CREATIVIDAD, INNOVACIÓN Y TRANSFERENCIA TECNOLÓGICA 1.1 Introducción Prestar un mínimo de atención a los centenares de mensajes publicitarios que pretenden alcanzarnos cada día nos permite comprobar hasta qué punto el término innovación se ha convertido en una idea de fuerza para los anunciantes. ¿Por qué ocurre esto? Porque el concepto innovación vende, es un activo comercial estratégico para cualquier marca y no sólo lo es desde un punto de vista abstracto, sino que realmente el mercado funciona así en todas sus vertientes. Hace no mucho tiempo innovar era una ventaja competitiva de alto valor añadido para cualquier empresa, que no es poco, pero hoy es un factor de supervivencia, un elemento de selección natural. Para sobrevivir, las empresas tienen que ser flexibles, tienen que adaptarse a los cambios del mercado y tienen que evolucionar constantemente, mejorando su competencia esencial o núcleo competitivo. Esta evolución no es otra cosa que la innovación. Todas las empresas de un modo u otro innovan, ya que su competitividad y continuidad dependen de hacerlo. La innovación consiste en hacer cosas nuevas o mejorar las existentes para dar más o mejores resultados. Una definición corta, pero muy completa, de innovación es todo cambio, basado en el conocimiento, que genera valor. En el ámbito empresarial ese valor se mide, por supuesto, en términos económicos. Y la razón que tiene una empresa para innovar es generar más valor para así aumentar la competitividad de sus productos o servicios. La innovación siempre redunda en una mejora. No podemos innovar, si no sabemos quiénes somos. Durante el proceso de innovación tendremos incomodidad. Muy raramente la innovación es fruto de una casualidad. Por regla general es consecuencia de un proceso más o menos sistemático, guiado por conocimientos que la empresa posee y que le permiten tanto idear la futura innovación como materializarla. Será necesario trazar un plan flexible para alcanzar nuestro objetivo. Las empresas que mejor apuestan por la innovación son aquellas que no se centran en buscar las innovaciones, si no en trabajar con consistencia resolviendo problemas del presente, satisfaciendo necesidades, mejorando los productos y servicios, y poniendo a toda la organización en mutuo equilibro. La innovación es un proceso dinámico y abierto que nos lleva a resaltar su carácter continuo y adaptativo. No es un hecho ocasional, ni una experiencia transitoria o puntual sino algo que se va construyendo conforme se avanza en su ejecución. La mayor parte de las ocasiones las innovaciones no son tales hasta que no han satisfecho mayoritariamente necesidades fundamentales. Al fin y al cabo, una verdadera innovación se reconoce cuando te ayuda en tu vida diaria, bien a nivel personal o a nivel profesional. Una idea no será nunca una innovación hasta que no esté ampliamente adoptada e incorporada en la vida diaria de las personas. Para conseguir este importante paso, se necesita que las personas rompan su miedo original al cambio. La innovación no tiene por qué ser compleja. Es frecuente que cuando se nos habla de innovar o de mejorar las cosas, nos asustemos o nos intimidemos. Solemos creer que la innovación es un proceso científico, necesariamente una transferencia de tecnología. En modo alguno, eso sólo ocurre en determinadas industrias y mercados. Innovación y cambio, dos términos que reflejan las transformaciones que se suceden con rapidez en todos los sectores de la actividad humana: relaciones sociales y laborales, ciencia y técnica, cultura y educación, por no hablar de las nuevas tecnologías. Los cambios se producen con tanta rapidez que lo aprendido por una generación no sirve para ser enseñado a la siguiente: La formación inicial requiere ser actualizada de forma continuada. Hemos de acostumbrarnos a convivir con la inestabilidad y la indeterminación. Los nuevos instrumentos y técnicas desplazan a las antiguas con rapidez. Desarrollar actitudes flexibles hacia el cambio y la adaptación. En los momentos más inciertos surgen las ideas más innovadoras. Aproveche el momento de incertidumbre actual para innovar, para tomar ventaja, para buscar un camino, para aumentar la confianza de sus clientes. La innovación involucra creatividad, puesto que todo proceso de innovación se inicia en la generación de ideas, aunque no siempre el haber producido o disponer de ideas creativas implica la existencia de una innovación. Solo la implementación económica de una idea puede ser llamada innovación. La innovación por tanto comprende la generación de la idea, su aceptación (decisión) y realización (implementación). Puede afirmarse que la creatividad de los individuos y los equipos en una empresa u organización es un punto de partida para la