Probablemente, los datos sobre el porcentaje de desempleo son las estadísticas más conocidas y difundidas. El hecho de que este factor varíe de forma significativa es clara evidencia de que la plena utilización de los recursos de la economía no se produce de forma automática. Existen aproximadamente 160 millones de desempleados en el mundo, cifra que arroja la OIT. Por lo tanto, cada 100 trabajadores de todo el mundo, seis están totalmente desempleados. Además, 16 no pueden ganar lo suficiente para que su familia no esté por debajo de la línea de pobreza. Esta problemática se agrava si consideramos la subocupación horaria en tanto esta cifra asciende a mil millones. Sin embargo, las situaciones de desempleo estructural en determinados sectores de la población son consecuencia de las alteraciones en las ofertas de trabajo, propios de las fluctuaciones que evidencia en estos tiempos el comercio tanto nacional como el internacional, además debemos agregarles los cambios en los gustos de los consumidores, que provoca el éxito de un determinado producto o no y sin lugar a dudas, lo importante son las innovaciones constantes en los procesos de producción, que disminuye y transforma la mano de obra humana. Esto puede explicarse desde dos cuestiones fundamentales, una de ellas es desde el punto de vista de la economía y el segundo desde el rol de los individuos en este círculo. Por ejemplo, no todas las personas consumimos, lo que producimos, lo que evidencia que necesitaríamos más mercados, más consumo, para tener más producción y además más puestos de trabajo (calificado o no, según lo que se requiera). Y por el otro lado, esa oferta de bienes y consumo por parte de la sociedad esta en intima relación con las economías internacional y nacional. En ocasiones, quien juega un papel fundamental aquí son las comunicaciones, quien genera desequilibrios en el mercado de bienes y factores. En la actualidad, el desempleo es un grave problema en casi todo el mundo. Ya que tanto los trabajadores calificados (aquellos que poseen estudios), como los de calificación media o baja, encuentran dificultades a la hora de conseguir un empleo. Los primeros, la mayoría de veces, no son contratados por tener una calificación mayor a la necesaria para el puesto de trabajo ofrecido. Sin embargo, la oferta de trabajadores de baja calificación es tan grande, que obviamente se cubre rápidamente. La consecuencia de esta sobreoferta de trabajo, regula la baja de los salarios por parte de las empresas. Pero, nos tenemos que detener en definir el desempleo. Este visto desde la perspectiva económica, se entiende cuando uno de los recursos productivos, ya sea tierra, trabajo o capital, no esta siendo explotado al máximo de su capacidad potencial, determinado además por los recursos ociosos. En otras palabras, cualquiera de esos recursos nombrados esta desempleado en su totalidad. Pero sin lugar a dudas, el término desempleo siempre se atribuye cuando el factor trabajo es el que esta afectado. Cabe aclarar que cuando hablamos de esta problemática, siempre hacemos hincapié en aquellas personas desempleadas pero que demuestran una búsqueda activa de empleo. Sin embargo, otra cuestión que preocupa es el de la subocupación horaria: es decir, personas que trabajan menos de 35 horas semanales por causas involuntarias y están dispuestas a trabajar más horas. El efecto que causa el desempleo es de carácter negativo. Por ejemplo, esta problemática causas diversas consecuencias en una sociedad, el la economía y obviamente en relación a ambas, a dicha sociedad en la que se encuentra formando parte, entre otros. La falta de trabajo y el desempleo han ampliado la cantidad de personas y familias que viven en la precariedad ya que sufrieron una disminución en su capacidad adquisitiva. Otros provocaron el aumento de actividades económicas informales o marginales, que se caracterizan por condiciones de trabajo precarias e inestables realizadas fuera de leyes y de reglamentaciones vigentes (venta ambulante y callejera). Otra consecuencia, es generalmente la depresión, frustración, que sienten estas personas cuando esta problemática se acentúa en el tiempo viendo que no pueden hacer nada al respecto. Esto se vincula a otro efecto, que muchas veces no se cuantifica por se de índole político social, como lo es el consumo de drogas, la delincuencia, el malestar social, en aumento de la población marginada, entre otras. Frente a todo lo mencionado anteriormente, el estado muchas veces lanza respuestas frente a la desocupación, ensayando numerosas políticas y programas sociales en el mundo. desarrollados, Los que mayores éxitos tuvieron son los países como los europeos, que ofrecen mejores oportunidades a las personas que no tiene trabajo ya que brindan un seguro de desempleo de alta cobertura y un ingreso importante. Esto no es así en muchos otros, ya los costes financieros para el estado son cuantiosos y genera un déficit público. Tipos de desempleo Pueden darse diferentes situaciones por las que una persona no este empleada, esto estará totalmente relacionado con la naturaleza de dichos factores. A saber: Desempleo friccional Nosotros los individuos, nos movilizamos de un puesto de trabajo a otro, y en muchos casos vinculados a áreas geográficas alejadas de donde residimos habitualmente. Esto se llama movimiento pendular. Por lo general, este movimiento es por decisión propia del trabajador y en menor medida haber sido el resultado forzado de abandonar su puesto de trabajo y lograr encontrar otro, convirtiéndose esta persona, en un desempleado involuntario. Estos movimientos son, en muchos casos, inevitables; es lo que se conoce como desempleo friccional. Sin embargo, el mínimo tiempo