Migración desde Alemania 1756-1763 Durante la segunda mitad del siglo XVIII, luego de las guerras sucedidas, la economía europea estaba devastada. Alemania, unos de los países más afectados por la situación y bajo gobiernos tiranos, comenzó a transitar por años de hambruna En cambio, hacia el año 1762 Rusia perfilaba su crecimiento económico. 1762 Rusia había ganado territorio fértil que se encontraba despoblado. Bajo el reinado de Catalina II o “Catalina la Grande”, comenzó a salir de la crisis económica. Promulgó un I Manifiesto donde invitaba a todos los extranjeros a radicarse en ese país. 1763 Posteriormente “Catalina la Grande” promulgó un II Manifiesto, basado en el primero, pero con detalles precisos sobre los beneficios brindados a los inmigrantes. Dejaba en claro la libertad de elegir el lugar, que las tierras serían entregadas a las comunidades para siempre y que los colonizadores ejercerían la libertad de culto, costumbres y ritos. Llegada y permanencia en Rusia 1763-1767 El manifiesto fue respondido por polacos, holandeses, suecos, suizos, franceses y alemanes. El 80% de las 30.000 personas que se dirigieron a Rusia en ese momento fueron alemanes buscando nuevas oportunidades de trabajo y progreso para salir de la crisis económica de su país. Se crearon 104 aldeas o colonias madres en la zona cercana al rio Volga. Inicialmente se establecieron en el lado alto de la Bergseite (lado derecho del Volga), en núcleos no mayores a mil familias dentro de un perímetro circular de 70 km. Cada una de las aldeas se conformó representando un pueblo o colonia rural de Alemania. 1767-1877 Durante los primeros 50 años de su permanencia en Rusia, los alemanes del Volga sufrieron varios ataques de los pueblos nómadas del lugar. A raíz de eso construían sus viviendas como verdaderas fortalezas. En ellas sus frentes sólo tenían ventanas y las puertas estaban en su parte de atrás. La zona donde se instalaron los alemanes eran tierras vírgenes de suelos fértiles, que los beneficiaron con abundantes cosechas, entre ellas predominó el cultivo de trigo. Durante todo ese período se llegaron a construir 107 aldeas madres (mutterkolonien) y las aldeas hijas o derivadas de aquellas (tochterkolonien). Para los rusos los “tiempos eternos” de los que se hablaba en el II Manifiesto de Catalina II, por el que entregaban las tierras a los colonos, era igual a 100 años. Por eso, luego de transcurrido ese tiempo, el zar Alejandro II comenzó en 1870 una política de rusificación para los alemanes que allí se habían asentado durante el gobierno de Catalina “la Grande” en Rusia. A los alemanes se les redujo su administración propia, se les impuso el idioma ruso y se los obligó a prestar servicio militar, que duraba entre 5 y 7 años. En 1876 fue totalmente abolida su autonomía. Fue así que comenzaron a salir del Volga. Salida de Rusia y llegada a América A raíz del pánico que se generó entre los colonos, se realizaron una serie de reuniones y en 1872 en la colonia de Balser se nombró una comisión de tres personas para que viajaran a los Estados Unidos. Allí supieron que Brasil también tenía interés en captar corrientes migratorias europeas para poblar su territorio. En 1876 llegaron a Norteamérica las primeras 1600 personas desde Rusia. Luego se designó otra comisión que realizó un viaje de reconocimiento a la Argentina. Llegaron a Buenos Aires en agosto de 1877, en busca de tierras fértiles aptas para el cultivo de trigo, que era a lo que se dedicaban los alemanes en Rusia. 1877-1914 El primer grupo de inmigrantes llegó a Brasil en 1877, compuesto por sólo 27 personas que se asentaron en Guarauna. Continuaron llegando hasta los comienzos de la primera guerra mundial. Preferían Brasil porque allí se habían asentado inmigrantes desde Alemania en los años 1824 y 1825. En la Argentina el presidente Avellaneda generó la ley 817 denominada de “Inmigración y de Colonización” para captar emigrantes de las colonias del Volga. Así la comisión de los alemanes del Volga de la Argentina volvió a Brasil y desde allí trajeron al país a los alemanes. Este grupo llegó a Buenos Aires el 24 de diciembre de 1877 y se los envió por tren hasta Azul. El 29 de enero de 1878 el Poder Ejecutivo Nacional decidió la creación por decreto de la Colonia General Alvear, en el Departamento de Diamante, Entre Ríos. Fueron expropiadas 20.000 hectáreas para el asentamiento de los colonos alemanes. Posteriormente partieron en dos navíos Paraná arriba. Un barco llegó a Diamante y otro se desvió hacia Santa Fe. Muchos de ellos se dirigieron a Entre Ríos, donde las colonias prevalecen hasta el día de hoy. Debido al crecimiento en las colonias instaladas en la Argentina y a la continua llegada de alemanes desde Rusia, se fundaron otras colonias en Buenos Aires y Entre Ríos que se sumaron a las primeras. A Canadá también llegaron los alemanes procedentes de Rusia, principalmente de la zona de Ucrania. Pertenecían a grupos que profesaban la religión menonita. También llegaron contingentes menores del Mar Negro y del Volga. 1914 – 2009 Las colonias alemanas crecieron y se extendieron rápidamente. Llegaron al sur bonaerense, La Pampa y también a la provincia de Chaco y Córdoba. Otras también se afincaron aún más al sur, en la zona del Valle de Río Negro y Neuquén. Cerca de un millón y medio de descendientes de alemanes del Volga se distribuyeron en el país: 300.000 en Entre Ríos 350.000 en el Sur de la Pcia. de Bs. As. y La Pampa 300.000 en el Gran Bs. As. y zonas vecinas 300.000 en el resto del país (Chaco, Misiones, Formosa, Río Negro, entre otros).