Modelo Integrativo MODELO INTEGRATIVO de Evaluación 14 para Trastornos Adictivos en un Sistema Terapéutico Comunitario “Hay días que significan una época”. Stella Díaz Varín Dr. Humberto Guajardo S. (Chile) Profesor Titular de Psiquiatría de Facultad de Ciencias Médicas U. de Santiago de Chile. Director Programa de Formación de Técnicos en Prevención y Rehabilitación de Personas con Dependencia. Subdirector Instituto Chileno de Psicoterapia Integrativa. Ps. Verónica Bagladi L. (Chile) Coordinadora Docente Instituto Chileno de Psicoterapia Integrativa. Profesora Escuela de Psicología Universidad Católica de Chile. Sra. Diana Kushner L. Antropóloga Social. Directora Programa Ambulatorio Comunidad Terapéutica CREA Chile. Coordinadora Académica Programa de Formación de Técnicos en Prevención y Rehabilitación de Personas con Dependencia a Drogas USACH. las personas que ingresan a tratamiento. En este trabajo se analizan las características de este proceso desde la perspectiva del Modelo Integrativo Supraparadigmático, planteado por Roberto Opazo; así como la aplicación de una Ficha de Evaluación Clínica Integral (FECI), que permite conocer las alteraciones de las personas que ingresan al tratamiento desde los distintos subsistemas del Modelo y las modificaciones que se van produciendo durante el tratamiento. La extroversión e inmadurez neurológica serían factores predisponentes biológicos no modificables en un tratamiento, en cambio habría alteraciones adquiridas en el proceso adictivo en todos los subsistemas del Modelo que son modificables en un plazo no inferior a 9 meses de tratamiento. A partir de lo observado se hace un planteamiento etiológico de los trastornos adictivos basado en el Modelo Integrativo Supraparadigmático. Palabras claves: Adicciones, Droga, Modelo Integrativo Supraparadigmático, Psicoterapia Integrativa. Resumen Los trastornos adictivos se han incrementado en forma importante en la mayoría de los países en los últimos años, constituyéndose en un grave problema de Salud Pública para los gobiernos. Una de las posibles soluciones en la rehabilitación de personas con trastornos adictivos son las Comunidades Terapéuticas. En este proceso, ex adictos colaboran en la rehabilitación de INTRODUCCIÓN En el campo de la psicología clínica y la psicoterapia, el último siglo significó una alta dosis de productividad en la génesis de variados enfoques y escuelas (Opazo, 1997); llegándose a estimar en más de 500 las escuelas existentes dentro del campo de la psicoterapia (Karasu, 1986). En este prolífero escenario, no obstante, han reinado más los desacuerdos y controversias que los acuerdos. Los clínicos hemos sido testigos de las fallas de estos enfoques o escuelas para dar las respuestas globalizantes y acabadas que prometían en sus inicios (Prochascka & Di Clemente, 1992). Es en este contexto, donde crecientemente ha venido cobrando fuerza la búsqueda de una aproximación más Integrativa para alcanzar mejores respuestas y resultados en el campo psicoterapéutico. Un ejemplo de este esfuerzo y búsqueda de integración ha sido el trabajo del psicólogo Roberto Opazo, quien ha propuesto un Modelo Integrativo Supraparadigmático publicado en el Journal de la SEPI y que ha sido desarrollado por el Instituto Chileno de Psicoterapia Integrativa ICPSI. (Opazo, 1992; 1997) Este modelo se basa en la investigación científica para rescatar los seis paradigmas que han demostrado ser más relevantes y validados hasta la fecha, a saber: biológico, ambientalconductual, cognitivo, afectivo, inconsciente y sistémico (Maturana 1990, Skinner 1953, Ellis 1977, Greenberg & Safran 1984, Freud 1948 and Bateson 1972); todos los cuales se organizan en torno al sistema SELF, que sería el punto integrador del sistema psicológico. A partir del Modelo Integrativo Supraparadigmático se ha desarrollado una forma particular de Psicoterapia Integrativa y también una Ficha de Evaluación Clínica Integral: FECI. Esta es una ficha de autorreporte que permite evaluar en cada sujeto los diferentes subsistemas ya mencionados. Esta ficha ha estado siendo