Mini Guía Edenia Viajes México - Intranet Geografía Berna Berna (Bern en alemán, Berne en francés, Berna en idioma italiano y romanche) es la capital federal de Suiza. Es también capital del cantón y distrito homónimos. En su área metropolitana, Berna cuenta con cerca de 350.000 habitantes, la mayoría de habla alemana. La ciudad es atravesada por el río Aar. Berna está ubicada geográficamente en la zona del Mittelland, en la meseta suiza. La ciudad se limitaba a su centro histórico encerrado entre un meandro del Aar y los muros de la ciudad hasta 1834. Con la apertura de los muros y la construcción de puentes para atravesar el río, la ciudad se expandió en todas direcciones. La ciudad limita al norte con las comunas de Frauenkappelen, Wohlen bei Bern, Kirchlindach, Bremgarten bei Bern, Zollikofen e Ittigen, al este con Ostermundigen y Muri bei Bern, al sur con Köniz y Neuenegg, y al oeste con Mühleberg. La ciudad vieja de Berna está inscrita en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, gracias a su arquitectura medieval conservada a través de los siglos. Berna es miembro de la Organización de las Ciudades del Patrimonio Mundial y de otras organizaciones mundiales. Datos Generales Superficie: 52 km² Población: 128.153 habitantes Nacionalidades y etnias: 74% alemanes, 20% franceses, 4% italianos, 1% romanches Idiomas oficiales: alemán, francés e italiano, también se habla el romanche Religión: 49% católicos, 48% protestantes Régimen político: república federal Presidenta: Micheline Calmy-Rey Principales recursos económicos: banca, seguros, industria farmacéutica y química, instrumentos de precisión, turismo Principales socios comerciales: Unión Europea (especialmente Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido), Estados Unidos, Japón Miembro de la UE: no Moneda oficial: Franco Suizo Electricidad: 220 Voltios a 50 Hz Pesos y medidas: sistema métrico Hora local: GMT+1 Clima: Se puede visitar en cualquier época del año. El verano se extiende de junio a septiembre. Se recomienda visitarla entre abril y mayo y entre finales de septiembre y octubre. De Compras En la mayoría de los establecimientos se hablan varios idiomas y se recibe asesoramiento profesional. De fama mundial son sus relojes. Se pueden encontrar de todo tipo y modelo, con diseños muy originales, complicados mecanismos y para todos los bolsillos. Para los amantes de las antigüedades aquí se pueden hallar una amplia selección de objetos de todas las épocas con certificado de garantía; asimismo las piezas de joyería y bisutería resultan de excelente gusto y cuentan con una amplia gama de diseños muy originales. También son muy interesantes las piezas en talla de madera de Brienz, la artesanía de bordados de St. Gallen y la alfarería, las populares navajas suizas de gran calidad que suelen tener varios complementos además de la navaja propiamente dicha, la ropa, especialmente de deportes de invierno, los aparatos fotográficos, electrónicos y, por supuesto, el delicioso chocolate suizo. La mayoría de las tiendas abren entre las 8:00 y 18:30 h., de lunes a viernes, con un descanso de 90 minutos al mediodía para comer. Algunos establecimientos descansan el lunes por la mañana y el miércoles por la tarde. Para Visitar El casco antiguo de Berna. Ha sido declarado por la UNESCO Patrimonio Histórico de la Humanidad. Destacan las calles Marktgasse y Kramgasse, el Zeitglockenturm. Marktgasse. Esta arteria se inicia en el puente de Nidegg y continúa hacia el oeste. Toma diversos nombres: Karmgasse, Marktgasse y luego Spitalgasse. Esta arteria tiene una notable vida comercial. Se puede recorrer toda bajo soportales y a ellos dan las entradas de cientos de comercios de todo tipo, desde galerías comerciales hasta tiendas de libros, juguetes, etc. Este conjunto comercial es único en Europa y forma parte de la indudable personalidad de Berna. En esta zona nació uno de los grandes genios de la Humanidad: Albert Einstein. Su casa estaba en el número 49 de la Karmgasse. La catedral de Berna. La gente la llama "la catedral", pero en realidad se trata de una colegiata edificada en el siglo XV, aunque