El ayuno bahá’í: ventajas espirituales y terapéuticas “Os hemos prescrito ayunar durante un breve periodo y a su término os hemos designado Naw-Rúz como fiesta...”Absteneos de comer y beber desde la salida hasta la puesta del sol y, cuidado, no sea que el deseo os prive de esta gracia designada en el Libro”. Desde el punto de vista terapéutico el ayuno es una cura depurativa, que estimula la eliminación de los deshechos de los tejidos, reduce el sobrepeso, aumenta las defensas inmunitarias naturales, despierta la mente e influye positivamente en la vida interior. Una alimentación desordenada, la vida sedentaria, el abuso del el tabaco y la contaminación ambiental favorecen la acumulación de toxinas en las células y en los tejidos del organismo que pueden ser causa de muchas enfermedades y provocar el envejecimiento precoz. Por eso muchos médicos aconsejan eliminar periódicamente los residuos y desintoxicar el organismo con un ayuno o cura depurativa. Porqué es bueno ayunar - Desde el punto de vista espiritual: el ayuno es, según Shoghi Effendi, “Esencialmente un período de meditación y oración, de recuperación espiritual, durante el cual el creyente debe tratar de efectuar en su vida interior los reajustes necesarios, y refrescar y robustecer las fuerzas espirituales latentes en su alma. Su significado y propósito son, por tanto, fundamentalmente de carácter espiritual. El ayuno tiene carácter simbólico, y es un recordatorio de la abstinencia de deseos carnales y egoístas”. - Desde el punto de vista fisiológico, el ayuno es el mejor método para desintoxicar y revitalizar el organismo. Nuestro organismo se libera cotidianamente de miles de sustancias que se llaman toxinas. Se trata de residuos indigeribles de los alimentos, subproductos tóxicos del metabolismo, ácidos o compuestos químicos diversos, sustancias contaminantes de los alimentos (conservantes, pesticidas, hormonas...) ... ¿Cómo se deshace el organismo de estos “huéspedes” indeseables? A través de los órganos excretores, es decir, de los riñones e intestino, en primer lugar, y en segundo término del hígado, los pulmones y la piel. Si todo funciona correctamente y se come de una forma sana, el equilibrio de las entradas y salidas va a la par y uno se siente bien. Pero si el organismo tiene que expulsar cada día una gran cantidad de sustancias nocivas, es posible que los riñones y el intestino no puedan hacer el trabajo de limpieza adecuadamente y las toxinas se acumulen en los depósitos grasos, las articulaciones y el tejido conectivo. Esto impide el funcionamiento normal del organismo y como consecuencia éste se enferma. Cuando ayunamos las toxinas escondidas en estos depósitos pasan a la circulación y se eliminan. Al mismo tiempo los órganos expulsores recobran su eficacia y vitalidad. El resultado es que el cuerpo se desintoxica, al tiempo que revitaliza. El despertar mental y creativo Los efectos del ayuno no se limitan al cuerpo, sino que se extienden también a las funciones intelectuales y a la vida espiritual. Mientras ayunamos hay un predominio del sistema parasimpático, que es el responsable del relajamiento, del reposo y del ahorro de energía, mientras que su antagonista, el sistema simpático, que sólo predomina en las horas de vigilia, favorece el consumo de energía, la producción de fuerza y de actividad. Este trasvase de predominio del simpático al parasimpático, que es típico del ayuno, hace que después de unos días de ayuno uno se sienta con la moral más alta. Es como si la desintoxicación radical y la activación de las defensas inmunitarias formaran un rebulsivo general que anima a la mente y estimula los sistemas de autorregulación de la psiquis. Cómo ayunar Mientras dure el ayuno hay que acostarse temprano, reposar mucho y no estresarse con preocupaciones externas. Es recomendable que una semana antes se inicie una preparación espiritual, física y mental. Durante la semana previa al ayuno cada día se puede adelantar 15 minutos la hora de levantarse, y aprovechar ese tiempo extra para hacer oraciones y leer textos sagrados y acostumbrar al cuerpo a desayunar más temprano. Así mismo es conveniente reducir progresiva y lentamente las raciones de la comida del mediodía y de la noche, evitar los alimentos muy dulces y los que tienen mucha grasa -para ir acostumbrándose a una dieta más ligera-, y a acostarse más temprano. Menú tipo durante el ayuno Antes de salir el sol - Zumo de manzana, uva o naranja. Tomar un complemento multi-vitamínico-mineral en comprimidos. - 1 vaso de leche de vaca, o de soja, o de almendras. - 1 bol de muesli, o de copos de avena, o de cereales para el desayuno, o 3 galletas, o 2 rodajas de pan (mejor integral y tostado) - 5 unidades de frutos secos (dátiles, almendras, higos secos, pistachos, orejones, nueces) - 1 huevo duro, o 100 g de queso, o 50 g de jamón... - 2 vasos de agua o caldo vegetal Al ponerse el sol El ayuno debe romperse de forma lenta y progresiva, tomando primero alimentos líquidos muy