aplicada a diferentes tipos de pacientes con el objeto de obtener perfiles de las distintas patologías (Rojas y Alliende, 1992). En los últimos años ha existido en el mundo y específicamente en nuestro país, una creciente preocupación por el incremento del abuso y consumo de drogas ilícitas. Este fenómeno ha resultado común en muchos países Latinoamericanos y también en USA y Europa (Arias, 2000). Cifras oficiales de organismos de salud en Chile, indican que en los últimos años se ha llegado a niveles de consumo de un 20 a 30% entre los jóvenes de los últimos años de enseñanza media (CONACE,2000). Si bien se han realizado importantes inversiones en áreas de prevención y de rehabilitación, persisten aún muchas dudas e interrogantes sobre la prevención más eficiente y sobre los tratamientos que obtienen mejores resultados. No obstante, existen ciertos acuerdos en el área; primeramente en el nivel de la prevención se ha ido logrando un cierto consenso sobre la necesidad de identificar factores de riesgo en niños y jóvenes a objeto de centrar en ellos las acciones de prevención (Weinberg, 1999). Por otra parte, en el ámbito de la rehabilitación, es claro que ninguna orientación terapéutica ha logrado éxitos definitivos en el tratamiento de la drogadicción, y cada vez hay más consenso de la necesidad de abordar el trastorno desde una perspectiva amplia e integradora (Mussachio & Ortiz, 1996). Desde hace muchos años, uno de los enfoques terapéuticos más completos y prometedores en cuanto a rehabilitación, es el que realizan 15 ❂ Conocer más profundamente las características psicológicas de los sujetos adictos. ❂ Reconocer los factores de riesgo para desarrollar la adicción. ❂ Evaluar si el tratamiento desarrollado en las Comunidades Terapéuticas producía cambios en diferentes áreas de la personalidad. ❂ Ver si el Modelo Integrativo Supraparadigmático podía hacer aportes que permitieran enriquecer técnicamente el tratamiento que se estaba realizando. las Comunidades Terapéuticas. Uno de los aspectos operacionales más interesantes de estas instituciones, es el hecho que ex adictos ayudan a rehabilitar a personas adictas internadas en ellas. El postulado básico de las Comunidades Terapéuticas es que se requiere un proceso de reeducación prolongado, destinado a generar cambios importantes en la personalidad del adicto. Sólo este profundo cambio podrá asegurar el éxito (Kooyman, 1993, De Leon, 1995). En nuestro país las Comunidades Terapéuticas han sido acreditadas oficialmente por el Ministerio de Salud y se ha propuesto su desarrollo como una forma de enfrentar el problema de las drogas. El Instituto Chileno de Psicoterapia Integrativa ha desarrollado convenios de investigación y docencia con la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago de Chile y con la institución CREA CHILE, que cuenta con cinco Comunidades Terapéuticas para la rehabilitación de hombres con trastornos adictivos. Las tres instituciones decidieron realizar un trabajo conjunto, destinado a: 16 MATERIAL Y METODOS: Muestra e Instrumentos Se utilizó la Ficha de Evaluación Clínica Integral (FECI), que permite analizar los diferentes subsistemas de la persona (ambientalconductual, biológico, cognitivo, afectivo, inconsciente y sistémico). Esta tiene aproximadamente una extensión de 50 páginas (ficha completa en revista Eradicciones Internet). El FECI es un instrumento que además de los datos generales de identificación, anamnesis, historia de consultas previas, expectativas y motivación ante el tratamiento, tiene 19 escalas de autorreporte. Algunas de estas escalas son de uso internacional como el Cuestionario de Eysenk, el Test Toronto para Alexitimia y otras generadas por el ICPSI y estandarizadas con una amplia muestra de más de 3000 sujetos. Todas las escalas entregan resultados derivables a valores Alto, Medio, Bajo, siendo el valor medio el que se considera como esperado para la población promedio. Con el objeto de verificar estos valores, se tomó un grupo control de 90 personas de sexo masculino, no consumidores, de edades similares a la