LA PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTOS, FORMACIÓN DEL RECURSO HUMANO Y SU VINCULACIÓN CON EL SECTOR PRODUCTIVO Amaira del Carmen Peña. pemaira@ mipunto.com La sociedad del conocimiento es la Sociedad de la Información, y ésta no se encuentra ubicada en un solo lugar, se encuentra en todas partes. El conocimiento está centrado en el ser humano, es elaborado, aumentado, mejorado, transmitido, y usado por el individuo. En este sentido, la sociedad del conocimiento exige de mano de obra más calificada, para ello, la ciencia, la tecnología y lógicamente la investigación juega un papel fundamental. Esto conlleva a pensar que todos los procesos estarán centrados en la educación con la participación de seres humanos con conocimientos profundos y ultra especializados, dedicados a resolver problemas complejos a futuro. Por otra parte, es necesario visualizar que el Estado debe proponer interacciones con la universidad y la Industria, su evolución marcha a la par de lo político, cultural, educativo y económico, siendo por ésta vía la instancia que promueve el desarrollo. Con la mundialización de los intercambios, nuevas tendencias presiden hoy la apropiación del conocimiento por parte de los países en desarrollo. Si bien el norte ha establecido una agenda científica y tecnológica que, en función de las reglas que rigen la búsqueda de la competitividad, amenaza a los países del sur, de esta manera, es valido señalar que la apropiación del conocimiento está fuertemente sujeta a parámetros locales. Algunos grupos (los científicos) están más inclinados, por su cultura, a hacer apuestas de largo plazo sobre el conocimiento. Producción del conocimiento La respuesta al concepto del conocimiento fue asumida por varios filósofos de la siguiente manera: Por su parte, los griegos y la filosofía medieval abordaron el tema haciendo esfuerzos por esclarecer la posibilidad o imposibilidad del conocimiento y los tipos de conocimiento posibles. Para los renacentistas, el conocimiento se convierte en el problema central, ya que la preocupación por el “método” se basa en develar la estructura del conocimiento. Según, los contemporáneos, a partir de Kant, (citado por Albornoz, 2001) es cuando el problema del conocimiento pasó a constituir una disciplina especial dentro de la Filosofía: La teoría del conocimiento. Indiscutiblemente, en la epistemología (Teoría del Conocimiento) occidental tradicional, la certeza es la cualidad esencial del conocimiento. Las tendencias actuales, sin embargo, sostienen la necesidad de contemplar las dimensiones relativas, dinámicas y subjetivas de la creación del conocimiento. En este contexto, Nonaka y Takeuchi en (1995) daban a conocer el "modelo de ciclos de producción del conocimiento", donde se expresaban los siguientes procesos de conversión del conocimiento: La Socialización, considerado como el proceso de adquirir conocimiento tácito a través de compartir experiencias por medio de exposiciones orales, documentos, manuales y tradiciones y que añade el conocimiento novedoso a la base colectiva que posee la organización. El ser humano puede adquirir conocimiento tácito directamente con otras personas, sin usar el lenguaje. Los aprendices aprenden con sus maestros por la observación, imitación y práctica. Los autores citan la experiencia como un secreto para la adquisición de conocimiento tácito. La experiencia compartida así como los entrenamientos prácticos contribuye al entendimiento del raciocinio de otro individuo. El contenido generado por este modo es el conocimiento compartido. La Exteriorización, es el proceso de convertir conocimiento tácito en conceptos explícitos que supone hacer tangible mediante el uso de metáforas (conceptos, hipótesis, analogías o modelos) conocimiento de por sí difícil de comunicar, integrándolo en la cultura de la organización; es la actividad esencial en la creación del conocimiento. La combinación, es el proceso de crear conocimiento explícito al reunir conocimiento explícito proveniente de cierto número de fuentes, mediante el intercambio de conversaciones telefónicas, reuniones, correos, etc., y se puede categorizar, confrontar y clasificar para formas bases de datos para producir conocimiento explícito. La Interiorización, designado así al proceso de incorporación de conocimiento explícito en conocimiento tácito, que analiza las experiencias adquiridas en la puesta en práctica de los nuevos conocimientos y que se incorpora en las bases de conocimiento tácito de los miembros de la organización en la forma de modelos mentales compartidos o prácticas de trabajo. En la tradición cultural el conocimiento es información interiorizada, o sea, integrada en estructuras cognitivas del sujeto. Tal como lo plantea, Sanz, (1994) quien afirma que el conocimiento es información ordenada y estructurada; y para que la información se transforme en conocimiento se requiere de la presencia de estructuras preexistentes de entendimiento en la memoria, que sean capaces de retener determinada información para que llegue a formar parte del conocimiento de una persona. (p. 21). El conocimiento ha sido una actividad intelectual como producto de