:EL METABOLISMO ORASO EN LA OBESIDAD Y EN LA DIABETES Dr. J. M O N GUiÓ Académico correspondiente de la Real Academia, ' ~; y Director del Instituto de Endocrinolcgra y Nutrición de Barcelona E ' L metabolismo de los ácidos grasos es una cuestión de la mayor . importancia si queremos comprender los múltiples problemas que ; plantean la obesidad y la ,diabetes. Sunietabolismo está tan .íntimamente interrelacionados con el de los hidratos de carb'ono, que todo 'defecto en la regulación hormonal, BRADY, LUKENS y GURIN (1), afecta a ambos por igual, ello es debido a que el metaboIito común interconvertible entre los ácidos grasos procedentes de las grasas y de la desamidación de los aminoácidos, así, ,como del pirúvico y del láctico procedentes del metabolismo aeróbico y anaeróbico de los hidratos de carbono, lo constituye el .acetato. El interés cada día máscreeiente que ha adquirido el metabolismo del acético parte de nuestras observaciones hechas 'con cortes de tejid~s ,en 1934, que nos permiti-ó apreciar la importancia de la cadena dicarbonada en la síntesis de los cuerpos cetónicos. Más tarde los trabajos de MACKAY (3),BRADY y GURIN (4),STADlE (5), LEHINGER (6), MuÑoz y LELOIR (7), BLOCK, BOREK y RrTTENBERG (8) lo han podido apreciar por otras muchas sustanÓas. , El órgano central del metabolismo graso lo constituye el hígado Embden, pero también el músculo y el riñón son capaces de catabolizar los ácidos grasos, POTTER (9), FAUTL, LINCOLN y NILSON (10). OSBORNE, ,CHAIKOFF y FELTS (ll), como mecanismo de compensación ene'rgético cuando se altera el metabolismo hidrocarbonado, WERTHEIMER y BAI'TOS (12). , ' .' El radical a~tivo C2 precede con toda seguridad a la betaoxidaeión. sucesiva de los ácidos grasos de larga cádena Knoop. ,En el organismo esta' oxidaCÍ'ón de los ácidos grasos está regulada, por factores humerales uno~ y endocrinos otros; entre los humorales tenemos la hipoglucemia y la amo· nemia que la a,etivan; la:cetonemi:a, por el contrario, la inhibe. Con un 'veneno metabólico de competencia del acetato como es el Huoroacétato, tamhién se inhibe lá oxidación de los ácido~ grasos, lo que demuestra una vez más la impórtancia del ácido acético como producto final del metabo· lismo graso. Entre los factores hormonales tenemos la insuliha, que inter· viene inhibiendo la oxidación de los ácidos grasos, y el 'A.C.T.H. y la .cortisona; que' actú.á~ activando su :catábolismo; - 6 , Septiembre 1952 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGIA,' 101 , IEl acético también puede 'proceder de 10s &cido~ grasos resultan!e,~ de la desamidación de los aminoácidos Embden, y de la oxidaciqn direct? del pirúvico, BARLETT y BARRÓN (13), y del láctic~, V IL!-EE Y HAS', TINGS (14), ambos metabolitos fundamentales' de 'los hidratos de ~arbono. Resulta incomprensible cómo'se ,ha' qUúldo eludir' ,la oxiqació'n d!~ reCta del pirúvico El ácido acético cuando'lo ha 'podido' demostrár ,hastE! e~ un '45 por 100 BARRÓN en el tejido nervioso y se ha dad~ unl;l preferenci~ total a la incorporación directa del pirúvico con el oxál-'acético en el cic1~ cítrico 'de KREBS (14). Esto~ sin embargo,'a nue~tro' modo de una . ver , tiene ... gran importancia, pues Iios explica mejor los 'mecanism,os íiltimos de l,a' interrelación entre el met~holismo de los hidratos de -carbono y las grasas que es lo que constituye el núcleo prinéipalde la pe'rtuí-bación del' metabolismo del diabético y en la obesidad; El