muestra, encontrándose valores medio en todas las escalas. La ficha se administró en los 3 hogares masculinos que la institución tenía en funcionamiento al momento del estudio. Este proceso abarcó los meses Septiembre y Octubre del 2000. Se seleccionó al azar 30 de los 90 residentes que en ese momento tenía la institución CREA CHILE; los que se distribuyeron en tres grupos: Ingreso: Sujetos que tienen de 0 a 45 días dentro de la institución. Este es un período de adaptación y motivación para un compromiso de cambio (período que podría equivaler a una consolidación de la relación paciente-terapeuta). Grupo avanzado: Sujetos con 5 a 7 meses de tratamiento en la Comunidad. Grupo de Educadores: Sujetos que tienen sobre 9 meses de tratamiento y que colaboraban en la rehabilitación de los grupos anteriores. RESULTADOS En la tabla N° 1, se observan las características de la muestra que estuvo conformada por personas de sexo masculino, con promedios de edad que no superaron los 30 años en ninguno de los grupos. breve, dando paso a un estado de gran angustia posterior. Las drogas mencionadas son las de mayor consumo en nuestro país. En la tabla N° 3, se observa que la mayorÌa de los sujetos en tratamiento tienen un cuadro de Poliadicción. Tabla Nº 3 Tipo de Adicción Poliadicción a más de 3 drogas 1 a 2 drogas Grupo de Ingreso Sexo Masculino 0 a 45 días N=10 Edad Promedio 23 Grupo Avanzado Educadores 5 a 7 meses Sobre 9 meses N=10 N=10 24 30 Total 30 27 Las drogas por las que ingresaron a tratamiento se muestran en la tabla N° 2, siendo la más frecuente la Pasta Base de Cocaína. Esta droga se caracteriza por ser de efecto euforizante muy Tabla Nº 2 Tipo de Droga por la que ingresa a tratamiento N= % Pasta Base 10 33% Cocaína 9 30% Marihuana 7 23% Anfetaminas 4 14% % 77% 7 23% En la tabla N° 4, se observa el número de años de consumo. Se aprecia que más de un 90% lleva más de tres años de consumo, por lo que podríamos suponer que se trata de adicciones severas. Tabla N° 4 Tiempo en consumo de los sujetos de la muestra N° de años Tabla Nº 1 Estructura de la muestra Personas bajo tratamiento residencial CREA CHILE N= 23 0-2 3-5 6-9 10-12 13-15 16-20 21 Total muestra N° de personas Porcentaje 2 8 8 3 2 4 3 30 7% 26% 26% 10% 7% 14% 10% 100% En la tabla N° 5, se observa que en la mayoría de las personas predominó la “propia decisión” como causa principal de ingreso a tratamiento. Tabla N° 5 Decisión de consulta para ingreso a tratamiento Propia decisión Presión familiar Consejos de otros, Profesionales 61% 29% 10% En la tabla N° 6 se registra el antecedente de tratamientos previos con especialistas del área 17 de la Salud Mental (psiquiatras o psicólogos), quedando claro en los resultados que más de un 81% habían tenido tratamientos previos que no dieron los resultados esperados. Tabla Nº 6 Antecedente de tratamiento previo Psiquiatra/Psicólogo 81% Sin tratamiento previo 19% Los resultados de las escalas relacionadas con el Paradigma Biológico muestran que al inicio del tratamiento todas las escalas se ubican en los rangos altos, permaneciendo sin modificación durante las siguientes etapas del tratamiento las escalas de inmadurez y extroversión. Sí se observa modificación en las escalas de neuroticismo, psicoticismo, ansiedad y depresión. Es importante señalar que la escala de psicoticismo sólo se modifica en los sujetos que están finalizando el tratamiento. Inmadurez neurológica corresponde a indicadores de organicidad en el FECI. Neuroticismo, extroversión y psicoticismo corresponden a las escalas del EPQ de Eysenk. Ansiedad y depresión corresponden a escalas sintomáticas del FECI. Tabla N° 7 Paradigma Biológico Grupo de Ingreso Grupo Avanzado Educador Inmadurez Neuroticismo Extroversión Psicoticismo Depresión Ansiedad 26 Alto 17 Alto 15 Alto 9 Alto 11 Alto 10 Alta 21 Alto 15 Medio 14 Alto 6 Alto 8 Media 6 Media 17 Alto 11 Medio 15 Alto 4 Medio 4 Bajo 3 Baja En la tabla N° 8 se incluyen algunos antecedentes de la historia de los sujetos de la muestra. Predominan con alta frecuencia antecedentes de dificultades en el parto, problemas conductuales en el colegio y antecedentes de trastornos en el desarrollo infantil. 