Décimo aniversario del 11 de Septiembre

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Décimo aniversario del 11 de Septiembre:
Consejos para padres y cuidadores
(10th Anniversary of September 11:
Tips for Parents and Caregivers)
El décimo aniversario de los ataques del 11 de Septiembre es un acontecimiento importante para los
Estados Unidos. La mayoría de las personas se concentrarán en recordar a aquellos que fallecieron,
homenajearán a quienes protegieron al país y reflexionarán sobre la capacidad de recuperación del país. Sin
embargo, algunos adultos y niños pueden sufrir el “efecto del aniversario”; es decir, pueden tener
sentimientos intensos o volver a sentir sensaciones fuertes en relación con los ataques.
Es posible que la amplia cobertura de los medios del aniversario y los actos de conmemoración muestren
videos de los ataques. Muchos niños verán por primera vez estas imágenes. Para otros, este enfoque
renovado en la tragedia puede traer los sentimientos del pasado que experimentaron cuando ocurrió el
ataque. Esto les puede pasar especialmente a las personas que fueron afectadas personalmente por la
tragedia. Además, centrar la atención en este momento espantoso que enfrentó el país puede generar un
sentimiento de ansiedad, ya intensificado por nuestro continuo estado de guerra, la problemática situación
económica y los recientes e inesperados desastres naturales.
Los padres y cuidadores conocen mejor a hijos. Lo más importante es reconfortar a los niños y garantizarles
que están protegidos y que cuidará de ellos. Además, al estar consciente de los posibles riesgos y
reacciones, usted puede ayudar a sus hijos a procesar sanamente sus pensamientos y sentimientos sobre el
aniversario.
1. Esté preparado por si sus hijos (y usted) experimentan un resurgimiento de emociones. La
variedad de reacciones dependerá de la historia personal de sus hijos y su conexión con los ataques.
Muchos niños mostrarán un pequeño cambio en sus emociones o comportamiento, o no mostrarán
ningún cambio en absoluto. Los niños mayores pueden experimentar nuevamente los sentimientos de
ansiedad, miedo, enojo o pena que habían sentido cuando ocurrieron los ataques. Algunos síntomas
relacionados pueden incluir comportamiento disruptivo, menor concentración, mayor irritabilidad o
sensibilidad y aislamiento. Generalmente, los síntomas disminuirán con su consuelo y apoyo. Tenga en
cuenta que los niños, especialmente los más jóvenes, siguen los ejemplos de los adultos en cuanto a la
manera de reaccionar ante situaciones y desafíos. Su actitud y sus reacciones modelarán las actitudes y
las reacciones de los niños que cuide.
2. Esté alerta de otras reacciones más graves. Algunos niños pueden mostrar reacciones más
intensas y persistentes que ameriten la intervención de un profesional de la salud mental. Estos
síntomas son:
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negarse a ir a la escuela y dependencia
excesiva;
miedos persistentes relacionados con la
catástrofe;
problemas para dormir tales como
pesadillas, gritos durante el sueño o
micción nocturna;
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quejas físicas sin causa aparente;
aislamiento de familiares y amigos;
tristeza, apatía o disminución de actividad;
preocupación por el desastre.
Preste especial atención a estos síntomas si sus hijos fueron testigos de los ataques, perdieron a un ser
querido, sufrieron trastorno por estrés postraumático (TEPT), tuvieron otros problemas mentales o
experimentaron otra situación traumática. Póngase en contacto con su médico o psicólogo escolar o
bien con un profesional de la salud mental de confianza.
3. Preste atención a la situación de su familia. El estrés adicional de la vida familiar generado por
circunstancias tales como las dificultades financieras, familiares en el servicio militar, movilidad,
problemas de salud o divorcio pueden aumentar la ansiedad y la sensación de inseguridad o riesgo de
los niños. Es sumamente importante que esté tranquilo en estas situaciones.
4. Sepa escuchar. Tómese el tiempo para hablar con sus hijos y sepa escucharlos. Déjelos guiar la
charla. Reconfórtelos diciéndoles que está bien sentirse mal o triste cuando piensan en una situación fea
y que es natural tener esos sentimientos en los aniversarios. Esté atento ante comportamientos que
indiquen que desean hablar, por ejemplo, si dan vueltas cuando lava los platos o trabaja en el jardín. Es
posible que sus hijos prefieran escribir, escuchar música o expresarse artísticamente para canalizar sus
emociones.
