CAPÍTULO NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL PACIENTE CRÍTICO C. Ortiz Leyba F.J. Jiménez Jiménez J. Garnacho Montero El paciente crítico subsidiario de nutrición parenteral (NP) puede responder a diferentes situaciones patológicas pero se puede esquematizar en dos grandes líneas de comportamiento fisiopatológico . Éstas son la presencia de un patrón metabólico que, con diferentes matizaciones, es similar a todos y que corresponde a la situación de hipermetabolismo ; y la afectación de uno o más órganos que lidera el curso clínico, pronóstico y terapéutico de cada enfermo . , Por ello para esquematizar el so metabólico-nutricional del paciente en Medicina Intensiva, hay que referirse en prin r lugar al patrón general de incremento del gasto energético, de las pérdidas nitr é y del,catabolismo, junto con una situación de hiperglucemia, donde se englobadas distintas situaciones que comprende la gran agresión o el estrés (sepsis, traumadz4de*) ; y en $e o lugar a la NP órgano específica dependiendo de qué órgano sea eltgi4 sU disí`utic rí idere y marque el cuadro clínico (insuficiencia renal, insuficienci, (h Ktiga, frica. nt ltiorganico o SDMO) . La insuficiencia respiratoria no se cont ompa, } yue°41 ~te nutricional se hace principalmente por vía enteral y en el caso que sea séettrtria a otro proceso la nutrición NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL PACIENTE CRÍTICO 401 requerida es la que corresponde a la entidad inicial, p .ej . politrauma, sepsis, SDMO. 1. NUTRICIÓN PARENTERAL EN SITUACIONES DE AGRESIÓN I.1. Sepsis La sepsis plantea una respuesta extraordinariamente peculiar dentro de las respuestas tipo que las diferentes situaciones de la gran agresión plantean . Sobre un patrón inicial de hipermetabolismo y alteraciones metabólicas se va a instaurar un mecanismo, en la mayoría de las veces autoalimentado por mediadores endógenos y exógenos, que va a perpetuar y a agravar el descalabro del metabolismo intermediario y que en numerosas ocasiones va a terminar en un fallo multiorgánico de origen séptico (SDMO). A) Planteamiento del problema Se estima que existen 500 .000 nuevos episodios cada año en los Estados Unidos, como por su gravedad, actualmente es la decimotercera causa de muerte con una mortalidad cruda asociada del 35% y según el Centre of Deseases Control es actualmente la tercera causa de fallecimiento por proceso infeccioso tras la neumonía y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) . Dicha mortalidad va a variar no sólo en función del tipo de sepsis sino del germen causal oscilando entre el 15% y el 40% y se incrementa aún más ante la aparición de shock séptico. Actualmente la sepsis suele constituir entre un 3,5 y un 5% de los ingresos que se producen en una unidad de cuidados intensivos (UCI) polivalente y la estancia media se establece en nuestro servicio en 25 días con una amplia desviación estándar . ' Dado que actualmente son muy elevados los gastos de una cama de UCI y día en un Hospital de tercer nivel, se comprenderá fácilmente el coste tan importante que conlleva el manejo de estos cuadros y la importancia en desarrollar nuevas estrategias instrumentales, antimicrobianas y sobre todo metabólicas y nutricionales para recortar esas cargas económicas. Por lo que respecta al enfoque nutricional hay que tener en cuenta que se deben considerar los siguientes factores : en primer lugar una situación de hipermetabolismo que evoluciona hacia un fracaso metabólico ; segundo, un estado de inmunocompetencia alterado ; tercero, un tracto digestivo total o parcialmente incompetente ; cuarto, alta posibilidad de trastornos de la conducta que por un lado pueden afectar a la ingesta, y 402 MEZCLAS INTRAVENOSAS Y NUTRICIÓN ARTIFICIAL por otro ser consecuencia de una encefalopatía por disbalance de aminoácidos ; y quinto, anomalías de la coagulación que dificultan un acceso venoso central o un soporte enteral si se presentan hemorragias digestivas . Ante esta situación parece juicioso hacer un soporte metabólico y nutricional prospectivo que prevenga el fracaso de los distintos órganos, con lo que se provean substratos que sirvan de nutrientes para las células implicadas en la cicatrización de heridas, en los mecanismos inmunitarios ; que protejan de los problemas digestivos con especial referencia a la traslocación intestinal bacteriana; que preserven la función muscular para mantener una respiración adecuada, así como una motilidad suficiente; y que mantengan las funciones hepáticas dado que este órgano se va a erigir en regulador de toda la alterada panoplia metabólica (Figura 16 .1). SUBSTRATOS PARA CELULAS DE DIVISION RÁPIDA E IMPLICADAS EN LA INMUNIDAD PRESERVAR LA FUNCION MUSCULAR PROSPECTIVO PARA PREVENIR UNA DISFUNCION DE ORGANOS Figura 16.1 Estrategia del soporte nutricional en la sepsis. A.1) ¿Hay que nutrir a las sepsis? Hay que establecer de inicio una pregunta básica y ésta es la siguiente : ¿Es beneficioso o es perjudicial hacer Nutrición Artificial (NA) en la sepsis?. En la actualidad no existe una indicación absoluta de NA en la sepsis . En la revisión crítica realizada por Souba no se contempla de forma explícita a la sepsis,' sin embargo sí está de forma implícita durante toda la revisión en dos categorías de indicaciones establecidas: pacientes malnutridos que van a sufrir cirugía electiva y pacientes traumatizados y quemados . En ambas situaciones se considera que la nutrición disminuirá NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL PACIENTE CRÍTICO 403 la incidencia de complicaciones sépticas . Asimismo se considera indicación condicionada en pacientes de UCI que se suponga que no puedan comer de forma eficaz por vía oral en 7-10 días, para prevenir las complicaciones inducidas por la desnutrición y en el caso concreto de las pancreatitis agudas graves si existe previamente una pérdida de peso o una sepsis la NA debe ser indicada precozmente. Ante esta crítica de si estos pacientes deben ser nutridos o no, Frost y Bihari consideran; que existen diferentes razones para que exista una ausencia de evidencia convincente : en primer lugar que los ensayos prospectivos, aleatorios y controlados clínicamente necesitan ser muy amplios en su diseño dado que la población de pacientes críticos es muy heterogénea y el presunto efecto beneficioso de la nutrición sobre la evolución puede ser muy pequeño ; además no es posible establecer un grupo control sin nutrición por razones éticas y por último se ha sugerido que el efecto beneficioso del soporte nutricional puede estar en relación inversa con la gravedad de la enfermedad4 donde es poco razonable intentar buscar un gran beneficio en enfermos con evolución tormentosa. A .2) ¿Entera)?, ¿ Parenteral? El aporte enteral en pacientes con SDMO puede ser problemático . No ya en los casos donde el origen de la sepsis sea peritoneal sino más frecuentemente por los efectos negativos de elevados niveles en la activación simpática del tracto gastrointestinal (GI) combinado con el empleo de sedantes o de fármacos vasoactivos usados en la ventilación mecánica o en la inestabilidad hemodinámica. De hecho, el tracto GI es uno de los órganos que más se afecta tras el SDMO secundario a la sepsis, encontrándose en los pacientes sépticos : isquemia de la mucosa gástrica, ulceración, inflamación y aumento de la permeabilidad . En cuanto a las alteraciones bioquímicas, la sepsis disminuye la liberación de glutamina en el intestino y las actividades de determinadas enzimas (hexoquinasa, 6-fosfofructokinasa, piruvatokinasa y glutaminasa). En resumen la disfunción gastrointestinal que se produce en el SUMO séptico puede verse mantenida por uno o varios de los siguientes mecanismos : compromiso del flujo sanguíneo, de la estructura, dr. la función celular, de la actividad metabólica y de la propia barrera. Sin embargo los efectos de la sepsis sobre la función de absorción del intestino no son bien conocidos . La absorción intestinal de aminoácidos (AA) está regulada por 3 mecanismos : 404 MEZCLAS INTRAVENOSAS Y NUTRICIÓN ARTIFICIAL 1. la cantidad de substrato intraluminal, 2. la capacidad de sistemas de transporte y 3. la capacidad del enterocito para metabolizar los substratos. El transporte intestinal de AA ha sido estudiado en pacientes sépticos analizando las vesículas del borde de la mucosa intestinal .5 La liberación de glutamina, alanina y leucina estaba considerablemente disminuida con respecto al grupo control . Los estudios de Gardiner y Barbull sobre ratas sépticas mostraron un descenso de la concentración intraluminal de AA (arginina, leucina y prolina) .6 Esto lleva a hacer pensar en que se produzca de la misma manera un descenso en la absorción de AA en los pacientes sépticos y que esté presente prácticamente a las 12 horas de inicio del cuadro . Y por ello la reduccción de la capacidad de la luz intestinal para absorber nutrientes puede limitar la disponibilidad de substratos intracelulares para el mantenimiento de las funciones metabólicas y de barrera del enterocíto. La capacidad del intestino delgado para transportar substratos se inhibe también como consecuencia de la disminución del flujo sanguíneo mesentérico . Esta alteración de la microcirculación está mediada por la liberación de radicales de oxígeno, citokinas o mediadores inflamatorios . De forma directa la endotoxina aumenta la actividad mucosa de la xantínooxidasa y la liberación de radicales de oxígeno . La administración de interleukina-1 (IL-1) origina un descenso en la extracción intestinal de glutamina de la circulación mesentérica y en la actividad glutaminasa de la mucosa . Como resultado del metabolismo anaeróbíco puede ocurrir un descenso en el almacenamiento de ATP y reducirse el transporte activo de substratos intraluminales. Otro factor invocado finalmente es el que un más rápido recambio de enterocitos puede originar una mayor proporción de células menos maduras que cubren los villi con un correspondiente descenso en la función de absorción. Por consiguiente la capacidad de absorción intestinal reducida de los pacientes sépticos puede limitar el empleo de la nutrición enteral (NE) y es posible que no sea posible alcanzar los requerimientos nutricionales por esa vía, si además sumamos la presencia por una parte de situaciones de malnutrición, tan habitual en estos pacientes, y por otra la presencia de una paresia o disfunción gastrointestinal hacen que no se puedan alcanzar los requerimientos nutricionales con cierta frecuencia y haya que recurrir total o parcialmente a la NP, aun cuando este tipo de nutrición mixta ha sido criticada por algunos . ' Si bien existen trabajos clínicos en los que el empleo de NE NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL PACIENTE CRÍTICO 405 previene de menor número de complicaciones sépticas 8'9 el hecho es que no existen suficientes trabajos en sepsis propiamente dichas como grupo a estudiar para demostrar lo que experimentalmente se ha publicado en relación a una menor mortalidad al emplear NE .10 En este sentido un estudio prospectivo y aleatorio realizado en pacientes sépticos no halló diferencias en mortalidad o duración de estancia según se empleara NE o NP . " B) Situación metabólica general B .1) Respuesta endocrina en la sepsis La singularidad de la respuesta hormonal en la sepsis reside en la mayor importancia de las repercusiones de las hormonas anabólicas que las de contrarregulación . Por supuesto se produce una respuesta del sistema nervioso central a una secreción aumentada de ACTH, cortisol, ADH, catecolaminas y glucagón, apareciendo el cuadro típico de incremento de la frecuencia cardíaca, del gasto y de la contractilidad, así como una mayor retención de agua y sal . No obstante, a medida que se afianza el estado séptico puede aparecer un cuadro multifactorial de poliuria inadecuada del paciente séptico donde entre otros factores se aprecia una insensibilidad renal a la ADH . '' Las hormonas anabólicas tienen una participación muy especial en la sepsis . Presentan una secreción parcialmente disminuida y esto conlleva por lo que respecta a la insulina a que estén disminuidos sus efectos : transporte a través de la membrana y participación intracelular del metabolismo de la glucosa en tejido adiposo y tejido muscular, regulación del transporte de aminoácidos, control de la síntesis proteica y de la lipogénesis, e inducción del almacenamiento de los substratos energéticos ingresados. Por lo que respecta a la hormona humana del crecimiento (hGH) su estudio constituye una de las líneas de investigación más actuales en el soporte nutricional de la agresión. La hGH ha sido estudiada por su acción para promover retención nitrogenada y síntesis proteica, induciendo todo ello un balance nitrogenado positivo, pero estos efectos son más evidentes cuando se administra con soportes nutricionales hipocalóricos. Por lo que respecta al caso concreto de la sepsis, Douglas y col . ' han mostrado un incremento de la tasa de síntesis proteica en pacientes con sepsis y en fase de recuperación de un traumatismo tras la administración durante 3 días de 10 mg/día de hGH. asimismo encontraron un aumento de la tasa de aparición de ácidos grasos libres y de la oxidación grasa mientras que la oxidación de la leucina se encontraba disminuida . 