V ENCUENTRO CATOLICOS NACIONAL DE DOCENTES UNIVERSITARIOS El desafío de armonizar ciencia y ética en la formación de médicos competentes en la Argentina del Bicentenario. CIENCIA - Ciencia, tecnología y ética Resumen La Medicina, en la argentina del Bicentenario se encuentra ante la encrucijada de tener que adaptarse al ritmo vertiginoso de cambios científico-tecnológicos y actuar éticamente considerando la centralidad del paciente en todo acto médico. Esta ética se fundamenta en nuestra raigambre cultural hispano-cristiana, con sus valores de defensa irrestricta de la vida humana, el respeto de la dignidad del varón y la mujer y la solidaridad, entre otros. El desafío que asumen hoy las universidades católicas formadoras de profesionales en Ciencias de la Salud, será fundar la educación en un marco epistemológico donde se enseñen los principios de la ley natural. Así lograremos en la formación armonía entre una visión humanística y ética con una docencia idónea en lo científico-tecnológico, cuyo eje central será la persona humana. Conciente de su misión promotora de la dignidad humana y, sostenida en la visión cristiana del mundo, la Universidad FASTA, pretende formar médicos integralmente preparados para asistir a los hombres en el cuidado de la salud. La educación universitaria que brinda FASTA, se orienta a formar buenos médicos, en cuanto al dominio de la ciencia particular; y también médicos buenos, personas de bien y de virtud que conozcan al hombre en cuanto persona y obren buscando su bien. Autores: Razul, Jorge Héctor1; Elbaba, Julia Susana2; Reynoso García, Yanina Vanesa.3 Facultad de Ciencias Médicas. UNIVERSIDAD FASTA. Mar del Plata. Buenos Aires. Argentina Avellaneda 3345. Tel. 0223 4757076. [email protected] 1 Licenciado en Filosofía Médica Neumonóloga, Mg. en Bioética. 3 Prof. en Ciencias de la Educación. 2 1 Introducción La Medicina, en la Argentina del Bicentenario se encuentra ante la encrucijada de tener que adaptarse al ritmo vertiginoso de cambios científicotecnológicos y actuar éticamente considerando la centralidad del paciente en todo acto médico porque la ciencia “no podrá sustraerse del juicio de la moral porque está hecha para el hombre y debe respetar el fin al que está destinado”4. Los avances científico-tecnológicos en la medicina “nos provocan esperanza y perplejidad”5 pero sólo contribuyen con sus aplicaciones al bien integral de la vida humana, si respetan la dignidad de creatura de Dios de la persona. “Así la ciencia médica se pone al servicio de la fragilidad del hombre para curar las enfermedades, aliviar el sufrimiento y extender los cuidados necesarios de modo equitativo a toda la humanidad”6 Algunos de los últimos avances en la medicina son: la investigación con células madres, los métodos de diagnóstico prenatales, la medicina de la reanimación, la trasplantología, entre otros. Sin embargo muchos de estos avances no han sido acompañados por la consideración de valores éticos y de la conciencia de los límites de la ciencia, provocando interrogantes y nuevos y variados atentados contra la vida humana cuando esta es más débil e indefensa, como son el inicio y el final de la existencia. En la actualidad, estos atentados contra la vida humana son constantes y constituyen lo que Juan Pablo II llamó “cultura de la muerte”: amenazas sistemáticas contra la vida humana, donde no solo se menosprecia el valor y la dignidad humana; sino que algunos pretenden elevar a la categoría de derecho hasta el homicidio, promulgando leyes inicuas que ponen de manifiesto el escaso valor de la vida. Cuando se manipulan las mentes, el lenguaje, la educación y las propias familias, la base misma de la sociedad se disuelve. En la cultura contemporánea frente a la amplitud y la multiplicidad de los interrogantes que plantean las ciencias biomédicas, surge con insistencia la necesidad de una reflexión en bioética con raíces ontológicas y antropológicas que orienten las decisiones.”7 Es entonces la universidad quien debe asumir el desafío de ordenar la ciencia y la técnica en todas las áreas del saber, al servicio de la persona humana y su dignidad. 4 SCDF. De aborto procurato. Nº 17. 18. XI.1974. Roma. Italia SCDF. Instrucción Dignitas Personae. N°1. 8. IX.2008. . Roma. Italia 6 Op. Cit. N° 2. 