Fauna de crustáceos peracáridos y decápodos asociados a

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6.4 FAUNA DE CRUSTÁCEOS PERACÁRIDOS Y DECÁPODOS ASOCIADOS A
MACROALGAS BENTÓNICAS Y FLOTANDO A LA DERIVA
EN EL MAR INTERIOR DE LA X REGIÓN
(CONA-C10F 04-19)
Iván Hinojosa, Patricio Bravo, Exequiel González, Erasmo Macaya & Martin Thiel*
Universidad Católica del Norte.
[email protected]*
RESUMEN
La conectividad entre poblaciones en un ambiente particular condiciona su susceptibilidad ante un posible impacto ambiental. Las macroalgas flotando a la deriva son un
sustrato adecuado para la posible dispersión de organismos bentónicos y su presencia
puede ser utilizada como indicador de conectividad entre poblaciones. En el presente
estudio se cuantificó la abundancia de macroalgas flotando en el mar interior de la X
Región durante invierno y primavera de 2004 (“CIMAR 10 Fiordos”). Del mismo modo, se
examinó su fauna asociada. Las macroalgas Macrocystis spp. y Durvillaea antarctica
fueron las más abundantes. Las mayores abundancias de estas macroalgas flotando a la
deriva se presentaron en el sector medio del área examinada (34,2 ± 14,8 parches
Macrocystis spp. km–2, golfo Corcovado y de Ancud), mientras las menores abundancias
se encontraron en sectores interiores (seno Reloncaví y fiordos). Este patrón se mantuvo
durante invierno y primavera, pero las mayores abundancias se observaron en primavera.
Las macroalgas Macrocystis spp. flotando a la deriva presentaron una diversa fauna
asociada. Los peracáridos fueron los más abundantes. Además, durante primavera, estas
macroalgas presentaron elevadas abundancias de estadios tempranos de crustáceos
decápodos (ETD) asociados. La mayor abundancia de ETD se presentó en golfo Corcovado
(970,2 ± 772,1 ind. . 10 kg de alga–1). Los resultados muestran que el golfo Corcovado y
el golfo de Ancud presentan una cantidad importante de macroalgas flotando y presentan
abundantes organismos asociados, indicando que son ambientes donde podría existir
mayor conectividad entre poblaciones que en los fiordos. Esto sugiere que los fiordos de
la X región poseen mayor susceptibilidad ante un posible impacto ambiental, especialmente durante el invierno.
INTRODUCCIÓN
El intercambio de propágulos (e.g. larvas, juveniles y/o adultos) entre poblaciones
se conoce como conectividad (Palumbi, 2003). La intensidad y dirección de la conectividad
puede condicionar la velocidad de recuperación de una población bentónica luego de un
impacto ambiental. De este modo, es importante conocer la dinámica de la conectividad
entre poblaciones para la planificación de zonas protegidas (Grantham et al., 2003).
La conectividad entre poblaciones de un ambiente marino, comúnmente, se infiere
a través de las condicioneis oceanográficas, potencialidades de dispersión de larvas de
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Crucero CIMAR 10
los diferentes organismos y por el flujo genético (Shanks et al., 2003, Palumbi, 2003).
Sin embargo, procesos de dispersión de organismos asociado a objetos flotando a la
deriva, rara vez son examinados.
En la superficie del océano se han observado distintos objetos flotando a la deriva
y en varias regiones del mundo, las macroalgas dominan el ensamble de estos objetos,
considerándose como uno de los sustratos flotantes más importantes para la dispersión
y conexión de fauna bentónica (Thiel & Gutow 2005 a y b). Macrocystis pyrifera es una
de las principales macroalgas reportadas flotando a la deriva (Kingsford, 1992, Helmuth
et al., 1994, Smith, 2002, Thiel & Gutow, 2005 a). Esta especie, posee tres características importantes que la condicionan como sustrato adecuado para el transporte de organismos: (1) tiene una alta flotabilidad (Hoffmann & Santelices, 1997), (2) posee la potencialidad de seguir creciendo cuando se encuentra libre del sustrato (Hobday, 2000a) y (3)
provee de alimento a varios de organismos (e.g. Tegner et al., 1995). Los ejemplares de
Macrocystis pyrifera que se encuentran adosados al sustrato albergan una variedad importante de organismos bentónicos (Dayton et al., 1984, Thiel & Vásquez, 2000). Estas
macroalgas pueden perder la adherencia al sustrato producto de diversos factores bióticos, como ramoneo de especies (Tegner et al., 1995), y abióticos, como aumentos de la
temperatura y corrientes fuertes (Seymour et al., 1989). Una vez que estas algas comienzan a flotar libremente algunos organismos la pueden abandonar activamente (Kingsford
& Choat 1985), otros pueden ser depredados selectivamente (Thiel, 2003), y algunos
organismos pueden permanecer adosados por un tiempo relativamente más prolongado.
