¿Qué le conviene a un joven? P. Fabricio Alaña E. C uando te encuentras aburrido sin saber qué hacer, ¿en qué piensas? ¿Qué crees que te puede ayudar a estar bien y a hacer el bien? Este planteo no es fácil, muchos padres y madres, educadores y Pastoralistas pierden la paciencia con facilidad. No se sabe que hacer con los jóvenes, vienen los silencios, los aislamientos, es mejor dejarlos en lo suyo. Pero, ¿qué es lo suyo? ¿Qué es lo que hace ser que un joven sea joven? Dentro de las muchas respuestas, desde mi experiencia, lo que más valoro de la juventud es su capacidad para explorar, descubrir lo nuevo, la aventura que lo lleva siempre a ser creativo, buscar la novedad, usar su inteligencia. Como el joven Ghandi cuando estudiaba leyes en Inglaterra supo dar las respuestas adecuadas a un profesor que lo detestaba por considerarlo de raza inferior. Un día en el almuerzo se sentó al lado de su profesor y este le dijo: señor Gandhi los puercos y los pájaros no pueden sentarse juntos. Gandhi respondió, es verdad, lo siento, me tengo que ir volando... Picado el profesor, por sentirse aludido, decide desquitarse en un examen. Cuando estaba entregando las pruebas a sus estudiantes, el examen de Gandhi estaba sin calificar y escrito la palabra idiota. Gandhi se levanta y se acerca al profesor y le dice, disculpe, profe, me firmó el examen pero no me puso la nota... ¿De qué es capaz un joven? De muchas cosas. Las anécdotas anteriores nos muestran varias de las características de uno: su creatividad, coraje y perseverancia para superar las dificultades y ver lo que mejor le conviene para salir adelante en la vida. El joven no se achica, no siempre busca lo fácil, sabe explorar alternativas. En nuestros país se está discutiendo la posibilidad que se permita usar cierta cantidad de gramos de droga legalmente. Este planteo no es la solución. Si ha si lo fuera se hubiera solucionado o disminuido el problema del uso indebido de las drogas en otros países que lo permiten. Este tipo de situación se parece a la forma en que trató el profesor de Gandhi en la Universidad inglesa. Estoy seguro que nuestros jóvenes sabrán volar alto y no arrastrarse en las pequeñeces de la vida. Sabrán buscar la nota adecuada al ejercicio de su creatividad y no la firma de los levanta manos de turno que hacen las leyes de nuestros países.