18 Tabla N° 8 Antecedentes de la muestra Parto Patológico (Cesárea, prematuro, fórceps) Problemas de conducta en el colegio Antecedente de trastorno del desarrollo (Déficit de atención, dislexia, sonambulismo, terror nocturno) SI NO 63% 26% 80% 20% 70% 30% La tabla N° 9 permite observar que la mayoría de los sujetos de la muestra, estuvieron en más de tres colegios durante su vida escolar. Tabla N° 9 Colegios en que estudió 1 colegio 4% 2 colegios 30% 3 o más colegios 66% La encuesta retrospectiva para síntomas de Síndrome de déficit de atención (tabla N°10), indica que sobre un 70% de los sujetos de la muestra tuvieron antecedentes compatibles con un Síndrome de déficit de atención durante la infancia. Tabla N° 10 Criterios DSM IV para Déficit Atencional Tipo combinado Predominio Déficit de Atención Predominio Hiperactividad + Impulsividad Total Déficit Atención No cumplen criterios N 12 % 40% 5 6 16% 20% 23 7 76% 24% En la tabla N° 11 se muestra los resultados de las escalas relacionadas con el Paradigma Conductual-Ambiental. Los resultados indican que los sujetos ingresan con un bajo repertorio conductual, reportan una pobre satisfacción de necesidades por el ambiente y una percepción de baja capacidad de autoeficacia. La satisfacción de necesidades aumenta al máximo en las primeras etapas del tratamiento y el repertorio conductual y la asertividad llegan al máximo después de 9 meses de tratamiento. Tabla N° 11 Escalas relacionadas con el Subsistema Conductual-Ambiental Grupo de Ingreso Satisfacción 29 Necesidades Bajo Conducta 44 Social Bajo Autoeficacia 17 Baja Grupo Avanzado 37 Alto 51 Medio 20 Medio Educadores 37 Alto 54 Alto 21 Alta En la tabla N°12 se muestra los resultados relacionados con el Subsistema Cognitivo, donde los cambios más importantes se logran en la escala de Irracionalidad Cognitiva, después de 9 meses de tratamiento. Tabla N° 12 Resultados de escalas relacionadas con el subsistema cognitivo Grupo de Ingreso Irracionalidad 45 Cognitiva Alta Perfeccionismo 51 Medio Autoimagen 28 Baja Grupo Avanzado 42 Medio 49 Bajo 28 Baja Educadores 36 Baja 41 Bajo 37 Media En las tablas N°13 y 14 se encuentran los resultados de las escalas relacionadas con el Subsistema Afectivo. En la tabla N°13 se puede ver que Tabla N° 13 Escalas relacionadas con el Subsistema Afectivo Grupo de Ingreso Alexitimia 42 Alta Intolerancia a la 14 Frustración Medio Autoestima 34 Medio Perturbación 52 Emocional Medio (Gambrill-Ritchie) Grupo Educador Avanzado 38 35 Media Media 13 8 Medio Bajo 38 40 Media Alta 50 42 Medio Medio los sujetos ingresan con alta alexitimia, la que mejora durante el proceso. Además se aprecian cambios positivos en el grado de tolerancia a la frustración y en autoestima. No hay cambios significativos en la escala de perturbación emocional. Los resultados de la Tabla N° 14 indican que la mayoría de los sujetos reconocen una baja capacidad de empatía al ingreso al tratamiento, la que se modifica durante el proceso terapéutico. El 100% de los sujetos al final del tratamiento ha logrado desarrollar avances en su capacidad empática. Tabla N° 14 Capacidad de EmpatÌa de los sujetos de la muestra Empatía Grupo de Ingreso Grupo avanzado Educadores Mucha 0% 30% 60% Relativa 40% 70% 40% Poca 60% 0% 0% En las tablas 15 a 19 se pueden observar los datos relacionados con las características de las relaciones familiares. En la tabla N° 15 se aprecia que la relación con las madres, obtiene en promedio una evaluación superior en todos los ítems, a la obtenida por los padres. Tabla N° 15 Características de la relación con los padres en los sujetos de la muestra Relación con los padres (1: Mala; 5: Buena) Padre Madre Cercana Afectuosa Buena comunicación Estable Poco conflictiva 2,9 3,1 2,8 2,7 2,9 4,6 4,7 4,6 4,5 4,1 El porcentaje de separaciones de los padres se ubica en un 40% de la muestra. Tabla N° 16 Porcentaje de separación de los padres Separación Si No N= 12 18 % 40% 60% 19 Sólo un 23% de los sujetos manifiestan que en su proceso educativo