406 MEZCLAS INTRAVENOSAS Y NUTRICIÓN ARTIFICIAL Voerman empleando en pacientes con sepsis grave, hGH durante 3 días obtuvo mejoría del balance nitrogenado y un incremento de ácidos grasos libres y de betahidroxibutirato indicando un incremento de la lipolisis . 14 Otros efectos metabólicos de la hGH se muestran en la Tabla 16 .1, tomados de Ziegler . 15 Tabla 16.1 .Efectosmetabólicos de la hormona humana del crecimiento (hGH) . - Estimulación de la síntesis de ADN y ARN - Incremento de la retención nitrogenada y mineral - Estimulación de la lipolisis - Estimulación de la síntesis proteica Estimulación y liberación del IGF-I (insulin-like growth factor-1) - Estimulación y liberación de insulina - Antagoniza el efecto de la insulina sobre la homeostasis de la glucosa. - Incrementa el gasto energético - Mejora la quimiotaxis y la actividad de las células Natural Killer (NK) No obstante se ha comunicado recientemente que la administración de hGH en situaciones de agresión puede empeorar la resistencia a la insulina, mientras que la IGF-1 puede hacer disminuir de forma excesiva la glucemia, aunque el tratamiento combinado con ambas se ha notificado que puede inducir una mayor retención de nitrógeno y unos niveles de glucemia más elevados que la IGF-1 sola . 16 B .2) Respuesta paracrina en la sepsis Con la denominación de mediadores inflamatorios se identifican hasta este momento al menos 200 factores químicos implicados en mayor o menor medida en la presencia de una situación hipermetabólica o en el desarrollo de shock o de SDMO . Gran parte de estos mediadores son citokinas y tienen una importancia actual el Factor de Necrosis Tumoral/Caquectina (TNF) y algunas interleukinas. El TNF, producido por macrófagos activados y otras células inflamatorias, tiene un claro efecto catabólico incrementando el gasto energético y se piensa que es el principal responsable de la situación hipercatabólica de la agresión . La endotoxina bacteriana es quizás el mayor estimulador para la producción de TNF . Sus acciones catabólicas se NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL PACIENTE CRÍTICO 407 potencian actuando sinérgicamente con la 1L-1 produciéndose un incremento de las pérdidas nitrogenadas y del número de polimorfonucleares en sangre . Por lo que respecta a los lípidos, el TNF inhibe la actividad de la lipoproteinlipasa, la acetil-CoA carboxilasa y la sintetasa de ácidos grasos, ello conlleva a impedir que los adípocitos acumulen ácidos grasos libres provenientes de los triglicéridos plasmáticos ; también dificulta la síntesis de triglicéridos a partir de hidratos de carbono y de aminoácidos lipogénicos . Como por otra parte el TNF moviliza las grasas que estaba' almacenadas el resultado metabólico es un incremento muy considerable de los triglicéridos del plasma. ' La IL- 1 es una citokina elaborada por el monocito/macrófago y otras células endoteliales, epiteliales y hematopoyéticas que se libera bien por la acción directa de la endotoxina, bien a través de la mediación del TNF . De hecho actúa sinérgicamente con este último en numerosas acciones. Las más llamativas son la hiperpirexia, el incremento de los reactantes de fase aguda hepáticos, la síntesis del Factor Inductor de la Proteolisis (FIP) que es el responsable de las mialgias de los pacientes con sepsis además de numerosos cambios en la inmunidad celular y humoral, todo ello está a su vez mediado por la producción de Prostaglandina E 2 (PGE-2) en el hipotálamo . "' Si bien en sus acciones sinérgicas con el TNF o con catecolaminas puede influir en el metabolismo proteico, es en el metabolismo de los hidratos de carbono donde la IL-1 tiene una acción preferente . Así la IL-l incrementa las concentraciones plasmáticas de insulina y glucagón ; y a través del eje hipotálamo-hipofisario incrementa los niveles de ACTH y glucocorticoides . Por lo tanto la lL-1 podría ser la principal responsable de la producción del perfil hormonal que favorece el establecimiento de la neoglucogénesis en la gran agresión . Por lo que respecta a las grasas la IL- 115 inhibe también la lipoproteinlipasa aunque de forma menos intensa que el TNF. La regulación de la liberación de la I1,-1 se hace por un mecanismo de retroalimentación a través del AMPc mediado por las catecolaminas, por ello en las sepsis de evolución fatal se encuentra una actividad II1 -1 disminuida con respecto a controles supervivientes. En la sepsis que evoluciona rápidamente al SDMO parece corresponder fundamentalmente a una respuesta predominante de TNF mientras que la sepsis que persiste en situación hiperdinámica parece corresponder a predominio IL-1 . 408 MEZCLAS INTRAVENOSAS Y NUTRICIÓN ARTIFICIAL La IL-2, producida por las células T, además de importantes funciones inmunomoduladoras parece activar la lipolisis disminuyendo la inhibición a-adrenérgica . La IL-6 que está producida por la estimulación de los macrófagos y células T fundamentalmente de la IL-1 y el TNF parece ser el principal mediador de la producción de reactantes de fase aguda .19 C) Respuestas metabólicas propias de la sepsis Los pacientes sépticos son por definición hipermetabólicos . Basta recordar que el incremento del gasto energético (GE) supone entre un 40-50% sobre el REE ( Gato Energético en Reposo) . Es de destacar no obstante la importancia del factor temperatura en el aumento del GE y aun cuando existen fórmulas para cuantificar ese incremento dependiendo de cuántos grados haya ascendido la fiebre hay que recordar que la respuesta es personal.20 Otro aspecto importante a considerar y que es también propio de la sepsis es el consumo de substratos que pasa a ser mixto (glucosa/grasas) y el cociente respiratorio va ascendiendo a medida que el cuadro va evolucionando a SDMO, por tanto es habitual encontrar valores de 0,85. En diferentes trabajos en enfermos con sepsis se ha medido el gasto energético en reposo y se concluye que no existe una relación simple entre el nivel de hipermetabolismo y los índices de gravedad de los pacientes . ' El incremento oscila entre el 21% para Arnold y col . y el 91% para Frankenfield y , No obstante, a medida que progresa la sepsis hacia estadios más graves o más complicados hacia el fracaso de órganos el gasto energético va disminuyendo y se han determinado gastos energéticos en reposo para enfermos en shock séptico del 35% .24 En este sentido es revelador el trabajo de Kreyman sobre pacientes con infecciones bacterianas ingresados en UCI donde encuentra que las variaciones del REE son decrecientes según tengan los pacientes una sepsis (55%), un síndrome séptico (24%) o un shock séptico (2%), mientras que al Entre los factores a tener en cuenta recuperarse de este último asciende (61%) .25 para inducir aumento del REE están no sólo las hormonas (catecolaminas) o las citokinas (lL-1, TNF) sino también el establecimiento de ciclados fútiles y vías metabólicas alternativas que consumen gran cantidad de energía como son gluconeogénesis, ciclo de Cori, lipogénesis y lipolisis. Se considera que por cada aumento de 1 °C de la temperatura se incrementa el gasto energético en un 10-15% . El empleo de fármacos comunmente usados en estos pacientes puede incrementar el REE como la dopamina, la dohutamina y la noradrenalina (4, 2 col . .22 NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL PACIENTE CRÍTICO 409 6 y 25% respectivamente), pero por otro lado el empleo de sedantes y analgésicos lo disminuye. La propia NP induce un incremento de la termogénesis en pacientes críticos pero ese incremento se minimiza cuanto menor aporte de glucosa se haga ya que se estima que el exceso de carbohidratos se dirige a una lipogénesis lo que precisa una gran cantidad de energía .26 En la Tabla 16 .2 se recogen resultados de diferentes autores que evalúan el aumento del gasto energético en situaciones de sepsis. Tabla 16.2. Gasto energético en la sepsis. Incremento del gasto energético sobre la fórmula de Harris-Benedict. AUTOR/AÑO Carlson/ 1984 FACTOR 1,94 Mann/1985 1,15 Giovannini/1986 1,36 Swinammer/ 1987 1,47 Ortíz Leyba/ 1990 1,48 Zhang/ 1991 1,51 García de Lorenzo/ 1992 1,40 Monte jo/ 1993 1,38 C .1) Hidratos de carbono Por lo que respecta al metabolismo hidrocarbonado hay que hacer recordar que la neoglucogénesis es más elevada en la sepsis que en sujetos normales . Es muy importante tanto para la comprensión del metabolismo de la agresión como para el soporte nutricional entender que tanto la captación de glucosa como su oxidación son en el paciente séptico no diabético probablemente máximas y que la hiperglucemia proviene de la producción de un exceso de glucosa a partir de la neoglucogénesis y del ciclo de Cori . Los niveles de lactato y de piruvato están por lo general elevados en la sepsis, y sobre todo en aquellas que evolucionan mal, aun cuando la relación entre ambos es prácticamente la misma que en la agresión no séptica . En el paciente con sepsis la alanina es el precursor principal de la creación de piruvato y su presencia determina los 410 MEZCLAS INTRAVENOSAS Y NUTRICIÓN ARTIFICIAL niveles de este último. Mientras que la formación de lactato no sólo está regulada por los niveles de piruvato sino también por la disponibilidad de nicotín-adenín-dinucleótido (NAD+) que marca el cociente NAD reducido/NAD oxidado .27 C.2) Grasas El metabolismo lipídico en el paciente séptico se caracteriza por un incremento de la oxidación, de la movilización y recambio de las grasas . Sin embargo la movilización excede a la oxidación y así la hidrólisis de triglicéridos se incrementa en la sepsis cuatro o cinco veces más . Los triglicéridos están aumentados y su aclaramiento plasmático disminuido tal como se detalló al hablar del TNF . Por lo que respecta al glicerol y a los ácidos grasos, el recambio de los segundos es inferior al del primero y se produce un marcado incremento en la tasa de reesterificación de ácidos grasos constituyendo una base de substrato para triglicéridos . El perfil del acidograma en la sepsis se suele caracterizar por presentar valores plasmáticos disminuidos de ácido linoleico y araquidónico, así como incrementos de ácido oleico . Los ácidos grasos constituyen el substrato energético de elección en los pacientes sépticos .28 La producción de cuerpos cetónicos está disminuida si se compara con la situación metabólica de la desnutrición pero presumiblemente tanto la producción como la utilización de los cuerpos cetónicos en la agresión están incrementados al compararlas con sujetos sanos normoalimentados . De cualquier forma la cetogénesis no es el mecanismo de producción de energía preferente en la sepsis. C.3) Proteínas El hipercataholismo del enfermo séptico es quizás el más moderado de los encontrados en situaciones de gran agresión (traumas, quemados) . El catabolismo proteico intracelular se efectúa por tres vías diferentes . En primer lugar y en el músculo esquelético se identifican las proteinasas lisosomales ATP-independientes y las catepsinas B, L, H y D . En segundo lugar están las proteinasas Ca2+-dependientes y las µ y m-calpainas . Por último en tercer lugar se encuentra el sistema uhiquitina ATPdependiente.29 Este último parece ser el más importante en la degradación de proteínas miofibrilares en el músculo esquelético y parece jugar un papel principal en la emaciación muscular de los estados de agresión . 