INGRESO, DESIGUALDAD Y POBREZA: 1995 - 2005 Matías Riutort, 2006 El objetivo de este trabajo es analizar el comportamiento de los indicadores de pobreza en el período 1995-2005. En este caso nos estaremos refiriendo exclusivamente a la pobreza de ingresos, uno de los indicadores más importantes en la determinación del nivel de vida de la población. Aunque el nivel de pobreza está determinado directamente por el comportamiento del ingreso real de la población y la distribución del ingreso, depende a su vez indirectamente de todas aquellas variables que determinan el ingreso real y la distribución del ingreso. En ese sentido el nivel de pobreza alcanzado en un determinado período va a depender del crecimiento económico, del nivel inversión, del comportamiento de los precios, de las exportaciones, de la política fiscal, de la política monetaria, de la política cambiaria, del desempleo, de la productividad, etc.1 En este sentido, la evolución del nivel de pobreza de una población puede ser considerada como un indicador del desempeño económico de un país y de la eficacia de las políticas económicas aplicadas. La política económica en general será eficaz desde el punto de vista social si ella logra que la economía evolucione de tal manera que sea capaz de remunerar a sus trabajadores por encima de los niveles de inflación. Si el ingreso real o poder adquisitivo de la población se reduce, se deteriorará el nivel de vida de la población y la políticas económicas aplicadas habrán fracasado. En los primeros puntos de este trabajo se hará referencia al método utilizado para la medición de la pobreza y a los indicadores de pobreza. Posteriormente se analizará la evolución del ingreso, los precios y el poder adquisitivo que son variables que directamente determinan el comportamiento de los niveles de pobreza. En los puntos siguientes se analizará la evolución de los indicadores de pobreza, la distribución del ingreso y la distribución de la población por estratos de ingresos. Método Utilizado para la Medición de la Pobreza Las estimaciones de pobreza que se presentan en este trabajo están basadas en el 1 Para un análisis más detallado de estas relaciones ver: Matías Riutort y Ronald Balza (2001). 1 Método de la Línea de Pobreza. Los datos para estas estimaciones provienen de la Encuesta de Hogares por Muestreo del Instituto Nacional de Estadística (INE). El estimador utilizado es el Porcentaje de Pobreza, el cual indica qué proporción de los hogares tiene ingresos per cápita que están por debajo de la Línea de Pobreza per cápita, entendiéndose como Línea de Pobreza al valor de una Canasta Normativa de Consumo Total, la cual incluye alimentos más otros bienes y servicios. En este sentido a un hogar se le considera en situación de pobreza si su ingreso per cápita no logra cubrir el costo per cápita de esta canasta. De igual forma, a una persona se la considera en situación de pobreza si ella pertenece a un hogar pobre. De acuerdo a este planteamiento el estimador de pobreza puede estar referido a hogares o a personas. En este trabajo los estimadores de pobreza estarán referidos exclusivamente a personas2. La razón de esta elección es que la metodología Foster-Greer-Thorbecke (FGT), aplicada a datos agrupados, utilizada en este trabajo y expuesta más adelante, suministra resultados más fidedignos a nivel de personas que a nivel de hogares. La estadística a nivel de personas puede ser un mejor reflejo de la situación de pobreza de una población. Por ejemplo, si un hogar que está en situación de pobreza está conformado por 10 miembros, entonces a nivel de personas se dirá que hay 10 personas en situación de pobreza. Por otro lado, la Línea de Pobreza Extrema es el valor per cápita de una Canasta Normativa que sólo incluye a los alimentos necesarios para cubrir los requerimientos calóricos y proteicos de los individuos. Se dice que un hogar está en condición de pobreza extrema si su ingreso per cápita no logra cubrir el costo per cápita de la canasta alimentaria. De igual forma, a una persona se la considera en situación de pobreza extrema si ella pertenece a un hogar en pobreza extrema. Es importante señalar que el porcentaje de pobreza a nivel de personas siempre es mayor que el porcentaje de pobreza a nivel de hogares Esto ha sido históricamente así y tiene una justificación estadística y es que los hogares más pobres están constituidos por un mayor número de personas. Los niveles de pobreza están determinados por el ingreso per cápita de los hogares, el valor de la Canasta Normativa de Consumo y la distribución del ingreso. Por supuesto, el comportamiento de la inflación determina la evolución del valor de la canasta. Con la información suministrada por la Encuesta de Hogares se determina el ingreso per cápita de cada hogar y a las personas de un mismo hogar se les asigna el ingreso per cápita correspondiente. El ingreso per cápita de cada persona se compara con el valor per cápita 2 Las estadísticas de pobreza a nivel de hogares se pueden consultar en el Anexo de este trabajo. 