Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal, sala III Autos: S. G. E. c. Google Inc. s/medidas cautelares Fecha: 28/02/2012 Sumario: Se debe revocar la resolución apelada y ordenar que sea el actor quien denuncie las URLs cuyo bloqueo solicite (que contienen información del accionante), debiendo el juez fijar un plazo para que Google cumpla, en su caso, con la orden que dicte. Pues, para sustituir la medida cautelar como se requiere, el tribunal debe ponderar los derechos invocados por ambas partes del litigio en orden a determinar, en cada caso, la pertinencia del bloqueo. Y en ese balance tampoco pueden quedar al margen los derechos de terceros —sean los del titular del blog, de quienes efectúen posteos, o de las personas que buscan información a través del buscador—, máxime cuando la medida puede afectar sus garantías constitucionales. Es decir, se debe procurar la armonización de todos los derechos involucrados en la medida de que ninguno de ellos es absoluto. Vocablos: DERECHO A LA IMAGEN - INTERNET - MEDIDAS CAUTELARES - MODIFICACION DE MEDIDAS CAUTELARES - OBJETO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES - SITIO WEB Buenos Aires, 28 de febrero de 2012. Autos y vistos: Los recursos de apelación interpuestos a fs. 274 y a fs. 281 contra la resolución de fs. 272/73, los que se encuentran fundados a fs. 277/78vta. y a fs. 286/88, respectivamente, y sus traslados contestados a fs. 283/84vta. y a fs. 290/300, y Considerando: 1. Ante la presentación del actor de fs. 252/53 —en la cual denunció el incumplimiento de la medida cautelar decretada a fs. 108/vta. y pidió la ampliación de la liquidación de las astreintes por la suma de $ 58.600—, y la respuesta de la demandada de fs. 258/62vta. —en la que negó la denuncia de su contraria, se opuso al monto liquidado en concepto de multa y solicitó que se modificara el alcance de la medida precautoria—, el Sr. Juez dictó la resolución que ambas partes recurren. El a quo, en esa decisión, por un lado rechazó el pedido de Google para que modificase la medida cautelar en el sentido de que sea la actora quien denuncie los URLs cuyo bloqueo pretenda, y por el otro ordenó que se practicara una nueva liquidación de las astreintes devengadas, computando sólo los períodos comprendidos entre el 8 de diciembre de 2009 y el 30 de abril de 2010, y entre el 21 de septiembre y el 10 de noviembre de 2010. Para desestimar la solicitud de la demandada, el magistrado se remitió al alcance de la medida cautelar dictada, mediante la que se ordenó a Google que bloqueara la información respecto del actor a que refieren las páginas www.axj.puntoforo.com y www.cortenlacasiblgápot.com, como así también a los fundamentos con los que fue confirmada por esta Sala a fs. 163/64, en especial los vertidos en los considerandos quinto y sexto. En lo que respecta a la limitación de las astreintes liquidadas, el juez hizo mérito de que entre el 30 de abril y el 21 de septiembre de 2010 no se había alegado ni acreditado el incumplimiento de la medida cautelar. 2. El actor, en su memorial de agravios, considera que la multa fue fijada por cada día de demora en el cumplimiento de la orden judicial, a partir de lo cual concluye que la conducta que debe observar la demandada es permanente. Sobre esa base alega que las astreintes deben computarse durante la totalidad de los días en los que se mantuvo el incumplimiento. 3. Por su parte, Google se queja por cuanto el a quo denegó el pedido para que se modificase el alcance de la medida cautelar decretada. Sostiene que ha cumplido con dicha medida al eliminar cientos de URLs de sus resultados de búsqueda correspondientes a las páginas indicadas a fs. 108/vta., como así también los que fueron denunciados por el actor con posterioridad. Aclara, en tal sentido, que el juez no ordenó la “baja total” del blog, lo cual sería improcedente pues contiene muchas páginas o posteos que no mencionan al Dr. G. S. Desde esa perspectiva, considera que le ha sido impuesta una obligación de control preventivo, ya que se pretende que Google detecte cualquier publicación futura del Dr. T. —autor del blog winv.cortenla-casi.blgspot COM y de los posteos en cuestión— y elimine todo enlace a esa página, sin importar su contenido, lo cual importaría incurrir en censura previa. Agrega que en oportunidad de confirmar la medida cautelar a fs. 163/64, la Sala precisó que Google es el que está en mejores condiciones de actuar ante la “entidad objetiva y fácilmente verificable de la ilicitud del contenido”. A pesar de ello, manifiesta que después de la resolución de fs. 108/vta., en ningún momento se analizó el contenido de los posteos que hace el Dr. T. para determinar su ilicitud y su aptitud de generar un daño, no obstante lo cual se sanciona a Google por no prohibir su difusión, en violación de la garantía constitucional de libertad de expresión y de lo previsto expresamente en la ley 26.032. En síntesis, aduce que Google no es la que está en mejores condiciones para identificar, sin la colaboración del actor, las páginas web cuyo contenido considere agraviante. Con esos fundamentos, solicita que se modifique el alcance de la medida cautelar decretada, en el sentido de que sea el actor quien deberá denunciar los URLs cuyo bloqueo pretenda para que, previo examen y calificación de su ilegalidad por el tribunal, se ordene a Google la eliminación de la página de sus resultados, fijándose un plazo prudencial para su cumplimiento. 