Enfermedades de Mozambique 3ACI 13EGF 16MHG 21MPT CÓLERA ¿QUÉ ES EL CÓLERA? El cólera es una infección intestinal aguda causada por la ingestión de alimentos o agua contaminados por la bacteria Vibrio cholerae. Tiene un periodo de incubación corto, entre uno y cinco días, y la bacteria produce una enterotoxina que causa una diarrea excesiva, indolora y acuosa que puede conducir con rapidez a una deshidratación grave y causar la muerte si no se trata rápidamente. La mayor parte de los pacientes sufren también vómitos. CAUSAS La forma más habitual de contagio es a través del agua o por la ingesta de alimentos contaminados por heces humanas. No se suele transmitir de persona a persona. En las áreas de contaminación más frecuentes, los brotes de enfermedad se dan durante los meses de calor y la mayor incidencia es entre los niños. En otras zonas, las epidemias pueden ocurrir en cualquier época del año y la enfermedad puede afectar a cualquier edad. También habita en aguas de interior. Prolifera en verano cuando la temperatura del agua supera los 20 grados centígrados. La bacteria sobrevive en la superficie de todos los alimentos durante cinco días a temperatura ambiente y hasta diez días si la temperatura se mantiene entre 5 y 10 grados. Sobrevive a la congelación, aunque es más difícil la propagación, lo que puede impedir que se alcance la cantidad de microorganismos capaces de provocar la infección en el individuo. Es sensible a la desecación y a la acidez. Se ha descrito una relación entre el grupo sanguíneo y la sensibilidad al cólera. No se sabe por qué, pero las personas con grupo sanguíneo 0 tienen más riesgo que las del grupo A o B. SÍNTOMAS DE CÓLERA Frecuentemente, la enfermedad comienza con una diarrea repentina, indolora y acuosa, además de vómitos. En los casos graves se llega a perder casi un litro de líquido por hora, pero usualmente la cantidad es mucho menor. En tales situaciones graves, la gran disminución de agua y sal produce una marcada deshidratación con intensa sed, calambres musculares, debilidad y una producción mínima de orina. PREVENCIÓN Son necesarias nuevas mejoras en salud pública, como abastecimiento de agua limpia, instalaciones adecuadas para la eliminación de aguas fecales, mejora del estado de nutrición de la población y cambios en las normas de manipulación y conservación de los alimentos. No tiene ninguna utilidad el tratamiento colectivo sistemático con antibióticos. Las medidas individuales de prevención más eficaces son las siguientes: • Cocer los alimentos completamente y consumirlos aún calientes. • Evitar que los alimentos cocinados entren en contacto con los alimentos crudos para que no se contaminen, así como con el agua o el hielo, moscas, superficies contaminadas, cubiertos sucios y otros. • No comer frutas ni verduras crudas sin mondarlas en el momento del consumo, ni dejarlas expuestas. • Medidas habituales de higiene que no hay que descuidar, como lavarse las manos antes de tocar cualquier alimento. DIAGNÓSTICO El diagnóstico de cólera se confirma aislando las bacterias a partir de muestras de fluido procedentes del recto o de materia fecal fresca. Ya que la bacteria 'Vibrio Cholerae' no crece en los cultivos rutinarios de materia fecal, se debe solicitar un cultivo especial para los microorganismos Vibrio. Tratamientos El tratamiento adecuado y suficiente de forma general es la solución de sales de rehidratación oral, aunque en las ocasiones en las que la deshidratación es muy acusada, es necesaria la reposición intravenosa de los líquidos y solutos perdidos. El potasio se repone con un zumo de limón, agua de coco o similares. Sólo en los casos muy graves se deben utilizar antibióticos, siendo la tetracilina el fármaco de elección, siempre bajo control médico. TUBERCULOSIS ¿QUÉ ES LA TUBERCULOSIS? La tuberculosis, llamada antiguamente tisis es una infección bacteriana contagiosa que afecta especialmente a los pulmones, pero puede extenderse a otros órganos. La especie de bacterias más significativa y característica causante de tuberculosis es Mycobacterium La Tuberculosis es una de las causas más importantes de muerte en el mundo. SÍNTOMAS Los síntomas típicos de la tuberculosis son una tos crónica, con esputo sanguinolento, fiebre, sudores nocturnos y pérdida de peso. El diagnóstico se basa en radiografías torácicas, una prueba de la tuberculina cutánea y análisis de sangre, así como un examen al microscopio y un cultivo microbiológico de los fluidos corporales como las espectoraciones. El tratamiento de la tuberculosis es complicado y requiere largos periodos de exposición con diversos antibióticos. CAUSAS Y DATOS La tuberculosis se infecta por vía aérea, cuando las personas contagiadas tosen, estornudan o escupen. Una tercera parte de la población actual del mundo está infectada con tuberculosis, y cada segundo es infectada una nueva persona. Sin embargo, en la mayoría de estos casos la enfermedad no se desarrollará completamente; las infecciones asintomáticas y latentes son las más habituales. Aproximadamente una de cada diez de estas infecciones latentes progresará finalmente a la enfermedad activa, que, si no es tratada, mata a más de la mitad de las víctimas. Además, un número creciente de personas del mundo contraen la tuberculosis debido a que su sistema inmunitario se ve comprometido por medicamentos inmunosupresores, abuso de drogas o el SIDA. La distribución de la tuberculosis no es uniforme en todo el mundo; aproximadamente el 80% de la población de muchos países asiáticos y africanos dan positivo en las pruebas de la tuberculina, mientras que sólo 5-10% de la población de Estados Unidos da positivo. PREVENCIÓN La prevención pasa por la detección temprana de la enfermedad, de manera que se pueda impedir la transmisión al resto de la población. La OMS recomienda la vacunación con BCG a todos los recién nacidos con alta incidencia de tuberculosis, incluyéndola en el calendario infantil de forma sistemática. Debe administrarse sólo una vez, ya que no está probada la eficacia de la revacunación. Además, no está recomendada a personas adultas que vayan a trasladarse a zonas de alto riesgo, pues tampoco se ha demostrado su eficacia en este campo. Sin embargo, la OMS recomienda su administración en niños y jóvenes que vayan a pasar largas temporadas en zonas de incidencia. La BCG está contraindicada en personas con SIDA, independientemente de la edad que tengan. En cuanto a la alimentación, si viaja a una zona afectada por la enfermedad renuncie a tomar leche o cualquier producto lácteo que no haya sido pasteurizado. En caso de contacto prolongado con una persona infectada que no está en tratamiento acuda lo antes posible a un médico y realícese la prueba de la tuberculina. El especialista valorará si debe administrarle el tratamiento o la quimioprofilaxis específica para la enfermedad. TIPOS DE TUBERCULOSIS Se distinguen dos tipos de tuberculosis: pulmonar y extrapulmonar. La tuberculosis pulmonar puede aparecer inmediatamente después de la infección. Esta complejidad se conoce como infección primaria y afecta principalmente a los niños de África. Cuando el niño dispone de buena salud la enfermedad puede cursar con alteraciones locales en los pulmones y ganglios. Pero si está desnutrido o sufre otras infecciones, como sida, aparecen complicaciones graves entre las que destacan la obstrucción bronquial, derrame pleural o acumulación de líquido en el espacio comprendido entre las membranas que recubren el pulmón. Si la tuberculosis aparece al menos dos años después de contraer la infección, se habla de enfermedad postprimaria o tuberculosis del adulto. Esto indica que la infección permanecía latente, por lo que es más agresiva que la primaria, provoca lesiones pulmonares graves y se disemina más fácilmente por el resto del cuerpo.