2 de la Canasta Normativa de Consumo Total y de la Canasta Normativa de Alimentos. Se cuentan las personas que tienen ingresos por debajo de cada una de ellas y eso determina el porcentaje de personas en situación de pobreza y el porcentaje de personas en situación de pobreza extrema, respectivamente. El ingreso per cápita se calcula según el ingreso total del hogar: ingresos provenientes del trabajo más ingresos por otros conceptos diferentes al trabajo3. Los Indicadores de Pobreza4 Hay tres indicadores de pobreza que corresponden a la clase de índices propuesta por Foster-Greer-Thorbecke (FGT): Porcentaje de Pobreza, Intensidad y Severidad5. a) Porcentaje de Pobreza El Porcentaje de Pobreza se obtiene dividiendo el número de personas6 entre la población total. (…) El Porcentaje de Pobreza solamente indica qué proporción de la población total representan las personas cuyos ingresos están por debajo de la línea de pobreza, pero no indica cual es la intensidad de la pobreza. Es decir, el Porcentaje de Pobreza no indica si los ingresos de las personas pobres están cerca o lejos de la línea de pobreza. En otras palabras, este indicador es insensible a las disminuciones de ingreso de las personas que están por debajo de la línea de pobreza. Por esta razón para complementar la información suministrada por el Porcentaje de Pobreza se calcula la Intensidad de la pobreza. b) Intensidad de la pobreza (Brecha de Pobreza) (…) La Intensidad de la pobreza es la brecha de la pobreza puesto que mide la distancia media relativa de los ingresos de los pobres con relación a la línea de pobreza. La Intensidad puede ser interpretada como el gasto medio per cápita, en relación a la línea de pobreza, en que se debería incurrir para eliminar la pobreza. En la medida que el ingreso medio de los pobres esté más cerca de la línea de 3 El concepto de ingresos diferentes al trabajo incluye los siguientes rubros: renta de propiedades, intereses o dividendos, jubilación por trabajo, pensión o jubilación por seguro social, pensión de sobreviviente, orfandad, etc., beca o ayuda escolar, subsidio familiar (beca alimentaria), ayuda familiar o de otra persona y otros. 4 Para mayores detalles sobre estos indicadores consultar: Matías Riutort (1999a) 5 Ver Psacharopoulos et al. (1997), Datt y Ravallion (1992), Escobar (1990), Foster , Greer y Thorbecke (1984) y Kakwani (1980) 6 La unidad de estudio también puede ser el hogar. 3 pobreza, la Intensidad tiende a tomar el valor cero. En ese caso la pobreza no es tan intensa. En el otro extremo, si el ingreso medio de los pobres tiende a tomar un valor muy bajo, es decir, muy lejano a la línea de pobreza, entonces la Intensidad tiende a tomar el valor H. En ese caso se dirá que la pobreza es sumamente intensa. Por otro lado, la Intensidad de la pobreza extrema mide la distancia media relativa de los ingresos de las personas en situación de pobreza extrema con relación a la línea de pobreza extrema. En este caso la Intensidad puede ser interpretada como el gasto medio per cápita, en relación a la línea de pobreza extrema, en que se debería incurrir para eliminar la pobreza extrema. Otra forma de analizar la distancia que hay entre los ingresos y la línea de pobreza es calculando la Brecha de Ingreso la cual utiliza el ingreso medio de los pobres. La brecha de Ingreso es el porcentaje de la canasta no cubierto por el ingreso medio de los pobres. Mientras que la Brecha de Ingreso extrema es el porcentaje de la canasta alimentaria no cubierto por el ingreso medio de las personas en pobreza extrema. Como se puede observar, la Intensidad es un mejoramiento en relación al Porcentaje de pobreza, ya que permite verificar si en promedio los individuos están cerca o lejos de la línea de pobreza. Al comparar dos distribuciones de ingresos en períodos de tiempo diferentes, la Intensidad indicará si la pobreza se ha intensificado o por el contrario es ahora menos intensa. Sin embargo, la Intensidad de la pobreza no considera los efectos de los cambios en la distribución del ingreso entre los pobres en los casos en que el ingreso medio de este grupo no se afecta. En otras palabras, si de una población a otra el ingreso medio de los pobres no cambia, la Intensidad permanecerá fija, aunque la distribución del ingreso se haya empeorado. c) Severidad de la Pobreza (…) La Severidad de la pobreza soluciona la debilidad que presenta la Intensidad asignando un mayor peso a los ingresos de los más pobres. Si el ingreso de los pobres está muy cercano a la línea de pobreza, la Severidad tiende a tomar el valor 0. En este caso se dirá que la pobreza no es severa Por el contrario, si el ingreso de los pobres es muy bajo, tiende a tomar valores cercanos al Porcentaje de Pobreza. En este caso se dirá que la pobreza es sumamente severa. (…) Ingreso, Inflación y Poder Adquisitivo 4 De acuerdo a la información suministrada por