destino ulterior de estos ,restos acéticos depende de l~ -vía m'etabólica que sigan; si es oxidativa contrihúye por pases sucesivós 'a 'integrar' aquella serie de reaccib'iles qüe intervienen en la' respira-ción de los tejidos;: pues el acético al' condensarse 'c'on el oxalácético puede 'oxidarse cornpletamente por la vía del ciclo tricarboxíJico en C02 y H2Q, WOOD (15);. ~ NOVELLI y LIPMANN (16).' La importancia que tiene el acético sobre la respiración de los tejí-o dos se desprende de la siguiente investigación que reaJizamos con- Aó FONT:' si colocamos tejido mUbcular en presencia de acetato solo o con fluoroace'- tato, la presencia de éste inhibe la, respiración en un ,35 por 100,,¡que\ dando inmodificado el acético en un 95 por 100; con lQs'demás tejidos la inhibicion respiratoria guarda una estrecha relación con el defecto metabólico del acetato, ,lo' ,cual nos indica que la- respiración' del teEdo va vinculada a ,los proceSQS de oxidación del acetato.' Como resultado lógICO de esta inhibición oxidativa del acetato, pensamos que la acumulación de restos acéticos podría ser una condición, favorable para la síntesis retrógrada de ,cuerposcetónicos, MONGUIÓ (17), y, efectivamente, ·la presencia de fluoroacetatoestimula la síntesis di acética del hígado a expensas del acetato en una proporCión del 241, por 100. En estas circunstancias, el hígado se comporta como el hígado,diabético, es decir, no pierde la capacidad formativa de cuerposcet·ónicos. Como en el. organismo diabético.la 'capacidad de degradación de los ácidos grasos no ,está perturbada, queda inundado de restos acéticos y ~e exagera la producción de di acético a nivel' del hígado. , Ante este hecho y teniendo en cuenta la acción anticet?gena drástica que ejerce la insul~na sobre la producción ,de cuerpos cetónicos, colocamos músculo eri presencia de acetato con y sin insulina, observando que esta hormona inhibe la oxidación del acetato en un 33 %. El hecho de que 1()2' ANALES DE MEDICINA Y CIRUGIA Vol. XXXII .. N.O 87 a pes~r de elfo la insulina ejerce una acción tan ina:rcad~mente inhihidoni de .la síntesis diacética nos hizo suponer que la insulina desviaba . el .destino metabólico del acetato y efectuamos los siguientes experimentos, colocamos hígado en presencia de acetato en Ringer bicarbonatado, con y sin insulina, yes!udiamos la biosíntesis lipogenética á expensas del acetato, óbservaq.do que la presencia 'de insulipa estimula' la síntesis lipogénética del hígado normal a expensas del acetato~n un 300 %, en el hígado diabético en un 700 % y en presencia de .un hígado tr~tado previamente. con cortisona solamente' en un ISO %; estaba claro, pues', que la insulina' fa-o vorece l.a .síntesis lipogenética y que la cortisona bloquea este proces'o .biosintético. Del resultado de estas investigaciones, que han sido publicadas' oportunamente (18, 19), creemos poder admitir que el trastorno fundB;mentaI en la diabetes se caracteriza por una sobreproducción de rrietabblhos. dio. carbonados de 'tipo acético o. acetilo, procedente deL metabolismo hidrocarboría'do y graso y en un grave trastorno en la utilización de Íos mismos púa la síntesis lipogenética útil, que permite una síntesis diaé~tica exagerada_ . '. . . En este proceso existe un, defecto hormonal insu,línico Y. tma . alteraciÓnde los' catabülitos orgánicos intermediarios del ciclQ cÍtrico, FROHMAN ORTEN y SMITH (20). ,.' , . La insulina cambia el destino metsbólico