5. Restrinja el uso de la televisión y la exposición a imágenes negativas. Es posible que los
medios dramaticen el aniversario. Sus hijos podrían ponerse más ansiosos al ver repeticiones de los
ataques o historias de la Seguridad Nacional, las guerras en curso o los esfuerzos para capturar a los
terroristas que aún están sueltos. También, controle el uso de Internet y de redes sociales.
6. Pase tiempo con su familia. Disfrutar de actividades con sus hijos los ayudará a afianzar su
sensación de estabilidad y normalidad. Realice actividades con ellos, por ejemplo, comer, leer, hacer
deportes o jugar, ir a caminar o andar en bicicleta, o ver programas de televisión que no sean violentos
ni estresantes. Sea observador y esté abierto a sus preguntas, inquietudes o señales de ansiedad en
aumento.
7. Siga una rutina normal, pero sea flexible. Asegúrese de que sus hijos duerman bastante, se
alimenten con regularidad y hagan ejercicio. Esto es especialmente importante, ya que también
se están adaptando a volver a la escuela. Motívelos a mantenerse al día con sus tareas escolares y
actividades extracurriculares, pero no los obligue si parecen agobiados. Pase más tiempo con ellos a la
hora de irse a la cama si tienen dificultades para dormirse.
8. Haga hincapié en lo positivo. Ya sea en la escuela o en el hogar, las actividades relacionadas con el
aniversario deberían concentrarse en los atributos positivos de los amigos o seres queridos que se han
ido, o en los grandes efectos de desarrollo personal del proceso de recuperación. Esto incluye la
importancia de la familia, un compromiso comunitario más sólido, un mayor activismo civil, el deseo de
ayudar a los demás, la tolerancia ante las diferencias entre las personas y una mayor valoración de los
derechos y las responsabilidades de la libertad estadounidense.
9. Comparta cualquier inquietud con los nuevos maestros o profesores de sus hijos. Esto es
importante en todo momento durante el año escolar, pero particularmente en el comienzo, cuando los
maestros o profesores no han tenido tiempo de conocer bien a sus nuevos estudiantes. Comuníqueles si
piensa que sus hijos pueden llegar a experimentar un momento difícil en el aniversario y la mejor forma
de comunicarse con usted.
10. Averigüe la forma en que la escuela de sus hijos planea tratar el aniversario. Es posible que la
escuela tenga un plan para ayudar a los estudiantes durante el período del aniversario. Esto dependerá
de la escuela y puede incluir actividades en las aulas o de conmemoración en toda la escuela. Usted
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debe estar informado de estos planes y saber que participar en estas actividades debe ser la
elección de sus hijos y no una obligación impuesta por la escuela.
11. Recuérdeles a sus hijos que tengan respeto por las reacciones de otras personas. Los niños
no siempre saben cómo reaccionar cuando sus compañeros parecen tristes, asustados o inseguros.
Aconséjeles que acciones simples, como decir: “Siento mucho que estés triste”, harán que tanto ellos
como sus compañeros se sientan mejor. Reitere que burlarse de una persona o acosarla nunca está
bien, que la forma en que alguien expresa sus sentimientos es personal y que todos los sentimientos
son válidos. Sin embargo, motive a sus hijos para que le digan a un adulto si un amigo parece
agobiado por sus emociones o si habla de hacerse daño a sí mismo o de lastimar a otras
personas.
12. Esté atento a sus propias reacciones. Es posible que también el aniversario lo afecte a usted. Sus
hijos recurrirán a usted para que los guíe y también evaluarán la situación actual de acuerdo con las
reacciones que usted tenga. Esté en contacto con familiares, amigos o miembros de su comunidad
religiosa, y no dude en pedir ayuda si la necesita. Cuide su salud y aliméntese bien, haga ejercicio y
duerma con regularidad. Evite consumir drogas o alcohol para sentirse mejor.
© 2011, National Association of School Psychologists, 4340 East West Highway, Suite 402,
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