30 Los sistemas de catepsinas y calpainas parecen jugar un papel más importante en las fases de cronicidad tras un trauma o una sepsis . NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL PACIENTE CRÍTICO 411 La excreción nitrogenada urinaria raramente supera los 16-18 g N 2/día . La captación de aminoácidos por el músculo queda inhibida y se incrementa la hepática para la neoglucogénesis por un lado y para la producción de reactantes de fase aguda hepáticos y para la reparación de las heridas por otra. Los suministradores de aminoácidos son por tanto en la sepsis los músculos, pero también, el tejido conectivo y el intestino que no está estimulado. En la sepsis el 50% del nitrogeno de los aminoácidos liberados por el músculo está suministrado por dos aminoácidos : glutamina y alanina . Para soportar las necesidades continuamente elevadas de glutamina es precisa la participación de aminoácidos de cadena ramificada (AARR) que se convierten en glutamina .' Mientras que la alanina se va a convertir en el hepatocito en glucosa-6-P, la glutamina va a constituirse en substrato energético para las células del intestino delgado y grueso, preservando así la integridad de la pared y evitando la traslocación bacteriana . Además la glutamina es fundamental en la sepsis para el funcionamiento de las células del sistema inmune y aquellas implicadas en la reparación de los tejidos . En la sepsis se produce asimismo un incremento por parte de los linfocitos y macrófagos de sus necesidades de glutamina como substrato energético por oxidación parcial de la misma ya que aumentan tanto el número como la actividad de estas células . " El perfil típico del aminograma de pacientes sépticos es el conocido de decremento de AARR e incremento de aminoácidos aromáticos (AAAA) . Estos AAAA van a servir de precursores para la producción de falsos neurotransmisores que contribuyen a producir entre otros factores el cuadro de la encefalopatía séptica que tan ramal pronóstico tiene .'3 D) Soporte nutricional D.1) Aporte de carbohidratos Pese a que la fuente energética en la sepsis es mixta, la glucosa continúa siendo el principal substrato calórico . Los hidratos de carbono constituyen entre el SO y el 707 de las calorías no proteicas en el metabolismo del paciente con sepsis . En la sepsis la tasa de aparición de glucosa hepática como índice de neoglucogénesis durante una fase de ayuno es doble a la normal . Una perfusión de glucosa a 4mg/kg/min sólo suprime la neoglucogénesis al 50% y además suprime el cataholismo proteico en un 10% para 412 MEZCLAS INTRAVENOSAS Y NUTRICIÓN ARTIFICIAL pacientes y en un 15% para controles, 34 por lo tanto se recomienda un aporte de glucosa .5 sobre valores que no rebasen los 5 g/kg/día o bien 20 kcal/kg/día. D.2) Aporte de grasas El aporte de grasas no debe exceder la cantidad de 1,5-2 g/kg/día, sea en la forma de TCL (trigliceridos de cadena larga) como en la mezcla TCM/TCL y se prefiere aportarlos en concentraciones del 30% ó 20% más que en concentraciones del 10% (relación fosfolípidos/triglicéridos de 0,04 en la concentración al 30%) y en perfusiones largas más que en períodos cortos para así evitar los efectos pulmonares que se han descrito por algunos.35 Nuestro grupo ha realizado recientemente un estudio prospectivo sobre 72 pacientes sépticos a los que se les administró aleatoriamente lípidos en forma de TCL o TCM/TCL obteniéndose en el último grupo y tras el estudio multivariante de los parámetros de anabolismo y catabolismo proteico un evolución más favorable sin existir un incremento de los efectos adversos . 36 D.3) Otros substratos energéticos Existen un número de substratos que están siendo evaluados para su empleo como fuente calórica en la sepsis aunque faltan trabajos concluyentes hasta el momento . El xilitol así como el sorbitol pueden ser oxidados para formar D-xilulosa que es fosforilada para convertirse en D-xilulosa-5-fosfato, el cual se incorpora como intermediario en el " shunt" hexosa-monofosfato, y aunque inducen elevaciones discretas de la glucemia, esta elevación no es excesivamente importante lo que es imprescindible en algunas ocasiones cuando se desarrolla en el curso de la sepsis una intolerancia hidrocarbonada o en el caso de las pancreatitis cuando se asocian a cuadros sépticos por abscesos pancreáticos o secuestros infectados ; y por último reduce la neoglucogénesis incrementando la oxidación de ácidos grasos . Por estas características algunos autores lo consideran con mayores ventajas que la glucosa para su empleo en situaciones de agresión . De cualquier forma hay que recordar que estos substratos generan un exceso de NADH, lo que induce una acidosis láctica por lo que en la sepsis y en todas aquellas situaciones en donde se desarrolló en acidosis metabólica precisaría una vigilancia cuidadosa . Su empleo estaría contraindicado cuando exista una insuficiencia hepática . Un efecto secundario más frecuente es la elevación de los niveles séricos del ácido úrico debido a una tasa de producción incrementada, lo cual coincide con una caída de nucleótidos de adenina en el hígado . Por último, el efecto secundario más importante es el depósito de NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL PACIENTE CRÍTICO 413 cristales de oxalato en riñones y en cerebro, aunque se duda de si existe un eslabón metabólico directo entre el oxalato y el xilitol . " Asimismo el glicerol, hasta ahora reservado a nutrición periférica y que puede entrar en el ciclo de los ácidos tricarboxílicos, pudiera constituirse en alternativa ya que comienzan a publicarse trabajos con glicerol en pacientes con estrés . El sorbitol, a través de su conversión en fructosa sería otra alternativa energética .3 D.4) Aporte de aminoácidos Las necesidades proteicas del paciente séptico están incrementadas pero no tanto como en otras situaciones hipercatabólicas, el aporte de proteínas por NP en cuantía de 1,5 g/kg/día reduce el catabolismo proteico en un 70% pero si se incrementa a 2,2 g/kg/día, se produce un aumento de la degradación proteica neta . Por tanto parece que la elevación del aporte proteico por encima de un determinado nivel crítico incrementaría la tasa de catabolismo' `' o bien ante una situación de disfunción hepática o neural pueden desencadenar un agravamiento en los trastornos de la conciencia propios del síndrome séptico .40 En el aporte de aminoácidos para el paciente séptico tiene considerable interés el empleo de AARR . Introducidos en un primer momento corno solución adaptada al perfil tipo de la sepsis donde como hemos referido se produce un descenso de los niveles de AARR en el plasma con un incremento de los AAAA, actualmente su importancia ha desbordado al simple aporte nit rogenado para que sea oxidado por los músculos o el constituir substratos precursores de la neoglucogénesis y en el momento actual se considera que el aporte de AARR es necesario como proveedores nit rogenados para la síntesis de glutamina y su consiguiente repercusión inmune .41 Nuestro grupo ha estudiado el aporte de AARR en pacientes con sepsis y ha encontrando elevaciones de la glutamina a los siete días de iniciar la infusión de ramificados al compararlo con un grupo cont rol con solución convencional ." En esta línea de empleo de soluciones de AARR se han manifestado otros autores quienes estiman que pueden ser importantes con respecto a mejorar los mecanismos de defensa contra las infecciones, aunque por su parte sugieran que ello se produce por incremento de los reactantes de fase aguda . Ante toda esta nueva información lo que si está claro es que probahlementc la valoración de la eficacia de los AARR habrá que cambiarla y así el grupo de Askanar,i plantea que posiblemente no sea el balance nit rogenado el mejor índice sobre la eficacia de estas soluciones, sino las variaciones plasmáticas y/o mus- 414 MEZCLAS 1NTRAVENOSAS Y NUTRICIÓN ARTIFICIAL. culares de glutamina que constituirían índices más sensibles de la respuesta del organismo. En un ulterior estudio multicéntrico llevado a cabo en España administrando aminoácidos en solución estándar frente a dos formulaciones de AARR con diferente aporte nitrogenado por kg de peso se ha encontrado una disminución de la mortalidad con significación estadística en aquellos grupos donde se emplearon los AARR al compararlos con el grupo control, así como una mejoría de los marcadores viscerales anabólicos .4 Otro aminoácido de extraordinario interés en la sepsis es la arginina y del que se dispone para administración en dietas enterales . No existen trabajos clínicos sobre pacientes sépticos aunque sí existen sobre pacientes postoperados con buenos resultados» Queda por tanto definir en futuros estudios la importancia real de la arginina en el soporte nutricional de la sepsis. El empleo de glutamina en la sepsis queda limitado a algunos trabajos empleando dipéptidos por los problemas de estabilidad en la solución que plantea este aminoácido, no obstante este substrato es uno de los que más interés despierta entre los investigadores. D.5) Aporte de micronutrientes La actividad de los micronutrientes en la sepsis se dirige hacia dos objetivos principales : por un lado acelerar la cicatrización de heridas si las hubiera y por otro mejorar, una vez más, la inmunocompetencia. Se considera que el zinc es necesario para el proceso reparador de las heridas y que su déficit acarrea diferentes aspectos de inmunocompetencia . En situaciones de agresión es necesario añadirlo en cantidades elevadas en la nutrición artificial en aportes de hasta 13 mg/día, aunque un aporte de 4,5-6 mg/día más un suplemento de 12,2 mg/L si el paciente presenta pérdidas intestinales importantes debe ser suficiente ya que hay que tener cierto cuidado en no aportarlo en exceso 45 pues produciría una interferencia en el metabolismo del cobre. El cobre puede ser necesario aportarlo en la sepsis sobre todo si se acompañan de fuertes pérdidas digestivas, su déficit lleva a un descenso de la función inmune y a trastornos en la cicatrización de heridas . No existen datos por ahora de cuales son los requerimientos en la sepsis aunque se piensa que aportes de 2-3 mg/día podrían ser suficientes en el aporte enteral . 4" Otros elementos traza que debieran añadirse a la NP NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL PACIENTE CRÍTICO 415 son el manganeso (0,8 mg/día) y el cromo (0, 1 mg/día) . Asimismo, pueden adicionarse selenio y molibdeno. Por lo que respecta a las vitaminas, sus necesidades no están establecidas aún en NP para el paciente séptico aun cuando se siguen las recomendaciones del Nutrition Advisory Group de la American Medical Association (AMA-NAG) . Otros autores siguen las recomendaciones de la RDA (Recommended dietary allowances) . Aunque sospechamos que estas recomendaciones están muy por debajo de las necesidades del paciente en agresión . Estimamos imprescindibles la tiamina, niacina, vitaminas 47 A, E y C así como vitaminas del complejo B. En la Tabla 16 .3 se expresa un resumen de nuestras actuales recomendaciones para el soporte nutricional en el paciente en situación séptica crítica. Tabla 16 .3. Soporte nutricional can el paciente séptico. Calorías Harris-Benedict x 1,3-1,4 o aplicar Tabla 16 .2 Glucosa Hasta 5 g/kg/día ; 60-70% de las calorías Grasas Hasta 1,5 g/kg/día ; 15-40%, de las calorías Aminoácidos Hasta 1,5-2,0 g/kg/día ; de preferencia AARR Elementos Traza Suplementos de Zn Vitaminas RDA + Vitamina E, Vitamina C, niacina Electrolitos Mantener niveles K ' . Na ' , Ca n, P I),6) Manejo práctico del soporte nutricional 1,a N A a administrar a un paciente con sepsis por lo que respecta al enfoque paren'eral o enteral va a venir marcada por la viabilidad del tracto gastrointestinal o no y el riesgo de hroncoaspiración aunque globalmente la NE es de elección sobre la NP. El aporte nitrogenado del paciente no debe sobrepasar 1,5 g AA/kg/día . Con la experiencia aportarla en este campo la calidad de AA debe de ser con formulaciones ricas 416 MEZCLAS INTRAVENOSAS Y NUTRICIÓN ARTIFICIAL en AARR.41'43 En circunstancias especiales en las que por una insuficiencia renal aguda acompañe al cuadro de sepsis y siempre que se empleen ramificados se puede emplear aportes algo inferiores 1,1-1,4 g AA/kg/día. Si no se dispone de calorimetría indirecta el aporte energético se aportará en relación al aporte nitrogenado . La proporción kcal no proteicas/g N2 media es de 120-130 kcal/g N2 pero si el paciente se encuentra en grados de estrés avanzados con presencia de SDMO esta relación" puede descender hasta 80 kcal/g N 2. El reparto de los substratos energéticos se debe hacer entre glucosa y grasas con una proporción variable según la situación metabólica entre 65/35 hasta un límite máximo de 50/50 . El aporte de glucosa no debe sobrepasar los 5 g/kg/día. En el caso de estar indicado el empleo de xilitol, éste se recomienda infundirlo entre 0,125-0,250 g/kg/h para que no modifique los niveles de glucemia ní insulínemía y para evitar sobrepasar el umbral renal para el xilitol. Por lo que respecta a los micronutrientes su empleo ha quedado arriba explicado. I.2. POLITRAUMATIZADO El traumatizado grave continúa siendo uno de los principales grupos de pacientes a tratar entre el conjunto de pacientes críticos . Y por supuesto uno de sus hitos básicos en el tratamiento lo constituye el soporte nutricional . La importancia actual del problema puede fácilmente evidenciarse si se recuerdan los datos de la Dirección General de Tráfico para el año 1 .992 en España, donde la cifra de heridos graves en accidentes de tráfico alcanzó 2 .959 casos, y pese a la reducción de un 10,5% con respecto al año anterior la magnitud del problema resulta evidente . Otras características que bajo el punto de vista metabólico-nutricional hay que considerar son : la prolongada estancia de estos pacientes en la Unidades de Cuidados Intensivos, la extremada frecuencia con que presentan complicaciones sépticas, la mayoritaria presencia de adultos jóvenes previamente sanos y del sexo masculino y por último la mayor acumulación de casos en períodos festivos o vacacionales precisamente cuando existe menor cantidad de personal para atenderlos en los hospitales. A) Estrategia en el soporte Actualmente hay que diferenciar bien qué tipo de paciente politraumatizado es el susceptible a tratar . La respuesta metabólica a la agresión y por tanto el aporte metabólico-nutricional que precisa va a ser radicalmente distinta si se trata de un traumatismo espinal, un politrauma sin presencia de traumatismo cráneo-encefálico (TCE) o de NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL PACIENTE CRITICO 417 un TCE puro o acompañado de otras lesiones . Aunque algunos no han encontrado diferencias en la respuesta hormonal y catabólica entre diferentes tipos de trauma, el hecho clínico es que el manejo en el soporte