innovación. La Creatividad es la facultad que permite hallar relaciones y soluciones novedosas partiendo de informaciones ya conocidas. Un proceso de desarrollo y expresión de nuevas ideas con buenas expectativas. La innovación es la puesta en valor de las ideas creativas a través de un nuevo producto, un nuevo proceso, un nuevo servicio, un nuevo modelo de negocio, una nueva iniciativa, o un nuevo programa. La innovación se entiende generalmente como la exitosa introducción de algo nuevo, la realización, la combinación, o la síntesis de conocimientos en un modo original, relevante, con un valor en nuevos productos, procesos o servicios. El pensamiento creativo permite afrontar la actividad diaria como un proceso de experimentación y de emprendimiento constante. La creatividad puede definirse como la capacidad de generar nuevas ideas más prácticas para la solución de problemas. La creatividad consiste en generar pensamientos, acciones y sentimientos únicos e innovadores, produciéndose algo novedoso, útil y reproducible para beneficiar a otros, dependiendo además del conocimiento, imaginación y capacidad de evaluación. Ser creativo significa, hacer algo que antes no existía y creatividad es la facultad para crear. La creatividad puede ser desarrollada y mejorada: La creatividad no está limitada a unas pocas personas, no es un lujo que solo los artistas pueden permitirse. Cada persona tiene un potencial creativo más o menos grande. El problema está en que la creatividad no ha sido entrenada e impulsada hasta el momento. Cada innovación requiere una estrategia creativa. La solución creativa de los problemas no radica básicamente en el desarrollo de nuevos productos sino, con frecuencia, es una nueva combinación de elementos de pensamiento ya conocidos pero aún no ligados entre sí. Por tanto, la creatividad es el resumen y reestructuración del conocimiento en relaciones y conexiones nuevas. La necesidad de creatividad e innovación en las empresas se hace evidente, pues les permite reducir costos, tiempo y recursos necesarios para la producción y distribución óptimas; hace eficiente la planificación, organización, dirección y control; es decir, se logran objetivos. Las buenas ideas siempre provienen de responder preguntas. ¿Por qué es esto así y no de otra manera? ¿Por qué he de hacer lo que me han mandado de la manera que me han exigido, y no de esta otra más fácil y más rápida? ¿Por qué ha dejado un cliente de trabajar con nosotros? ¿Cómo se pueden mejorar las cosas? Si le sirve de ayuda, la innovación proviene de la creencia de que todo cuanto nos rodea, todo cuanto tocamos, vemos, oímos y sentimos, es potencialmente mejorable. Si quiere que su empresa sea competitiva, no deje nunca de preguntarse por qué son así las cosas y no de otra manera, o por qué no se puede hacer tal cosa en lugar de tal otra. La innovación no es tecnología. Esta forma parte de ella, pero no es la clave. La innovación tecnológica es la más representativa debido a los efectos económicos que conlleva, así como por considerarse una fuente de cambio en la cuota de mercado entre organizaciones competidoras y el factor más frecuente en la desaparición de las posiciones consolidadas. Se habla de “innovación tecnológica” cuando la innovación se consigue mediante la utilización de la tecnología o de los conocimientos científicos y tecnológicos, o supone para la empresa la introducción de un cambio técnico en sus productos o procesos. En muchos negocios, la innovación tecnológica es actualmente el inductor más importante del éxito competitivo de muchas empresas en cualquier área de la empresa (productos, procesos, organización o marketing). De este modo, la innovación tecnológica supone una de las formas más relevantes de producir innovaciones debido a la enorme capacidad de la tecnología y el conocimiento –bien administrados– de producir diferenciación y ventajas competitivas a medio y largo plazo, a través de la creación de valor añadido difícil de imitar en productos y servicios, así como de altas barreras de entrada para el resto de empresas. En la situación económica actual, de gran dinamismo y donde el intercambio de información en los mercados es a tiempo real, las empresas se ven forzadas a innovar más rápidamente, debido a que el ciclo de vida de los productos y de las tecnologías es cada día más corto. La posición competitiva de todas las empresas, incluso las que tengan poder de mercado, será siempre transitoria debido a la constante aparición de innovaciones. La competencia basada en la innovación tiende a erosionar la posición de ventaja que, eventualmente, puedan tener las empresas menos eficientes. En el largo plazo, sólo podrán mantenerse aquellas empresas que innoven de un modo regular, y siempre y cuando este proceso de innovación forme parte de la estrategia global de la empresa. Quien no innova, desaparece. 