RECUADRO 15.2

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RECUADRO 15.2
SIDA
"Es una plaga moderna: la primera gran pandemia de la segunda mitad del siglo XX. El nombre neutro y de resonancia clínica dado a la enfermedad por los epidemiólogos,
síndrome de inmunodeficiencia adquirida, se ha acortado al
acrónimo SIDA". Así comenzaba un artículo publicado en
1987 por Robert C. dallo del Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos, codescubridor junto con Luc Montagnier del Instituto Pasteur de París del agente causante del
SIDA. Gallo aisló el primer retrovirus humano en 1980,
HTLV-I (virus linfotrópico-T humano de tipo I). El HTLVI causa leucemia de las células T del adulto. Junto con Montagnier. Gallo descubrió en 1983 el HIV, el virus de inmunodeficiencia humano (fig. 1 del recuadro). Se trata de un
retrovirus nuevo, nunca visto antes, causante de una enfermedad diagnosticada por primera vez en 1981 entre jóvenes
homosexuales en los Estados Unidos. Aunque no se trata de
una enfermedad cancerosa, está causada por un retrovirus y
por esto la tratamos aquí.
El virus del SIDA ataca a un grupo de células T, las células T4 (linfocitos que maduran en la glándula del timo),
vitales para el sistema inmunitario. Una proteína concreta
en la superficie de dichas células T, llamada CO4, es un receptor para la proteína de la cápside del virus HIV, gpl20
(fig. 2 del recuadro). También son atacados los macrófagos,
otro grupo de células implicadas en la respuesta inmune.
Con la destrucción de las células T, el sistema inmunitario
de una persona pierde la capacidad de combatir las enfermedades comunes. Las personas que desarrollan la enfermedad, son a menudo víctimas de otras enfermedades opor-
tunistas como la neumonía causada por el protozoo Pneumocystis carinii, el sarcoma de Kaposi, un cáncer raro
encontrado en gente que consume drogas inmunosupresoras y varias otras, normalmente raras pero que se encuen-
tran en personas con un sistema inmune deprimido. Conjuntamente, a todas estas condiciones se les conoce como el
síndrome de inmunodeficiencia adquirida.
El SIDA se ha extendido a lo largo del mundo. Se cree
qué se originó en África y puede haber estado localizado en
poblaciones pequeñas aisladas desde hace cien a dos mil
años! Aparentemente, la migración llevó algunos de las personas afectadas a las ciudades y desde aquí se extendió la
enfermedad. Parece que existen dos patrones universales de
extensión del SIDA, que no parece propagarse por el contacto
casual. En el Nuevo Mundo, Australia y Europa Occidental,
la enfermedad se extiende principalmente por hombres
homosexuales y usuarios de drogas intravenosas. Son los
grupos de alto riesgo. En África y el Caribe, la enfermedad
se extiende principalmente con la práctica heterosexual del
sexo. En la actualidad, Europa del Este, Asia y Norte de
África tienen tasas de infección relativamente bajas. En los
Estados Unidos, a mediados de 1991 había más de 170000
individuos registrados con SIDA, y se estima que había
aproximadamente un millón de personas infectadas con la
enfermedad. Muchas de las personas que adquirieron la enfermedad antes de 1986 ya han muerto. Sin embargo, la tasa
de infección pareció alcanzar su pico en Estados Unidos en
1985, y, desafortunadamente, la única forma de incrementar
las infecciones es por la práctica del sexo heterosexual. Existe
una segunda forma de la enfermedad causada por el virus
HTV-2 y se han aislado virus similares de otros primates.
El retrovirus HIV es complejo. Además de los genes
gag, pol y env, tiene al menos otros ocho genes más, de los
cuales tres son reguladores (fig. 3 del recuadro). En su genoma existe mucho solapamiento, con genes diferentes en
el mismo sitio pero que se traducen con diferentes pautas de
lectura. Los genes reguladores tat y rev están formados por
dos exones y el intrón que se encuentra entre ellos es eliminado para formar la proteína final. La proteína tev/tnv está
compuesta de secuencias de los genes tat, env y rev. El gen
vpt no tiene codón de iniciación pero, aparentemente, se traduce por un cambio de la pauta de lectura después de la iniciación en el gen tat. Debido a esta complejidad, todavía no
se ha determinado el papel de estos productos génicos con
exactitud.