INE a través de las Encuestas de Hogares por Muestreo, el ingreso per cápita nominal de los hogares aumentó en 73,6% en 1998. Por su parte, el valor de la Canasta Normativa de Consumo se incrementó en 39,5%. Esto permitió que el poder adquisitivo de los hogares se incrementara en promedio en 24,4% (ver Cuadros 1, 2, 3 y 4). En el bienio 1999-2000 el crecimiento del ingreso per cápita no logró superar el crecimiento del Valor de la Canasta Normativa de Consumo, y la pérdida de poder adquisitivo fue de 6,6% en 1999 y de 1,8% en el 20007. Esto indica que en estos dos años el ingreso real se redujo. En los años 2001 y 2002 se logra una leve recuperación del poder adquisitivo ya que el crecimiento del ingreso superó al crecimiento del valor de la Canasta de Consumo. Sin embargo, esta recuperación fue completamente anulada por el fuerte deterioro que sufrió el ingreso real en el año 2003 y en menor medida en el año 2004. El ingreso per cápita real del año 2004 es 23% inferior al de 1998. Esto quiere decir que el poder de compra del ingreso de los hogares se redujo en esa magnitud en el período 1999-2004. Obviamente, estos resultados, conjuntamente con los cambios en la distribución del ingreso, determinan el comportamiento de los indicadores de pobreza, como se verá más adelante. La relación entre el comportamiento del ingreso per cápita real y el nivel de pobreza se puede apreciar en el Gráfico 1. 7 Es importante señalar que el valor de la Canasta Normativa de Consumo se valora según las estadísticas de precios del BCV para el período 1999-2000. Para otros años se utiliza el valor de la canasta suministrado por el INE (ver Cuadro Anexo 3). 5 6 A pesar de que los niveles de inflación del período 1999-2004 son inferiores a los registrados en el período 1995-1998, la economía no fue capaz de generar ingresos suficientes que superaran en forma permanente el crecimiento de los precios. Esto obviamente es el resultado de una economía cuyo producto interno bruto real per cápita se redujo en relación al nivel alcanzado en 1998, que ha funcionado con altos niveles de desempleo e informalidad y donde el porcentaje de trabajadores con ingresos inferiores al salario mínimo se incrementó permanentemente (ver Cuadro 5 y Gráficos 2, 3 y 4). Es evidente que no basta con una política económica cuyo principal objetivo es reducir la inflación, más aún, cuando ha estado basada en un anclaje cambiario que ha desestimulado la producción nacional y las exportaciones no petroleras privadas, restando competitividad y oportunidades de empleo. De hecho, un alto porcentaje del consumo interno se satisface con productos importados. Por otro lado, los controles de precios, el otro pilar de la política anti-inflacionaria, producen una asignación ineficiente de los recursos y desestimulan la producción. A estos factores hay que agregar el hecho que la economía se ha desenvuelto en un ambiente de incertidumbre e inestabilidad política y económica que ha desestimulado la inversión. La política anti-inflacionaria debe estar acompañada de una política de estímulo a la inversión, la producción y la generación de empleo. Ese estímulo debe estar orientado hacia las actividades intensivas en mano de obra. Además, una política anti-inflacionaria basada únicamente en la disponibilidad circunstancial de recursos externos no es 7 sostenible. De igual forma, no se puede basar la estrategia de crecimiento únicamente en el impulso fiscal, el cual también está financiado por recursos que pueden ser transitorios. La estabilidad económica no estará garantizada mientras no se reduzca la excesiva dependencia relativa de los ingresos petroleros. De igual forma es necesario reducir la dependencia de las exportaciones petroleras mejorando la participación de las exportaciones no petroleras. De hecho la extrema volatilidad que ha caracterizado a la economía se debe, entre otros factores, a la elevada concentración de sus exportaciones y a la dependencia fiscal de los tributos del sector petrolero. Hay que tener presente que la estabilidad económica y de precios, son condiciones necesarias para la solución al problema de la pobreza. La inestabilidad ocasiona caídas importantes de inversión, de producto, empleo y de salarios reales, cuya recuperación, por lo general, no se logra en el corto plazo. De esta forma la inestabilidad recurrente puede ocasionar caídas permanentes de los salarios reales y como consecuencia de ello un deterioro continuo en los indicadores de pobreza8. Para el año 2005 el ingreso per cápita nominal de los hogares se incrementó en 45,7% (ver Cuadro 2). Este resultado es consecuencia, de acuerdo a la Encuesta de Hogares, de aumentos asociados principalmente a ingresos por concepto de trabajo y en menor medida a ingresos por conceptos diferentes al trabajo como son, por ejemplo, las transferencias gubernamentales. Esto se puede visualizar considerando el ingreso medio por perceptor de ingreso (ver Cuadros 6 y 7). El ingreso