1.2 Ideas previas La innovación requiere de mucho trabajo, no sólo inspiración. La innovación no son sólo ideas, se debe identificar el valor que aportan a los clientes. Para innovar se tiene que conocer qué piensan los clientes y cuáles son sus necesidades. La innovación es explotar ideas que tienen éxito en el mercado. Son aquellas a la que los clientes le atribuyen valor. Ese valor viene definido, además, no sólo por las características funcionales del producto o servicio, sino por la percepción subjetiva que el cliente tiene de él. La innovación no es una actividad discreta, sino un proceso continuo y sistemático. La innovación requiere de creatividad, afrontar la actividad diaria como un proceso de experimentación y de emprendimiento constante. Fomentar la curiosidad y la intuición en las personas. Mapa de valor, tenga en cuenta los siguientes aspectos: funcionamiento, personalización, conseguir el trabajo bien hecho, diseño, marca, precio, reducción de costes, reducción del riesgo, accesibilidad y conveniencia. La empresa debe conectarse con fluidez a su ecosistema; los clientes, proveedores, aliados y competidores. Saber escuchar es una práctica necesaria en el mundo de hoy. Hay que conocer muy bien a los clientes y a la competencia, para saber por dónde se mueven y acercarnos nosotros a ellos, no esperar lo contrario. ¿Qué nuevas tendencias en materia medio ambiental pueden modificar la naturaleza de nuestros procesos productivos o productos? Nueva legislación nos puede obligar a variar nuestros procesos productivos, obligando a incorporar nuevas tecnologías. La innovación se genera dentro de la empresa, no viene del exterior. La innovación es una actividad que desarrollan las personas en la empresa. Son ellas las que dominan el negocio, o partes de él, y las que tienen la clave para mejorarlo o reinventarlo. La organización se debe disponer para acoger la innovación, la creatividad y la transferencia de tecnología.. Define tus objetivos e implementa las métricas: ¿cuánto quieres vender? ¿en qué plazo? Innovación no es tecnología. Esta forma parte de ella, pero no es la clave. La innovación tecnológica es la más representativa debido a los efectos económicos que conlleva, así como por considerarse una fuente de cambio en la cuota de mercado entre organizaciones competidoras y el factor más frecuente en la desaparición de las posiciones consolidadas. La innovación es considerada hoy como el resultado tangible y real de la excelencia empresarial. La cultura de innovación considera la innovación como un proceso abierto. Puede afectar a un producto, a un servicio o a un procedimiento, hasta puede hablarse de innovación social. La innovación es abierta también en cuanto a que se desenvuelve en un ambiente relacionándose con otros entornos como el entorno material, el institucional, el económico y el social. La innovación es competitiva. Busca resultados y la creación de valor. Para ello, necesita ser útil (satisfacer una demanda emergente), mejorar lo ya existente, ser más rápido para diferenciarse de sus competidores e impulsar además la excelencia en la calidad. La innovación implica ruptura, una predisposición favorable al cambio y a la adaptación permanente. Supone, por tanto, asumir riesgos y responsabilidades. Por eso es necesario crear un modelo de cultura orientado a la innovación que sepa gestionar de forma eficaz el cambio constante. La cultura de innovación debe ser dinámica y continua lo que conlleva una aceptación del pasado, el presente y una previsión de futuro. La cultura de innovación está basada en la sociedad del conocimiento y es una estrategia con perspectivas en el largo plazo. Las organizaciones que promuevan una cultura de innovación deben ser flexibles y abiertas, con un proyecto compartido y consensuado que descanse sobre la confianza entre los actores involucrados y que, por tanto, necesita pocas reglas. La persona, sus conocimientos y sus actitudes tienen un valor central e insustituible para los procesos de innovación. No sólo innovan los departamentos de I+D, sino que es un proceso que afecta a las organizaciones y a la sociedad en su conjunto y al uso intensivo que se haga de los conocimientos que se poseen. La cultura de innovación reconoce el valor de la diversidad como fuente de riqueza para abordar el proceso de innovación, tolerancia hacia los iguales, un respeto a lo “distinto”, a lo nuevo, a lo multidisciplinar y multicultural. La innovación está unida a las sociedades basadas en el conocimiento intensivo y el aprendizaje continuo. El liderazgo es básico para la gestión del modelo, ya que fija los mecanismos, el ritmo, la dirección y, además, genera motivación. El liderazgo debe ser abierto y flexible. Liderazgo en innovación implica riesgo, persistencia, emprendimiento pero también tolerancia al fracaso y resurgimiento. Es un liderazgo fuerte a la par que cooperativo, que crea consenso y genera seguridad entre los actores implicados. La creatividad y el espíritu emprendedor son prácticas que deben ser promovidos por los valores de la cultura de innovación. Además deben ser recompensados y reconocidos socialmente. 