La principal proteína reguladora parece ser tat (de factor
y de Transcripción activador en trans), que se une a una secuencia en la repetición terminal larga denominada TAR
(de elemento de respuesta activada en trans). Presumiblemente tat intensifica la transcripción del DNA vírico y la
eficacia de la traducción del RNA producido. El producto
del gen rev se une a una región del gen env llamada RRE (de
elemento de respuesta en rev) y probablemente incrementa el
transporte de los mRNA de! virus dentro del citoplama. Los
genes tat y rev juntos son responsables de la principal
expresión de los genes estructurales del virus (gag, pol y
env). La proteína nef, la tercera proteína reguladora, es una
proteína de unión al GTP; su función no se conoce con certeza, como tampoco la de la mayoría de los genes restantes,
denominados genes accesorios (vif, vpr, vpu, vpt y tev/tnv).
RECUADRO 15.2 (Continuación)
Las diversas actividades de represión explican, hasta
cierto punto, la impredecible naturaleza de la enfermedad,
que con frecuencia se mantiene "dormida" durante largos
periodos de tiempo, y quizás también explican la letalidad
de la enfermedad, un comportamiento contrario al de la mayoría de los otros retrovirus que parece que estimulan el crecimiento celular en vez de destruir la célula.
Las pruebas del SIDA utilizan varias técnicas (como la
transferencia de western) que se basan en la detección de
anticuerpos para las proteínas del SIDA, normalmente
gpl20, gp41, y transcriptasa inversa. Se han abierto varios
frentes para combatir la enfermedad. Actualmente, se tiene
cierta esperanza en el fármaco 3'-azido-2',3'-didesoxitimidina (AZT, fig. 4 del recuadro). Se trata de un análogo de la
timidina que carece del grupo 3'-OH, lo que da lugar a la terminación de la cadena durante la replicación. Parece que
durante el proceso de transcripción inversa, la transcriptasa
inversa elige preferentemente los nucleótidos que contienen
AZT en lugar de los que contienen la timidina normal,
mientras que las DNA polimerasas de mamíferos tienen una
preferencia opuesta. Por lo tanto, AZT suprime de forma selectiva la transcripción inversa del RNA del H1V a niveles
que no son tóxicos para la célula. La didesoxiinosina tiene
el mismo efecto y también puede utilizarse para el tratamiento del SIDA. Se están considerando otras estrategias
para combatir la enfermedad, incluyendo la posibilidad de
suministrar la proteína receptora libre, CD4, la cual podría
amortiguar el virus sin dañar las células.
En la actualidad, la prognosis no es muy alentadora debido a que la transmisión heterosexual está aumentando y
no existe cura para la enfermedad. Existe un programa educacional para prevenir los comportamientos de alto riesgo.
Aunque es difícil que el programa educacional llegue hasta
los usuarios de drogas intravenosas y las prostitutas, al menos ha incrementado la concienciación a nivel del público
en general. Actualmente, el gobierno de los Estados Unidos
se está gastando 1,3 miles de millones de dólares en la investigación sobre el SIDA, más de lo que se gasta en la investigación sobre el corazón. A pesar de las prediciones
pesimistas, es importante tener en cuenta que los biólogos
evolucionistas creen que incluso las enfermedades más
tóxicas evolucionan hacia una toxicidad menor. Además de
que la población susceptible desarrolla algún tipo de inmunidad, las fuerzas evolutivas tenderán a favorecer a los organismos causantes de la enfermedad menos tóxicos ya que
si producen menos daño en su huésped tendrán más oportunidad de infectar a un número mayor de huéspedes. Así, la
prognosis a largo plazo es favorable aunque esto supone
poco consuelo para los que ya tienen la enfermedad o tienen
un alto riesgo de adquirirla.
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