Del mismo modo, cuando esta macroalga se encuentra flotando a la deriva, puede proporcionar un lugar de asentamiento y refugio para larvas de otros invertebrados marinos (e.g.
decápodos), facilitando la dispersión larval y conexión entre comunidades bentónicas
(Edgar, 1987, Hobday, 2000 b).
La variabilidad espacio-temporal de estas macroalgas flotando podría afectar el
grado de conectividad de poblaciones bentónicas que habitan un ambiente en particular. Sin embargo, la mayoría de los estudios se basan en observaciones de una sola
temporada y no existen claros antecedentes de esta variabilidad (e.g. Helmuth et al.,
1994, Kingsford, 1995). Observaciones realizadas por diferentes autores para una
misma localidad, pero en años diferentes, sugieren que podría existir una importante
variación interanual de la abundancia de estas macroalgas (Kingsford, 1995, Hobday,
2000c). No obstante, estas diferencias se pueden deber, tanto a un proceso natural,
como a distintos métodos empleados para estimar las abundancias.
Debido a la importancia que presenta M. pyrifera (y posiblemente otras especies de macroalgas) como especie facilitadora de la dispersión de organismos y conexión entre comunidades bentónicas, y al desconocimiento de su variabilidad espacio-temporal flotando a la deriva, el propósito de nuestra investigación es examinar la
abundancia de macroalgas flotando a la deriva y su fauna asociada, en el mar interior
de la X región durante invierno y primavera de 2004.
MATERIALES Y MÉTODOS
En el crucero “CIMAR 10 Fiordos” realizado en agosto y noviembre de 2004, se
cuantificó la abundancia de macroalgas flotando a la deriva y se examinó su fauna
asociada en el mar interior de la X región, Chile.
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Macroalgas flotando a la deriva
Durante la navegación diurna, un observador se situó en el puente de la embarcación y con ayuda de un GPS de mano y binoculares, registró la posición geográfica,
tamaño, distancia a la embarcación y especie de alga que se encontró flotando a la
deriva.
Se distinguieron diferentes tamaños de algas y se agruparon en dos clases:
fragmentos (que incluyen fragmentos y estipes libres) y parches (que incluyen aglomeraciones de estipes hasta parches > 5 metros de diámetro). La distancia perpendicular de las algas a la embarcación fue estimada a través de una estimación visual
utilizando como referencia una medida preestablecida (e.g. ancho de la embarcación).
Posteriormente se calculó la abundancia de algas flotando a la deriva mediante el
método de transecto, el cual se basa en el número de objetos observados, la distancia
perpendicular de cada objeto al transecto y el ancho del transecto. Se utilizó la siguiente fórmula:
D = N / ((W / 1000) x L)
donde, N es el número de algas observadas, W el ancho en metros del transecto y L
la longitud en kilómetros recorrida durante la navegación. La abundancia de algas
flotando a la deriva se calculó para cada transecto monitoreado. Una observación
preliminar de los datos indicó que el número de algas observadas decrecía
sustancialmente a mayor distancia de la embarcación, por lo cual, se utilizó una medida conservativa para cada uno de los tamaños, asegurándose de esta manera que la
abundancia de algas no resulte subestimada.
La abundancia de algas flotando a la deriva se calculó para cada transecto diurno
monitoreado y se promedio por sector examinado (boca del Chacao (1), fiordos y seno
Reloncaví (2), golfo de Ancud (3), golfo Corcovado (4) y boca del Guafo (5), Fig. 1).