metabólico-nutricional va a ser distinto.48 De hecho, el perfil hormonal post-traumático consiste en elevacion de ACTH, cortisol, hGH, epinefrina, norepinefrina, vasopresina, glucagón, renina y aldosterona . Al mismo tiempo, puede apreciarse una disminución en los valores de TSH, T 4 libre y T 3 total y libre. La insulina está elevada pero sus efectos están bloqueados por la interacción entre las hormonas contrarreguladoras y las citokinas . Por otro lado, es frecuente la situación de "hipotiroidismo bioquímico" (sin enfermedad tiroidea) que se caracteriza por : TSH normal, T 4 en rangos de la normalidad, T4 libre ligeramente disminuida, T 3 total y T3 libre en rangos inferiores a los normales . Este "hipotiroidismo bioquímico" debe considerarse como una respuesta adaptativa que no debe ser manipulada salvo que se presente hipotiroidismo clínico. En el paciente con TCE se han descrito alteraciones en la glándula neurohipofisaria, patrones de aminoácidos plasmáticos y de líquido cefalorraquídeo ventricular específicos, así como complejas alteraciones de la glándula pituitaria anterior . Según recientes estudios, los pacientes con TCE aislado o combinado con trauma orgánico presentan bajos niveles de TSH y PRL, con correlación inversa a la severidad de la lesión encefálica y con implicaciones pronósticas (los pacientes que fallecen tienen más bajos niveles plasmáticos de TSH y PRL) . Por otra parte, diferentes trabajos han estudiado el patrón de la hGH (IGF 1 y II) en la situación de TCE, apreciando un descenso en la hGH igualmente asociado a mal pronóstico. El otro punto importante que hay que tener en cuenta es que la funcionalidad del tracto gastrointestinal, aunque éste quede indemne tras el trauma, se ve afectada por el estrés, el dolor y la pérdida de sangre, con lo que no sólo se altera la motilidad o la secreción de enzimas sino también la reabsorción de substratos . Esta hipofuncionalidad suele prolongarse durante un período de 10 días por lo que será preciso basar la estrategia inicialmente en NP, introducir cuando el paciente lo tolere NE concomitantemente con la NP y posteriormente ir reduciendo esta última hasta asegurar las necesidades solamente con la vía enteral . Pero dada la importancia que actualmente se concede a la integridad del tracto gastrointestinal para prevenir la aparición del SDMO, la administración de NE se debe iniciar lo antes posible y no esperar un período inicial medio de 2 semanas para el TCE solamente con NP, por ello regímenes mixtos son deseables aun cuando en los primeros días el aporte enteral sea mínimo . Una norma práctica es el 4/8 MEZCLAS INTRAVENOSAS Y NUTRICIÓN ARTIFICIAL comprobar 3 días después del trauma si existen ruidos intestinales y si el residuo gástrico es menor de 100 mL/h, en caso positivo se puede y debe iniciar la NE. A.1) Aporte energético El estudio del gasto energético (EE) en estos pacientes ha mostrado diferentes situaciones. De cualquier forma no se piensa actualmente que los requerimientos sean superiores al 50% del gasto energético basa], aun cuando exista un amplio sesgo sobre ese valor medio basado en circunstancias personales . En el TCE incrementan esos valores las situaciones con convulsiones, fiebre, catecolaminas circulantes y actividad muscular espontánea, mientras que en donde exista una lesión axonal difusa el gasto energético es más bajo . Es decir, existe una relación inversa entre la puntuación de la escala de Glasgow y dicho gasto medido. En pacientes politraumatizados con lesión espinal el gasto energético desciende drásticamente y ese descenso es variable si existe tetraplegia o paraplegia . Los primeros requieren solamente entre un 80-95% del Harris-Benedict (BEE), mientras que los segundos precisan un 23% más, lo que supone prácticamente el BEE . Dadas las variaciones en el EE, la calorimetría indirecta es el método de elección para valorar las necesidades energéticas . En caso de no disponerse de ella existen numerosas fórmulas para su cálculo. Ninguna de ellas es válida, pero como recomendaciones prácticas debe establecerse que se administrará un aporte energético` ' que no supere las 40-50 kcal/kg/día y si el paciente se encuentra bajo efectos de barbitúricos debe recibir sobre 25 kcal/kg/día. También en el trauma se encuentran elevados los valores de la glucemia, esta hiperglucemia postraumática no está relacionada con un descenso en la secreción de insulina, ni con el incremento de su degradación, sino con un estado de resistencia periférica a la misma a pesar del incremento en la insulina sintetizada (constatable por el aumento en los valores plasmáticos y urinarios de Péptido C). El aporte energético se continúa realizando fundamentalmente con glucosa a pesar de que el aporte de la misma puede contribuir a un aumento de la acidosis láctica cerebral y por ello agravar la lesión por tanto hay que evitar que un aporte excesivo de la misma limite la disponibilidad de cuerpos cetónicos . Una alternativa sería el administar una fuente de precursores cetónicos como son los ácidos grasos de cadena corta aunque NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL PACIENTE CRÍTICO 419 esta vía terapéutica no está aun muy desarrollada . La otra alternativa sería el empleo de substratos que no entran directamente en la vía glicolítica como los polioles y el glicerol . No hay trabajos clínicos suficientes para sancionar hasta el momento actual ninguna de estas alternativas, por tanto el aporte de grasas, bien bajo la forma de triglicéridos de cadena larga o bien en forma de mezcla al 50% de cadena larga y media, son el otro puntal de soporte energético en el traumatizado. A.2) Aporte nitrogenado El rasgo más típico del trauma es la pérdida exagerada de nitrógeno ureico . Expoliaciones de 30 g N 2/día son habituales pero se pueden alcanzar valores de 70 g o incluso más . Pero estas enormes pérdidas son propias de las situaciones de TCE y paradójicamente cuando existen relativamente escasas o ninguna otra lesión concomitante . Mientras que en la lesión espinal la pérdida nitrogenada aun siendo elevada es constante y no alcanza esos valores tan elevados y está en función a la parálisis de estos pacientes estando alrededor de 15-20 g N 2/día . Pero así como en el gasto energético del traumatizado influyen factores variados fundamentalmente terapéuticos, en la excreción nitrogenada no existen apenas respuestas a dichos procederes. Aun cuando a partir de estudios in vitro se ha visto que los AARR, en concreto la leucina, actúa estimulando la síntesis de proteínas tisulares y moderando el catabolismo proteico y que dichos aminoácidos al ser oxidados extrahepáticamente pudieran servir como substratos energéticos para el músculo en situaciones de trauma, esta hipótesis no ha podido aún establecerse en estudios clínicos, ya que los resultados son contradictorios, probablemente por errores de metodología como es el hecho de que se infiere que es lo mismo el estrés séptico donde los AARR han mostrado su efectividad que el estrés traumático y está claro que ambos tipos de agresión difieren ostensiblemente, no sólo por lo que respecta al catabolismo proteico del que ya hemos hablado, sino en la respuesta a los AARR . Hasta el momento actual y a falta de estudios multicéntricos clínicos bien diseñados la calidad nitrogenada del aporte en pacientes traumatizados puede alcanzarse con soluciones estándar de AA aunque existen ventajas teóricas de empleo de soluciones enriquecidas con AARR . El aporte de soluciones con bajo contenido de AARR no se considera en la actualidad para el soporte parenteral del trauma .S05I 420 MEZCLAS INTRAVENOSAS Y NUTRICIÓN ARTIFICIAL Otro punto aspecto muy interesante a evaluar es el papel que estas soluciones de AARR puedan ejercer como moduladores del flujo cerebral de AA cerebrales que se asocien a necrosis celular como es el caso del ácido glutámico y quizás con el ácido aspártico. B) Manejo práctico del soporte metabólico nutricional El aporte nitrogenado del paciente con TCE, con o sin lesiones asociadas debe ser de 1,5-2 g AA/kg/día, mientras que si se trata de un traumatismo abdominal el aporte de AA debe ser de 1,5 g/kg/día . Aportes superiores a 2 g AA/kg/día no son útiles en absoluto para intentar conseguir un balance nitrogenado positivo, efecto éste que puede persistir hasta 3 semanas tras el trauma. El aporte energético es deseable relacionarlo al aporte nitrogenado siempre que no se disponga de calorimetría indirecta . La proporción kcal no proteicas/g N 2 va a depender de la situación de estrés del paciente y oscilará entre 80-130 kcal/g N 2. El reparto de los substratos energéticos se debe hacer entre glucosa y grasas con una proporción variable según la situación metabólica entre 65/35 hasta un límite máximo de 50/50. El aporte de glucosa52 no debe sobrepasar los 5g/kg/día. En el caso de estar indicado el empleo de xilitol, éste se recomienda infundirlo entre 0,125-0,250 g/kg/h para que no modifique los niveles de glucemia ni insulinemia y para evitar sobrepasar el umbral renal para el xilitol y la esteatosis hepática. Asimismo hay que prever en los primeros días tras un trauma la administración profiláctica de 0,5 mmol de fosfato/kg/día habida cuenta la excreción masiva urinaria de fosforo y el descenso de la fosforemia cuyas causas no son conocidas y donde el incremento de la actividad de la PTH sólo juega un papel secundario. Entre los elementos traza hay que aportar zinc ya que en los primeros días del trauma disminuyen los valores del plasma, no recuperándose hasta las dos semanas ; un aporte de 13 mg/día puede ser suficiente. Dado que en el trauma se produce un estado de inmunosupresión de aspectos variados (Tabla 16 .4) que predisponen al paciente a la sobreinfección convendrá considerar todos aquellos nutrientes que puedan mejorar el estado inmune para conseguir no sólo la repleción de la alteración metabólica y nutricional sino para procurar modular la respuesta inmune. NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL PACIENTE CRITICO 421 Tabla 16 .4. Inmunodeficiencia tras el trauma. 1 . Respuestas celulares alteradas - Polimorfonucleares, macrófagos - Linfocitos T y B 2. Mensajeros en cantidad excesiva o inadecuada - Eicosanoides - Citokinas 3. Actividad proteolítica en exceso - Exagerada generación de fragmentos proteolíticos inmunoactivos 4 . Nutrición anormal - Disponibilidad de sustratos inadecuada II. NUTRICIÓN PARENTERAL EN DISFUNCIÓN DE ÓRGANOS I1.1 Insuficiencia hepática El objetivo del soporte nutricional en el fallo hepático (FH) es proveer las calorías y proteínas adecuadas sin provocar encefalopatía hepática (EH). La NP debe emplearse en estos enfermos cuando se dé alguna de éstas situaciones: a) tracto gastrointestinal no funcionante ; h) intolerancia demostrada a otros métodos de nutrición ; c) alto riesgo de aspiración por trastornos del nivel de conciencia . La NE debe emplearse tan pronto como sea posible. La controversia se establece alrededor de las soluciones de aminoácidos ricas en ramificados las cuales se han empleado en la Insuficiencia Hepatica Crónica (IHC) como soporte nutricional órgano-específico, así corno tratamiento fisiopatológico en la EH . Las bases del empleo de estas soluciones se encuentran en tres aspectos a contemplar en la IHC, y que según Rossi Fanelli son : aquellos mecanismos que llevan a la aparición del patrón de AA característico en la IHC ; al papel desempeñado por el disbalance de AA plasmáticos en la aparición de la EH ; y al efecto de los AARR sobre el recambio proteico . En el paciente hepático crónico las reservas de glucógeno intrahepático son muy escasas por lo que cualquier mínimo período de ayuno requiere un desencadenamiento de la neoglucogénesis, pero como en la IHC está reducida la hidrólisis de 422 MEZCLAS INTRAVENOSAS Y NUTRICIÓN ARTIFICIAL grasas exógenas (al contrario de las endógenas), el déficit de energía que se establece hay que cubrirlo con los aminoácidos procedentes de la masa muscular, los AARR son oxidados en tejidos extrahepáticos y sus niveles plasmáticos están descendidos, mientras que los AAAA cuyo metabolismo es fundamentalmente hepático, tienden a acumularse en el plasma . Por otra parte, y dado que ambos tipos de aminoácidos, emplean para su transporte intracerebral el mismo sistema común, se produce una competitividad entre ambos, y como los AAAA son precursores de falsos neurotransmisores cualquier aumento de los niveles plasmáticos de AARR disminuiría la entrada de aromáticos a través de la barrera hemato-encefálica con disminución de falsos neurotransmisores con lo que mejoraría de forma notable la EH.53 Por lo que respecta al tercer aspecto, el empleo de AARR pueden estimular la síntesis proteica y disminuir su catabolismo muscular, con lo que el flujo de AAAA procedente de la degradación de las proteínas musculares se reduce, y como consecuencia disminuyen las concentraciones plasmáticas de estos aminoácidos. Sobre la utilidad y racionalidad del empleo de soluciones de aminoácidos con alta proporción de ramificados ha existido poca controversia y se vienen empleando soluciones tipo "F080" con un cociente AARR/AAAA de 37/1 y con una proporción total de AARR del 34,5% . No obstante la polémica parece actualmente abrirse de nuevo ante la publicación de trabajos randomizados, con asignación de grupos control, donde no se ha podido establecer de forma evidente la utilidad de las soluciones de AARR para revertir la EH .54 De cualquier forma, si se sigue manteniendo que en los pacientes con IHC, el empleo de estas soluciones con proporción de AARR superior a las estándar (como es el caso de la F080) es beneficioso por el efecto de estos compuestos sobre el recambio proteico de los tejidos periféricos .55 En una reciente revisión de la literatura con un metaanálisis, junto con un estudio propio randomizado, Fischer distingue varios apartados a la hora de valorar la utilidad o no de los AARR en el fracaso hepático :56 1. Efecto nutricional . No obtiene mejores beneficios clínicos o bioquímicos de manera significativa, comparado con aporte proteico convencional, pero sí logra una notable mejoría en los parámetros nutricionales. 