una conciencia cognoscente, y se está transformando en la entrante sociedad de la información electrónica, es el resultado de una información productiva. El conocimiento, por tanto, puede articularse en la actualidad, como conocimiento artificial, como información electrónica útil, o como información en potencia desde una perspectiva pragmática. Universidad y el Sector Productivo La universidad en el seno de sociedades está organizada de forma diversa, debido a las diferentes condiciones geográficas e históricas, es una institución autónoma que, produce y transmite la cultura por medio de la investigación y la enseñanza, para abrirse a las necesidades del mundo contemporáneo, se requiere lograr, en su esfuerzo de investigación y enseñanza, una independencia moral y científica de todo poder político y económico. De esta forma, no es sólo un lugar donde se imparten conocimientos, es un ámbito donde se construye el saber científico echando mano al ya adquirido, y al saber que surge de la práctica misma, sino que pueden y deben ser aprovechados por los docentes para la promoción de la investigación científica. En este sentido, vale decir que la universidad es como el centro del conocimiento, es en ella donde nuestras aspiraciones, como entes sociales se concentran los resultados, y es en su presencia que se emprende la sustentabilidad del desarrollo, es a partir del cumplimiento de sus funciones de docencia, investigación extensión, producción y su relación con los actores (el Estado y la Industria) cuando podemos decir que cumplen con su función. Sin embargo, la tarea de difusión de los conocimientos que las mismas necesitan asumir hacia las nuevas generaciones implica, hoy en día, que se dirija también, al conjunto de la sociedad, cuyo porvenir cultural, social y económico requiere, especialmente, de un considerable esfuerzo de formación permanente del recurso humano a corto, mediano o largo plazo. La Investigación y la Formación de recursos humanos La investigación que se hace en las universidades de la nación, no sólo se orientan a la producción de nuevos conocimientos y técnicas, sino también deben contribuir a la formación de profesionales mejor calificados, los cuales deberán desempeñarse en un contexto caracterizado por la rápida evolución de todas las disciplinas, así como por la creciente interdependencia de las mismas y la necesidad de enfrentar y resolver problemas, imposibles de prever durante su formación inicial. Es decir, el propósito fundamental de la investigación básica en las universidades, no necesariamente se limita a acrecentar el acervo universal de conocimientos, de igual forma, debe estar orientada a la preparación de profesionales creativos que sean realmente capaces de resolver problemas a futuro. Respecto a esta temática, coincido con lo expuesto por Mayorga (1997), quien acentúa que no todos los niveles, contenidos y formas de la docencia universitaria exigen hacer investigación de alto nivel y que muchos docentes ni siquiera la practican, no es por ello menos cierto que en un país donde ninguna de sus instituciones de educación superior hacen investigación de buena calidad, sencillamente, se está condenado al país entero al retraso y al subdesarrollo. Ciertamente, el desarrollo social y económico de la sociedad moderna, depende de su habilidad para aprovechar las oportunidades proporcionadas por la ciencia y la tecnología. La globalización de la economía ha creado la necesidad de mejorar el conocimiento de los procesos fundamentales en la naturaleza y la sociedad, pero también de un mejor conocimiento de la cultura, del mercado e incluso del lenguaje de las naciones, otorgándole nuevos roles a los profesionales que se forman en las universidades. Ahora más que nunca el conocimiento científico se ha convertido en una pre condición indispensable para la innovación y el desarrollo humano. Hoy más que nunca, las organizaciones deben ser generadoras de aprendizaje, para formar y desarrollar capacidades en los recursos humanos, que les permitan capitalizar el conocimiento. Esta condición se ha convertido recientemente en ventaja competitiva aunada a la supervivencia de la organización en un entorno altamente cambiante. La globalización de los mercados, el aumento de la competitividad, el rápido y creciente desarrollo tecnológico, y las tendencias demográficas y exigencias de la fuerza laboral, obligan a las organizaciones y a los profesionales a replantearse y reconsiderarse, bajo nuevas perspectivas, el desarrollo del capital humano. Dentro de este marco, Senge (1992), cita que las organizaciones que utilizan prácticas colectivas de aprendizaje como centro de competencia están bien preparadas para prosperar en el futuro, porque serán capaces de desarrollar cualquier habilidad que se requiera para triunfar. En otras palabras, la capacidad de ganancia futura de cualquier organización esta directa y proporcionalmente relacionada con su habilidad y capacidad para aprender cosas nuevas. De este modo, las organizaciones que prosperarán en el futuro serán “organizaciones inteligentes”, las cuales explotarán la experiencia colectiva, talentos y capacidades de cada persona