1.3 Gestión de la innovación La Gestión de la Innovación es la organización y dirección de los recursos, tanto humanos como económicos, con el fin de aumentar la creación de nuevos conocimientos, la generación de ideas, técnicas que permitan obtener nuevos productos, procesos y servicios o mejorar los ya existentes, y la transferencia de esas mismas ideas a las fases de fabricación, distribución y uso. Se convierte así en un instrumento directivo de primera magnitud, capaz de contribuir sustancialmente al éxito y al desarrollo de la empresa. Hay cuatro grandes bloques o grupos de aspectos a considerar en la Gestión de la Innovación: A. Dimensión estratégica B. Identificación de ideas para desarrollar C. Desarrollo de los proyectos D. Explotación de los resultados Existen básicamente ocho pasos para poder realizar la gestión de la innovación: 1. La innovación como estrategia: El plan estratégico tecnológico. 2. Creatividad e innovación: Técnicas de creatividad, diseño y desarrollo de producto. 3. Vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva (TRANSFERENCIA DE TECNOLOGÍA). 4. La gestión de proyectos tecnológicos y de innovación. 5. La financiación de la innovación. 6. El aseguramiento de la innovación: patentes, propiedad y competitividad. 7. La explotación de la innovación: innovación y estrategias del negocio. 8. La generación, conservación y conocimiento en la empresa. 2 LA INNOVACIÓN EN SERVICIOS El concepto de sector servicios es ambiguo y heterogéneo, ya que abarca todas aquellas actividades que no se incluyen en el sector primario —fundamentalmente dedicado a la obtención de materias primas del entorno— ni en el sector secundario —cuya principal actividad es transformar esas materias primas en productos. Entre las características generales de los servicios se suele destacar que: Los niveles de equipamiento en forma de capital son bajos. Los procesos de producción son discontinuos y las economías de escala juegan un papel limitado. El producto suele ser inmaterial e intensivo en información. La forma en que se suministra el servicio es fundamental para su éxito. Existe una interacción muy estrecha entre el productor y el consumidor en el tiempo y en el espacio. Los productos y los mercados están muy regulados. 2.1 Tendencias en el sector servicios y su relación con la innovación La evidencia reciente muestra que el sector servicios juega un papel importante en la generación y la difusión de innovaciones (hay servicios que no generan innovaciones por sí mismos, pero contribuyen a la difusión de la innovación a otros sectores, como ocurre en el caso de los servicios de consultoría). El sector servicios constituye alrededor del 70-80% del empleo y valor añadido en los países desarrollados. La producción y el consumo de bienes están cada vez más orientados al consumo de servicios asociados: comunicaciones, comercio, asesoría, cultura, ocio, etc. transporte, La interacción entre el sector servicios y el resto de los sectores es dinámica y fundamental para el funcionamiento del sistema económico. Existe una fuerte asociación positiva entre PIB per cápita y la participación de los servicios en el empleo total. A través del impulso generado por el comercio, la especialización y las oportunidades derivadas de la apertura e integración de mercados la globalización influye en el desarrollo del sector servicios, a su vez, los servicios se han convertido en agentes decisivos del proceso globalizador. Los servicios (principalmente aquellos más intensivos en conocimientos) contribuyen a incrementar la productividad y actúan como adaptadores, generadores, y difusores de innovación. Por ser una fuente de ventajas competitivas para las organizaciones es conveniente que se realicen planes estratégicos de innovación en servicios, en el que se analicen sinergias entre innovaciones tecnológicas y no-tecnológicas y se desarrollen sistemas abiertos de innovación con participación activa de los clientes y de organizaciones público-privadas. Los servicios constituyen una oportunidad para las empresas como una forma de responder a las nuevas necesidades de la sociedad. Muchos servicios se ofrecen de modo rutinario y son poco productivos. Las economías modernas son economías de