Fauna asociada a macroalgas flotando a la deriva
El procedimiento para la recolección de las muestras se realizó de la siguiente
manera: a medida que el buque se aproximaba a una estación oceanográfica
preestablecida y se observaban algas flotando a la deriva, inmediatamente se bajaba
del buque un bote de goma. Luego, desde el bote de goma y con la ayuda de un
capturador especialmente diseñado se procedió a recolectar algas de tamaño acorde a
las medidas del capturador (parches <60 cm de diámetro). Posteriormente las muestras se depositaron en bolsas plásticas debidamente rotuladas y se fijaron en formalina
al 5% para su posterior análisis en el laboratorio. Durante todo este proceso se prestó
especial cuidado para evitar la pérdida de su fauna asociada. Paralelamente se recolectaron muestras nulas (sin macroalgas) en la misma localidad de muestreo. Del
mismo modo, en una localidad distinta para cada etapa de crucero, se recolectaron
macroalgas bentónicas a través de buceo y con equipo especialmente diseñado para
evitar la pérdida de su fauna asociada. Posteriormente estas muestras se guardaron
en bolsas plásticas debidamente rotuladas y se fijaron en formalina al 5%.
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Crucero CIMAR 10
En el laboratorio se identificó la especie de alga, se lavó cuidadosamente sobre
un tamiz de 0,25 mm, y se registró su peso húmedo. La fauna asociada a las muestras
fue separada del material retenido en el tamiz y se separó por grupos de especies. A
la fecha de la confección de este informe, aun se encuentra en proceso la identificación y cuantificación de las especies. Sin embargo, para la elaboración del presente
informe preliminar, se separaron y se contaron todos los estadios tempranos de crustáceos decápodos (zoeas y megalopas, ETD). Se calculó la abundancia de ETD por
muestras, dividiendo el número de individuos por el peso húmedo del alga (ind. 10 kg
de alga–1) y se promediaron para cada lugar de muestreo.
RESULTADOS
Macroalgas flotando a la deriva
Se observó una cantidad importante de macroalgas flotando a la deriva en la
mayoría de los transectos monitoreados. Los tamaños de las algas variaron desde
pequeños trozos (15 cm de largo) hasta densos parches mayores a 5 m de diámetro.
Las principales especies de macroalgas que se observaron fueron Macrocystis spp. y
Durvillaea antarctica. Las mayores abundancias de Macrocystis spp. se encontraron
en noviembre de 2004 (85,3 ± 115,4 fragmentos km–2 y 34,2 ± 14,8 parches km-2)
en el golfo Corcovado. Por otro lado, las mayores abundancias de D. antarctica, fueron de 38,7 fragmentos km–2 en agosto de 2004 para la boca del canal de Chacao y
10,4 ± 20,8 parches km–2 en agosto de 2004 para el golfo de Ancud (Fig. 1). Los
mayores tamaños de parches y la mayor abundancia de fragmentos y parches de las
dos especies de macroalgas que se encontraron flotando a la deriva, durante invierno
y primavera, se presentó en la zona media de área examinada (golfo de Ancud y golfo
Corcovado, áreas 3 y 4 en Fig. 1), mientras que las menores abundancias de éstas se
presentaron en el sector interior (seno Reloncaví y fiordos, sector 2 en Fig. 1). De este
modo, se encontró una tendencia de mayores abundancias de macroalgas en los
golfos de Ancud y Corcovado y bajas abundancias en los fiordos de la zona examinada, independiente de la estación del año. Sin embargo, las mayores abundancias se
presentaron en primavera de 2004 (Fig. 1).
Fauna asociada a macroalgas flotando a la deriva
Las macroalgas flotando a la deriva poseen una diversa fauna asociada, desde
cnidarios hasta peces, pasando por la mayoría de los taxa. Las especies más abundantes corresponden a organismos que poseen desarrollo directo, principalmente
peracáridos. Del mismo modo, estadios tempranos de crustáceos decápodos (zoeas y
megalopas, ETD) utilizan macroalgas flotando a la deriva, principalmente durante noviembre de 2004. A la fecha de la confección de este manuscrito, se encuentra en
proceso la identificación y cuantificación de las especies. Sin embargo, a continuación, de forma general, se presentan datos de la abundancia de ETDs.
