www.oratorianet.com 1 COMENTARIOS 1. Sobre la puntualidad 2. Sobre ”¿Cómo hacer cuando el cliente es indiferente o, teniendo interés, se hace el indiferente?” PUNTUALIDAD Llegar tarde no solo es una mala costumbre, sino una actitud que proyecta una mala imagen de la empresa que uno representa. Lo peor de todo es que atenta contra el desarrollo en todos los campos. Veamos. El Decálogo del Desarrollo, de Mavila, indica diez cualidades que afectan positivamente el desempeño: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. Amor al trabajo Afán por el ahorro y la inversión Deseos de superación Honradez Limpieza Orden Puntualidad Responsabilidad Respeto a la ley y los reglamentos Respeto a los derechos de los demás Pero puede lograrse el mismo efecto aplicando a conciencia una sola de estas cualidades: La puntualidad. Veamos. Por lo general, una persona puntual ama su trabajo. Por lo general, una persona puntual ama su trabajo y tiene deseos de superación. Por lo general, una persona puntual que ama su trabajo y tiene deseos de superación, es una persona honrada. Por lo general, una persona puntual que ama su trabajo, tiene deseos de superación y es honrada, también es limpia y ordenada. Por lo general, una persona puntual que ama su trabajo y tiene deseos de superación, y es honrada, limpia y ordenada, es también responsable. Por lo general, una persona puntual que ama su trabajo y tiene deseos de superación y es honrada, limpia, responsable y ordenada, es respetuosa de la ley y los reglamentos. Por lo general, una persona que es puntual, ama su trabajo, tiene deseos de superación, respeta de la ley y los reglamentos, y es honrada, limpia, responsable y ordenada, suele respetar los derechos de los demás. Por lo general, una persona que es puntual, ama su trabajo, tiene deseos de superación, respeta la ley y los reglamentos, y es honrada, limpia, responsable y ordenada, suele respetar los derechos de los demás y ahorrar e invertir para el futuro. ARRIBA | SIGUIENTE ARTÍCULO www.oratorianet.com 2 PREGUNTA ¿Cómo hacer cuando el cliente es indiferente o, teniendo interés, se hace el indiferente? Para discernir cualquier asunto debemos comenzar por averiguar el significado de las palabras tal como las definen los diccionarios, con el propósito de saber cómo utilizan las expresiones las personas en general. Eso nos permite unificar criterios, fundamento básico de una comunicación eficaz. Cliente Si bien es cierto que generalmente uno considera como cliente a alguien que compra un producto o servicio, el diccionario lo define como una persona que compra con frecuencia los productos de una empresa o los servicios de un profesional. También se refiere a ello como alguien que acostumbra ir siempre a una misma tienda o establecimiento público. En otras palabras, no solo compra una vez. Indiferencia o fingimiento La indiferencia es un estado de ánimo que no manifiesta interés ni rechazo hacia una persona, objeto o negocio. Y un fingimiento es dar a entender lo que no es cierto, simular o aparentar. De lo anterior se desprende que aunque se considere como cliente al que compra por costumbre en la misma tienda, debemos basarnos en el principio del cierre y tratarlo como si ya lo fuera. Sin embargo, ¿manifiesta algún interés en nuestros productos y servicios, y los vemos como clientes potenciales? ¿O simplemente se trata de un curioso que está matando el tiempo, entreteniendo la vista por ahí? Por otro lado, hay clientes que fingen ser indiferentes para evitar que el vendedor lo acose con argumentos y ofertas que no desean. Cuando se deciden, abordan al vendedor para preguntarle al respecto. Por lo tanto, ya sea que la persona tenga interés en nuestros productos o simplemente esté curioseando por ahí, nuestro trato debe orientarse como si fuera un cliente, para impedir que caigamos en la xenofobia y despleguemos una actitud similar enfriando cualquier relación futura. Pero la indiferencia, real o fingida, podría poner a prueba nuestras cualidades de relaciones humanas, ya que se caracteriza por la ausencia de indicadores de interés. ¿Qué podemos hacer ante una persona indiferente? Como dijimos en la conferencia, en su trato con el cliente el vendedor debe fluctuar