Defendiendo la Revolución se defienden los intereses del campesino

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NACIONAL
por MARIANELA MARTÍN GONZÁLEZ
[email protected]
ES bueno tener claro que este 17
de mayo estamos arribando al aniversario 55 de la firma por Fidel de
la Primera Ley de Reforma Agraria
y al 53 de la constitución de la
Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), en condiciones distintas a las de hace años.
La anterior es la primera precisión que nos hace Rafael Santiesteban Pozo, presidente de la organización, y sabe muy bien por qué
lo dice. Cuenta en su aval, y lo reconoce con mucho orgullo, proceder
de una familia campesina y poseer
un vasto historial dentro de la ANAP.
Escucharlo nos permitió aquilatar su capacidad para conducir a
más de 380 000 campesinos hacia las transformaciones que vienen acometiéndose en el agro. Es
licenciado en Contabilidad y Finanzas, y máster en Cultura Económica y Política.
—La organización constantemente proclama defender por encima de cualquier interés de clase, colectivo o individual, los principios de la Revolución. ¿Cómo se
complementan los intereses del
campesinado y la Revolución?
—Defendiendo la Revolución
se defienden los intereses del campesinado, que ha sido una clase
revolucionaria en todos los tiempos. Un referente de ese sentimiento se resume en Niceto Pérez, uno de los mártires del sector,
asesinado hace 68 años por exigir
lo que hoy son conquistas en el
campo cubano. A los campesinos
la Revolución no solo les dio el derecho a la tierra: les dio dignidad.
«Defender la Revolución es defender el liderazgo como condición
para dirigir la base productiva y a
todos los niveles en la ANAP, pues
para conducir las cooperativas se
requieren dirigentes que se distingan por su ejemplo y capacidad de
movilización, por su incondicionalidad a los intereses del pueblo.
«Si una cooperativa tiene un
buen líder seguramente funcionará bien, y allí podrán resolverse una
serie de problemas que tienen sus
campesinos, las familias de estos
y la comunidad donde está enclavada. Podrán, asimismo, socializarse algunas producciones colectivas, los medios y equipos para
producir y comercializar».
—¿Las transformaciones en la
estructura agrícola indican que la
reforma agraria del país no se detiene?
—El proceso de entrega de tierra en usufructo, refrendado en los
Decretos-Ley 259, 300 y 311 ha
rejuvenecido al campo. Más de
28 000 de los asociados a nuestra organización son menores de
30 años. Sin embargo, esa fortaleza ha creado otro desafío: cultivar
la cultura campesina.
«Ya no son los aportadores de
tierra y fundadores quienes conforman las cooperativas. Se nos han
incorporado cerca de 140 000 usufructuarios. Es cierto que con la llegada de estos ha aumentado el nivel profesional, pues se cuenta con
una cifra significativa de universi-
SÁBADO
17 DE MAYO DE 2014
juventud rebelde
Defendiendo la Revolución
se defienden los intereses del campesino
Cuba arriba a los 55 años de que Fidel firmara la Ley de Reforma Agraria
en medio de un proceso de entrega de tierras en usufructo que ha
rejuvenecido la campiña
Rafael Santiesteban. Foto: Omar Izquierdo Martín
tarios de diferentes especialidades
y técnicos medios. Pero, pese al nivel escolar que posean, requieren
capacitación, porque no todos tienen el arraigo campesino que también hace falta para que en el campo haya prosperidad sostenible.
Los quintales no lo son todo.
«Por eso la ANAP se ha planteado trabajar mucho más con ellos
en las cooperativas, para que se
valoren de acuerdo con sus potencialidades, y que a la hora de hacerse el análisis de sus aportes
productivos se evalúen con objetividad y de manera integral.
«Nos hemos propuesto dar a conocer los mejores ejemplos entre
los productores, cambiar los enfoques, tanto en los encuentros de
las juntas directivas de las cooperativas como en las asambleas
generales y las reuniones con los
cuadros. Allí deben abordarse los
temas que interesan a los productores y que pueden frenar su desempeño y bienestar.
«En ellas se debe promover el
desarrollo de la ciencia y la técnica; porque de la misma manera
en que hace falta seguir cultivando la voluntad de las personas, es
necesario incorporar los adelantos científicos y tecnológicos, para
incrementar rendimientos y humanizar las labores del campo.
«Tenemos convenios con más
de 30 instituciones, entre universidades y centros de investigación.
Con ellas concertamos estrategias
para mejorar semillas, desarrollar
la ganadería y la recuperación de
las propiedades de los suelos».
—¿Cómo el campesinado asume las políticas que van dando forma a la actualización del modelo
económico del país?
—La batalla económica constituye la tarea principal y la tenemos
colocada en el centro del trabajo
ideológico, porque de ella depende, como ha dicho Raúl, la sostenibilidad y preservación de nuestro sistema social.
«Si vamos a los Lineamientos
del Sexto Congreso del Partido, el
Más de 28 000 campesinos menores de 30 años están integrados a la
Asociación Nacional de Agricultores Pequeños. Foto: Roberto Suárez
sector nuestro tiene gran repercusión en la concreción de los mismos. Eso se ha evidenciado con
medidas como la entrega de tierras en usufructo, con el objetivo
de elevar la producción de alimentos y reducir las importaciones.