Durante la primera etapa del crucero (agosto de 2004), se logró la toma de muestras de macroalgas flotantes en tres localidades (Fig. 2). Ninguna de estas 9 muestras
(tres muestras por localidad) presentaron ETD. Sin embargo, en muestras de macroalgas
bentónicas se presentaron ETD (n = 3; 13,0 ± 22,5 ind. . 10 kg de alga–1, Fig. 2). Por
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otro lado, durante la segunda etapa del crucero (noviembre de 2003) se realizó toma
de muestras de macroalgas flotando a la deriva en cuatro localidades diferentes y
todas estas muestras presentaron ETD asociados (tres muestras por localidad, Fig. 2).
Sin embargo, no se encontraron ETD en macroalgas bentónicas. Paralelamente, y en
las mismas localidades se tomaron muestras nulas (muestras sin macroalgas) en las
cuales no se encontraron ETD. Las máximas abundancias de ETD se presentaron en
las muestras colectadas cerca de la costa SE de Chiloé (golfo Corcovado, 970,2 ±
772,1 ind. . 10 kg de alga–1, Fig. 2). Una observación preliminar de los individuos de
ETD asociados a las macroalgas indica que aparentemente es una especie de braquiuro
y una de anomuro.
DISCUSIÓN
Macroalgas flotando a la deriva
En el área de estudio se encontró una abundancia de macroalgas flotando a la
deriva similar a lo reportado para otras partes del mundo (Thiel & Gutow, 2005a). Por
ejemplo, Kingsford (1995) reportó abundancias entre 1 y 1.100 macroalgas km–2
flotando a la deriva en la costa de California, EE.U.U. Por otro lado, Hobday (2000c),
en la misma área de estudio, estimó abundancias de macroalgas inferiores a 7 algas
km-2. Esto reportes, adicionalmente, sugieren que existe una variabilidad interanual y/
o estacional de la disponibilidad de macroalgas flotando a la deriva. Resultados obtenidos durante el crucero CIMAR 9 Fiordos demuestran que existe una variabilidad
estacional de la abundancia de macroalgas flotando a la deriva en los fiordos y canales
de la XI región (Hinojosa et al., 2004), donde las mayores abundancias se presentaron
en primavera. Del mismo modo, en el presente estudio se encontró las mayores abundancias en primavera. Similares aumentos de las abundancias durante los meses de
primavera y verano se han reportado para otras especies de macroalgas que se encuentran flotando a la deriva (Thiel & Gutow, 2005 a), demostrando que aparentemente este aumento de la abundancias durante primavera-verano es un fenómeno
ecológico real. Se ha argumentado que este aumento de las abundancias posiblemente se debe al ciclo anual de crecimiento que las algas poseen durante la estación de
primavera, aumentando la posibilidad de desprendimientos (Thiel & Gutow, 2005 a).
Sin embargo, otros factores, como tormentas, también podrían aportar sustancialmente
a la abundancia de estas macroalgas flotando a la deriva (Kingsford, 1992).
A pesar de la estacionalidad de la abundancia de macroalgas flotando a la deriva
que aquí se observó, se logró apreciar un patrón de distribución relativamente estable
entre las dos etapas examinadas. Las mayores abundancias se presentaron en los
golfos de Ancud y Corcovado y una abundancia relativamente baja en seno Reloncaví
y fiordos de la X región. Del mismo modo, observaciones de la distribución de
macroalgas flotando a la deriva en la XI región (Hinojosa et al., 2003, 2004) demuestran que las mayores abundancias se presentan en lugares con mayor exposición a
mar abierto, mientras que las menores abundancias se encuentran en los fiordos de la
región. Este patrón sugiere que posiblemente condiciones oceanográficas, como
salinidades, podrían condicionar la abundancia de estas macroalgas bentónicas y por
ende la abundancia de macroalgas flotando a la deriva (Breeman, 1988). De este
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Crucero CIMAR 10
modo, con el patrón de distribución de macroalgas flotando a la deriva, podemos
sugerir que el seno Reloncaví y los fiordos poseen una susceptibilidad mayor ante un
posible impacto ambiental, comparado con los golfos de la X región.
Fauna asociada a macroalgas flotando a la deriva
Las macroalgas flotando a la deriva presentaron una diversa fauna asociada.