medio por trabajo por perceptor aumentó en 46,4%, mientras el ingreso medio por conceptos diferentes al trabajo aumentó en sólo 15,8%, lo que determina un crecimiento del ingreso medio por perceptor de 44,7%9. Es interesante verificar cómo fue el comportamiento del ingreso medio por trabajo según la categoría de ocupación. El crecimiento del ingreso medio por trabajo fue bastante similar para todas las categorías de ocupación, reasaltando, sin embargo, el crecimiento que tuvo el ingreso medio de los trabajadores por cuenta propia el cual aumentó en 50,3% (ver Cuadro 8). Teniendo en cuenta que el valor de la Canasta Normativa de Consumo aumentó en 14,7%, entonces el poder adquisitivo del ingreso per cápita de los hogares se incrementó en 27% para el primer semestre de 2005 (ver Cuadro 4). Este comportamiento de la inflación y 8 Ver: Matías Riutort (1999a) y Matías Riutort y Ronald Balza (2001). 9 Llama la atención que el Indice de Remuneraciones calculado por le BCV indica que las remuneraciones aumentaron en sólo 21% desde el primer semestre de 2004 al primer semestre de 2005. 8 de los ingresos permite una reducción en los niveles de pobreza, tal como se verá más adelante. Hay que recordar también que para el primer semestre de 2005 se redujeron la informalidad y el desempleo y el producto continuó creciendo. Sin embargo, el PIB per cápita real sigue siendo inferior al alcanzado en el año 1998, el porcentaje de trabajadores con ingresos inferiores al salario mínimo es de 47,7% y la distribución del ingreso se deteriora. 9 10 11 Pobreza y Desigualdad En el año 1998 el 52,7% de las personas tenía ingresos inferiores a la Línea de Pobreza (valor de la Canasta Normativa de Consumo Total). Este es el año en que se produce una reducción importante en los indicadores de pobreza, gracias a la recuperación del poder adquisitivo del ingreso de los hogares, tal como se señaló anteriormente. Esto ocurre luego de que en el período 1995-1997 se registraran los niveles de pobreza históricamente más altos que ha tenido Venezuela. En 1995 el 67,6% de las personas llegó a tener ingresos inferiores a la Línea de Pobreza como consecuencia, básicamente, de la profunda crisis financiera que tuvo lugar en el país en el año 1994 (ver Cuadro 9) 10. El deterioro del poder adquisitivo y los altos niveles de desempleo e informalidad en los años 1999 y 2000 condujeron a niveles de pobreza superiores a los registrados en 1998. Mientras que en el año 2001 se produce una leve recuperación del poder adquisitivo lo que condujo a una pequeña reducción en el nivel de pobreza. Sin embargo, en el año 2002 el porcentaje de personas pobres nuevamente aumenta a pesar de una recuperación más significativa del poder adquisitivo. Esto se debió al deterioro que experimentó la distribución del ingreso: el coeficiente de Gini pasó de 43,3 en el año 2001 a 48,8 en el año 2002. Si bien el poder adquisitivo promedio de la población mejoró, los sectores de menores ingresos registraron un deterioro en su poder adquisitivo (ver Cuadro 4). 10 Las cifras de pobreza a nivel de hogares se pueden consultar en el Anexo de este trabajo. Igualmente, en el Anexo se puede consultar las cifras de pobreza publicadas por el INE. Es importante recordar que el porcentaje de pobreza a nivel de personas es superior al porcentaje de pobreza a nivel de hogares. (NOTA: consultar trabajo original) 12 En el año 2003, la inestabilidad política, social y económica tuvo como consecuencia una fuerte caída del producto interno, los precios subieron en más de 34%, el desempleo alcanzó un nivel no registrado con anterioridad en Venezuela y la informalidad se mantuvo alta. Como resultado el poder adquisitivo de los ingresos de los hogares se redujo en casi 20% y el nivel de pobreza retornó a niveles similares a los alcanzados en el período 1995-1997 (ver Cuadros 5 y 9). En el año 2004 el porcentaje de personas pobres prácticamente se mantuvo en el mismo nivel del 2003 a pesar de la importante recuperación experimentada por el producto interno y un leve mejoramiento en la distribución del ingreso. Esto se debió a que la inflación continuó siendo alta y los ingresos de los hogares no crecieron lo suficiente como para aumentar su poder adquisitivo (ver Cuadros 4, 5 y 9). Como ya se señaló, dado que para el año 2005 el producto continuó creciendo acompañado de una reducción en los niveles de inflación, desempleo e informalidad, de un crecimiento importante de los ingresos y de una recuperación del poder adquisitivo de los hogares, el porcentaje de personas pobres se redujo a 55,9%. Este es un nivel todavía ligeramente superior al registrado en 1998. Esto quiere decir que después de 7 años no se ha logrado reducir la pobreza más allá de los niveles de 1998. Una situación similar se refleja en la cifras de pobreza publicadas por el INE (ver Cuadros Anexos 1 y 2). Este es un resultado que no debe extrañar teniendo en cuenta que el producto per cápita real de 2005 es inferior