7 JUAN PABLO II, Discurso al Congreso “Las raíces de la bioética”, El Observador Romano, 17. II 1996. Roma. Italia 5 2 Los valores de nuestra cultura y la Universidad Uno de los valores fundamentales de nuestra cultura es la defensa de la vida, primer principio rector de la bioética personalista, que hunde sus raíces en nuestra raigambre hispano cristiana. Una lectura histórico- cultural de nuestra patria, nos muestra que los valores cristianos impregnaron la vida de la nación desde sus orígenes. En la cultura argentina “prevalecen valores fundamentales como la fe, la amistad, el amor por la vida, el respeto a la dignidad del varón y la mujer, el espíritu de libertad, la solidaridad, el interés por los pertinentes reclamos ante la justicia, la educación de los hijos, el aprecio por la familia, el amor a la tierra, la sensibilidad hacia el medio ambiente, y ese ingenio popular que no baja los brazos para resolver solidariamente las situaciones duras de la vida cotidiana. Estos valores tienen su origen en Dios y son fundamentos sólidos y verdaderos sobre los cuales podemos avanzar hacia un nuevo proyecto de Nación, que haga posible un justo y solidario desarrollo de la Argentina.” 8 Nuestros pastores formulaban, entre las metas a alcanzar en la Argentina del Bicentenario el “recuperar el respeto por la familia y por la vida en todas sus formas. Todo lo dicho será siempre provisorio y frágil, sin una educación y una legislación que transmitan una profunda convicción moral sobre el valor de cada vida humana. Nos referimos a la vida de cada persona en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural”.9 Estos valores deben ser asumidos por la comunidad universitaria comprometida con el desarrollo y la trasmisión de la ciencia y la técnica; tanto como en el ámbito médico, social, legislativo y económico; para que desde estos valores fundantes de la argentinidad, se pueda afrontar valientemente los desafíos planteados por los avances científicos, desde la bioética. Los hombres deben ejercitar su responsabilidad como dueños de la ciencia y de la tecnología, no como siervos de ellas. Ante los desafíos consecuencia de la nueva e inmensa potencia tecnológica y científica, y que ponen en peligro no sólo los derechos humanos fundamentales sino la misma naturaleza biológica de la especie humana; “es de máxima importancia que los laicos cristianos asumamos la responsabilidad de hacer volver la cultura a los principios de un auténtico humanismo, con el fin de que la promoción y la defensa de los derechos humanos puedan encontrar fundamento dinámico y seguro en la misma esencia del hombre, aquella esencia que la predicación evangélica ha revelado a los hombres.”10 Es por ello, que la labor de redescubrir la dignidad inviolable de cada persona humana constituye en cierto sentido “la tarea central y unificante del servicio que la Iglesia, y en ella los fieles laicos, están llamados a prestar a la familia humana… La dignidad personal es el bien más precioso que el hombre posee, gracias al cual 8 CONFERENCIA EPISCOPAL ARGENTINA. Hacia un Bicentenario en justicia y solidaridad (2010-2016). Nº 10 14.XI. 2008. Buenos Aires. Argentina 9 Op. Cit. Nº 32 10 JUAN PABLO II. Exhortación Apostólica Christifideles Laici. N° 38. 30. XII.1988. Roma. Italia 3 supera en valor a todo el mundo material. Las palabras de Jesús: “De qué sirve al hombre ganar el mundo entero, si después pierde su alma? (Mc. 8, 36) contienen una luminosa y estimulante afirmación antropológica: el hombre vale no por lo que “tiene” - ¡aunque poseyera el mundo entero! -, sino por lo que “es”. No cuentan tanto los bienes de la tierra, cuanto el bien de la persona, el bien que es la persona misma.”11 Este mensaje que trata de respetar en todo tiempo a cada hombre en su dignidad personal, ha sido transferido a la universidad, que es una de las instituciones más importantes para la cultura contemporánea desde sus orígenes en la edad media. Juan Pablo II nos recordaba que: “La universidad católica, por el encuentro que establece la insondable riqueza del mensaje salvífico del evangelio y la pluralidad e infinidad de campos del saber en los que la encarna, permite a la Iglesia establecer un diálogo de fecundidad incomparable con todos los hombres de cualquier cultura. El hombre, en efecto, vive una vida digna gracias a la cultura y, si encuentra su plenitud en Cristo, no hay duda de que el evangelio, abarcándolo y renovándolo en todas sus dimensiones, es fecundo también para la cultura, de la que el hombre mismo vive.”12 En esta línea de trabajo, la Universidad FASTA asume el compromiso ético de la educación de profesionales, formando médicos capaces de humanizar la Medicina. Esto es adecuarla al hombre, al médico y al paciente, en toda la profunda dimensión de personas13. Poner al paciente en el