Actualmente, se encuentra en proceso la identificación y cuantificación de las especies encontradas. Sin embargo, las especies más abundantes pertenecen al grupo de
los peracáridos. Concordantemente, existen diversos estudios que reportan la prevalencia de este grupo de especies en macroalgas flotando a la deriva. Edgar (1987) &
Vásquez (1993) encontraron un aumento paulatino de la fauna peracárida asociada a
discos adhesivos desprendidos del sustrato y anclados unos metros bajo la superficie
del mar. Ambos autores sugieren que, debido a que los peracáridos presentan desarrollo directo, y por ende reclutamiento local, son capaces de formar comunidades
sobre discos M. pyrifera y aumentar en número. Es probable, que esto explique por
qué los peracáridos son los organismos dominantes en macroalgas flotando. Por ejemplo, Hobday (2000b), para el sector de California, observó que las abundancias mayores del isópodo Idotea resecata, asociados a M. pyrifera, fluctúan entre 0,5 a 50
individuos por 100 g húmedo de alga–1. Por otro lado, en sectores próximos a Islandia,
Ingólfsson (1995) encontró 12,4 ind. . 100 g húmedo de alga–1 para el anfípodo
Gammarellus angulosus asociado al alga Ascophyllum nodosum. Del mismo modo,
Hinojosa et al. (2003) al examinar la fauna peracárida asociada a macroalgas del
género Macrocystis en fiordos y canales de la XI región (CIMAR 8 Fiordos) reportaron
43,1 ind. . 100 g húmedo de alga–1 del anfípodo Paramoera spp., indicando que estas
especies son las más abundantes sobre estas macroalgas.
Los peracáridos presentan un potencial de dispersión relativamente limitado
debido al reclutamiento local. Sin embargo, algunas especies presentan amplios rangos de distribución a lo largo de la costa de Chile (Thiel, 2002) y/o distribución
circumpolar (Menzies, 1962; Barnard, 1972). Debido a todos estos antecedentes, es
muy probable que las macroalgas flotando a la deriva sean el principal medio de
dispersión y conexión entre comunidades de estas especies.
En el presente estudio se observó que estadios tempranos de decápados (ETD)
aparentemente utilizan macroalgas flotando a la deriva principalmente durante la primavera. En la costa de California, Hobday (2000b) reportó que las abundancias de
megalopas de algunas especies de decápodos aumentan positivamente con el tiempo
que las macroalgas se encuentran flotando a la deriva. Las abundancias que aquí se
reportan podrían indicar que las macroalgas que se recolectaron llevaban un tiempo
considerable flotando en el mar o bien durante primavera se encuentran elevadas
abundancias de ETD flotando en el mar. Aparentemente, en el área de estudio existe
una estacionalidad de la abundancia de ETD flotando en mar, donde, concordantemente,
las mayores abundancias se presentan durante la primavera (Gebauer, com pers). Las
muestras nulas que aquí se recolectaron, no contenían ETD, por lo cual, se sugiere
que los ETD de algunas especies principalmente se asocian a macroalgas flotando a la
deriva. Muestras colectadas en canales y fiordos de las XI región en primavera de
2002 y 2003 (Hinojosa et al., 2003, 2004 respectivamente), indican una variabilidad
— 150 —
de la abundancias de ETD asociadas a macroalgas flotando a la deriva. Durante la
primavera de 2003 sólo algunas muestras presentaron ETDs asociados y sus abundancias no superaron 16,3 ± 23,3 ind. . 10 kg de alga–1. Por otro lado, en la primavera de 2002 (182,8 ± 185,4 ind. 10 kg de alga–1) y primavera de 2004 (presente
estudio) se encontraron relativamente elevadas abundancias. Estos antecedentes sugieren que posiblemente los ETD de algunas especies, utilizan macroalgas como lugar
de asentamiento y estas macroalgas podrían facilitar su dispersión. La baja abundancia reportada en la primavera de 2003 podría ser un reflejo de bajas abundancias de
ETD flotando en el mar en ese periodo de muestreo, posiblemente producto de sus
ritmos de abundancias diarios (Christy & Morgan, 1998).
