Derecho de Petición: Por: Bayron de León. El derecho de petición está consagrado en el artículo 28 constitucional y literalmente dice: Los habitantes de la República de Guatemala tienen derecho a dirigir, individual o colectivamente, peticiones a la autoridad, la que está obligada a tramitarlas y deberá resolverlas conforme a la ley. En materia administrativa el término para resolver las peticiones y notificar las resoluciones no podrá exceder de treinta días. En materia fiscal, para impugnar resoluciones administrativas en los expedientes que se originen en reparos o ajustes por cualquier tributo, no se exigirá al contribuyente el pago previo del impuesto o garantía alguna. Al respecto la Corte de Constitucionalidad se ha manifestado en varias gacetas, autos y/o sentencias, para lo cual destacamos las siguientes: "...De conformidad con lo que establece el artículo 28 de la Constitución, los habitantes de la República tienen el derecho a dirigir, individual o colectivamente, peticiones a la autoridad, la que está obligada a tramitarlas y resolverlas conforme a la ley. Este precepto, en concordancia con el artículo 10 inciso f) de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad, establece que en materia administrativa el término máximo para resolver y notificar las resoluciones es el que señala la ley específica aplicable al caso concreto o, en su defecto, el de treinta días. En caso de que la autoridad omita el cumplimiento de la obligación referida en dicho término el interesado puede acudir al amparo para que se fije un plazo razonable a efecto de que cese la demora en resolver y notificar...” Gaceta No. 54, expediente No. 661-99, página No. 296, sentencia: 27-10-99. (El resaltado y subrayado es propio). “...La potestad de los administrados de dirigir peticiones a la autoridad, individual o colectivamente, se encuentra garantizada como un derecho subjetivo público en el artículo 28 constitucional. De ello deviene la obligación del órgano ante el cual se formule la solicitud de resolver, acogiendo o denegando la pretensión, dentro del plazo que la ley rectora del acto establece...” Gaceta No.61, expediente No. 1161-00, sentencia: 18-07-01. (El resaltado y subrayado es propio). Como podemos observar la CC, refuerza el texto consagrado en la Constitución, en el sentido de clarificar el derecho de petición que tiene el sujeto pasivo (contribuyente y/o responsable), de dirigir cualquier tipo de petición a la SAT. Por ejemplo: Al momento de atender un requerimiento de información, el contribuyente y/o responsable, debe analizar el lugar señalado por la SAT, para presentar la información requerida en pleno derecho, y si la SAT, solicita que sea presentada en alguna oficina de fiscalización u oficina tributaria, el contribuyente y/o responsable, puede pedir que la revisión se realice en el domicilio fiscal, donde se encuentran los libros exigidos por las leyes tributarias, como lo tipifica el último párrafo del artículo 371 del código de comercio; siendo éstos: a)el domicilio fiscal del contribuyente y b)el domicilio fiscal del contador registrado ante la SAT. Y la SAT, está obligada en atención al derecho de petición del contribuyente y/o responsable, a resolver sobre la procedencia de su petición y justificar de manera legal su posible negativa. Como punto de referencia hemos experimentado en más de una ocasión con la Gerencia Regional Occidente, de la SAT, y hemos notado la aplicación correcta de la ley por parte de dicha gerencia, en sentido que han simplificado la forma de atender las peticiones de esta naturaleza, concediendo el trámite al contribuyente y/o responsable, por encontrarse el mismo en pleno derecho. Como parte del derecho de petición que tiene el contribuyente y/o responsable, específicamente en el proceso administrativo tributario, podemos enumerar: a) b) c) Solicitar el cambio de algún profesional nombrado por la SAT, con el que considere pueda existir algún tipo de rencilla o enemistad y que el proceso sea llevado con parcialidad derivado de tal situación. Solicitar la justificación legal, de alguna información y/o documentación que se requiera y que la misma no se encuentre expresada en ley, como elemento de fiscalización y que se observe una mera suposición del profesional actuante (integraciones en demasía). Solicitar la nulidad de cualquier notificación, que no esté realizada conforme a derecho, y que vulnere principios constitucionales, como el derecho de defensa y debido proceso. d) e) f) Solicitar en el acta administrativa a que hace referencia el artículo 151 del código tributario y sus reformas, que se incorpore cualquier manifiesto que sea voluntad del contribuyente y/o responsable expresar al momento de la suscripción de la misma. Solicitar el acceso inmediato a las actuaciones y/o solicitar se le exponga en detalle la composición del expediente y de ciertos elementos que conforman el mismo (dicho proceso lo puede desarrollar el obligado tributario, en cualquier instancia del expediente). Solicitar el mecanismo previo para solucionar el conflicto tributario, derivado que el mismo concede beneficios o amnistías significativas para el obligado tributario. Todas las peticiones enumeradas con anterioridad, forman parte de un grueso de peticiones que se pueden formular y que en nuestra legislación no se tienen plazos específicos, mucho menos perentorios o fatales para resolver; por lo que la CPRG, regula que se tiene un máximo de 30 días hábiles para recibir respuesta, de lo contrario podemos accionar por la vía del amparo, para exigir al ente fiscalizador nos responda o al menos que se exija una respuesta sin demora. Debemos tener certeza de que cualquier petición y/o gestión que el obligado tributario quiera realizar ante la SAT, la misma debe ser recibida por el ente fiscalizador sin demora y sin justificación alguna, ya que el último párrafo del artículo 122 del código tributario, literalmente dice: “…La Administración Tributaria no podrá negarse a recibir ninguna gestión formulada por escrito. Luego de recibida, podrá rechazar las que sean contrarias a la decencia, a la respetabilidad de las leyes y de las autoridades o que contengan palabras o frases injuriosas, aunque aparezcan tachadas. Todo rechazo deberá ser debidamente Lo que quiere decir, de que no se puede negar por cualquier de los siguientes hechos: a) porque el domicilio fiscal del contribuyente no corresponde a la agencia u oficina tributaria donde se realiza la gestión, b) porque el escrito no lleva algún dato que sugiera el encargado de recibir la gestión, c) porque le plazca al encargado de la recepción de documentos no hacerlo. El legislador es contundente, al tipificar de que se debe de recibir todo, y si se establece que concurren cualquiera de los supuestos para su rechazo (que sean contrarias a la decencia, a la respetabilidad de las leyes y de las autoridades o que contengan palabras o frases injuriosas), entonces que se rechace la petición o gestión y que se haga como corresponde (providencia o resolución). razonado y fundamentado en ley.”