al producto de 1998 (Ver Cuadro 5). Por último, en el 2005 el coeficiente de Gini aumentó y regresó a un nivel cercano al del año 2002. Esto quiere decir que hubo un empeoramiento en la distribución del ingreso, esta se hizo más desigual. Más adelante se darán detalles adicionales en relación a este punto. Pobreza Extrema En el año 1998 el 22,3% de las personas tenía ingresos inferiores a la Línea de Pobreza Extrema (valor de la Canasta Normativa de Consumo de Alimentos). Este resultado se logra luego que en el período 1995-1997 el porcentaje de personas en pobreza extrema fue superior al 30%. En el período 1999-2001 el nivel de pobreza extrema se mantiene relativamente estable en comparación con el nivel alcanzado en 1998, como consecuencia de distintas combinaciones entre poder adquisitivo del ingreso per cápita en relación a la canasta de alimentos y la distribución del ingreso. Se produjo en ese período una compensación relativa de ambos efectos (ver Cuadros 4 y 9). En el año 2002 se 13 produce un aumento importante en la pobreza extrema a pesar de que el ingreso per cápita aumentó más rápidamente que el precio de los alimentos. En ese año el deterioro en la distribución del ingreso superó al efecto positivo del ingreso. En el período 2003-2004, la caída del ingreso real, por razones ya expuestas, ocasionó aumentos adicionales en el nivel de pobreza extrema de tal magnitud que superaron a los altos niveles del período 19951997. Bajo las condiciones económicas ya expuestas, para el año 2005 la pobreza extrema se reduce a 26,4%, un nivel todavía superior al alcanzado en 1998. 14 Intensidad y Severidad de la Pobreza Tanto la intensidad como la severidad de la pobreza tuvieron, en el período 1999- 15 2004, un comportamiento similar al porcentaje de pobreza (ver Cuadro 9). Sin embargo, su crecimiento fue mucho más acelerado. Si los indicadores de pobreza, intensidad y severidad se expresan en la forma de un índice cuya base se establece en el año 1998, se puede ver que par el año 2004 el porcentaje de pobreza es 24% superior al de 1998, mientras que la intensidad es 47% superior al nivel alcanzado en 1998 y la severidad es 78% superior (ver Cuadro 10). En este período la pobreza se intensificó. El indicador Intensidad de la Pobreza pasó de 22 en 1998 a 32,3 en el año 2004. Esto quiere decir que la brecha de pobreza aumentó, es decir, la distancia promedio entre el ingreso de los pobres y la Línea de Pobreza se incrementó. Por otro lado, los ingresos de los más pobres se han alejado más de la Línea de Pobreza. Así lo señala el indicador de Severidad de la Pobreza el cual permite verificar si los hogares pobres se hacen más pobres aunque su ingreso medio permanezca constante. Este pasó de 11,2 en 1998 a 20 en el año 2004. Cuando la severidad de la pobreza aumenta, esto indica que operó una redistribución negativa de los ingresos entre los hogares pobres. Por consiguiente, los hogares más pobres serán ahora más pobres. Durante todo el período 1999-2004 la Brecha de Ingreso fue superior a la de 1998. En 1998 el porcentaje de la canasta total no cubierto por el ingreso medio de los pobres era de 41,8%, mientras que en el año 2004 el porcentaje no cubierto fue de 49,3%. De igual forma, en 1998 el porcentaje de la canasta alimentaria no cubierto por el ingreso medio de las personas en pobreza extrema fue de 36,4%, mientras que el año 2004 el porcentaje no cubierto fue de 40% (ver Cuadro 9). Para el año 2005 se reducen la intensidad y la severidad de la pobreza, tanto a nivel de pobreza total como de pobreza extrema. Sin embargo, los niveles alcanzados de intensidad y severidad siguen siendo superiores a los de 1998. Esto quiere decir que el ingreso medio de los pobres y el ingreso medio de las personas en pobreza extrema están ahora relativamente más alejados del valor de la Canasta de Consumo Total y del valor de la Canasta de Alimentos que en 1998, respectivamente. 16 Distribución del ingreso Como ya se señaló, uno de los factores que directamente determina el nivel de pobreza es la distribución del ingreso. Si las personas se ordenan en forma ascendente de acuerdo a su ingreso y luego se forman grupos donde cada grupo representa el 10% de la población total y posteriormente se determina qué porcentaje del ingreso total corresponde a cada grupo, se obtiene la distribución del ingreso por deciles (ver Cuadro 11). Si cada grupo representara el 20 % de la población total, se obtendría la distribución del ingreso por quintiles (ver Cuadro 12). En el año 1998 el 10% de las personas de menores ingresos obtuvo sólo el 1,4 de los ingresos totales, mientras que el 10% más rico obtuvo casi el 34% de los ingresos totales. En 1998 el 20% más pobre sólo obtuvo el 4,4% de los ingresos totales, mientras que el 20% más rico obtuvo el 50,7% de los ingresos totales. Esto indica la disparidad en la distribución del ingreso, la cual ha sido una característica estructural presente durante décadas en