en que tarden estas personas en encontrar un nuevo puesto de trabajo, será el grado de alcance que tuvo esta problemática. Mejorar la flexibilidad del mercado laboral en términos de movilidad y facilitar información para el proceso de búsqueda de trabajo a través de agencias—públicas o privadas, es una posible alternativa y ayuda para las personas que padecen esta situación. Desempleo estacional Una parte importante del empleo tiene carácter estacional. Algunos puestos laborales están disponibles sólo en algunas épocas del año —por ejemplo, en el turismo o en la agricultura—. El desempleo estacional puede reducirse con la promoción de actividades económicas complementarías y con una reorientación de la demanda fuera de estas etapas estacionales tradicionales. Desempleo estructural La demanda de trabajo está condicionada por la de bienes y servicios. Ésta puede verse afectada por diversos factores: cambios en los gustos o en las pautas del comercio internacional, transformaciones referidas a la innovación de producción y productos, etc. Si el factor trabajo fuera completamente flexible y se adaptase a estas variaciones, los cambios en la demanda de bienes y servicios representarían tan sólo el movimiento de un tipo de trabajo a otro y no habría desempleo estructural. Pero el trabajo no es perfectamente flexible y adaptable, ya que aparecen problemas por la rapidez con que se producen ¡os cambios estructurales. Pueden utilizarse dos estrategias distintas para reducir el desempleo estructural. La primera consistiría en intentar evitar, o por lo menos ralentizar, los cambios de la economía que lo provocan; la segunda, en aceptar ¡a transformación económica que acompaña al crecimiento y adoptar estrategias diseñadas para flexibilizar y hacer que la economía se adapte más fácilmente a tales cambios, por ejemplo, políticas de formación y reinserción ocupacional. Oferta de trabajo Cuanto mayor sea la población, mayor será la oferta de trabajo —siempre por parte de los trabajadores—. Por otro lado, aunque el volumen de población no varíe, puede registrarse un incremento de la oferta de trabajo, al aumentar ¡a proporción de individuos en búsqueda activa de empleo. Es decir, sube la tasa de actividad. Las causas del desempleo Hay enfoques teóricos muy diversos y una multiplicidad de medidas aplicables. Pueden destacarse tres puntos de vista principales: la visión neoclásica; la keynesiana y la estructural. La teoría neoclásica del desempleo parte de la función decreciente de la demanda de trabajo y de una función creciente de la oferta de trabajo. El supuesto básico de este modelo es que tanto los salarios monetarios como los precios son completamente flexibles. De esta forma, siempre será posible alcanzar el equilibrio convencional en el mercado. En esencia, las causas neoclásicas del desempleo son las siguientes: en el mercado no hay un modelo de competencia perfecta, y elfo puede afectar a la oferta y demanda de trabajo; asimismo, hay que mencionar la existencia de expectativas que llevan a los trabajadores a demandar salarios reales por encima de los de equilibrio. Para solucionar estos problemas hay que garantizar una mayor flexibilidad sobre los salarios reales y la perfecta competitividad del mercado. Con el objetivo de estimular el aumento del empleo, esta teoría plantea diversas medidas: aquellas que faciliten la obtención de beneficio por las empresas, las que disminuyan las tensiones sobre los costes de las mismas, sobre todo los costes salariales, y las que aumenten la productividad de las empresas. Según la teoría keynesiana, las causas del desempleo —y su remedio— no se encuentran en el mercado de trabajo, sino en el mercado de bienes y servicios. Es así porque ¡a cantidad de trabajo demandada por las empresas está condicionada por el volumen de la producción de bienes y servicios que esperan realizar las mismas en el mercado. A mayor demanda, mayor producción y mayor empleo. El desempleo se origina por insuficiencias en la demanda agregada efectiva. Cuando no hay gasto agregado suficiente, ¡as empresas disminuyen el nivel de empleo utilizado. Esta interpretación no ha sabido dar una respuesta a la existencia simultánea de desempleo e inflación en una economía; es lo que se conoce con el término de «estanflación ». Malinvaud resume el problema del desempleo considerando las dos interpretaciones anteriores: el desempleo actual puede estar originado por tensiones al alza en los salarios reales en el mercado de trabajo, y por una insuficiencia de la demanda agregada. A la hora de solucionar el desempleo, hay un conjunto de medidas que actúan sobre los dos enfoques. Por ejemplo, impulsar la demanda agregada vía inversión productiva —formación bruta de capital—. Junto al impulso en la demanda, esta medida supone alcanzar una mayor productividad, que implica una disminución en los costes del factor trabajo sin que tenga que afectar a los salarios reales. Según las teorías microeconómicas del desempleo, no pueden considerarse explicaciones generales del mercado de trabajo. Lo que se intenta hacer es analizar algunas características concretas del problema del desempleo. Para ello se utiliza una aproximación microeconómica, que observa la alta segmentación del mercado laboral y el difícil acceso de los desempleados a los distintos puestos de trabajo. Estos planteamientos se conocen como teorías de búsqueda de empleo. Otro problema analizado es cómo inciden los distintos tipos de contrataciones — temporales, fijas, etc. — dentro del problema del desempleo. Las teorías estructurales comprenden un conjunto de hipótesis que tratan de explicar las causas del desempleo a través de factores como la propia naturaleza del sistema capitalista.