Bioética. El valor de la biodiversidad ción tan pequeña está siendo afectada por diversas actividades humanas, contaminándola y haciendo que su escasez sea de forma vertiginosa para este escenario complicado de la vida (Burga, 2014). portante relacionar estos procesos ecológicos con las agendas éticas, logrando no evitar que el problema suceda, sino que la verdadera tarea sea mitigarlo antes de que se transforme en una situación ambiental irreversible o que la denominada “retroalimentación positiva” del clima se transforme en algo inmanejable. La crisis medioambiental está ligada a la conservación biológica y el bienestar social, la biodiversidad soporta el funcionamiento de los ecosistemas que proveen diferentes servicios a la humanidad y contribuyen a la calidad de vida de la población. Por tal razón, la bioética se plantea como un mecanismo para dar solución a la crisis ambiental, debido a que se puede llegar a reflexionar sobre los fundamentos, deberes y responsabilidades del ser humano con la naturaleza, los seres vivos y las generaciones futuras desde la mirada conjunta del desarrollo sostenible. El verdadero objetivo es evaluar la crisis socioecológica planetaria bajo la lupa de los principios éticos derivados de las continuas reflexiones humanas sobre la degradación y crisis ambiental, en procura del rescate de sus valores directos e indirectos que se relacionan estrechamente con la mejora de la calidad de vida de los seres humanos. Algunas claves para lograr formas amables de relación con el entorno pueden ser, más que la intervención de nuevas fórmulas, la participación de las comunidades en la comprensión y generación de nuevos valores ambientales. La clave es lograr que estos puedan expresarse; igualmente, no se trata de volver al pasado romántico y utópico, sino de la necesidad de ampliar el espectro de perspectivas en actividades como la educación ambiental a diversas escalas, el análisis de los impactos ambientales desde diferentes actores y los esfuerzos por considerar y articular las diversas realidades ecológicas y culturales para la construcción de un planeta más justo, más soportable y sustentable. Según Saavedra (2010), hoy es necesaria, de manera urgente, una reducción de la degradación del hábitat; éste es un proceso que está en pleno cambio y evolución y todo indica que será cada vez más gravitante en la agenda política mundial. Para muchos científicos, es im28