2. Repercusión sobre la encefalopatía hepática . Es en este apartado en el que la mayoría de los estudios coinciden en que se obtiene una mejor y más precoz recuperación del nivel de conciencia cuando se emplean AARR. 3. Mortalidad . Aunque no existen muchos estudios que comparen la mortalidad en pacientes tratados o no con AARR, en ellos se encuentra una tendencia a una ma- NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL PACIENTE CRÍTICO 423 yor supervivencia en los grupos tratados, aunque en todos ellos se llega a la conclusión de que la mortalidad va unida a la intensidad y gravedad de la hemorragia y al estadio de la enfermedad y no al empleo de AARR. A efectos prácticos el soporte nutricional en estos casos es el siguiente: a) El aporte calórico debe oscilar entre 30-35 kcal/kg/día o gasto energético en reposo multiplicado por 1,2-1,3, y evitando en lo posible un excesivo aporte calórico ante la incapacidad de una correcta metabolización de los distintos nutrientes. b) En cuanto a la relación calorías/gramos de nitrógeno ésta debe oscilar entre 80150/1, según el grado de estrés y catabolismo proteico, aportando una alta proporción de hidratos de carbono con respecto a las grasas 70/30% por varios motivos: - alta incidencia de hipoglucemia, - aclaramiento de triglicéridos disminuido, - movilización incrementada de ácidos grasos libres del tejido adiposo .57 Deben aportarse entre 3-5 g/kg/día, 60-70% del aporte calórico total, y en ocasiones puede ser la única fuente calórica no proteica que se administre. 1. Por lo que respecta al empleo de grasas no existe una contraindicación formal para el mismo aunque ante un patrón de colestasis hepática puede existir una hipertrigliceridemia más o menos duradera por una actividad reducida de la lipoproteinlipasa que puede contraindicar transitoriamente el empleo de lípidos . La cantidad de grasas a administrar no debe pasar de 1 g/kg/día . Los triglicéridos de cadena media (TCM) parecen teóricamente más indicados por su más rápida oxidación y una menor tendencia a depositarse, pero esto no ha llegado a demostrarse en estudios randominados . 55 2. Por lo que respecta a las proteínas éstas deben iniciarse con aporte de 0,51,5 g/kg/día . La cantidad proteica debe disminuir cuando comience a manifestarse la encefalopatía. En el FH hay una pérdida clara de vitaminas hidrosolubles : piridoxina y ácido fólico. En cuanto a las vitaminas liposolubles, se encuentra un déficit de las mismas, debido a la colestasis y esteatorrea existentes, sobre todo la vitamina A que puede estar disminuida en los pacientes con FH, debido a que circula ligada a proteínas de fase aguda (retinol), cuya síntesis puede estar disminuida, y también la vitamina E (tocoferoles) . La vitamina K puede necesitar también un suplemento sobre las dosis usuales en el paciente con fallo hepático. El déficit de zinc se encuentra con mucha frecuencia en el 424 MEZCLAS INTRAVENOSAS Y NUTRICIÓN ARTIFICIAL hepatópata crónico en situación de descompensación por cualquier causa (hemorragia gastro-intestinal, sepsis, etc .) y puede a veces confundirse con EH . En esta circunstancia se produce también un aumento de los niveles de amonio en sangre a través de su interferencia con varios enzimas del ciclo de la urea . El selenio se encuentra también disminuido siendo necesario aportar suplementos. II.2. Insuficiencia renal El gasto energético en la insuficiencia renal depende básicamente de la enfermedad causal . Estudios realizados en pacientes operados de cirugía abdominal a través de calorimetría indirecta, indican que los pacientes sometidos a ventilación mecánica con fallo multiorgánico tienen un moderado hipermetabolismo de 35% . Si se separan los pacientes que tienen insuficiencia renal aguda (IRA), 59 disminuye el hipermetabolismo a un 28%, mientras que los que no lo tienen, pueden incrementarlo un 42%. Lo anterior se explica por el concepto de que cuando existe daño renal, las necesidades metabólicas disminuyen aproximadamente entre un 8-10% con respecto a un estado normal, ya que disminuye el consumo de oxígeno debido a una alteración de la fosforilación oxidativa, lo que ha venido en llamarse hipometabolismo urémico. En cuanto al metabolismo lipídico, lo primero que encontramos en la IRA es una hipertrigliceridemia, junto con un descenso de la actividad de la lipoproteinlipasa con la consiguiente disminución de la hidrólisis de los triglicéridos en sangre . También se encuentra una elevación de los ácidos grasos libres en sangre, secundario a una depleción de carnitina, necesaria para el transporte de los ácidos grasos dentro de la mitocondria para su oxidación . El contenido de triglicéridos de las lipoproteínas plasmáticas está aumentado, mientras que el colesterol total y en particular las HDL-colesterol están disminuidas en el fracaso renal agundo (FRA) . Los trastornos del metabolismo lipídico se ven también favorecidos por el retraso en la eliminación de los lípidos intravenosos infundidos. Cuando se analiza el aminograma plasmático de los pacientes con IRA, encontramos una disminución de la alanina y los AARR, y de la concentración total de aminoácidos esenciales (AAEE) . La arginina e histidina también se encuentran descendidos, siendo además considerados esenciales en los pacientes con IRA .`' Los AARR son liberados durante la proteolisis aumentada y se produce un disbalance de aminoácidos en plasma con descenso de los niveles de fenilalanina, prolina y valina. Por lo que respecta a las soluciones fabricadas por la industria y diseñadas para la NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL YAC/ENTE. CRÍTICO 425 insuficiencia renal, basadas en escasas cantidades de aminoácidos, en forma de AAEE y que se recomiendan acompañarlas de un aporte calórico no proteico en relación 700 kcaUg N 2 y en escaso volumen de aporte, actualmente se encuentran en desuso en nuestro país aunque aún se mantengan vigentes en EEUU. Estas soluciones estaban basadas en las dietas bajas en proteínas y ricas en aporte energético según el modelo de Giordano y de Giovannetti con la intencionalidad de reutilizar la urea plasmática, y estaban basadas en estudios de pacientes con fracaso renal crónico. Pero el hecho es que en una gran cantidad de pacientes con IRA existe un estado catabólico con hipercatabolismo e incluso pérdidas importantes de nitrógeno ureico si mantienen diuresis conservada o poliuria . Otro hecho a destacar es la no comprobación de la utilidad de estas soluciones con AAEE en la IRA, tanto sobre la supervivencia como sobre la recuperación de la función renal, ni tampoco al acompañarlas con aminoácidos no esenciales (AANE) .c" El consenso actual es el de emplear soluciones de mezclas de AAEE y AANE con un aporte medio de 1-1,2 g AA/kg de peso, siendo imprescindible la medición de la aparición de nitrógeno ureico (ANU) (Tabla 16 .5) para ajustar las necesidades diarias, añadiéndole 2-3 g N 2/día . No se aconseja sobrepasar con estas soluciones los 12-15 g N 2/día . Asimismo y en aquellos casos de insuficiencia renal crónica se tiende a incrementar la concentración de AARR en la solución porque parece que previenen la aparición de hiperparatiroidismo secundario y retrasan la progresión del fracaso renal crónico. Tabla 16.5. Cálculo del nitrógeno ureico en pacientes dializados. ANU =NUU +NUD + CU CU =QPA-(P/ -0,411 . NUSaI - QP/ - (PI -0,41] . NUSp] ANU= aparición de nitrógeno ureico en gldía ; NUU= nitrógeno ureico urinario en g/día ; NUD= nitrógeno ureico en líquido de diálisis en g/día ; CU= cambios en el "prx>I" de urea orgánico en g/día ; NUSa=Nitrógeno ureico en sangre, actual en g/L ; NUSp=Nitrógeno ureico en sangre, previo en gil .; PA=peso actual en kg ; Pl=peso inicial en kg. Por lo que respecta a la proporción calorías no proteicas/g N 2 tampoco se mantiene la relación tan alta. Si el enfermo no se encuentra en situación de estrés el aporte debe 426 MEZCLAS INTRAVENOSAS Y NUTRICIÓN ARTIFICIAL ser 215-250 kcal/g N 2, pero si el paciente se encuentra en situación de agresión, b` como suele ser la norma en la IRA, se debe aplicar la correspondiente a su grado de estrés oscilando entre 80-150 kcal/g N2. En este capítulo del aporte de aminoácidos en la IRA quedan numerosos interrogantes ya que las verdaderas necesidades cuanti y cualitativas de aminoácidos permanecen por conocer por lo que se esperan futuras aportaciones que seguramente harán cambiar radicalmente la estrategia actual de las soluciones de aminoácidos en esta entidad nosológica, siendo imprescindible separar el soporte no sólo del fracaso renal agudo versus el crónico, sino que habrá que considerar de forma separada la presencia de un síndrome nefrótico. I1.3. Pancreatitis agudas En general, las pancreatitis agudas graves se asocian, especialmente durante las primeras fases, a íleo paralítico que impide el uso correcto de la nutrición entera], por lo que debe recurrirse a la vía parenteral que permite cubrir las demandas del hipercatabolismo existente y mantener el páncreas prácticamente en reposo. Se ha demostrado que en las pancreatitis graves el GE valorado por la fórmula de Harris-Benedict es de poco valor, por ello los requerimientos nutricionales deben, siempre que ello sea posible, ser calculados mediante la calorimetría indirecta que evitará la presentación de complicaciones por sobredosificación . Aun cuando el incremento del GE, sobre el valor teórico, no parece ser tan marcado como en otros procesos críticos, parece estar mediado fundamentalmente por la asociación de sepsis o no ."' Al igual que en situaciones hipercatabólicas, como es la propia sepsis, parece que la relación kcal/g N2 más adecuada es la cercana a 12011. Las necesidades proteicas y la calidad de los aminoácidos constituyen otra de las controversias sobre este tópico . El aporte proteico oscila entre 1 y 2 g/kg/día según diferentes autores aunque un valor medio de 1,5 g/kg/día parece ser más ajustado . Si bien se ha demostrado que el aporte de aminoácidos endovenosos incrementa la secreción gástrica, ésta se inhibiría al añadir perfusión de glucosa y todavía más al suplementar con lípidos, no obstante, no se ha demostrado que las soluciones endovenosas de aminoácidos incrementen la secreción de enzimas pancreáticas .` Aunque existen razones teóricas que apoyan el empleo de soluciones de aminoácidos enriquecidas con ramificados, pocos trabajos concluyentes existen al respecto y las opiniones son contradictorias. NUTRICIÓN PARENTERAL EN El, PACIENTE CRÍTICO) 427 Los requerimientos calóricos no proteicos serán suministrados con hidratos de carbono y grasas . A pesar de las controversias sobre la utilización de emulsiones grasas por la frecuente aparición de una hipertrigliceridemia en el transcurso del proceso, en las pancreatitis agudas parece aceptado su uso como fuente calórica no proteica sin que se exceda de 2,5 gfkgldía. Las emulsiones lipídicas podrían utilizarse en las pancreatitis agudas excepto cuando existe clara relación entre la enfermedad pancreática y el alcoholismo o la hiperlipemia . La proporción de participación de las grasas en el soporte calórico no proteico") varía entre el 35-45% y el 40-60%. Respecto a los hidratos de carbono, habitualmente se emplea glucosa hipertónica, no obstante debe recordarse que en las pancreatitis se asocian por un lado la resistencia periférica a la insulina, típica de las situaciones de elevado estrés, con cierto grado de disfunción exocrina y endocrina pancreática con facilidad de desarrollo de cetoacidosis diabética . Por todo ello se ha intentado administrar otras fuentes de hidratos de carbono, concretamente los polialcoholes conjuntamente con lípidos como fuente calórica no proteica. II.4. Nutrición parenteral en el transplante de médula ósea Aun cuando el trasplantado medular no sea en sentido estricto un paciente habitual de UC1, sus características de ser sometido a una gran agresión por quimio o radioterapia, lo que conlleva por un lado la presencia de una inmunodepresión y por otro la existencia de una gran pérdida nitrogenada hace que se considere un paciente crítico a nutrir. La NA es un arma esencial en el trasplante de médula . La presencia de náuseas y vómitos incoercibles en estos pacientes hacen que sea la NP la estrategia de elección y aun cuando la NE pueda establecerse se requieren aportes parenterales para cubrir las necesidades nitrogenadas . En un estudio aleatorio de NP frente a glucosa el grupo con NP se asoció con ganancia de peso, incremento de las proteínas séricas y un mayor tiempo de supervivencia y reducción de recaídas .