centro de cada acto médico y de cada política sanitaria14, buscando siempre su bien. Las ciencias médicas quedarían incompletas si no buscaran, además del saber fisicoquímico, fisiológico, clínico, etc. un saber que complete la visión científica particular. Esto sólo lo podrá realizar una currícula que integre en su formación, tanto las disciplinas específicas, como el área humanística; teniendo un punto de vista de totalidad acerca del objeto de estudio de la Medicina, que es el hombre y que permita realizar una lectura ética de cada acto médico. La formación integral en la Universidad FASTA Para contribuir con la tarea de la construcción del bien común de la patria, humanizando la Medicina, es que en el diseño del plan de la carrera de medicina de la Universidad FASTA se integran los contenidos humanísticos que pretenden formar integralmente médicos competentes para asistir a los hombres en el cuidado, 11 JUAN PABLO II, Primer Radiomensaje de Navidad, 1979.Roma. Italia JUAN PABLO II Constitución Apostólica sobre las Universidades Católicas, N°6. 15. VIII.1990. Roma Italia. 13 PLATA RUEDA, ERNESTO. Hacia una medicina más humana. Leal Quevedo / Mendoza – Vega. Edit. Panamericana. 1997 Pág. 16 12 12 PONTIFICIO CONSEJO PARA LA PASTORAL DE LOS AGENTES DE LA SALUD. Carta de los agentes de la Salud. N° 10. 1995. Ciudad del Vaticano. 14 4 en la promoción, diagnóstico, terapéutica y rehabilitación de la salud, que presten un noble servicio a la vida, interesados por los sufrimientos y las esperanzas de los hombres15. El graduado de medicina de la Universidad FASTA, será un profesional médico que posea una sólida formación en las ciencias médicas; que tenga un desempeño ético de la profesión; que reconozca y respete integralmente a la persona; que sea responsable, comprometido en el servicio a la comunidad y competente para resolver situaciones problemáticas con una actitud creadora e innovadora, entre otras. Así, la formación humanística posibilitará que nuestros graduados médicos competentes para dar respuestas a los dilemas éticos que se les presentarán a diario, en la práctica clínica. Se pretende formar un médico competente es decir con, los conceptos (saber qué y cómo), las habilidades y destrezas (saber hacer) y las actitudes y valores (saber ser) que se integran en la formación y le permiten resolver los problemas de los pacientes16. Ahora bien, en la formación médica se debe procurar que el estudiante adquiera las competencias específicas (sustanciales para el desempeño de la profesión) y las transversales (habilidades necesarias para ejercer eficazmente cualquier profesión y que rebasan los límites de una disciplina)17. Éstas últimas se dividen en: instrumentales, interpersonales y sistémicas”18. Las competencias interpersonales son de gran importancia ya que promueven la formación no solo de buenos profesionales, sino de profesionales buenos. Entre ellas se encuentran: capacidad critica y autocrítica; trabajo en equipo; habilidades interpersonales, capacidad de trabajar en un equipo interdisciplinar; capacidad para comunicarse con expertos de otras áreas y compromiso ético. En Argentina se han incluido las competencias interpersonales entre los requisitos mínimos de formación que el médico general debe alcanzar para desempeñarse como tal. Es por ello, que la Universidad FASTA siguiendo los estándares propuestos por el Ministerio, para la carrera de Medicina, diseñó un proyecto curricular integral. En el cual las competencias no se adquieren totalmente en una sola asignatura, el diseño curricular se integrará para dar respuesta a la adquisición de todas las competencias, incluidas las interpersonales, que el graduado requiere19. Esta integración es el trabajo que la Facultad de Ciencias Médicas desarrollará a lo largo de toda la carrera. Nos referiremos entonces, a cómo el médico de la Universidad FASTA, adquiere las competencias interpersonales, a través del plan de estudios que incluye dentro de de sus objetivos: formar integralmente al profesional médico, a partir de 15 UNIVERSIDAD FASTA, Presentación a CONEAU, Proyecto a Medicina, 2007 CHERJOVSKY, ROBERTO, Las competencias como núcleo del diseño curricular. Revista Argentina de Educación Médica. Vol. 2, N°1, Abril 2008; 1-2 17 BAÑOS, JOSEPH-ELADI. Como fomentar las competencias transversales en los estudios de Ciencias de la Salud: una propuesta de actividades., Educación Médica, 2005; 8 (4): 216-225 Disponible en: http://www.upf.edu/biomed/_gavi/comptrans.pdf [consultado 02mayo2010] 18 GONZALEZ, JULIA; WAGENAAR. ROBERT. Tunning