4. El Tribunal examinará en primer término los agravios de la demandada, habida cuenta de su relación con los planteos formulados respecto de las astreintes, las cuales han sido apeladas por el actor debido a la limitación que fijó el juez en su liquidación. Si bien es cierto que quedó firme la resolución que, con carácter precautorio, ordenó a Google “bloquear la información respecto de G. S., a que se refieren las páginas www.axj.puntoforo.com y www.cortenlacasi.blgspotcom, a las que se accede a través del buscador, también lo es que esta Sala se pronunció — ante planteos análogos a los que se examinan en este caso— acerca de la provisionalidad de las medidas cautelares decretadas y la inexistencia de cosa juzgada, a fin de modificar el alcance con el que estaba decretada y, de ese modo, armonizar los derechos involucrados (causas “Cornejo” 8805/09 del 14 de abril de 2011, “Entrático” 689/07 del 24 de junio de 2011 y “Vargues” 7489/07 del 29 de agosto de 2011). Esa solución fue, asimismo, propiciada por las otras dos Salas de esta Cámara en juicios con circunstancias similares a las que presenta este caso (Sala 2, in re “Raggi” 4091/06 del 29-4-2011 y Sala I, “Ceriscioli” 6087/08 del 29-12-2011). En ese sentido, la Corte Suprema de Justicia ha precisado que la resolución que hace lugar a una medida cautelar, ajustándose a las particularidades del caso, es siempre provisional y corresponde que sea modificada o suprimida —si la situación ulterior lo aconseja— atendiendo a la variación o a la invalidez de las circunstancias que se tuvieron en cuenta cuando se la dispuso; es decir, que no cabe invocar la cosa juzgada material o formal respecto de las decisiones que decretan medidas cautelares (Fallos 269:131; 289:181). De acuerdo con esas pautas y las concretas circunstancias que exhibe el caso —a las que se hará referencia en adelante—, es que se debe revisar la medida cautelar decretada, confirmada por esta Sala en la resolución de fs. 163/64, a cuyos fundamentos el juez se remitió para desestimar el pedido de la demandada. En esa oportunidad se ponderó, según los resultados de la búsqueda efectuada con el nombre del actor que se denunciaron (fs. 2), que Google estaba en mejores condiciones técnicas y fácticas de actuar para prevenir o reparar el daño, ante la entidad objetiva y fácilmente verificable de la ilicitud del contenido, a fin de no amplificar con su divulgación los efectos en curso. A ello se agregó que aun cuando era dificultosa la prevención del daño, no lo era así la cesación de sus consecuencias, para evitar que se prolongase la situación denunciada (ver considerando sexto). Es pertinente destacar que esa decisión importó un juicio provisional por estar referida concretamente a circunstancias propias de un proceso cautelar. A ello cabe añadir que la conclusión acerca de que ésa era la solución más razonable desde el punto de vista técnico, no se basó en una probanza o informe de un especialista en la materia, sino en un criterio receptado en varios fallos dictados en causas análogas a la que se examina. Por ende, tal conclusión fue consecuencia de la percepción que de la problemática planteada se formaron los tribunales en un estado liminar de numerosos procesos cautelares en trámite ante el Fuero, la cual tuvo por finalidad proteger los derechos personalísimos de los actores (cfr. esta Sala, causa 7489/07 citada). En esas condiciones, corresponde emitir un pronunciamiento acerca de la modificación de la medida cautelar decretada, de acuerdo con las actuales circunstancias que surgen de estas actuaciones, como así también con la experiencia recogida en numerosos procesos en los que se decidieron cuestiones relacionadas con estos conflictos (ver resoluciones dictadas por la Sala I, en la causa “Slapka” 6103/06 del 31/8/2010 y por la Sala 2, in re “Nara” 8952/09 del 30/11/2010), máxime cuando el cumplimiento de esa orden involucra un medio altamente dinámico debido a los nuevos sitios que en forma permanente son incorporados, lo cual tiene mayor incidencia en este caso por tratarse de posteos en un blog o de mensajes en un foro jurídico publicados por un abogado, los que tendrían relación —según los resultados que arroja el buscador que han sido denunciados— con la actuación del actor en el ámbito de la justicia y del Colegio de Abogados de San Isidro, del cual habría sido su Presidente (ver fs. 2, 128, 168, 176, 196/97, 208, 229 y 251/vta.). Tales circunstancias demuestran la inconveniencia de mantener la medida cautelar con el alcance que ha sido oportunamente decretada, e interpretada por el juez en la resolución apelada. Adviértase que ante las persistentes y reiteradas manifestaciones del autor de los posteos y de los mensajes —quien fue identificado por la demandada (fs. 135/36) y