«Nuestras cooperativas también
tienen un peso importante en los
proyectos para el desarrollo local,
en especial los referidos a la producción de alimentos.
«Hemos extendido en todo el
país cultivos como el frijol. En lo
que va de año el sector ha vendido al Estado más de 30 000 toneladas de ese grano y tiene la responsabilidad de tributar el mayor
volumen de ese producto en el
país durante el 2014.
«Este año los campesinos asumirán más de la mitad de las ventas totales de arroz al Estado. Hasta la fecha le han vendido más de
40 000 toneladas de carne de cerdo, más de 50 millones de litros de
leche y 14 000 toneladas de maíz.
«La ANAP se involucra en la actualización de manera permanente
al abogar por el uso racional de los
recursos naturales. El sector cooperativo y campesino es responsable de que el área agrícola del país
que atiende, produzca de manera
sostenible. Promueve, además, la
aplicación de la ciencia y la técnica
en función del incremento de la producción de alimentos y la salud animal, en todos los eslabones de la
cadena productiva.
«En aras de disminuir los costos
de producción y preservar el medio ambiente, potencia el uso de
biofertilizantes y bioplaguicidas que
permitan reducir las importaciones.
«Asimismo, se trabaja para
adecuar la producción a la demanda y a las transformaciones que
en torno a la comercialización están ocurriendo, y para que se respeten los contratos.
«Exigimos porque se cumpla la
disciplina tecnológica,por continuar
reduciendo las tierras improductivas y aumentar los rendimientos
mediante la diversificación, la rotación y el policultivo.
«El proceso de actualización ha
dotado al campesinado de una cultura jurídica para establecer sus
contratos y poder enfrentar cada
reto. Ha sido una posibilidad en la
que se han abierto varios escenarios para que participen los productores de manera protagónica,
como es el caso de las ventas
directas a los hoteles, al consumo
social y al mercado mayorista, entre otras oportunidades».
—¿Cómo repercuten las limitaciones de insumos?
—Aunque no es lo único debe
haber un respaldo para que se les
faciliten los recursos e insumos a
los productores. El país, en correspondencia con sus condiciones actuales, protege los programas priorizados. Ha dado preferencia a las
producciones que más impactan a
la economía nacional, como el cultivo de frijol, maíz, caña, leche, carne, miel, café y tabaco.
«Estas, por su impacto automático, son priorizadas para la asignación de insumos. Eso no quiere
decir que el resto no tenga importancia, pero los recursos se planifican de acuerdo con las producciones que se demandan a través
de las empresas, que son las que
hacen contratos con las cooperativas, y estas a su vez firman los
contratos con sus productores.
«A partir de esos contratos se
aseguran los insumos productivos
que son factibles y algún volumen
de petróleo, fertilizantes y otros recursos».
—¿Quiere decir que ni la producción contratada tiene todo el
respaldo de insumos?
—No. Por eso hablamos de alternativas, del Movimiento de campesino a campesino para diseminar las mejores prácticas agroecológicas, que promueven el uso de
abonos orgánicos y otros bioproductos. Hay programas como el ganadero, que se garantiza mediante las tiendas del Grupo Empresarial de Logística del Ministerio de la
Agricultura y algunas tiendas de Comercio Interior, que se les vendan
a precios no subsidiados equipos
como molinos de viento, sistemas
de riego y otros recursos necesarios para fomentar ese programa».
—Hay lugares marcados por
un fatalismo geográfico, y otros
agraciados por la existencia y calidad de los recursos naturales.
¿Cómo nivelar esas diferencias si
se plantea que los insumos serán
a precios no subsidiados para todos, sin distinción de los campesinos menos prósperos?
—No se dejará desprotegido a
ningún campesino. Dentro de los
programas de desarrollo local está
previsto el análisis particular en cada uno de los lugares. Tenemos que
trabajar más estrechamente con
los gobiernos para eso. En el orden
social la cooperativa interactúa con
la comunidad para fortalecer toda la
infraestructura y facilitar respuestas a sus principales necesidades.
—¿Cuáles problemas inciden
en la contratación?
—Uno de los retos para perfilar
ese proceso es ser capaces de
identificar de manera más objetiva
las potencialidades que existen en
cada uno de los lugares y de cada
categoría productiva. Esa demanda debe organizarse eficientemente desde la provincia y hasta el
productor. El otro gran reto tiene
que ver con la comercialización de
la producción. Ha existido la apertura, y esta implica preparar las
condiciones, seguir fortaleciendo
el uso de los medios colectivos y
atender aquellas cooperativas que
no tienen esas posibilidades y están en desventaja para enfrentar
la nueva manera de contratación y
comercialización.
«También tenemos que seguir
incorporando las reservas productivas que nos quedan entre los productores. Me refiero a mejorar la
explotación de las áreas para que
los rendimientos sean superiores».
—¿Cuál es la mayor amenaza
para que el sector cumpla con sus
compromisos en la producción de
alimentos?
—Las dificultades con la capacidad financiera de algunos organismos para financiar los recursos
que aseguran la producción, y los
impagos a los productores.
—¿Qué oportunidades tiene el
campesinado para no detenerse?
—Contar y participar de manera activa en las transformaciones
que tienen lugar en Cuba para
actualizar su modelo económico.
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