`'S El patrón nitrogenado de elección sería el aporte incrementrado de glutamina ya que se le atribuye una menor estancia hospitalaria y es posible asimismo una menor tasa de infección, ` pero por los problemas de solubilidad de ésta se requieren dipéptidos de glutamina . Otra alternativa como donante de glutamina la constituyen las formulaciones ricas en AARR . 428 MEZCLAS INTRAVENOSAS Y NUTRICIÓN ARTIFICIAL Por lo que se refiere al aporte de grasas existen pocos trabajos pero el aporte de las mismas se asocia a una inmunodepresión cuya cuantía puede ser dependiente del tipo de emulsión grasa empleada .' II.5 . Síndrome de disfunción multiorgánica El SDMO es una entidad clínica propia de las Unidades de Cuidados Intensivos y que constituye una complicación final de diferentes cuadros graves como son la sepsis, el trauma, las quemaduras, la pancreatitis aguda grave o situaciones de isquemia/hipoxia . Es importante hacer notar que en el SDMO se produce una alteración profunda en el nivel celular . Los trastornos de los sistemas de transporte transmembrana producen cambios en los flujos de iones lo que conlleva a un edema de las células. Si cualquiera de los cuadros clínicos arriba citados, especialmente y corno más frecuente la sepsis, evoluciona hacia el SDMO se produce un desceso en la capacidad para los procesos de biosíntesis y para la producción de compuestos de energía . Cuando se produce el fracaso celular éste está asociado con una destrucción tisular y un deterioro de la función del órgano ; como los mecanismos dadores de energía alternativa comienzan a fallar y se produce una exacerbación no controlada del expolio muscular que es lo que Cerra ha llamado "autocaníbalismo séptico" . 68 Dado que los cuadros originales del SDMO son todos entidades propias de estrés, el patrón metabólico inicial es el conocido de hipermetabolismo en mayor o menor medida junto con una respuesta endocrina y de mediadores estereotipada. Pero cuando se instaura el SDMO aparecen unas características propias que marcan la diferencia en el devenir metabólico del paciente. Baue describe un perfil metabólico de mal pronóstico`9 que él aplica al SDMO de origen séptico pero que es superponible a cualquier otro origen y donde la elevada posibilidad de fallecer del mismo incluye los siguientes apartados (Tabla 16 .6). El soporte metabólico-nutricional del SDMO debe enfrentarse a tres preguntas: 1. ¿Puede influenciar el estado nutricional el riesgo, gravedad y afectación del SDMO? 2. ¿ Puede alterar su curso o prevenir su aparición? y por último, 3. ¿ Cómo hacer dicho soporte en el SDMO establecido? NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL PACIENTE CRÍTICO 429 Tabla 16 .6. Criterios compatibles con mal pronóstico en el SDMO. 1. Hiperglucemia con neoglucogénesis incrementada e intolerancia a la infusión de glucosa. 2. Disminución del efecto de la insulina. 3. Aumento de los niveles de lactato y piruvato pero con un cociente normal lo que sugiere una imposibilidad de incorporarse el piruvato al ciclo de Krebs. 4. Incremento progresivo de los niveles de 13-hidroxibutirato con un descenso de acetoacetato y un cambio en ese cociente. 5. Elevación de los triglicéridos y ácidos grasos del plasma. 6. Incapacidad progresiva para usar la glucosa, las grasas y (eventualmente) los AA como energía. 7. Incremento creciente de niveles de prolina, metionina, ácido glutámico, ornitina, fenilalanina, tirosina, triptófano, alanina y amoníaco. 8. Reducción inicial de niveles de AARR con elevación final pre-mortem. 9. Reducción de la síntesis proteica, incremento del catabolismo de la albúmina y del catabolismo periférico de las proteínas. A la primera pregunta hay que responder que en efecto, una de las variables estudiadas como cofactor de desarrollo del SDMO es una situación de malnutrición previa que a través de un esquema multifactorial donde figuran desde la ínmunodisfunción hasta la aparición de hígado graso, pasando por pérdida de fuerza muscular y dificultad de cicatrización de las heridas lleva al fallo de órganos. Con respecto a la segunda está claro que el soporte nutricional per se no altera el curso del proceso pero puede controlar los déficits específicos y la malnutrición visceral con algún efecto de limitación de la pérdida de masa magra el empleo de estrategias de soporte nutricional a partir de NE con aportes completos o parciales y que mantengan la integridad de la mucosa intestinal se ha mostrado eficaz . Por otra parte el aporte entera] podría estar en relación con descenso de los niveles de las hormonas catabólicas. Y en cuanto a la tercera pregunta hay que diseñar un aporte que contemple algunas variaciones, fundamentalmente por lo que respecta al aporte energético . Cuando un paciente se encuentra en SDMO el exacerbado hipermetabolismo del cuadro inicial que lo ha llevado a ese estado va descendiendo, lo que a juicio de algunos autores es índice 4 30 MEZCLAS INTRAVENOSAS Y NUTRICIÓN ARTIFICIAL de mal pronóstico."' Para Weissman y col ., el gasto energético medido supera sólo entre el 10-20% al BEE .48 Por otra parte, la proporción kcal/g N 2 va disminuyendo a medida que el SDMO va progresando y según Cerra ésta debe ser de 80/1 en fases tardías de SDMO ; al mismo tiempo el cociente respiratorio (RQ) endógeno va ascendiendo pudiendo incluso rebasar el valor de 1,0, lo que indica una lipogénesis neta. Es por todo ello por lo que actualmente se tiende en estas situaciones a disminuir el aporte calórico que originariamente y según la causa del SDMO (trauma, sepsis, etc .) suele ser muy elevado. Por lo que respecta al aporte de los substratos energéticos la glucosa y las grasas siguen siendo válidas pero dado que a medida que avanza el SDMO disminuye gradualmente el aclaramiento de triglicéridos, es importante monitorizar sus valores . Se recomienda asimismo un mayor aporte de ácidos grasos t o-3, que modulen a través de los eicosanoides de la serie 3 provenientes del ácido eicosapentaenoico, la liberación exagerada de metabolitos del ácido araquidónico, lo cual a su vez conllevaría una disminución de la liberación de 1L-1 y TNF. El aporte nitrogenado se mantiene con valores similares a los de la sepsis, es decir 1,5 g AA/kg/día. Aun cuando no existen trabajos concluyentes, quizás por la alta letalidad del SDMO que invalida cualquier intento monofactorial de mejoría del proceso, el empleo de AARR tendría justificación en aquellas situaciones que se deban a una sepsis o en presencia de fallo hepático. Se requieren vitaminas y elementos traza en cantidades que todavía no han sido determinadas aunque la práctica habitual consiste en dar cantidades aumentadas de zinc y probablemente vitaminas E y C actuando el primero como inmunomodulador y los dos últimos como scavengers de los radicales libres .' El soporte metabólico-nutricional del SDMO se basará finalmente en una evaluación singularizada de cada enfermo, en cada momento evolutivo y todo ello realizado por un clínico experto que prevenga la aparición de un protagonismo no deseado intestinal en el desarrollo de la traslocación bacteriana y atendiendo a las necesidades organoespecíficas que se desencadenen en este síndrome. 1I.6. Pacientes con inmunodepresión Sobre la cascada de la respuesta inflamatoria/inmune los susbtratos empleados en NP pueden actuar a distintos niveles tal corno se expone en la Figura 16 .2 . NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL PACIENTE CRÍTICO LPS, Vit E/C R-caroteno Albumina Radicales superóxido AGREGACIóN PMN EN VASOS HDL Linfo TyB AACR Clutamina Arginina Nucieotidos LCT 431 Eicosanoides PAF NO IL6 IL8 Ig 1 Arginina Omega-3 TONO VASCULAR T Arginina Figura 16 .2. Lugares de actuación conocidos de diferentes substratos. A) Lípidos Los temas actuales de debate en cuanto al aporte de lípidos e inmunidad son dos, el del efecto deletéreo de los TCL sobre la misma, y el aporte cualitativo de ácidos grasos (ü-3 . Actualmente se considera que los aportes normales o bajos de ácido linolénico son necesarios para mantener la inmunocompetencia dentro de unos límites normales, pero por otra parte, los niveles elevados son negativos para la misma . La administración de linolénico en animales prolonga la supervivencia al injerto mientras que dietas bajas en él aceleran el rechazo . Por lo tanto las dietas enterales o los aportes parenterales muy ricos en TCL reducen la inmunocompetencia, suprimen las respuestas mitogénicas de los esplenocitos y de los linfocitos-T, promueven la génesis de tumores, disminuyen el numero de linfocitos-B y reducen la producción de anticuerpos por parte de los mismos, e inducen factores supresores que deprimen la blastogénesis . En términos generales se podría establecer que los TCL a bajas concentraciones estimulan las repuestas inmunes mientras que a altas las deprimirían .72 Otro punto de vista sería el considerar si esa depresión de las respuestas inmunes sería beneficiosa o no en determinadas circunstancias como es el caso del paciente en estrés en los que se suelen encontrar unos niveles altos de ácidos grasos libres ; en esta circunstancia podría ser importante minimizar la gran lesión tisular inicial aunque teóricamente podría ser predisponente a la sohreinfec- 432 MEZCLAS INTRAVENOSAS Y NUTRICIÓN ARTIFICIAL, ción en períodos más tardíos. No obstante la polémica sigue viva porque en aporte parenteral, Dionigi y Escudíer y col. no han encontrado efectos adversos de TCL sobre el estado inmune, 73'74 como oposición, un numeroso grupo de autores han encontrado efectos inmunosupresores de TCL administrados por vía parenteral sobre granulocitos con descenso de la quimiotaxis, de la ingesta de partículas lipídicas, de la actividad bactericida y de la reducción del azul de nitrotetrazolio, sobre linfocitos y sobre incremento de infecciones .7536'77'78'79 Por ello hay que considerar aquí si esa acción inmunodepresora se manifiesta de igual manera en los triglicéridos de cadena media y en los ácidos grasos de cadena corta (TCM y AGCC) . Realmente estos ácidos grasos han sido menos estudiados en su faceta inmunomoduladora . Los TCM parecen ser menos inmunosupresivos que los TCL y se ha descrito una reducción de la producción de eicosanoides por los macrófagos al aportados en la dieta . En cuanto a los AGCC sólo se han reportado efectos indirectos como son la mejoría en la cicatrización de las suturas colónicas y el incremento del contenido de ADN de las células mucosas lo cual podría traducirse en un mantenimiento de la permeabilidad de la barrera intestinal y quizás disminuyendo así el riesgo de la traslocación intestinal en pacientes críticos .80 El segundo aspecto a revisar es la suplementación de ácidos grasos (o-3 al aporte nutricional. La teoría se basa en que la acción inmunosupresora de los TCL se ejerce a través de los eicosanoides de la serie 2 producidos a partir de la acción de la ciclooxigenasa y de la lipooxigenasa sobre el ácido araquidónico, especialmente a partir de la PGE2 que parece ser el eicosanoide clave por sus efectos sobre las células inmunes y de los leucotrienos, siendo el más activo el LTB 4. El organismo puede tolerar bajas concentraciones de PGE 2 para continuar con su proceso de maduración linfocitaria y facilitar la producción de anticuerpos, pero los niveles elevados presentan actividad inmunosupresora para macrófagos y linfocitos con menor producción de anticuerpos. En la sepsis, politrauma, quemaduras, síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA), postoperatorio y transfusiones se produce PGE2 en una cuantía inmunosupresora ; si esa sobreproducción se mantiene podrían aumentar teóricamente las posibilidades de sobreinfección en estos pacientes por inmunoincompetencia. Sin embargo, los ácidos grasos 0)-3 han mostrado ser precursores de eicosanoides con una menor capacidad inmunosupresora . La substitución de ácido linoleico de la NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL PACIENTE CRÍTICO 433 dieta por ácido linolénico disminuye la síntesis de PGE 2 por actuar competitivamente empleando los mismos sistemas enzimáticos de elongasas y desaturasas .8 El ácido linolénico es precursor del eicosapentaenoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA) que son precursores de prostaglandinas de la serie 3 cuyo comportamiento es menos inmunosupresor que las de la serie 2 . Los macrófagos de ratones alimentados con w-3 producen menor cantidad de PGE 2, LTC 4, LTB4 y 6-ceto-PGF 1 que otros alimentados con w-6 y con w-9, pero dicha reducción no va acompañada de una disminución de la capacidad de fagocitosis de dichas células . 