectan genes de la amiloide humana en óvulos de ratón que acaban de ser fertilizados, que se inyectan en madres para que se desarrollen. Los genes inyectados no son los genes que portan el código de la amiloide humana; se trata de genes que aceleran su síntesis. Cuando los ratones transgénicos maduran, sus cerebros contiene muchas placas amiloides parecidas a las de los pacientes humanos. Además, la distribución de las placas amiloides es comparable a la que se observa en pacientes humanos de Alzheimer. Lo que hace que los ratones transgénicos de Hsiao y sus colaboradores sean modelos especialmente prometedores de esta enfermedad, es que éstos presentan déficit en las pruebas de memoria. Los ratones transgénicos presentaron deficiencias significativas tanto en la tarea de alternancia espontánea, tarea en la que los sujetos deben aprender a alternar sus elecciones entre los brazos derecho e izquierdo de un laberinto simple con forma de Y, y en la tarea de Morris del laberinto de agua, tarea en la que los sujetos deben aprender a nadar hasta una plataforma que se oculta bajo la superficie de un agua lechosa. Muy pronto será posible impedir la síntesis de amiloides en estos ratones transgénicos para ver si esto evita los déficit de memoria. 3.3 MODELO MPTP DE LA ENFERMEDAD DE PARKINSON. El modelo animal predominante de la enfermedad de Parkinson se desarrollo a partir de un lamentable incidente que tuvo lugar a principios de la década de los 80, donde se descubrió que un grupo de jóvenes adictos de un hospital desarrollaron todos los síntomas de la enfermedad y que demostraron que eran irreversibles. El único vínculo de estos pacientes era el consumo reciente de una nueva heroína sintética (MPTP). Rápidamente, se determinó que los primates no humanos responden como los humanos al MPTP. Los cerebros de los primates expuestos al MPTP tienen pérdidas [email protected] PF C_3º Página 15 de 15 celulares en la sustancia negra similares a las observadas en los cerebros de los pacientes de Parkinson. Teniendo en cuenta que la sustancia negra es la fuente principal de dopamina del encéfalo, es sorprendente que se reduzca enormemente el nivel de dopamina, tanto en el modelo del MPTP como en el trastorno cuando se produce de forma natural. Resulta curioso que en algunos monos el MPTP produzca un descenso importante de dopamina sin producir síntomas motores externos. La creación del modelo animal del MPTP ha comenzado ya a beneficiar a los pacientes con enfermedad de Parkinson. Se descubrió que el deprenil bloquea los efectos del MPTP en un modelo animal. El deprenil es un inhibidor de la monoaminooxidasa (MAO), es decir, aumenta el nivel de dopamina y de otras monoaminas al inhibir la actividad de la monoaminooxidasa. Posteriormente, se mostró que la administración de deprenil a pacientes de Parkinson en sus primeras fases retrasa enormemente el avance de la enfermedad. [email protected]