Venezuela11. Esta desigualdad se resume en un coeficiente de Gini de 45,4 para 1998 (ver Cuadro 9 y Gráfico 7). En el período 1999-2001 se produjo una leve redistribución positiva del ingreso. Los sectores de menores ingresos lograron una mayor participación en la distribución del ingreso, en tanto que los sectores de mayores ingresos vieron reducida su participación. Por ejemplo, en el año 2001 el 10% más pobre obtuvo el 1,7% de los ingresos totales, mientras que el 10% más rico obtuvo el 31,9% de los ingresos. El 20% más pobre obtuvo el 5% de los ingresos y el 20% más rico obtuvo el 48,4% de los ingresos. En consecuencia, en este período el coeficiente de Gini se reduce y alcanza un nivel de 43,3 en el año 2001. En el período 2002-2004 se deteriora la distribución del ingreso. Los sectores más pobres obtienen una menor proporción de los ingresos que el período 1999-2001, mientras que los sectores más ricos logran obtener una mayor proporción de los ingresos. Por 11 Ver: Matías Riutort (1999a). 17 ejemplo, en el año 2003 el 10% más pobre recibe sólo 1% de los ingresos totales mientras que el 10% más rico recibe el 36,3 de los ingresos. En este período, en comparación con los años anteriores, el desempleo aumenta en forma importante y la informalidad se mantiene en niveles elevados. Es sabido que el desempleo y la informalidad tienen un mayor impacto en los sectores de bajos ingresos. Otra forma de analizar la distribución del ingreso y su evolución consiste en comparar los ingresos captados por el 20% más pobre de la población con los ingresos captados por el 20% más rico de la población. En 1998 el 20% más rico obtuvo ingresos que fueron 11,5 veces superiores a los ingresos obtenidos por el 20% más pobre (ver Cuadro 12). En el período 1999-2001 se reduce esta disparidad y así en el año 2001, por ejemplo, el 20% más rico obtuvo ingresos cuyo monto fue sólo 9,6 veces superior al recibido por el 20% de personas más pobres. En el período 2002-2004 la situación de disparidad se deteriora y supera ampliamente el nivel de disparidad de 1998. La disparidad llega a su nivel máximo en el año 2003 cuando el ingreso del 20% más rico fue 15,4 veces superior al ingreso obtenido por los sectores más pobres. Tal como ya se señaló, en el año 2005 se produce un deterioro en la distribución del ingreso en relación al año 2004. El 20% más pobre de la población recibe ahora el 3,7% de los ingresos totales en comparación con 4,2% que recibía en el año 2004. Mientras que el 20% más rico recibe ahora el 52,5% de los ingresos en comparación con 51,1% que recibía en el año 2004. Este deterioro se puede también visualizar comparando el ingreso per cápita de cada decil (ver Cuadro 13). Como se puede ver en el cuadro, el ingreso per cápita de los deciles de mayores ingresos tuvo un crecimiento mayor que el ingreso per cápita de los deciles de menores ingresos. Se puede decir entonces que el 2005 hay un crecimiento con redistribución regresiva del ingreso. 18 19 20 Distribución de la población por estratos Para analizar la evolución de la distribución de la población por clase de ingreso en forma más desagregada, se puede separar a la población de no pobres en clase media y personas de altos ingresos12 (ver Cuadro 14 y Gráfico 8). En el año 1998, el 22,3% de las personas estaba en pobreza extrema, el 30,5% estaba en pobreza no extrema, 44,9% pertenecían a la clase media y 2,4% eran personas de altos ingresos. En el período 1999-2001 la clase media redujo su importancia relativa. Personas que pertenecían a la clase media pasaron a pertenecer al estrato de personas en pobreza no extrema, mientras que la pobreza extrema permanecía relativamente estable. En el período 2002-2004 la clase media continúa reduciéndose, a tal punto que en el año 2003 sólo pertenece a ella el 32,6% de la población. La pobreza no extrema no aumentó en la misma proporción, sino por el contrario se redujo en comparación con los niveles del período 1999-2001, ya que una proporción importante de personas pasó a la situación de pobreza extrema. Es decir, en este período se produjo un empobrecimiento más o menos generalizado de la población. Parte de la clase media se empobreció y parte de la población que estaba en situación de pobreza no extrema pasó a situación de pobreza extrema. El deterioro del ingreso real en este período fue un fenómeno generalizado a través de todos los estratos de ingreso. En el 2005 se produjo un movimiento generalizado a través de los diferentes estratos de ingreso. Un 7,2% de personas que estaban en situación de pobreza extrema pasaron a situación de pobreza no extrema. Mientras que un 9,6% de personas que estaban en situación de pobreza no extrema pasaron a pertenecer a la clase media. Ésta recuperó la importancia que tuvo en el período 1999-2002, pero aún está por debajo del nivel que alcanzó en 1998. 