82 No obstante el efecto presumiblemente beneficioso de los w-3 en la dieta como inmunomoduladores viene determinado por la cantidad de ingesta total grasa, por la composición de ácidos grasos y relación w-6/w-3 . Aportes excesivos de w-3 (así como de w6) pueden resultar nocivos . Meydani al hacer suplementos de 2,4 g/día de ácidos grasos c o-3 a mujeres jóvenes y viejas ha encontrado una reducción de la síntesis de IL-l, del TNF y de IL-6, siendo esta reducción mucho más clara entre las mujeres más añosas, al mismo tiempo apreció una respuesta mitogénica deprimida a la fitohemaglutinina . 83 Pero asimismo puede alterar la capacidad bactericida leucocitaria por depresión de la 5lipooxigenasa intraleucocitaria lo que podría ser una objeción en determinadas situaciones clínicas . Por otra parte el aporte de altos niveles de n-6 son también inmunosupresores. La pregunta fundamental sería : ¿Cuál es la proporción óptima w-6/w-3 en la dieta enteral para mejorar la respuesta inmune? La respuesta no está aún determinada, por un lado el descenso de la síntesis de eicosanoides y leucotrienos asociados al aporte de w-3 se ha mostrado más efectivo en dietas con bajo aporte de grasas (5%) que en dietas con aporte de grasa más elevado (20%) . Una suplementación moderada de n-3 reduciría la estimulación en los monocitos humanos de la producción de radicales superóxidos, así como de otros mediadores tales como LTB 4, e IL-1 . No obstante hay que recordar que para aquellos trabajos basados en modelos animales los datos pueden no ser superponibles a los de experimentación clínica. B) Arginina Desde hace 15 años la investigación in vitro y en animales ha arrojado una evidencia incontestable sobre la acción de la arginina sobre el estado inmune . Estas bases experimentales han promovido una creciente atención en humanos donde se ha encontrado un 434 1 MEZCLAS INTRAVENOSAS Y NUTRICIÓN ARTIFICIAL incremento de la blastogénesis de linfocitos periféricos ante mitógenos en individuos sanos . En pacientes sometidos a cirugía abdominal, Barbul ha encontrado que la suplementación con arginina previene o atempera la reducción de la blastogénesis postoperatoria a la concanavalina A y a la fitohemaglutinina .m Daly llegó a conclusiones similares tras administración enteral de arginina en pacientes postoperatorios ." C) Glutamina Aunque el metabolismo de la glutamina aún no está del todo claro, sí se sabe que actúa como un donante de nitrógeno en variados procesos que tienen una implicación importante en la inmunidad . Pero además la glutamina se considera como un sustrato energético muy importante para las celular del intestino delgado y grueso lo que está en relación con la integridad del mismo y la prevención de la traslocación bacteriana . Y como una nueva faceta más de su relevancia, actualmente se valora su relación con linfocitos y macrófagos y con células de crecimiento rápido como son los fibroblastos .s5 El aporte energético que suministra se debe a una oxidación parcial de la misma. Ardawi y col . . " estudiaron el metabolismo de linfocitos y macrófagos y ha identificado algunas características metabólicas peculiares de los mismos como es el hecho de que presentan altas tasas de utilización tanto de glucosa como de glutamato que sin ser completamente oxidadas se convierten en lactato y en glutamato y aspartato respectivamente. La otra importante vía a través de la cual se comporta como agente nutriente inmunomodulador es la del mantenimiento de la integridad de la barrera intestinal . El sistema inmune intestinal ha evolucionado hacia un órgano complejo conocido como tejido linfático asociado al intestino (GALT en la bibliografía anglosajona) por el que en situaciones fisiológicas se establece una interface en la membrana intestinal que previene al medio interno de patógenos intraluminales . En situaciones patológicas las bacterias o sus toxinas pueden atravesar esa barrera y diseminarse sistémicamente a través del mecanismo conocido corno traslocación . La integridad de la barrera depende en gran medida de mecanismos de defensa específicos constituidos por la lgA secretoria ; esta inmunoglobulina previene la adherencia bacteriana a la célula mucosa del intestino . La simple depresión inmunológica intestinal basta para que se inicie el fenómeno de la traslocación sin precisar lesión celular alguna .' NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL PACIENTE CRÍTICO 435 La inmunomodulación con nutrientes específicos en la situación potencial de traslocación bacteriana ha sido demostrada, así como la vía de aporte nutricional y los ácidos grasos de cadena corta y la glutamina aparecen como los substratos con mayor protagonismo en la respuesta séptica subsiguiente a la traslocación . En animales sometidos a nutrición parenteral suplementada con glutamina se observa una atenuación de la reducción de la masa intestinal que se produce tras nutrición parenteral convencional aunque estos últimos mantengan los niveles plasmáticos de glutamina en valores normales. Kx'" Al estudiar la función inmune intestinal, Burke y col .9° ha objetivado que en animales sometidos a nutrición parenteral sin glutamina se encuentra un descenso del 50% en la IgA secretoria biliar, una adherencia bacteriana a la mucosa ceca! y una traslocación bacteriana marcada en nódulos linfáticos mesentéricos ; cuando se añadió este aminoácido al aporte nutricional estas anomalías funcionales se recuperaron siendo similares a las halladas en el grupo control . Por tanto parece ser un nutriente muy importante para el GALT. Sobre la vía de aporte existen numerosas aportaciones que muestran que existen ventajas inmunológicas sobre el hecho de aportarla por vía enteral sobre la vía parenteral, a menos que la primera fuera imposible aun cuando existen todavía interrogantes por resolver. Pero aún existe otra faceta por la que la glutamina actúa de alguna manera incrementando la capacidad defensiva del organismo y es a través de su relación con el glutation (GSH) el cual es un antioxidante de primera línea, este tripéptido derivado de la misma protege a los tejidos de la agresión oxidativa . La suplementación de la dieta con glutamina se ha asociado a incrementos de GSH en hígado y plasma tanto en animales como en humanos. 1)) Nucleótidos Con respecto a los nucleótidos existe en la actualidad una actitud de reevaluación después de los primeros resultados obtenidos . Los nucleótidos no son substratos esenciales al ser producidos por el hígado como precursores de los ácidos nucleicos . La mayor parte de la fuente de conocimientos de la relación con la respuesta inmune procede de experimentación animal donde una disminución del aporte de nucleótidos en la dieta produce un descenso de las respuestas de la inmunidad celular a mitógenos, de la producción de IL-2 , de las suhpohlaciones celulares Lyt 1+, de la quimiotaxis de las células NK y de los polimorfonucleares, de la citotoxicidad, así corno la asociación con 436 MEZCLAS INTRAVENOSAS Y NUTRICIÓN ARTIFICIAL prolongación de la supervivencia del trasplante en roedores . Por el contrario una adición de nucleótidos a la dieta se ha seguido de una restauración de las respuestas de sensibilidad cutánea retardada, reversión de la inmunosupresión asociada a trasfusión sanguínea, disminución de la formación de abscesos por gram (+) en el ratón, y activación de los macrófagos por las células T helper . Todo ello lleva a la opinión de que en situaciones de estrés metabólico sería deseable una suplementación en la dieta de nucleótidos, o al menos uracilo, ante la sospecha de que estén alterados los mecanismos de síntesis de novo a partir de aminoácidos, bases o nucleósidos procedentes de la degradación celular .91'92 En humanos, Gil y col . ha concluido que en lactantes los nucleótidos de la leche humana estimulan el crecimiento de bifidobacterias inhibiendo parcialmente el crecimiento de enterobacterias,93 pero es difícil concluir cualquier beneficio de los nucleótidos en los trabajos clínicos en donde asimismo se han aportado arginina y (1)-3 y donde han mejorado algunos parámetros nutricionales. E) Vitaminas y oligoelementos Con respecto a micronutrientes e inmunidad se pueden establecer cinco conceptos generales: - las alteraciones de la respuesta inmune se dan precozmente ante una reducción de la ingesta de micronutrientes; - el grado de inmunoincompetencia está en relación con el tipo de nutriente implicado, sus interacciones con otros nutrientes esenciales, gravedad del déficit, presencia de infección concomitante y edad del sujeto; - las anomalías inmunes son predictivas de la evolución, particularmente de la morbi-mortalidad; - para muchos micronutrientes, su aporte en exceso se asocia con respuestas inmunes alteradas y - las pruebas de inmunocompetencia son útiles para valorar tanto las necesidades fisiológicas como los niveles de seguridad de los mismos. Entre los oligoelementos es el zinc el más estudiado con respecto a cambios en la inmunidad . Funciones dependientes de los linfocitos T se ven afectadas por la deficiencia de zinc encontrándose asimismo atrofia tímica, linfopenia y alteraciones en las subpoblaciones de linfocitos y macrófagos, actividad de células NK y sensibilidad cutánea NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL PACIENTE CRÍTICO 437 retardada . Las alteraciones del timo, de los timocitos y de la función inmune94 son reversibles con la suplementación de zinc. Por lo que respecta al cobre existen trabajos experimentales donde su carencia se asocia a un mayor número de infecciones por Salmonella . Aunque los déficits de cobre son excepcionales se describen alteraciones del sistema retículo endotelial y de la capacidad bactericida de los macrófagos, así como una disminución en la síntesis de anticuerpos en presencia de antígenos. El selenio participa junto con las vitaminas E y C en los mecanismos de control de la lipoperoxidación. Además tiene en el hombre efectos sobre linfocitos B y T sobre las funciones fagocitarias de macrófagos y polimorfonucleares. En cuanto a las vitaminas, son las liposolubles las más frecuentemente implicadas en fenómenos de inmunocompetencia . La vitamina E procedente de la dieta aumenta la proliferación linfocítica estimulada por mitógenos así como la sensibilidad cutánea retardada . También a la vitamina E se le atribuye un incremento en la formación de IL2 y reduce la actividad de las células NK . Un déficit de vitamina E puede hacer disminuir la respuesta de anticuerpos a antígenos y de la respuesta mitogénica de células T. También la vitamina A puede actuar conjunta y sinérgicamente con las vitaminas C y E manteniendo la proliferación linfocítica y protegiendo a los receptores de los macrófagos . La vitamina A se ha considerado siempre como factor antiinfeccioso esencial y su carencia en países subdesarrollados se asocia a incremento de la mortalidad . En estudios experimentales su adición induce aumento de la hlastogénesis en linfocitos y de la actividad NK, mientras que su déficit produce aumento de la adherencia bacteriana a células epiteliales respiratorias. El [3-caroteno incrementa la respuesta inmune a partir de incrementar la citotoxicidad de los macrófagos y la actividad de las células T citotóxicas . Tanto el (3-caroteno como la vitamina D están implicados en la replicación y diferenciación celular de linfocitos, monocitos y granulocitos . También se han descrito anomalías de la función inmune en relación a déficit de ácido fálico y de vitamina B b„ pero los trabajos en relación con el primero son muy antiguos y el déficit aislado del segundo es excepcional en humanos . 438 MEZCLAS INTRAVENOSAS Y NUTRICIÓN ARTIFICIAL BIBLIOGRAFÍA 1. Ortiz C . Fracaso multiorgánico en la sepsis y el shock séptico . En : FJ de Latorre y C León, editores. Sepsis y Shock séptico . Barcelona : MCR, 1991 . 73-85. 2. Souba WW . Nutritional support. N Engl J Med 1997 ;336 :41-48. 3. Frost P, Bihari D. The route of nutritional support in the critically physiological and economical considerations . Nutrition 1997 ;13(Supp 1) :58S-63S. 4. Soeters PB, Steven WM, Damink O . Nutritional considerations in the critically ill . Curr Opin Crit Care 1996 ;2 :153-9. 5. Salloun RM, Copeland EM, Souba WW . Brush border transport of glutamine and other substrates during sepsis and endotoxemia . Ann Surg 1991 ;213 :401-10. 6. Gardiner K, Barbull A . Intestinal amino acid absorption during sepsis . JPEN 1993 ;17 :277-83. 7. Frost P, Bihardi D . The route of nutritional support in the critically physiological and economical consíderartions . Nutrition 1997 ; I3(Supp 1) :58s-63s Zaloga GP . Parenteral versus entera] nutrition . En : Wilmore DW, Carpentier YA, editores . Metabolle support of the critically ill patient . Berlin : Springer-Verlag, 1993 :267-93. 9. Cerra FB . Nutrition in sepsis . En : Wilmore DW, Carpentier YA, editores . Metabolic support of che critically ill patient . Berlin : Springer-Verlag, 1993 : 427-38. 10. Kudsk KA, Stone JM, Carpenter G, y col . . Enteral and parenteral feeding influences mortalitty after E coli peritonitis in normal rats . J Trauma 1983 ;25 :605-9. 11. Cerra FB, McPherson J, Konstantinides FN, y col . . Enteral nutrition does not prevent multiple organ failure syndrome after sepsis . Surgery 1988 ;104 :727-33. 