predominaron los castigos. Tabla N° 17 Relación premios y castigos en la educación Predominaron los Premios Equivalencia premios y Castigos Predominaron los Castigos N 13 10 % 43% 33% 7 23% En relación a la política educativa de los padres, la mayoría fue calificada como una política inconsistente en la formación de sus hijos. Tabla N° 18 Política educativa de los padres Política Consistente No consistente N° 7 23 % 23% 77% Sólo un 3% de los sujetos calificó como “mala” su vida familiar, previa al ingreso al tratamiento. Tabla N° 19 Calificación de las características de la vida familiar Vida familiar Buena Regular Mala N 12 17 1 COMENTARIOS La edad promedio de la muestra fue de 27 años. Esta cifra concuerda con los estudios oficiales realizados en Chile que muestran que la mayor frecuencia de consumo 20 % 40% 57% 3% de sustancias ilegales se da en edades bajo los 40 años (CONACE, 1994, 1996, 1998, 2000). Además, como la muestra se obtuvo en hogares masculinos, se puede relacionar esta baja edad con el hecho que los desórdenes adictivos se manifiestan primero en varones, probablemente por factores culturales; sin embargo, hoy en día empieza a verse un fuerte incremento de la frecuencia de adicciones tempranas en el sexo femenino. La mayoría de los sujetos (90%) tienen más de 3 años de consumo y un 77% fueron poliadictos. Esto puede indicar que con el tiempo las personas van agravando sus niveles de consumo y del probar una droga, a veces por curiosidad, pueden terminan con una poliadicción. Se observa en la decisión de consulta para iniciar tratamiento, la propia motivación del individuo en un 61% de los casos, junto a la presión familiar en un 29%. Hay poca influencia de los profesionales, a pesar que más del 80% de los sujetos había tenido tratamientos previos sin un éxito claro. El análisis de los resultados obtenidos en las escalas del Subsistema Biológico indica que todos los puntajes se ubican en los niveles altos en el momento del ingreso al tratamiento. Sin embargo, es muy importante destacar que hay dos variables (inmadurez y extroversión) que se mantienen altas durante todo el proceso, lo que implica que son variables constitucionales no modificables durante la terapia; constituyendo características de la personalidad con fuerte carga genética. Es importante precisar que durante el tratamiento se corrigen los valores de neuroticismo, depresión, ansiedad y psicoticismo, lo que podría dar pie a la hipótesis de que estas características son derivadas del proceso de consumo de sustancias. No obstante, es fundamental señalar que los mayores cambios se observan en el grupo de educadores, después de 9 meses de tratamiento. Esto es claro, por ejemplo, en el caso de la variable psicoticismo que sólo se corrige en el grupo de educadores. Los resultados obtenidos en el Paradigma Biológico nos permitirían afirmar que en este subsistema, los tratamientos de extensiones inferiores a 9 meses no consolidarían los cambios de personalidad necesarios para el proceso de rehabilitación. Un aspecto de gran relevancia, al ver los resultados obtenidos en el Subsistema Biológico, es que las variables biológicas de inmadurez y extroversión pueden estar relacionadas con el Síndrome de déficit de atención en la intos datos concuerdan con los resultados de la tabla N° 9, donde se observa que más de un 60% de la muestra había estado en más de 3 colegios en su edad infantil. Por último, como se observa en la tabla N° 10, estos antecedentes son concordantes con el hecho de que al pasar una encuesta retrospectiva sobre Síndrome de déficit de atención, un 76% de la muestra entrega valores positivos para este trastorno. Estos resultados coinciden con investigaciones que señalan la relación entre Síndrome de déficit de atención y Adicciones (Guajardo, 2000). De esta forma, los resultados obtenidos apuntan a que existe un grupo de sujetos de riesgo, los que siendo detectados precozmente en el período escolar, pueden ser objeto de actividades preventivas respecto del consumo de drogas. fancia. En este sentido se ha señalado (Guajardo, 2000) que