constantemente entre dos posiciones: Exploración (Boy Scout) y Cierre (Novio). Se explora para cerrar, y se cierra para vender. Si no se logra cerrar, se debe regresar a la exploración para poder cerrar, y por tanto, poder vender. Tu actitud debe ser: “Exploro y cierro y cierro y cierro y cierro y cierro y cierro hasta vender el producto o servicio; pero si en la secuencia de cierre surge una objeción, exploro para reorientarme y continúo cerrando y cerrando y sigo cerrando hasta vender.” La indiferencia pudiera estar motivada por la desconfianza. Malas experiencias pasadas despiertan sus defensas. Si está fingiendo, cerrar te permitirá obtener respuestas positivas que atraigan a la persona a una zona de seguridad y confianza para seguir cerrando. Y si solo está fingiendo, explorar y cerrar te permitirá igualmente situarla en una zona de seguridad y confianza para seguir cerrando. Cerrar es la clave. Una necesidad básica La gente siente la necesidad básica, tanto de aceptar que otras personas ingresen a su zona de seguridad como de ser aceptada por otras personas en sus propias zonas de seguridad. La búsqueda e intercambio de aprobación es la esencia de las relaciones humanas y del éxito en general. Las personas desean ser aceptadas, y esa es la base de la filosofía del cierre. www.oratorianet.com 3 En otras palabras, cuando se sienten en una zona segura a las personas en general les gusta decir “sí” (por ejemplo, tal vez rían a carcajadas cuando están con sus amigos, pero solo sonrían recatadamente cuando están con extraños). Y les encanta que otros les respondan que “sí” cuando quieren obtener algo. Cuando eran niñas, sus padres les dijeron “no” a demasiadas cosas. Prefieren evitar a quienes les dirían que no. Por eso, la mayoría de las veces las personas solo fingen ser indiferentes y hasta responden “no” solo por dar la contra. Nadie se para frente a un escaparate y observa un equipo de sonido si no le gusta. Pensar que el cliente es indiferente tal vez requiera un poco más de reflexión. Si la persona está mirando, es porque no es indiferente. Solo parece indiferente. Por lo tanto, en la etapa inicial, debes cerrar para mover a la persona hacia una zona de seguridad y confianza, y después, puedes explorar discretamente para conducirla hacia la venta. Cuando la situación se pone tensa En ocasiones la situación se pone tensa, y sea porque el cliente es demasiado inseguro y desconfiado, o porque con una actitud impertinente el vendedor ha exacerbado su inseguridad y desconfianza. ¿Qué hacer? En primer lugar, asume una actitud apropiada, porque tus actitudes afectan considerablemente las actitudes del cliente, y por tanto, tu propia retroalimentación. Piensa en tu propio bienestar y piensa lo siguiente: “¿Es realmente indiferente este cliente? ¿Es realmente una persona insegura o problemática? ¿O estoy sensible, irritándome por casi nada? En segundo lugar, imagina que la alta gerencia te está poniendo una cámara escondida porque está buscando entre los empleados a los más hábiles, para reubicarlos en nuevos departamentos de la empresa, pero está investigando quiénes podrían llenar esas vacantes. La única manera de saberlo en poniendo a prueba a los mejores empleados, colocándolos en situaciones difíciles y observando cómo reaccionarían. Actúa con el cliente como si quisieras que te seleccionaran para ese puesto. Las empresas a veces contratan los servicios de investigadores de calidad en el servicio, y estas envían intencionalmente a personas que se quejan y ponen a prueba a los empleados, para observar su conducta. Tú crees que se trata de un cliente pesado, indiferente, grosero o desconsiderado, pero no sabes que en realidad la gerencia está evaluando tu desempeño. Por supuesto que no tienes que ponerte paranoico con la sensación de que el jefe ha enviado a alguien para que te examine. Pero si asumes esa actitud, puedes contrarrestar cualquier actitud no apropiada, además de contribuir a tu propio desarrollo. Por lo tanto, mantén una fluctuación entre exploración y cierre cuando estés con los clientes y lograrás que hasta la persona más indiferente salga de su zona de inseguridad y entre en confianza para seguir diciendo: “sí”. ARRIBA | ARTÍCULO ANTERIOR