de. los intermediarios Cz. de una vía oxidativa a otra de síntesis a nivel del hígado, gracias a una activación .de los sistemas enzimáticos que intervienen en la lipogénesit;-" . pues nq se trata de ninguna alteración energético oxidativa, ya que al agregar ácido oxalacético. ciácido alfa cetQglu,tárico no ejer.ceel menor efecto -sobre la capacidad de síntesis lipogenética hepática a expensas del acetato; más bién creernos que lá síntesis de los ácidos grasos se realiza cuando el metabqlismo de los ,hidratos de carbono se ,efectúa en forma tal, que por rea~cióJ;l combinada, de. ox.idaciónde,.un .metaholito intermediario, como sucede con el pirúvico; _.que le transfiere la energía requerida y de ahí su 'efecto de e~gorde y en la obesidad. Por el. contrario, cuandóexiste un bloqueo de esta síntesjs lipogenética, como sucede por. la acción del A.e. T. H. o de la cortisona, o cuando existe un empobrecimiento glueogénico hepático o en metabolitos intermediarios del ciclo cítrico, como sucede en la .diabetes, la inundación ,acé~ tica del organismo favorece la síntesis' diacétÍ<;a, y de. ahí la, acidosis tan característica en ,estos estados. Normalmente, además~ .los' restos ac6ticos intervienen ,en la acetilación de las aminas y amidas end'ógena~ yexógenas, tales como la' colina, como pudieron demostrar NACIJ~ANSON y MACHAw Septi.embre 1952. ANALES DE MEDICINA .Y CIRUGIA 103 (21) Y los ácidos paraaminobenzoicos y las sulf anilamidas que administramos a nuestros enfermos. . En resumen, podemos esquemati~ar t~dci lo dicho en el siguiente diagrama: DO Grasa Proteina Hidratos de Carb~n:o Acidos grasos. . . . t Síntesis lipogenética, Catabólismo ) A .. C. T. H. Blóqúeo por: . exagerado ~ Cortiso.n¡i· . Defecto insúlínico. absoluto' (DialÍetes) .. J » ·relativoA. C. T. H, -(C-C)cortisona ! . !t CHaCOOH A. acético Síntesis diacética exagerada. deduciendo las siguientes conclusiones: 1.° Tanto los ácidos grasos procedentes del metáboli~mo de las grasas de las proteínas de los hidratos de carbono (ácido pirúvico y láctico), por oxidación se convierten en ácido. acético. . 0 2. El ácido acético interviene ,como metabolito importante en la respiración de los tejidos por medio del 'ciclo tricarboxílico, en múltiples procesos de acetilación y en la sÍntesif> lipogenética. 3.° Cuando se bloquea la síntesis lipogenética, ya sea debida a una insuficiencia insular ahsoluta (diabetes) o relativa acción del A. C. T. H. o ,de la cortisona, se exagera el ,catabolismo graso; queda bloqueada la síntesis lipogenética y como consecuencia los restos acéticos son utilizados en la síntesis retrógrada exagerada del ácido diacético. 4.° Lá principal acción .de la insulina consiste en estimular la síntesis lipogenética a expensas de estos restos acéticos, inhibiéndose -la síntesis de los cuerpos cetónicos. '1. Bibliografía .:(1) (2) (3) (4) )(5) (6)' BRAOY, LUKENS y G-lJRIN: BicI Chem, 193, 459, 1915. MONGUIÓ, J.: Klin. Wochrs, 31, 1.116, 1934. MAC KAY:,'1.· Biol Cnem, 135, 157, 176, 503, 1940. . BRAOY y GURIN: J: Biol· Chem, 186, 461. STAOIE: J. BioI Chem, 132, 423, 1940. LEHNINGER, A. L.: J. Biol Chem, 143, 1407, 1942; 161, 437, 194. t04 Vol. XXXII. - N.ci87 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGIA MuÑoz y LELOIR: J~ BiQl Chem, 147, 355, 1943. (in BLOCK, BORE;K y 'RlTENBERG: J: Biol Chem, 162, 441, 1946. (9) BOTTER: J. Biol Chem, 165, 311, '1946. 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