pequeñas dificultades en el proceso de embarazo y parto (sufrimiento fetal, parto prematuro, cesárea, aplicación de fórceps, etc.) se registran como antecedente de la historia de individuos que presentan un Síndrome de déficit de atención. Un 63% de la muestra presenta este antecedente, lo que resulta muy alto si se considera que en la población normal, no debiera registrarse en más de un 20% de las personas. Confirmando nuestra impresión está el hecho que un 80% de la muestra reporta el antecedente de problemas de conducta en el colegio y un 70% de haber tenido un trastorno del desarrollo del tipo Síndrome de déficit de atención, Dislexia o Alteraciones del sueño. Es- En el Subsistema Ambiental Conductual (tabla N° 11), se observa que el grupo de ingreso tiene una baja satisfacción de necesidades, lo 21 que resulta concordante con el hecho de que los adictos están alejados de su grupo familiar y en muchos casos marginados de amigos reales que los acojan afectivamente (Monti, 1999). El ingreso a una Comunidad Terapéutica les aporta un ambiente cálido, con fuertes componentes afectivos y donde reciben cuidado físico y psíquico. La puntuación baja en repertorio de Conducta Social en el subgrupo de ingreso, apunta a que en los adictos probablemente no se logró un adecuado desarrollo de conductas de interacción, las cuales se deterioraron aún más durante el período de consumo. La carencia de conductas asertivas, les impide por ejemplo, resistirse adecuadamente al asedio de sus pares consumidores, buscar alternativas de grupo de amigos o frecuentar ambientes diferentes. Este bajo nivel de repertorio conductual, concuerda con los resultados obtenidos en autoeficacia que resultan bajos en el momento del ingreso, modificándose positivamente en el transcurso del tratamiento. Nuevamente se observa, al igual que en el subsistema biológico que los cambios tienden a consolidarse hacia los 9 meses de tratamiento. El Subsistema Cognitivo (tabla N° 12), muestra que la escala que mide irracionalidad cognitiva puntúa alto en los sujetos del grupo de ingreso. Estos resultados son concordantes con lo señalado por autores cognitivistas, que plantean que en los adictos se desarrolla un estilo de pensamiento con serias alteraciones cognitivas (Beck, 1993, Kamner & Burleson, 1999). Hay muchas ideas irracionales y pensamientos automáticos que tienden a justificar los niveles de consumo. Duran- 22 te el proceso de tratamiento se va modificando la puntuación, lográndose valores bajos de irracionalidad cognitiva después de 9 meses de tratamiento. La escala de Perfeccionismo no está particularmente alterada y tiende a tener algunos cambios hacia puntajes más bajos, lo cual no resulta extraño, considerando que en el tratamiento se busca que el adicto tienda a bajar sus niveles de autoexigencia, a objeto de no incrementar subjetivamente sus niveles de ansiedad. Desde el punto de vista Cognitivo, se observa una mejoría en la valoración de la imagen personal, la que está deteriorada en el momento del ingreso (autoimagen baja). En el Subsistema Afectivo (tablas N° 13 y 14), destaca que al momento del ingreso los adictos reportan altos niveles de alexitimia y muy baja capacidad de empatía. Estos resultados pueden estar relacionados con el desarrollo de mecanismos de defensa frente a las críticas del medio y a un aumento de los niveles de umbral sensorial producidos por la droga; lo que insensibilizaría a las claves afectivas generadas por otras personas. La alta alexitimia del ingreso, llega a valores normales, y la empatía logra, hacia el final del tratamiento, ser alta en el 60% de los sujetos. En los grupos avanzados se observa que mejora la tolerancia a la frustración y la autoestima, como la capacidad de quererse a sí mismo. En la tabla N° 16 se registra la frecuencia de padres separados en los sujetos de la muestra (40%), cifra que no es más alta que lo que se encuentra en la población general de nuestro país (Montenegro,1981). La impresión previa, normalmente, es que la mayoría de estos jóvenes tiene familias de origen mal constituidas. Cuando