servicios. Cada vez con mayor asiduidad, las empresas obtienen más beneficios a través de la venta de servicios que de la venta de bienes; el negocio está en los servicios. Ofrecer servicios más innovadores y competitivos es el reto de muchas empresas y economías actuales. La producción de servicios se caracteriza por su discontinuidad y por presentar unas economías de escala limitadas. Sin embargo, algunos servicios están utilizando la innovación para generar economías de escala semejantes a las que existen en las manufacturas. En este sentido, se está estandarizando al máximo la producción de algunos servicios, en lo que se ha denominado “mass customization”, que se caracteriza por ofrecer productos personalizados a partir de combinaciones de un gran número de componentes estandarizados (como ocurre en algunas cadenas de comida rápida). Por un lado, el producto de las actividades de servicios suele ser inmaterial e intensivo en información, lo cual dificulta su almacenamiento y transporte. Generalmente resulta imposible separar la producción y el consumo, que se dan al mismo tiempo en un espacio determinado. En este sentido, el desarrollo de las TIC en los últimos tiempos está permitiendo deslocalizar algunas actividades de servicios (gracias, por ejemplo, a Internet y a los servicios telefónicos). Por otro lado, el producto suele tener un alto grado de personalización. Una de las características más significativas del sector servicios es la coproducción, que consiste en la utilización de inputs del consumidor en el proceso de producción (el resultado final depende de la aportación del consumidor). El intercambio de información respecto a las preferencias del consumidor y las especificaciones de producto es un proceso interactivo, que tiene un resultado poco previsible y es difícil de someter a rutinas. En esta línea se están utilizando diversos métodos (como el data mining) para la transmisión y el tratamiento de la información sobre las características de los clientes. La propia naturaleza de los servicios dificulta la protección de las innovaciones mediante métodos tradicionales como las patentes, aunque en algunos servicios se utilizan los copyrights con éxito. En cualquier caso, la importancia de la información como componente de algunos servicios hace que en general sea muy difícil proteger las innovaciones y aumenta la importancia de factores como el secreto o la reputación. Aunque el sector servicios apuesta cada vez más por la innovación, es un sector muy heterogéneo, donde contrastan subsectores como los servicios intensivos en conocimiento (KIBS) que son muy similares a las empresas manufactureras en cuanto al esfuerzo en I+D y a la intensidad tecnológica, con implementar las otros menos innovadores que suelen tecnologías desarrolladas por otros adoptar sectores de e la economía, en muchos casos las innovaciones provienen en primera instancia del sector aeroespacial. Los KIBS son empresas que proveen productos y servicios intermedios basados en el conocimiento. Algunos KIBS, como los servicios de consultoría, de formación, de informática o de I+D, parecen jugar un papel importante en sistema de innovación, especialmente por su papel en el proceso de difusión. Estos servicios ayudan a difundir los conceptos e ideas innovadoras y son una fuente de capital intangible. Además, contribuyen al desarrollo de las nuevas tecnologías, especialmente de las TIC, gracias a su papel de grandes usuarios. 2.2 Modelo dimensional de la innovación en servicios La innovación en servicios implica, además de cambios en las características del servicio en sí mismo, nuevas formas de distribución del producto, de interacción con el cliente, de control de calidad, etc. En la práctica la mayoría de innovaciones se realizan a partir de combinaciones de cambios y mejoras de productos anteriormente existentes. A continuación se presenta un modelo de cuatro dimensiones de la innovación en servicios, que sirve como herramienta para describir la actividad innovadora en este sector. Dimensión 1: Concepto de nuevo servicio Las innovaciones de servicios pueden ser visibles, sobre todo cuando implican provisión del producto, pero generalmente consisten en una nueva forma de organizar una actividad para solucionar un problema. Lo fundamental es que su aplicación sea novedosa dentro de un mercado determinado. Por ejemplo, la introducción de servicios de transporte puerta a puerta es un nuevo concepto de transporte que atiende las necesidades de los usuarios. Su introducción supone un nuevo concepto de transporte en el sector de transporte público. Dimensión 2: Nueva interfaz con el cliente Cada vez más frecuentemente en el sector servicios los productos se ofrecen y comercializan orientados de forma