12 Se definió a las personas de altos ingresos como aquellas cuyos ingresos son iguales o superiores a cinco canastas normativas de consumo y a las personas de clase media como aquellas que tienen ingresos iguales o superiores a una canasta normativa de consumo, pero inferiores a cinco canastas. 21 22 Algunas Conclusiones 1) En el período 1999-2004 el ingreso per cápita real de los hogares se mantuvo siempre por debajo del nivel alcanzado en 1998, con una profundización del deterioro del poder adquisitivo en los años 2003 y 2004. Los niveles de pobreza total se mantuvieron relativamente estables en el período 1999-2002, aunque superiores a los de 1998. Mientras que en los años 2003 y 2004 los porcentajes de pobreza ascendieron a niveles similares a los del periodo 1995-1997, el cual se caracteriza por haber registrado los niveles de pobreza más altos que históricamente ha tenido Venezuela. La pobreza extrema se mantuvo relativamente estable al comienzo del período, logrando niveles inferiores a los de 1998 en los años 2000 y 2001. Sin embargo, en los años 2003 y 2004 la pobreza extrema superó los niveles alcanzados en el período 1995-1997. La intensidad y la severidad de la pobreza tuvieron un comportamiento similar al porcentaje de pobreza, pero su crecimiento fue mucho más acelerado. Por último, la clase media redujo su importancia relativa a lo largo de todo el período. 2) Tomado en su conjunto, se puede decir que en el período 1999-2004 la economía no pudo generar ingresos suficientes como para superar en forma permanente el crecimiento de los precios y como consecuencia el poder adquisitivo de los hogares venezolanos se redujo en un 23%. Además, en este período, la economía registró altos niveles de desempleo e informalidad, el porcentaje de trabajadores con ingresos inferiores al salario mínimo se incrementó permanentemente, el producto interno bruto real per cápita se redujo en relación al nivel alcanzado en 1998, la distribución del ingreso se deterioró hacia finales del período y funcionó en un ambiente de inestabilidad económica, social y política. 3) En el año 2005 se produce una recuperación del ingreso per cápita de los hogares, principalmente por incremento en el ingreso por trabajo, y su poder adquisitivo se incrementó en 27%. Se redujeron la informalidad y el desempleo y el producto continuó creciendo. Sin embargo, el producto per cápita real sigue siendo inferior al de 1998, casi el 50% de los trabajadores tiene ingresos inferiores al salario mínimo y la distribución del ingreso se deterioró, ya que los aumentos de ingresos favorecieron más a los estratos ingresos medios y altos. El porcentaje de pobreza total se redujo casi 10 puntos porcentuales en relación al año 2004, aunque sigue siendo superior al registrado en 1998, mientras que la pobreza extrema se redujo en 7 puntos porcentuales. La intensidad y la severidad, tanto a nivel de pobreza total como de pobreza extrema, se reducen, aunque sus niveles siguen siendo superiores a los de 1998. Finalmente, la clase media recupera la importancia relativa que logró tener en el año 2002, pero sigue estando por debajo del nivel de 1998. 23 4) De acuerdo a la información presentada en este trabajo y al análisis realizado, para reducir la pobreza el objetivo a lograr es mejorar el ingreso real de los hogares y reducir la desigualdad en la distribución del ingreso. La pobreza tenderá a reducirse cuando el ingreso per cápita de los hogares crezca más rápidamente que el valor de la Canasta de Consumo, y por lo general, si se produce una mejora en la distribución del ingreso. Por lo tanto, cualquier estrategia de combate a la pobreza debe basarse en políticas económicas y sociales que conduzcan a la modificación de dichas variables. Esto se traduce en política antiinflacionaria, políticas de ingreso, productividad y empleo y políticas para mejorar la distribución de los ingresos. Sin embargo, es posible reducir los niveles de pobreza aunque la distribución del ingreso no se altere13. El ataque a la pobreza, en el corto plazo, debería concentrar sus esfuerzos en el mejoramiento de los ingresos reales ya que la redistribución del ingreso es un fenómeno que opera más lentamente y, por lo tanto, sus efectos sobre la pobreza son de mediano y largo plazo14. En este sentido se ha demostrado que los factores más determinantes de la desigual distribución de los ingresos entre los hogares son las diferencias de escolaridad, las disparidades regionales, las diferencias en las condiciones laborales entre los diferentes sectores económicos y las disparidades en el ámbito urbano-rural. Igualmente se ha demostrado que en el ámbito del mercado laboral hay factores que contribuyen a la desigualdad como el crecimiento de la informalidad y la situación de la mujer trabajadora en el mercado laboral15. Eliminar las disparidades de ingresos que todos estos factores ocasionan es un problema de más largo plazo. Se puede afirmar, que las políticas económicas y sociales que estén orientadas a mejorar los salarios reales tienen efectos a más corto plazo que aquellas que actúan sobre la distribución del ingreso. 