Educational Structures in Europe. Disponible en: http://tuning.unideusto.org/tuningeu/ [consultado 05mayo2010] 19 CHERJOVSKY, Roberto. Op.Cit 16 5 una visión ética y con vocación de servicio a las personas; que busque sin desfallecer, de manera continua y permanente el bien de aquellas defendiendo, sosteniendo y promoviendo la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. Asistirá a las personas en la promoción, diagnóstico, terapéutica y rehabilitación de la salud. Para ello es necesario lograr una integración de la formación científica específica, técnica, humanística y ética, para la práctica de la Medicina desde una cosmovisión integral de la salud centrada en la persona y su comunidad. También el diseño del plan de estudios, para la adquisición de competencias interpersonales, incluye un área específica, llamada Área de Formación Humanística. A través de la cual se adquiere una formación humana integral, armonizando la razón científica con la razón filosófica y teológica; que le permita ser un profesional altamente capacitado en los dominios del saber científico especifico, desempeñarse con sólidas convicciones éticas y una cosmovisión realista y trascendente de la vida, donde los valores éticos, solidarios y el respeto por los derechos humanos son pilares fundamentales. De este modo, el medico formado en FASTA es capaz de ver en la persona un hermano necesitado de ayuda para lograr así la curación no solo biológica, sino la sanación de la persona20. El núcleo central del área de formación humanística es la persona humana; vista desde una perspectiva integral, en camino hacia su perfección considerada como individuo y como miembro de una comunidad y comprometida con la construcción del bien común. Esta área se desarrolla durante toda la carrera, integrando los contenidos y siempre en estricta relación con los conocimientos científicos- técnicos específicos. Dentro de esta área, en primer año se incluye la asignatura Antropología Filosófica. La misma realizará un aporte, desde la filosofía realista, a la comprensión y asimilación del sentido del hombre, la vida, los estados de salud y enfermedad, su inserción en la sociedad y el ejercicio de la profesión médica. Se considera integralmente a la persona en su naturaleza y existencia concreta, como objeto formal de la Medicina. En segundo año se encuentra la asignatura Antropología Teológica que presenta la visión teológica de la persona humana, su valor como creatura de Dios y el sentido de su presencia en el mundo. El aporte principal es el bordaje del hombre como imagen y semejanza de Dios a partir del cual se plantean los temas: el valor del cuerpo, el sentido teológico del dolor, el misterio del mal y de la muerte y su sentido en la existencia humana. En tercer año, se encuentra la asignatura Ética Fundamental y Social. Allí se reflexiona sobre los conceptos básicos de la ética: la dignidad de la persona humana, la salud como un bien social, como contribución al bien común, rescatando 20 PUIGARI JUAN ALBERTO. Homilía de la misa de inauguración de la carrera de Medicina en la Universidad FASTA. 8. III. 2010. Mar del Plata. 6 siempre el obrar bueno. Ya que a partir de los derechos imprescindibles de la moral natural, derivan los principios esenciales de la deontología medica21. En cuarto año, iluminando los contenidos de la práctica clínica, se incluye la asignatura Bioética. Allí desde una perspectiva bioética personalista, se plantean los dilemas éticos que la práctica médica presenta a diario, especialmente en el inicio y final de la vida humana. El núcleo es el respeto a la persona y la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural y el medico obrando en búsqueda del bien integral de la persona. En quinto año, la asignatura Antropología Médica profundiza en la relación médico- paciente, en este encuentro interpersonal entre dos personas: una que sufre y la otra preparada para asistirla, con benevolencia y compasión. Se identifican las virtudes que hacen a un buen médico, buena persona y buen profesional. Finalmente, en sexto año, junto a la Práctica Profesional Supervisada, se desarrolla el Taller de Integración, en el cual los estudiantes realizaran ateneos de casos clínicos donde se analicen los dilemas bioéticos de dichos casos. Con la metodología de Taller se tratará de que el estudiante pueda experienciar el trabajo de un comité de Bioética. El horizonte del taller será la búsqueda de la verdad integral del problema del paciente. Conclusión La educación universitaria que