12. Baue AE . Nutrition and metabolism in sepsis and multisystem organ failure . Surg Clin N Am 1991 ;71 :549-65. 13. Douglas RG, Humberstone DA, Haystead A, y col . Metabolic effects of recombinant human growth hormone : lsotopic studies in the postabsortive state and during total parenteral nutrition . Br J Surg 1990 ;77 :786-90. I4 .Voerman HJ, Strack van Schíjndcl RJM, Groeneveld ABJ, y col . Effects of recombinant human growth hormone in patient with rever sepsis . Ann Surg 1992 ;216 :648-55. 15. Ziegler TR . Use of growth factor . ASPEN I6th Clinical Congress 1992, Program Manual : 144-50. 16. Kupfer SR, Underwood LE, Baxter RC, y col . Enhancement of the anaholic ef'h cl of growth hor mone and insulin-like growth factor 1 by use of hoth agents simultaneously . J Clin Invest 1993 ;91 :391-6. 17. Pomposelli JJ, Flores EA, Bistrian RR . Role of biochemical mediators in clinical nutrition and surgica] metabolism . JPEN 1988 ;12 :212-8. 18. Wenzel RP, Pinsky MR, Uletvitch RJ . Current understanding of sepsis . Clin Infcct Dis 1996 ;22 :40713. 19. Murinkovic S, Jahreis GP, Wong GG, y col . IL-6 modulates the syntesis of a specific set of acote phase plasma proteins in vivo . J Immunol 1989 ;142 :808-93 . NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL PACIENTE CRÍTICO 439 20. Ortiz Leyba C, Jiménez Jiménez Fi . Soporte nutricional en el paciente crítico . Sepsis, politrauma, FMO . En : Celaya S, editor . Nutrición artificial hospitalaria . Zaragoza : Prensas Universitarias, 1993 :143-62. 21. Chioléro R, Revelly JP, Tappy L. Energy metabolism in sepsis and injury . Nutrition 1997 ;13(Supp 1) :45S-51S. 22. Arnold J, Leinhardt D, Carlson G, y col . Thermogenic and hormonal responses to amino acid infusion in septic human . Am J Physiol 1992 ;263 :E 129-El 35. 23. Frankentield D, Wiles CB, Bagley S, y col . Relationships hetween resting and total energy expenditure in injured and septic patients . Crit Care Med 1994 ;22 :1796-804. 24. Voerman H, Groeneveld J, de Roer H, y col . Time course and variability of the endocrine and metaholic response to severe sepsis . Surgery 1993 ;114 :951-59. 25. Kreymann G, Grosser S, Buggish P, y col . Oxygen consumption and resting metabolic rate in sepsis, sepsis syndrome and septic shock . Crit Care Med 1993 ;21 :1012-9. 26, Chioléro R, Cayeux C, Schneiter P, y col . Effects of carbohydrate content of isocaloric parenteral nutrition on carbon dioxide production and energy expenditure in critically il1 patients . Intensive Care Med 1996 ; (Suppl 3) :S352. 27. Nelson KM, Long CL. Physiological hasis foz nutrition in sepsis . Nutr Clin Practico 1989 ;4 :6-14. 28. Padró Massaguer JB, Planas Villa M . Sepsís y nutrición artificial . En : Net A, Sanchez JA y Benito S, editores . Nutrición artificial en el paciente grave . Barcelona : Editorial Doyma, 1989 :115-27. 29. Biolo G, Toigo G, Cinc:chi B, y col . Metabolic response to injury and sepsis : changes in protein metabolism . Nutrition 1997 ;l3(Supp I) :52S-57S. 30. Mansoor O, Beaufrere B, Boirie Y . Increased mRNA leveis for components of the lysosomal activated, and ATP-ubiquitin-dependent protcolytic pathways in skeletal muscle from head trauma patients . Proc Natl Acad Sci USA 1996 ;93 :2714. 31. Zaloga GP . Nutrition and prevention of systemic infeclion . En : Taylor RW y Shoemaker WC, editores . ('ritical ('are : State of the Art . vol 12 . Society of ('ritical ('are Medicine, 1991 : 31-79. 32. Skeie B, Kvetan V, Gil KM, y col . Branched-chain amino acids : Their metabolism and clinical utility . Crit Care Mcd 1990;18 :549-71. 33. Sprung ('1 ., ('erra 113, Freund HR, y col . Amino acid altcrations and encephalopathy in the sepsis syndrome . Crit ('are Mcd 1991 ;19 :753-57. 34. Si)" JHF, Wilborne MB, Wolfc RR . Whole hody protein kinetics in severely septic patients . Ann Surg 1987 ;205 :288. 35. Barton RG . Nutritional support in the hypermetaholic septic patient : Indications and general principies . ASPEN I6' Clinical ('ongress, 1992 . Postgraduate (.'nurse n 2 :1-14. 36. Gurnacho Montero J, Ortiz Leyba (', Jiménez Jiménez y col . Estudio comparativo de dos crnuliuones Mitificas en la nutrición parenteral del enfermo septico. Nutr Hnsp 1996 ;11 :47-53. 37. (eorgieff M, Moldawcr 1 .1 ., Bistrian RE, y col . Xylitol an energy source for iniravcnous nutrition alter trauma . JPEN 19859 :199-209 . 440 MEZCLAS INTRAVENOSAS Y NUTRICIÓN ARTIFICIAL 38. García de Lorenzo y Mateos A . Hidratos de carbono y polioles . En : Net A, Sánchez JM y Benito S, ed . Nutrición artificial en el paciente grave . Barcelona: Editorial Doyma, 1989 :212-2. 39. Camphell IT . Can body composition in multiple organ failure be favorably influences by feeding? Nutrition 1997 ;] 3(Suppl) :79S-83S. 40. Delaney R, Lapitan N, Askanazi J, y col . Nutritional support of the acutely ill patient . Heart&Lung 1983 ;12 :477-80. 41. Jiménez Jiménez FJ, Ortiz Leyba C, Morales Méndez S, y col . Prospective study on the efficacy of branched-chain amino acids in septic patients . JPEN 1991 ;15 :252-61. 42. Jiménez Jiménez FJ, Ortiz Leyba C, Barros Pérez B, y col . Variaciones plasmáticas de alanina y glutamina en el enfermo séptico sometido a nutricion parenteral . Rev Bras Terap Intens 1991 ;3 (Suppl 1) :207. 43. García de Lorenzo A, Ortiz Leyba C, Planas M, y col . Parenteral administration of different amounts of branched-chain amino acids in septic patients . Crit Care Med 1997 ;25 :418-24. 44. Daly JM, Reynolds JV, Thom TA, y col . Immune and metabolic effects of arginine in the surgical patient . Ann Surg 1988 ;208 :512-22. 45. Prasad AS . Discovery of human zinc deficiency and studies in an experimental human model . Am J Clin Nutr 1991 ;53 :403-12. 46. Prohaska JR, Lukasewycs OA . Cooper deficiency suppresses the immune response of mice . Science 1981 ;213-559. 47. Heizer WD . Micronutrition : Electrolyte, trace mineral and vitamin supplementation . ASPEN 22° d Clinical Congress 1998 :112-17. 48. Shaw JHF, Wolfe RR . An integrated analysis of glucose, fat and protein metaholism in severely traumatized patients . Ann Surg 1989 ;209 :63-72. 49. Goins WA, Willws CE, Cerra FB . Pharmacology, monitoring and nutritional support . Crit Care Clin 1993 ;9 :689-713. 50. Ortiz Leyba C . Patrones de aminoácidos en nutrición parenteral . Med Inten 1991 ;15 :163-7. 51. Montejo González JC, García de Lorenzo Mateos A, Celaya Pérez S . Soporte nutricional en el paciente politraumatizado . En : Caparros T, ed . Medicina Intensiva práctica : Soporte metabólico nutricional del enfermo crítico . Madrid : Idepsa, 1993 : 112-21. 52. Twyman D . Nutritional management of the critically ill neurologic patient . Crit Care Clin 1997 :13 :39-49. 53. Zieve L . The rnechanism of hepatic copia . Hepatology 1981 ;1 :360-365. 54. Naylor CD, O'Rourke K, Detsky S, y col . Parenteral nutrition with branched-chain amino acids in hepatic encephalopathy : A meta-analysis . Gastroenterology 1989 ;97 :1033-42. 55. Klein S, Kinney .I, Jeejeebhoy K, y col . Nutritional support in clinical practico : Rcview of published data and recomendations for future researched directions . JPEN 1997 ;21 :133-56. 56. Fischer JE, Tiao GM . Nutritional support in hepatic failure . En : Idepsa,ed . Nutrition and Melaholism in the surgical patient . 2th ed . Boston : Little, Brown and Company, 1996 . NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL PACIENTE CRÍTICO 441 57. Sastre Gallego A, Morejón E, Carda Abella P . Nutritional considerations in patients with hepatic failure . Adv Exp Med Biol 1993 ;341 :45-56. 58. Drum W, Fischer M, Pidlich J, y col . Fat elimination in chronic hepatic failure : long-chain vs medíum-chain triglycerides . Am J Clin Nutr 1995 ;61 :812-7. 59. Compher C, Mullen JL, Barker C. Nutritional support in renal failure . Surg Clin of North Am 1991 ;71 :597-601. 60. Druml W . Nutritional support in acute renal failure . Clin Nutr 1993 ;12 :196-207. 61. Molina MF, Riella MC . Nutritional support in the patient with renal failure . Crit Care Clin 1995 ;11 :685-704. 62. López Martínez J, Montejo González JC, Jiménez Jiménez FJ . Soporte nutricional en la insuficiencia renal . En : Caparros T, ed . Medicina Intensiva práctica : Soporte metabólico nutricional del enfermo crítico . Madrid : Idepsa, 1993 :131-42. 63. Dickerson RN, Vebre KL, Mullen JL, y col . Resting energy expenditure in patients with pancreatitis . Crit Care Med 1991 ;19 :489-90. 64. Planas Vílá M, Ortiz Leyba C, Bonet Saris A. Soporte nutricional en las pancreatitis aguda . En: Caparros T, ed . Medicina Intensiva práctica : Soporte metabólico nutricional del enfermo crítico. Madrid : ldepsa, 1993 :143-51. 65. Weisdorf SA, Lysne AS, Wind D, y col . Positive effect of prophylactic total parenteral nutrition on long-term outcome of bone marrow transplantation . Transplantation 1987 ;43 :833-8. 66. Ziegler TR, Young LS, Benfell K, y col . Clinical and metabolic efficacy of glutamine-supplemented parenteral nutrition after bone marrow transplantation . Ann Intern Med 1992 ;116 ;821-8. 67. Beau P, Mannant PR, Pelletier D, Brizard A . Comparaison of bone marrow toxicity of mediumchain triglyceride emulsions : an in vitro study in humans . JPEN 1997 :21 ;343-6. 68. Cerra FB, Siegel JH, Coleman B, y col . Septic autocannibalism : a failure of exogenous nutritional support . Ann Surg 1980 ;192 :570-80. 69. Baue AE . Multiorgan failure . Patient care and prevention . St Louis : Mosby-Year hook, 1990 :380. 70. Cerra FB . Hypermetaholism-organ failure syndrome : a metabolic response to injury. Crit Care Clin 1989 ;5 :289-302. 71. Demling RH, De Biasse MA . Micronutrients in critical illness . Crit Care Clin 1995 ;11 :651-763. 72. Garnacho Montero J, Shou J, Ortiz Leyba C, y col . Lipids and immune function . Nutr Hosp 1996 ;1 1 :230-7. 73. Dionigi R . Effects of lipid emulsions on the immune system . Nutrition 1987 ;3 :347-51. 74. Escudier EF, Escudier BJ, Henry-Amar MC, y col . Effects of infused intralipids on neutrophil chemotaxis during total parenteral nutrition . JPEN 1986 ;10 :596-6(X). 75. Fischer GW, Hunter KW, Wilson SR, y col . Diminished bacterial defenses with intralipid . lancet 1980 ;11. 819-21. 76. Jarstrand C, Berghelm X, Lahnhorg G . Human granuloeyte and reticuloendothelial system function during intralipid infusion . JPEN 1978 ;2 :663-67 . 442 MEZCLAS INTRAVENOSAS Y NUTRICIÓN ARTIFICIAL 77. Sedman PC, Ramsden CW, Brennan TG, y col . Pharmacological concentrations of lipid emulsions inhibit interleukin-2-dependent lymphocyte responses in vitro. JPEN 1990 ;14 :12. 78. Cheney CL, Lenssen P, Aker SN . Association of intravenous lipid emulsion with risk of infection. (abstr) . J Am Coll Nutr 1990 ;9 :532. 79. Freman J . Goldman DA, Smith NE, y col . Association of intravenous lipid emulsion and coagulase negative staphylococcal bacteremia in neonata] intensive tare units . N Eng J Med 1990 ;323 :301. 80. Kripke SA, Fox AD, Berman JM, y col . Stimulation of intestinal mucosa] growth with intracolonic infusion of short-chain fatty acids . JPEN 1989 ;13 :109-14. 81. Endres S, Ghorbani R, Kelly, y col . The effect of dietary supplemenation with n-3 polyinsaturated fatty acids on the synthesis of interleukin land tumor necrosis factor by mononuclear cells . N Engl J Med 1989 ;320 :265-71. 82. Lokesh BR, Hseieh HL, Kinsella 1E . Peritoneal macrophage from mice fed dietary (n-3) polyunsaturated fatty acids secrete low levels of prostaglandins . J Nutr 1986 ;116:2547-52. 83. Meydani SN, Endres S, Wood MM, y col . Oral n-3 fatty acid supplementation supresses cytokine production and lymphocyte proliferation : comparison between young and old women . J Nutr 1991 :121 :547-55. 84. Barbul A. Arginine and immune function . Nutrition 1990;6 :53-8. 85. Calder PC . Glutamine and the immune system . Clin Nutr 1994;13 :2-8. 86. Ardawi MS, Newsholme EA . Glutamine metabolism in lymphocyte of the rat . Biochem J 1983 ;212 :835-42. 87. McVay LD . Immunology of the gut . En : Rombeau JL, Takala J, ed . Gut dysfunction in critica) illness . Berlin : Springer, 1996 :76-101. 88. Yoshida S, Leskiwm MJ, Schulter MD, y col . Fffect of total parenteral nutrition, systemic sepsis, glutamine on gut mucosa in rats . Am J Phys 1992 ;263 :E368-E373. 89. Turnada H, Nezu R, lmamura Y, y col . The dipeptide alanyl-glutamine prevents intestinal mucosa) atrophy in parenterally fed rats . JPEN 1992 ;16 :110-6. 90. Burke DJ, Alverdy JC, Aoys E, y col . Glutamine-supplemented total parenteral nutrition improves gut immune function . Arch Surg 1994 ;124:1393-6. 91 .Van Buren CT, Kulkarni AD, Fanslow WC, y col . Dietary nucleotides : a requirement for helpedí nducer T-Iymphocytes . Transplantation 1985 ;40:694-7. 92. Kulkarni AD, Fanslow WC, Rudolph FB, y col . Effect of dietary nucleotides on response to bacteria] infections . JPEN 1986 ;10:169-71. 93. Gil A, Corral E, Martínez A, Molina JA. Effects on the addition of nucleotides to an adapted milk formula on the microbial pattern of faces in at term newborn infants . J Clin Nutr Gastroenterol 1986 ;1 :127-132. 94. Fraker PJ, Gershwin ME, Gocx1 RA, y col . Interrelationship between zinc and immune function . Fed Proe 1986 ;45 :1474-1479 .