5) Para mejorar el ingreso real de los hogares se requiere un crecimiento importante de la inversión para generar crecimiento económico y reducir el desempleo y la informalidad conjuntamente con el control de la inflación. La inversión debería estar dirigida en especial a generar una estructura productiva que tenga una mayor capacidad de empleo. Otro requisito para solucionar los problemas de pobreza es mejorar la productividad media de la economía. La baja productividad impide el mejoramiento de los salarios reales. Conjuntamente es necesario crear las condiciones para lograr un ambiente 13 Este es el caso de los países del sudeste asiático durante la década de los años 80, donde la pobreza se redujo en forma considerable aunque la distribución del ingreso siguió siendo bastante desigual. Esto fue posible gracias al mejoramiento generalizado de los ingresos reales. 14 Excepto en situaciones de crisis generalizadas, tal como ocurrió en Venezuela en el año 2002 cuando los sectores medios y de menores ingresos vieron reducidos sus ingresos nominales, lo cual ocasionó un cambio repentino en la distribución del ingreso. El coeficiente de pasó de 43,3 en el año 2001 a 48,8 en el año 2002 (ver Cuadro 9). 15 Al respecto se puede consultar: Riutort (1999a), (1999b) y (1999c). 24 macroeconómico estable para lo cual se requiere reducir el tamaño del estado y la excesiva dependencia relativa de los ingresos petroleros. Finalmente, el logro de estos objetivos requiere un ambiente de estabilidad política y de credibilidad en las políticas gubernamentales, de tal manera que se incentiven las inversiones. Estas son condiciones generales necesarias para comenzar a superar el problema de la pobreza en Venezuela. Sólo así se logrará un crecimiento económico que permita mejorar las remuneraciones reales de los trabajadores. Este crecimiento debe ser sostenido para permitir que las remuneraciones no pierdan poder adquisitivo, puesto que cada vez que las remuneraciones pierden poder adquisitivo la pobreza tiende a aumentar. Por supuesto, que en las primeras etapas de un programa de reducción de la pobreza se puede recurrir, en forma transitoria, a transferencias y subsidios gubernamentales dirigidos hacia los sectores de menores ingresos16. Referencias Bibliográficas Bourguignon, Francois y Luiz A. Pereira da Silva (2003). “The impact of Economic Policies on Poverty and Income Distribution. Evaluation Techniques and Tools”. The World Bank and Oxford University Press. Datt, Gaurav y Martin Ravallion (1992). "Growth and Redistribution Components of Changes in Poverty Measures : A Decomposition with Applications to Brazil and India in the 1980s". Journal of Development Economics 38, 275-295. Escobar Uribe, Diego (1990). "Indices de Pobreza en el Contexto de la Curva Generalizada de Lorenz : Una Aplicación al Caso de Barranquilla". Desarrollo y Sociedad Nº 26. Foster, Janos, Joel Greer y Erik Thorbecke (1984). "A Class of Decomposable Poverty Measures". Econometrica 52 (3) : 761-765. Kakwani, Nanak (1980). "On a Class of Poverty Measures". Econometrica 48 (2): 437-446. Paes de Barros, Ricardo y Otros (2002). “Meeting the Millennium Poverty Reduction Targets in Latin America and the Caribbean”. Informe preparado para PNUD, CEPAL e IPEA. Naciones Unidas, Santiago de Chile, diciembre. Psacharopoulos, George, Samuel Morley, Ariel Fiszbein, Haeduck Lee y Bill Wood (1997). "La Pobreza y la Distribución de los Ingresos en América Latina. Historia del Decenio de 1980". Documento Técnico del Banco Mundial Nº 351s. 16 Al respecto se puede consultar: Paes de Barros y Otros (2002) y Riutort (2004d). 25 Ramadas, K.., D. van der Mensbrugge y Q. Wodon (2002). "SimSip Poverty : Poverty and Inequality Comparisions using Group Data". World Bank, Washington, DC. Riutort, Matías (1999a). "Pobreza, Desigualdad y Crecimiento Económico en Venezuela" en La Pobreza en Venezuela. Causas y Posibles Soluciones. Documentos del Proyecto Pobreza, N°3. Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello y Asociación Civil para la Promoción de Estudios Sociales. Riutort, Matías (1999b). "El Costo de Erradicar la Pobreza" en Pobreza: Un mal Posible de Superar. Resúmenes de los Documentos del Proyecto Pobreza, Volumen 1. Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello y Asociación Civil para la Promoción de Estudios Sociales. Riutort, Matías (1999c). “Las Causas de la Pobreza en Venezuela”. Temas de Coyuntura N°40: 27-46, Diciembre. Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales, UCAB. Riutort, Matías (2004d). “Ingreso, Desigualdad y Reducción de la Pobreza en Venezuela”. Revista del Banco Central de Venezuela, Vol. XVIII, N°2: 65-97, Julio-Diciembre. Banco Central de Venezuela. Riutort, Matías y Ronald Balza (2001), “Salario Real, Tipo de Cambio Real y Pobreza en Venezuela: 1975-2000”. Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales. Universidad Católica Andrés Bello. 26