cuya citación en este incidente cautelar fue resistida por el actor y desestimada por el a quo a fs. 194—, Google procedió a bloquear cientos de resultados de su buscador (ver fs. 120/24, 172/74vta., 181/82, 201/207, 211, 233 y 264). Por lo demás no se puede soslayar que el propio actor manifiesta que no cuestiona el contenido del blog, sino los párrafos de la descripción del resultado que arroja el buscador (ver, por ejemplo, fs. 184 y 217), sin demostrar que ésta no guarde relación con aquél y que sea mendaz (ver escrito de inicio). No es admisible, en tal sentido, su afirmación de que si no fuese por la actividad del buscador el sitio en cuestión resultaría desconocido e inaccesible para los “internautas”, habida cuenta de que ese acceso a la información es, precisamente, el que protege la ley 26.032 en cuanto dispone que la búsqueda, recepción y difusión de información e ideas de toda índole a través del servicio de Internet está amparada por la garantía constitucional de la libertad de expresión. 5. El referido carácter provisional de las medidas cautelares (art. 202 del Código Procesal) está implícito, asimismo, en los arts. 203 y 204, en el sentido de que ambas normas prevén la modificación o sustitución de una medida cautelar pedida o decretada por otra menos perjudicial, sobre todo cuando aquélla genera un gravamen innecesario. Ello, claro está, siempre que se garantice el derecho del peticionario de la medida. En suma, para sustituir la medida cautelar como se requiere, el tribunal debe ponderar los derechos invocados por ambas partes del litigio en orden a determinar, en cada caso, la pertinencia del bloqueo. Y en ese balance tampoco pueden quedar al margen los derechos de terceros —sean los del titular del blog, de quienes efectúen posteos, o de las personas que buscan información a través del buscador—, máxime cuando la medida puede afectar sus garantías constitucionales (cfr. esta Sala causa 8805/09 citada, Sala 1, causa 6103-06 cit.; Sala 2, causa “Bailan” 8865/09 del 30/6/2010). Es decir, se debe procurar la armonización de todos los derechos involucrados en la medida de que ninguno de ellos es absoluto (en ese sentido, Sala 2, causa 8952/09 cit.). Sobre esa base, se debe revocar la resolución apelada y ordenar que sea el actor quien denuncie las URLs cuyo bloqueo solicite, debiendo el juez fijar un plazo para que Google cumpla, en su caso, con la orden que dicte. Ello, por lo demás, es la mejor solución que en este estado se advierte para que el juez pueda valorar concretamente si los resultados informados por el buscador —que indique el actor— afectan los derechos protegidos a través de la medida cautelar y, por ende, verificar su efectivo acatamiento, extremos que no se logran con el alcance amplio con el que fue decretada (esta Sala, causa 8805/09; Sala 1, causa 6103/06; Sala 2, causa 8952/09; citadas). 6. Los fundamentos expuestos precedentemente acerca del alcance de la medida cautelar, como así también los que sostuvo el juez para limitar la liquidación de las astreintes, llevan a desestimar los agravios que en ese sentido expresa el actor. En efecto, como bien lo sostuvo el a quo, entre la presentación efectuada por la demandada el 30/4/2010 para informar el bloqueo del resultado denunciado a fs. 229 (ver fs. 233) —y de ese modo el cumplimiento de la medida cautelar— y la nueva denuncia formulada por el actor a fs. 251/53 respecto de un resultado del 21/9/2010, correspondiente a uno de los sitios indicados en la medida cautelar de fs. 108/vta. (aunque respecto de un posteo posterior), no se acreditó que hubiera existido otro incumplimiento anterior a esa fecha, por lo que no se advierten razones para modificar el criterio aplicado para determinar el monto de la multa. En tales circunstancias carece de sustento la afirmación del recurrente en punta a que la conducta que debe observar la demandada es permanente y que las astreintes deben computarse durante la totalidad de los días en los que se mantuvo el incumplimiento. En consecuencia, se resuelve: 1. revocar la resolución de fs. 272/73 en cuanto rechazó el pedido formulado por el actor de fs. 258/62vta., y modificar la medida cautelar decretada a fs. 108vta. con el alcance precisado en el considerando quinto (párrafos tercero y cuarto) de la presente, con costas de ambas instancias por su orden atento a la complejidad y a las particularidades que exhibe la cuestión decidida (arts. 68, segundo párrafo, y 279 del Código Procesal); y 2. confirmar la resolución apelada en cuanto limitó la liquidación de las astreintes y ordenó que se practicara una nueva conforme con las pautas que fijó el juez a fs. 272vta., último párrafo. Las costas de este recurso se imponen al actor por no advertirse que existan razones para apartarse del principio objetivo de la derrota (art. 68 del Código Procesal). Aprobada la nueva liquidación y determinada la diferencia con la practicada a fs. 252/53 (pto. VI), se regularan los honorarios correspondientes a esta instancia. Regístrese, notifíquese y devuélvase. — Guillermo Alberto Antelo. — Ricardo Gustavo Recondo. — Graciela Medina.