brinda FASTA, se orienta a formar buenos médicos, en cuanto al dominio de la ciencia particular; y también médicos buenos, personas de bien y de virtud que conozcan al hombre en cuanto persona y obren buscando su bien. En la educación del médico, la formación humanística permite entender y explicar la realidad desde una perspectiva universal y asumir al hombre en su totalidad. Esto significa comprender al hombre como persona con sus consecuentes derechos y su dignidad, fundamento del sumo respeto por la persona humana, como señalaba el Papa Juan Pablo II esta sería la misión de la universidad “a) la consecución de una integración del saber; b) el diálogo entre fe y razón; c) una preocupación ética y d) una perspectiva teológica.”22 Sabemos que la enfermedad en ocasiones, es para el hombre motivo de mucho dolor, pobreza, debilidad. Por ello la vocación sublime del médico, implica que pueda descubrir en el paciente a una persona en su integralidad, cuerpo y alma y lo reconozca como tal.23 21 PIO XII. Discurso al 4to Congreso Internacional de Médicos. 29. IX.1949. Roma Italia. JUAN PABLO II, Constitución Apostólica sobre las Universidades Católicas. N°15. 23 PUIGARI, JUAN ALBERTO. Op. Cit. 22 7 Pretendemos formar médicos en FASTA, que puedan hacer sentir al enfermo todo el afecto, la fraternidad y la humanidad que este mundo necesita, ya que se desangra en el olvido del hombre y de Dios. Humanizar la medicina en la Argentina del Bicentenario, ya no es una elección, es un reclamo de construir una Patria en la que se promocione la vida y la salud de todas las personas como un derecho primario, pues de no ser así no podremos reconstruir la Argentina que soñaron los padres de la Patria. En nuestra Nación debe renacer una movilización por una nueva cultura de la vida, de la que todos somos partícipes responsables. La misión de las universidades será la de estudiar, informar y formar en lo que atañe a las principales cuestiones de medicina relativas a la promoción y la defensa de la vida. En este cambio cultural a favor de la vida se debe dar un reconocimiento de la dignidad de cada persona y promoción de sus derechos, ya que no puede haber verdadera paz, sino se defiende y promueve la vida.24 Necesitamos unos nuevos ojos y un corazón nuevo, que superen la visión materialista de los acontecimientos humanos y que vislumbren en el desarrollo ese “algo más” que la técnica no puede ofrecer, por si sola.25 Bibliografía 1. BAÑOS, JOSEPH-ELADI. Como fomentar las competencias transversales en los estudios de Ciencias de la Salud: una propuesta de actividades., Educación Médica, 2005; 8 (4): 216-225 Disponible en: http://www.upf.edu/biomed/_gavi/comptrans.pdf [consultado 02mayo2010] 2. BENEDICTO XVI, Caritas in veritate, N° 77 3. CHERJOVSKY, ROBERTO, Las competencias como núcleo del diseño curricular. Revista Argentina de Educación Médica. Vol. 2, N°1, Abril 2008; 12 4. CONFERENCIA EPISCOPAL ARGENTINA. Hacia un Bicentenario en justicia y solidaridad (2010-2016). Nº 10 14.XI. 2008. Buenos Aires. Argentina 5. GONZALEZ, JULIA; WAGENAAR. ROBERT. Tunning Educational Structures in Europe. Disponible en: http://tuning.unideusto.org/tuningeu/ [consultado 05mayo2010] 6. JUAN PABLO II Constitución Apostólica sobre las Universidades Católicas, N°6. 15. VIII.1990. Roma Italia. 7. JUAN PABLO II, Discurso al Congreso “Las raíces de la bioética”, El Observador Romano, 17. II 1996. Roma. Italia 8. JUAN PABLO II, Evangelium Vitae N°97. 25.III. 1995. Roma Italia 9. JUAN PABLO II, Primer Radiomensaje de Navidad, 1979.Roma. Italia 24 25 JUAN PABLO II, Evangelium Vitae N°97. 25.III. 1995. Roma Italia BENEDICTO XVI, Caritas in veritate, N° 77 8 10. Juan Pablo II. Exhortación Apostólica Christifideles Laici. N° 38. 30. XII.1988. Roma. Italia 11. PIO XII. Discurso al 4to Congreso Internacional de Médicos. 29.IX.1949. Roma Italia. 12. PLATA RUEDA, ERNESTO. Hacia una medicina más humana. Leal Quevedo / Mendoza – Vega. Edit. Panamericana. 1997 Pág. 16 13. PONTIFICIO CONSEJO PARA LA PASTORAL DE LOS AGENTES DE LA SALUD. Carta de los agentes de la Salud. N° 10. 1995. Ciudad del Vaticano. 14. PUIGARI JUAN ALBERTO. Homilía de la misa de inauguración de la carrera de Medicina en la Universidad FASTA. 8. III. 2010. Mar del Plata. 15. SAGRADA CONGREGACION PARA LA DOCTRINA DE LA FE. De aborto procurato. Nº 17. 18. XI.1974. Roma. Italia 16. SAGRADA CONGREGACION PARA LA DOCTRINA DE LA FE. Instrucción Dignitas Personae. N°1. 8. IX.2008. . Roma. Italia 17. UNIVERSIDAD FASTA, Presentación a CONEAU, Proyecto a Medicina, 2007 9