Sin TLC el efecto negativo será de $us 200 millones http://www.laprensa.com.bo/20050405/negocios/negocios03.htm Si Bolivia no suscribe el TLC con Estados Unidos, su PIB sufrirá un efecto negativo del 1,7 por ciento, equivalente a 200 millones de dólares en exportaciones, pero si ingresa en el acuerdo, que regirá desde 2006, el impacto sobre su crecimiento será del 1,3 por ciento, devela un estudio de la Universidad Privada de Bolivia (UPB). El informe reitera que Bolivia, si “pierde el tren” con el Tratado de Libre Comercio (TLC), tampoco contará con las ventajas arancelarias de las que goza para exportar al mercado estadounidense. Bolivia, al igual que Colombia, Ecuador y Perú, a partir del 2002 y hasta 2006 puede exportar 6.000 productos con arancel cero a Estados Unidos. Ventajas y desventajas El director del Centro de Investigaciones Económicas y Empresariales de la UPB, Ernesto Cupé, afirmó que las consecuencias de no suscribir el TLC con Estados Unidos se sentirán de inmediato y representarán un efecto negativo del PIB en 1,7 por ciento (el 0,6 por ciento corresponde a la baja en la actividad de los sectores proveedores de insumos y servicios). En caso de que el TLC entre en vigencia en 2006, en un contexto con aprovechamiento que se refleje en un crecimiento real del 100 por ciento en la industria textil, prendas de vestir y productos de cuero; 75 por ciento en madera y 50 por ciento en joyería, el crecimiento bordearía el 1,3 por ciento, con 0,5 puntos porcentuales por impacto indirecto. Sin embargo, Cupé indicó que, para aprovechar las ventajas del TLC, Bolivia debe ser un país competitivo. “La competitividad es el resultado de la combinación de muchos factores que van desde la productividad, atracción de capitales, tasas de interés adecuadas y estabilidad política, entre otros”, señaló. En ese marco, aseveró que si se continúa con la tendencia actual de aprovechamiento del mercado estadounidense, “el impacto inercial del TLC estaría en el rango de 0,1 y 0,3 por ciento del PIB”. Los sectores clave Explicó que un 4 por ciento de crecimiento se alcanzaría sólo si las exportaciones de manufacturas, textiles y joyería en oro —las potencialmente beneficiaras del TLC— se incrementaran en 250 por ciento. Cupé recordó que la suscripción de un TLC con el país del norte significa compromisos y oportunidades. “Los compromisos son a largo plazo, las oportunidades tienden a desaparecer en la medida que Estados Unidos continúe suscribiendo TLC con otros países y abriendo su mercado. Un trato preferencial para todos no es un trato preferencial para nadie”, aseguró. Los peligros El estudioso sostuvo que la opción de no suscribir un TLC con Estados Unidos puede ser interpretada como un “reconocimiento prudente” de que el país no está preparado para asumir los desafíos inherentes al convenio. Por otro lado, también puede entenderse en el sentido de que el país no asume el reto porque tiene un modelo distinto de la actual corriente mundial, anotó Cupé. El coordinador para el TLC, Juan Carlos Iturri, aseguró que Bolivia está preparada para sellar el TLC. Los grandes empresarios concuerdan con la autoridad gubernamental. Sin embargo, los micro y pequeños productores afirman que no están preparados y que no hay planes para que este sector clave en la confección de manufacturas y textiles pueda enfrentarse a los riesgos del tratado. Bolivia, un observador Desde abril de 2004 Bolivia asiste a las negociaciones bilaterales con Estados Unidos en calidad de observadora y no participa como negociadora pleno debido a la resistencia social interna y a la exigencia del país del norte de que Bolivia defina previamente el tratamiento a la inversión extranjera en la Ley de Hidrocarburos. ATPDEA y el TLC El estudio de la UPB elaborado por Cupé señala que Bolivia no aprovechó anteriores acuerdos de liberalización del comercio. Advirtió de que existe el riesgo de que el desaprovechamiento se repita con la suscripción del TLC si el Poder Ejecutivo no acompaña el proceso de manera adecuada con acciones de apoyo al sector exportador y una efectiva inteligencia comercial. El profesional dijo también que la estabilidad política y económica y la puesta en práctica de medidas efectivas para la reconversión de la industria y el repotenciamiento del aparato productivo son factores clave para que un país sea competitivo. Al respecto, Bolivia ocupa el último lugar en América del Sur, según datos de la Corporación Andina de Fomento (CAF). Por otra parte, la Fundación Bolivia Exporta aseguró que la apertura del mercado estadounidense no perjudicará la producción de oleaginosas, es decir, de soya y sus derivados.