la terminación de su torre principal no ocurrió sino en el XIX. De especial interés es el tímpano de la portada principal, que representa el Juicio Final. Este conjunto resulta sumamente abigarrado y realista. Aún conserva pintura original. Se puede acceder a la escalera de la torre, que nos permite otra atractiva vista panorámica sobre la ciudad, con sus tejados, y el valle del Aare rodeando el casco viejo. La Nydeggkirche, iglesia de Nydegg. Se halla en un bello barrio, cerca del cauce del Aare. Es de estilo gótico. La iglesia Francesa es la más antigua de las existentes y muy ligada a la historia de los Hugonotes. Fue hecha entre 1270 y 1285 como templo de los dominicos. Desde 1623 fue iglesia de los protestantes de habla francesa, después de 1685 centro de hugonotes. Rathaus. La sede municipal de Berna. Su escalera de acceso y el balcón de la portada le dan un aspecto relativamente airoso. También es llamativo su enorme tejado. Este edificio, que también fue sede de la asamblea cantonal, es de los inicios del siglo XV, y sigue siendo uno de los ejemplos más destacados de la arquitectura civil de Berna. Bundeshaus. El palacio Federal de Berna es la sede del Gobierno y el Parlamento suizo. Destaca por su gran cúpula, visible también sobre los tejados de la ciudad, y se ubica frente a la Bärenplatz, una zona habitualmente animada. El edificio del parlamento fue concluido en 1902. En la parte sur del mismo hay una excelente y apacible terraza, a donde van los berneses a leer o a jugar al ajedrez. Desde allí se tiene una excelente vista en la que se divisa en primer término el Aare con los barrios que se ubican en torno al río, y al fondo aparecen las montañas alpinas. Zytglogeturm. Es la puerta del Reloj, que constituía la entrada occidental de Berna hasta el siglo XIII. Se ubica en medio de la zona de más ambiente comercial de la ciudad. Su robustez se acompasa a su voluminoso reloj y no menos llamativo chapitel. Son bellas y típicas las figuras pintadas del mecanismo... Y entre ellas no faltan los ositos. Käfigturm. La torre de la Prisión de Berna está algo más al oeste de la del Reloj. Cuando se amplió la ciudad hacia esta zona, la torre de la Prisión remplazó a la otra como puerta de la ciudad. Es del siglo XIII y ha sido restaurada. Se dedica a actividades culturales. La torre está en la Bärenplatz, donde en la antigüedad había un foso con osos. Ahora es lugar para bellos mercadillos y zona de terrazas animadas. Bärengraben. Es el foso de los Osos. Los osos y Berna son elementos indisolubles. A la entrada de la ciudad por el puente de Nydegg, el viajero puede gozar de unas vistas hermosas sobre los barrios que surgieron en el meandro del Aare junto al Unterturbrucke. Es un punto de visita obligada. Junto a la entrada del puente está el Bärengraben o foso de los osos, donde están estos plantígrados tan vinculados a la historia de la ciudad. La mejor época de visita es la de la primavera, cuando estos animales están más animados tras el duro invierno. El foso de los Osos es tan imprescindible para el viajero como para los ecologistas. El primero se entera de que es un testimonio del apego de los berneses a estos animales, desde el siglo XV, y los segundos hacen frecuentes manifestaciones de protesta por mantener los animales en este estrecho minizoo urbano, cuando podrían gozar de la libertad de la montaña. El zoológico está en la pendiente del valle del Aare, formando terrazas agradables. El museo de los Alpes permite al turista familiarizarse con esta zona montañosa que cubre buena parte de la confederación: historia, fauna, turismo, montañismo, etc. El museo de bellas artes tiene buenos cuadros de los primitivos italianos, y excelente material de Ferdinand Hodler, pintor de la ciudad, y de Paul Klee. Otro buen museo es el de la Historia de Berna, con buen mobiliario, tapices y elementos de la vida cotidiana de los berneses en tiempos pasados. Formalidades Los ciudadanos de la Unión Europea, Estados Unidos, Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Suráfrica no requieren visado; tampoco lo requieren los naturales de los países latinoamericanos