para aprender a cómo triunfar en conjunto. El aprendizaje se convertirá en una forma de vida y en un proceso continuo, en vez de una parte específica de la carrera de una persona. Para las corporaciones, el aprendizaje es vital para su éxito futuro. Es necesario hacer énfasis en el recurso humano, en su formación y valoración, para estar más a tono con los tiempos de cambio en la capacidad de los individuos, con organizaciones que puedan adaptarse a los cambios vertiginosos que se están produciendo en un contexto, nacional e internacional, cada vez más incierto. Formación tiene que ver con educación, con la preparación de personas capaces de definirse a sí mismas como trabajadores del conocimiento y, de la nueva economía. En consecuencia, es necesario lograr que el conocimiento, las habilidades, las intuiciones y experiencia del recurso humano que componen una organización se traduzcan en conocimientos utilizables por los demás, codificables y sistematizables, para que su acceso vaya más allá de la mente de sus propietarios. En ese orden, se observa, ausencia de políticas institucionales referidas a la producción y transferencia de conocimientos, lo cual ha impedido su necesidad de intercambiar y transferir lo que se aprende y lo que se crea, a partir de la interacción social dentro de una plataforma tecnológica y un contexto muy particular. No existen mecanismos institucionales capaces de gestionar globalmente todos los procesos particulares ni de hacer seguimiento a las investigaciones lo cual imposibilita que se generen e intercambien información constantemente. Se evidencia, poca motivación de los docentes para generar investigación, debido a la insuficiente interacción humana en la producción, almacenamiento, distribución, transferencia, acceso y análisis de los conocimientos producidos por el hombre de manera sistemática (por la investigación) que motive el interés personal o grupal por compartir datos de cualquier índole y a través de cualquier medio, generalmente electrónicos, con el objeto de desarrollar sus capacidades de creación, entendimiento, poder, estudio y transformación de la realidad que lo rodea dentro de un contexto económico social determinado. Con estos planteamientos es de hacer notar que, además del esfuerzo de formar investigadores en la región, debe repensarse en la forma de estimular y variar las formas de la actividad de investigación en la universidad. Asumo como postura que, una alternativa sería la reorganización de las unidades académicas para formar, actualizar y reciclar a su personal. Cabe aquí la referencia al potencial de investigación que representan los cientos de docentes a tiempo completo y dedicaciones exclusivas adscritas a las universidades, que por nombramiento y por política académica debieran vincular docencia e investigación. Siendo así, el docente en su rol de investigador, que pretenda desarrollar alguna investigación, necesita tener la capacidad de resolver problemas, para hacer equipos de trabajo que se dediquen a leer y escribir sobre los problemas y, hablar de la experiencia para contrastarla con la teoría. Estado y el sector productivo El Estado debe proponer interacciones con la universidad y el sector productivo; en la economía capitalista, su evolución marcha a la par de lo político, cultural, educativo y económico, siendo por esta vía la instancia que promueve el desarrollo, para lograrlo, el Estado es el mediador al cual corresponde la tarea de reunir y orientar los recursos hacia las empresas industriales y el aporte a los servicios e infraestructura económica asumiendo responsabilidades asociadas a la calificación de la fuerza de trabajo propiciando a partir de esto una política educativa orientada a las necesidades de la industria. Sin embargo, una serie de indicadores dan a entender que la vinculación Educación Superior- Sector Productivo en los países de la región, salvo algunas excepciones, ha sido mínima, y en muchos casos inexistente. Lo anterior, es corroborado por García (2001), cuando alega que “Si bien en algunos países las iniciativas de vinculación entre empresas e Institutos de Estudios Superiores de Administración (IES) han sido exitosa, como en los casos de México y Brasil; no obstante, en términos generales, el contacto en muchas instituciones todavía es insignificante, debido a diversos factores, entre ellos la desconfianza de las empresas hacia las IES (p.156) Queda explícito en los señalamientos anteriores, que ha existido en los últimos años una delimitada cooperación y vinculación del sector de educación superior con el entorno en el cual se desenvuelve, relación tan necesaria para incidir positivamente ante los desafíos actuales de un desarrollo sustentable que considere las dimensiones sociales, culturales, políticas y sobre todo económica. El logro de tal vinculación dependerá en gran medida de la voluntad y el esfuerzo de ambas partes. El Estado, la Universidad y la Industria son considerados pivotes de la sociedad, su funcionamiento dentro de las múltiples interacciones sociales justifica el orden social existente y las acciones emprendidas por cada uno; desde sus competencias, determinan el