CONCLUSIONES PRELIMINARES
En el presente estudio se encontró una cantidad importante de macroalgas
florando a la deriva con una clara variación estacional, con máximas abundancias en
noviembre de 2004. Esta variación estacional posiblemente se debe a que en primavera hay más nutrientes y luz, y por ende mayor productividad algal con más posibilidades de desprendimientos. A pesar de esta variación estacional de la abundancia de
macroalgas flotando a la deriva, se apreció un patrón de distribución, donde las mayores abundancias se observaron en la zona media, golfos de Ancud y Corcovado, y las
menores abundancias en el seno Reloncaví y fiordos del área de estudio. El grupo de
especies asociado a macroalgas flotando a la deriva más abundante fueron los
peracáridos, y posiblemente, las macroalgas flotando a la deriva, son el principal
medio de dispersión y conexión entre comunidades para estas especies. Del mismo
modo, aparentemente, los ETD estarían utilizando macroalgas flotando a la deriva
como lugar de asentamiento y posiblemente estas macroalgas también contribuyen a
su dispersión.
Los resultados que aquí se obtuvieron muestran que en el golfo Corcovado y en
el golfo de Ancud existe una cantidad importante de macroalgas flotando a la deriva
(en invierno y primavera), indicando que son ambientes que poseen relativamente
mayor conexión que el seno Reloncaví y fiordos de la región examinada. Debido a
esto, posiblemente el seno Reloncaví y fiordos de la X región son más susceptibles
ante un posible impacto ambiental.
AGRADECIMIENTOS
Los autores expresan especiales agradecimientos, por la ayuda y facilidades
otorgadas, a toda la gente participante del crucero CIMAR 10 Fiordos, tanto a la
tripulación del AGOR “Vidal Gormaz”, como personal Técnico y Científico. Gracias a
la directiva del CONA por el financiamiento de este proyecto.
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Crucero CIMAR 10
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Crucero CIMAR 10
Tabla I.
Abundancia de fragmentos (frg-bra) y parches de Durvillaea antarctica (D) y
Macrocystis spp. (M) flotando a la deriva (Objetos . km–2) en los 17 transectos
monitoreados en los canales de la X Región durante la 1ª etapa (agosto de
2004) de CIMAR 10 Fiordos. Se indica la posición geográfica (grados decimales) del punto medio del transecto y la distancia total monitoreada.
Distancia
SUR
OESTE
km
-41,5679
-41,5344
-41,6806
-42,1581
-42,2351
-42,4491
-42,4751
-42,7507
-42,9616
-43,7503
-43,0087
-42,5506
-41,9185
-41,7384
-41,6581
-41,9344
-41,7740
-72,9160 44,1
-72,9103 26,9
-72,4179 59,2
-72,6770 23,5
-72,4978 31,6
-72,7722 29,8
-72,9031 57,9
-73,3445 31,9
-73,0433 35,5
-73,6392 109,2
-73,2788 86,5
-73,6024 18,8
-73,2345 44,3
-73,0860 40,7
-72,8704 46,9
-73,1725 35,8
-73,6625 87,9
Sector
D
Frg-bra
Interior
0,00
Interior
0,00
Interior
0,00
Medio
0,00
Interior
0,00
Interior
0,00
Medio
0,00
Corcovado
0,00
Corcovado
0,00
Boca Guafo 0,00
Corcovado
0,00
Medio
0,00
Medio
4,52
Interior
0,00
Interior
0,00
Medio
44,74
Boca Ancud 38,68
— 154 —
D
M
M
Parches Frg-bra Parches
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
3,38
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
47,02
0,00
84,44
0,00
5,49
0,00
39,31
0,00
31,97
4,52
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
47,54 223,71
9,10
31,85
0,00
3,72
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
15,15
21,11
5,37
4,24
0,00
0,00
0,00
2,13
19,11
3,22
TOTAL
0,00
3,72
3,38
0,00
0,00
0,00
0,00
62,17
105,54
10,86
43,55
31,97
9,04
0,00
2,13
335,10
82,86
Tabla II. Abundancia de fragmentos (frg-bra) y parches de Durvillaea antarctica (D) y
Macrocystis spp. (M) flotando a la deriva (Objetos . km–2) en los 17 transectos
monitoreados en los canales de la X Región durante la 2ª etapa (noviembre
de 2004) de CIMAR 10 Fiordos. Se indica la posición geográfica (grados
decimales) del punto medio del transecto y la distancia total monitoreada.
