Unidad III - La Cooperación y Solidaridad en el Desarrollo Social La Cooperación y la Solidaridad en la Economía Solidaria 3.1.2. Pensamiento humanista del desarrollo. Fr. Louis Joseph Lebret O.P. García Lucio realiza la bibliografía del Fr. Louis Joseph Lebret O.P. (recuperado de la web el 10 de junio de 2013). Hacia mediados del siglo XX, surge el pensamiento humanista del Fr. Luis Joseph Lebret O.P (1897 - 1966), considerado un pionero del movimiento teórico del desarrollo económico que surgió tras la segunda guerra mundial y promotor de una economía cooperativa al servicio de un mejor destino para el mundo de los marinos, con quienes tuvo interacción durante varios años, durante su carrera en la Marina. lealtad y ayuda mutua a toda persona humana y el deseo del bien común. Es premiado con la Legión de Honor, pero sorprende a todos cuando en 1923 la abandona para entrar en el noviciado de la Orden de Predicadores en Angers. Estudiar, con métodos apropiados la investigación orientada a determinar la complejidad de la realidad humana en sus aspectos económicos y sociales. A partir de 1929 y aun antes de terminar su preparación dominicana inicia un trabajo social y apostólico con los pescadores empobrecidos por la industrialización de los método de pesca, que, buscando la rentabilidad a corto plazo, utilizaban unos procedimientos que empobrecían el fondo marino. La competencia internacional y el hundimiento de los precios de las capturas agravaban considerablemente la situación. Desarrollar científicamente trabajos para elaborar una doctrina que permitiera poner la economía al servicio del ser humano. Lebret fundador del Centro de Investigación doctrinal Economía y Humanismo Objetivos Propender por una economía al servicio del hombre. Para ello le dio tres funciones básicas al centro: Formar técnicos o profesionales capaces de determinar las condiciones. concretas del Bien común. Dentro de esta concepción, las actividades sociales, económicas, políticas y culturales de una comunidad permitirán que todos tengan lo necesario, facilitándole al hombre los bienes de superación que lo hagan valer más intelectual, cultural y espiritualmente, aplicando adecuadamente el uso de la libertad. Toda esta concepción implica necesariamente un cambio de conducta, de comportamiento y actitudes sociales e individuales. En estas circunstancias se convenció de la necesidad de articular las medidas económicas, sociales y culturales, en un todo acercándose paulatinamente a una concepción integral del desarrollo, concepto que amplia en su libro “Dinámica Concreta del Desarrollo”, tomando cuerpo así, la visión de la economía humana, Lebret L.J. (1969). Su pensamiento se orientó a definir "el desarrollo de todo el Hombre y de todos los hombres [que el definió] el conjunto de las transiciones desde una fase menos humana, a una fase más humana. En una evolución coordinada y armónica” Fr. Lebret (1969, p.47). Cada dimensión, por ser parte inherente a la naturaleza humana, se constituye en un factor importante del desarrollo, por lo tanto es necesario tener presente todas las necesidades básicas esenciales en una forma equilibrada y armónica. Una política de desarrollo que responda a las aspiraciones del hombre es necesariamente ética, sustentada en los principios fundamentales de respeto, compromiso, 59