consenso, con y para la sociedad, acerca de un conjunto central de valores entre los cuales están las ideas democráticas, el conocimiento científico tecnológico y el desarrollo tecnológico para incrementar, de manera positiva, las oportunidades de empleo. (Universitas, 2000, p, 81) Por esta razón, las normas de convivencia de la sociedad suponen alianzas entre los actores y solo puede hacerse con base en un programa que comprenda el máximo de conciencia del proceso de emprender. En esto, la mediación como sistema institucionalizado es una energía social que tiende a reducir la disonancia que se produce cuando los cambios culturales y tecnológicos se contraponen y no logran armonizar y se intenta reconciliar los cambios que ocurren en los diferentes niveles de la realidad. Resulta evidente que las Universidades del país deben centrar su actividad académica en la investigación y la producción de conocimientos, la necesidad de concebir mecanismos gerenciales que permitan realizar, impulsar y estimular el trabajo investigativo, mediante el establecimiento de la estructura organizativa adecuada para lograr la interconexión estratégica de la universidad con los sectores demandantes de la productividad académica; así como la creación de centros para la formación del recurso humano altamente capacitado y con mística de dedicación al trabajo académico contributivo al desarrollo de conocimientos científicos y de nuevas tecnologías como factores preponderantes de consideración para el desarrollo económico y social del país (Petrillo y López, 1991). Los grandes retos que en este sentido tienen las universidades del país para los próximos años, es ampliando los horizontes investigativos a nivel nacional y reforzando la formación de nuevos investigadores. Considerando que la investigación en las universidades se considera, hoy día, un elemento clave para su desarrollo, generando riqueza y beneficios al corto plazo. Ello supone, de antemano, la redefinición del proceso de investigación y del tipo de conocimiento que se requiere en la sociedad emergente. Se amerita de la participación de todos los entes involucrados para coadyuvar en la generación y coordinación de políticas que expresen en términos estratégicos planes de desarrollo de la ciencia y tecnología en el campo universitario, que estén interconectados con las verdaderas necesidades del sector productivo. Finalmente, desde esta perspectiva, para intensificar las relaciones universidad-sociedad, desde su realidad más inmediata hasta su contexto internacional con vistas a una acción transformadora, es una necesidad establecer un sistema de comunicación y colaboración con las instituciones del entorno social y empresarial. Los institutos de educación superior del país deben entender que la sociedad se encuentra en constante movimiento, y sí cambia constantemente, la educación debe ir a la par de estos cambios, para lograr así una posición relevante dentro de su entorno social, ya que, a ésta le corresponde una parte importante en la construcción de la nueva sociedad, y sin ninguna duda, la educación es la columna vertebral en el propósito de transformar la realidad social. Para ello, los recursos humanos con que cuenta el país deben integrarse activamente en la generación de nuevos conocimientos. Es urgente que los docentes en este nivel de educación superior, asuman su doble rol: la formación de los profesionales que el país necesita, y la producción y difusión del conocimiento, deben profundizar el área de su conocimiento incrementando sus competencias para manejar las teorías, cambiar de paradigmas, concepciones y metodologías de las ciencias relacionadas con la educación, y, por ello las nuevas tecnologías deben considerarse como un elemento clave dentro del patrón de trabajo del docente. El conocimiento es innovación, creatividad y por consiguiente, la piedra angular del cambio tecnológico. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS Albornoz, O (2001). La Producción y la Productividad Académica en el Contexto de la Sociedad del Conocimiento. Caracas: Revista: Paradigma. Universidad Pedagógica Experimental Libertador. (UPEL) Vol. XXII. García, Guadilla, C. (2001) Algunas Ideas sobre la Transformación Universitaria. En: Boletín de la Asociación Venezolana para el avance de la Ciencia (AsoVac).Caracas Período 2001-2003. Nº 40. Mayorga, Bid (1997) Cerrando la Brecha, Informe, Organización de Estados Iberoamericanos OIE, Washington, -Nº SOC97-101. Nonaka y Hirotaka Takeuchi (1995) The Knowledge Creating Company. How Japanese Companies Create the Dynamics of Innovation. Oxford University Press. New York. Petrillo J. y López L. (1991). Formación de Ingenieros para el Desarrollo Tecnológico. En Retos Científicos y Tecnológicos, 3. Caracas: CRESALC / UNESCOSanz, E. (1994) Estudios de usuarios. Madrid: Fundación Germán Sánchez Ruiperéz, p.21. UNIVERSITAS, (2000) Revista Arbitrada. Volumen 24 Nº 3-4 (CONICIT). Venezuela REFERENCIAS ELECTRONICAS Senge, Piter (1992) La Quinta Disciplina. El Arte y la práctica de las organizaciones que aprenden. [Documento en línea] Disponible:www.Resumido.com/es/libro.php?cod=121-43k 2005, enero 12] [Consultado: