a) Identifique y explique el significado del siguiente fragmento en la obra a la que pertenece. (1 punto): ADELA.- “¡Aquí se acabaron las voces de presidio!” b) Sitúe la obra en el contexto social, cultural y literario al que pertenece. (1 punto). A) El texto se encuentra en el acto III de la obra dramática La casa de Bernarda Alba, terminada de escribir por García Lorca en 1936, justo dos meses antes de que fuera fusilado. Para unos es un drama rural y para otros una tragedia. Se trata del momento culminante en que Adela se rebela manifiestamente contra su madre, a la que llama dominadora, y le rompe el bastón que simboliza el poder y la tiranía. Llegada a esta situación, Bernarda intentará infructuosamente terminar con Pepe el Romano y provocará el suicidio de Adela. Leída la frase en clave más abstracta y con perspectiva histórica podemos ver el enfrentamiento de las dos Españas a punto de empezar la Guerra Civil. Adela destaca entres sus hermanas porque encabeza el movimiento de liberación frente a la tiranía. Es sabedora de que su decisión le va a acarrear la muerte, la cual viene anunciándose hace tiempo en el texto. su actitud trasciende su caso singular para simbolizar la lucha por la libertad contra la tiranía y le otorga grandeza de heroína trágica que se enfrenta la destino que aguarda a toda mujer rural. No estaba acostumbrado el público de entonces a escuchar de boca de las mujeres frases tan sinceras y valientes relativas a la condición femenina y a sus deseos. Rompía Lorca con el teatro comercial que venía representado por la comedia burguesa de jacinto Benavente (Los intereses creados), caracterizada por el coservadurismo estético e ideológico. Algo tuvo que ver el viento revolucionario que la República estaba alentando, al que Lorca no fue ajeno. La obra tuvo que esperar hasta el año 45 en Buenos aires para ver su estreno. Desde el punto de vista de la producción dramática esta obra supone el punto de máxima madurez de un dramaturgo que ha evolucionado desde las farsas y el teatro de títeres de La zapatera prodigiosa (1921) y Don Perlimplin con Belisa en su jardín (1928), pasando por el teatro más vanguardista de El público (1930) y Así que pasen 5 años (1931), fruto de su viaje a Nueva York y Cuba, hasta llegar a la gestación de Bodas de sangre (1933),Yerma(1934), Doña Rosita la soltera(1934) y La casa de Bernarda Alba (1936). Excepto Doña Rosita la soltera, las otras tres se pueden considerar tragedias. B) La Generación del 98 había denunciado los males de España pero no había conseguido corregirlos porque sus críticas apenas habían tenido repercusión política. El analfabetismo, la mala distribución de las rentas y las tierras, la necesidad de europeizarse y la transformación de la educación eran temas pendientes. Durante el periodo de entreguerras, 1914-1936, España, al principio, con su neutralidad durante el periodo de la Primera Guerra Mundial, consiguió cierto grado de prosperidad con el aumento de las exportaciones a los países beligerantes, beneficio que fue a parar a manos de los burgueses en detrimento del proletariado, lo cual produjo la presión de los sindicatos obreros y del nacionalismo catalán. Ese descontento dio lugar a la crisis de 1917 que aceleró el fin del sistema de alternancia de partidos. La inestabilidad política y social, añadida al fracaso de las campañas militares en África, desembocó en 1930 en la dictadura de Miguel Primo de Rivera que, si bien templó los ánimos y consiguió ciertos éxitos económicos, no logró crear un sistema político estable. La dictadura terminó voluntariamente en 1930 y, dio paso, un año más tarde a la proclamación de la Segunda República en 1931 1936,. Este periodo fue altamente revolucionario para el País y se vio tristemente truncado por el golpe de estado de Francisco Franco, que dio paso a una represiva guerra civil. Desde el punto de vista cultural, los años de entreguerras fueron un periodo de una actividad tan intensa que dio lugar a la generación del 14 (Ortega y Gasset, Ramón Gómez de la Serna) y a la Generación del 27. (Dámaso Alonso, Jorge Guillén, Alberti, Lorca, Cernuda, Vicente Aleixandre, Gerardo Diego, etc.) Todos se embarcaron en travesías distintas pero partiendo del afán de innovación que perseguían colectivamentes. Convivieron con todas las vanguardias y movimientos europeos (Dadaísmo, Creacionismo, Ultraísmo, Surrealismo o Superrealismo). Los años veinte fueron años de experimentación y vanguardismos. Sus componentes vivieron bastante ajenos a las cuestiones sociales y a la dictadura. Fueron unos años de especial relieve cultural en todos los campos desde músicos como Manuel de Falla o Joaquín Turina; pintores como Pablo Picasso, Juan Gris, Salvador Dalí o Joan Miró, escultores como Mariano Benlliure; cineastas como Luis Buñuel; intelectuales como José Ortega y Gasset, Américo Castro o Claudio Sánchez Albornoz y eminentes científicos como Santiago Ramón y Cajal. Gran parte de la aparición de un elenco tan singular se lo debemos a la Residencia de Estudiantes de Madrid, institución laica que reunió y potenció a muchos de ellos. Lorca podría ser un ejemplo de lo que decimos: allí convivió con Luis Buñuel y Salvador Dalí. La trayectoria literaria de Lorca fue muy cambiante: pasó del neopopularismo al surrealismo en poesía; de la farsa al teatro vanguardista de la época de su viaje a Nueva York y Cuba (1929) para terminar, por exigencia lógica de los tiempos políticos, en su trilogía trágica (Bodas de sangre,1933; Yerma,1934 y La casa de Bernarda Alba, (1936), terminada de escribir un mes antes del golpe de estado. Tomado de www.artazalite