los sujetos de la muestra se refieren a su proceso de educación familiar (tabla N° 17), se aprecia que sólo un 23% indican que en su educación predominaron los castigos. Estos resultados no concuerdan con frecuentes informes que asocian el maltrato físico, durante el período de la infancia, en la base de los trastornos adictivos. Los datos anteriores coinciden con los valores obtenidos en la tabla N° 19, donde se encuentra que sólo un 3% de los sujetos describe su vida familiar como “Mala”. Sin embargo, pareciera ser mucho más determinante el resultado de la tabla N° 18, donde se aprecia que la inconsistencia en las políticas educativas de los padres (77% de los casos), tendrían mucha más importancia como factor de desarrollo del proceso adictivo. Un análisis global de los resultados, nos permitiría afirmar que en los sujetos adictos de sexo masculino, que ingresan a tratamiento a una Comunidad Terapéutica, habría alteraciones en todos los subsistemas de acuerdo al Modelo Integrativo (Opazo, 1997, 1999, 2000). Estos antecedentes apuntarían paralelamente, a un pobre desarrollo de las funciones del SELF. Además, se puede afirmar que el proceso terapéutico realizado en una Comunidad Terapéutica, modifica la mayoría de las escalas después de 9 meses del proceso de rehabilitación; salvo aquellas escalas de extroversión e inmadurez, que implicarían rasgos más estructurales con cierta determinación genética y que no se modificarían durante el proceso de rehabilitación. MODELO INTEGRATIVO En las tablas N° 15 y 19 se muestran los resultados relacionados con el grupo familiar. En la tabla N° 15, se observa que la relación con las madres tiende a ser mejor evaluada que la relación con los padres. La mayoría de los ítems, las muestran como cercanas, afectuosas y poco conflictivas. Es necesario comentar que esta mejor evaluación puede no tener necesariamente una connotación positiva, ya que se ha descrito en la adicción la existencia del “co-adicto” (Batlle 1992; Teichman & Basha 1996), persona que tiende a favorecer inconscientemente los niveles de consumo del adicto, al sobreprotegerlo y evitarle las consecuencias negativas de sus conductas de consumo. Estos rasgos requieren en el período de post-tratamiento, de un especial y permanente cuidado de parte del adicto, por cuanto son factores de riesgo futuro (funciones de autocontrol del SELF). Por otra parte, el cambio producido en la mayoría de los subsistemas implicaría factores de protección. El tratamiento recibido, aporta al desarrollo de las funciones de identidad personal, significación y organización personal del 23 SELF; con lo cual la función de autocontrol del SELF, puede ser parcialmente optimizada durante el proceso terapéutico. A partir de los planteamientos y resultados anteriores, se puede señalar que en los trastornos adictivos están comprometidos los seis paradigmas o subsistemas del Modelo Integraivo Supraparadigmático y que a partir de él, se puede hipotetizar un planteamiento integrativo para la etiología y psicopatología de los trastornos adictivos (figura 1). Explicación figura 1: El ambiente (E), impacta sobre la personalidad (P). En el ambiente encontramos muchos factores, tales como: disponibilidad de drogas, influencia del grupo de pares, presión de los medios de comunicación, etc..., todos los cuales al interactuar con la personalidad del adicto afectan los diferentes subsistemas de la personalidad. Los estímulos acceden a un subsistema biológico, que puede presentar una serie de problemas que facilitan el proceso adictivo, como por ejemplo, la inmadurez o disfuncionalidad neurológica que se expresa por características conductuales de hiperactividad, dificultad en el control de impulsos, fallas en la capacidad de atención y concentración, las que generan serios déficit conductuales. En el subsistema biológico, 24 el neuroticismo alto y la extroversión facilitan problemas de estrés que pueden derivar en la búsqueda de drogas que generen relajación. La extroversión puede derivar en la facilitación del contacto con amistades negativas y en una intensa vida