a excepción de bolivianos, colombianos, ecuatorianos, peruanos y cubanos, que precisarán un visado para una estancia máxima de tres meses. El IVA de los productos adquirido por los extranjeros, les es devuelto. Restauración y Diversión En Suiza cada región tiene su especialidad y dependiendo de el lugar que se visite se podrán degustar distintos sabores. Los platos más apreciados en este país son, por excelencia, la típica Fondue de Queso y la Raclete otro manjar realizado con los clásicos quesos suizos que se sirve acompañada de patatas cocidas sin pelar, jamón o bacon y pepinillos en vinagre. También son muy apreciados el Escalope Zuriqués, carne de ternera acompañada de Rösti, un plato típico de patatas; la Carne de los Grisones o del Valais, carne de vaca secada al aire y cortada en finísimas lonchas y acompañada con salsa a la crema y el Plato Bernes, carne de vaca y de cerdo hervidas acompañada de judías verdes, patatas y chucrut. El codillo de cerdo y los embutidos germánicos son típicos del Cantón alemán suizo y las salchichas se encuentran en todas las regiones, se sirven frescas, cocidas o ahumadas. En cuanto a la repostería suiza gozan de merecida fama mundial sus deliciosos chocolates y exquisitos postres como el Merengue de Berna o la Tarta de Nueces de la Engandina. Los productos lácteos y los quesos como la raclette, son muy típicos y la delicia indiscutible del país son los chocolates. La leche y el agua mineral son muy buenas. Las leyes suizas son estrictas en lo referente al consumo de alcohol. Los vinos locales son buenos, aunque caros. Los licores de fruta y el café también se consumen a menudo. El amante de los deportes de invierno puede disfrutar de los complejos de los Alpes a partir de finales de noviembre. Tras un período de plena ocupación (en Navidades), las estaciones se clausuran cuando la nieve comienza a fundirse, en abril. Excursiones Castillos de la región bernesa. En el centro de Suiza, justo al sur de Berna, se halla esta región poblada por grandes castillos e inmersa en el paisaje de las orillas del lago Thun. En la ciudad de Thun se puede visitar el Schloss Thun (siglo XII), situado en la colina. Contiene un estupendo museo histórico y desde su torre románica se puede gozar de magníficas vistas. Uno de los castillos más hermosos a orillas del lago es el Schloss Oberhofen (siglo XIII), que antaño perteneció a los Habsburgo y que posee una interesante colección de mobiliario antiguo, retratos y armas, así como un salón turco para fumar. El parque se ajardinó en el siglo XIX y constituye un lugar idóneo para pasear. El Schloss Hunegg, en la vecina Hilterfingen, fue edificado en la década de 1860 y restaurado en 1900. Se trata de una mezcla fascinante de estilos neorrenacentista y modernista, y posee un cuarto de baño de dos pisos, muy recargado, dotado de una bañera de níquel plateado. Los aficionados a los castillos pueden visitar las tres fortificaciones en un viaje en barco de una jornada. Estavayer-le-Lac. Este pequeño enclave en las orillas del lago Neuchâtel posee un centro urbano medieval perfectamente preservado, así como todo tipo de facilidades para la práctica de los deportes acuáticos, aunque su fama proviene de la colección de ranas disecadas, de 130 años de antigüedad, que acoge el Museo Regional. Estos anfibios disecados son obra de un excéntrico militar del siglo XIX llamado François Perrier, que pasó buena parte de sus horas de ocio matando ranas, preservando sus pieles y rellenándolas con arena. Luego las dispuso de tal modo que parodiaban situaciones humanas (cortejando, estudiando, jugando,...) y las adornó con accesorios. Región del Jungfrau. Se encuentra al sur de Interlaken, posee unos paisajes que cortan la respiración. Las tres cumbres gemelas de 4.000 m, Jungfrau, Mönch y Eiger, dominan el área, y disponen de infinidad de teleféricos, funiculares, trenes cremallera y senderos de excursionismo que ofrecen puntos panorámicos impresionantes para quien no sufre de vértigo. Grindelwald es el centro de esquí y senderismo más característico de la región; en julio acoge un festival de canto yodle.