lentamente y a pequeños sorbos. Para romper el ayuno: - 1 vaso de caldo vegetal (hecho con apio, cebolla, col) y el zumo de medio o un limón; o 1 té; o 1 vaso de licuado de zanahorias y frutas con dos gotitas de aceite de oliva. - Pasada media hora o más (si se está en casa este tiempo se puede dedicar a hacer oraciones) se puede tomar la comida fuerte del día, de raciones moderadas y que debería comerse muy lentamente, masticando bien los alimentos y en un ambiente de tranquilidad. Debería contener los siguientes ingredientes: - Sopa o puré - Verduras hervidas y crudas - Carne, pescado o huevos - Cereal o legumbres secas: arroz, quinoa, pasta, lentejas... - Fruta fresca o postre lácteo Antes de acostarse: - yogur, o 1 vaso de leche - 1 infusión digestiva y sedante (azahar, melisa, María Luisa...) Los síntomas de la depuración La primera prueba de que el ayuno te sienta bien es la aparición de algunos síntomas molestos. Cuando las toxinas pasan a la circulación, se pueden sentir los siguientes síntomas: cansancio, irritabilidad, dolor de cabeza, náuseas, mareos, granitos en la piel, lengua sucia y pastosa, orina oscura u olorosa, etcétera. También se pueden reavivar síntomas de procesos vividos anteriormente y que fueron “cortados” con medicamentos. Todos estos síntomas en vez de preocuparnos, deberían alegrarnos ya que son un signo inequívoco de que el proceso de depuración está funcionando. Preguntas y respuestas - ¿Cuándo empieza el ayuno? El día 2 de marzo, y termina el día de Naw-Rúz, es decir, el 20 de marzo. - ¿Todo el mundo puede hacer ayuno? Desde el punto de vista médico, todas las personas que tienen más de 15 años excepto las que sufren graves y avanzados problemas de salud o las que tienen poca energía vital o un mínimo peso pueden hacer ayuno. El Kitáb-I-Aqdas dice: “Os hemos prescrito orar y ayunar a partir del comienzo de la madurez; así os lo ordena Dios, vuestro Señor y Señor de vuestros antepasados. El ha eximido de ello a los débiles por causa de enfermedad o edad, como un favor de Su presencia y El es el Perdonador, el Generoso”. Por tanto el ayuno es obligatorio para hombres y mujeres a partir de la mayoría de edad, es decir, después de los 15 años. - ¿Quienes están exentos de hacer ayuno? Tal y como figura en el Aqdas, están eximidos de ayunar los siguientes casos: . Las personas que estén haciendo un viaje que exceda de 9 horas. . Los que viajan a pie si su viaje excede de dos horas. . Los que interrumpen su viaje durante un periodo inferior a los 19 días. . Los que llegan a un lugar de viaje durante el ayuno y van a permanecer allí 19 días o más, sólo están exentos de ayunar los tres primeros días después de su llegada. . Los que llegan a su casa de viaje durante el ayuno deben empezar a ayunar desde el día en que llegan. . Los enfermos . Las personas de más de 70 años. . Las mujeres embarazadas. . Las mujeres que amamantan. . Las mujeres en los días de menstruación, pero si en esos días dejan de hacer el ayuno están obligadas a efectuar abluciones y repetir 95 veces al día el siguiente versículo: “Glorificado sea Dios, el Señor de Esplendor y Belleza”... . Los que están ocupados en faenas arduas, a quienes se recomienda mostrar respeto por la ley empleando discreción y moderación al valerse de dicha exención. ¿Se puede ayunar en otra época del año? “Hacer votos de ayuno (en un mes diferente del prescrito para ayunar) está permitido. Sin embargo, son preferibles ante Dios los votos que aprovechen a la humanidad”. Sinopsis y Codificación del Kitáb-i-Aqdas, pag 156 ¿Se puede fumar durante las horas de ayuno? No. Tal y como figura en la nota nº 32 del Kitáb-I-Aqdas (pag. 196), “‘Abdul’l-Bahá, tras precisar que ayunar consiste en abstenerse de comer y beber, indica además que fumar es una forma de “beber”, por tanto no se puede fumar durante las horas de ayuno. ¿Qué pasa si por equivocación bebo o como algo sin darme cuenta durante las horas en que no está permitido? Si ocurre esto no hay que darle la más mínima importancia ni por ello romper el ayuno. Al darnos cuenta debemos dejar el alimento que estábamos tomando o bebiendo y continuar haciendo el ayuno como si no hubiera pasado nada. ¿Se puede tomar chicle en las horas de ayuno? No, ya que aunque el chicle no se trague, contiene sustancias nutritivas como el azúcar que vamos tomando lentamente y que por tanto es lo mismo que si ingiriéramos algún alimento. ¿Puedo hacer el ayuno antes de los 15 años? Todo depende de tu constitución y estado físico. Muchos jóvenes prefieren entrenarse en el ayuno antes de cumplir la edad en que están obligados a ello para comprobar si realmente son capaces de hacerlo. Lo más prudente es que lo consultes con tus padres y dos o tres años antes empieces a practicar el ayuno espiritual, es decir, te levantes al amanecer para hacer las oraciones y te abstengas de todo aquello superfluo que contenga tu dieta (dulces, golosinas, postres...), y pruebes a ayunar los días en que no tienes que ir al colegio.