específica a grupos de consumidores, lo cual acentúa la importancia de la comunicación entre los proveedores y los clientes, y genera una gran área para la introducción de innovaciones. Estas innovaciones en las relaciones entre proveedor y sus clientes generalmente implican tecnologías de la información. La introducción de centros de llamadas o de información al cliente (que pueden ser asistidos mediante ordenador o Internet) y el telemarketing son ejemplos de cambios en la forma de acercarse y proveer a los clientes. Dimensión 3: Nuevo sistema de provisión (distribución y entrega) del servicio y organización Como en el caso anterior, esta dimensión se centra en la relación entre el proveedor y sus clientes. Se refiere a los cambios organizativos internos que permiten mejorar la manera en la que los trabajadores desarrollan su actividad y ofrecer los productos de una manera más adecuada. Por ejemplo, la introducción del comercio electrónico supone un cambio en la relación entre proveedor y cliente, así como en la forma de provisión del servicio. Dimensión 4: Opciones tecnológicas La innovación en servicios es posible sin innovación tecnológica. Sin embargo, la tecnología juega un papel importante en muchas innovaciones en servicios. En estos momentos, las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) son las más comunes en el sector. Esta situación contrasta con revoluciones tecnológicas anteriores, que afectaron de una manera importante a las manufacturas pero no a los servicios. Este hecho se debe en gran medida al carácter intangible de los servicios y al papel fundamental que la información y el conocimiento juegan en muchas de estas actividades. Ejemplos de innovaciones tecnológicas en servicios serían la introducción en una cadena de supermercados de un sistema de compra por Internet o la introducción en una cadena hotelera de un sistema de caracterización del medio ambiente (tiempo atmosférico, calidad del agua, etc). En general, cualquier innovación en servicios implica una combinación de las dimensiones mencionadas. Un servicio totalmente nuevo requerirá el desarrollo de un nuevo sistema de provisión del producto, provocará cambios en la organización del trabajo y generará nuevos usos de las TIC. 2.3 Patrón general de las innovaciones del sector servicios Se han identificado los distintos patrones innovadores de las actividades de servicios. a) Sectores dominados por los proveedores. Aquí se incluyen los servicios públicos y sociales, como la educación y la administración, servicios personales (reparaciones, peluquerías, etc.) y comercio al por menor. b) Servicios intensivos en producción, intensivos en escala y servicios de redes. Son servicios donde se da una gran división del trabajo con la simplificación (y coordinación) de las actividades de producción (y/o provisión), y la sustitución de mano de obra por máquinas. Dentro de este grupo identifican dos tipos de servicios: ● Servicios de redes. Son sectores dependientes de las redes de información, como por ejemplo, banca, seguros, radiodifusión y servicios de telecomunicación. El desarrollo de las TIC ha permitido mejorar la precisión y la calidad de los servicios. Además, facilitan la personalización del producto y juegan un papel fundamental en el establecimiento de estándares. ● Servicios intensivos en escala. Son servicios dependientes de las redes físicas (por ejemplo, servicios de transporte y viaje, comercio al por mayor y distribución). Generalmente utilizan tecnologías hardware desarrolladas en el sector manufacturero, lo que les confiere un papel importante en la definición y especificación de nuevos desarrollos, ejerciendo su influencia sobre los proveedores de nuevas tecnologías. c) Proveedores especializados de tecnología y sectores de base científica. Son sectores que incluyen servicios de negocios especializados, servicios de software, servicios de laboratorio y diseño. Estos sectores son muy dinámicos y sus procesos de innovación se basan en gran medida en resultados obtenidos por el mismo sector servicios. La evidencia parece mostrar que aquellas empresas con mayor capacidad para producir productos «a medida», grado de personalización de los servicios, son más innovadoras que las que producen servicios estandarizados. A partir de los desarrollos y conceptos existentes en el mundo de la innovación en servicios es posible resumir las principales ventajas que ofrece a las empresas que se benefician de ella: Mejora de la diferenciación de los productos y mayor valor añadido. Aumento de la calidad y satisfacción del cliente. Mejor acceso a factores productivos y conocimiento. Acceso a nuevos mercados. Integración de nuevas tecnologías y mejoras en la propia organización de las empresas.