Distancia
SUR
OESTE
-41,5909
-41,7092
-41,8720
-41,8547
-42,1327
-42,2314
-42,4979
-42,7586
-42,8980
-42,9828
-43,4963
-43,7367
-43,0343
-42,6528
-42,5419
-42,1159
-41,7717
-72,8654
-72,4617
-72,8709
-73,3663
-72,8939
-72,4994
-72,7310
-72,9005
-72,8716
-72,9365
-73,1827
-73,6955
-73,3300
-73,7184
-73,5672
-73,0054
-73,1129
km
8,9
47,1
21,4
55,2
44,2
33,5
19,8
48,3
8,0
14,6
71,5
110,5
117,4
43,2
53,5
70,0
47,9
Sector
Interior
Interior
Interior
Medio
Medio
Interior
Interior
Medio
Corcovado
Corcovado
Corcovado
Boca Guafo
Corcovado
Medio
Medio
Medio
Interior
D
Frg-bra
D
M
M
Parches Frg-bra Parches TOTAL
22,37
0,00
0,00
3,62
0,00
0,00
0,00
0,00
25,00
0,00
2,80
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
13,99
0,91
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
4,25
9,37
0,00
4,52
0,00
40,36
115,85
0,00
0,00
92,32
1,81
248,79
157,30
153,19
17,13
33,43
0,00
22,37
0,00
4,25
0,00
9,37
2,11
5,73
0,00
4,52
0,00
0,00
0,00
40,36
35,10 150,94
34,58
59,58
15,08
15,08
36,14 145,24
8,84
11,55
51,18 299,96
7,71
165,0
25,09 178,28
6,42
23,56
1,04
34,48
Tabla III. Lugar y fecha de muestreo, condición de las muestras y abundancia de estadios tempranos de decápodos (promedio y desviación estándar, ind. . 10 kg
de algas–1) en el mar interior de la X Región durante CIMAR 10 Fiordos. 3
muestras por localidad.
Fecha
SUR
ago-04
ago-04
ago-04
ago-04
nov-04
nov-04
nov-04
nov-04
nov-04
-42,7799
-43,1744
-43,1529
-43,0004
-41,9121
-41,8933
-42,7235
-43,4669
-43,1676
OESTE
CONDICIÓN
ALGA
-73,2885
-72,9705
-73,4400
-73,4485
-72,9837
-73,4717
-72,9031
-73,2159
-73,4534
PELÁGICA
BENTÓNICAS
PELÁGICA
PELÁGICA
PELÁGICA
BENTÓNICAS
PELÁGICA
PELÁGICA
PELÁGICA
— 155 —
Promedio
ETD
0,0
13,0
0,0
0,0
359,9
0,0
382,8
213,8
970,2
Desvest
ETD
0,0
22,5
0,0
0,0
251,8
0,0
295,3
201,8
772,1
Crucero CIMAR 10
Fragmentos km
300
–2
0
150
150
A
Pto. Montt
1
No dato
2
1
2
3
42ºS
4
25
50
Parches km
B
3
5
Noviembre 2004
–2
25
Chiloé
Agosto 2004
0
No dato
1
2
4
3
Chaitén
4
Agosto 2004
Durvillaea antarctica
Noviembre 2004
5
5
Macrocystis spp.
Figura 1: Abundancia de fragmentos (A) y parches (B) de las macroalgas Durvillaea
antarctica y Macrocystis spp. flotando a la deriva en el mar interior de la X
Región, Chile, durante agosto y noviembre de 2004. En el lado derecho de
la figura se muestran las áreas examinadas.
— 156 —
0
Pto. Montt
ind/10Kg alga
Pto. Montt
0-250 ind/10Kg alga
250-500 ind/10Kg alga
Chiloé
Chiloé
500 ind/10Kg alga
Chaitén
Agosto de 2004
Chaitén
Noviembre de 2004
Figura 2: Estadios tempranos de Decápodos (zoeas y megalopas, ETD) asociados a
macroalgas flotando (círculos negros) y a macroalgas bentónicas (círculos
grises) en el mar interior de la X Región durante agosto y noviembre de
2004. Cada uno de los puntos representa un lugar de muestreo (tres muestras por localidad).
— 157 —
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