social, que posibilite el consumo de drogas. El subsistema cognitivo procesa los estímulos del ambiente, generando una serie de distorsiones del pensamiento que son características del proceso adictivo, tales como: ideas irracionales, negación, minimización y justificación. El sistema cognitivo puede ser influído por disfuncionalidad en el sistema familiar, inmadurez neurológica y desde el subsistema afectivo, por emociones y sentimientos conflictivos. El subsistema afectivo recibe el impacto de los estímulos externos e internos, apareciendo alteraciones en el umbral emocional, que pueden ser previas al consumo y a la vez agravadas por éste. Un umbral alto a las emociones puede estar a la base de la búsqueda de drogas estimulantes. A nivel del subsistema inconsciente los estímulos pueden activar muchas emociones y Finalmente los estímulos procesados se convierten en estímulos efectivos que generan conductas (C) inmediatas de tipo antisocial, limítrofes, consumo de drogas y en general, la conducta que caracteriza el proceso adictivo. Las consecuencias mediatas son adicción, pérdida de trabajo o de los estudios y conflictos con su grupo familiar. Las conductas emitidas son nuevamente reprocesadas por la personalidad, pero son invalidadas por los componentes defensivos, como: “me atacan”, “nadie me entiende”, los que terminan generando nuevas conductas que incrementan el consumo. CONCLUSIONES MODELO INTEGRATIVO cogniciones previas reprimidas o disociadas por mecanismos defensivos del individuo. El sistema familiar generalmente presenta serios trastornos, desde mecanismos de sobreprotección, codependencia, inconsistencia en los sistemas de crianza y fallas en los procesos de comunicación. Todos estos subsistemas confluyen en el Self, el cual es el centro de la personalidad, presentando cuatro funciones fundamentales que están alteradas en el adicto. La función de identidad, se manifiesta por la presencia de una mala autoimagen y una deficiente percepción de sí mismo. La función de organización tiene un importante déficit por la desestructuración adquirida en el desarrollo vital. La función de significación está muy dañada por cuanto estamos frente a una persona que ha vivido constantes críticas y rechazos, que lo lleva a interpretar los estímulos en forma agresiva y descalificadora. Por último, la función de control de impulsos, no ha logrado un adecuado desarrollo por estar interferida desde las disposiciones biológicas de la personalidad. El planteamiento de un Modelo Integrativo tiene implicancias importantes para entender elementos de prevención y de intervención en los trastornos adictivos. La aplicación de una Ficha de Evaluación Clinica Integral, permite comprender que en la etiología de los trastornos adictivos están implicados todos los subsistemas de la personalidad, existiendo disposiciones biológicas, conductualesambientales, cognitivas, afectivas, inconscientes y familiares. Paralelamente resulta claro en el análisis de este estudio, que el Self de la persona con adicciones es poco desarrollado. Los datos encontrados permiten concluir que a futuro, se pueden desarrollar estrategias preventivas a nivel escolar para la detección precoz de niños de riesgo que presenten alteraciones en el desarrollo de los diferentes subsistemas de la personalidad, generando intervenciones protectoras. Estamos trabajando para enriquecer 25 la Ficha de Evaluación Clínica Integral que en futuras versiones incorporará instrumentos de evaluación del Self y del subsistema inconsciente, así como herramientas para estudiar el desarrollo del vínculo temprano en las personas que desarrollan adicción, por cuanto este factor podría afectar el desarrollo normal de todos los subsistemas. Bibliografía Arias J. A. (2000) Abuso de Alcohol y Drogas. “Psiquiatría del Niño y del Adolescente”. H. Montenegro y H. Guajardo (Eds.) Editorial Mediterráneo. Chile 2da. Edición 406-425. Bateson G. (1972). “Steps toward ecology of mind”. New York. Ballantine Books. Beattie M. (1992) “Codependent no more”. 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